España: El recreo escolar como un derecho, no como un castigo

El recreo escolar como un derecho, no como un castigo

José Luis Fernández

Quedarse sin recreo por un mal comportamiento en clase es una acción en manos del profesor tan antigua como corriente, pero podría no ser la mejor opción. Es más, el Observatorio del Juego Infantil acaba de reivindicar este espacio de ocio como un derecho incontestable.

Para ello ha elaborado un manifiesto que tiene como fin proteger los recreos infantiles, amenazados, dice, por las reducciones de tiempo que aplican algunos colegios o por los castigos que dejan sin patio a otros niños.

“Los patios de los colegios constituyen lugares espacio-temporales únicos, donde el recreo se configura como un derecho inalienable”, se afirma desde el Observatorio, que recuerda que “el juego es un derecho para la infancia reconocido por la Organización de las Naciones Unidas, al igual que otros derechos como la educación, la alimentación o la sanidad, y tan necesario para el desarrollo saludable infantil como los anteriores”.

Asociaciones de padres y madres han hecho llegar al Observatorio la práctica de “castigar sin patio” o “sin un rato de patio” las conductas inadecuadas de los niños, tal y como se recoge en los planes de convivencia de los centros. El Observatorio constata que, incluso en algunos colegios, especialmente fuera de España, la tendencia es a abreviar los tiempos destinados al recreo para evitar problemas potenciales.

Por este motivo, el Observatorio recuerda en su manifiesto que el juego es un derecho reconocido por el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño, tan importante como lo es el derecho a la educación, a la alimentación o a la salud. De hecho, en el año 2013 el Comité de los Derechos del Niños de Naciones Unidas aprobó la Observación General nº17 sobre el derecho del niño al descanso, el esparcimiento y el juego, en la que instaba a los países miembros a respetar la necesidad de los niños a jugar.

Y más allá de un derecho, subraya, “es también una necesidad vital para el correcto desarrollo de la infancia y un potente protector para su salud mental”. Además, destaca, a través del juego se trabajan múltiples procesos intelectuales, como el razonamiento lógico, el pensamiento abstracto, la memoria, la atención, el vocabulario, se adquieren competencias socioemocionales y habilidades sociales”, etcétera.

Porque, agrega, “cuando dejamos que los niños jueguen libremente sin ningún adulto que les guie, permitimos que madure la función ejecutiva que es la capacidad que tenemos de orientarnos a las metas, de planificar, corregir, dirigir, supervisar, mantener la atención… aspecto claves para el éxito académico y personal”, sentencia.

Desde hace ya más de un siglo, pero también las investigaciones más recientes, apuntan a la necesidad de tiempos dedicados al descanso, la recreación y el juego libre para potenciar el aprendizaje en niños y mayores. Tanto es así porque durante el recreo se liberan las tensiones acumuladas en el aula a través del juego físico y del juego libre y se ponen en práctica las actitudes, conocimientos y valores adquiridas en el aula. “A través de ese juego libre los niños construyen una narrativa de lo que les ha ocurrido y les ayuda a integrar las situaciones que viven”, se apunta desde el Observatorio.

De hecho, recuerda, la propia palabra “recreo”, del latín recreare, significa crear de nuevo, hacer revivir, reanimar, vivificar los ánimos o las fuerzas. Es todo aquello que repara del trabajo, divierte o deleita, tan fundamental para el correcto desarrollo de la infancia y para el buen funcionamiento de las aulas.

Con todo esto, desde el Observatorio del Juego Infantil se ha lanzado el manifiesto “¡Protejamos el recreo!” que incluye las siguientes reivindicaciones:

  1. El juego es un derecho que debe ser garantizado, ¡tan importante como la salud y o la educación! Respetar el tiempo y el espacio de juego en los centros educativos es clave para garantizar el aprendizaje y un desarrollo psicosocial saludable.
  2. Como adulto, ¡da un paso atrás! La labor del adulto debe ser respetuosa con el juego de niños y niñas. Esto implica que, a veces, los adultos tienen que dar un paso atrás o no intervenir directamente. En caso de que el adulto participe, debe ser consciente de que tiene que abandonar el rol directivo y tomar un papel secundario, colaborador en el juego, salvo para establecer límites en la seguridad física o psíquica de los menores.
  3. Conecta con la naturaleza. Los niños necesitan estar conectados al medio natural. Ofrece oportunidades de juego en entornos donde haya árboles, plantas, tierra y arena antes que en otros espacios artificiales.
  4. Invítales a experimentar todo tipo de juegos. Las pistas deportivas muestran sólo un modo de uso del espacio que no debería determinar la jornada del recreo. Es importante que se expongan a diversos tipos de juegos: simbólicos, físicos, de mesa, tradicionales. Desde el juego libre inventado por ellos mismos hasta el juego estructurado de normas.
  5. Ayúdales a fomentar el juego inclusivo desde distintas formas de agruparse. Es esencial que en la niñez experimenten distintas formas de agruparse, grupo-clase, entre distintos grupos de distintas edades, en cuartetos, tríos, parejas, etc. Ningún niño/a debería quedarse solo en el patio. Jugar también significa convivir con niños y niñas de diferentes edades. Los mayores enseñan desde el ejemplo a los pequeños y los pequeños enseñan a adaptar su lenguaje y su pensamiento a los mayores.
  6. Invítales a experimentar con todos los sentidos. En una época predominantemente visual y digital, ayúdales a realizar actividades que pongan en juego todos sus sentidos. El tocar, oler, escuchar, sentir y observar son capacidades que merecen la pena ser cultivadas.
  7. Dale una vuelta al material de juego. Los materiales deportivos son un excelente complemento que puede enriquecer el juego. Igualmente importante son otro tipo de materiales que inviten a la expresión artística como disfraces, instrumentos o pinturas. Y, si no se tienen ciertos materiales quizás puedan ser creados y elaborados por los niños y niñas.
  8. Incítales a cambiar el ritmo. Cualquier juego puede cambiar por completo si se modifica la velocidad de los juegos. Ante la aceleración predominante en la vida, sugiéreles alteraciones en el ritmo de los juegos, para que puedan apreciar otros detalles que la velocidad no siempre permite percibir.
  9. Los niños y niñas tienen que ser corresponsables de la organización del recreo y de sus propias actividades. Hay que preguntarles, dejarles decidir y dejarles hacer. Así, colectivamente aprenden a tomar decisiones, respetar y a tolerar sus diferencias e identificar sus similitudes.
  10. ¡No te olvides de divertirte y hacer disfrutar a los demás! El patio es un lugar para experimentar emociones de todo tipo pero ante todo tiene que ser un lugar amable para todos y todas. Invita a los niños y niñas a pensar cómo un juego puede ser más divertido no sólo para sí mismo sino para los demás. Ayuda a los niños y niñas a vivir con alegría, entusiasmo y optimismo la aventura de jugar.

El Observatorio del Juego Infantil es un instrumento de la Fundación Crecer Jugando dedicado a la entidad cuyo fin es el seguimiento, vigilancia y control de la aplicación de uno de los derechos recogidos en la Convención de los Derechos del Niño, el derecho al Juego. Recopila y contribuye a la difusión de todos aquellos estudios e investigaciones o eventos cuyo contenido versa sobre el valor del juego y los juguetes, con el fin de ofrecer información de interés a todos aquellos que deseen profundizar en este tema.

La Fundación Crecer Jugando tiene como fin la defensa y promoción de uno de los derechos fundamentales del niño: el derecho al juego. El juego es una de las actividades más importantes para el desarrollo global del niño.

Junto a RTVE lleva a cabo de forma anual la campaña “Un Juguete, una ilusión” cuyo objetivo es la recaudación de fondos a través de la venta del bolígrafo solidario para hacer llegar juguetes a niños de países desfavorecidos www.unjugueteunailusion.com

El compromiso de la Fundación Crecer Jugando por defender el derecho al descanso, al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas se concreta en la promoción de la actividad lúdica en sí misma y a través del juguete y en la celebración de mesas redondas, conferencias, coloquios y difusión de trabajos de investigación.

 

Fuente de la Información: https://exitoeducativo.net/el-recreo-escolar-como-un-derecho-no-como-un-castigo/

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