Page 6 of 6
1 4 5 6

La Contrainformación noticiosa como experiencia educativa contrahegemónica

La contrainformación noticiosa como experiencia educativa contrahegemónica

Venezuela/ Febrero de 2016/ Autores: Iliana Lo Priore y Jorge Díaz Piña 

Jorge Díaz Piña
Jorge Díaz Piña

Un aspecto fundamental para diagnosticar y valorar las tendencias en la educación mundial, regional o local, es la información noticiosa al respecto. En ese sentido, la noticia es un género discursivo que se enmarca en el discurso informacional educativo. Asimismo, comentar o hacer otras noticias sobre noticias ya publicadas, puede considerarse, desde una perspectiva comparatista, como hacer contrainformación respecto de una información. Contrainformación interesada en promover una reflexión crítica en el “receptor”. La contrainformación puede basarse en el enfoque deconstructivista de Derrida (1982), la figura del comentario de Foucault (1980) o el proceso de recontextualización de Bernstein (1990). Con apoyo en esos aportes se fundamentarían los criterios de noticiabilidad. Criterios que darían pautas para el formato de producción noticiosa contrainformacional (lo sintáctico, lo semántico y lo pragmático), así como para inducir un modelo interpretativo en el “lector” ya que, como señala Fabbri (2000), un texto lleva inscrito como quiere ser considerado.

Iliana Lo Priore

La hegemonía capitalista impuesta por medio de los digitalizados flujos informacionales para la interconexión mundial, entre estos los noticiosos, condujo a que se llamara a este nuevo tipo de relacionamiento social mediático con el eufemismo ideológico neoliberal de “sociedad de la información” y por sus críticos anticapitalistas “globalización digitalizada neoliberal” o “globorrecolonización informacional transnacional”.

A partir de los años 90 del siglo pasado se promovieron estrategias y eventos de carácter internacional para acelerar ese proceso mercantilizado de informatización e informacionalización global con el que se solapará la expansión transnacional capitalista neoliberal para la producción de “infoplusvalía”. Un tipo de relación social simbólica o semiótica que se soporta en el tipo de trabajo inmaterial por cognitivo, explotado al no ser remunerado, de millones de trabajadores y usuarios informáticos, el llamado cognitariado, a semejanza del proletariado concebido por Marx como general intellect (trabajo intelectual colectivo o general de la sociedad).

Lo que condujo a que se crearan instancias o mediaciones transnacionales de organización y control con la finalidad de regimentar un “nuevo orden mundial de información y comunicación” desde el control de nodos de las redes informacionales y comunicacionales edificadas a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs). Un nuevo régimen informacional internacional que históricamente (Mattelart, 2002), redefinirá transformadoramente la naturaleza de la información (Abril, 2005), creando un nuevo modo de información (Poster, 1987), que incidirá mediante relaciones de poder en los procesos de subjetivación de los individuos (Castells, 2010), de forma tal que inducirá configurarlos alienadamente como SUJETOS INFORMACIONALES, individuos sujetados, disciplinados o dominados según el enfoque foucaultiano, para pensar y actuar de acuerdo a los flujos de información instrumentalizados que circulan fetichistamente a través de la red de Internet, con base en la presunta necesidad de estar informados de ese modo. Ante lo cual es clave estratégicamente para las luchas por la emancipación, propiciar y afianzar la autonomía reprogramadora y contrainformacional en los individuos.

Lo expresado en el primer párrafo puede ser desarrollado y ampliado con otros aportes intelectuales para contribuir al propósito señalado de favorecer el mejor diseño para la elaboración del formato de producción noticiosa contrainformacional e inducir un modelo de interpretación hermenéutico-crítico en el lector y así promover una experiencia educativa.

Siendo que nosotros somos educadores, y que nuestro accionar está orientado primordialmente hacia y desde el campo educativo y a defender su naturaleza como espacio o ámbito público, en el que los sucesos o eventos concernientes deben ser difundidos y sometidos a deliberación o debate críticos dentro de la más amplia participación, nos parece pertinente que enfoquemos nuestras consideraciones respecto a su contrainformación noticiosa a partir de las derivaciones que se pueden transferir reconstructivamente desde el concepto pedagógico de experiencias de formación (cuyos antecedentes se encuentran más vinculados históricamente a la noción alemana y hegeliana de Bildung, “formación educativo-cultural”, que a la Paideia griega, sin que por echar mano críticamente del acervo pedagógico universal, se nos pueda adherir al eurocentrismo o a los neohegelianos), a la noción que proponemos de EXPERIENCIAS DE IN-FORMACIÓN NOTICIOSA. Asumiendo por experiencia su acepción hermenéutica, la experiencia hermenéutica, en tanto apertura negativa dialécticamente hacia los textos noticiosos respecto de la información sobre sucesos, objetos, eventos, etcétera; experiencia de naturaleza dialéctico-productiva en consecuencia, ya que transforma los saberes, conocimientos, representaciones y valoraciones previos acerca de aquellos, así como al mismo lector interpretante porque se asume que comprender es comprender-se (autoconciencia).

Para Benjamin (1980), la insurgencia informacional de la prensa burguesa contribuyó a la decadencia del arte de la narración, que favorecía la transmisibilidad de la experiencia, al empobrecer en los individuos la capacidad de internalizar concientizadoramente los acontecimientos o sucesos del mundo. Esto lo atribuyó a la forma discursiva de la noticia en la prensa capitalista: extrema brevedad, secuencia ahistórica, superficialidad, desvinculación de las noticias entre sí, compaginación o fragmentación y otros. De esta forma se impermeabiliza la experiencia ante la información noticiosa. Sin embargo, en la prensa, de manera paradójica, sobreviven formas narrativas como la crónica y los artículos de creación en tanto formas de autoría periodística. En estos géneros breves, gracias al “autor como productor o editor”, se convierten las informaciones en cortas narraciones, haciendo que las noticias pasen a ser parte de la experiencia del lector (transmisibilidad de la experiencia por vía de la narración). A esto último aludimos con la noción de experiencias de in-formación noticiosa. Por consiguiente, hay que procurar contrarrestar las características señaladas de las noticias burguesas como las calificó Benjamin, a las que hoy día podemos agregar la sobreabundancia y saturación informacional mediática multimodal, lo que incide en su duración efímera porque lo noticioso de hoy es condenado al olvido o borrado por lo noticioso de mañana que conduce paradójicamente a la desinformación, con la finalidad de propiciar las experiencias de in-formación noticiosa en el lector que, por el contrario, inciden en la hilación, vinculación, continuidad y perduración interpretativa de la información densa a semejanza del tipo de asimilación que genera el aprendizaje significativo. Para que, parafraseando a Gadamer (1977 ) o a Ricoeur (1998 ), el lector inmerso en la incitación hermenéutica de la lectura de la noticia, al interpretarla se comprenda o emplace a sí mismo ante los sucesos del mundo educativo.

En ese sentido, nos parece que resulta de mucho interés el aporte de Gadamer (ob. cit.) con sus categorías horizonte de sentido y fusión de horizontes de sentido al considerar la relevancia de las preguntas o interrogantes que puedan ser inducidas explícita o implícitamente en el lector por medio de la noticia en relación con ellas. En otros términos, se destaca la relevancia de la formulación de interrogantes que abran nuevos horizontes de sentido en el lector y propicien a la vez la fusión de horizontes de interpretación con los del autor o editor de noticias. Esto último lo posibilitaría la dialógica entre preguntas y posibles respuestas iterativas, en la que las preguntas inscritas en el texto noticioso son reconstruidas por el lector dejando de estar en el horizonte originario del texto y en el horizonte previo del intérprete, resituándose en la fusión de horizontes realizada.

Otra estrategia contrainformacional para reelaborar resignificadoramente noticias, se puede derivar también de lo que genéricamente el semiólogo Fontanille (1988) califica como transcodificación. Una ejercitación de recontextualización para descodificar/recodificar los textos que se lleva a cabo “alterándolos”. Por alteración del texto, comprende el cambio de opciones que se verifica sobre sus estructuras inmanentes o subyacentes de significación (figurativas, narrativas-temáticas, actanciales o sintácticas y semánticas), revisadas y puestas de manifiesto al reactivar su esquema o recorrido generativo de significación, para realizar un proyecto enunciativo de reescritura no conforme con el texto originario o no estereotipado de la noticia inicial. Con base en las posibilidades virtuales de los editores (competencias modales de “saber-hacer” y “saber-ser” principalmente), que ayudan a que se reconstituyan o expresen como sujetos discursivos.

La nueva noticia contrahegemónica siempre será un discurso realizado entre otros discursos noticiosos realizados también o virtuales. Un producto más o menos previsible por ser resultado de la selección virtualizada de todas las demás posibilidades, a través de las cuales se constituye o recrea el sujeto del discurso.

La ejercitación de alteración textual practicada en el ámbito educativo la califica Fontanille (ob. cit.) pedagogía de la insolencia por cuanto “libera de los discursos de autoridad y de los discursos autorizados”(ob. cit. p. 128). Para ejemplificar los niveles generativos de significación por el proceso o recorrido hermenéutico de un texto con base en este tipo de ejercitación pedagógica, en el que cada nivel es rearticulado complejamente en el siguiente, y que pueden ser alterados por sustitución para iniciar a los estudiantes en su decodificación/recodificación escriturada, podemos considerar hipotéticamente su discurso imaginario sobre la vida. Así, partiendo del par categorial “día/noche” o “luz/oscuridad”, tendríamos su nivel, estructura o determinación figurativa (perceptual, temporal o actoral), luego hallaríamos sucesivamente “preservación/pérdida/reparación” (su estructura narrativa-temática), “conjunción/disjunción” (su estructura actancial o sintáctica) y finalmente, “vida/muerte” o “existencia/inexistencia” (su estructura semántica elemental).

Con respecto a las contribuciones que se pueden desprender para la elaboración de la contrainformación noticiosa de las elaboraciones deconstructivistas derridianas, del comentario foucaultiano y de la recontextualización bernsteiniana, señaladas en el primer párrafo del presente texto, podemos indicar sucintamente lo que sigue.

Para el deconstruccionismo derridiano todos los textos están abiertos a interpretaciones alternativas. De aquí se infiere que la deconstrucción puede ser considerada como método o estrategia de lectura reinterpretativa de la noticia en este caso, centrado primordialmente en la crítica del logocentrismo dominante por medio de la imposición arbitraria y manipuladora de la relación entre significantes y significados. De aquí que la deconstrucción de las noticias sea un acto político de cognición que subvierte la estabilidad o normalidad de los significados y sus significantes que actúan oprimiendo las lecturas alternativas basadas en la diferencia.

La figura del comentario foucaultiano conjuraría el azar interpretativo del discurso noticioso al tenerlo en cuenta para reproducirlo pero diciendo otra cosa respecto al texto noticioso primario. Un ejemplo de comentario son los textos de las disciplinas científicas que son pedagogizados o convertidos por medio de transformaciones en textos o manuales pedagógicos. Esta figura foucaultiana se asemeja a la de recontextualización bernsteiniana, que se puede concebir como un principio de reubicación, de selección, reordenamiento y reenfoque mediante el cual un discurso o noticia original se ve transformado por su relacionamiento con otro discurso que lo implica o subsume resignificándolo.

Con lo expresado hasta aquí, queremos concluir resaltando que hemos tratado de aproximarnos desde diversos puntos de vista a evidenciar las posibilidades críticas alternativas, unas entre muchas más, de hacer prevalecer la enunciación frente a lo hegemónicamente enunciado, lo “por decir” sobre “lo dicho” y, el acto crítico de producción noticioso sobre el texto realizado. Desde este perspectivismo, los enunciados reproductores de un texto serían objeto de experiencia, de experiencia de in-formación noticiosa, para producir nuevos enunciados resignificadores al respecto. La enunciación contrainformativa sería la transformación de esos enunciados en contenidos de un nuevo texto que producen los sujetos discursivos de la contrahegemonía anticapitalista.

Referencias

Abril, G. (2005). Teoría general de la información. Datos, relatos y ritos. Madrid: Cátedra.

Benjamin, W. (1980). Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Madrid: Taurus.

Bernstein, B. (1990). Poder, educación y conciencia. Sociología de la transmisión cultural. Barcelona: El Roure.

Castells, M.   (2010). Comunicación y poder. Madrid: Alianza Editorial.

Derrida, J. (1982). Dónde comienza y cómo acaba un cuerpo docente. En: Grisoni, D. (comp). Políticas de la filosofía. México: F.C.E.

Fabbri, P. (2000). El giro semiótico. Barcelona: Gedisa.

Fontanille, J. (1988). Semiótica y enseñanza: heurística, creatividad, dominio. En Rodríguez, J. Educación y comunicación. Barcelona: Paidós.

Foucault, M. (1980). El orden del discurso. Madrid: Tusquets.

Gadamer, H-G. (1977). Verdad y método. Fundamentos de una hermenéutica filosófica. V. I.Salamanca: Sigueme.

Mattelart, M. (2000). Historia de la sociedad de la información. Barcelona: Paidós.

Poster, M. (1987). Foucault, marxismo e historia. Modo de producción versus Modo de Información. Buenos Aires: Paidós.

Ricoeur, P. (1988). Retórica, poética, hermenéutica. En Valdés, J. y otros Con Paul Ricoeur: Indagaciones hermenéuticas. Caracas: Monte Ávila.

 

Autores:

Iliana Lo Priore. Miembro del Equipo fundador de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa. Profesora Titular UC. Investigadora del CIM. Doctora en Educación.

Jorge Díaz Piña. Miembro del Equipo fundador de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa. Profesor Universitario de la UNESR. Investigador del CIM.

Comparte este contenido:

Reflexiones sobre la Investigación Educativa en Venezuela

Venezuela/ Febrero 2016/ Autor: Jesús E. Contreras H.

POR EL AVANCE DE LAS CIENCIAS Y LA MASIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN CON CALIDAD

La expresión precedente aunque no muy original, de entrada, invita a una profunda reflexión en lo que implica el ser y el hacer de las ciencias, de la investigación, y en lo particular, la investigación educativa y sus orientaciones ontoepistemológicas como lo es la estructura sistémica de sus construcciones y por supuesto su socialización en las comunidades científicas y colectivos populares que se encuentran involucrados en las interpretaciones y transformaciones de los fenómenos y hechos educacionales.

Para que una fuente de conocimiento (El SER) sea confiable y relativamente válida se requiere de lo que Padrón (1998) señala altos contenidos de sistematización y un fuerte esfuerzo de socialización comunicativa, esto significa por una parte producciones socio-cognitivas, afectivas-emocionales y ético-morales en los distintos trabajos que se generan principalmente en las universidades y centros de estudios e investigación, donde los actores fundamentales, estructurales y funcionales lo representan; docentes, estudiantes, investigadores y asesores, que también, en la mayoría de los casos se expresan en los diversos trabajos de grados, trabajos de ascensos, trabajos investigación con financiamiento público y privado: importa en esta parte los componentes de la estructura diacrónica y sincrónica de estas producciones. Por otro lado, pero vinculado a lo anterior, la socialización de este trabajo sistémico y sistemático convencionalmente tiene lugar y manifiesto en las llamadas defensas de tesis o sustentaciones orales como últimamente se han denominado.

El asunto a manera muy personal se sitúa en el (HACER) de las investigaciones, trataré de abordar el tema desde una lógica singular que dé cuenta algunos aspectos de orden experiencial cuyo dominio relacional y operacional tienen ocurrencia en las universidades. Primero la calidad es un atributo asociado a la producción y en general a las prácticas generativas de bienes y servicios, la investigación educativa y sus determinaciones lógico- formales-curriculares (componente empírico, teórico, metodológico, operativo y contextual) no están exentan de esta distinción conceptual y operativa.

Haciendo un ligero recorrido histórico del planteamiento observamos etapas bien diferenciables: una artesanal donde el hacer de la investigación educativa viene dado por prácticas y secuencias operativas bien hechas pero sin importar el costo y esfuerzo por la implicación, donde lo que importa es crear un único producto o expresión científica. Sucesivamente, se evidencia un estadio que describe el uniformismo y sincronía de la investigaciones caracterizado por hacer muchos trabajos educativos, lo relevante es el número de prácticas en el tiempo con gran omisión que las mismas den satisfacciones y respuestas a demandas reales de problemas y necesidades educativas, esta etapa pudiera denominarse generación conductista en serie.

En otro momento se encuentran investigaciones cuya prácticas se orientan al igual que la anterior a una generación de trabajos importantes pero fuertemente apegadas a la exaltación del investigador, a sus cualidades cognoscitivas e instrumentales para hacer investigaciones, importa no sólo el número, sino la negación de unos pocos sobre la mayoría, expresado en una competencia seria por desplazar aquellas producciones que no reúnan los criterios lógicos formales y técnicos instituidos en las comunidades científicas, esta etapa está caracterizada por el egocentrismo científico ciego a las transformaciones útiles del fenómeno de la educación, pudiera referirme a una calidad que responde a lo singular pero carente de pertinencia sociopolítica de las necesidades reales que demandan continuas y sostenidas soluciones, es un orden donde todo cambia pero los problemas a resolver persisten.

En el extremo opuesto y medular de esta idea encontramos un estadio ideal posible que centra el trabajo científico en dar soluciones educativas no sólo al investigador/institución sino a la sociedad, razón y esencia de la calidad sistémica, total, gestáltica y empática del proceso, es decir, investigaciones que respondan a un alto contenido de calidad pero al mismo tiempo arraigadas a la pertinencia que transciende a lo individual para dar paso a lo colectivo y social de la educación.

Importante entonces, para todo investigador del fenómeno de la educación y el comportamiento humano, es ser consciente de todos estos estadios resumidos anteriormente y situar nuestra práctica de estudio en las demandas sociales para ofrecer confianza como valor agregado de lo humano y consciente hacia el prójimo y el semejante, y sobre todo brindar apoyo y andamiaje a los más necesitados fundamentado en las premisas de: aprender a investigar, hacer investigaciones, para luego así enseñar el aprendizaje de la investigación en el marco de las políticas públicas para la Educación Universitaria, la Ciencia y la Tecnología, pareciera un aprendizaje complejo de una psicología compleja y complicada pero sólo así, se podrá tener una visón humana transcendental del ser y el que hacer de la investigación y en consecuencia hablar de masificar la investigación con calidad y excelencia.

Padrón, (1998). Modelo de Variabilidad de la Investigación Educativa. Caracas. Venezuela.

Autor: Jesús E. Contreras H. Docente Investigador de la Universidad “Rómulo Gallegos”. Coordinador del Centro Nacional de Investigaciones Educativas CNIE-Guárico. jcontrerash134@hotmail.com.

Fuente de la Imagen: http://corresponsalesdelpueblo.bligoo.com/venezuela-curso-hacia-maestria-en-educacion-comparada-reflexiono-sobre-estado-ecologia-y-politica

Maestría en Investigación Comparada
Maestría en Investigación Comparada

 

 

Comparte este contenido:

Dialéctica de los Saberes en la Calidad Educativa

Iliana Lo Priore
Iliana Lo Priore
Jorge Díaz Piña
Jorge Díaz Piña
Venezuela/ Febrero de 2016/ Autores: Iliana Lo Priore y Jorge Díaz Piña. 

Siendo como es la calidad educativa una noción a la que se le atribuye variadas significaciones y connotaciones por estar situada en el terreno de la confrontación ideológica entre fuerzas político-culturales que luchan por la hegemonía escolar (“dirección intelectual y moral”) en sus distintos niveles y modalidades, no resulta fácil partir de una de ellas, por la disputa en que está envuelta, para desde allí establecer consideraciones que puedan revestirse de alguna legitimidad y validez de manera consensuada por alguna mayoría. No obstante, hay que asumirse implicado muy conscientemente en la polémica desde el lugar que se ha escogido racionalmente para realizar reflexiones que respecto de una temática o aspecto escolar que estén relacionados con la susodicha calidad educativa.

Un aspecto que se aborda desde distintas ópticas, según sea la ubicación político-ideológica del analista, es la vinculada con la poca o ninguna disposición para aprender escolarmente por parte de un número altamente significativo de niños y jóvenes que generalmente se corresponde con los provenientes de los sectores populares, aunque se manifieste también en algunos que proceden de los denominados sectores medios bajos y altos pero en mucho menor cuantía.

Ello, de manera que nos parece superficial, se despacha endilgándoselo a la falta de motivación para aprender que portan. Para unos, debida a la poca incentivación cultural del medio socio-familiar o clase social de origen de los sectores populares, o a la crisis generacional o existencial pero pasajera de definición del proyecto de vida en los hijos de los sectores socialmente medios. Muy pocos osan atribuirlo al papel socioinstitucional que juega la institución escolar actual en la disputa por la hegemonía en ella.

Últimamente, retomando viejos señalamientos descalificadores, se culpa a la incapacidad de los educadores de esa falta motivacional en los estudiantes  por parte de los ideólogos neoliberales que atacan internacionalmente de nuevo a la escuela con base en la necesidad de la promoción de la privatización de la educación escolar; así como a la presunta incapacidad “natural” de los pobres “culturalmente premodernos” para acceder a la “cultura moderna” (especie de fatalidad bio-psico-social que los condena a ser relegados y excluidos por siempre) y por lo cual no se justificaría el gasto social empleado en la educación de ellos. Es irónico que muchos de los portavoces de estas descalificaciones sean o hayan sido educadores procedentes socialmente de los sectores populares.

Cuando culpan a los educadores, obviamente parten de la premisa de que la motivación primordialmente es algo externo al estudiante, que proviene de afuera hacia dentro. Pero como los docentes también proceden mayoritariamente de los sectores populares, poseyendo por tanto, muy “baja autoestima” o “falta de disposición ética profesional”, según los neoliberales, es prácticamente imposible que puedan transmitir la motivación de la que carecen culturalmente por naturaleza. Entonces, se reproduce el denominado círculo vicioso de la reproducción de la “pobreza cultural”. Por consiguiente, para los neoliberales, así no lo manifiesten abiertamente sino encubiertamente, lo más conveniente es ir asumiendo estrategias que a futuro excluyan tanto los estudiantes procedentes de los sectores o clases populares, o los articulen privatizadoramente (con base en aquella conseja capitalista de que “lo que se aprecia es lo que cuesta o se paga”, o lo que es lo mismo, todo aquello que se convierta en mercancía), y a los docentes sustituirlos por redes tecnológicas con programas de aprendizaje o por un “cyborg on line”, y certificar los aprendizajes a través de instituciones virtuales creadas para tal fin. El ahorro de costos sería extraordinario y las ganancias inconmensurables para los negociantes capitalistas de las franquicias educativas.

Sin embargo, las investigaciones sobre la motivación al respecto, han demostrado que fundamentalmente es de carácter intrínseco, que no depende principalmente de agentes o factores externos. Sin que ello desdiga de la incidencia que desde fuera se pueda favorecer a través de ambientes o acciones estimulantes.

En mejores términos, el proceso de aprendizaje, o mejor dicho, de la asimilación o construcción de conocimientos o saberes escolares por parte de los estudiantes, dependerá fundamentalmente del posicionamiento de los niños y jóvenes (de su deseo de saber, su “motivación”) ante el deseo de los otros (docentes, los padres, los iguales, etcétera) y de lo otro (la institución escolar, la sociedad, el Estado, etcétera) y, por otra parte, de la aceptación o represión biopsicosocial de saberes o conocimientos propios considerados escolarmente como ilegítimos, no reconocidos, subalternos o descalificados, que se portan e identifican desde el contexto sociofamiliar de clase popular del que se procede. Aquí se pone en juego una dialéctica decisiva que evidenciará la naturaleza de la educación, “su calidad”, reproductora o liberadora: la aceptación o rechazo por parte de los estudiantes de los otros y de lo otro para salvaguardar su deseo de saber o no-saber. El no-saber implica una defensa de su saber aunque esto parezca paradójico o contradictorio, como lo es corporalmente para niños, niñas y jóvenes populares en la escuela capitalista. Su resolución dialéctica o analéctica (sin síntesis, sino conviviendo y portando la contradicción para sobrevivir sobreadaptándose): “paso por la escuela sin que ella pase por mí”.

Es decir, para que la escuela “pase por mí”, ésta tiene que cambiar, debe reconocer y valorar mi saber, el saber popular, saberes que el niño, adolescente y joven porta, que es un no-saber para la escuela reproductora.

Autores: 

Iliana Lo Priore. Miembro del Equipo fundador de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa. Doctora en Educación, Magíster en Desarrollo Curricular, Especialista en Desarrollo Infantil. Diseñadora y evaluadora curricular de carreras y programas nacionales de formación de pre y postgrado, Autora y coautora de textos y artículos en el ámbito educativo. Coordinadora de programas comunitarios para la familia e infancia, Profesora Titular UC. Investigadora acreditada en PEII, nivel C. Investigadora del Centro Internacional Miranda (CIM).

Jorge Díaz Piña. Lic. En Ciencias Sociales (UPEL), Magister en Enseñanza de la Geografía (UPEL), Doctorante en Ciencias de la Educación, Profesor Universitario de la UNESR. ExDirector General de Investigación y Educación del MSDS. Miembro del Equipo fundador de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa. Autor y coautor de textos y artículos en el ámbito educativo. Investigador acreditado en PEII, nivel B. Investigador del Centro Internacional Miranda (CIM).

Comparte este contenido:

La Educación Inclusiva como Proyecto Político

Jurjo Torres Santomé
Jurjo Torres Santomé

España/ Enero de 2016 / Autor: Jurjo Torres Santomé / Fuente: Cuadernos de
Pedagogía, Nº 461, Noviembre 2015, pág. 8

La educación inclusiva es un proyecto político destinado a identificar y
superar los obstáculos que impiden o dificultan ser admitidos en las
instituciones escolares, trabajar con los recursos adecuados, participar
democráticamente en las aulas y tener éxito. La educación inclusiva es
mucho más que agrupar en las mismas aulas a estudiantes con diversos
orígenes étnicos, clases sociales, sexualidades, capacidades, religiones, …
Exige tratarlos como iguales, pero diferentes; como ciudadanía a la que
mediante recursos y tareas adecuadas, apoyos y tutorías se le facilitan sus
procesos de enseñanza y aprendizaje. Requiere un profesorado bien
capacitado cultural, sociológica, psicológica y pedagógicamente;
comprometido con esta filosofía, vigilando que en el ejercicio de sus
decisiones más técnicas no se ponga en peligro el objetivo de la inclusión
y no discriminación.

Una política educativa inclusiva es un modo de contribuir a desmontar la
arquitectura de la exclusión y de la desigualdad y, simultáneamente, de la
autoculpabilidad y/o autoodio de la persona excluida.

Una educación inclusiva requiere una formación y actualización del
profesorado que incida en esta línea de trabajo; exige prestar más atención
a qué expectativas y actitudes del profesorado son las que dominan su
praxis pedagógica; qué conocimiento profesional limita sus prácticas y
favorece procesos de exclusión y/o de asimilación; qué prácticas
pedagógicas limitan el potencial de transformación que tiene una educación
democrática; qué filosofías y programas políticos cercenan sus aspiraciones
y la obligación moral de ser optimistas.

Sin una legislación educativa que apueste por la justicia curricular
inclusiva no podemos hablar realmente de políticas y sociedades
democráticas, sino de eslóganes, palabras vacías, ambiguas, pero sin valor
y poder real para incidir y transformar las realidades de injusticia en las
que son obligados a vivir muchos colectivos sociales.

Fuente del Artículo: jurjotorres.com/?p=4626

Fuente de foto: http://jurjotorres.com/wp-content/themes/fresh
editorial/images/mainimage.jpg

Procesado por: Iliana Lo Priore. Miembro del Equipo fundador de la Red
Global/Glocal por la Calidad Educativa Doctora en Educación, Magíster en
Desarrollo Curricular, Especialista en Desarrollo Infantil. Diseñadora y
evaluadora curricular de carreras y programas nacionales de formación de
pre y postgrado, Autora y coautora de textos y artículos en el ámbito
educativo. Coordinadora de programas comunitarios para la familia e
infancia, Profesora Titular UC. Investigadora acreditada en PEII,
nivel C. Investigadora del CIM y Asesora Local (Venezuela) de Teacher Task Force/Unesco.

 

Comparte este contenido:

Entrevista: Juan Carlos Monedero

Juan Carlos Monedero es quizá el europeo que mejor conoce a Venezuela. Ha estado en el país durante años, ocupando distintas responsabilidades, entre las cuales destacan el haber sido asesor del Comandante Chávez y co-fundador del Centro Internacional Miranda (CIM).

A comienzo de este año, hace tan solo cuatro meses, Juan Carlos Monedero junto a Pablo Iglesias, Iñigo Errejon, numerosos movimientos del 15 M y las organizaciones anticapitalistas de España crearon el movimiento político electoral PODEMOS. Movimiento que presento candidatos al Parlamento Europeo de los cuales alcanzó cinco escaños obteniendo el histórico 8 % de la votación. PODEMOS se convirtió en la tercera fuerza política de Madrid y la cuarta de toda España, rompiendo definitivamente con el bipartidismo en ese país.

Juan Carlos le concedió a LA OTRA MIRADA desde Venezuela que dirige Luis Bonilla-Molina la primera entrevista después de este importante triunfo para que el país conociera su valoración de la misma. Solicitó expresamente que la misma fuera divulgada en aporrea.org, a la par que concedía otra entrevista en audio para las radios comunitarias. Ambas están disponibles aquí. De estas entrevistas es posible extraer lecciones y comprender que el triunfo de PODEMOS forma parte de la nueva situación política mundial en la cual emergen nuevas voces y nuevos actores que se resisten a que la crisis del capitalismo la paguen los más pobres, los trabajadores y los estudiantes.

Artículo publicado originalmente en aporrea

Comparte este contenido:
Page 6 of 6
1 4 5 6