Autoestima y dificultades de aprendizaje

Autora: Cristina Martínez Carrero / Fuente: INED21

PERSONALIDAD

La personalidad se define como un ‘conjunto de rasgos y cualidades que configuran la manera de ser de una persona y la diferencian de las demás’, es decir, es la forma que tenemos de pensar, sentir y actuar. Es algo que forjamos día a día desde que somos pequeños.

El ambiente que nos rodea, las vivencias que tenemos con la familia, escuela y amigos, son piezas clave.

Tenemos dos tipos de mecanismos para conformar la personalidad a lo largo del tiempo son:

Aprendizaje observacional

El aprendizaje observacional, con el cual aprendemos las consecuencias de determinadas acciones viendo el resultado que generan en otras personas.

Aprendizaje directo

El aprendizaje directo, es el que todos conocemos por ensayo-error. A lo largo de nuestra vida vamos probando diferentes acciones y aprendemos lo que es agradable y desagradable. Lo agradable se va a convertir en nuestra motivación, querremos repetirlo, lo desagradable se tiende a evitar.

Sabemos que tener una dificultad de aprendizaje, muchas veces connota baja autoestima y motivación, pero ¿por qué?

Siempre hablamos de TDAH, Dislexia, TEL… pero no nos damos cuenta de que detrás de estas «etiquetas» se encuentran niños y adolescentes que vivencian sus dificultades con cierto conflicto.

El aprendizaje directo que tienen en muchos aspectos de su vida (escuela, amigos…) tienden a generar unasensación de fracaso continua; tropiezan constantemente, por lo que en la mayoría de los casos se acaban convierto en situaciones algo «desagradables». Ponen mucho esfuerzo, sin embargo, el resultado no suele ser el esperado.

Imagina que intentas hacer algo una y otra vez, y pese al gran esfuerzo que realizas no llegas a la meta propuesta. Es normal que acabe en frustración, desmotivación y/o abandono de la tarea, apareciendo conductas de evitación.

Lógicamente, estas vivencias negativas generan una baja autoestima, influyendo directamente en la personalidad. Por este motivo, los niños con dificultades de aprendizaje suelen ser más inseguros, les cuesta tomar decisiones, confían poco en sí mismos, evitan afrontar nuevos retos…

Los más introvertidos intentarán pasar por desapercibidos dentro del aula, interactuando lo menos posible, sin preguntar dudas, su comportamiento será bueno pues no quieren destacar ni llamar la atención.

También hay muchos otros casos en los que aparecen «conductas disruptivas», ocurre lo contrario, intentan llamar la atención de cualquier manera, portándose mal, molestando al de al lado…

AUTOESTIMA Y MOTIVACIÓN

Por eso, lanzamos la pregunta «¿Cómo se vivencia una dificultad en 1º persona?», ¿nos paramos a pensar cómo se sienten? Es una invitación a la reflexión a todas las personas implicadas en el proceso de aprendizaje de niños y adolescentes. A veces, nos centramos en las dificultades académicas y dejamos de lado la más importante, la autoestima y motivación, olvidándonos de que son la puerta de entrada para el resto de aprendizajes.

Os ofrecemos algunas pautas para reforzar la autoestima y motivación cuando hay una dificultad de aprendizaje:

No tratéis sus dificultades como un tema tabú, sentaros con él/ella cuantas veces haga falta, para hablar sobre qué le pasa, cuáles son sus puntos fuertes y débiles, porque acuden a terapia

Ofrecedle un espacio y un clima de confianza, por si tiene algún problema que necesite compartir; que tenga la confianza de poder expresar sus emociones, sin sentirse juzgado por ellas.

Reforzad positivamente cada pequeño paso, cada mínimo avance; lo que para nosotros puede ser algo sencillo para ellos es un gran esfuerzo. No sólo necesita tener éxito sino que se lo subrayen.

No valoréis las notas sino el esfuerzo empleadoSino llega a la meta, debemos hacerle/a ver que no pasa nada. Ofrecer refuerzo positivo.

Evitad comparativasson muy dolorosas para ellos.

Reforzad aquellas cosas que se les dé bien, el deporte, la cocina, las manualidadesQue sienta que no todo se le da mal, que es capaz de destacar en algo.

Debéis ser conscientes de la realidad y adaptaros a ella. Esto supone realizar exigencias razonables a su capacidad y nunca presionar más de lo debido.

Nunca dudéis de sus capacidades y mucho menos delante de él/ella.

Dejaros asesorar por los profesionales y seguir las pautas que os proporcionen. Exigid contacto con la escuela; el trabajo multidisciplinar es importante cuando trabajamos una dificultad de aprendizaje.

No olvidemos que cada niño es único y su dificultad también lo es, así como la forma de afrontarla no siempre va a ser la misma. Recordad…

Trabajar sobre el éxito para recuperar

la confianza en sí mismo/a

Fuente del Artículo:
https://ined21.com/autoestima-y-dificultades-de-aprendizaje/
ove/mahv
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TDAH: guía básica de actuación para el profesorado

Cristina Martínez Carrero

El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico. Se caracteriza por varios síntomas como la desatención (incapacidad de resistirse a estímulos irrelevantes, lo que dificulta su concentración durante mucho tiempo y, por tanto el mantenimiento del “trabajo consistente” en una tarea, por un periodo de tiempo más o menos largo).

Además, se encuentra la hiperactividad (alto nivel de actividad motora) e impulsividad (dificultad de autocontrol en sus emociones, pensamientos y conductas), que se presentan con mayor intensidad y frecuencia de lo esperado para su edad y nivel de desarrollo, de tal forma que interfieren de manera negativa en su aprendizaje y/o comportamiento.

¿Qué dificultades presenta?

Estos síntomas pueden manifestarse conjuntamente o bien predominar solamente uno de ellos. El TDAH no siempre cursa con hiperactividad. Una de las dificultades del TDAH es que, con una elevada frecuencia, se presenta acompañado de uno o más trastornos. Por lo tanto, es frecuente que el alumno con TDAH presente además dificultades de aprendizaje en matemáticas, lectura, escritura…

El grado de dificultad que los alumnos presentan depende de muchos factores. Nuestra labor como docentes es clave en el desarrollo y evolución de este trastorno.

PRINCIPALES REPERCUSIONES

Dificultades:

  • Mantener la atención de forma sostenida y gran facilidad para la distracción.
  • Falta de capacidad en la generación de motivación, cuando las tareas no tienen ninguna consecuencia inmediata o atracción para ellos.
  • El rendimiento académico está por debajo de su capacidad.

Viéndose afectadas:

  • Calidad del trabajo (pobre, incompleto, mal presentado…).
  • Cantidad de trabajo (no suelen terminarlos o lo terminan rápido y mal).
  • Velocidad de trabajo (muy lento o muy rápido y con muchos errores).
  • Rendimiento (puede variar significativamente de un momento para otro).
  • Automotivación (les cuesta mantener el esfuerzo).
  • Inhibición conductual. Pueden iniciar una tarea correctamente, pero después de un tiempo se dejan llevar por estímulos que en esos momentos son más atractivos. Generando a veces, conductas no deseadas en el aula, no porque no conozcan las normas o el funcionamiento de una clase.
  • Dificultades para iniciar el trabajo de forma autónoma.
  • Dificultad en la regulación de las emociones. 
  • Baja habilidad para “parar y pensar” antes de actuar.

¿QUÉ PUEDO HACER COMO DOCENTE?

Ambiente estructurado y predecible:

  • Sentarlos cerca del profesor para facilitar el permanente contacto visual y la supervisión de las tareas, en un sitio espacioso, lejos de puertas y ventanas, evitando distracciones. Y junto a un compañero tranquilo que pueda servir de modelo positivo.
  • Procurar informar siempre de las reglas y/o normas de la clase: es conveniente que estén siempre a la vista del alumno.
  • Reservar un espacio en la pizarra, en un lugar visible, para anotar fechas de controles, entrega de trabajos y tareas diarias que deben anotarse en la agenda. Esta información debería estar siempre accesible al alumno. Monitorizar agenda (asegurarnos que han anotado las cosas que les pedimos).
  • Tener el horario semanal en algún lugar visible del aula y procurar anticipar las novedades.

Excursiones y actividades especiales:

  • Preparar al alumno para el acontecimiento extraordinario, explicando con antelación a dónde van y cuál es el comportamiento que se espera de él.
  • Anticipar posibles conductas no permitidas y establecer consecuencias previamente.

Tareas:

  • El profesor debe asegurarse que el alumno ha recibido las instrucciones completas.
  • Ofrécele más tiempo, se le puede entregar la actividad el primero y recogerla el último.
  • El alumno con TDAH necesita combinar cortos periodos de atención con acción manipulativa. La mejor opción es dividir la tarea en pequeños pasos e ir supervisando.
  • Una vez por semana, ofrecerle un tiempo para ordenar el contenido de sus cuadernos.

Autoestima/ motivación:

  • Hacerle ser líder o protagonista en algunos momentos mejorará su autoestima.
  • Reforzarle positivamente en todo aquello que salga bien; necesitan no sólo tener éxito sino que se lo subrayen.
  • Comentar con él/ella que cosas le van ayudando y resultando útiles. Corregir errores y hacerle ver donde se ha equivocado, fomentará que para la próxima vez esté más pendiente. Intentar hacerlo en el momento.
  • Hablar con él/ella de vez en cuando de manera individual para ofrecerle un espacio por si tiene algún problema que necesite compartir.

Exámenes:

  • En la situación de examen acercarnos a él/ella para asegurarnos de que ha entendido bien lo que se le pregunta. Leer previamente las preguntas en voz alta.
  • Comprobar que está marcando lo importante e intentar elaborar preguntas directas y concisas.
  • Si se  trata de un examen largo, hacérselo en dos días o dos momentos diferentes. Procurar que sean a primera hora del día, y evitar, en la medida de lo posible, poner más de un examen por día.
  • Proporcionarle un esquema claro y conciso sobre los contenidos del examen para que pueda tenerlo previamente; esto a ayudará a organizarse, sobre todo, en asignaturas con bastante carga de contenidos.
  • Evitar exámenes fotocopiados a doble cara y con tama%

Fuente del articulo: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/tdah-guia-basica-de-actuacion-para-el-profesorado/63195.html

Fuente de la imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2017/12/tdaH

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Dislexia: guía básica para el profesorado

Autor: Cristina Martínez Carrero

La dislexia se incluye dentro la clasificación de las dificultades específicas de aprendizaje (DEA). Es un trastorno del aprendizaje de la lectura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ninguna deficiencia física, psíquica ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.

¿En qué consiste la dislexia?

Los disléxicos suelen tener dificultades con otras áreas relacionadas con el lenguaje, tales como ortografía, escritura, conocidas como Disgrafía (dificultades en el trazado correcto de las letras, tamaño de las letras, en la presión de la escritura…) y/o Disortografía (dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía) y/o Discalculia (dificultades para dominar el sentido numérico)

Es un importante factor de abandono de la escuela y el más frecuente dentro de las dificultades en lectura y aprendizaje. Afecta a la adaptación académica, personal y social. Por este motivo, nuestra labor e implicación como docentes es clave en el desarrollo y evolución de este trastorno.

dislexia

PRINCIPALES REPERCUSIONES

Dificultades:

  • Dificultades lectoras (falta de fluidez) y de comprensión lectora
  • Dificultades de expresión.
  • Escritos con numerosas faltas de ortografía.
  • Problemas atencionales. Características de distraibilidad.
  • Calificaciones escolares bajas
  • Problemas emocionales, como baja autoestima e inseguridad

¿QUÉ PUEDO HACER COMO DOCENTE?

Ambiente estructurado y predecible:

  • Sentarlos cerca del profesor para facilitar el permanente contacto visual y la supervisión de las tareas, en un sitio espacioso, lejos de puertas y ventanas, evitando distracciones. Rodeado de los compañeros más competentes de la clase
  • Reservar un espacio en la pizarra, en un lugar visible, para anotar fechas de controles, entrega de trabajos y tareas diarias que deben anotarse en la agenda. Esta información debería estar siempre accesible al alumno.
  • Informar siempre que sea posible de cuándo tenga que leer en voz alta en clase. No obligarle/a si no quiere.
  • Escribir los puntos o palabras clave en la pizarra antes de la explicación.

Tareas:

  • Comprobar siempre que ha comprendido el material escrito que va a manejar; explicárselo verbalmente.
  • Necesitará ayuda para relacionar conceptos nuevos con la experiencia previa. La información nueva, debe repetírsela más de una vez, debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.
  • Toma de apuntes: puede perderse y faltar contenido. Asegurarnos que tiene todos los apuntes necesarios para su estudio
  • Los dictados. No reconocen los errores, corregir con él /ella de forma individualizada.Centrándonos en los aspectos que se estén trabajando en ese momento.
  • Asegúrate de que entiende las tareas, pues a menudo no las comprenderá. Divide las lecciones en partes y comprueba, paso a paso, que las comprende. No dudar en repetirle y explicarle las cosas las veces que sea necesario
  • Evitar el color rojo en las correcciones
  • Favorecerle el acceso y el uso de la informática.
  • Darle más tiempo que los demás para terminar sus tareas
  • No limitarle su actividad a tareas simples, sino saber dosificarle la cantidad de trabajo
  • Pedirle menos cantidad de deberes para el hogar
  • Uso  de  apoyos  visuales,  como  el  uso  de  mapas  conceptuales, esquemas… que le permitan relacionar conceptos nuevos con la experiencia previa.
  • Uso del ordenador. Permitirle el uso del ordenador para entregar escritos.
  • Valorar los trabajos por su contenido, sin considerar los errores de escritura. Evitar la corrección sistemática de todos los errores de su escritura.
  • Fomentar el uso de agendas o calendarios.
  • Es importante el uso de tamaños de fuente más grandes y aumentar el espaciamiento de secciones.
  • Combinar la información verbal y visual a la vez

Autoestima/motivación:

  • Demostrarle que se conoce su problema y que se le va a ayudar
  • Ofrecer oportunidades ante alguna tarea o actividad en la que él/ella destaque y ofrecer reconocimiento ante los compañeros, mejorará su autoestima.
  • Reforzarle positivamente en todo aquello que salga bien; necesitan no  sólo tener éxito sino que se lo subrayen.
  • Comentar con él/ella que cosas le van ayudando y resultando útiles. Corregir errores y hacerle ver donde se ha equivocado, fomentará que para la próxima vez esté más pendiente.
  • Hablar con él/ella de vez en cuando de manera individual para ofrecerle un espacio por si tiene algún problema que necesite compartir.
  • No dar resultados de notas en voz alta.
  • Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señalar aquello en lo que necesita mejorar y está más a su alcance.

Exámenes:

  • En la situación de examen acercarnos a él/ella para asegurarnos de que ha entendido bien lo que se le pregunta. Leer previamente las preguntas en voz alta, la ayudará a comprender mejor las preguntas.
  • Intentar elaborar preguntas lo más directas y concisas posible.
  • Evaluar las tareas de gran contenido de forma oral.
  • Proporcionarle un esquema claro y conciso sobre los contenidos del examen para que él/ella pueda tenerlo previamente.
  • Evitar exámenes fotocopiados a doble cara y con tamaños de letras reducidos.
  • No penalizar su ortografía ni puntuación.

Fuente del Artículo:

http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/dislexia-guia-basica-profesorado/62113.html?utm_source=ReviveOldPost&utm_medium=social&utm_campaign=ReviveOldPost

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TEA (Asperger): guía básica de actuación para el profesorado

Por: Cristina Martínez Carrero

¿Qué es?

El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro del autismo que implica la alteración cualitativa del desarrollo social y comunicativo, e intereses y conductas restringidos y estereotipados, en personas con relativas buenas capacidades (es decir, sin retraso mental o del lenguaje graves). Categorizado como Necesidad Educativa Especial (ALNEE).

El grado de dificultad que los alumnos presentan depende de muchos factores. Nuestra labor como docentes es clave en el desarrollo y evolución de este trastorno.

Principales dificultades

  • Interacción y habilidades sociales.
  • Comunicación y lenguaje.
  • Flexibilidad mental y comunicación.

¿Qué puedo hacer como docente?

  • Ambiente estructurado y predecible
    • Sentarlos cerca del profesor para facilitar el permanente contacto visual y la supervisión de las tareas.
    • Procurar informar siempre de las reglas y/o normas de la clase y que estén a la vista del alumno.
    • Reservar un espacio en la pizarra, en un lugar visible, para anotar fechas de controles, entrega de trabajos y tareas diarias que deben anotarse en la agenda.
    • Tener el horario semanal en algún lugar visible del aula.
    • Procurar anticiparse a las novedades.
  • Interacción social
    • Proporcionar expectativas y reglas claras de comportamiento.
    • Explicita las reglas de la conducta social: qué demanda la situación y cómo actuar.
    • Enséñale a obrar recíprocamente con historias sociales, modelado y actuando en papel.
  • Comunicación y lenguaje
    • Explicar las metáforas, bromas y las palabras con doble significado.
    • Dar la información relevante simplificada o escrita.
    • Introducir pausas en las explicaciones para comprobar que ha entendido.
  • Excursiones y actividades especiales
    • Preparar al alumno para el acontecimiento extraordinario, explicando con antelación a dónde van y cuál es el comportamiento que se espera de él.
    • Anticipar posibles conductas no permitidas y establecer consecuencias previamente. Evitar castigos (no sirven).
  • Tareas
    • Es importante que el profesor se asegure que el alumno ha recibido las instrucciones completas.
    • Dividir las tareas en pasos pequeños o presentárselas bajo diferentes formatos.
    • Facilitar instrucción directaPoner ejemplos de lo que se requiere.
    • Evitar la sobrecarga verbal, largas explicaciones. Combinar la información verbal y visual a la vez.
    • Necesitará ayuda para relacionar conceptos nuevos con la experiencia previa. La información nueva, debe repetírsela más de una vez, debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.
    • Toma de apuntes: proporcionar una copia de los apuntes de la lección para poder tomar notas durante las explicaciones.
    • Darle más tiempo que los demás para terminar sus tareas.
    • Pedirle menos cantidad de deberes para la casa
  • Autoestima/Motivación
    • Hablar con él/ella de vez en cuando de manera individual para ofrecerle un espacio por si tiene algún problema que necesite compartir.
    • Enseñar al estudiante a buscar ayuda cuando esté confundido.
    • Ayudar al estudiante a entender el comportamiento y las reacciones de los otros.
    • Utilizar las ayudas del compañero tales como sistemas del amigo-apoyo y el grupo de compañeros colaboradores.
    • Ofrecer alternativas a los cambios.
  • Adaptaciones curriculares
    • Lenguaje sencillo y claro, eliminando la información no relevante.
    • Los contenidos expresados de forma clara y sencilla, simplificando y descomponiendo los enunciados, de forma que aparezcan las ideas relevantes bien indicadas y relacionadas.
    • No se debe olvidar que los enunciados largos le “pierden” e impiden su comprensión, por eso la materia debe estar bien estructurada, acompañada de apoyos visuales y con ejemplos sencillos y concisos.
    • Asegurarnos que comprende lo que está leyendo, pues su vocabulario tiene importantes limitaciones y conviene hacer un repaso con él de los contenidos para asegurarnos la comprensión de todos los conceptos que aparecen en él (ofrecer un listado de palabras).
    • Descomponer las tareas en pasos más pequeños, tanto los contenidos como las tareas y ejercicios deben estar claramente estructurados.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/tea-asperger-guia-basica-actuacion-profesorado/

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Acoso Escolar: Pautas de intervención para docentes y orientadores

Por: Cristina Martínez Carrero

El acoso escolar o bullying es cualquier forma de maltrato (psicológico, verbal o físico) producido por un abuso de poder y fuerza, dirigido siempre a la persona más “débil”. El maltrato debe producirse de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado y es claramente deliberado, sistemático y repetitivo. Aquí podéis consultar 15 recursos para combatirlo en el aula.

Es muy importante diferenciar los conflictos entre iguales del acoso escolar. Para considerar acoso como Bullying deben cumplirse simultáneamente tres criterios:

[list][item icon=”10003″ ]Un desequilibrio de poder, situación de desigualdad de poder, ya sea a nivel físico, psicológico o social[/item][/list]

[list][item icon=”10003″ ]Debe existir intencionalidad y/o repetición. No son situaciones aisladas, tienden a repetirse en el tiempo lo que implica que la víctima sea blanco de futuros ataques[/item][/list]

[list][item icon=”10003″ ]Se maltrata a las personas que piensan tienen un menor grado de indefensión, los menos fuertes[/item][/list]

Uno de cada 10 alumnos asegura que ha sufrido algún tipo de acoso escolar. Denunciarlo no es tan sencillo, por este motivo la empresa Deset Technological Solutions SL junto con el Equipo D-letras decidimos crear una herramienta de evaluación para detectar el acoso escolar. Queríamos que fuese algo sencillo y que  pudiese ser detectado a través del juego. Así surge The Buddy Tools.

El test es un software informático que se realiza a través de un ordenador o tablet, lo que lo hace aún más llamativo. Los alumnos lo viven como un juego desde el primer momento ya que deben crear su usuario y personalizarlo. Tras este primer paso responden a una serie de cuestiones relacionadas con el grupo clase. El test dura unos 10 minutos y nos permite obtener una “radiografía social” (sociograma) del aula y detectar posibles casos de acoso. Nos ofrece informes individuales y grupales, aportando datos sobre la sociabilidad del grupo, rendimiento escolar, datos psicosomáticos, alumnos más elegidos, rechazados, posibles acosados y acosadores.

Se ha puesto en marcha en varios centros escolares obteniendo muy buenos resultados. Podemos hablar una fiabilidad del 90-95%.La utilización del software hace que los alumnos respondan con mayor sinceridad, sin problemas de confidencialidad y/o miedos al hacerlo en ordenador y a través del juego. Además, la herramienta permite comprobar indirectamente la sinceridad de las respuestas de los alumnos, para reforzar la fiabilidad y validez del test.

Cuando un centro detecta un caso de acoso debe poner en marcha un protocolo de actuación específico. The Buddy Tools junto con el informe que aporta, ofrece una serie de pautas para profesores, padres y alumnos. A continuación os dejamos algunas de las pautas que pueden encontrar dentro de la herramienta.

Pautas de intervención para profesores y orientadores

-Si detectas un comportamiento de acoso se tiene que intervenir inmediatamente,parando la situación lo antes posible para evitar que las agresiones se agraven o vayan a más

-Observar las relaciones que se establecen en el aula

-Estar atentos a los cambios en el rendimiento de sus alumnos, tanto en cuanto a atención en clase como a sus resultados, ya que son uno de los índices más claros de que algo no funciona como debiera

-No restar importancia a las manifestaciones o denuncias de los alumnos. Escucha con respeto y evita decir cosas como “son cosas de niños”, “no es para tanto”

Formación del profesorado para el conocimiento, detección y actuación ante situaciones de acoso escolar

Acoso escolar bullying-Crear un protocolo de actuación, que informe de las medidas que el centro va a adoptar y cómo se va a abordar dicha situación

Solicita la colaboración de las familias.El acoso escolar es responsabilidad de todos, y todos debemos ser parte activa de la solución. Por ello, es recomendable informar a los padres mediante charlas o talleres e ir pautándoles para que sepan cómo han de actuar.

Vigilancia por el profesorado en aquellos lugares donde pueda producirse el supuesto acoso, para recreo, comedor, y otras zonas de riesgo (cuartos de baño).

Hablar con la víctima garantizándole su protección y seguimiento del problema e informarle de los pasos que se van a dar.

Seguimiento diario por parte de un profesor/a de confianza para el alumno, por mayor empatía o cercanía comunicativa y/o afectiva.

-Hablar en clase del tema. El acoso escolar no puede ser un tema tabú. Se recomienda hacer hincapié sobre la necesidad de decirlo si algún alumno detecta problemas y remarcar que comentar un suceso no significa “ser un chivato”. Las tutorías pueden ser un buen momento para esto.

Tratar el tema a través de las tutorías e introducir temas de educación en valores, convivencia, compañerismo, civismo, no agresión; respeto y tolerancia.

Establecer consecuencias. Hablar con los alumnos y expresarles las medidas que se tomarán y cómo se reaccionará cuando ocurra alguna agresión.

No usar la mediación entre iguales como herramienta de resolución de la situación de violencia o forzar artificialmente, que se den la mano, que se pidan perdón…

El acoso escolar marca la vida de las víctimas, afecta a la salud física, al bienestar emocional y al rendimiento académico de los niños. Deja una huella imborrable en la vida adulta de las personas que lo han sufrido: genera inseguridad, dificultad para confiar en personas, baja autoestima…

Entre todos podemos conseguir que la escuela sea un lugar seguro. ¡Trabajemos para conseguir una escuela segura, basada en el respeto!

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/author/cristina-martinez-carrero

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Claves para manejar las conductas disruptivas en el aula

Por: Cristina Martínez Carrero

En la actualidad uno de los principales problemas dentro de nuestras aulas son los problemas de conducta en niños y adolescentes. Cuando hablamos de conductas disruptivas nos referimos a las conductas inapropiadas que perjudican el buen funcionamiento del aula, referidas a las tareas, relaciones con los compañeros, al cumplimiento de las normas de clase o a la falta de respeto al profesor.

Niños que no dejan hablar, ofenden a los demás, tienen comportamientos agresivos o desmesurados, pierden el control con facilidad, muestran y verbalizan una actitud negativa frente al trabajo, negando cooperación y llamando la atención…

Estas conductas son un desajuste en el desarrollo evolutivo del niño ya que impiden crear y mantener relaciones sociales saludables con sus iguales y con los adultos. Debemos tener presente que detrás de una conducta inapropiada suele haber factores psicológicos que la desencadenan: sentimientos de abandono, frustración, baja autoestima, falta de establecimiento de normas en el núcleo familiar… Estas respuestas son tácticas adquiridas o aprendidas para provocar al adulto y llamar la atención.

El comportamiento disruptivo es común en la infancia, pero en algunos casos, debido a su frecuencia y persistencia en el tiempo se convierte en un problema. Generalmente, estas conductas se producen tanto en el hogar, como en la escuela.

Para poder establecer unas pautas de actuación ante las conductas sería bueno que el profesorado realice un registro de las conductas. Este nos dará muchas pistas sobre cómo podemos ayudar en el problema.

Registro colegio:

No existen formulas “mágicas” y en muchas ocasiones lo que vale y funciona muy bien para unos, no genera tanta repercusión en otros. Sin embargo, como profesionales de la educación sí podemos seguir una serie de pautas que ayudarán a relajar el ambiente y reducir los episodios de estas conductas:

  • Autocontrol de adulto: Entender que las conductas intentan provocar enfado en los demás, por tanto, no dejarnos manipular, no entres en discusiones, mantén la calma y no levantes el tono de voz. Trata de hablar suave, no demasiado cerca y nunca reteniendo o agarrando. Si no subes el tono de voz, fomentará que el alumno no haga. Podemos ser contundentes sin sonar de forma agresiva. Es recomendable que el niño perciba seguridad en el adulto que le impone las medidas correctoras con un tono firme pero no amenazante.
  • Aplicar un manual de convivencia entre todos los alumnos, que quede visible a la vista de todos (carteles, murales…), donde queden bien establecidas unas normas claras y explícitas de conducta. Es necesario que los alumnos intervengan en este proceso, ya que de este modo lo verán como objetivos a alcanzar y no cómo normas impuestas. Dejar claro las consecuencias antes de aplicarlas
  • Fomentar la reflexión grupal, plantear soluciones a distintas dinámicas del aula, es un modo de enseñar a los alumnos a que solucionen sus problemas.
  • Evitar que capte y se lleve toda nuestra atención ya que sino estas conductas aumentarán. Recordar al inicio o final de la clase que esa conducta es indeseable. Si obstaculiza mucho el desarrollo de la clase se puede usar la técnica del “Time Out” (tiempo fuera)
  • Cuando ocurra o se desencadene una conducta agresiva, hay que responder, pero no reaccionar de forma desproporcionada. Es bueno aislarlo para que no tenga público. Cuando se haya calmado, hablar con el alumno/a se debe mantener contacto visual, evitar entrar en su juego o en argumentaciones, el profesor es la figura de autoridad, eso no es discutible, no debes tratar de quedar por encima, ni humillar, ni entrar en discusiones. Dejar claro que buscamos, cuales son las normas y las consecuencias de incumplirlas.
  • Evitar situaciones que puedan generar o provocar la disrupción sin pretenderlo. Esto será más fácil de hacer si tenemos un registro previo como el que se plantea arriba.
  • Ejercer de modelo: Reconocer cómo nosotros también cometemos errores. Pedir disculpas si es necesario. Ellos aprenderán el modelo que les ofrecemos.
  • No prestar atención a faltas leves.
  • Podemos reducir las conductas disruptivas verbalizando expectativas positivas. Marcar lo que esperamos de ellos ayuda mucho. Usar además el refuerzo positivo
  • Con los más pequeños la economía de fichas resulta una técnica muy eficaz.
  • Crea clases dinámicas, donde haya muchos cambios de actividad, donde las tareas y actividades estén graduadas al nivel de dificultad. Ten un acercamiento al alumno conflictivo y utiliza el humor. Esto generará un ambiente más distendido dentro del aula.

Recordar que lo más importante es nuestro autocontrol, perder los nervios puede agravar el episodio. Estas situaciones son muy complicadas de gestionar, por ello, la mejor fórmula y solución es la práctica diaria, sumada a la reflexión profunda sobre nuestra acción. Cuando nos enfrentemos a una de estas situaciones, debemos intentar aprender de ellas, analizándolas, pensando en lo que funcionó y analizando lo que no lo hizo.

Si a pesar de aunar pautas y formas de actuación, las conductas disruptivas siguen siendo intensas y perduran en el tiempo, es recomendable acudir a un experto que pueda pautarnos y trabajar directamente con el alumno. Estas terapias se centran en entrenar a los padres, profesores y alumno en habilidades de control del comportamiento mediante estrategias de modificación de conducta.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/claves-manejar-las-conductas-disruptivas-aula/41990.html

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18 propuestas para trabajar la inteligencia emocional en el aula

23 de noviembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Por: Cristina Martínez Carrero

A menudo vemos en la escuela cómo niños y niñas tienen dificultades para reconocer y gestionar las diferentes emociones. Les cuesta ponerse en el lugar del otro, hablar y compartir opiniones de una manera asertiva… No saben cómo identificar las emociones, cómo reconocerlas y cómo gestionarlas, de hecho, no es tarea fácil.

¿Están nuestros alumnos preparados para ello? No todos; son competencias que se dan por adquiridas y a veces no están lo suficientemente desarrolladas. Competencias a las que no se les suele prestar la atención que merecen. Adquirir y desarrollar una buena Inteligencia emocional (IE) es imprescindible. Por esta razón en este artículo queremos ofreceros algunos ejemplos y recursos materiales para que los podéis usar en el aula.

La inteligencia emocional es la capacidad de identificar, comprender y manejar las emociones en uno mismo y en los demás, es decir, la capacidad que tenemos para tratarnos bien y tratar bien a los demás. Consta de tres procesos básicos que la engloban:

  1. Percibir: Reconocer de forma consciente nuestras emociones e identificar qué sentimos y ser capaces de darle una etiqueta verbal.
  2. Comprender: Integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento y saber considerar la complejidad de los cambios emocionales.
  3. Regular: Dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas de forma eficaz.

Sabemos que los alumnos que desarrollan una adecuada inteligencia emocional poseen confianza en sus capacidades; crean y mantienen relaciones satisfactorias, comunicando lo que necesitan, piensan y sienten, teniendo en cuenta los sentimientos de los otros; están motivados para explorar, afrontar desafíos y aprender, poseen una autoestima alta y tienen un mayor número de recursos para la resolución de conflictos. Algo que influye de forma positiva en todas las áreas de su vida.

En el colegio veremos que trabajando la IE aumenta el bienestar de los alumnos, se reducen los conflictos escolares resolviéndose de una manera más asertiva. Pero, lamentablemente, en muchos colegios no existe un rincón en la apretada agenda escolar para educar las emociones.  Son pocos los colegios que lo hacen. Comprendiendo lo complicado que es, se puede partir de tutorías, a través de algún conflicto que haya surgido para poder trabajar la IE, también se puede dedicar:

  • 10 minutos cada mañana antes de comenzar la “rutina” diaria. Estarán más receptivos.
  • 10 minutos antes de acabar las clases, si es posible, se puede repasar cómo estaban por la mañana, si algo ha cambiado, creando un espacio para que puedan reflexionar individual y grupalmente.
  • Asamblea: 1 vez por semana. Si por el estilo de las clases o la organización del centro educativo, no es posible trabajar las emociones cada día, se puede dedicar una hora a la semana y hacerlo en forma de Asamblea… Quizá suponga un trabajo extra, pero los alumnos se sentirán mejor cada día.

Lo primero es dedicar unas sesiones a explicar cuáles son las emociones básicas (la alegría, tristeza, asco, enfado, miedo y sorpresa), enseñar cómo puedo identificarlas y qué hacer cuando las identifico.

El año pasado en mi centro escolar realizamos un taller de inteligencia emocional que atraía mucho a los niños, era muy dinámico y les ayudó a fijarse más en que repercusión podían tener sus actos y a estar más pendientes de ayudar a sus compañeros. Se fomentó la empatía. En estas sesiones se presentaba tres imágenes, una que mostrase los rasgos faciales de una forma clara, la misma emoción en un niño y en una persona adulta. Los alumnos debían identificar la emoción a trabajar. Se les va preguntando por las características físicas que pueden observar en la imagen; una vez identificados los rasgos físicos preguntamos por las cosas que nos producen dicho sentimiento. Después, debatimos y comentamos que soluciones podemos encontrar para ayudar a las personas que presentan dicho sentimiento y por último, qué podemos hacer nosotros mismos para cambiar esa emoción cuando la estamos manifestando. Os dejo un ejemplo del MIEDO.

¿Cómo podemos hacerlo? Os dejamos un listado de materiales que pueden serviros para trabajar la IE y las emociones en el aula:

LIBROS

Es importante tanto distinguir lo que sienten y piensan ellos mismos, como lo que sienten y piensan los otros. A través de cuentos o historias, siempre podréis agregar el componente emocional:

Libro1 - Inteligencia emocional

  • El emocionario, de Cristina Nuñez y Rafael Romero, Editorial Palabras Aladas. Es un libro muy sencillo, presenta un itinerario a través de las distintas emociones que tenemos cualquier ser humano. Lleno de ilustraciones muy llamativas y con un texto sobre cada emoción que te invita a la reflexión. Es compatible con cualquier programa emocional, y además dispone de sus propias fichas descargables.Libro2 - Inteligencia emocional
  • El monstruo de los colores, de Ana Llenas, Editorial  Flamboyant. El libro trata de un monstruo que se ha hecho un lío con las emociones y deberá aprender a poner en orden la alegría, la tristeza, la rabia, el miedo y la calma. Es un álbum ilustrado y gracias a sus expresivas ilustraciones permite a los niños identificar con facilidad las distintas emociones que se viven durante el día. Aquí tenéis acceso para ver el videocuento.
    Libro3 - Inteligencia emocional
  • Cuentos para educar con inteligencia emocional, de Clara Peñalver y Sara Sánchez, Editorial Beascoa. Libro enfocado a los niños más pequeños con un lenguaje cercano y sencillo. Es un manual perfecto para comprender y gestionar las dudas que generan en nosotros las diferentes emociones.Libro4 - Inteligencia emocional
  • Paula y su cabello multicolor, de Carmen Parets Luque. Es un cuento que trabaja las emociones más básicas: alegría, tristeza, enfado y miedo. Este libro te permite descubrir cómo a Paula le cambia de color del pelo según la emoción que sienta, a través de las transformaciones en el pelo de Paula vamos visualmente dando nombre a las emociones que sentimos. A partir de hacernos preguntas como ¿Qué nos provoca esa emoción?, ¿Qué nos hace sentir? y ¿Qué debemos hacer? vamos proporcionando respuestas y soluciones para cada tipo de emoción. Aquí tenéis acceso al videocuento.

VIDEOS

Los videos propuestos os pueden ayudar a jugar al “traje de detective”. El juego consiste en analizar los estados emocionales de los personajes. Preguntarles cómo crees que se sienten y cómo lo demuestran. Tienen que prestar atención tanto a la comunicación verbal, como a la no verbal. Crear debates: ¿cómo reaccionarías tú?, ¿cómo son las reacciones? ¿exageradas, irreales?…

JUEGOS ONLINE

  • Descubre cómo eres es un juego con distintas actividades que permiten a los niños descubrir cómo trabajar la propia identidad, experimentar sentimientos y reconocer emociones.
  • Pelayo y su pandilla tiene divertidas y variadas actividades sobre distintas emociones, identidad sobre el propio cuerpo e incluso juegos sobre salud e higiene personal.
  • Conocerse y valorarse es una interesante herramienta de autoconocimiento para niños a partir de 12 años.

JUEGOS GRUPALES DENTRO DEL AULA

  • Dominó de los sentimientos: Aquí podéis descargarlo, además la página ofrece ideas de más actividades que se pueden hacer.
  • Diario de las emociones: El juego es una dinámica educativa que trata de favorecer la reflexión sobre los propios estados emocionales. A través de esta dinámica vamos a procurar que los niños y niñas dibujen sus estados emocionales y que tomen conciencia de cuando sienten cada emoción, de los posibles desencadenantes y consecuencias. De esta manera tendrán un rico collage de las propias emociones.
  • Juego “El observador”: Deben observar las expresiones emocionales de otras personas (familiares y amigos). Deben fijarse en los aspectos verbales (qué dice y cómo lo dice) y en los aspectos no verbales: gestos faciales, muecas, tonos de voz, tics, etc. Como ya se trabajó al principio, este juego les motiva mucho porque saben en qué han de fijarse.
  • ¿Qué estará pasando? A través del roleplaying podemos plantear diversas situaciones, reales o imaginarias (preferiblemente reales), y han de dramatizar la situación con todo tipo de detalles. El resto de compañeros deben tratar de adivinar los estados afectivos en cada uno de los acontecimientos relatados. “Me imagino que sentiste…..cuando”. Confirmar si ha acertado en los sentimientos.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/18-propuestas-inteligencia-emocional/

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