Gustavo Petro: Un triunfo a través del Pacto Histórico
Autores: Por Alfonso Pardo Martínez y Trino Barrantes Araya
“La ignorancia, el olvido o el menosprecio de los
Derechos Humanos son las únicas causas de
las desgracias Públicas y de la corrupción de los gobiernos”
Prólogo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos
No solo históricamente estamos unidos en los grandes acontecimientos de política electoral. En la literatura, la poesía, la música, el fútbol y la academia, lo colombiano, digámoslo prístinamente, también nos ha permeado.
ACNUR y otras organizaciones, sostienen que, sin lugar a dudas las y los colombianos forman desde 1980, una de las mayores comunidades extranjeras en el exterior, residentes en Costa Rica. Formadas por estudiantes, comerciantes, empresarios, refugiadas y refugiados políticos y deportistas, se calculan en más 13.638 personas, pertenecientes a la hermana República de Colombia. Sin embargo, hoy Migración y extranjería nos dice que la población colombiana en nuestro país supera los 45 mil ciudadanos(as)
No debe pues, lo anterior que, al desarrollarse los procesos electorales en el exterior, muchos tico-colombos; Colomba-ticas, se hagan presentes apoyando a uno otro partido que está en la contienda electoral. Ayer, a la Unidad Patriótica, más tarde al POLO y hoy al Pacto Histórico. Tal vez lo anterior obedezca a que nuestros países: Colombia y Costa Rica mantienen, de larga data, una relación de mutuo entendimiento y cooperación al más alto nivel, cuyos orígenes se remontan desde el 8 de marzo de 1825. Costa Rica y Colombia formalizaron sus relaciones diplomáticas con la firma del tratado Calvo-Herrán del 11 de junio de 1856. (file:///C:/Users/Pc/Downloads/adminpujojs,+25-2.pdf)
Si a nivel de estados existe un gran interés por profundizar las relaciones bilaterales, con mucha más razón, nos une a los partidos hermanos acentuar y consolidar la relación bilateral. Un dato más, porque el interés de este artículo no es la histórica, sino el análisis coyuntural del proceso electoral, recientemente efectuado. En materia bilateral, tenemos entonces que, nuestro pueblo, ha mostrado su apoyo incondicional al Proceso de paz en Colombia, razón por la cual los lazos fraternales entre ambos países se profundizan.
Desde el 7 de marzo al 13 de marzo de este año 2022, 30 MILLONES DE COLOMBIANOS Y COLOMBIANAS, se dispusieron salir a votar, principalmente en el “día D”, de los comicios electorales de nuestra hermana República de Colombia; los que pudimos participar como observadores, colaboradores o militantes en su doble nacionalidad, en el proceso “elecciones 2022 de ese país, tuvimos una rica lección de “educación ciudadana”. Las y los electores, en número aproximado de 9421 electores(as), según se desprende de las tablas que exhibían el padrón de votantes. Se tenía, en ese proceso, la responsabilidad de elegir los representantes al Senado (Ordinaria o especial Indígena), la Cámara (Internacional o Afro-descendientes o Especial Indígena y la Consulta Interna (Pacto Histórico, Centro Esperanza y Equipo por Colombia). De una manera sucinta, se jugaba en dicho proceso una opción añeja del uribismo y su narcoestado fallido y una nueva propuesta de un amplio espectro político, pero urgidos de un cambio y un nuevo derrotero para esa hermana República.
Cuando escuchamos quiénes y cómo se conforma la lista para la Cámara, la sorpresa nuestra es con mayúscula: Afro-descendientes, LGTBIQ+, Pueblos Originarios, Reserva del Ejército y Policía, Evangélicos. Tal vez y de manera gráfica, nuestro amigo Alexander fue explícito cuando señaló que: “Vamos hacer un verdadero sancocho”, para que el uribismo sienta el sabor democrático y progresista que tiene el pueblo.
El Pacto Histórico, encabezado por el candidato a la presidencia Gustavo Petro, dejó en todo momento un aroma, no solo con olor a café, sino que de un triunfo electoral definitivo.
Inmigrantes de Nariño, Santander, Bucaramanga, Bogotá, Cali, Manizales, Caldas, Pereira, se acercaban en donde teníamos la vaya propagandística y pronto aquello resultó ser una página en vivo de ese Macondo de realismo mágico que nos legara G. García Marques. A la par de ese lindo mosaico geográfico, los términos que en su diálogo transparente y cotidiano dejaban regar en sus múltiples acentos, obliga a tener un bolígrafo o un lapicero, para hacer el ejercicio de antropólogo de la calle: cuchos, la pelada o el pelado, los guipas, changuas, buñuelos, pepitorias. En fin, en un espacio de tiempo tan pequeño, se siembra en este suelo profundos lazos de amistad y militancia.
Es importante un capítulo aparte para conocer la esencia de lo que es hoy y significa políticamente el PACTO HISTÓRICO. Compuesto formalmente por 7 partidos políticos y cerca de 23 organizaciones, se impulsaba así el apoyo para 30 candidatos.
El orden, el entusiasmo, la forma en que se diseñó el espacio electoral, se debe en gran parte al esfuerzo del señor Angelino Garzón, Embajador de Colombia en Costa Rica y a su equipo de colaboradores(as). Pero principalmente al respeto que se mantuvo en la diferencia, por parte de la gran masa electoral que acudió a las urnas, principalmente el domingo 13 de marzo.
Compañeras y compañeros, una linda lección de civismo que nos pone a las puertas de tener al Pacto Histórico y a Gustavo Petro, como los nuevos actores de esa Colombia que todas y todos necesitamos. Hoy ganó también Latinoamérica.
Una consigna final:
¡¡¡¡ PETRO PRESIDENTE, LO DECIMOS SIN MIEDO Y DE FRENTE !!!
Fuente: Los Autores escriben para el Portal Otras Voces en Educación