Por: Juan Vivas
La humanidad, históricamente, de forma natural ha buscado el equilibrio y la estabilidad social hasta el punto de llegar al consenso entre los individuos, alejándose de la ira y el egoísmo y resolviendo de forma pacífica los conflictos. Sin embargo, esta tendencia natural del hombre ha costado vidas al paso del tiempo.
Un reconocido activista de Derechos Humanos llamado Martin Luther King escribió: “La verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión; es la presencia de justicia”; esto nos hace pensar que para construir la paz y disminuir los conflictos y tensiones sociales debemos apelar a la educación como una herramienta que fortalezca y multiplique esa esencia natural de todo ser humano en su continua búsqueda de la paz.
Desde el punto de vista de La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la preocupación por la paz ha logrado que los países realicen un esfuerzo que en términos de organización dio como resultado: 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas de la nueva agenda universal.
Un posible paso para construir la paz es impulsar y concretar estos objetivos, los cuales enuncian: “…Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo”; “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”; “Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas”; “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”; “Reducir la desigualdad en los países y entre ellos; Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas”.
Ahora bien, los Objetivos de Desarrollo del Milenio marcan una posible ruta a seguir hasta el 2030. Estos deben estar entrelazados con la realidad y ser vinculados a la educación para fortalecer los derechos humanos de todas las personas y alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.
Objetivos que son de carácter integrado e indivisible y conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental, siendo la base para entender un posible camino mundial para construir la paz.
En Latinoamérica la postura de Venezuela es el llamado al diálogo, la tolerancia y la búsqueda de una sociedad solidaria y liberadora siempre dentro del ámbito del respeto a los Derechos Humanos y el legítimo derecho de mantener nuestra independencia y soberanía.
La ruta para construir la paz se sustenta en la protección social dirigida a las personas, comunidades y grupos sociales que viven en constantes situaciones de vulnerabilidad, en la búsqueda de un modelo humanista centrado en la mujer y el hombre, quienes de forma protagónica han venido ejecutando actividades en los ámbitos locales, nacionales e internacionales en conjunto con el Poder Popular, transfiriéndole el poder al pueblo y haciendo de la educación una prioridad.
La transversalidad de educación impregnada de la visión de los DDHH con el propósito de profundizar el sistema político social, que van desde una organización social tal como lo es la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz hasta un Consejo Comunal organizado con miras a una Comuna o Eje Comunal donde el fin último es la búsqueda de la justicia y la paz.
Otra de las premisas para la búsqueda de la construcción de la paz es que, en el contexto de la educación popular podemos promover y defender el derecho a la vida, a la integridad, a la libertad y a la seguridad personal, haciendo consciente a las y los ciudadanos sobre la defensa y promoción de los derechos humanos y su vital importancia como ruta segura para garantizar la paz.
Por último, y no menos importante, tenemos como tarea pendiente coadyuvar en la búsqueda de espacios de reflexión permanente para resolver de forma integral cualquier problema que se presente en la construcción de la paz desde la educación, reconociendo el esfuerzo e iniciativas tales como: el movimiento por la paz y por la vida, la creación de estructuras ministeriales especializadas en el tema, la aplicación del Plan Nacional de Derechos Humanos, la profundización en la legislación y la voluntad política del Estado para cumplir los Objetivos del Milenio y, por ende, alcanzar la mayor suma de la felicidad posible para llegar a construir una verdadera paz social.
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/construir-paz-educacion-tematica/
Imagen: Edgar Vargas.