España no cree en la educación

Por. Alejandro Inurrieta

El drama de la educación, que no sólo instrucción, es recurrente en España cuando llegan elecciones. En esos momentos, y como una especie de diarrea mental transitoria, los agentes políticos, sin contar para nada con la comunidad educativa, se lanzan a pregonar soflamas sobre la necesidad de un pacto educativo que deje a un lado la facilidad legislativa que solo tiene un objetivo: engordar las cuentas de resultados de las grandes editoriales que se frotan las manos cada vez que entra una nueva ley educativa en el Congreso.

La sociedad civil sigue considerando la escuela como un aparcamiento de niños y niñas donde se les adoctrine en la fe

Las falsas soflamas sobre el pacto educativo solo llegan en épocas electorales

Frente a este atropello legal y económico para las familias, pero también para los docentes y pedagogos, la sociedad española permanece atrofiada y sigue soportando que se incumplan sistemáticamente las normas sobre colegios en barracones, ausencia absoluta de una política de educación infantil 0-3 años, ratios de alumnos incompatibles con enseñanza de calidad, adoctrinamiento religioso en un Estado supuestamente aconfesional, falta de profesorado de apoyo para alumnos con dificultades, y ausencia completa de participación de padres y madres en el devenir del centro. Estos son algunos de los mayores problemas educativos, al margen de los presupuestarios que configuran una sociedad civil que sigue considerando la escuela como un aparcamiento de niños y niñas donde se les adoctrine en la fe, sin importarles nada que estos alumnos tengan o no tengan capacidad de pensar y razonar por sí mismos, o no alcancen las habilidades necesarias para poder desenvolverse en un mundo acrítico como el que nos están dejando nuestros mayores.

La instrucción acrítica, confesional y memorística se ha impuesto a pesar de la democracia

Esta resignación social tiene que ver mucho con la condición económica de un gran número de familias que carecen de capacidad para que sus hijos/as puedan finalizar con éxito, incluso, la educación obligatoria al ser necesario un salario de reserva para la supervivencia de la familia, lo cual explica en un porcentaje no desdeñable el abandono escolar en amplias zonas del país. Esta desigualdad de cuna se deja notar en la renta futura que podrá obtener dicha unidad familiar, lo que explica también que la educación haya dejado de ser un auténtico ascensor social, lo que sin duda cronificará la inequidad económica, pero sobre todo la inequidad social.

La desigualdad de cuna explica la incapacidad de la educación para propiciar el ascensor social

La vieja idea de la instrucción como barniz educativo de tantas familias que sufrieron la consigna franquista del analfabetismo funcional como uno de los principios del movimiento se ha transmitido de padres a hijos y hoy es ya una señal de identidad de la sociedad española que permanece en los percentiles de renta medios y bajos: la educación y formación ya no garantiza el éxito social, algo que muchos empresarios han llevado lamentablemente al seno de las empresas y fábricas, negando la inversión en formación para grandes capas de trabajadores/as, para tener siempre un ejército de reserva disponible e intercambiable.

No es rentable dejar que amplias capas de la población se queden en la cuneta, como se persigue aquí

Lo grave es que cuando se ponen ejemplos de mejores prácticas, siempre sale el modelo finés o el francés, y para otros el anglosajón. Pero si uno analiza en profundidad dichos ejemplos, la primera premisa que tienen en mente en esos países es que no es rentable dejar que amplias capas de la población se queden en la cuneta, como se persigue aquí, por ejemplo, con la LOMCE, y que ahora ya es un hecho con la aprobación por un gobierno en funciones del decreto que regula las reválidas para segregar desde muy jóvenes a los que supuestamente tienen talento, de los torpes que suspenden o simplemente los menos afortunados económicamente cuya correlación con el fracaso escolar es muy elevada, incluso cuando se controla por la selección de la muestra.

Los ejemplos como Finlandia o Francia no sostienen una comparativa en inversión y posicionamiento social

La dinámica educativa en Finlandia parte de una premisa inicial muy potente: toda la sociedad está involucrada en la misma. Desde unos horarios de trabajo que permiten a los padres apoyar a sus hijos/as, pasando por una inversión educativa prioritaria y sin prejuicios ideológicos como se tiene aquí. Por supuesto, sin el bodrio y el engendro de la educación concertada que segrega ya desde la educación infantil y que discrimina con la aquiescencia de padres y gestores públicos a los más desfavorecidos: alumnos con dificultades o simplemente gitanos o inmigrantes pobres. Por no hablar de los métodos de Francia que apuestan por ciudadanos libres, críticos, cultos e iguales, donde la doctrina de un libro de texto dirigido y mal escrito no ayuda en exceso a superar el analfabetismo funcional que generó el franquismo y cuyo germen ha cuajado definitivamente en España. Esto contribuye a que las diferencias socioeconómicas sean irreversibles e insalvables y no se encuentre esperanza a que grandes zonas en España puedan salir del atraso y el desempleo estructural, mientras su población no logre igualarse en renta per cápita al de las zonas más ricas.

Este mapa de desigualdad y pobreza estructural nadie tiene ningún interés en romperlo, y de hecho en estos últimos días, se están tomando decisiones que lo incrementan. Es realmente desquiciante escuchar que el Gobierno en funciones esté dispuesto a negociar cualquier cosa, mientras con el BOE va definiendo el nuevo modelo educativo que consagra el anterior: se mantiene la educación concertada discriminante y ahora se incorporan los mecanismos que reduzcan la demanda universitaria futura: las reválidas. Al mismo tiempo, las CCAA podrán purgar las direcciones de los centros que no sean afines y colocar a los nuevos directores de su cuerda ideológica, tanto afines al PP, como al PSOE u otros.

Se ha creado por mor de los nuevos caciques en las CCAA, un mapa Universitario desfasado, sobredimensionado en su oferta curricular y regional

El mapa del paro es el mapa de la desigualdad educativa y de la pobreza

Con estos mimbres tan débiles, se ha creado por mor de los nuevos caciques en las CCAA, un mapa Universitario desfasado, sobredimensionado en su oferta curricular y regional, de escasa calidad, en parte porque los mismos mediocres que acceden a las plazas universitarias son niños y niñas que han sufrido el propio sistema acrítico y memorístico queembrutece y solo genera ciudadanos súbditos. De nuevo, las decisiones de los agentes, saludadas por la propia sociedad civil que aplaude tener cerca cuanta más oferta universitaria mejor, aunque sea de ínfima calidad y cuyas salidas profesionales sean el exilio, el desempleo crónico o el subempleo con salarios de esclavo.

El modelo universitario reproduce el fracaso de la desigualdad y de la mediocridad educativa

Por último, una vez que uno sale al mercado laboral, los que lo hacen, se encuentran con un panorama en la formación continua desolador. Estas competencias, transferidas a las CCAA, han estado manipuladas y mal ejecutadas por todos los agentes intervinientes, tanto los virreyes o virreinas autonómicas, como patronales y sindicatos. Nadie se ha preocupado en planificar las necesidades reales de formación de empresas y trabajadores. Se ha diseñado una estrategia de negocio que daba dinero a todas las partes, pero cuyos resultados en materia de empleabilidad es un auténtico fracaso. Nadie explica, por ejemplo, como en Castilla La Mancha, con un sólido sector aeronáutico, carece de oferta universitaria en ingeniería aeronáutica, cuando sí la tiene León, sin apenas actividad, pero con un Ex Presidente leonés. Pero tampoco tiene oferta especializada en formación técnica en el sector aeroespacial, razón por la que se pierde carga de trabajo en muchas de las empresas l mencionada región.

En Andalucía, los gestores políticos del PSOE llevan más de 4 años sin sacar oferta formativa para desempleados

La formación para el empleo añade un fracaso adicional, destacando Andalucía en su desprecio hacia los parados

En este punto, hay que reseñar el caso de Andalucía. Con una tasa de paro de las más altas en toda la UE, los gestores políticos del PSOE llevan más de 4 años sin sacar oferta formativa para desempleados, un ejemplo más del fracaso político en este aspecto, aunque dado el contenido que tiene en otras CCAA, tampoco parece que vaya a solucionar mucho. Pero lo que sí refleja es la desidia social y política hacia la educación y la formación en un país tan atrasado como este.

En resumen, la idea de que inventen ellos ha calado en la sociedad española y el desprecio a la inteligencia, como ya puso de manifiesto Millan Astray, a la educación, que no a la instrucción, y a la igualdad real entre ciudadanos configura una de las mayores rémoras para que España salga del atraso intelectual en el que está inmerso.

Fuente: http://vozpopuli.com/blogs/7540-ainurrieta-espana-no-cree-en-la-educacion

Imagen: http://estatico.vozpopuli.com/upload/Javier_Benegas/espana-no-cree-en-la-educacion.jpg

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