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Entrevista a Emiliana Vargas: «La educación tiene un gran impacto en el currículum de los estudiantes y en el crecimiento económico de los países»

Por: María Lorente

Vargas, experta en educación y profesora de la Universidad de Harvard (EEUU), habla con FORBES España sobre el futuro de la educación y qué papel juegan las nuevas tecnologías en él.

Nuestro mundo, nuestra sociedad, se transformó con la aparición de la pandemia por coronavirus. Pero, ¿cómo afectó a la educación? ¿Qué impacto ha tenido y tiene ese cambio en el futuro de nuestro país? Hablamos con Emiliana Vegas, experta en educación y profesora de la Universidad de Harvard (EEUU), para descubrir cuál es el futuro de la educación y qué papel juegan las nuevas tecnologías en él.

¿Qué efectos ha tenido la pandemia sobre la educación mundial? ¿Cómo ha afectado el cierre de las escuelas y el desigual acceso a la tecnología que se ha utilizado durante ese período?

A nivel mundial, la pandemia no solo ha mostrado las desigualdades en la educación que había precovid, sino que las ha expandido. Los centros educativos tuvieron que adaptarse al nuevo escenario impartiendo sus clases en remoto. Los países más desarrollados, que tenían una mejor conexión, consiguieron hacer este cambio más rápido, pero aquellos con menos recursos tuvieron que ofrecer la educación a través de la televisión y la radio. Y sabemos que el potencial de ese tipo de enseñanzas es mucho menor. Eso tendrá un impacto muy fuerte, no solo en el currículum de estos estudiantes, sino también en el crecimiento económico de esos países.

¿Qué cree que se puede hacer desde el sector privado para reducir la brecha en digitalización desde los primeros estadios de la educación?

El sector privado puede jugar un rol muy importante porque puede apoyar al sistema público con proveer dispositivos, programas y nuevas oportunidades para que los niños y niñas puedan exponerse a este tipo de conocimiento. Pero no solo eso, sino que el sector privado también puede ofrecer una gran ayuda a estos jóvenes a la hora de poner en práctica estas destrezas, ya que normalmente es más sencillo para este sector acceder a la posibilidad de llevar a cabo una primera aproximación al mundo laboral.

¿Cómo puede ayudar la tecnología a lograr un aprendizaje más efectivo?

Hace poco publicamos un informe donde hablábamos de cómo la tecnología ha cambiado ámbitos como el de la salud, pero aún no ha llegado a implementarse del todo en la educación. En parte, eso se debe a que nos hemos enfocado en distribuir tecnología, pero no se ha pensado mucho en lo que se llama el “núcleo de instrucción”, que es lo que pasa entre el estudiante, el maestro y el contenido. Y es que existen cuatro ventajas claras del uso de la tecnología: llevar a escala instrucción de alta calidad, personalizar la educación, llevar a la práctica todo aquello que se aprende y hacer la educación mucho más atractiva y divertida.

Rompiendo barreras

¿Cuál es el rol de la mujer en este nuevo contexto de educación y digitalización? 

Aún hoy hay una muy baja representación de la mujer en el sector de la tecnología, así como en puestos de liderazgo y responsabilidad dentro de las empresas. Es algo que vemos en España, pero también en el resto de países. Yo creo que, de nuevo, empieza todo en el sistema educativo. Sin embargo, no debemos dejar que la mujer sea la única responsable, ya que es labor de todos abrir las puertas, los espacios necesarios para que las mujeres puedan acceder a estos puestos. Tiene que ser una lucha compartida.

¿Cuáles son los desafíos que están impactando en el futuro profesional y laboral de las diferentes generaciones?

En primer lugar, creo que hay una muy desigual oferta de calidad educativa. En muchos países varía mucho dependiendo tu origen socio-económico, y esto determina las oportunidades laborales. Ahí el sector público juega un rol muy importante porque, al no negar la entrada a nadie, debe comprometerse con tener una educación de muy alta calidad, en la que se ofrezca un especial apoyo a los grupos más vulnerables, como las mujeres o las personas con menos recursos económicos. De esta manera podrán acceder a puestos de trabajo más competentes.

Educación y progreso

¿Qué impacto tienen las políticas y el sistema educativo en el progreso de un país?

Creo firmemente que tienen un gran impacto, desde cómo se invierte en educación a cómo ese retorno vuelve en riqueza. Por ello, es necesario que los gobiernos apoyen, formen y monitoricen el desarrollo de las políticas educativas para que puedan medir su impacto en tiempo real. Debemos tener la capacidad de rediseñar y reajustar las decisiones que se tomen en el ámbito de la educación.

¿Cómo impacta en el crecimiento económico de un país el sistema educativo?

Hay investigaciones que han demostrado que en los países cuyos alumnos tienen mejores resultados en las pruebas PISA suelen tener mayores tasas de crecimiento económico. Los estudios también dejan patente que no solo importa aquello que se aprende, sino la calidad de lo que se aprende y su aplicación productiva. Esto lleva a un mayor crecimiento económico. A principios de la pandemia llevé a cabo un estudio de retorno de la educación que señalaba que las pérdidas por el cierre de las escuelas debido a la crisis sanitaria actual van a estar en torno a los 10.000-15.000 millones de dólares a nivel global. Pero esas pérdidas pueden verse reflejadas de una manera mucho más devastadoras en el PIB per cápita de los países con menos recursos.

Mirando al futuro

¿Cuál es el futuro de la educación?

La educación juega un rol crucial. Es la única forma de que todos los ciudadanos tengan la formación necesaria para participar en el mundo del trabajo, pero también en la sociedad. En esto la tecnología juega cada vez un papel más importante, y solo con la educación necesaria las personas tendrán las herramientas para poder manejarse y lograr el éxito en su vida personal y laboral. Es por ello que es tan importante jornadas como la II Edición de Salesforce Executive Female Leadership & Talent, donde participo junto con otros expertos para hablar de la urgencia que existe en el hecho de priorizar en educación. Esto es lo que realmente va a permitir que nuestros países salgan adelante y que nuestros ciudadanos puedan tener las herramientas para insertarse bien en el mercado laboral, y contribuir a ese crecimiento.

El perfil

Emiliana Vargas es doctora en Educación de la Universidad de Harvard con especialización en economía de la educación, con una Maestría en Políticas Pública de la Universidad de Duke. Asimismo, es Licenciada en Comunicación Social con especialidad en periodismo, por la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas, Venezuela.

Fue jefa de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo, y trabajó en el Banco Mundial en Washington DC, donde ocupó diversos cargos en la Red de Desarrollo Humano y desarrolló investigaciones aplicadas en política educativa a nivel regional y mundial, incluyendo en el desarrollo de la primera infancia, políticas docentes y sistemas de financiamiento educativo. Ha sido Codirectora e investigadora principal del Centro para la Educación Universal de The Brookings Institution, una organización de políticas públicas sin fines de lucro con sede en Washington DC. A partir de julio de 2022, comenzará un nuevo reto profesional como profesora en la Escuela de Post-Grados en Educación de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts.

Fue keynote speaker en la primera sesión de Salesforce Executive Female Leadership&Talent realizada en la Fundación Pons de Madrid el 01 de abril de 2022. Su ponencia fue una master class sobre la sociedad del aprendizaje: impulsando el futuro desde la educación y las competencias digitales.

https://forbes.es/economia/156120/emiliana-vargas-la-educacion-tiene-un-gran-impacto-en-el-curriculum-de-los-estudiantes-y-en-el-crecimiento-economico-de-los-paises/

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Janire Lizárraga: «Los centros gueto están muy mal pero la segregación que hacemos intracentros está super normalizada»

Por:

  • Janire Lizárraga es una joven pedagoga burgalesa y gitana. Es la primera persona gitana con estudios universitarios de la ciudad de Aranda de Duero. «Estamos fatal si hemos tenido que esperar a 2018 para que hubiera una universitaria en Aranda», asegura ella al pensar en ser en referente de nada. Lizárraga defiende la necesidad de que el currículo escolar recoja la historia del pueblo gitano, que el profesorado esté formado en ella y en antirracismo y, además, que los centros lleven a cabo actuaciones educativas de éxito para mejorar las vidas académicas de los y las niñas gitanas.

El pueblo gitano lleva pisando la Península Ibérica 600 años. Su historia y la persecución que el Estado ha perpetrado hasta finales del siglo XX no es contenido curricular. O no lo era hasta ahora. El antigitanismo va entrar en el Código Penal en tiempo breve con las últimas reformas y se va a considerar a este pueblo como una minoría étnica. Todavía no lo es. Estas cuestiones, por ejemplo, en países como Rumanía ya están interiorizadas.

Hablamos de todas ellas con Janire Lizárraga. Ella es una mujer gitana, pedagoga que ha vivido en sus carnes ese antigitanismo tan normalizado en la sociedad española. Para ella hay pocas cosas tan malas para el paso de las niñas y niños gitanos por el sistema educativo que la separación por niveles y las adaptaciones curriculares. «Se les mete en compensatoria desde 1º de primaria muchas veces; no se les da la oportunidad de ver si son capaces o no de llevar ese ritmo de aprendizaje», asegura. Un signo más del antigitanismo del sistema, del paternalismo hacia estos críos. Frente a esto defiende altas expectativas educativas y la puesta en marcha de actuaciones educativas de éxito.

La historia del pueblo gitano se va a introducir en el currículo escolar, con la reforma de la Ley. No sé qué repercusión crees que puede tener esto en el alumnado gitano que está escolarizado.

Es un paso importante que, por supuesto, va a ser positivo para los niños gitanos y para el resto de niños porque, como comento en un artículo, cómo viven los niños gitanos, cómo vivimos en nuestra infancia nuestra identidad en las aulas está entre la invisibilización o estigmatización. Esto viene, en parte, de los compañeros y de los mismos profesores. Que ahora haya este paso, que haya materiales que se le envíen a los profesores y que se hable por primera vez con respeto de la cultura gitana y de la historia de nuestro pueblo es un paso importante. Estos materiales curriculares están muy bien, pero tienen que ir acompañados de más cosas.

También hay que tener en cuenta que muchos docentes, no todos, tienen prejuicios. Es nomal, vivimos en una sociedad racista. Sería necesario que estos mismos profesores recibieran formación antirracista y sobre historia del pueblo gitano. Por eso se habla de que igual, en las universidades, tienen que empezar a hablar de estos temas.

Está pendiente un cambio de los estudios de Magisterio y del máster de secundaria, aunque no sé si alguien está pensando en formación antirracista o sobre el pueblo gitano.

Yo creo que solo la gente que está implicada en estos temas, pero el resto de las personas no. Yo vengo de Pedagogía y los mismos profesores universitarios, cada vez que tocaban el pueblo gitano no era para bien, ni para concienciar ni para crear un poco de empatía. Era, de alguna manera, para poner sobre aviso a los educadores en relación a la población gitana. Eran mensajes horribles, llenos de prefjuicios: “Cuidado con las familias gitanas que son muy conflictivas” o “No exijáis lo mismo a un niño gitano que a un niño payo, porque no es capaz”.

Debería comenzar todo por reconocernos como minoría étnica y por reconocer el antigitanismo en el Código Penal

En general, desconocemos el nivel de antigitanimso que practicamos. Entiendo que lo tenemos tan interiorizados que no lo vemos. Me gustaría saber en qué situación estamos en este sentido.

Como tú dices, es algo tan normalizado y tan interiorizado que las personas que lo ejercen no son conscientes de que lo hacen y las personas que lo sufrimos, muchas veces tampoco somos conscientes. Estamos súper acostumbrados. Es un tema difícil.

Ahora, por ejemplo, está en marcha la subcomisión del Pacto de Estado contra el antigitanismo del Congreso. Entre otras cosas prevé introducir en el Código Penal el antigitanismo, como el antisemitismo, como agravante. Los gitanos llevamos en España 600 años, con una persecución histórica increíble y sigue habiendo una forma de discriminación específica contra nosotras y nosotros. Se debería empezar por ponerle nombre en el Código Penal, es algo que está penado y no se debe aceptar. Creo que crearía conciencia en la sociedad. Ahora hay una cierta ambigüedad porque no estamos siquiera reconocidos como minoría étnica nacional, ¿cómo va existir el antigitanismo? Debería comenzar todo por reconocernos como minoría étnica y por reconocer el antigitanismo en el Código Penal.

No sabía que no estábais reconocidos como minoría étnica, siendo históricamente la minoría étnica por definición en España…

Son cosas que están reconocidas por países a los que se les mira como súper racistas como Rumanía u otros países del Este. Ya lo tienen reconocido en el Código Penal el antigitanismo.

¿Qué significaría desde tu punto de vista?

Yo creo que supondría empezar a reparar la deuda histórica de todos esos siglos de persecución. Y empezar a ponerle nombre a lo que se vive en el presente. No solo es reconocimiento, sino muchas otras cosas que no quieren hacer.

¿En qué cosas estás pensando?

Reconocer a una minoría étnica ya se le considera que tiene capacidad de autonomía. Y aquí no creo que tengan ganas de reconocerle una autonomía.

Perdona porque no acabo de entenderlo, ¿qué supondría esa autonomía?

Intentar no caer en el asistencialismo. Al pueblo gitano se le mira desde los servicios sociales, sobre todo. Reconocernos la autonomía implicaría algo más que esa visión asistencialista; reconocernos derechos políticos, no un “tenemos que hacer algo con esta población pero como no tienen derecho a decidir qué hacer con ellos, decidamos nosotros qué hay que hacer”. Es una cuestión más de independencia. Deberíamos ser personas gitanas las que decidieran qué caminos seguir para lograr esa igualdad deseada. Hoy en días se limita a planes de servicios sociales y ya está.

No entiendo, la verdad, a quién se le ocurrió hacer educación compensatoria; si quieres que la gente esté al mismo nivel académico, no puedes exigirles menos

Yendo al terreno de lo educativo, has hablado de las expectativas de las que tiene el sistema educativo en relación al alumnado gitano. Expectativas de logro académico, de comportamiento… ¿Cómo interactúan esas expectativas, cómo afectan al alumnado gitano?

A mí lo que más me preocupa es la sobrerrepresentación en la educación compensatoria. Da igual el nivel académico o la capacidad que tenga el niño, se les mete en compensatoria desde 1º de primaria muchas veces; no se les da la oportunidad de ver si son capaces o no de llevar ese ritmo de aprendizaje. Cuando se les mete en compensatoria se pasan muchas horas fuera de su aula de referencia. No entiendo, la verdad, a quién se le ocurrió hacer educación compensatoria; si quieres que la gente esté al mismo nivel académico, no puedes exigirles menos. No se puede pretender que exigiendo menos a alguien dé más. Es el efecto Pigmalión, pero cuando se trata de alumnado gitano se hace por inercia, como que no pudieran hacer otra cosa. Como con las adaptaciones curriculares, es lo mismo, es lo más dañino. Por mucho que vayan muy bien con su currículo adaptado, no van a llegar a tener el mismo nivel que el resto de sus compañeros.

A parte del daño que les haga sentirse desplazados. Determinadas horas tienen que salir de sus aulas por esto… Es que las aulas de compensatoria son prácticamente las aulas del alumnado gitano.

Esto se relaciona con los diferentes niveles de segregación escolar: por una parte la creación de centros gueto y por otra, la separación por niveles dentro de los centros.

Los centros gueto están muy mal, ya lo sabemos. Pero la segregación que hacemos intracentros está super normalizada y no se ve mal.

Mezclar alumnado con diferentes capacidades, con diferente nivel, tiene mejor resultado académico para todos

Hablando con docentes a lo largo del tiempo, tal vez por falta de recursos o de formación, se defiende esta separación como forma válida de que el alumnado gitano y no solo, coja ritmo académico. Que juntar a los que tienen peor nivel facilita su mejoría en los estudios, a pesar de que, al menos hasta donde sé, no tiene ningún fundamento…

Ninguno, va en contra de las evidencias científicas. Es lo que nos dicen las actuaciones educativas de éxito y las comunidades de aprendizaje. Ya se ha visto que mezclar alumnado con diferentes capacidades, con diferente nivel, tiene mejor resultado académico para todos. Y no sé porqué está tan extendida esa creencia de que se debe separar al alumnado por niveles. Al final, el alumnado con menos nivel siempre lo conforman personas con pocos recursos, gitanos o inmigrantes, suele coincidir.

Igual el problema está en que en las facultades no se habla de estas actuaciones educativas de éxito. Yo intento hablar con profesores sobre ellas y me dicen que no tienen ni idea. Y son gente que está muy formada, que va a muchos cursos. Pero ¿cómo no conocen estas evidencias? Así estas creencias son muy difíciles de eliminar.

En relación a esto, te escuchaba hablar de la necesidad de que en los centros se utilizasen metodologías inclusivas para atender al alumnado gitano en particular, para todo el alumnado en general. ¿De cuáles hablas?

Las que están demostrando funcionar son las actuaciones educativas de éxito. A veces se hacen cosas por probar y puede que a corto plazo tengan algún beneficio pero no suelen ser positivas, la verdad. Intentando crear medidas inclusivas, a veces, produce el efecto contrario.

¿En qué estás pensando?

Hay medidas que intentan demostrar algo hacia el alumnado gitano, por ejemplo, en algunos centros se da clase de guitarra a los niños. ¿Para qué van a hacer eso? Los niños van a clase a aprender, si quieren tocar la guitarra ya les enseñarán en casa. No tiene sentido. Intentan hacer medidas inclusivas pero acaban siendo racistas.

El esterotipo del gitano flamenco es la idea que me viene…

Claro, pero eso ya lo tenemos en casa. No hace falta quitarnos horas lectivas para tocar la guitarra. Me acuerdo de un colegio de Valladolid que para no caer en el esterotipo de gitano flamenco, les enseñaban a los niños a tocar instrumentos más clásicos. También es un poco racista, un poco asimilacionista: “Ves, un gitano tocando un trombón, increíble”. No soy partidaria de ciertas medidas inclusivas. En cambio, las actuaciones educativas de éxito está super demostrado que funcionan, y para todo el mundo, no específicamente para el alumnado gitano. Para todo el mundo.

Se piensa que las familias no están interesadas o no tienen nada que aportar. Se prejuzga. Si se les tratara como al resto, ya sería un cambio

Pensaba en estas actuaciones educativas y en las familias gitanas. Otra de esas ideas comunes, como decías antes, que son conflictivas. ¿De qué manera se puede trabajar con las familias desde los centros educativos para que se sintieran parte?

Volvermos a lo mismo. Ya se ha desmostrado que el aprendizaje dialógico, o tratar a las familias con la misma validez que a cualquier otra, valorando sus aportaciones como las de cualquier otra persona, tienen buena acogida.
Las familias gitanas, cuando van a los centros educativos, suele ser para que les riñan por el comportamiento de sus hijos. Pues no esperemos a que se porten mal. He estado dos años trabajando en una asociación y muchas veces las profesoras evitaban hablar con las familias; me decían a mí lo que les querían hacerles llegar y me pedían que contactase yo con las familias. Querían evitar el contacto con las familias a toda costa.

Y si acordábamos una reunión, yo comentaba que había que contactar con las familias para ver cuándo podían venir. Que fuera yo estaba bien, pero teníamos que ir todos. Me decían que con que fuera yo era suficiente.

¿Esto es por miedo o por qué?

Creo que son prejuicios. Se piensa que las familias no están interesadas o no tienen nada que aportar. Se prejuzga. Si se les tratara como al resto, ya sería un cambio. Que se ponga el mismo interés en que vayan y que cuando lo hagan no solo sea para echarles la bronca sobre lo malos padres que son. Que su opinión cuente.

Otro de los temas recurrentes suele ser el de la falta de referentes para el alumnado gitano de personas que han conseguido determinados logros educativos. No sé qué opinas tú sobre la importancia de los referentes…

Yo creo que lo de los referentes es importante pero a veces se utiliza a las personas “referentes” como una especie de salvadores: “Mírales, aquí están y vosotros también podéis”. Bueno, no todo es voluntad en la vida. Y también es un peso para quien es referente: “Ponte ahí y motívale”. No es un problema de motivación, es un problema de qué tipo de educación reciben, de si van a un colegio segergado, de si son segregados dentro de sus centros. Que el referente está bien, por supuesto, pero tampoco hay que verlos como salvadores porque no lo son.

Referentes tenemos muchísimos. Y hoy con las redes sociales e Internet es muy fácil conocer personas del pueblo gitano que han hecho cosas increíbles. Yo creo que no tenemos falta de referentes; que son poco conocidos, desde luego, porque son invisibilizados por ser gitanos, pero los tenemos. ¿Quizá dentro de las escuelas hiciera falta más presencia de personas gitanas? Pues también.

Aquí pienso, por ejemplo, en Rumanía. Con la fama que tiene, desde hace muchos años se enseña romanó en las aulas, como quien enseña inglés. Son personas gitanas las que lo dan o son payas enseñadas por estas gitanas. Que en el centro educativo haya personas gitanas con cierto respeto del resto de la comunidad educativa estaría muy bien.

No todo es voluntad en la vida. No es un problema de motivación, es un problema de qué tipo de educación reciben, de si van a un colegio segergado, de si son segregados dentro de sus centros

Hablando de referentes… Tú eres la primera persona gitana de Aranda (tu población de nacimiento) con estudios universitarios. ¿Te has sentido tú alguna vez referente en este sentido para otras mujeres u hombres gitanos?

Esto siempre lo he sentido como que me daba pena. Me da pena, la verdad. Ser la primera gitana que accede a la universidad de Aranda, me da mucha pena. Estamos fatal (risas) si hemos tenido que esperar a 2018 para que hubiera una universitaria en Aranda. Y en Burgos ciudad también somos pocos. Me da mucha lástima porque representa en qué situación estamos.

Si tuvieras la capacidad de cambiar cosas para mejorar la situación de antigitanismo, ¿por dónde empezaría?

Empezaría en la formación en las universidades, en las de educación particularmente. Empezaría dando formación antirracista y de historia del pueblo gitano tanto a los profesores de universidad y al alumnado de estas facultades.
Y no sé por qué las actuaciones educativas de éxito son algo tan excepcional. Por qué no se han generalizado cuando se ha demostrado que tienen tan buenos resultados. No sé por qué se acepta que el sistema educativo no esté hecho o que fracase con determinados grupos de población. No sé. Es algo normalizado y se culpabiliza a la víctima de que el sistema educativo fracase con ellos.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/04/08/janire-lizarraga-los-centros-gueto-estan-muy-mal-pero-la-segregacion-que-hacemos-intracentros-esta-super-normalizada/

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Entrevista a Remedios Zafra: Hay una precariedad laboral que se camufla con motivación y entusiasmo

Por: Jara Atienza

«He venido a perturbar», advierte de entrada Remedios Zafra (Zuheros, 1973) antes de iniciar su conferencia en la última edición de ‘Diálogos de Cocina’, unas jornadas organizadas bienalmente por el Basque Culinary Center, el restaurante Mugaritz y Euro-toques desde hace ya 15 años como espacio de reflexión sobre la creatividad y el mundo de la gastronomía. La voz melódica y apacible de Zafra, científica titular del Instituto de Filosofía del CSIC, contrasta con la severidad de sus palabras, que impactan como un golpe de realidad en los oyentes. La misma sensación que permanece tras leer su primera obra, ‘El entusiasmo’, un ensayo sobre la precariedad y el trabajo creativo en la era digital. En su último libro, ‘Frágiles’ (Anagrama), la escritora ahonda en la ansiedad y el agotamiento derivados de «una autoexplotación normalizada». Hablamos con ella sobre esa «nueva cultura» que, cuando menos, perturba. 


«En el gesto de escribir, hablar y compartir hay una belleza que excede la del pensar. Me refiero a la belleza de crear contagio y pensamiento colectivo, que es donde se asume un riesgo: el de incomodar a una comunidad acostumbrada o resignada», le explicaste al filósofo Diego S. Garrocho en un reportaje de Ethic sobre la belleza del pensar. ¿Por qué crees que nos resulta tan difícil atrevernos a pensar, a poner un pie fuera de lo que nos viene dado como inamovible?

Una de las cosas que caracterizan la cultura contemporánea es la complacencia. Estamos acostumbrados a que todo aquello que nos molesta tenga un botón que nos permite apagar, encender o comprar. Esa forma de construir la sociedad consumista (y complaciente) hace que pidamos que nos suministren cosas positivas porque la vida ya viene, por defecto, con cuestiones muy negativas. Creo que los que nos dedicamos al pensamiento crítico, a la filosofía o al arte tenemos la obligación de facilitar la incomodidad del pensamiento. Todos tenemos miedo a aquello que pueda doler y el pensamiento comienza, irremediablemente, doliendo; nos hace ver cómo somos frente a un espejo o en relación a los otros. Esa visión es incómoda porque siempre nos hemos visto mejor que lo que somos. Todo lo que ha cambiado el mundo ha tenido que ser, de entrada, incómodo y perturbador. Para mí, esa es la base de la transformación de lo humano y de la mejora de la sociedad. Aunque, claro, ante el cambio acostumbra a haber resistencia.

En tus libros hablas de cómo hemos asumido la autoexplotación movilizados por el entusiasmo. ¿Cómo hemos llegado a normalizar esta situación? 

Hay una línea muy orgánica entre la precariedad y la autoexplotación, porque la precariedad hace referencia no solo a personas en situaciones precarias, sino también a la precariedad que existe hoy en el proceso de creación. Para los que nos dedicamos a trabajos más creativos, cuando estamos sometidos a situaciones de precariedad lo normal es que hagamos obras flojas, hechas de cualquier manera, porque prima la cantidad, hacer mucho desde la productividad frente a la calidad. Hablamos de una precariedad laboral que se camufla con la motivación y el voluntarismo, con el entusiasmo. Por eso es normal escuchar frases como: «Qué suerte tienes de dedicarte a lo tuyo», aunque «lo tuyo» esté precarizado. En ese circuito en el que se introduce la normalización precaria es fácil llegar a la autoexplotación, independientemente del rango salarial.

Hay quien dirá que es algo que hemos elegido cada uno de nosotros.

Esa es la gran perversión de la autoexplotación: al estar en proceso de normalización se nos hace pensar que somos responsables de nuestra propia subordinación. Nosotros mismos nos decimos que hemos elegido autoexplotarnos para ser mejores en el trabajo o porque tenemos suerte de estar donde estamos, cuando en realidad es un problema estructural.

«El pensamiento comienza, irremediablemente, doliendo»

¿Dónde está el origen de esa estructura?

Hoy es el capitalismo el que promueve la autoexplotación, pero hay que ir más allá. La analogía más ilustrativa de lo que pasa la encontramos en el patriarcado, que promovía la subordinación de las mujeres haciéndolas responsables de su propia subordinación y creaba un sistema que perpetuaba el aislamiento en las casas, la enemistad entre mujeres, etc. Hablamos de cualquier sistema que se articula como normal y escogido cuando realmente no hay elección.

Esa autoexplotación es la que, sostienes, genera ansiedad en la sociedad. ¿Existe algún remedio?

La solidaridad. El movimiento feminista es el mejor ejemplo para esta propuesta que hago orientada a responder a esa ansiedad derivada de las vidas-trabajo y de la autoexplotación. He pensado en ejemplos que lo hayan logrado y el más claro es la ola feminista, esas mujeres a las que el patriarcado tenían en situaciones muy similares a la del trabajador del siglo XXI, con la diferencia de que ese aislamiento en el hogar ahora es una adicción –o un aislamiento– frente a las pantallas, que nos dan la sensación de estar conectados, pero que en realidad, cuando estamos frente a ellas, estamos concatenando trabajos. Esa enemistad que antes se alimentaba entre las mujeres y ese fomento de la rivalidad es algo que en el contexto laboral actual se hace ahora entre compañeros que compiten por los escasos trabajos o por trabajos convertidos en premio. Es como si no se pudiese garantizar unos trabajos dignos para todos.

¿Es la fragilidad lo que nos une?

Es la vulnerabilidad reconocida. Si nos fijamos en el ejemplo feminista, la solidaridad entre mujeres logró convertir algo íntimo de lo que no se hablaba porque nos hacía sentir culpables –como que ante una violación la culpa era de la mujer por llevar la falta corta– en una denuncia pública. Llega un momento en el que una mujer comparte con otra esa interiorización de culpa que ha convertido en silencio e intimidad todo el dolor proyectado por el patriarcado. Y al compartir eso íntimo se convierte en algo político, como el movimiento #Metoo, para el que solo ha sido necesario identificar algo que nos ha pasado a todos y dejar que la empatía lleve a la solidaridad. Ha sido algo revolucionario para el feminismo.

¿Cómo se puede crear esa red de solidaridad en relación al trabajo?

Cuando el trabajo es opresivo debemos compartirlo. Puede que el lazo no sea tan potente como el que existe entre las mujeres, pero debemos ser capaces de compartir para crear un conexión colectiva y promover la solidaridad. El individualismo de la autoexplotación es algo que favorece el sistema capitalista, que sostiene la precariedad como base y mantiene la riqueza de unos pocos.

Parece un poco paradójico que, como sostienen algunas estadísticas y defienden diversos pensadores, tengamos los índices de progresos más altos de la historia de la humanidad y, a la vez, seamos una sociedad repleta de ansiedad. ¿Cómo dar respuesta a esta contradicción?

Las contradicciones me gustan porque forman parte del pensamiento complejo. Hay que ver qué se entiende por progreso. El progreso es una palabra fetiche que se suele utilizar cargada de connotaciones positivas, aunque si nos fijamos bien, vemos que se trata de un contexto en el que los logros conseguidos a nivel científico y tecnológico siguen sosteniéndose en una tremenda desigualdad donde las clases medias y bajas tienden a estar cada vez más precarizadas. A eso debemos unirle la normalización de la ansiedad, como parte de esa salud mental de la que no solemos hablar, y la respuesta que el progreso nos da a esa ansiedad y que es que, como hemos progresado mucho, tenemos pastillas que, aunque no quitan la ansiedad la apagan temporalmente para que podamos seguir siendo productivos. La medicación es la respuesta contemporánea que nos da la sociedad a los problemas de ansiedad, de depresión o de estrés y son medicamentos que nos convierten en adictos. Solo hay que ver lo que ha sucedido en Estados Unidos con la adicción a los opioides. Es curioso que la respuesta no sea la psicología, dar tiempo a los trabajadores o reducir las jornadas laborales, sino que sea: ante la ansiedad, ansiolíticos. Lo digo desde un punto de vista también personal: como consumidora de ansiolíticos, cuando los tomo estoy más productiva, y cuando los dejo sufro muchísimo y me siento mucho peor. Esa medicación va agravando mi ansiedad y creando nuevas dependencias. Así que un progreso que se hace a costa de la salud de las personas no es un progreso bueno.

«La respuesta que el progreso nos da a la ansiedad son los ansiolíticos, que nos hacen seguir siendo productivos»

Me recuerda a lo que hablábamos al inicio de la entrevista, de ese miedo a enfrentarnos a asuntos incómodos, al dolor. 

Yo convivo con los ansiolíticos desde que murió mi hermana y cuando paso mucho tiempo sin tomarlos es cuando me doy cuenta de que el pensamiento vale para esto, para vivir con lo que nos causa dolor, con lo que nos perturba. Si no pensáramos estaríamos todo el día en esa inercia del placer, buscando series para ocupar nuestros espacios y pantallas. La toma de conciencia es tan importante como dolorosa. Pero ese dolor que experimentamos cuando tomamos conciencia de que sufrimos, por ejemplo, una desigualdad, es necesario.

Ligado a la autoexplotación, en Frágiles hablas de que estamos sometidos a una evaluación constante, de cómo cada uno de nuestros movimientos va seguido de una valoración o puntuación. ¿Qué papel juegan las redes sociales en ese proceso de revalidación constante?

Está claro que tiene mucho que ver el haber asentado lo cuantitativo como forma de valor. Esto se debe a la cultura digital, que se asienta desde unas lentes que nos permiten ver el mundo, pero que se invisibilizan como lentes. En la cultura digital todos somos fácilmente operacionalizables y evaluables. Y esa deriva como primacía favorece las lógicas más competitivas y favorece, a medida que vas ganando puntos, dividir a las personas a favor o en contra. Las lógicas polarizadas están favorecidas por algoritmos que pueden cambiarse y ser más sofisticados, y que ahora adoptan forma de formularios y de apps donde dejamos nuestros datos. Además, nosotros, como sujetos, utilizamos aplicaciones que nos evalúan constantemente para que podamos cuantificar nuestra valía y tengamos ese impulso exponencial de ir mejorando. Sin duda, las redes sociales están muy bien pensadas para resaltar lo positivo y destacar las cosas a mejorar, de forma que las evaluaciones hacen que siempre estemos compitiendo con nosotros mismos, buscando mejorarnos en esa carrera por la perfección.

¿En esta rueda incansable, dónde se encuentra la felicidad? 

La felicidad, igual que la creatividad o el entusiasmo, ha sido utilizada por el capitalismo para cargarla de valores muy positivos, empaquetarla y ofrecerla. De hecho, esa pregunta de dónde está la felicidad acaba legitimando al propio contexto capitalista que también sabe sacarle partido a la felicidad. En general, cualquier contexto de poder hegemónico que nos precede ha sido capaz de crear y señalarnos aquello que dicen que es la felicidad. Es algo como lo que decía Simone de Beauvoir: «Siempre es fácil declarar feliz una situación que se quiere imponer». El sistema actual se basa en el consumo, en vender productos, para lo que genera una imagen de placer y felicidad en torno al disfrute de consumir. Crea un determinado tipo de vida porque le sale rentable y una vez que decide que renta, proyecta la idea de qué es ser feliz. Así que la pregunta es quién tiene el poder para proyectar una idea de un mundo feliz en determinados ámbitos. Existe cierta flexibilidad que permite al mercado ir cambiando en función de lo que interese que sea esa idea de felicidad. Lo que sí queda es la esperanza, pero esa respuesta requiere detenerse a pensar en mayor profundidad.

Fuente de la información e imagen: https://ethic.es/2022/01/remedios-zafra-entrevista/

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Ester Bonet: “Hay que mostrar a los niños que sus privilegios son fruto de la desigualdad que afecta a las mujeres”

Por: Pepa Agüera

Ester Bonet, lingüista especializada en el análisis del discurso desde la perspectiva de género y colaboradora en Wikimujeres, nos habla sobre la importancia de visibilizar a los referentes femeninos en la mayor enciclopedia virtual del mundo.

Según datos de la organización benéfica Inspiring Girls International, el 70% de las niñas ve de manera diferente su futuro laboral después de escuchar a mujeres referentes de distintos campos profesionales: así descubren con hechos y ejemplos que no hay límites para sus objetivos. Ver a mujeres artistas, científicas, cineastas, pintoras o astronautas en los libros, en la televisión y, sobre todo, en Internet es en muchos casos decisivo para su futuro. Pero, como cuenta Ester Bonet, “por desgracia, los libros de texto continúan siendo una fuente de referencias sesgadas y sitios como la Wikipedia redundan en el mensaje que las niñas reciben por todas partes”. La enciclopedia virtual es un sitio habitual de consulta del alumnado y, sin embargo, es también un espacio desigual: “Solo el 18% de las biografías son de mujeres”. El equipo de Wikimujeres, encabezado por Montserrat Boix y Ester Bonet, trabaja para disminuir esta brecha.

Pregunta: Tenéis como objetivo convertir la Wikipedia en un lugar más diverso y neutral, ¿qué hacéis para conseguirlo?

Respuesta: Básicamente participamos en eventos e impartimos talleres en los que damos a conocer la Wikipedia y la necesidad de que las mujeres colaboren en ella.  Se calcula que son solo un 10% de las personas que editan; no se sabe la cifra exacta porque solo se cuenta si te das de alta como usuaria y seleccionas la identidad femenina, y también se puede editar anónimamente.

Ester Bonet wikimujeres

La Wikipedia presenta una gran brecha de contenido: solo el 18% de las biografías son de mujeres. Así que cuantas más participemos en la edición, más podremos revertir esta brecha y, lo que es más importante, podremos añadir biografías de otros ámbitos como, por ejemplo, el científico, donde solo representan un 15%: de 307.623 biografías, solo 45.080 son de mujeres.

P: ¿Cuál de ellas os sorprendió más que no estuviera ya en la enciclopedia virtual?

R: Por ejemplo, la política y defensora de los derechos humanos Marielle Franco, que hasta que no fue asesinada no tuvo su entrada.

P: ¿Cómo de importante es que las niñas encuentren referentes en sitios como la Wikipedia? 

R: Es una fuente de consulta importantísima para el alumnado, muchas veces es la puerta de entrada al conocimiento y si la información que ofrece está sesgada, y este sesgo se va multiplicando tantas veces como se consulte. Por ejemplo, si miramos la biografía de Margaret Lindsay Huggins y la comparamos con su marido William Huggins, podemos ver la diferencia que existe.

Datos de Wikipedia de Margaret Huggins y William Huggins

P: Muchas generaciones han crecido sin ejemplos de mujeres científicas, matemáticas, filósofas, políticas… ¿En qué medida puede haber afectado esto a sus carreras? 

R: Ha afectado muchísimo, pues no tienen referentes. Su imaginario está lleno de estas mujeres que gustan a los hombres, modelos, actrices, cantantes… Por ejemplo, si consultamos la brecha de género por lo que respecta a las biografías de actrices vemos como el porcentaje se reduce. En el caso de las actrices pornográficas se revierte del todo y pasa a ser de un 88% de entradas.

Ester Bonet wikimujeres
Ester Bonet wikimujeres

Las niñas también reciben mensajes de lo que se espera de ellas según su género, como la maternidad y el cuidado del hogar. Así, las mujeres académicas o investigadoras, a pesar de ser mayoría en las etapas formativas, se van perdiendo a medida que ascienden en la carrera científica y son muchas menos que los hombres en las posiciones de mayor responsabilidad profesional, como profesoras titulares o catedráticas.

Es trabajo de quienes hacen crecer la Wikipedia buscar otras fuentes donde la realidad no sea sesgada y mostrar otras mujeres y otras maneras de vivir.

Ester Bonet

Por desgracia, la Wikipedia redunda en el mensaje que las niñas reciben por todas partes. Los medios de comunicación difunden un mensaje que la enciclopedia recoge, pues para escribir en ella necesitas tener fuentes de donde obtener la información y así se convierte en un espejo de la sociedad en la que vivimos. Es trabajo de quienes hacen crecer la Wikipedia buscar otras fuentes donde la realidad no sea sesgada y mostrar otras mujeres y otras maneras de vivir.

P: Hoy que es 8M, ¿qué se puede mejorar en el ámbito educativo para que tanto niños como niñas tengan acceso a una educación en igualdad de género? 

R: Los libros de textos continúan siendo una fuente de referencias sesgadas. Hay que pedir a las editoriales que dejen de editar copiando siempre los mismos errores. Hay que escribir explicando la historia de la mujeres en todas sus dimensiones. Si explicamos solo grandes hechos históricos como guerras y conquistas donde el hombre es siempre el protagonista, poco se hará a favor de la igualdad.

P: ¿Qué herramientas o actividades crees que deberían utilizar los docentes para concienciar al alumnado en este aspecto? 

R: No sé bastante sobre este tema, pero supongo que tomar conciencia de la desigualdad a la que se van a enfrentar las niñas cuando sean adultas puede ser una buena manera para pensar en recursos y estrategias. Y, sobre todo, también educar a los niños y mostrarles cómo sus privilegios son fruto de la desigualdad que se ejerce sobre las mujeres: “El trozo de pastel que les toca es mayor porque se comen la parte que les tocaría a las mujeres”.

“El trozo de pastel que les toca es mayor porque se comen la parte que les tocaría a las mujeres”

P: Para terminar, ¿crees que las alumnas ahora cuentan con más referentes? 

Supongo que sí que tienen más referentes, pero no les llegan filtrados, sino que son una mezcla de mujeres que triunfan por su belleza y las que triunfan por su esfuerzo.

P: ¿Qué se puede hacer para seguir mejorando?

Desde muy joven, la frase de Angela Y. Davis “he dejado de aceptar las cosas que no puedo cambiar. Estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar” ha sido un referente y una motivación para avanzar. Creo que para mejorar hay que entender y enseñar que es posible cambiar aquello que no se puede aceptar.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/ester-bonet-wikimujeres/

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José Antonio Luengo: «La escuela no es un sitio donde hacer tratamiento psicológico pero sí prevención»

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Publicado en: El diario de la Educación

  • A dos años de que se decretara el estado de alarma a raíz de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, la que llevó a la población española a un confinamiento que debía durar 15 días pero se alargó varios meses. Conversamos con el experto en Psicología Educativa y Sanitaria y Decano de la Junta de Gobierno del Colegio de Psicólogos de Madrid, José Antonio Luengo, quien considera que la pandemia ha destapado un problema de salud mental que ha empezado a brotar como la boca de un volcán.

La llegada de la pandemia puso en jaque al mundo entero y con ello al sistema educativo que se enfrentó a un escenario de incertidumbre. El cierre del ciclo escolar en 2020 reveló que la población infantoadolescente lo había pasado peor o tan mal como los adultos, y se encontraban también expuestos a estrés y miedo. Por ello al momento de la evaluación final, según explica Luengo, “se planteó a los centros educativos cuidar cómo cerraban el curso, las calificaciones escolares, (…) valorar aspectos como el esfuerzo de las personas, la disciplina y todo lo que uno ha puesto para salvar la situación tan compleja”.

La experiencia escolar de 2020 fue casi una proceso de prueba y error, en el que se testearon medidas y procedimientos puestos en marcha para garantizar la seguridad sanitaria del alumnado y profesorado. Mascarillas, distancia social, extremas medidas de higienización y asistencia parcial caracterizaron el final del 2020 y sirvió de referente para ir mejorando el plan de acción iniciado para el retorno a un nuevo ciclo lectivo en septiembre de ese mismo año.

La incorporación de los estudiantes para el ciclo lectivo 2020-2021 vino acompañada de ansiedad, miedos, incertidumbres y mucho estrés. “Sin querer hablar de patologías o sintomatología clínica, pero es evidente que el malestar psicológico es frecuente en los niños, niñas y adolescentes”, explica Jose Antonio Luengo, y añade que se vio claramente un aumento de alertas relacionadas a desajustes emocionales y psicológicos, que a su vez se reflejaron en el incremento de solicitudes de asesoramiento de manera significativa.

¿Estamos hablando de que en 2021 los docentes y centros educativos contaban con mayor preparación para enfrentarse al escenario que destapó la pandemia?

Claro, se plantearon sobre todo medidas en el ámbito de los procedimientos, protocolos de intervención o herramientas que permiten a los centros elaborar planes para el cuidado, atención, protección y el acompañamiento del alumnado que estaba pasando por situaciones delicadas. La palabra protocolo es muy interesante desde el punto de vista del concepto, en la medida en que se pautan actuaciones a desarrollar, pero hay que insistir fundamentalmente en que los centros deben elaboraban eran planes individualizados de atención, ajustados a la necesidad del alumnado.

Esto forma parte de un sistema de planificación de acciones de evaluación de necesidades y de toma de consideración de medidas para atender esas necesidades desde el punto de vista de lo emocional. Entonces sí, se establecieron esas vías, pautas de intervención para que los centros tuvieran más claro qué pasos dar.

Lo que pudimos ver es que hubo un incremento de notificación de desajustes emocionales, crisis de ansiedad, trastornos relacionados a los miedos

Se fortalecieron los procesos de asesoramiento. Se incrementaron los recursos de orientación educativa, en general, en casi todos los sistemas y también en algunos se pusieron en marcha, como en Madrid, el fortalecimiento de sistemas para asesorar a los centros directamente cuando se encontraba con una situación de estas características.

Lo que se pudo ver es que hubo un incremento de notificación de desajustes emocionales, crisis de ansiedad, trastornos relacionados a los miedos, pero también se han incrementado las demandas de atención de asesoramiento por autolesiones y por ideación o pensamientos relacionados con la conducta suicida.

¿El incremento de estos desajustes emocionales e ideaciones de conductas suicidas es consecuencia de la pandemia? 

Hay que decir que la pandemia es muy responsable de esto, pero la salud de la salud mental infantoadolescente, valga el juego de palabras, ya venía resquebrajada desde hacía tiempo. Antes de la pandemia ya sabíamos que los desórdenes emocionales y psicológicos del alumnado, chicos, chicas, adolescentes, iban a más. Lo que pasa es que la pandemia ha recrudecido toda esta sintomatología, sobre todo en las poblaciones más vulnerables y la ha hecho mucho más palpable.

Desde las escuelas, ante esta situación ¿cómo se viene actuando?

Es muy importante decir que este es un tema de salud pública, no es un problema exclusivo de las escuelas. Es decir, que los problemas de salud mental que tienen muchos niños y niñas y adolescentes es un problema que obedece a muchas causas. La escuela se encuentra con él porque los chicos están escolarizados durante casi 180 días al año, 7 horas al día. La escuela hace lo que puede y habitualmente incluso mucho más, pero el sistema educativo tiene su cartera de servicios.

La escuela no es un espacio para tratar, para hacer psicoterapia. La escuela es un espacio donde se desarrollan procesos de enseñanza y aprendizaje, donde se desarrollan proyectos basados en la convivencia pacífica, democrática. Indudablemente va intentar incrementar los factores de protección del alumnado y reducir los factores de riesgo, pero este es un problema que tiene que ser acometido por toda la sociedad, requiere una mejora de los servicios de salud mental, centros especializados, mejora de los servicios de atención primaria. Requiere también una implicación de los ayuntamientos en materia de programas y proyectos de actividades de ocio y tiempo libre de los chicos y las chicas de la localidad donde viven. Requiere de una reflexión sobre el modelo educativo imperante en las familias. Este es un asunto muy importante.

La salud mental requiere de una reflexión sobre el modelo educativo imperante en las familias, es un asunto muy importante

Se tiene que tomar decisiones claras respecto a los sistemas educativos porque el incremento de desórdenes emocionales y su detección se va seguir evidenciando. Es necesario un giro en la escuela, respecto a la cultura, incorporar la psicología pero de una manera estable. Hoy en día contamos con sistemas de orientación que no dan abasto ni están especializados para atender este tipo de cuestiones. El incorporar psicólogos educativos a los centros educativos es imprescindible y esto es algo que tendrán que hacer las administraciones educativas.

Es muy importante revisar otros aspectos como son la posible incorporación de otros profesionales al campo de desarrollo. Por ejemplo, los profesores técnicos de servicios a  la comunidad son especialmente necesarios por el trabajo que hacen de acompañamiento social, intervención social con las familias. Deben ampliarse esos recursos. Tenemos que trazar una línea especial en formación de profesorado durante el grado como durante el ejercicio. Tomar decisiones en este sentido es algo que si no se desarrolla adecuadamente nos va pasar factura.

Respecto a destinar recursos ¿cree que se está en camino a ello o es algo que aún se debe hacer con urgencia?

Estamos empezando a rascar esta realidad que ha brotado como la boca de un volcán que se ha resquebrajado, estamos viendo cómo las lenguas de lava siguen cayendo por la ladera. Va costar quitar todo esto. Para quitar este dolor y sufrimiento hacen falta recursos  y mas formación. Durante un tiempo va parecer que todo lo que se haga es poco en esta materia, pero es importante hacerlo. Creo que estamos en un momento en el que todos nos tenemos que sensibilizar, estamos en el siglo XXI, en el año 2022 y la salud mental ha cobrado una presencia en la agenda pública que es necesaria aprovechar.

Un centro educativo, ahora más que antes, no debe ser contemplado como un sitio donde los niños van a  aprender asignaturas, sino un sitio donde los niños y niñas y adolescentes aprenden a vivir, convivir, a generar conocimiento compartido, a aprender junto con otros, a interpretar la vida y sobre todo aprender a cómo estar en la vida.  Esto es muy importante, el desarrollo de proyectos y programas que tienen que ver con la gestión emocional y, por lo tanto, con la promoción del bienestar psicológico.

El malestar psicológico va estar siempre en nuestras vidas, siempre aparecerá, por eso es importante generar buenos programas basados en evidencia, que permitan que los centros educativos trabajen estos contenidos y tengan tiempo para hacerlo. No quiero hablar de asignatura, esto es el tejido del que está hecha el alma humana, la emoción, la capacidad para interpretar la vida, para saber quiénes somos, dónde estamos, cuál es nuestro papel, cómo respondemos a los retos. Estas son cosas que la escuela tiene que incorporar en su cultura.

La escuela no es un sitio donde hacer tratamiento psicológico, pero es un sitio donde sí hay que hacer prevención. La prevención de los trastornos, desórdenes y desajustes emocionales se puede hacer con trabajo en equipo junto a  los docentes y otros profesionales. La presencia de educadores sociales, profesores técnicos de servicios a la comunidad, orientadores pero también psicólogos, es especialmente importante. Si bien en los centros educativos hay psicólogos, no están realizando labor de psicólogos, ejercen labores de orientación educativa que si bien es imprescindible, no es solo eso lo que exige el momento actual.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/03/14/la-salud-mental-del-alumnado-es-un-problema-que-tiene-que-ser-acometido-por-toda-la-sociedad/

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Entrevista a la feminista española Nuria Varela «Estamos pagando muy caro el éxito del feminismo del 8 de marzo de 2018»

Fuentes: https://www.elespanol.com

La activista feminista, periodista y directora general de Igualdad del Principado de Asturias analiza la situación de las mujeres en la España del siglo XXI y recuerda que «las mujeres ni se compran, ni se vende, ni se alquilan».


Nuria Varela (Turón, 1967) lleva décadas siendo una de las voces –y plumas– más relevantes del feminismo en nuestro país. A sus espaldas deja libros tan reconocidos como Íbamos a ser reinas. Mentiras y complicidades que sustentan la violencia contra las mujeres (2002, Ediciones), Feminismo para principiantes (2005, Ediciones B), La voz ignorada (2012, Debate), Cansadas (2017, Ediciones B) o Feminismo 4.0 (2019, Ediciones B).

Después de liderar el gabinete del Ministerio de Igualdad creado por José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 y dar clases de Comunicación, Políticas de Igualdad, Historia de la Teoría Feminista y Violencia de Género en la Universidad Complutense de Madrid, decidió volver a su tierra natal, Asturias.

Desde finales de 2019 ha tomado las riendas del Instituto Asturiano de la Mujer y de la Dirección General de Igualdad del Principado. Allí, el 25 de noviembre de 2020, creó el Centro de crisis para víctimas de agresiones sexuales, el primero en nuestro país en abrir sus puertas con atención 24 horas al día y 365 días al año.

Alguna vez ha dicho que se considera una mujer rebelde, pero ¿qué significa?

Ser rebelde significa analizar el mundo en el que vives, detectar lo que es injusto, detectar las mentiras que te cuentan y enfrentarte a ellas y remangarse para cambiarlas. Eso es ser una mujer rebelde. Es decir, ser feminista, básicamente.

¿Qué se siente siendo un referente del feminismo en este país? Porque, sabe, lo es para muchas.

Es complicado hasta que me hagan la pregunta. Pero siento mucho orgullo de ser feminista y me siento muy orgullosa de pertenecer a una larguísima genealogía de mujeres. Para mí la genealogía es muy importante y por eso cito tanto en mis libros y soy tan pesada con las mujeres jóvenes de que no empiecen por el final, sino por el principio. Creo que ahí está nuestra fortaleza y nuestra mayor rebeldía.

Frente al patriarcado, que siempre ha querido enfrentarnos, separarnos, pelearnos y rompernos, ha estado el feminismo, que siempre ha querido unirnos, trabajar juntas y sacar proyectos juntas. Me siento muy orgullosa de haber tenido la suerte de ser feminista y de todo el trabajo desarrollado, tanto por las mujeres que nos abrieron las puertas como por mi generación, como por todas las jóvenes.

«Ser una mujer rebelde es ser feminista, básicamente»

¿Están las generaciones más jóvenes a la altura de sus maestras en la lucha feminista?

Siempre he confiado absolutamente en las generaciones jóvenes y creo que, además, cada generación tiene sus retos y tiene sus dificultades y tiene sus preguntas a las que dar respuesta y, por supuesto, sus dificultades. El 8 de marzo de 2018 no hubiese sido posible si las generaciones jóvenes. Es un orgullo de las que ya tenemos un largo recorrido ver cómo empezaba en esos años previos al 2018 a surgir grupos feministas en los institutos de mujeres tan jóvenes con tanta conciencia de la profundísima desigualdad en la que vivimos, a pesar de todo el bombardeo que tienen, de mensajes que les dicen lo contrario, de tantas mentiras como les cuenta, de lo hipersexualizada que pretenden que estén desde las propuestas de ropa hasta las de ocio… y a pesar de todo eso, ver esos millones de mujeres jóvenes en España, miles de mujeres jóvenes en Asturias, concienciadas, juntas, saliendo a la calle, trabajando, peleando, proponiendo…

Por supuesto que están a la altura y han cogido el relevo. Pero del feminismo no se va nadie, porque ahí tenemos a nuestras mayores. Se han ido sumando todas las generaciones.

A finales del año pasado se hablaba de que se producen seis violaciones al día en España. ¿Realmente ha aumentado la violencia sexual o es que se está visibilizando más?

Es que esos titulares son falsos. ¿Y por qué son falsos? Porque no lo sabemos y quien diga que lo sabe, miente. No lo sabemos. Por un lado, se confunde –que no entiendo como a estas alturas se sigue confundiendo– la violencia denunciada con la violencia real. Que haya más o menos denuncias, en principio no es ni un buen ni un mal indicador. Porque que haya más o menos denuncias… ¿dónde se está hablando de que hay más o menos violencia? Por ejemplo, Asturias ha sido la comunidad autónoma donde más han aumentado las denuncias en el último año. No puede ser casualidad que sea la única que tiene un centro de crisis. ¿Eso significa que es donde más aumenta la vida sexual? Ya lo dudo.

¿Diría, entonces que tal vez que la labor de acompañamiento del centro de crisis produzca un incremento de denuncias?

En cualquier caso es lo que yo quiero pensar, pero tampoco lo sabemos. El mayor déficit que tenemos es en datos. O sea, una violencia tan poco denunciada, tan poco estudiada y tomada con tan poca preocupación socialmente y académicamente, es muy difícil saberlo. La lógica, el sentido común y la experiencia en el estudio de la violencia de género nos hacen pensar que cuando una violencia no se denuncia –partimos de una situación tan mala como un 8% de denuncias en toda España– y vemos un aumento de denuncias acompañado de un nuevo recurso, queremos pensar que es que ese nuevo recurso está dando confianza a las mujeres para denunciarlo más.

Pero todo esto hay que seguir estudiándolo y tenemos que seguir viéndolo. Ahora, lo que no hay que estudiar y lo que tenemos que evitar es confundir las denuncias con la violencia.

«Que haya más o menos denuncias, en principio no es ni un buen ni un mal indicador»

Entonces, ¿tenemos la intuición de que está aumentando la violencia sexual en los últimos años?

Tenemos esa intuición, pero es una intuición porque no lo sabemos realmente. Sí que vemos que está bajando la edad de la violencia. Vemos que está bajando la edad en el inicio de las relaciones sexuales. Vemos que se ha disparado el consumo de la pornografía en internet. Es decir, vemos una serie de indicadores, pero como no tenemos cifras con las que comparar, yo sería muy prudente. Lo que está claro es que tenemos mucha violencia sexual y tenemos mucha violencia sin denunciar. Eso es lo que me dice entre las estimaciones y la experiencia de un año en marcha del Centro de Crisis nos dice que incluso hay más necesidad de la que detectábamos cuando lo pusimos en marcha.

Eso lleva pasando muchos años, otra cosa es que en 2021 lo hemos visto porque se ha llevado al Congreso. Los grupos que no reconocen los derechos y la libertad de las mujeres, y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres llevan oponiéndose desde siempre. No quiero ni acordarme de lo que fue la redacción de la actual Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. ¡Teníamos manifestaciones con los obispos en la calle!

¿A qué responden estas situaciones?

Tiene que ver con una sociedad que parece que da retrocesos no sólo en igualdad, sino en respeto, que creo que al final es la base de esta. El auge de la ultraderecha es el auge del negacionismo y de la falta de respeto a los derechos y las libertades, a cosas y ámbitos que, si bien sabíamos perfectamente que no estaban completamente desarrollados, sí que pensamos que había un mínimo de juego democrático común. Es decir, que las reglas del juego democrático estaban claras, que pasan por el respeto y los derechos humanos.

Las sociedades más sólidas democráticamente, con un sistema de justicia y económico más sólidos también son las sociedades más igualitarias, que más respetan los derechos de las mujeres. O sea que la vida de las mujeres, el respeto a las mujeres y la igualdad entre mujeres y hombres es la prueba del algodón de las democracias.

Esto me recuerda a la nueva misoginia de la que habla en Cansadas. ¿En qué se diferencia de la del siglo XX?

Cuando escribí ese libro, la diferencia fundamental era lo sutil. La misoginia anterior era mucho más evidente, se presumía de esa misoginia. Y cuando escribí Cansadas, a lo que nos enfrentábamos era a una misoginia más sutil, en la que no daba prestigio ser misógino, pero se seguía siendo. Y tenía mucho que ver con que apruebes leyes estupendas, pero no hagas los procedimientos adecuados para que se cumplan, por ejemplo. O que hagas grandes planes de igualdad en la universidad, pero no pongas asignaturas, no cambies el conocimiento.

«La vida de las mujeres, el respeto y la igualdad entre mujeres y hombres es la prueba del algodón de las democracias»

Y ahora, ¿qué tipo de misoginia nos encontramos?

Lo que podemos ver en los ultimísimos años es que estamos pagando muy caro el éxito del feminismo del 8 de marzo de 2018. La demostración de fortaleza, de seriedad, de agenda política y de compromiso que se visibilizó en todo el mundo el 8 de marzo de 2018 ha provocado una reacción patriarcal fortísima y no sólo por la ultraderecha, sino por muchos otros agentes, también de izquierda.

Hay dos procesos que habría que estudiar. Por un lado, cómo hay demasiada gente queriendo coger el potencial político del feminismo demostrado en las calles. Por otro, la cantidad de gente que está tremendamente asustada con ese potencial político.

Cómo ya escribió Susan Faludi en Reacción (2006, Anagrama), no es que el feminismo hubiese conseguido la igualdad, es que por primera vez pareció que la podíamos conseguir. La reacción patriarcal, la misoginia, está siendo insoportable también desde ámbitos que nunca esperábamos.

¿Como cuáles?

Desde una izquierda curiosamente mucho más apegada a las identidades que a la agenda de la igualdad, a  ámbitos económicos que nunca se habían pronunciado, pero que ahora están beligerantemente en contra de la igualdad, porque están haciendo muchísimo negocio tanto de la capacidad reproductiva de las mujeres como de los cuidados gratuitos que hacen las mujeres. También la industria farmacológica… Hay muchísimos ámbitos, incluso algunos que a lo largo de historia habían sido aliados y de pronto están siendo beligerantes en contra de los derechos de las mujeres, especialmente en contra de los derechos de las mujeres pobres, que son las que sacan más rendimiento económico.

 «La demostración de fortaleza, de seriedad, de agenda política y de compromiso que se visibilizó el 8-M de 2018 ha provocado una reacción patriarcal fortísima»

¿Se refiere a maternidad subrogada?

Y no sólo eso, también la donación de óvulos. Es que no es sólo un fenómeno, es toda una industria.

Parece que hay un debate abierto en materia de gestación subrogada en nuestro país.

No hay gestación subrogada. La gestación no se puede subrogar. La misma expresión es vergonzosa. Es que ni siquiera son vientres de alquiler, porque un vientre no es independiente. Un vientre no gesta sólo, son madres de alquiler. Yo lo tengo muy claro, y el Gobierno de Asturias siempre se ha pronunciado al respecto, las mujeres ni se compran y ni se venden, ni se alquilan. Son cosas muy básicas.

Ocurre lo mismo con la prostitución, ¿no?

Es que la prostitución es otra gran industria, es el patriarcado. Toda nuestra historia y nuestra cultura están construidas sobre la desigualdad y el abuso económico, social, político y reproductivo de las mujeres. Acabar con el patriarcado no sólo significa cambiar toda una cultura, sino un sistema económico. No son guerras culturales, son guerras económicas muy serias.

¿Qué les diría a los que dicen que la legalización de la prostitución mejoraría la vida de algunas mujeres?

No voy a entrar en ese debate. Ya lo he resumido: las mujeres ni se compran, ni se venden, ni se alquilan.

«No hay gestación subrogada. La gestación no se puede subrogar. La misma expresión es vergonzosa»

Otro gran debate que parece dividir el feminismo es el de las realidades trans. ¿Hay una brecha?

Eso nos llevaría un año tratarlo. Para resumirlo, el feminismo no es una teoría de la identidad; el feminismo es una teoría política. El feminismo siempre ha debatido, su fortaleza es el debate hasta el agotamiento. Todos los debates son bienvenidos y yo creo que nos fortalecen mucho, pero hay mucho falso debate.

Creo que el debate en el feminismo siempre ha sido bueno, siempre lo hemos hecho y, como digo, nuestra fortaleza es el ser capaces de hablar, de argumentar, de contraargumentar y de pensar, de escribir, de debatir y de hacer propuestas claras que han ido cambiando el mundo.

Ahora que nos encontramos con mucho falso debate, porque tampoco creo que haya mucho debate interno. Lo que hay es mucho ruido. Y desde luego, lo que está claro es que el feminismo no es una teoría de identidad. Se pretende abrir un debate sobre el feminismo como identidad, y eso es un falso debate. Vuelvo a decirlo: no es una guerra cultural, es una guerra económica.


Fuente: https://www.elespanol.com/mujer/protagonistas/20220206/nuria-varela-pagando-caro-exito-feminismo-marzo/647935225_0.html

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“Hay un retroceso en el sistema de garantías de derecho de las mujeres”, dice abogada Fátima Ortiz

Por: Wiliam A. Hernández / @walexhernan

Todos los 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que algunos aprovechan para reflexionar y analizar sobre el rol de la mujer en la sociedad salvadoreña. Otros, simplemente son indiferentes.

Hay una realidad en El Salvador y es que, pese a existir una serie de normas y leyes para proteger a la mujer salvadoreña, sigue existiendo una gran deuda de la sociedad y seguimos viendo casos de violencia, feminicidios, acosos, ataques en redes sociales y otras acciones en contra de ellas.

El Diario de Hoy habló con Fátima Ortiz, una feminista, abogada y defensora de derechos humanos sobre el avance o retroceso que ha tenido el país en materia de protección de los derechos de la mujer. Estas fueron sus respuestas:

¿Qué tanto ha avanzado El Salvador en materia de respeto a los derechos de la mujer?

Después de la aprobación de la LEIV (Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres) y Ley de Igualdad más que avances hay retrocesos en asignación de presupuestos asignados al sistema de garantía de los derechos humanos de las mujeres, además que se mantienen los feminicidios, desapariciones de mujeres.

La situación de las mujeres no ha mejorado.

Por los casos de femicidio, de mujeres desaparecidas, abusadas y por los índices de inseguridad contra ellas, cientos de salvadoreñas alzaron su voz durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer

¿Ha disminuido la brecha entre mujeres y hombres?

No, al contrario, se ha acrecentado, agravada por la pandemia donde muchas mujeres tuvieron que abandonar sus trabajos remunerados y cargar además con los cuidados del hogar donde al no ser compartidos, no les permite su desarrollo académico y laboral.

¿Qué significa el 8 de marzo?

Es un día para reivindicar los derechos conquistados en la historia, exigir su cumplimiento y además acompañar las luchas actuales de las mujeres, sus demandas, sus exigencias como es el caso de las madres de las personas desaparecidas, víctimas de trata, trabajadoras despedidas injustificadamente y que son cabezas de familia.

Desde que se aprobó la Ley de Violencia contra la Mujer, en lugar de disminuir los casos de violencia y feminicidios, vemos más. ¿Qué está pasando?

El sistema patriarcal, desigual para las mujeres no ha cambiado, la cultura machista y violenta persiste de ver a las mujeres como objetos y no somos sujetas de derechos.

Mantiene algunas como las que ejecuta ISDEMU pero que no llegan a ser suficientes, las que se mantienen son las que tienen que ver con la atención a casos de violencia.

¿Hay programas de apoyo a favor de las mujeres?

¿Qué hacer ante un caso de agresión a una mujer?

Primero apoyar a las mujeres, no juzgarlas y acompañarlas si desean denunciar, además que pueda ir a atención psicológica para superar la crisis, las organizaciones de mujeres tienen estos servicios gratuitos. También acudir directamente a la Fiscalía General para la denuncia y muy recomendable acudir también a la Procuraduría de Derechos Humanos, a la Unidad de la Mujer.

“La actual primera Dama tiene una visión limitada y tradicional de los problemas que tenemos las mujeres, no basta su iniciativa de “Nacer con cariño” que tiene una visión de familia tradicional y además romantiza la maternidad”. Fatima Ortiz, .

¿Qué opina del rol que está desarrollando la primera Dama de la República?

La figura de la Primera Dama en El Salvador como en otros países del mundo está mal utilizada, automáticamente llegan a administrar fondos púbicos, programas y políticas solo por ser esposas de los presidentes sin contar con preparación técnica y sin estar incluidas en la administración pública.

La actual Primera Dama tiene una visión limitada y tradicional de los problemas que tenemos las mujeres, no basta su iniciativa de “Nacer con cariño” que tiene una visión de familia tradicional y además romantiza la maternidad en un país donde hay número alarmante de embarazos en adolescentes por violación.

¿Espera algo de ella?

Tiene una gran responsabilidad de hacerlo, está, aunque no quiera en un puesto privilegiado cerca del poder y además maneja fondos públicos para financiar proyectos estratégicos para las mujeres, después de unos años se arrepentirá de no hacer algo por la mayoría, ella no es una aliada para nosotras.

Fatima Ortiz

Preparación:

Abogada, defensora de derechos humanos y feminista.

Cargos:

Coordinadora Nacional del eje de “Atención a Víctimas“ de las políticas de Justicia, Seguridad Pública y convivencia (2009-2019) y del Plan El Salvador Seguro.

Fundadora de la Dirección de Atención a Víctimas del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.

Directora de Atención a Víctimas, Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (2009-2019).

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/abogada-fatima-ortiz-hay-un-retroceso-en-el-sistema-de-derecho-las-mujeres/933923/2022/

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