El Poder Popular, las Políticas Públicas y los Derechos Sociales
Heriberto Rivera
Desde los comienzos del gobierno de la revolución Bolivariana el término poder popular se ha convertido en un referente político de gran relevancia, pues alude a otro poder que venia siendo desconocido y que enfrenta al poder constituido.
Necesario es debido, a la discusión que se viene haciendo en la teoría política, establecer el concepto de poder popular; sobre el particular muchos autores han reflexionado sobre éste, así como de los elementos que lo componen.
En ese contexto, según Rauber (2012), “el termino popular remite al sujeto en acción, en una perspectiva que lo concibe como plural, no definido a priori sino que se conforma en la acción política y social; el sujeto (social, político, histórico) del cambio es plural, se expresa como actor colectivo se auto constituye como tal en el proceso mismo de la resistencia, luchas y transformaciones sociales” (pág. 129).
En ese contexto, el sujeto popular no puede ser concebido a priori, sino que es un colectivo que se constituye y define por un conjunto de acciones y valores guiados por la eliminación de una o mas relaciones sociales de desigualdad y opresión.
Continuando con esa idea, que ayuda a comprender la definición de lo popular, Chaguaceda (2008) refiere que “lo popular resulta una categoría que, en nuestro contexto regional identifica a sujetos que sufren asimetrías sociales y que al movilizarse son susceptibles de devenir en movimientos liberadores; en ese sentido la noción de sujeto popular engloba aun conjunto de sectores y clases sociales susceptibles de ser integradas socialmente a un proyecto de cambio anticapitalista, en relación con lo comunitario, tomando en cuenta una identificación esto con niveles mínimo de organización y autonomía frente al mercado y el estado: sindicato, asociaciones vecinales, organizaciones femeninas o juveniles, clubes culturales con presencia publica”(pag.26).
Efectivamente, si lo popular envuelve a un sujeto que por necesidades de integración debe superar las relaciones sociales impuestas de desigualdad, opresión, invisibilizacion, entonces hay que referirse al concepto de poder popular.
Consecuentemente, el concepto de poder popular implica en primer lugar la noción de poder, pero no la noción clásica del poder. En ese sentido la noción de poder popular desarrollada por Mazeo citado por Teruggi (2012), lo concibe como una “relación social y no un objeto, una sustancia o una propiedad. Se trata de una noción inscripta a fuego en el marxismo (la dialéctica piensa la relación, no la sustancia) (….). Toda relación de poder vincula dominadores y dominantes” (pag.50).
En efecto, el poder entendido estima Rauber (2012) como “una determinada interrelación de fuerzas (políticas, económicas, culturales, morales, sociales) en lo que una (o el conjunto de ellas se constituye en hegemónica-dominante entre un conjunto de relaciones sociales, culturales, económicas, políticas. Se trata de una interrelación dinámica, en movimiento y regulación constante” (pág. 123).
De tal manera que el poder popular, que si bien toma elementos fundados en las contradicciones sociales producto de las relaciones de exclusión social, el poder popular se trata de la construcción de un poder de las clases subalternas, pudiéndose afirmar que es “un poder propio que de modo pedagógico llamamos aquí poder popular, nace y se desarrolla desde abajo; se produce, reproduce y expresa en el modo de la vida cotidiana individual, comunitaria y social.
El poder popular como expresión político social, también se expresa y manifiesta en las organizaciones sociales y políticas, en sus formas orgánicas de funcionamiento y relacionamiento interno, así como en sus construcciones concretas que llevan a establecer nuevas formas de empoderamiento local, territoriales, bases de la creación y creciente acumulación de un nuevo tipo de poder participativo-consciente-no enajenado-desde abajo, de desarrollo de consciencia, de culturas sumergidas, oprimidas y excluidas, en múltiples y entrelazadas formas y modalidades encaminadas a la transformación global de la sociedad. Pensar el poder popular es entonces situarlo en un contexto particular.
En la Republica Bolivariana de Venezuela, a diferencia de otras latitudes, el poder popular viene emergiendo desde abajo en el sentido geográfico de la palabra, pero a la vez también se construye desde arriba, desde las instancias del Estado.
En ese sentido es notorio y comunicacional, que según el articulo 2 de la Ley Orgánica del Poder Popular del año 2010 “el ejercicio pleno de la soberanía por parte del pueblo, en lo político, económico, social, cultural, ambiental, internacional y en todo ámbito del desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad, a través de sus diversas y disimiles formas de organización”.
En consecuencia y ciertamente desde el Estado aparece la declarada la intención de que el poder popular adquiera un protagonismo, que en términos del presidente Chávez (2007), esto significa que “desde el poder constituido debemos ir transfiriendo poder social, económico y administrativo al poder comunal”, refiriéndose a través del “poder comunal” principalmente a la organización de los Consejos Comunales.
De tal manera que el poder popular es una creación de la Revolución Bolivariana que tiene como objetivo lograr la reivindicación del pueblo y se define en su articulo 1 que “ la presente Ley tiene por objeto desarrollar y consolidar el poder popular, generando condiciones objetivas a través de los diversos medios de participación y organización establecidos en la constitución de la república, en los que surjan de la iniciativa popular, para que los ciudadanos y ciudadanas ejerzan el pleno derecho a la soberanía, la democracia participativa, protagónica corresponsable, así como la constitución de formas de autogobierno comunitarias y comunales, para el ejercicio directo del poder”.
De esta manera el poder popular se expresa en la construcción de una nueva institucionalidad pero que también puede observarse “en posiciones consolidadas en el marco de instituciones públicas”.
De lo cual se deriva que estas posiciones de poder popular a través de una practica constituyente, puedan contribuir a una profunda transformación de esas instituciones, a su radical democratización por la vía de la creación de condiciones para el nacimiento de otra ciudadanía social del siglo XXI que sea consciente de sus derechos y logros estableciendo los verdaderos alcances y total disfrute de las políticas publicas y ejercer a plenitud sus derechos sociales.
En cuanto a la participación del poder popular en las políticas publicas, la ley citada, prevé en su articulado que las organizaciones y expresiones organizativas del poder popular, tiene como fines entre otra ejercer la contraloría social (Articulo 11 numeral 1) y en su numeral 1 establece que como fines “ consolidar la democracia participativa y protagónica, en función de la insurgencia del Poder popular como hecho histórico para la construcción de la sociedad socialista, democrática de hecho y de justicia”.
De igual manera y en correspondencia con la participación en las políticas públicas, en el capitulo III, Ámbitos del Poder Popular, referido a la planificación de políticas públicas, el artículo 17 dice textualmente:
” La planificación de políticas publicas en los términos establecidos en la ley que regula la materia, es un ámbito de actuación del Poder Popular que asegura, mediante la acción de gobierno compartida entre la institucionalidad publica y las instancias del poder popular, el cumplimiento de los lineamientos estratégicos del Plan de desarrollo económico y Social de la nación, para el empleo de los recursos públicos en la consecución, coordinación y armonización de los planes, programas y proyectos a través de los cuales se logre la transformación del país, el desarrollo territorial equilibrado y la justa distribución de la riqueza”.
No obstante lo expuesto y establecido el Ley Orgánica del Poder Popular, en la realidad y en las vivencias cotidianas del Poder Popular surgen elementos que podrían verse como elementos y distractores que impiden el alcance de la totalidad de lo alcances claros y definitivos de las políticas publicas.
A tal efecto puede afirmarse que para pensar el caso venezolano y estudiar las posibles vinculaciones entre el Poder Popular y el Estado y poder referirnos a la relación entre los espacios de organización y participación popular con las instituciones del Estado (poder constituido), donde a menudo surgen contradicciones del poder, de lo que en vías de construcción, es necesario caracterizar, que Venezuela y la Revolución Bolivariana atraviesa un periodo de transición y según Mazeo , citado por Teruggi (2012) “ la Revolución Bolivariana nos convoca a pensar-actuar en términos de transición (…) el pasaje de la necesidad a la libertad no se puede concebir como un acto único, abrupto y unidireccional. Existen mediaciones, y existen porque el proceso de construcción del socialismo no se desarrolla en el vacío, sino en el marco de una realidad histórica”.
Es de esperar entonces, que en esa transición que caracteriza al actual periodo donde hay un doble movimiento donde el poder popular puja con su órgano de control no estatales y una creciente autogestión que permite ir asumiendo su protagonismo en el manejo de las áreas de actividad social y por otro, lado mientras que se produce “un cambio consciente en los órganos del estado mismo”.
Por lo tanto, “un Estado que en vez de sustituir a la sociedad en la solución de los problemas que tiene, la convoque, la vuelva participe de ellos. Un estado que pueda servir para expandir el cambio social y para continuar construyendo Poder Popular” (Rodríguez, 2007).
El poder popular estimulado por el mismo Estado, esta en plena efervescencia, puja por consolidarse, dentro de un mar de contradicciones que es propio de los cambios planteados. Es así como el presidente Maduro el día 14 de enero de esta año 2020, en una de las siete líneas estratégicas establece en avanzar en la expansión de las Misiones, Grandes Misiones y el Poder Popular son consideradas en el accionar del gobierno Bolivariano, siendo una de los objetivos claves es profundizar los mecanismos de participación del Poder Popular.-
Fuentes:
Chaguaceda, A. Participación Ciudadana y Espacio Asociativo: Desafíos en el contexto cubano, FLACSO, Cuadernos de Ciencias Sociales, 2008.
Rauber, I. Revolución desde abajo, gobiernos populares y cambio social en Latinoamérica. Continente, Buenos Aires, 2012.
Rodríguez, E. Reflexiones sobre el poder popular. El Colectivo, Buenos Aires, 2007.
Teruggi, M.A (2012). Los Consejos Comunales En Venezuela: Análisis de una experiencia de organización y participación impulsada por el Estado, desde la perspectiva del Poder Popular. En Memoria Académica, disponible en http://www.memoria.fahce.unpl.edu.ar/tesis/.
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Autor: Heriberto Rivera