Por: Camino López García
Si que es verdad ví la sesión más reducida de una publicidad de una optica que mostraba a una maestra tatuada que al ir al trabajo ocultaba los mismos, pero no pude evitar buscar en internet información acerca de él. Mi sorpresa además de ver el vídeo al completo fue que no encontré críticas o reflexiones acerca del mismo.
Yo sí creo que hay algo de qué hablar. Trata de una chica que esconde su verdadero yo tras una ropa que no la define solo porque se dedica a la profesión de educación. Siempre me chocará que incluso en esta profesión en la que la «educación» se basa en la formación de conocimientos y valores para una convivencia y progreso de la sociedad futura prejuicios como éste se sigan dando. Hacemos programas de integración de la heterogeneidad bajo la políticamente correcta frase de «la diversidad nos enriquece». Yo sí me la creo y de hecho considero que es clave para conseguir fomentar la creatividad. Pero viendo este spot parece que no mucha más gente se la cree de verdad. Creo que estos prejuicios que hacen que la gente tenga que «bajarse la manga de la chaqueta y taparse» para que «tampoco quiero que me juzguen».
Me gusta mucho esta fotografía, la cual almacenó en Pinterest:
Dicen que tener prejuicios es tener falta de cultura, y personalmente creo que esa afirmación no está nada desencaminada. Cuando conocemos las diferentes realidades y de manera objetiva generamos una opinión, no solo respetamos sino aprendemos y autocriticamos, ejercicios poco puestos en práctica en estas nuestras aulas.
Hay mucha información por internet acerca de la historia del tatuaje y el impacto que tiene esta práctica en diversas culturas de todo el mundo. Una persona no pierde su nivel intelectual en la mesa del tatuador, ni tampoco durante el proceso de introducir tinta en su cuerpo para crear una obra de arte.
Personalmente me parece una forma muy bella de representar la individualidad de la persona, de personalizar al máximo nuestra existencia. El tatuaje tiene múltiples razones para ser implementado en el cuerpo, razones personales que representan procesos de aprendizaje en la vida de esa persona.
No estamos hablando de si te gusta o no el tatuaje, no es cuestión de gustos, o si tú te lo pondrías, estamos hablando de discriminación y de ahogo de una parte de la sociedad que son personas también.
Lecciones a aprender, un día más, y qué mejor que hacerlo desde una frase tatuada en la piel que te las recuerde:
«I didn´t change only learned, and to learn is not to change, it´s grow up»
No cambié solo aprendí, y aprender no es cambiar, es crecer.
La escuela yo cada vez la veo más, en algunas ocasiones, como encubadora de miedos: «no voy a poner esto en práctica porque si no… Mejor no sacar este tema porque si no…» Bueno, ¿si no qué? Soy de las que creen que en vez de prohibir hay que educar e informar.
Y tú profe, ¿te atreverías a trabajar una unidad didáctica con tus alumnos acerca del tatuaje?
Tomado de: http://arteforart.blogspot.com/2013/02/imagen-prejuicios-y-educacion-tatuajes.html
Fuente de la Fotografía Principal:
http://www.taringa.net/posts/info/1624139/Lleva-la-docencia-y-unos-800-tatuajes-en-la-piel.html