José Piñera no sabe que terminó la dictadura

América del sur/Chile/Diciembre/Arturo Alejandro Muñoz

Definitivamente, algo funciona muy mal en el sistema político y social chileno. Parece que aún no salimos del régimen totalitario que conculcó todas las libertades: aún hay sicarios que actúan como si la dictadura estuviese aquí.

Tales genios del mal continúan proponiendo ‘soluciones’ económicas similares a las que instauraron los “Chicago’boys” a fines de la década de 1970. Miran a nuestro país desde el extranjero, ajenos a los acontecimientos y movilizaciones sociales que se han desarrollado en los últimos años, apostando al inmovilismo que tan bien le hace al 5% de la población, pero que daña cada vez con mayor severidad al 95% restante.

Con una soberbia rayana en el desprecio social, José Piñera, –el ‘regalón’ de José Toribio Merino entre 1977 y 1985 (reemplazado luego por Hernán Büchi)–, abandonó temporalmente su apoltronamiento estadounidense y vino a Chile a pontificar sobre el sistema de previsión social que ideó en sólo 6 días (al séptimo descansó), y que impuso mediante el DL 3.500 el año 1980. Como veremos, sus objetivos van más lejos.

Tipos como este abundan. Paridos en los años duros del totalitarismo, enriquecidos gracias a él. Aterrorizados cuando la derrota de la dictadura en el plebiscito de 1988, pensaron tal vez que la Jusiticia se encargaría de ellos, que tendrían que rendirle cuentas al país, perder lo robado y algo más.

Sin embargo hubo “justicia en la medida de lo posible”, léase impunidad. Los agiotistas, corruptos y ladrones, beneficiados con el traspaso de un centenar de empresas fiscales, respiraron felices al enterarse de los acuerdos ‘sotto voce’ alcanzados entre la Concertación y los representantes del pinochetismo. No habría democracia ‘real’, sino ‘protegida’. No habría justicia, sino ‘en la medida de lo posible’. Consagración jurídica de lo obrado durante los diecisiete años de dictadura.

Entre los engendros asumidos como propios por la Concertación, la privatización de la salud, de la educación y las AFP. El nuevo sistema de previsión fue el mecanismo perfecto para extirparle hasta el último peso a millones de asalariados, dando inicio a la debacle llamada ‘brecha económica’.

A las AFP les siguieron las ISAPRE. Poco más tarde fueron impuestas la ley del cobre, la nueva legislación laboral que castró al sindicalismo, la educación convertida en boliche comercial, y un largo etcétera que conocemos y sufrimos desde entonces.

Hoy el horno no está para esos bollos. José Piñera decidió venir por $ugerencia de los esquilmadores, aprovechando la debilidad de un gobierno que da tumbos desde su llegada a La Moneda, la pérdida de brújula política, y lo que es aún peor, gracias al apoyo efectivo que los candidatos presidenciales de la izquierda ‘oficial’ le ofrecen a los mega empresarios de las transnacionales.

Recordemos –de paso– que la mayoría de las AFP pertenecen a inversionistas extranjeros, que remesan a otros países el dinero obtenido aquí.

Dicho aquello, debemos tener claro que no se trata sólo de la previsión social. Ella significa sólo un porcentaje dentro de la globalidad del neoliberalismo salvaje. ¿Qué es, entonces, lo que tan apasionadamente viene a defender José Piñera?

Manuel Riesco entrega algo de luz al respecto: “Los que realmente expropian mes a mes las cotizaciones previsionales son las AFP, puesto que la recaudación mensual de cotizaciones obligatorias son $500 mil millones y el pago mensual de pensiones de las AFP y compañías de seguro, son $200 mil millones. Entonces mensualmente están expropiando $300 mil millones de las remuneraciones, de los cuales ellos se quedan con la mitad y la otra mitad la transfieren principalmente a los grandes grupos financieros. Y no lo van a devolver jamás» (entrevista a Manuel Riesco en radio ADN).

Las AFP controlan el poder político y también el económico: no hay mayor volumen de dinero fresco en Chile que el manejado por las AFP, que incluso dominan y controlan el Consejo para la Transparencia dirigido por Vivianne Blanlot, hasta hace poco Presidente de una AFP.

La cuestión principal es la rentabilidad. Debido a los manejos en beneficio de sus dueños y sus negocios asociados a las AFP, estas le rentan al cotizante sólo un 3% o 4%, en vez de algo más del 8%. La diferencia se la lleva la AFP, en vez de beneficiar al cotizante.

Además, es oportuno señalar que 31 mil millones de dólares de las AFP están invertidos como préstamos en el Sistema Bancario, monto equivalente a 4 Reformas Tributarias como la prometida por el Gobierno de la Nueva Mayoría. Otros 6.500 millones de dólares están invertidos en el Grupo Luksic y otros 4.500 millones de dólares en el Grupo Matte.

Las AFP triangulan con el dinero de los cotizantes, alimentando con dinero fresco sus empresas asociadas¡. Invierten en el retail con préstamos que también realizan a la Banca (muchas empresas del retail pertenecen a los dueños de algunas AFP) a bajísimas tasas de interés (3,5% anual).

El retail –a su vez– realiza préstamos, avances o ventas a su clientela, pero lo hace con un interés que supera el 30%… es decir, la AFP le pasa TU plata al retail, este encarece los productos y te atrapa con intereses altos y tú te empobreces con TU PROPIA PLATA, mientras la AFP gana por tres lados: por administrar tu dinero, por el préstamo al 3,5% al retail y por la venta que este te hace a ti (al 30%); todo ello con TU DINERO

La Banca funciona también en un alto porcentaje con la plata que entregas cada mes como cotizante. Y es sabido que la Banca a ti no te paga nada, no te devuelve nada y por el contrario, si le pides un préstamo te desnudará con altos intereses anuales. En suma, tú mismo aportas el dinero para empobrecerte.

Eso es lo que ha venido a defender el creador del sistema que agobia a los chilenos y que es rechazado por el 87% de la población mayor de 18 años.

José Piñera –un ególatra y mitómano que no duda en comparar su obra con la de Michelangelo Buonarroti– puede irse de regreso al claustro materno – o a su poltrona en los EEUU– porque en este tema del macabro sistema de previsión vigente, el país actual dista mucho de la pusilanimidad, de la ignorancia y de la impotencia que reinaban en los tiempos de la dictadura que defiende y añora.

Fuente :

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215309

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/E6-Ij44L0dwS94ozzJYLQSaHTC_H1LZT_-Wk6MpBqSdvQr65v88I9RMAK8lx0bpmSDRP8Q=s85

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Chile: Regionalización, mayor fracaso del sistema actual

Por: Arturo Alejandro Muñoz

La idea que emana de la realidad actual no es otra que vivir en Santiago y morir en regiones. Eso es lo que muy en concreto ofrece el sistema de una regionalización fallida, una regionalización «Cau-Cau», como el puente de la vergüenza.

Que Chile ha avanzado en varios aspectos y materias, no hay opinión que lo desmienta, aunque el costo ha sido demasiado alto y, como de costumbre, quienes lo han pagado con mayor esfuerzo y dolor son los mismos de siempre, los llamados ‘moya’, el pueblo.

Sin embargo, ha habido también fracasos sustantivos, de esos que provocan incertidumbres a la hora de hablar del futuro ya que se mantienen en el tiempo como si no tuviesen solución. Sin duda alguna, el fracaso más sonado y permanente que ha caracterizado a todas las autoridades nacionales desde hace cuatro décadas es la fallida regionalización. Un fiasco total. No es fácil administrar centralizadamente un país que tiene 4.329 kilómetros de costa… el más largo y extenso del planeta. No es fácil, pero seguir haciéndolo a pesar de los datos y argumentos incontrarrestables existentes, es una aberración administrativa, política y económica.

La insoportable mega concentración de bienes y servicios en la ciudad capital ha provocado el incremento del sempiterno proceso de migración interna, ya que esa urbe (Santiago) viene actuando como imán que atrapa a miles (millones quizás) de personas provenientes de regiones y zonas alejadas, toda vez que las oportunidades de trabajo y emprendimientos resultan ser más potentes en la metrópolis, donde además los provincianos encuentran respuestas a todas sus necesidades sociales, culturales, recreativas, etc.

En Economía se argumenta (o se define) que «Producir» es simplemente agregar utilidad económica a un bien o a un servicio. Sin ese ‘agregado’, la producción no es más que una creación económicamente inútil, ya que no ingresa al mercado, a la corriente económica. Pareciera entonces que desde hace muchos años, es en la capital del país donde resulta posible agregar mayor utilidad económica a todo lo que se produce en Chile, mucho de lo cual, preferentemente en el área de servicios, se crea, se inventa, se estructura, en Santiago.

En nuestro país la máxima para un amplio y significativo porcentaje de la población –en cuanto al desarrollo de la existencia humana- es la siguiente: «trabaja y crece económica y profesionalmente en Santiago, alcanza allí el mejor nivel de vida que puedas lograr…pero, una vez que jubiles, te pensiones o envejezcas, regresa a tus raíces provincianas donde la tranquilidad, el orden, la seguridad y la belleza escénica serán tus mejores compañeras». La idea que emana de la realidad actual no es otra que vivir en Santiago y morir en regiones. Eso es lo que muy en concreto ofrece el sistema de una regionalización fallida, una regionalización «Cau-Cau», como el puente de la vergüenza.

Ya en cuestiones políticas queda marcada la controversia, pues cualquier decisión referente a ese tema (incluyendo nominaciones de candidatos a cualquier cosa en lugares que los dirigentes políticos santiaguinos ni siquiera podrían ubicar medianamente en el mapa) son facultades que se arrogan las tiendas partidistas capitalinas. De hecho, la mayoría de los ‘representantes’ políticos de regiones en el poder legislativo, no son ni han nacido ni trabajan ni conocen esas regiones que pretenden representar. Muchos de ellos gustan de aprender sobre la marcha, pues se radican en la región una vez que resultan electos. ¿Cómo podríamos llamar a eso? ¿Falta de respeto, frescura, cinismo? Sus tiendas partidista los avalan, ninguneando de manera despectiva e incluso clasista a los habitantes de regiones… algo así como repartir la torta sólo entre sus adláteres de mayor ‘prosapia’ familisterial.

En estas cuestiones políticas, los partidos ‘santiaguinos’ abren puertas a la participación del «perraje» regional sólo en lo que respecta a comicios edilicios, preferentemente (y casi exclusivamente) en las conformaciones de los cuerpos colegiados conocidos como Concejos Municipales. Ahí el ‘garumaje’ que cada partido tiene en las regiones cuenta con visto bueno para participar en calidad de candidatos… sólo ahí, pues en todo lo demás Santiago manda, ordena y dispone.

Si alguien pensaba que sólo en los regímenes comunistas las decisiones, todas ellas, eran tomadas por un «comité central», se equivocó, pues en sistemas como el nuestro (capitalista neoliberal) ocurre lo mismo, y tal vez con mayor intensidad. Claro que en el caso chileno el ‘Comité Central’ se llama Santiago del Nuevo Extremo.

Seguramente usted refutará esta opinión argumentando que el poder judicial se encuentra sito en Valparaíso, pero entonces yo debería contra preguntar: «¿y Valparaíso tiene por ello un grado de mayor autonomía en las decisiones que esa región necesita?». Fin de la discusión.

En asuntos judiciales la cuestión pasa de gris a oscuro de un sólo paraguazo. Se trata nada más que de un ejemplo cualquiera, pero que arroja luz sobre lo que se ha escrito en las líneas anteriores.

Vea usted; un chileno que fue demandado por su cónyuge o pareja para el pago de pensión de alimentos en beneficio del hijo o los hijos de ambos, y que ha pagado sagradamente cada mes sin faltar nunca a su responsabilidad, cuando llega el momento de poner término a la pensión de marras (porque los causantes de ella, los hijos, ya están más que mayorcitos y superaron los 28 años de edad), tiene que solicitar una mediación previa al juicio de término de pensión.

Pero, tal mediación (al igual que el juicio posterior) se debe realizar en la ciudad donde se produjo la demanda por pensión de alimentos. Entonces, si la demanda fue aprobada en un tribunal de Valparaíso y el alimentante (quien paga la pensión) trabaja y vive en Punta Arenas desde hace años, tendrá que viajar a Valparaíso para comenzar el trámite respectivo. ¿Y la regionalización, qué? Nada de nada.

Lo siento amigo santiaguino, pero incluso en materias culturales la capital del país se ha transformado –desde hace siglos-en un insaciable monstruo que fagocita literatura, música, arte en general y creatividad ajenas. Se apropia de todo y de todos. «Para preservarlo», dicen. Gabriela, Pablo (Neruda), Pablo (de Rokha), Violeta, Roberto ( Matta), Nicanor, Claudio (Arrau), Pacheco Altamirano, Óscar Castro, Isabel (Allende), Francisco Encina, el doctor Alfonso Asenjo (eminencia mundial en neurocirugía), José Maza (astrofísico de renombre planetario), el doctor Bernardo Arriaza (también eminencia mundial , pero en Bioarqueología), por mencionar solamente a algunos, son todos ellos «provincianos» (a excepción de nuestra Premio Nacional de Literatura, Isabel Allende, que nació en Lima, Perú).

Y, bueno… O’Higgins nació en Chillán, al igual que Arturo Prat. Y si hablamos de música popular, nos obligamos a reconocer que algunos de los principales cantantes y grupos con éxito en el mundo son provincianos, como Arturo Gatica (Rancagua), Antonio Prieto (Iquique), Los Jaivas (Viña del Mar), Illapu (Antofagasta), Los Ángeles Negros (San Carlos, región del BioBio), Tito Fernández (Temuco), etcétera. Incluso en asuntos de comunicaciones y televisión, Mario Kreutzberger («Don Francisco»), galardonado también en EEUU, es un talquino de tomo y lomo. Todos ellos, sin excepción, han sido fagocitados por ese monstruo llamado Santiago, o mejor dicho, por la bestia que conocemos con el nombre de «Regionalización Cau-Cau o fallida» .

No he querido (ni sabido) aportar detalles concernientes a cuestiones meramente económicas que hacen de la fallida regionalización un asunto digno de arcadas. Algunos economistas podrían entregar datos, cifras y opiniones contundentes en lo referido a asuntos económicos que se desglosan negativamente de esta regionalización castrada. Ojalá lo hagan, el país lo requiere con urgencia

Fuente: http://www.aporrea.org/internacionales/a234605.html

Imagen tomada de: http://www.plataformaurbana.cl/archive/2007/03/27/nuevas-regiones-chile-nuclear-o-descentralizado/portada_copia0/

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Chile: No a la Educación Pública, sí al Adiestramiento

Por: Arturo Alejandro Muñoz

Asfixiaron la prensa libre como primer paso, y luego le hincaron el diente a la Educación Pública. Los predadores neoliberales usan al MINEDUC como mano de gato

“Es peligroso pensar, amigo”… esa frase jamás la he olvidado. La hice piel cuando tuve en suerte asistir –en agosto de 1970– a la presentación, en el viejo Estadio Chile (hoy, ‘Víctor Jara’) de la Cantata Santa María de Iquique, la obra musical del profesor Luis Advis, en las voces del conjunto Quilapayún, con el recitado a cargo del actor Marcelo Romo (posteriormente lo haría Héctor Duvauchelle), durante el Segundo Festival de la Nueva Canción Chilena, a escasos días de la elección presidencial que llevaría al doctor Salvador Allende a ocupar el sillón de O’Higgins.

Durante los 17 años de dictadura el pensamiento libre fue aherrojado, prohibido y perseguido, Sin embargo, recuperada la democracia los gobiernos de la Concertación (y hoy los de la Nueva Mayoría) se esmeraron en continuar la saga de iniquidades contra el grueso de la población, a la que desde el inicio mismo de las administraciones del duopolio se le privó de informaciones veraces, de prensa libre y de educación de calidad, pública, laica y gratuita.

Para lograrlo, el bloque en el gobierno –siempre con el visto bueno de la derecha dura– dio los primeros pasos en su objetivo de minimizar al pueblo en asuntos políticos logrando que muchas revistas y diarios, que habían luchado fieramente contra la dictadura, desaparecieran de los quioscos del país.

Fue así que medios informativos de enorme valer como las revistas “Análisis”, ‘Cauce’, ‘Rocinante’, ‘Apsi’ y ‘Hoy’, y diarios y periódicos como “El Fortín Mapocho”, “Siete más siete”, ‘Los Tiempos’, ‘Página abierta’, ‘Diario Siete’, “Plan B”, etc., desaparecieron.

La misma Concertación de Partidos por la Democracia (?) impidió el resurgimiento en Chile del popular diario “Clarín” que, hasta el mismo día martes once de septiembre de 1973 era el de mayor venta en Chile.ch educacion gratuita

Ya sin prensa alternativa a la del poder financiero, los ‘renovados’ socialistas –aliados con viejos alfiles de la sedición derechista – se ocuparon de la Educación. En estricto rigor casi únicamente de la educación pública municipal: los establecimientos de enseñanza básica y media –en manos de empresarios privados– quedaron en libertad de estructurar sus propias mallas currriculares, con un mínimo exigido por el Estado docente.

Puede parecer algo cercano a una conspiración para evitar que los hijos de las masas populares “aprendan a pensar, a discernir, a calificar y comparar”, capacidades que pueden ser alcanzadas mediante el conocimiento de materias como la Filosofía y la Historia.

Quizá es sólo una acción propia de la mediocridad de quienes gobiernan ese Estado docente. Lo cierto es que los datos duros certifican que desde hace dos décadas el MINEDUC da palos de ciego en las materias que le corresponden.

¿Cuántas ‘reformas y reformitas’ parió ese ministerio en los últimos 26 años? Los cambios curriculares son ya un asunto anual, y siempre se traducen en avances a medias o en fracasos completos, obligando al MINEDUC a volver con otra propuesta de reforma al año siguiente,

Así se continúa destruyendo la igualdad de oportunidades que garantiza la igualdad de calidad y de contenidos.

¿Es preciso dar un ejemplo? Una de las tantas reformas’ parida por la mente de profesionales de ese ministerio consistió en mezclar dos asignaturas –Ciencias Naturales y Ciencias Sociales– en un todo pomposamente bautizado como “Comprensión del Medio Natural y Social”…

El fracaso fue estrepitoso (como ha ocurrido con casi todas las ‘novedades’ de esa repartición pública), y los docentes se vieron obligados a separar las asignaturas, enseñando en una jornada ciencias naturales, y ciencias sociales en otra.

Años más tarde, a los ‘sabios’ del MINEDUC les cayó la chaucha y decidieron volver a separar las asignaturas, pero millones de alumnos de educación básica ya habían sido dramáticamente perjudicados en sus aprendizajes.

ch patria es educacionPara los ‘expertos’ que ofician de autoridades educacionales en los gobiernos del duopolio es de máxima prioridad evitar, oficialmente, que las masas populares aprendan a pensar, a criticar, a comparar, a dudar (como hacía Descartes).

Aprovechando la muerte de la prensa libre, los gobiernos post-dictadura iniciaron el largo camino del “ensayo y el error” en materias educacionales, pero usando siempre como lauchas de laboratorio al
alumnado de la educación pública.

A comienzos de siglo la Concertación –pauteada por la Alianza por Chile– le hincó el diente al objetivo principal: separar aguas y estructurar un andamiaje que marcara diferencias entre “empleado y patrón”.

Este último era el dueño de la educación verdadera, mientras que el primero –el empleado– sólo recibía una especie de instrucción mínima, –un adiestramiento, como los animales–, que coartaba sus posibilidades de entender el mundo y el orden de las cosas. El buey tira del yugo, y no necesita comprender las leyes de la mecánica de Newton.

Por consiguiente disminuyeron las horas docentes en Historia y Geografía, intentaron eliminar la enseñanza de Música y de Arte en general, rechazaron –durante años– el regreso de la Educación Cívica y, cuando finalmente parecen aceptarlo, pretenden que puede rebajar aún más las horas de la asignatura de Historia.

Insatisfechos, plantean la necesidad de eliminar la asignatura de Filosofía y reemplazarla por un engendro llamado “Ética y Comportamiento Ciudadano.” Rara vez el chilenísimo “como” alcanzó tal potencia: ya no hay filosofía, sino una “como” filosofía. En el seno de una sociedad que no vive en democracia sino en una “como” democracia. Me dan ganas de replicar que no se puede confundir “Madre dame una chaucha para comprar chicha con…”

Los programas ‘oficiales’, cercanos al espanto mismo, le permitirían a la casta política corrupta, venal y clasista, determinar qué es ética y qué es ser ciudadano en el Chile neoliberal. Un chiste cruel, sin duda.

Definitivamente, en estos 26 años el MINEDUC borró la esencia de la Educación en escuelas y liceos públicos, sustituyéndola por una simple Instrucción, un adiestramiento necesario en el mundo del trabajo, como se adiestraba al caballo para entrar en los túneles de la minería, o al burro para girar sin fin frente al pozo de agua.

Tal Instrucción es insuficiente cuando se trata de seres humanos, la ciudadanía que busca vivir en libertad, democracia y humanismo.

Los expertos del MINEDUC soslayan (o desconocen) que el futuro será cada vez más exigente. Las generaciones futuras necesitarán de toda su capacidad intelectual, –no de gestos reflejos, mecánicos–, y esa capacidad encuentra en la Filosofía su potenciador por excelencia.

En vez de lo cual se automatiza a los niños y jóvenes de la educación pública, estructurándolos como seres no pensantes, sin reflexión, ni ideas ni decisiones propias.

Para la autoridad (?) sigue vigente eso de “es peligroso pensar, amigo”. O mejor dicho, es peligroso mi amigo que el pueblo piense, reflexione, discierna.

Miel sobre hojuelas para el mundillo megaempresarial, y para el leprosario en que habitan los políticos del duopolio que intentan, por todos los medios, continuar agarrados con uñas y dientes a la ubre fiscal.

Fuente: http://www.surysur.net/autor/arturo-alejandro-munoz/

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