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Cecilia Pérez «Me decían que las ingenierías eran para hombres»

27 de marzo de 2016/ Por Israel Pérez Santiago de Querétaro, Querétaro. (Agencia Informativa Conacyt).-

Cecilia Pérez Zárate es una estudiante de la carrera de nanotecnología en la Universidad Tecnológica de Querétaro (Uteq). Su interés por investigar e innovar le ha representado superar numerosos retos tanto en lo académico como en lo familiar y social, en especial por los estigmas todavía existentes en México que llegan a limitar la integración de las mujeres en el desarrollo de ciencia y tecnología.

En el marco del Mes de la Mujer, Pérez Zárate compartió sus experiencias a la Agencia Informativa Conacyt, y expuso su inquietud por generar un cambio de paradigma que permita a las mujeres una mayor inserción en los ámbitos científicos y tecnológicos en todos los niveles.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo se generó tu interés por la ciencia y la tecnología?

Cecilia Pérez Zárate (CPZ): Estudié el bachillerato técnico en puericultura en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 118; mi idea era después entrar a medicina, pero una maestra de matemáticas me dejó la inquietud de estudiar una ingeniería. Fue cuando conocí la carrera de nanotecnología y me llamó mucho la atención porque es interdisciplinaria, puedes innovar, desarrollar tecnología, participar en proyectos nacionales e internacionales y, sobre todo, te da la posibilidad de ofrecer alternativas para solucionar problemas; todo eso me llamó mucho la atención .Cuando le compartí a mi familia que quería estudiar nanotecnología me dijeron: “¡Te vas a morir de hambre!”. Por ser mujer y por tradición familiar, me trataron de convencer de que estudiara para maestra, afortunadamente mi papá me apoyó en todo momento y me impulsó a dedicarme a lo que yo quisiera. Aun así era complicado, porque al resto de mi familia le parecía extraño que buscara ser ingeniera, por ese prejuicio que se tiene todavía de que las ingenierías son carreras “para hombres”.

AIC: En ese contexto, ¿cómo ha sido tu desarrollo en la carrera?

CPZ: Tuve la oportunidad de asistir al Verano de Física Avanzada del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) donde conocí al doctor Rafael Baquero, que nos habló acerca de la superconductividad y su relación con la nanotecnología; fue ahí cuando me enamoré de mi carrera y de la investigación.En segundo cuatrimestre me integré con un grupo de estudiantes para desarrollar un proyecto de celdas fotovoltaicas, participando en la convocatoria de Jóvenes Talentos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para poder atraer recursos. Lo que queríamos lograr era imprimir, mediante métodos comunes como el láser o inyección de tinta, celdas fotovoltaicas flexibles fabricadas con pigmentos naturales (provenientes de la zarzamora, frambuesas y betabeles), con el fin de desarrollar un dispositivo que se pudiera adherir a los teléfonos celulares para sustituir el trinitrotolueno.Siempre he buscado profundizar mis conocimientos, asistiendo a congresos e involucrándome directamente con desarrolladores de tecnología, como los doctores Minerva Robles Agudo, que es una catedrática Conacyt en la Uteq, e Ignacio Rojas Rodríguez, con ellos pude trabajar en un proyecto en el área de materiales con el que se desarrolló una mesa para radiometría térmica, que se trabajó junto con el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Gracias a ese proyecto tuve la oportunidad de hacer mi estadía en el extranjero, en el Ivy Tech Community College que está ubicado en Indiana, Estados Unidos, donde estuve cuatro meses, para realizar pruebas tipo Charpy a diferentes temperaturas en acero y conocer la transición del material a diferentes temperaturas. Esa fue solo una pequeña parte de la investigación.

AIC: De acuerdo con el contexto que nos mencionaste, ¿cómo tomó tu familia la noticia de que ibas a viajar al extranjero?

CPZ: Cuando le informé a la familia mi inquietud de irme al extranjero no estuvieron muy de acuerdo pero, nuevamente, mi papá me apoyó, como siempre en todas mis decisiones. Mis abuelos aseguraban que por ser mujer no debía viajar sola y mucho menos a otro país; había una resistencia de su parte por dejarme ir que incluso me hizo dudar en el último momento y me generó cierto temor, pero logré superarlo.Llegando allá me di cuenta que estaba sola y que así debía enfrentar cosas, como el choque cultural y la interacción con personas de diferentes países. Yo me fui de México con otros compañeros, puros hombres, lo que en un principio resultó complicado porque en el entorno tradicional son los hombres los que viajan al extranjero a estudiar y no las mujeres, pero afortunadamente nos adaptamos muy bien. Allá me di cuenta también que en otros países es más común la mentalidad de que las mujeres se involucren en el trabajo científico y buscan que te adaptes lo más rápido posible para que no te deprimas, porque han visto que eso es algo muy común en las mujeres mexicanas, principalmente por el tradicional apego que tienen al hogar.Tras mi regreso a México me integré a la Uteq en la Dirección de Innovación y Desarrollo Tecnológico (Didet). Actualmente trabajo en una propuesta para organizar un concurso de ciencias que genere proyectos para que estudiantes de nivel básico, medio superior y superior participen en la ExpoCiencias Bajío.

AIC: Con tu experiencia personal y profesional, ¿qué crees se debe hacer para promover la inserción de las mujeres en la ciencia y tecnología?

CPZ: En México es necesario que se implementen proyectos y programas enfocados en el nivel básico, incluso desde preescolar, para generar un cambio de paradigma y en la mentalidad, sobre todo de las niñas, para generarles el interés por la ciencia y tecnología y que busquen impactar en su entorno. La inserción de las mujeres en la ciencia debe ser una pauta para el desarrollo en nuestro país. Tenemos la misma capacidad que los hombres para realizar proyectos e innovar. También es importante que las mujeres por sí mismas rompan sus propios paradigmas; podemos combinar la profesión científica con aspectos personales como el matrimonio o la maternidad; cuesta trabajo porque se rompen estructuras, pero desde el momento en que decides estudiar un área del conocimiento, donde de entrada no se cumple con los estándares sociales, te planteas un nuevo reto. Es cierto que los ambientes culturales y socioeconómicos influyen, pero querer es poder; si una persona tiene bien claros sus objetivos, los va a cumplir. A futuro yo me visualizo en un posdoctorado en el extranjero, y después, terminando esa etapa, tener familia para consolidar un nuevo pilar en mi vida. También he tratado de fomentar que las jóvenes de mi entorno se interesen en convocatorias que les permitan vivir esa experiencia. Lo he visto con mis primas más pequeñas, que al verme ya se interesan en estudiar y viajar al extranjero, donde todavía se observa el estigma de que el mexicano solo come tacos y toma alcohol, y que las mujeres mexicanas solo están en su casa, haciendo los tacos y teniendo hijos.

Fuente de la entrevista: http://oei.es/divulgacioncientifica/?Me-decian-que-las-ingenierias-eran-para-hombres-Cecilia-Perez

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Juan Eduardo Nápoles Valdés explica por qué aprender matemática suele ser difícil y traumático

26 de marzo de 2016 Agencia CyTA – Instituto Leloir/UNNE. Por Juan Monzón Gramajo.

Juan Eduardo Nápoles Valdés, doctor en Matemática y docente titular de la cátedra Cálculo I en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste, Argentina, explica por qué el aprendizaje de las matemáticas suele ser tan complicado para muchos alumnos.

Las matemáticas deben ser una de las áreas del conocimiento menos populares en el común de la gente. En el banco de una plaza, en el café o en el tiempo libre, es más usual ver a las personas tratando de desentrañar un tratado de filosofía, interesarse por un relato histórico o dar una mirada a las últimas noticias; que despuntar el vicio en la resolución de un problema de aritmética o de trigonometría.

Esta separación voluntaria que se da con la Matemática, tiene un solo origen: el conflictivo y traumático proceso de enseñanza al que varias generaciones se vieron sometidas. Se la mira con respeto, pero de costado.

Desde hace varios años, referentes de esta ciencia-algunos más populares que otros- intentan a través de la divulgación acercar la matemática con resultados más que sorprendentes. Juan Eduardo Nápoles Valdés, cubano, doctor en Matemática, forma parte de este grupo de divulgadores.

Residente en el país desde fines de la década del 90, en la actualidad se desempeña como docente titular de la cátedra Cálculo I y adjunto de la cátedra Cálculo II en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE. Con formación de grado y posgrado en la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba, Nápoles Valdés colabora semanalmente con artículos en el Diario La República de la ciudad de Corrientes, entre otros espacios.

De esta manera temas como “El juego del 15”; “El secreto de los mensajes encriptados” o “Acertijos Ariméticos”, se transforman en instrumentos para someter a prueba el razonamiento del lector.

En entrevista concedida a la Revista CyT de la UNNE analiza los errores más frecuentes cometidos en el proceso de enseñanza de la matemática.

-¿Cómo se tiene que enseñar la matemática para hacerla más amena y evitar que se vuelva la menos popular de las asignaturas?

En primer lugar, el problema de la enseñanza y el aprendizaje de la matemática que tenemos en la Argentina también lo tienen otros países. En segundo lugar, no hay recetas universales. En toda América Latina cometimos un grave error y fue hacer lugar al movimiento que introdujo la “Matemática Moderna”. Se sustituyó “nuestra matemática” por otra importada de Europa.

 -¿Cómo era nuestra matemática?

Era producto de la herencia que teníamos en cada uno de nuestros países, en los cuales había Escuelas de Formación de Maestros Normales, con una tradición de más de 80 años como tiene la Argentina. Esa matemática hacía hincapié en procesos destinados a la formación básica del chico, que después podría llegar a ser o no un matemático. Personas que recibieron esa formación, recuerdan estar perfectamente preparados en aspectos básicos de la matemática, pero también de otras asignaturas.

Esto fue eclipsado de a poco por el Movimiento de la Matemática Moderna. Su primer atisbo fue en un seminario muy famoso que se realizó en 1957 en Francia que se denominó “Seminario de Royaumont” donde, teniendo en cuenta el estudio de la situación de Francia, se decidió cambiar la enseñanza de la matemática en Europa occidental. Por supuesto, luego eso se extendió a toda Europa y nos llegó a nosotros por reflujo.

 -¿En qué consistía esa nueva propuesta?

Se partió de un diagnóstico: la formación de los chicos desde el jardín maternal hasta la formación de maestros de matemática era muy estática, muy formal. La única exigencia-según el diagnóstico- estaba en la resolución de cálculos y de ejercicios, sin contar con un pensamiento abstracto. Consecuentemente, la matemática moderna se enfiló al desarrollo del pensamiento abstracto, utilizando en particular una formulación teórico-conjuntista en la cual todas las cuestiones estaban reducidas a conjuntos, pertenencias, relaciones, etc. Con este modelo empezó la debacle.

-¿Qué grandes perjuicios ocasionó la Matemática Moderna?

En primer lugar y como es sabido, ese movimiento no resolvió el problema de enseñanza de la matemática. Los chicos no desarrollaron el pensamiento abstracto, y perdieron lo que mejor desarrollaron en la otra etapa: operatoria aritmética, tecnicismo algebraico, etc.

¿Cuándo nos dimos cuenta en América Latina de esto?, veinte años después que Europa abandonó este modelo de enseñanza. En los años ´70 en América del Norte y Europa, se toma la resolución de problemas como la salvación. Nosotros recién nos dimos cuenta en la segunda mitad de la década del 90. Hoy cuando volvemos a aplicar este modelo de resolución de problemas, ya se está hablando de otro sistema de actividades que plantea estimular el razonamiento con actividades que supongan un reto intelectual al chico.

-Retomando la pregunta inicial y en función a lo que comentó ¿Cómo se debe enseñar matemática?

Hay que enseñarla teniendo en cuenta el lugar donde lo hago. Es decir, en Itatí no se debe enseñar matemática igual que en Belgrano (Capital Federal). Son dos contextos distintos. Hay una corriente que surge en el Brasil de la mano de un profesor muy reconocido, Ubiratan D`Ambrosio que se denomina la “Etnomatemática”. Tenemos que enseñar matemática en el contexto cultural en el que estamos. No podemos olvidar eso. A partir de allí todo lo que podamos realizar hay que hacerlo, eso incluye esfuerzo. Mucho esfuerzo, no solo del maestro, también de la familia y fundamentalmente del chico.

La matemática moderna probablemente funcionó bien en Europa y América del Norte, pero no acá. Tenemos otra idiosincrasia que soporta nuestra educación. No podemos imponer una corriente de educación importada cuando la base cultural es totalmente diferente.

Dar una clase de matemática, también supone un poco de arte. En un contexto como el argentino es imprescindible saber de fútbol. No digo a la altura de Bilardo y Menotti pero hay que saber. Este deporte tan popular debe ser una herramienta para la enseñanza de la matemática.

– ¿Porqué es importante saber matemática?

Hay un libro “Cartas a una joven matemática” del matemático inglés Ian Stewart. En la primer carta, y basándose de un ejemplo muy bueno, explica porqué es importante la matemática. El dice: pon una marca roja a todo lo que veas a tu alrededor que esté relacionado con la matemática, te darás cuenta que prácticamente todo estará marcado de rojo. Desde el celular, el microondas y hasta lo que ingerimos. ¿Por qué? La soja es transgénica, y en ingeniería genética se usa mucha matemática. Es importante saber que la matemática está presente en todos lados, pero como un actor de reparto, no necesariamente es protagonista.

-¿Qué es más importante en ese proceso de aprendizaje de la matemática, la capacidad del chico de razonar o los conceptos?

Hay que partir de un hecho, la matemática no es la única asignatura que enseña a razonar a un chico. Pensamos que solo deben razonar o pensar problemas en matemáticas. No es así. Todas las materias tienen que tributar al desarrollo del razonamiento. Se puede enseñar a pensar correctamente en cualquier materia.

-¿Qué opina del trabajo de Adrián Paenza y de muchos otros que están abocados a la tarea de divulgación para desmitificar un poco a la matemática como una ciencia dura y complicada?

La matemática no es ni más dura y ni más exacta que las otras ciencias. Todo el mundo cree que 1+ 1 es igual a 2 y que a x b=b x a. En matemática no siempre se cumplen con estas reglas: dependen qué cosas sean a y b, como también los “1” de la suma. Hay un libro “La pérdida de la certidumbre” de Morris Klain, y una de las cosas que dice es que todas las ciencias tienen un rango determinado de exactitud y de dureza. Lamentablemente por ciertos motivos, las Ciencias Sociales siempre han sido consideradas blandas, inexactas o sus resultados están condicionados a factores. Es un pensamiento extendido en todos los países de Latinoamérica y en algunos de Europa como en Francia.

-Cuando un joven llega a la universidad y viene arrastrando todas las complicaciones en el proceso de aprendizaje de la matemática. ¿Está a tiempo de aprender a estudiar la materia?

Cuando un joven llega a la universidad y su problema es de déficit de contenido, eso se puede arreglar fácilmente. El problema grave es cuando a la falta de contenido, se le suma, que no tiene hábitos de estudio, porque los retos intelectuales a los que estuvo sometido durante la enseñanza media fueron bajos.

-¿Cómo se estudia matemática?

Una de las diferencias con las demás ciencias es la manera de estudiar. En literatura usted puede estudiar prácticamente en cualquier lugar, porque requiere menos esfuerzo seguir el hilo conductor de una prosa. En matemática y otras ciencias, cuando se está frente a un proceso deductivo y lo interrumpe, al retornar casi nunca retoma desde el mismo lugar. Se tiene que volver necesariamente al principio, porque el camino de varios pasos, a veces requiere que se tenga en claro lo que ocurrió en determinado punto para llegar al paso siguiente. Esto es fundamental. Requiere completar determinadas etapas, para luego interrumpir si es necesario.

A veces en matemática es más útil una hora de estudio, que tres como en otros tipos de asignaturas, utilizados para consultar más bibliografías, más horas de lectura. Comprender la demostración de un teorema es lo básico para determinado aspecto. Esa comprensión requiere 1 hora o más.

Es muy importante el hábito de la lectura para el aprendizaje de las matemáticas. Si no sabes leer cómo puedes aprender e interpretar matemática, la lecto-comprensión es básica, cómo puedes interpretar un teorema, si no sabes lo que lees, Lo mismo con una definición.

-¿Qué desafíos tiene el mundo de las matemáticas para los próximos años?

El desafío fundamental en la enseñanza, desde lo académico, es plantearse cómo enseñar matemáticas en el siglo XXI. Debemos incorporar la tecnología a la educación, cómo usar la computadora, Internet como fuente de información, hasta los celulares. La divulgación científica es fundamental, me hablabas de Paenza, no es el único, Pablo Amster también es un muy buen divulgador de la matemática. Creo que la divulgación científica en el mundo entero es una actividad escasa pero muy útil. Por eso se ve que en una feria del libro, cuando sale un texto de divulgación se agota en minutos. Demuestra que la gente está ávida de este tipo de lectura. Ver la ciencia con objetividad y sin perder la cientificidad, cómo se lo explicamos a los demás, es un reto fundamental. Si un padre no comprende determinados aspectos, quizás no pueda ayudar al hijo en la escuela.

Desde el punto de vista del matemático profesional, existen muchos retos, desde la lista de problemas dada por Hilbert en 1900, hasta los 7 problemas del milenio del Instituto Clay, ofrecen como recompensa un millón por la solución de cada uno de ellos. A éstos hay que agregarles los propios de cada especialidad y otros que trascienden varias áreas, por ejemplo, existe un problema, el llamado “Problema del Cartero Chino” que tiene más de 3 mil años de antigüedad, que ha derivado en otros muchos más complejos e insolubles como el “Problema del Viajante”.

Fuente de la noticia: http://oei.es/divulgacioncientifica/?Juan-Eduardo-Napoles-Valdes-explica-por-que-aprender-matematica-suele-ser

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Monique Evelle: «las herramientas digitales pueden usarse para la construcción política o el pacto social o como fuerza para desestabilizar «

24 febrero, 2016 |Antonella Perini | Asuntos del Sur

* Por Antonella Perini

No tengo dinero para comprar Facebook, ¡pero la capacidad que me dan las nuevas tecnologías me permiten crear una! Eso es empoderamiento. Monique Evelle es nativa digital, activista de derechos humanos y fundadora de Desabafo Social, una organización que busca empoderar a los jóvenes en la vida pública mediante acciones educativas y de comunicación. Interesados en conocer su experiencia y visión sobre las transformaciones que están hackeando la política, hablamos con ella sobre los resabios históricos en Brasil, la utilización de las herramientas digitales en la vida pública, el rol de los jóvenes en la construcción democrática de la región y la manera de abordar los derechos humanos en la era digital.

Resabios excluyentes en Brasil

Brasil tiene hoy 515 años. Pero fueron más de 400 años de esclavitud y 21 años de dictadura militar. Como sostiene Monique, por cuestiones históricas, las personas reproducen el racismo, la xenofobia y el machismo de forma natural. Estos son los resquicios de los años de esclavitud, dictadura y patriarcado.

En 2015 se eligió en Brasil al Congreso más conservador después de la dictadura militar. Para Monique, esta ola conservadora que está teniendo lugar también en otros países de América Latina, está dando a la democracia un trabajo doble: por un lado, luchar por los derechos ya garantizados -y que en el caso de Brasil están retrocediendo-; y por el otro lado, intentar cambiar las desigualdades existentes, tanto las sociales y de clase, como las raciales y de género.

Todo esto se da en un contexto en el cual el modelo escolar, un modelo que data del siglo XVIII, y el modelo partidario, tampoco cambiaron. Ambos modelos están quebrados y no tienen en cuenta las demandas de los jóvenes. El sistema de partidos no acompaña en el espacio y en el tiempo a las nuevas generaciones que están insatisfechas con los modelos quebrados de democracia. Como aclara Monique, “no queremos sólo hablar de derechos civiles, queremos hablar de derechos difusos; quiero hablar de libertad de la comunicación, quiero hablar del derecho a la libertad sexual”.  Para la generación Y, la generación Z y las generaciones que vienen, “los modelos democráticos necesitan ser diferentes”.

Herramientas digitales como megáfonos y termómetros

En contraposición a los modelos institucionales tradicionales, las herramientas digitales abren nuevas posibilidades. Monique ve las herramientas digitales como una suerte de megáfonos y termómetros. Por un lado, porque la popularización de internet posibilitó que ésta se convierta en una caja de resonancia, en un espacio abierto de demanda social, tal como se observó durante las manifestaciones de 2013 y 2014 en Brasil.

Por el otro lado, las herramientas digitales sirven de termómetro de las políticas de gobierno y la democracia actual.  De hecho, en los últimos años, el gobierno federal de Brasil lanzó tres plataformas de software libre para acompañar y controlar las políticas que están siendo construidas conjuntamente con la sociedad. No obstante, la participación de la sociedad no deja de tener sus obstáculos: cuando se intentó ampliar las participaciones directas dentro del legislativo, éste limitó la participación.

Como sostiene Monique, las herramientas digitales pueden usarse para la construcción política o el pacto social o bien como fuerza para desestabilizar o hacer un control social. “A pesar de que tenemos hoy mayor acceso a las plataformas digitales, todavía tenemos que pensarcómo esas herramientas son utilizadas“.

Valorización de las nuevas generaciones

Las nuevas estrategias políticas pensadas por los jóvenes se articulan no sólo en el espacio físico sino también en el ciberespacio. Monique sostiene que cuando uno vea que, por ejemplo, una persona está conectada y la otra no, y a pesar de eso, el diálogo fluye y el partido respeta las opiniones, podremos decir que estamos en un estado democrático, de derecho y de bienestar social. “En cuanto veamos eso, no vamos a estar discutiendo si en Brasil y otros países de América Latina existe una democracia real”.

Monique asegura que en Brasil las diferentes generaciones desvalorizan a las generaciones que están llegando. Dado que la convivencia intergeneracional alimenta el principio democrático, hace un llamado a la acción, “precisamos respetar la opinión del otro sin eliminarlo”.

En Brasil, nos cuenta Monique, existen leyes que obligan a las escuelas a hablar sobre racismo y género. Sin embargo, los educadores no tienen la formación suficiente para hablar sobre esto o el lenguaje utilizado no da cuenta del contexto, -”cuando quieres hablar de derechos humanos con un niño, tienes que tener el lenguaje del niño”-.

En respuesta a esta problemática, Ubuntu, la plataforma de software libre y código abierto creada por Desabafo Social, tiene por objetivo debatir los derechos humanos con un lenguaje que todos entiendan y que facilite la fuerza de diálogo y construcción. ¿Por qué una nueva red social? Porque “hay que hablar sobre un asunto y un medio que no sea de mercado, que no sea neoliberal”.

Abrir el debate sobre los derechos humanos en internet

Las movilizaciones que tuvieron lugar en Brasil en los últimos años aumentaron la difusión de las demandas sociales, pero al mismo tiempo también aumentaron los números de violaciones de derechos en internet. Lo que preocupa a Monique es que estas articulaciones políticas tienen lugar en las redes sociales controladas por empresas privadas que venden nuestros datos a otras empresas con fines comerciales.

Las personas no están discutiendo la propia internet. Esta cuestión todavía se está desarrollando como un debate académico, todavía no es un debate abierto para toda la sociedad. Monique reconoce que el problema recae en la forma y el lenguaje con el que se habla sobre los derechos humanos en internet. “Si fuese abierto las personas tendrían más curiosidad de, por lo menos, leer los términos de uso de las redes sociales antes de cliquear el ‘ok, estoy de acuerdo’”. Además, sostiene Monique, el sistema capitalista te dice que si no formas parte de la mayor red social, no sos nadie, y es difícil luchar contra esto. “Yo no tengo 5 millones de dólares para comprar Facebook y hacerla una red social libre, por eso creé otra [Ubuntu]“.

* Colaboradora de #InnovaPolíticaLatam

Fuente de la Entrevista y de la foto: http://www.asuntosdelsur.org/blog/2016/02/24/como-abordar-los-derechos-humanos-en-la-era-digital-entrevista-a-monique-evelle/

Fuente de la foto del encabezado: http://www.asuntosdelsur.org/innovapolitica/wp-content/uploads/sites/4/2016/02/monique-ds.jpg

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