Escrito por: Mercedes Bañuelos
¿Sabías que, de cada 100 albañiles, 47 no completó ningún grado de estudios?
El 3 de mayo se conmemora el Día de los Trabajadores de la Construcción con el fin de reconocer la importante contribución de estos trabajadores en nuestra sociedad y país. Son quienes construyen y mantienen las infraestructuras que usamos a diario como hogares, oficinas y espacios recreativos. Sin embargo, desafortunadamente, lo hacen a menudo en condiciones desafiantes y peligrosas.
La Fundación Construyendo y Creciendo busca transformar la realidad que enfrentan los trabajadores de la construcción y mejorar su calidad de vida por medio de la educación.
Para lograrlo, llevan aulas de estudio a las obras en las que trabajan, a sus comunidades rurales o, incluso, de manera virtual, a sus hogares, con el fin de que, bajo la guía de asesores, concluyan sus estudios, adquieran habilidades para el desarrollo humano y conocimientos que los apoyen en su vida personal y profesional.
“Los años recientes fueron, sin duda, un reto importante para nuestra organización, pero sobre todo para nuestros estudiantes, años en los que tuvimos que reinventarnos y acercarnos a nuevas formas de enseñar y aprender. Durante la pandemia, nació́ en Construyendo y Creciendo un nuevo modelo educativo, las Aulas a Distancia, que junto con toda nuestra labor de 16 años, fue reconocida en 2021 por la UNESCO con el Premio Internacional de Alfabetización UNESCO- Confucio».
Roxana Fabris, Presidenta Ejecutiva de Construyendo y Creciendo.
Al día de hoy, a través de la Fundación, han instalado 52 aulas de estudio en 20 estados de la República he impactado a más de 30 mil trabajadores de la construcción y sus familias.
Tenemos el ejemplo de Yennit Areli López, trabajadora de la construcción, madre y estudiante, quien trabajaba en la limpieza de una obra, y, a raíz de que descubrió la oportunidad de estudiar en un aula que instalaron en la construcción en la que labora, su vida tuvo una gran transformación.
Por un lado, en lo académico, alcanzó sueños que jamás imaginó posibles, como terminar la preparatoria, aprender a usar una computadora, aprender a tocar el violín, ¡incluso llegar a tocar junto con la Orquesta Iberoamericana en su graduación!
En lo personal, con acceso a educación, Yennit logró identificar que enfrentaba una situación de violencia intrafamiliar y alejarse de ella. Además, como estudiante, se convirtió en un ejemplo importante para sus hijas, quienes hoy siguen sus pasos.
En lo profesional, Yennit también ha logrado desarrollarse como trabajadora de la construcción, al haber adquirido en el aula diferentes conocimientos de electricista y plomería.
“A veces por cuestiones económicas o malas decisiones, uno no puede terminar sus estudios. El saber que existe una Fundación como ésta, hace que puedas lograr tus sueños y propósitos, nunca es tarde para realizarlos ”.
Yennit Areli López, estudiante de Construyendo y Creciendo.
El caso de Yennit refleja únicamente una historia de éxito de otras miles que existen por parte de otros trabajadores de la construcción que han tenido la oportunidad de estudiar y que nos recuerdan el importante papel que juega la educación para construir un mejor futuro para ellos y, en consecuencia, para nuestra sociedad y país.
“La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.- Paul Freire.
Recordemos el impacto que puede tener una oportunidad en la vida de una persona y en nuestra comunidad, y, si está en nuestras posibilidades, démosle esa oportunidad a alguien que lo necesite.