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Las disciplina al servicio de la liberación del oprimido

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo y Yanelis Vispo Rodríguez

 

Introducción

¿Por qué alguien querría dedicar su vida a enseñar a los demás? ¿Por qué las personas se empeñan en transmitir y crear conocimiento, cuando el saber es provisional? (TALIS 2013. Estudio internacional de la enseñanza y el aprendizaje, 2014) Con estas preguntas comienza el informe Talis. Decir que el conocimiento es provisional es negar su esencia dialéctica exagerando una de sus dimensiones por encima de la otra. Decir que todo cambia es solo una mitad de la verdad cuya otra mitad sería asegurar que todo permanece. Cambio y permanencia son las dos vertientes entre las que se debate dialécticamente el mundo objetivo y subjetivo en el que vivimos. Es cierto que los saberes cambian, pero igualmente es cierto que también permanecen. Como sino explicar la coincidencia tan fenomenal entre el poema de Tito Lucrecio Caro y muchos saberes que hoy se consideran nuevos. Desde Giordano Bruno hasta hoy, sí que ha llovido mucho y gran parte de sus aseveraciones mantienen una vitalidad asombrosa.

A tenor con estas ideas impuestas por un tipo de escuela que no cuestiona ni se compromete con el cambio social se han hegemonizados conceptos como disciplina, aprendizaje, calidad o excelencia educativa. Todos estos en el entendido de que la escuela es neutra, sabe y se preocupa por el futuro de nuestros hijos.

Una de las primeras actitudes que la escuela imprime en sus discípulos es la disciplina, entendida como la obediencia a ciertas reglas, muchas veces absurdas, que han trascendido los tiempos y las generaciones. El conservadurismo ha devenido el paradigma educativo más importante de los últimos 500 años.

Si uno pudiese ver una escuela del período escolástico se pasmaría de reconocer muchísimas identidades con la escuela actual. Tal vez uno de los denominadores comunes que ha cambiado la forma para mantener su férreo contenido es la disciplina. No se aplican los mismos castigos, ni se lacera abiertamente al estudiantado, se han creado nuevos métodos y formas menos drásticas y corporales pero la esencia de lo que significaba disciplina sigue siendo la misma que perdura hoy en día.

En el presente ensayo haremos una aproximación a algunas definiciones de disciplina con el propósito de entender algo de su evolución en el tiempo.

Palabras claves: Disciplina, Disciplina escolar, Pensamiento crítico, Pedagogía liberadora, escuela.

Introduction

Why would someone want to dedicate their life to teaching others? Why do people

They insist on transmitting and creating knowledge, when knowledge is provisional? (TALIS 2013. International Study of Teaching and Learning, 2014) The Talis report begins with these questions. To say that knowledge is provisional is to deny its dialectical essence by exaggerating one of its dimensions above the other. To say that everything changes is only one half of the truth whose other half would be to ensure that everything remains. Change and permanence are the two aspects between which the objective and subjective world in which we live is dialectically debated. It is true that knowledge changes, but it is also true that it also remains. As if not to explain the phenomenal coincidence between Tito Lucrecio Caro’s poem and many pieces of knowledge that today are considered new. From Giordano Bruno to today it has rained a lot and a large part of his statements maintain an amazing vitality.

In accordance with these ideas imposed by a type of school that does not question or commit to social change, concepts such as discipline, learning, quality or educational excellence have been hegemonized. All of these with the understanding that the school is neutral, knows and cares about the future of our children.

One of the first attitudes that the school impresses on its disciples is discipline, understood as obedience to certain rules, often absurd, that have transcended times and generations. Conservatism has become the most important educational paradigm of the last 500 years.

If one could see a school from the scholastic period one would be amazed to recognize many identities with the current school. Perhaps one of the common denominators that has changed the way to keep its iron content is discipline. The same punishments are not applied, nor is it openly laced to the student body, new methods and less drastic and corporal forms have been created, but the essence of what discipline meant remains the same that lasts today.

In this essay we will approach some definitions of discipline in order to understand some of its evolution over time.

Key words: Discipline, School discipline, Critical thinking, Liberating pedagogy, school.

Desarrollo

El término disciplina no ha sido privativo de la escuela o de las artes militares, al estar unido a la cultura humana por muchos siglos se ha posicionado en muchas áreas de la cultura. A lo largo de la historia este concepto se ha debatido entre dos extremos más o menos reconocibles: la disciplina como imposición para encausar al alma humana tendiente a los desvíos o vista como un acto en el que la bondad y la perseverancia logran educar en el hombre ciertos hábitos favorables a su desarrollo óptimo. En cualquier caso, tanto a los maestros tradicionalistas como a los reformistas y a los militares les ha gustado contar con alumnos indisciplinados.

A la falta de disciplina se le denomina indisciplina. La palabra disciplina con el prefijo in que significa negación señala que la persona está falta de algo, carente de algo: disciplina. Sin embargo, creemos que hay mucho que debatir entorno a un concepto que consideramos central en el proceso pedagógico porque como ningún otro expresa la filosofía que como sustrato invisible determina muchas de las cosas que terminan sucediendo en el aula de clases.

Lo primero sería decir que una forma directa y simple de aproximarse al tema sería expresar que disciplina significa seguir ciertas normas establecidas e indisciplina implica violarlas. De manera que para una escuela sobre exigente las causas de indisciplinas serían muchísimas. Según se deja entender por el sentido común la disciplina resulta importantísima para lograr algo en la vida y, hablando de ser humano cualquier cosa puede disciplinarse. En este sentido el concepto de disciplina a todo lo largo del pasado siglo ha tenido una marcada tendencia conductista.

El hombre nace indefinido y va tallándose una personalidad en el proceso sociohistórico y sicológico de internalizar la cultura. En el sistema de relaciones socio culturales en que el hombre vive se forman los procesos posinápticos que diseñan para cada uno un cerebro que es hijo de su época y de sus ansias personales.

(…) no existe nada natural en un movimiento, una postura, un gesto, un desplazamiento, una mirada o una sensación. Ni la biología ni la fisiología determinan los comportamientos corporales. Son las lógicas sociales, culturales y familiares, en el marco de singulares tramas institucionales, las que modelan el cuerpo, lo atraviesan y definen un repertorio particular de actividades perceptivas, expresiones de sentimientos y emociones, ritos de interacción corporal (…) (Scharagrodsky, 2007, pág. 2)

El homo cultural es resultado del sistema de relaciones en las que vive y crece. Cuando una actividad siempre relacionada a sentimientos se repite una y otra vez se va formando el carácter. De esa manera el ejercicio sistemático siempre ha acompañado a los hombres a lo largo del proceso de su hominización ya sea filo u ontogenética. Ese ejercicio diario que permite al homo sapiens dominar una actividad hasta su más alta perfección también se le ha denominado disciplina. De modo que: “Se puede disciplinar cualquier conducta humana e incluso el carácter para moldearlo a los fines perseguidos. (…) Otro lugar donde se impone disciplina es en los colegios (se imponen horarios, actitudes como permanecer sentados, no hablar en clase, etcétera)” (DeConceptos.com, 2020)

No se puede separar la historia de la disciplina de la propia historia de la educación. En la educación occidental la disciplina constituyó un elemento esencial de toda la organización de proceso docente desde sus mismos inicios. Los primeros conventos fueron organizados bajo la lógica de una férrea disciplina cuya violación podría conllevar a severos castigos, incluso la expulsión.

Todas estas técnicas disciplinarias fueron eficazmente introducidas y desarrolladas en el ámbito escolar desde fines del siglo XIX y hasta por lo menos mediados del siglo XX. Era habitual y recurrente formarse por orden de estatura, alinearse, adelantar el pie izquierdo, marchar al aula conservando las distancias, sin echar el cuerpo demasiado atrás o demasiado adelante, o ir al recreo formados y ordenados en hileras. Todas estas acciones estuvieron siempre dominadas por la mirada atenta del docente. El grado de disciplinamiento, homogeneización y rutinización formó parte constitutiva de una matriz normalista. (Scharagrodsky, 2007, pág. 6)

A diferencia de este tipo de institución educativa rígida y digamos, dictatorial en origen de la escuela en este hemisferio siguió otra lógica. En el período de esplendor o Tolteca las escuelas de este territorio organizadas por los Maestros Toltecas se constituían bajo el lema “Educar un rostro propio y un corazón verdadero” ya que las disciplina era vista como autoconocimiento y autocontrol. (Marín G. , 2010)

Ambas posturas están sustentadas en concepciones filosóficas y humanas diferentes. En los orígenes de las escuelas euroasiáticas estaba un dios vigilante y castigador exigiendo ciertos comportamientos y proscribiendo otros. Es los orígenes nuestros no había dioses castigadores, nuestra visión de la vida era totalmente diferente.

En la lógica instrumental que ha heredado la escuela de los sistemas de dominación se estudia para alcanzar un status y alimentar el ego. La felicidad, la fraternidad y la sensibilidad ante lo bello, lo bueno y lo cierto se han encadenado al frío utilitarismo y la ganancia.

Algunos autores reconocen a la escuela como un espacio en que se aliena:

“…nuestra sugestión estribaba en devolverle sus razones y poderes, esos que la escuela se lo había quitado para cumplir su función de preparar para la vida, que hemos llamado preparar para la muerte. De ahí que nuestra obra, era destruir, mediante un análisis de todas las realidades de su relación, ese mundo artificial que le creaba la escuela, luchar contra esa mala sugestión…” (Sosa, 1950, pág. 1950)

Abordar el tema de la disciplina es entrar en el centro mismos de los sistemas diseñados para la dominación y sometimiento generalizado de la población.  “La pandemia y la educación han traído diferentes debates en todo el mundo. Traer al pensador Italiano Antonio Gramsci, tan reconocido, leído e interpretado con diferentes “usos” en los ámbitos educativos y políticos, nos permite repensar la escuela, el Estado, la docencia, al calor de sus ideas y su vida militante.” (Pescarmona, 2020)

La escuela que comúnmente se asume como un centro de estudios podría verse como una institución de disciplinamiento de la mente y el cuerpo humano. Si juntamos esto con el hecho innegable de que no se dedica a descubrir los despojos a los que hemos estado sometido por años ni a denunciar las actuales injusticias del mundo entonces tendremos un peligroso coctel de disciplinamiento e ignorancia histórica. Esto es, disciplinar para el no comprender el momento histórico alejando con ello la posibilidad de unidad y lucha emancipadora.

La escuela que disciplina en la dirección de anular las oposiciones y resistencias es una escuela favorable al sistema que funcionaria como un Aparato Ideológico Del Estado Capitalista. Esta idea althuseriana deberá ser retomada porque denuncia una de las funciones de la escuela que es solidaria con la creación de hegemonía. (ALTHUSSER, 1969) Es por ello que:

Antonio Gramsci se preocupó del tema educativo entre otras cosas porque consideraba que existía una crisis de profundo tinte cultural, provocada por una crisis estructural y política de la sociedad de su tiempo. La misma atravesaba todas las capas sociales y signaba profundamente a la educación en general tiñéndola de un fuerte sesgo clasista y burgués. Ante esto le opone una concepción filosófica de la praxis que resultaba de la unión entre conceptualización y acción que procuraba, no solo comprender la realidad, sino y por sobre todo transformarla. (Albornoz, 2020)

No resulta difícil entender que esta crisis de “profundo tinte cultural” se ha profundizado durante todo el siglo XX y lo que va del XXI encadenándose a la crisis medioambiental, civilizatoria y epistémica abarcando la totalidad de la sociedad. Uno de los muchos denominadores comunes que podemos encontrar entre todos estos momentos históricos es el concepto de “disciplina escolar” que lejos de cambiar se afianza. Es notable como los educadores estamos dispuestos a pasar del conductismo al constructivismo o al cognitivismo cuestionando las instrumentaciones en función de elevar ciertos resultados de los procesos de escolarización, pero, al mismo tiempo, no cedemos el férreo control que emerge de una comprensión de la “Disciplina escolar” como buen comportamiento. Y es que una cosa es discutir sobre el método y otra ceder el poder porque, en definitiva, la disciplina apuntala el poder dominador de la institución y el estado sobre la masa estudiantil hoy mañana obreros. Debemos, en definitiva, comprender que:

El mensaje central de Gramsci es que la organización de la cultura es «orgánica» para el poder dominante. Los intelectuales no pueden definirse como tales por el trabajo que hacen, sino por el papel que desempeñan en la sociedad; esta función es siempre, de modo más o menos consciente, la de «liderar» técnica y políticamente un grupo, bien el grupo dominante o bien otro grupo que tienda a asumir una posición dominante. (Monasta, 1996, pág. 4)

La disciplina es una de las expresiones más honestas de la filosofía de la educación. Siempre que se produce un cambio real de paradigma educativo se sacuden los cimientos de cómo se concebía la disciplina anteriormente y se pasa a nuevos criterios que humanizan la escuela. Así pasó, por ejemplo, con “El Emilio” y con la propuesta de Makárenko. Ser disciplinado, en los términos que acá lo estamos analizando, ofrece grandes ventajas para el que está dispuesto a postergar su criterio y silenciar sus ansias. Ha ocurrido con frecuencia que la sociedad capitalista y más aún la neoliberal responsabiliza a la familia y al individuo de comportamientos que tienen raíces profundas en las desigualdades sociales y la exclusión. (Foucault, 1988)

De la misma manera las ideas de los enciclopedistas estaban en el camino de buscar la libertad de todas las ataduras. Educar un hombre capaz de hacerse dueño y consciente de sus actos y de los efectos que estos tendrían en el grupo humano al que pertenece era una de sus mayores aspiraciones que quedó, sepultada bajo capas asfálticas de la disciplina impuesta por el capitalismo a toda la sociedad. Una disciplina que, además, estaba fundada y aspiraba a la mayor eficiencia posible. En un evento desarrollado en Córdoba: “Conferencias de la Universidad Nacional de Córdoba, XIV Reunión Nacional y III Encuentro Internacional De La Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento”; se podía leer en una de sus memorias:

Investigaciones longitudinales indican que cerca del 90% de los adolescentes manifiesta en algún momento de su vida conductas antinormativas, aunque solamente una proporción que oscila entre el 6% y el 9% se convertirá en individuos agresores o violentos persistentes. Existen comportamientos infanto-juveniles que, sin ser delictivos, predicen de manera sólida la delincuencia futura. La importancia de estudiar los factores de riesgo de la delincuencia reside en que ellos deben ser los blancos de cualquier intervención preventiva. (Arbach, 2013)

Uno de los “territorios” culturales en los que se producen los más sistemáticos y mayores desencuentros generacionales entre el pasado que no desea irse y el futuro que se apura y que quiere llegar es precisamente en las normas. Las normas pertenecen a las épocas, son sus columnas vertebrales, los sistemas de establecimiento del control social. Si no se cambian las normas según las urgencias en la búsqueda de la libertad en correspondencia con los tiempos históricos se establecen estados de control que con el paso de los años generan ansiedades y son fuentes de conflictos familiares y escolares. Debemos comprender que las normas tienen sus padres, “en última instancia”, en el sistema de relaciones económicas. Las normas del capitalismo, fundado en 1492, solo se vieron cuestionadas por el socialismo y por el neoliberalismo.  El socialismo, en algunos casos, no pudo zafarse de la lógica predatoria del poder que heredaba y terminó ahorcado en sus propios tentáculos. El neoliberalismo, por su parte, afianzó aún más el individualismo para aniquilar el espíritu colectivo que torpedeaba sus ansias privatizadoras. La escuela, en definitiva, que debería liberar al hombre, nunca ha sido libre para poder hacerlo.

Una de las formas más sutiles de disciplinamiento escolar es encadenar las mentes a una lógica lineal y determinista que teme a lo indeterminado, a lo estocástico y al desorden. La escuela traicionó al humanismo que aspiraba a:

(…) lograr un cambio cultural profundo, que superará el concepto cultural del mero dominio de saberes enciclopedistas. El adjetivo precedente denotaba lo intrascendente que él consideraba esos “saberes”. Esto era así porque a sus poseedores los erigía en autómatas, reproductores acríticos del seudoconocimiento, en definitiva, seres sin poder de discernimiento, más cercano a lo autómata y mecánico que a lo humano. (Albornoz, 2020)

Más que institución encargada de alimentar el espíritu creativo, critico y fundador la escuela vigilaba, premiaba y castigaba a todo el que se atrevía a traspasar sus puertas.  Hoy en las escuelas públicas oaxaqueñas quedan sórdidos testigos de esta lógica del control y la manipulación: los murales del honor.  En estos murales se anotan los nombres de aquellos infelices que logran alcanzar los estándares establecidos por el capitalismo racionalista e insensible. Se reconoce al que obtiene mejores calificaciones y nunca al que comparte su merienda con los más desfavorecidos. Se reconoce el resultado de la mente siempre listo a recibir aplausos y no las donaciones del alma que anda a escondida por los espacios lúgubres de esa escuela sin luz. Y lo más terrible es reconocer que ni los educadores más avezados descubren la terrible lógica hegemónica que subyace en tales rutinas. En definitiva:

(…) existen ciertas herramientas utilizadas para lograrla cuando ese orden se rompe. Estas son las medidas disciplinarias o sanciones que varían según los ámbitos en que se aplican. En los colegios pueden consistir en llamados de atención, citación a los padres, firma del libro de disciplina, amonestaciones suspensión, cambio de turno o de establecimiento. (DeConceptos.com, 2020)

Entonces la institución educativa es un territorio en disputa ética más que racional. En ella se establecen normas racionales que dictan a los estudiantes qué es relevante para la escuela, en qué deben concentrarse y en que no deben ocupar ni perder su tiempo. Todo ello muestra la fundamental función ideológica y política que cumplen los centros escolares. Debe considerarse que:

La educación es un campo en el que la teoría y la práctica, la cultura y la política se confunden inevitablemente, y donde la investigación y el descubrimiento intelectual se combina con la acción social y política. Sin embargo, no es infrecuente que se produzca una distinción, si no una oposición, entre esos dos aspectos de la educación, y el uso ideológico de la cultura y la ciencia a menudo provoca la «neutralización» de los efectos educativos y políticos del desarrollo cultural y la «justificación» del poder político por teorías domesticadas que, en consecuencia, pueden definirse como «ideologías». (Monasta, 1996, pág. 1)

La disciplina no deberá ser entendida más que como la disposición del carácter para buscar la libertad y la dignidad humana en toda circunstancia y contra todo riesgo. Buscaremos aproximarnos al concepto de disciplina de Antonio Gramsci para argumentar con ello la necesidad de hacer un cambio radical en la lógica de la escuela pública que comúnmente defendemos.

Gramsci consideraba que los hombres al crear las mercancías y vivir sus vidas no solo se creaban a sí mismos sino a la sociedad toda. Para él, la historia se determinaba en las acciones humanas. No consideraba que fuese el destino ni la maduración de las relaciones de producción las que determinaran las transformaciones en la superestructura social sino los hombres con sus prácticas cotidianas.  Es por ello que su concepto de cultura y de disciplina están directamente relacionados con la acción práctica transformadora.

Para Gramsci “La cultura (…) Es organización, disciplina del yo interior, apoderamiento de la personalidad propia, conquista de superior consciencia por la cual se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función en la vida, sus derechos y sus deberes” (Gramsci, 2020). Este autor no separa la cultura de la organización y la disciplina. Todo ello porque sus definiciones parten de la cabal comprensión del momento histórico que vive y de su lugar en el sistema de clases sociales. Si usted es hijo de familia pudiente puede darse el lujo de confundir la cultura con la pedantesca acumulación de saberes universitarios que avalen un título con el que flotar por encima de las penurias de su tiempo.  Pero si usted es un obrero, o un desocupado, o hijo de tales deberá comprender que su primera misión en la historia es organizarse y luchar contra las injusticias y los privilegios que el sistema capitalista protege para una minoría de la sociedad.

No es posible liberarse si no se establecen criterios muy claros de lo que sería la disciplina para un oprimido. La disciplina que como hemos visto se asume como obediencia a ciertas reglas está muy lejos de ser una necesidad para la masa de desposeídos. De hecho, a ellos se les educa para el respeto a las leyes burguesas y a las reglas establecidas por el sistema y la clase que los oprime.

Es por esto que disciplina para los ninguneados de la historia es romper con la inercia de aborregamientos bajo leyes que no son neutras. Disciplina es entonces, según Gramsci:

Primero conciencia histórica, pero ello se logra con estudio, debates y sacrificios porque los hábitos que nos han formado van en dirección totalmente contraria. Es por ello que para poder acceder a las disciplinas necesitamos la organización porque uno solo, aislado de la masa nunca lo logrará.

La disciplina es entonces la manera en la que el grupo se organiza y exige, para que cada miembro trabaje en colectivo e individualmente para alcanzar las metas emancipadoras. Estas metas penetran toda la realidad social práctica y teórica. Habrá momentos de reflexión, debate, estudio y análisis y momentos de hacer, de transformar y entre ambos una muy compleja relación dialéctica que las condiciones de cada momento irán desdibujando.

La disciplina entonces conduce a la formación de hábitos que gravitan en la liberación de la mente y del cuerpo. La disciplina tal y como Gramsci la concibe autoriza al hombre a salirse de las condiciones históricas y actuar directamente sobre ellas para permitir al colectivo hacer la historia conscientemente.

Cuando a un maestro no le gusta leer y lo dice a los cuatro vientos como quien está haciendo una declaración de pecadillos solamente está evidenciando su falta de disciplina y consciencia histórica. Los hábitos no son neutros como no lo es nada en la sociedad dividida en clases. Unos hábitos sirven a la enajenación y otros a la liberación. Unos hábitos alimentan la aparente libertad del albedrío y otros contribuyen   a la organización de la masa oprimida frente al capital.

Por otro lado, debemos dejar claro que el simple hábito de estudio y lectura es muy útil, pero insuficiente si no se pone al servicio de la colectividad y la emancipación de los oprimidos. Es por ello que la cultura para Antonio no es el puro saber sino el saber al servicio de la organización y la formación del carácter revolucionario.

En este punto queremos ser mucho más específicos: el hombre es siempre un ser de hábitos y estos hábitos son la base sobre la que se establece el carácter. Los padres y maestros deberemos considerar con mucho detenimiento que las novedosas TIC´s portan nuevos gustos y nuevos hábitos que podrían estar contribuyendo a la enajenación de nuestros hijos y discentes más que a su emancipación. No es que la tecnología en sí sea nociva, sino que, está encadenada a la logia del entretenimiento del capitalismo de casino. Y, como se ha de suponer, un niño entretenido está muy lejos de ser una persona en la ruta de su liberación.

A modo de conclusiones

La disciplina para los oprimidos que están en proceso de emancipación debe ser entendida de manera muy diferente a como se nos ha educado en la escuela hegemónica tradicional. Obedecer para que sea manifestación de libertad debe estar determinada por la consciencia histórica, por el reconocimiento de mis condiciones de explotado y la asunción del deber de liberarme liberando y de liberar liberándome.

Los educadores organizados en función de la liberación deben comprender que asistir a un congreso, no es una medida de la liberación que se alcanza, porque en un momento no es posible avanzar hacia la organización, la conciencia y la formación de hábitos. Más que en espacios especialmente diseñados para lucir teorías debemos atender la formación permanente de los educadores. Crear grupos de estudio y de transformación revolucionaria de las escuelas, establecer relaciones culturales emancipadoras con las familias y el pueblo en general, serán fundamentales para avanzar en la constitución de hábitos que tributen al saber descolonizado y la organización transformadora de la sociedad.

Trabajos citados

Albornoz, M. (03 de 07 de 2020). Reflexiones educativas de Gramsci. Obtenido de Mayéutica Educactiva: https://mayeuticaeducativa.idoneos.com/gramsci_y_la_educacion/

ALTHUSSER, L. (1969). Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Freud y Lacan. Buenos Aires: Nueva Visión.

Arbach, K. (2013). EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANTINORMATIVA DURANTE LA ADOLESCENCIA. Córdova. Recuperado el 10 de 07 de 2020, de http://conferencias.unc.edu.ar/index.php/AACC/aacc/paper/viewPaper/869

DeConceptos.com. (05 de 07 de 2020). Concepto de disciplina. Obtenido de DeConceptos.com: https://deconceptos.com/general/disciplina

Flores R, M. (6 de agosto de 2011). Los monasterios como fuente protectora y propulsora del desarrollo. Revista Historias del Orbis Terrarum. Recuperado el 07 de 07 de 2020, de https://historiasdelorbisterrarum.wordpress.com/2011/08/06/los-monasterios-como-fuente-protectora-y-propulsora-del-desarrollo/

Foucault, M. (julio – septiembre de 1988). El sujeto y el poder. Revista mexicana de sociaología, 50(3), 3-20.

Gramsci, A. (02 de 08 de 2020). Socialismo y cultura. Obtenido de Revolta Global: http://www.anticapitalistas.org/IMG/pdf/Gramsci-SocialismoYCultura.pdf

Marín, G. (. (2009). PEDAGOGÍA TOLTECA. Filosofía de la educación en el México antiguo. Oaxaca de Juárez, Oaxaca: www.toltecayotl.org.

Marín, G. (2010). Historia verdadera el México profundo. (G. Marín, Ed.) Oaxaca, México. Recuperado el 30 de 06 de 2020, de http://www.toltecayotl.org/libros/Hist.%20verdadera%20del%20Mex.%20profun%20-%20Guillermo%20Marin.pdf

Monasta, A. (1996). ANTONIO GRAMSCI. Perspectivas: revista trimestral de educación comparada, 633-649.

Pescarmona, V. y. (10 de 05 de 2020). Antonio Gramsci y una educación desde una perspectiva revolucionaria. La izquierda diario, pág. sp.

Rahula, W. (2000). ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL BUDISMO. Recuperado el 10 de 07 de 2020, de http://files.silenciomental.webnode.com/200000217-d523dd61d9/Libros%20web%20fundamentos%20del%20budismo.pdf

Scharagrodsky, P. (2007). El cuerpo en la escuela. (pág. 17). Buenos Aires: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Recuperado el 10 de 07 de 2020, de www.memoria.fahce.unlp.edu.ar

Sosa, J. (1950). La expresión creadora del niño. . Bs. Aires: Ed. Poseidón.

(2014). TALIS 2013. Estudio internacional de la enseñanza y el aprendizaje. Madrid, España: SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA . Recuperado el 05 de 07 de 2020, de http://www.oecd.org/education/school/Spain-talis-publicaciones-sep2014_es.pdf

 

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Mi novela preferida: María Desamparada

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo

 

Una propuesta televisiva que mantuvo en suspenso a una buena parte de mujeres y también hombres ansiosos de ver que le sucedía a aquella buena y desdichada muchacha que desde la comodidad de un hogar y la cálida protección de amigos buscaba una madre que abrazar y un amor que le diera sentido a su existencia.

El amor como es de esperar llegó; primero, porque ella con su cuerpo delineado según los usos televisivos del momento, su pelo fino y cuidado, sus rasgos delicados y la limpieza de unas manos que solo sabían hacer el bien lo merecían;  y en segundo lugar, porque cualidades como estás no se mantienen por mucho tiempo expuestas en las vitrinas casamenteras de la lógica imperialista. ¡La mujer lo valía dirían algunos! Y yo me pregunto:

¿Qué cualidades son aquellas que en el mundo de opresión en el que vivimos deben valorizar a mujeres y hombres? ¿Las cualidades de la pareja llegarán hechas y listas para ser consumida o la pareja se construyen en una permanente toma de decisiones basadas en el respeto a la dignidad mutua? Repito acá que no existe las medias naranjas, cualquiera sea la cosa que pretende decir esta frase: lo que diré sé que será muy duro para algunas y algunos que se afanan en esa infructuosa búsqueda del producto adecuado para el consumo de su baja autoestima: ¡NO SOMOS CÍTRICOS!

El asignado, nada de que sorprenderse, un joven también delineado según los cánones de la clase política en el poder y sus propagandas televisivas para acarrearnos a la compra de productos que mágicamente nos regalarán esa gracia; contaba con riqueza espiritual y material suficientes para ganarse la aprobación de la gran mayoría del público miserable que se agolpa frente a la pantalla soñando tener las mismas oportunidades. ¡Yo quisiera un hombre como ese!, exclamarán algunas. Podría preguntarse: Si contamos con millones de pobres que sí están desamparados, si tenemos la histórica misión de construir un mundo de dignidad para todos ¿Qué cualidades serían deseables para el hombre con que una muchacha con los pies en la tierra gustaría compartir su existencia?

Luego de salvar, exitosamente se diría, muchos conflictos cosechados en la superficialidad de una cultura que solo atina a representar la vanidad, frugalidad y estupidez humana como destino común, terminan junto y felices para siempre no sin antes regalarle a la muchacha una madre harta, al igual que el novio, de valores espirituales y materiales. Nada;  que el poder económico generador de ambiciones que someten a la mayoría a una vida de precariedad y sufrimiento también puede ser portador de valores humanos y espirituales. Así de simple: no hay maldad en la desigual distribución de las riquezas, esto es un problema de suerte en la vida, lo malo está en el hombre individual, en los valores subjetivados por él, en sus ambiciones desmedidas e inoportunas. De un plumazo, o de un novelazo borraron la existencia de valores objetivos y valores institucionalizados que se asientan en la base misma de la socialización humana. Recomiendo leer  a José Ramón F. Corzo.

No digo que por ser rico se tenga que ser villano ni que la pobreza nos libera de ruindades, eso todos lo saben más por la vida que por argumentos inútiles; pero lo amañado de la propuesta es, en mi humilde opinión, la repetición hasta el cansancio del modelo de cenicienta que termina por imprimir en la creencia popular moldes a través de los que no logramos valorar la realidad de la existencia humana, ni lo oportuno de ciertas  cualidades sociales, institucionales y personales imprescindibles para salir del atolladero en que nos hemos metido.

Existen muchas preguntas que responder ¿Estaba María desamparada?¿ Las mujeres que viven en el desamparo y a merced del egoísmo que las sociedades imperialistas nos han inculcado se ven en el aspecto físico como esta muchacha que, al parecer, gastaba más en champú para su cabello que varios salarios mínimos? Y no me refiero al de antes al precario sino al de ahora, el que aumentó gracias a la generosidad de nuestro presidente.

¿Es ese el camino a la felicidad a través de la cual todos podremos acceder al respeto de la dignidad plena de los hombres y mujeres? O, de manera engañosa y atractiva nos está definiendo la ruta imperialista que se ha ido diseñando a través de los siglos para la felicidad de algunos y la infelicidad compartida de muchos.

¿Es la felicidad humana inseparable de la felicidad individual? O por el contrario, están una y otra determinadas, condicionadas, amarradas, encarnadas en función de los valores que la sostenga y argumenten a una y otra.

¿Qué pudiera pensarse de una mujer y un hombre que en medio de la más absoluta miseria humana, en la que la muerte por hambre, enfermedades curables, asesinatos gubernamentales, desapariciones asistidas por espurios intereses de grupos en el poder o en lucha por él y que son el plato en que comemos cada día,  encuentra sentido a su vida en la satisfacción hedonista de sus ambiciones?

Podríamos preguntarnos ¿Fue Emiliano Zapata un hombre que encontró sentido a su existencia y con ello la mayor felicidad deseable y posible? ¿La felicidad de comprar un yate millonario e irse de parranda por las bahías de Huatulco es de la misma calidad humana que la felicidad de trabajar, incluso, de morir por liberar a los hombres de la humillación imperial?

La felicidad humana, si ha de encumbrarse del más espiritual sentido de humanidad, ha de encontrar sus argumentos en el sacrificio que se ofrece en la lucha por la dignidad plena de la mujer y el hombre de todo el planeta.

“Patria es humanidad” nos enseñó Martí.

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CORONAVIRUS Y LUCHA DE CLASES: EL COVID-19 LOS ENFERMA, PERO EL NEOLIBERALISMO LOS MATA

Por: Miguel Erasmo Saldívar Carrillo

RESUMEN

Asumir que el covid-19 es solo un virus y obviar su dimensión social, imperialista y neoliberal es regresar a los análisis parciales y disciplinarios que hemos criticados durante los últimos años. Ningún fenómeno social se produce aisladamente y al margen de las condiciones histórico sociales de las que emerge. Toda muerte con covid-19 debe ser estudiada en su holismo y descubrir detrás de ellas las profundas diferencias económicas de los fallecidos y sus familiares. No estamos frente a un cuerpo biológico atacado por un virus solamente sino frente a una persona humana que dentro de su condición histórica de vida intenta sobrevivir.

Ningún multimillonario hace filas por un respirador ni carece de las especiales atenciones de médicos y enfermeras personales, si fuese necesario. Ninguno de ellos padeció problemas de acceso al agua o alimentos saludables con los que nutrir su cuerpo. Todos tuvieron la posibilidad real de aislarse en sus mansiones y no salir, a fin de cuantas, son otros los que le hacen los mandados.

Los que diseminaron el covid-19 por todo el planeta tenían dinero para pagar sus boletos de visiones cosa que para la gran mayoría de los habitantes de este mundo es casi un sueño irrealizable. La mayoría de los que han de morir se vieron en la imponente necesidad de salir de sus casas procurarse el sustento para ellos y sus familiares.

Es por ello que el nuevo coronavirus debe ser estudiado no solamente como un suceso biológico sino como un fenómeno socio histórico y económico con un grave impacto en la vida de millones de seres humanos empobrecidos por el capitalismo neoliberal que nos ha gobernado los últimos treinta años.

Palabras claves: Covid-19, neoliberalismo, pobreza, marginación.

SUMMARY
To assume that the covid-19 is only a virus and to ignore its social, imperialist and neoliberal dimension is to return to the partial and disciplinary analyzes that we have criticized in recent years. No social phenomenon occurs in isolation and regardless of the historical social conditions from which it emerges. Any death with covid-19 must be studied in its holism and discover behind them the profound economic differences of the deceased and their families.

No billionaire lines up for a respirator or lacks the special care of doctors and personal nurses, if necessary. None of them suffered from problems with access to water or healthy food with which to nourish their bodies. All had the real possibility of isolating themselves in their mansions and not going out, after all, others are the ones who run errands for them.

Those who spread the covid-19 all over the planet had money to pay for their visions tickets, which for the vast majority of the inhabitants of this world is almost an unrealizable dream. Most of those  who have to die saw the overwhelming need to get out of their homes to find a living for themselves
and their families.

That is why the new coronavirus must be studied not only as a biological event but as a sociohistorical and economic phenomenon with a serious impact on the lives of millions of human beings impoverished by neoliberal capitalism that has governed us for the last thirty years.

Key words: Covid-19, neoliberalism, poverty, marginalization.

LA MUERTE BIOLÓGICA, PSICOLÓGICA Y SOCIAL

El tema del ensayo ya resultará preocupante porque la primera argumentación que nos hacían los compañeros cuando se lo presentamos es que algo como un virus no selecciona socialmente a sus víctimas. Una pandemia no tiene intensión ni ideológica ni política, nos dicen y luego se ríen. Parecería que ciertamente el virus no tiene preferencias sociales y ataca a todos por igual o que todos podemos morir de la misma manera.

Creo que sería indiscutible que el virus es un ente biológico que ataca a los cuerpos biológicos. Pero debemos reconocer que los cuerpos biológicos no presentan características biológicas con independencia de cómo se alimentan, cómo viven, que ansiedades los agobian, etcétera.

Que el ser humano es bio-socio-psicológico se ha dicho con mucha frecuencia, pero no siempre se asume, en este caso que analizamos, debe entenderse, que es atacado por el virus no solo un cuerpo físico y bioquímico sino un ser social con una específica forma de pensar según la vida que ha tenido que vivir y que, muchas veces, no puede escoger aquellas opciones que serían mejor para su sobrevivencia. En el capitalismo neoliberal escoger cómo se vive y de qué se vive es un privilegio
que solo pueden darse los que pagan para ello. Lo que viven de un salario, precariamente tienen cierto grado de libertad dependiendo de la cuantía del mismos, que se reduce a seleccionar que marca de jabón utilizan o no sus hijos o qué serial de Netflix pueden ver. Otros que viven de la economía informal y que son la mayoría de las personas del planeta, ni eso.

Es sabido que los coronavirus no son sino una familia de virus que llevan ese nombre por su forma y que pueden causar un sin números de enfermedades tanto en animales como en humanos. Entre las personas pueden causar infecciones respiratorias que pueden ir desde un resfriado común hasta enfermedades muchos más graves como, por ejemplo, el síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS). Desde mi experiencia cubana sé que los gobiernos de los EUA llevan años experimentando con la creación de armas biológicas con las que ha atacado a la isla de Cuba en múltiples oportunidades causando muerte y destrucción. Los cubanos al defenderse de estos ataques no solo asumen la búsqueda en laboratorios de los mejores métodos, sino que aprendieron a desarrollar acciones económicas, sociales, psicológicas, médicas, integradas a una lógica de solidaridad capaz de generar contención y protección. Porque contra algo como esto se debe luchar desde todas las dimensiones sociales integradas en torno a una nueva ética de la vida.

Si al covid-19 se le mira solamente desde su dimensión biológica se está invisibilizando el problema más grave que viene a él aparejado. Se trata de un fenómeno producto del sistema mismo, parido por el capitalismo neoliberal y cuyos efectos se harán sentir según su exacta geografía social de despojo y precarización. Ya sabemos que existen países dentro de los países y no hablo de las culturas ancestrales sino de las fronteras establecida por la pobreza y la miseria. Cada país o región sociológica, si se prefiere, hacia el interior de un mismo país vivirá la pandemia de manera diferente y los cadáveres se apiñarán según las clases sociales.

Si deseamos descubrir cómo las diferencias sociales dibujan diversas geografías sociobiológicas debemos analizar diversas dimensiones sociales de la pandemia. Un primer elemento que establece la clara diferencia entre las clases sociales (o niveles económicos) involucradas en la enfermedad es que el coronavirus recientemente descubierto causa la enfermedad denominada covid-19, es una pandemia que tiene de común con todas las anteriores que se expande por el mundo transportada
por aquellas personas que tienen el raro privilegio de poder comprar un boleto para viajar y termina matando a otras que no tienen dinero ni para alimentarse. Una y otra vez se nos presenta la vieja sentencia de que: “Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real.” (ENGELS, 1890) Y es que,
queramos o no verlo, son las condiciones reales de la vida los que determina quienes se mueren más y quienes tiene mayores probabilidades de sobrevivir. Ello, a pesar de que algunos realmente creen que todas las diabetes mellitus tipo II son iguales. Las personas diabéticas de las clases oprimidas por el capital comen lo que pueden y cuando pueden; y, muchas veces, no cuentan con las tirillas reactivas para controlar los niveles de azúcar tras cada comida o cada mañana como debería ser. Ya esto es una importantísima diferencia económica que impacta en la fortaleza biológica del cuerpo para enfrentarse a la enfermedad.

Existen personas que ante la inminencia del hecho biológicamente innegable de poder morir “al igual que todos” si se es contagiado se apresuraron a expresar que: ¡Dirigentes políticos, empresarios, celebrities, futbolistas millonarios: nadie estaría a salvo del COVID-19! El virus, como la muerte, sería el gran igualador. Podríamos atribuirlo a causas exclusivamente biológicas: a su enorme capacidad de contagio.” (MARTÍN, 2020). Frente a esta afirmación tan drástica debemos decir que el gran igualador en nuestra sociedad sería un sistema justo de repartición de las riquezas.
No existe la igualdad después de la muerte, esto es solo un absurdo, que se ha generalizado por el esfuerzo de la iglesia de proponernos justicia sin justicia. Además de ello, ningún virus igualará la miseria creada por las relaciones de producción imperialistas, debemos decirlo con claridad, los entes biológicos no tienen tanto poder. El capitalismo no enferma con los virus, en todo caso, también los subsumes, al igual que las nuevas cotidianidades que emerjan de la crisis. No se cae el capitalismo por causas de un cataclismo biológico, a este sistema putrefacto hay que tumbarlo. Estoy plenamente convencido que sin un sistema de repartición justa de las riquezas (pudiera denominarse socialismo) las diferencias ascenderán por los capilares de la historia hasta quemarnos los ojos nuevamente.

El covid-19 ha venido a recordarnos que, como siempre, el capitalismo reproduce las diferencias hasta en el acto mismo de morirse. Nada es justo en un sistema cuya esencia es la injusticia misma. Cuando en el capitalismo neoliberal algo aparenta justicia, si se indaga bien, solo es cinismo. El cinismo es la manera de socializar de la justicia en el sistema capitalista neoliberal. Los políticos panistas y priistas de México con un excelente ejemplo de ello. Y para que no quede duda de esto.
Cuando decimos que el covid-19 es de derecha y racista lo que queremos expresar es que el coronavirus enferma, pero es el sistema capitalista neoliberal el que escoge las víctimas y las aniquila. Ni la enfermedad se mueve por azar ni la muerte es estocástica: “Una investigación conjunta de la Universidad de Harvard y el periódico ‘Boston Globe’ demuestra que la mortalidad por COVID-19 es superior entre aquellas personas que viven en barrios pobres y en viviendas  hacinadas en el estado de Massachusetts. Por eso afecta más a las personas negras, latinas y racializadas.” (SIMÓM, 2020).

Desde otra perspectiva: se muere más fácil y con más frecuencia si se es pobre y angustiado que si se es rico y relajado. Porque las angustias que acarrea la falta de recursos para garantizar una vida digna a la familia suelen ser terribles y se somatizan disminuyendo las fortalezas del organizamos. (TEMPORELLI & VIEGO, 2011). Detrás de ellas emergen problemas de comunicación y agresión familiar: “Y la desigualdad también se relaciona con la violencia.” (OXFAM, 2020, pág. 4) Resulta
innegable que la satisfacción con holgura de las urgencias económicas permite cumplir otras funciones familiares con mayor calidad. “Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública de España en el programa digital, indica que las patologías se asocian al nivel de calidad de vida y capacidad adquisitiva. (RIVERA, 2020)”.

Pongamos un ejemplo muy concreto, la mala o deficiente alimentación de las personas con bajas posibilidades económicas es un factor fundamental a considerar en los estudios de morbilidad frente a la pandemia. El acceso al agua potable no solo para ser bebida sino para poder mantener la higiene recomendada para contener la transmisión no debe ser desatendida en los análisis y está fuertemente determinada por los niveles de pobreza. Tampoco sería recomendable separar el fenómeno de la concentración de las riquezas en pocas manos y de la privatización del agua con el
número de muertes. El consumo de refrescos es una de las causas fundamentales de la diabetes mellitus y ello está asociado a las muertes con covid-19. “Coca-Cola Company tiene más riqueza que muchos países de América latina, el Caribe o África. En México ha comprado casi todas las marcas de refrescos del país y tiene las mayores concesiones para la extracción del agua.” (CASTRO, 2005)

Es reconocido que el uso social del agua está emparentado con la diabetes y con las posibilidades de las personas para cumplir las orientaciones sanitarias que se vienen recomendando; una cosa no debe ser separada de la otra. Y si en estos momentos estamos mal debemos prepararnos porque, en realidad, nos encaminamos a una crisis total de los sistemas de salud por el desabasto de agua a nivel mundial. Si consideramos solamente México y analizamos que las: “Autoridades han otorgado
536 mil concesiones de aguas superficiales, subterráneas y zonas vedadas. Por sobreexplotación, hay 16 estados en riesgo de llegar al “Día Cero”: al agotamiento total de sus fuentes hídricas”. (FRANCO, 2020) Tendremos una idea casi exacta de hacia dónde nos encaminamos. Agregase a ello que el hacinamiento en las casas de los más desvalidos sería otro fundamenta factor a considerar en los estudios. Dormir en un cuarto personal sería una medida fundamental de la sana distancia que está muy lejos de más posibilidades de más del 90% de la población. Tales diferencias, establecidas por las posibilidades económicas, se hicieron visibles en aquellas poderosas naciones en las que se han producido la mayor cantidad de muertes; en EUA por ejemplo:

(…) cuando la pandemia explosionó en Estados Unidos y la mortalidad se disparó a principios de abril, lo hizo especialmente en los guetos socioeconómicos. Las muertes han sido un 40% mayores en las ciudades y poblaciones con más población de personas negras y racializadas, un 14% más en aquellas con más habitantes por vivienda y un 9% en aquellas más pobres en comparación con las más ricas del Estado. (SIMÓM, 2020)

No se puede dejar de reconocer que el impacto de esta pandemia será, a la larga, mucho significativamente mayor en los grupos empobrecidos por la reproducción neoliberal del capital que en aquellos que se enriquecen a costas de la mayoría. Si la vida en el capitalismo neoliberal ya era injusta esta situación ha venido a sumarse de manera irrebatible a la precarización de la existencia de la mayoría de los seres humanos del planeta. Y no estamos argumentando que el PIB per-cápita o las posibilidades económicas de las naciones garanticen el resultado porque, se está viendo que la mayor cantidad de muerte se acumulan en países del llamado primer mundo donde le PIB es inmensamente mayor al de otras naciones pequeñas: Unión Europea y en los EUA; quienes comparados con la pequeña isla de Cuba quedarían muy pal parados. El secreto de Cuba, más que económico, es la justicia social que prevalece en su sociedad en la que todos tienen acceso a una buena atención médica primaria y a los medicamentos aprecios módicos y la ética que norma la respuesta del gobierno y del pueblo a estas contingencias. Muchos autores reconoces que la
desigualdad en el acceso y disfrute de la salud no es sino una “Vergüenza Social (…) reflejo de las desigualdades sociales” estas últimas generadas por el sistema económico capitalista, que rige nuestra forma de producir, consumir y en consecuencia vivir, así como también, son causadas por una enorme desigualdad en la distribución del poder” (BENACH, 2005, pág. 15) La privatización neoliberal de los sistemas de salud públicos y la carente ética de sus gobiernos llevó a las naciones
“desarrolladas” a la situación que actualmente padecen. Cuando el presidente Trump recomendó beber desinfectantes mostro un nivel de corrupción ética sin parangón en la historia humana.

Es por todo esto que debe asumirse que la clase social a la que se pertenece es una variable fundamental al considerar un estudio serio de los impactos de la pandemia en el mundo y nos permite decir que los impactos de esta fatalidad tienen un fuerte carácter clasista, racista e imperialista neoliberal. No hacerlos sería invisibilizar uno de los condicionantes que más está incidiendo en las muertes. En palabras de Martín (2000):

¿Qué significa que la clase social es una causa fundamental? Que las causas inmediatas pueden variar al sucederse las enfermedades, sus factores de riesgo y sus tratamientos. Pero, en todas, la posibilidad de evitar los riesgos de enfermedad y de minimizar sus consecuencias es función de los recursos ligados a la posición de clase. El concepto de causa fundamental supone que la clase social, por su diferencial acceso a recursos, influencia múltiples resultados de salud a través de múltiples factores de riesgo. (MARTÍN, 2020)

Remarcamos que debe estudiarse y entender a esta pandemia sus efectos y las muertes a ella asociadas como resultado integral del capitalismo neoliberal. ¿Es que acaso se puede separar la condición de diabético desatendiendo los sistemas de alimentación establecidos por el neoliberalismo y a los que tiene acceso cada persona? ¿Podemos hacerlo obviando la privatización del agua a manos de la Coca cola y su oferta sistemática de productos nocivos para la salud humana? en México: “La empresa francesa Danone y las compañías estadounidenses Coca-Cola y PepsiCo capturan 82% de las ventas de agua embotellada en México, con un valor de poco más de 10 000 millones de dólares.” (PACHECO, 2015)¿Es que alguien realmente piensa que en medio del capitalismo neoliberal y mediático la gente puede decidir libremente vivir una vida sana, sin consumo de chatarra?: “A pesar de que México está inmerso en una alerta epidemiológica por obesidad, sobrepeso y diabetes, la publicidad de alimentos y bebidas chatarra dirigida al público infantil es laxa y, además, se ha convertido en una barrera para prevenir y atacar esas enfermedades crónicas, revela el estudio “Publicidad dirigida a niños: Una infancia enganchada a la obesidad” (LIRA, 2018)

No podemos negar que el virus (natural o creado) causa la enfermedad, pero el neoliberalismo con su pobreza acumulada de los últimos treinta años las acelera la muerte, las localiza geográfica y socialmente y, además, las invisibiliza. Visibilizar las muertes no habla de que contemos cada día cuando cadáveres se apiñan o que anotemos los nombres de los que se nos delanteron; se trata más bien de reconocer la responsabilidad que el sistema capitalista, patriarcal y neoliberal tiene en ello. Muchos han reconocido que: “No hay una sola epidemia. Para entender lo que pasa tenemos que construir una narrativa de tres ciudades: la de ricos y pobres, de blancos y negros o latinos y de viejos y jóvenes. Tanto el impacto directo como la atención médica y social han estado determinados por la clase social, la raza y la edad”, (…)” (JUSTO, 2020)

Podría decirse, nuevamente, que el covid-19 los enferma, pero el sistema capitalista neoliberal los mata. EUA ya acumula más de 110 000 muertes y es la mayor economía del mundo. ¿Cómo es posible que tanta gente muera si otras naciones, como Cuba, con menos recursos y bloqueada, logra que una gran mayoría de contagiados se cure? Repetimos, la diferencia más que económica es ética, social; se da en la respuesta integralmente humana.

En la sociedad del espectáculo debe uno aprender a orientarse entre la maraña de discursos para poder descubrir la realidad. Algunas veces, en la locura delirante de los políticos, dejan entrever crudas realidades que más parecen cosas de surrealismo: “Patrick, vicegobernador republicano del estado de Texas, durante una entrevista brindada a Fox News [2], opinó que las personas mayores deben sacrificarse por el futuro de los Estados Unidos. Este comentario, que puede resultar muy chocante, pone en evidencia que para el sistema capitalista y su modelo neoliberal hay un segmento social que es prescindible: las personas mayores, la clase trabajadora y las y los más desposeídos.”
(RIVERA, 2020)

Realmente estaba, más que ofreciendo un punto de vista, declarando un hecho fáctico dado que no había suficiente recurso para atender a todos y los de mayor edad estaban fuera de los escogidos para ocupar las plazas en los pocos respiradores libres que quedaban. Mientras el presidente se preocupaba por la economía de libre mercado miles de personas morían en el país de las“oportumnidades.”

Otro de los lados oscuros de la pandemia, que desnuda su profundo carácter ideológico, es la pérdida de puestos de trabajos formales y la total desaparición de muchos trabajos informales. Precisamente son los más vulnerables los que precarizan su existencia con la llegada del covid-19 lo que traerá un aumento considerable de la delincuencia por la imposibilidad para muchas personas
de mantenerse dignamente y la agresividad que se genera por las medidas de contención, que no cuentan con la aprobación de una mayoría. Ya se han observado casos de altercados: “Un reportaje del 25 de abril de Washington Post recogía cómo la pandemia y las medidas de confinamiento han desembocado en altercados en los suburbios de París y de otras ciudades francesas. Sus habitantes no solo soportan mayores tasas de mortalidad por el virus, sino que se enfrentan a identificaciones,
registros y multas cuando se ven obligados a salir de sus viviendas para trabajar. (SIMÓM, 2020) ¿Quiénes se involucran en eventos de asaltos masivos a tiendas y mercados? Los más necesitados, los que viven angustiados por la falta de medicamentos y despensas.

Otra de las dimensiones que desnudan la lucha del clase y el carácter ideológico que dentro del capitalismo se le imprime a toda acción que pretenda rescatar la dignidad humana es el bloqueo de los EUA a que ciertas naciones accedan a los recursos necesarios para enfrentar la pandemia. El trece de marzo último el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab denunciaba que el gobierno de los EUA estaba impidiendo que el gobierno de Venezuela adquiriera insumos para luchar contra
la pandemia. (Prensa latina, 2020) Ello mando un claro mensaje al mundo de que en medio de la desgracia más grande los intereses imperialistas prevalecerán por encima del derecho de un pueblo a la vida y a la salud. Aún con estas medidas agresivas contra un estado soberano, aún con el congelamiento de sus cuentas y el bloqueo para que no acceda a insumos necesarios; la patria de Bolívar está en condiciones de darle lecciones a los EUA sobre cómo se actúa éticamente ante
situaciones de pandemia.

Por otra parte el 12 de abril pasado el gobierno de la isla de Cuba informaba que “La empresa Medicuba no podrá adquirir los respiradores artificiales contratados a los fabricantes suizos IMT Medical AG y Acutronic debido al bloqueo porque estos fueron comprados por una compañía estadounidense, denunció hoy una fuente oficial cubana.” (5 de septiembre, 2020) Con ello se creaban serias dificultades para el sistema de salud cubano que contaba con la llegada de esos insumos. No obstante, a ellos, la organización médica de la isla ha logrado no solo contener la epidemia,sino que ha enviado ayuda solidaria a varias naciones del mundo incluyendo algunas “muy desarrolladas.” Podría asegurarse que los alcances de la medicina cubana serían hoy inimaginables si no hubiese estado por más de medio siglo bajo el constante bloqueo de los gobiernos en turno en los EUA.1

NUEVA NORMALIDAD O LAS VIEJAS ANORMALIDADES

Con mucha frecuencia escuchamos decir que ningún país estaba preparado para este fenómeno y es falso. Si somos objetivos, Cuba, no solo ha sido bloqueada por más de 60 años, sino que ha sido diana de ataques biológicos como, por ejemplo: el moho azul de tabaco, la roya de la caña, la fiebre porcina, el dengue hemorrágico, conjuntivitis hemorrágica, disentería, varroasis de las abejas, hemorrajia viral del conejo, entre muchas otras. Todas causaron grandes daños económicos y pérdidas de vidas humanas. A lo largo de décadas de agresiones el sistema sanitario y sus centros de investigación se fueron preparando para responder a estos ataques y, a la vez, enfrentar los constantes azotes de ciclones que atraviesan el país y agravan la situación económica ya de por sí difícil.

Existen suficientes pruebas de los ataques biológicos a la isla por parte del gobierno de los EUA. Todo esto siempre ha sido parte de un plan bien pensado para derrocar al gobierno revolucionario cuyo único delito era trabajar para elevar la calidad de vida de su pueblo y recuperar la dignidad humana arrebatada por siglos de dominación extranjera: “El general Edward Lansdale redactó un borrador con las misiones a ejecutar por la CIA donde enunció: “… desplegar el bajo mundo cubano
contra Castro, fracturar al régimen desde adentro, sabotear la economía, subvertir a la policía secreta, destruir las cosechas con armas biológicas o químicas, y cambiar al régimen antes de las próximas elecciones congresionales en Noviembre de 1962.” (ETCHEVERRY, 2015) Lo que hoy está ocurriendo con el mundo ya los cubanos lo vivimos a menor escala por más de una ocasión.

Por especificar uno solo de los ataques. El dengue hemorrágico no era una enfermedad de este hemisferio. No estábamos preparados para ella: (es necesario que la cita sea larga para que se entienda bien a qué tipo de ataques se han enfrentado los cubanos y cómo es que han desarrollado su excelente sistema de salud.)

“Era la primera vez que los médicos cubanos teníamos que enfrentar esa enfermedad; por lo tanto, hay que reconocer que había un desconocimiento no solo en Cuba, sino que, en este hemisferio, en toda la América, se desconocía la enfermedad.” (…) No se pudieron evitar las primeras muertes y, tristemente, de esa correlación entre la clínica, la epidemiología y la anatomía patológica, obtuvimos las primeras herramientas para ordenar cuál debía ser la forma científica de enfrentar el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad; pero más aún, cómo organizar la atención médica y la movilización social de toda la población durante una epidemia. En plena epidemia ya nuestros médicos y hombres de ciencia estaban en función de encontrar soluciones que aparecieron, y paralelamente a las actividades de asistencia, estas de investigación-acción, las de capacitación. Hubo que capacitar a todas las provincias del país.

Entre el 1º de junio y el 10 de octubre, que se da por terminada la epidemia, se notificaron 344 203 casos de dengue, pero de ellos más de 30 000 eran casos hemorrágicos y 10 000 cumplían todos los criterios de la Organización Mundial de la Salud para ser considerados casos de fiebre hemorrágica y choque por dengue (…) es conocido que un paciente en choque está a las puertas de la muerte. Con esos 10 000 casos, pudimos haber tenido miles de fallecimientos, y aunque esas 158 defunciones, incluidas 101 niños, todavía nos duelen, hay que considerar que fue un éxito haberles podido salvar la vida a otros miles de criaturas.

El sistema de salud y todo nuestro país se movilizó como una sola persona y logramos que ya, después de mediados de julio, comenzara a disminuir la epidemia y, como dije, el último caso se notificó el 10 de octubre.

Desde la llegada de la revolución en el año 1959 el gobierno se dio a la tarea de alfabetizar y preparar al pueblo para los nuevos retos a que se enfrentarían. Dentro del sistema de países latinoamericanos la isla fue, por órdenes de los EUA, con la excepción de México, casi totalmente aislada. Era vista como una anormalidad socialista dentro de una normalidad capitalista. Los resultados del desarrollo sostenido e impetuoso de tal anormalidad no se hicieron esperar pues comenzaron a cosechar triunfos en diversas áreas como el deporte, la educación, la salud y el desarrollo social.

Con la caída del campo socialista en el año 1990, la isla perdió el 87% del comercio exterior quedando casi sin materias primas y tuvieron que reconsiderar nuevamente sus proyectos de desarrollo económico. Mientras buscaban salidas a la grave crisis económica generada por la pérdida de mercados y materias primas muchos se le acercaron a proponerles que abandonaran el camino del socialismo cosa que no quisieron hacer y nuevamente se vieron como los anormales en un mundo socialista que se despedía de sus sueños de justicia social y corría a las manos del mercado. Casi desde cero levantaron nuevamente su economía buscando nuevas opciones de
desarrollo entre las que se encontraba la producción biotecnológica que ya venía desarrollándose. El modelo del médico de la familia ideado por Fidel cambio el conceto de salud pasando de la medicina curativa a la preventiva. La creación de las escuelas de medicina latinoamericana permitió dar acceso a los estudios de salud a miles de jóvenes de diversas naciones del mundo incluyendo a los propios EUA. Los azotes continuados de huracanes en el caribe fue el origen de la creación del contingente médico “Henry Reeve”. Hoy, frente al covid-19, la isla puede salvar a sus ciudadanos y enviar a más de 2000 médicos bien preparados a asistir a pueblos hermanos. Mientras que otros cerraban sus puertos a los cruceros que portaban contagiados y que, como naves fantasmas deambulaban buscando cobijo, la isla los abría y nuevamente mostraba otra forma de anormalidad opuesta a la normalidad egoísta del imperialismo. La metáfora del Necio de Silvio Rodríguez retornaba una y otra vez a la historia de los cubanos.

Hoy escuchamos a muchos intelectuales debatir sobre las nuevas normalidades que llegarán con la extinción de esta pandemia. Sin pretender quitarle la palabra ni aniquilar argumentos de hermanos de lucha deseo considerar otras visiones posibles.

En primer lugar, las normalidades del capitalismo neoliberal serán difíciles de remover si no cambiamos las relaciones de producción capitalistas porque el despojo de la tierra, de los recursos, de los saberes, de la unidad y de la voluntad seguirán estando en el objetivo primordial del capitalinos. La asedia que denunció Walter Benjamín continuará penetrando las subjetividades de los oprimidos de la mano del consumismo aberrante a que los conduce el capital.

En segundo lugar, su educación egoísta, egocéntrica, anti espiritual y meritocrática, tal vez, cambiara de forma, pero no de contenidos. Seguirá proponiendo currículos que anulen la capacidad de analizar críticamente a la sociedad cosa que quedará, como hasta hoy, reducida a unos pocos intelectuales. Los cambios, probablemente, entretengan nuevamente a los educadores en la tarea de buscar métodos más efectivos para el aprendizaje como nos ocurrió con Ausubel y Bruner; dejando de lado la impostergable misión de la emancipación cultural y la educación de la conciencia histórica de los oprimidos.

En tercer lugar, ahora que tenemos más tiempo en casa y pocos hábitos de lectura probablemente se eleve el consumo de banalidades que los generales walt Disney y hollywood se aprestan a crear para satisfacer los más exigentes deseos y los más extravagantes gustos de los oprimidos. Marx estará más lejos que nunca de los libreros y las preferencias.

Y, por último, una normalidad no se puede confundir con otras cotidianidades. Ciertamente nuestros viejos hábitos sufrirán cambios, también las ocupaciones y las instrumentalidades. Pero no dejaremos por ello de ser los oprimidos y ellos los opresores. El covid-19 no posibilitará un enroque estilo ajedrez. No se desacelerará la expoliación del planeta, más bien, como ha pasado tantas veces, el capitalismo subsumirá la crisis y sus soluciones ajustándolas a sus propias necesidades.

CONCLUSIONES

Los oprimidos debemos considerar que el plan que nos legara el viejo topo sigue en pie: organizarnos, concienciarnos, tomar el poder y transformar la sociedad en algo que merezca la pena ser vivido.

La nueva normalidad o la vieja anormalidad si se prefiera ya está siendo aplicada en algunas naciones con muy buenos resultados. No es un modelo que pueda copiarse, pero si un buen ejemplo de unidad y resistencia. El internacionalismo del Che, la solidaridad de Fidel, la espiritualidad de Martí, la tenacidad de Bolívar, la unidad de Hugo Chávez. Esas deben ser orientaciones fundamentales para pensar en un nuevo mundo. Cualquier cosa que se haga o desee debe implicar un cambio radical de ética. La comunalidad, el zapatismo, el feminismo, el socialismo tiene algo muy
especial en común; una ética de la dignidad humana que los emparenta y une. Hacia esa nueva ética debemos dirigir la nave. No será fácil; pero si Cuba y Venezuela pueden: todo podemos.

Notas 

1 A 922 mil 630 millones dólares ascienden los daños acumulados a Cuba por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero. (5 de septiembre, 2020)

Referencias

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https://www.sinembargo.mx/26-08-2018/3461092#:~:text=%E2%80%93%20A%20pesar%20de%20que%20M%C3%A9xico,el%20estudio%20%E2%80%9CPublicidad%20dirigida%20a

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Comunicación, cultura y poder

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo y Edwin Nazaret León Jiménez

“En el límite, la diferencia completa hace imposible la comprensión. Los que son radicalmente diferentes […] no pueden comprenderse mutuamente. Por eso, para construir la «armonía» entre clases sociales antagónicas, la condición necesaria es la sumisión, esta crea el espacio semiótico [comunicativo] de homogeneidad entre opresores y oprimidos.” Francisco Pineda.

Es a través de la cultura como en el homo sapiens sapiens se instala una naturaleza que es ajena a todas las especies animales que lo acompañan, la naturaleza cultural. Al crear la cultura el hombre crea otra naturaleza que lo alejará del reino animal cada vez más, llegado un momento, el retorno es impensable.

En los análisis teóricos desarrollados por la escuela histórico cultural se concluye que todas las funciones psicológicas superiores tienen un origen histórico cultural. Con ello se afirma que el hombre es el diseñador del hombre, que las habilidades conque hoy contamos fueron creadas por nosotros mismo en el proceso de crear la vida y la historia. De manera que al crear nos creamos a nosotros.

En el proceso de aprender la cultura que no es otra cosa que aprender lo humano el hombre se diseña a sí mismo; esto es, se aprende a ser un hombre y una mujer pertenecientes a una época y lugar muy específicos. El concepto de mediación resulta fundamental para comprender todo este proceso de culturalización del hombre. Mediación significa primeramente que el cachorro humano no entra por si solo en el conocimiento de la cultura sino que lo hace de la mano de los adultos, de aquellos que ya se constituyeron en lo esencial y lo ayudan a entender su lugar y el de los objetos de los que podrá disponer para garantizarse sustento. En el proceso de la humanización son la actividad objetal mediada y la comunicación los procesos fundamentales en los que se gesta la eclosión individual de un sujeto que es primariamente social.

A la vez la cultura se ha creado en el contexto de específicas relaciones humanas y, por ende, porta la naturaleza y el espíritu de esas relaciones. Relaciones de igualdad y dignidad propician la creación de una cultura con esta naturaleza; y relaciones de explotación, posibilitan el desarrollo de una cultura de la explotación en la que las diferencias e injusticias económicas condicionan todas las relaciones que se han de desarrollar socialmente. En este sentido debe considerarse lo que expresa Acanda (2002) cuando afirma:

“La cultura es siempre políticamente funcional a los intereses de las distintas clases. La clase dominante es hegemónica a su control de la producción cultural. Este es el punto de anclaje fundamental de la dominación. Es por eso que la emancipación político – económica de las clases subalternas es imposible sin su emancipación cultural”. (ACANDA, 2002, pág. 294)

La clase dominante logra que las restantes sueñen sus sueños como propios y busquen las expectativas de la clase que las domina, como si fuesen auténticas expresiones de su propia libertad. El modo de lograrlo es complejo y las vías múltiples y diversas. Puede asegurarse que tanto las clases dominadas como aquellas que dominan llegan a vivir el mismo espacio de sometimiento como una experiencia natural y deseable. La experiencia de explotar y ser explotado se incorpora a todas las dimensiones de la creación y la vida humana y, especialmente en la esfera de la comunicación. Los modos y los términos para comunicarse forman parte del propio proceso de creación humana y por tanto naturalizan la dominación in-visibilizándola. Es por ello que Barbero (1987) plantea que:

“Más que de medios, la comunicación se nos hace hoy cuestión de mediaciones, esto es de cultura, y por lo tanto necesitada no sólo de conocimientos, sino de reconocimiento. Un reconocimiento que es, en primer lugar, desplazamiento metodológico para prever el proceso entero de la comunicación desde su otro lado: el de las resistencias y las resignificaciones que se ejercen desde la actividad de apropiación, desde los usos que los diferentes grupos sociales – clases, etnias, generaciones, sexos – hacen de los medios y los productos masivos.” (MARTÍN.BARBERO, 1987, pág. 23)

Es fácil entender que la comunicación ha sido mediación desde siempre. Toda la cultura es mediación y porta, no solo un contenido objetivo, sino una interpretación de él que resulta útil a la visión de las clases, según se trate. Puede asegurarse que el hombre en sus etapas tempranas de la vida es construido a través de mediaciones, luego, cuando llega la madurez, los “ojos” con los que ve la realidad no son suyos sino que pertenecen a la experiencia de vida en la que creció. Comienza entonces el largo y tortuoso camino de la liberación.

Hoy en día los medios de comunicación acrecienten el poder sobre la gente convirtiendo a grandes masas de trabajadores en consumidores de su ideología de clases. La indignidad se torna común y se consume en forma de productos audiovisuales.

La escuela no queda al margen de estas realidades. Ella, anclada en las funciones sociales naturalizadas por el sistema de clases reproduce hacia su interior relaciones de dominación que son naturalizadas en los reglamentos, en los métodos y contenidos generales. Todo ello condensado en formas de comunicación verticalistas. La comunicación escolar concede la palabra o la administra, dándola solo a aquellos que se consideran aptos.

La presente investigación pretende hacer un acercamiento de la comunicación escolar como forma de sometimiento y adecuación a la cultura de masas producida por las clases económicamente en el poder. Nos interesa especialmente estudiar las transformaciones que se dan en la comunicación en aquellos espacios que se consideran espacios contestatarios y de resistencia. Buscar las verdaderas dimensiones emancipadoras de la comunicación en la escuela oaxaqueña actual es uno de los objetivos que nos proponemos.

Para el estudio serán seleccionadas al azar varias zonas escolares a las que se aplicarán los instrumentos de estudio de la comunicación para observar cómo se reproducen las prácticas comunicativas de sometimiento aún en espacios que se definen como espacios de resistencia contra hegemónico.

Cultura y comunicación.

Uno de los aspectos que más ha preocupado y ocupado el estudio del hombre es el paso de este del reino animal al reino de la cultura. Ya se acepta que la actividad del trabajo conjuntamente con la vida en grupos creó las condiciones para que se dieran cambios que lentamente se incorporaron al homo en evolución alejándolo cada vez más de sus antepasados. El antropólogo soviético I. Roguinski describe ese giro de la siguiente manera:

«De aquel lado de la frontera, es decir, en el hombre en formación, la actividad de trabajo estaba íntimamente ligada a la evo-lución morfológica. De este lado de la frontera, en el hombre contemporáneo, «completamente formado», la actividad de trabajo se efectúa independientemente de la evolución morfológica.»1 p. 26

Esto significa que el hombre actual ya está en la cúspide de su desarrollo biológico y que lo alcanzado en este sentido es suficiente para garantizar un infinito desarrollo cultural. La base biológica es suficiente y necesaria para que sobre ella se erija el desarrollo cultural. Puede decirse entonces que todos los bebés homo sapiens sapiens al nacer portan las condiciones sobre las que se erigirá su desarrollo cultural. Es entonces en este desarrollo cultural en el que se dan las diferencias y especificidades que hacen de cada individuo alguien irrepetible, digamos que un nuevo proyecto de humanidad se funda en cada niño que nace.

La transmisión de los caracteres que hacen del hombre lo que es han encontrado un modo esencialmente nuevo de pasar de una generación a otra; por un lado los caracteres biológicos son transmitidos por los mecanismos naturales heredados, esto es, el sistema genético y cromosómico pero se dio otra forma de herencia externa al cuerpo biológico que habitamos, la herencia cultural.

De modo que el hombre debe adaptarse a la naturaleza en su condición de homo sapiens sapiens y debe también adaptarse a la cultura en su condición de humano.

Lo humano no se hereda, se aprende. Aprender lo humano es aprender la cultura específica en la que se crece y se desarrolla. Los hombres que como animales se adaptaban a la naturaleza comenzaron a producir objetos para ayudarse en sus vidas como el hacha de piedra, con ello comenzó la transformación de la naturaleza para poder satisfacer sus necesidades. Creando se crearon a sí mismos a la imagen y semejanza de sus labores y desempeños. Entre más habilidades más inteligencia. Los hombres de una generación crean instrumento, modos de hacer, enriquecen los que heredaron, establecen principios de vida ajustados a su desarrollo y todo esto se les transmite a las generaciones venideras. Con cada creación humana se funda algo nuevo en el hombre y con ello el hombre mismo. La creación del popular juego de ajedrez propició la formación de habilidades mentales no conocidas con anterioridad, esto es, los hombres que posteriormente a la creación del juego se especializaron en jugarlo contaban con habilidades que sus antecesores ni conocieron ni podrían tener. De manera que el hombre al crear la cultura se crea a sí mismo. Todo esto es posible porque vivimos y producimos en sociedad, en grandes conglomerados humanos que sirven de sustento y protección a las creaciones.

“Ninguna experiencia individual, por rica que fuere, puede conducir por sí sola a la formación de un pensamiento abstracto lógico o matemático, o a la formación espontánea del sistema de conceptos correspondiente. Para ello sería menester no una vida, sino miles y miles de vidas. De hecho, los hombres sólo pueden adquirir la facultad de pensar y los conocimientos gracias a la asimilación de lo que ya adquirieron las generaciones anteriores.” (LEONTIEV, 1969, pág. 7)

Muchos antropólogos reconocieron esta unidad del hombre, esta relación cultural que más que homogenizar permitía la proliferación de diferencias culturales notabilísimas.

Si a un cachorro humano se le dejase fuera de la cultura no podría aprender a comportarse como los miembros de su especie, esto es, de manera culta. Abandonado a la naturaleza e imposibilitado de contacto con la creación humana emergerían en las características primitivas, animales: no aprendería ni el habla ni la marcha eréctil.

La ciencia dispone, ahora, de la suficiente cantidad de hechos verificados para afirmar que si algunos niños se desarrollaran desde su más tierna edad al margen de la sociedad y de los fenómenos engendrados por ésta, permanecerían en el nivel animal. No sólo no adquirirían la palabra ni el pensamiento, sino que además sus movimientos no tendrían nada humano. Baste decir que ni siquiera poseerían el andar erecto propio del ser humano. Y se conocen algunos casos a la inversa. (LEONTIEV, 1 969, pág. 8)

Resulta claro entonces que la comunicación humana es resultado de la creación del hombre y participa en la formación de los nuevos ciudadanos que nacen, portando ellos, las características fundamentales que la comunicación mantiene al momento de su nacimiento.

De manera que no podemos separar comunicación de cultura, una y otra se mantienen engarzadas en un riso incidiendo y afectándose una a la otra según se enriquecen y acumulan las creaciones humanas.

La mente humana es comunicación y actividad. Actuando en un nicho esencialmente comunicativo se van formando los procesos sinápticos que darán lugar a la eclosión de la mente y la inteligencia del adulto. No vemos el mundo sino con los pensamiento que nos llenan, con lo hábitos que nos legaron y los gustos y sueños que nos inculcaron. En el mundo en que nos ha tocado vivir todo esto se forma en una incesante lucha por el poder dado que vivimos en una sociedad mercantil en una incesante lucha entre las clases poseedora y desposeídas.

En estas condiciones el que controla los medios de comunicación que entran en contacto con todos tiene una enorme posibilidad de instalar ciertas visiones de la realidad que naturalizan la explotación y de inculcar miedos y temores para alejar la posibilidad de rebeldía. Por otro lado educan en la desidia y la falta de esperanza para proscribir la posibilidad de organización y lucha. De manera que el que domina la comunicación domina una poderosa fuente de poder.

Poder es lograr que otros sueñan mis expectativas, que vean la realidad con mis ojos y busquen incesantemente cumplir para ellos mis expectativas. Si logro esto estaré en una relación de dominación y poder. El poder es esencialmente violento porque cercena en los hombres la posibilidad de un pensamiento que cuestione la realidad alienada en que nos obligan a vivir. Es violento porque a un ser que está llamado a ser luz lo condena a las sombras bajo su propio consentimiento.

Fuente: El autor escribe para OVE.

Imagen: PublicDomainPictures en Pixabay

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Cuarta Transformación O Transformación De Cuarta

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo

 

La Cuarta Transformación ya cumple más de un año de nacimiento y Patricios y Romanos se aprestan a darle con el mazo porque para muchos esta época histórica es la hija de nadie, la huérfana de teorías a la que debemos asesinar: los de la derecha la odian por atrevida y los de la izquierda, por tímida.

Al criticar, por ejemplo, a la reforma educativa le llaman “La reforma de la cuarta T” para dejar claro que, no es una propuesta ni de la izquierda ni de la derecha; que es algo insulso sin contenido ni destino que merezca ser defendido. La izquierda[1] no la llamaría “nuestra reforma” porque una parte de ella, la mayor, se alejó de los debates y prefirió observar desde las gradas para el camino que tomaba el toro sin arriesgar en la trifulca; y la que sí participó lo hizo tibiamente, como un amague. La derecha, por su parte, se metió en el ruedo y propuso (en nombre de la maestra y el propio), y gritó y jaloneó hasta que logró una reforma flaca que no llega a reforma; pero no la adopta, porque pertenece a un gobierno al que ni por poco desearía validar.

La 4T nos dejó con las ganas dirían algunos desde las calles en medios de sus protestas; no es lo que pensábamos; es más de lo mismo, esta es una transformación de cuarta. Es a este punto al que me quiero dedicar en esta pequeña reflexión. ¿Es la 4T más de lo mismo? ¿Constituye la 4 T un paso adelante o no lo es? ¿Es cuarta transformación o transformación de cuarta? No pretendo acá debatir con la derecha neoliberal, corrupta y entreguista porque a ellos no les interesan más que sus propios intereses y los de sus amos: el dinero y el imperialismo norteamericano.

Para dar curso al análisis que proponemos abordaremos algunos puntos de partida:

  1. El movimiento al que denominan 4T nace del disgusto social al que nos condujo el neoliberalismo rapaz y ello garantizó que a su rededor se agruparan muchísimas personas de extracción humilde, de clase media y algunos elementos de la burguesía nacionalista. Esto significa que no es un partido que nace de una ideología X (de izquierda o de derecha) sino un movimiento social heterogéneo que con el pasar del tiempo debuta como partido en su aspiración de tomar el gobierno y ejecutar su proyecto (ciertamente su proyecto conlleva un beneficio notable hacia los más desposeídos y eso tiene a que se le clasifique como de centro izquierda o izquierda). Aunque debe decirse con toda claridad que ni los que se creen de derecha ni los de izquierda puede reclamar para sí la paternidad de tal movimiento.

En la historia de los partidos mexicanos, los de más larga data, se aprecia con mucha fuerza su constitución institucionalizada. Son organizaciones establecidas desde una cúpula con ideales definidos y con el recurso para aglutinar en rededor a los que compartieran esos ideales. Así pasó con el PRI, el PAN y el PRD.

MORENA crece de otro modo y por ende carece de los males de estos partidos tradicionales a los que hoy tiene que enfrentarse. Morena nace desde abajo, sin dinero, sin recursos para comprar voluntades. Morena va tocando puertas, deshelando voluntades, ofreciendo una utopía, que, en aquellas negras condiciones históricas, ya parecía inconquistable. Y logra lo inaudito, en muy pocos años, arrebata el resultado electoral a los partidos tradicionales con toda y su estructura, sus subalternidades y estructura material. Morena no nace del caudillismo como se ha querido argumentar; nace de la utopía a las que nos obligó la terrible noche neoliberal. Era tanta la corrupción, el descaro y la transa que mucha gente terminó por creer que debíamos unirnos y hacer algo ya.

  1. El movimiento al que denominamos 4T tuvo que construir sus estructuras en un corto tiempo, apelar a la selección de representantes que muchas veces no tenían la experiencia mínima y en otras carecían de toda la catadura moral deseada.

De pronto, sin experiencia y sin tener el capital humano necesario se dieron a la tarea de elegir representantes; muchos de ellos, con colas largas; como se dice por estos lares. Se tuvieron que hacer alianzas para poder llegar al gobierno, de otra manera habría sido imposible. Y se empezó a trabajar en una dirección que yo, en lo personal considero fundamental: el saneamiento moral del gobierno. Una propuesta ética que atrajera a la masa empobrecida y evitara la riposta de la derecha cínica. Esto no es poca cosa; los gobiernos de izquierda y centro izquierda que han fracasado en este continente lo han hecho por problemas relacionados a la corrupción que no pudieron exorcizar. Cuando AMLO dice “no robar, no mentir, no traicionar” está apelando a un discurso de esencias porque el hombre es ética y sin ella nos queda la barbarie.  En el contexto histórico mexicano esta idea resulta de una trascendencia contundente, porque ofrece una utopía a la terrible realidad que vivíamos y de paso, aniquila las posibilidades de recuperación de sus oponentes porque ellos que nacieron y crecieron en las corrupciones no pueden sustraerse de ellas sino a costa de perder hegemonía.

  1. La hegemonía que MORENA está construyendo se basa en la moralidad, en el servicio y en la rendición de cuentas de los representantes y, eso, como ha de entenderse, se constituye en un ejercicio educativo que llevará tiempo, esfuerzo y muchas traiciones. La dominación de la derecha histórica mexicana, luego que se decidió abiertamente por el neoliberalismo, se basaba en la compra de voluntades y el asesinato de oponentes. El ejercicio de la política al más alto nivel se comenzó a caracterizar por la mediocridad, la banalidad y el desparpajo. Era de entender que una oposición que carecía de toda moralidad estaba lista para su muerte definitiva. Las barbaridades de Peña Nieto no fueron otra cosa que la expresión de la esencia de una manera de hacer política para servir a unos pocos.

Es por ello que en el ejercicio actual de gobierno el mayor reto de la lucha contra la corrupción son las propias estructuras burocráticas heredadas por el nuevo gobierno y que en sus ethos fusionaban con la lógica de “el que no transa no avanza”. Y ello, bajo el fuego cruzado del PAN y el PRI que, como se sabe, utilizan balas trazadoras llenas de billetes y cheques en blanco. Hoy vemos como los equipos para atacar el Covid-19 se pierden en algunas entidades estatales demostrando la permanencia de agujeros negros de corrupción en los que pueden perderse muchas buenas intenciones de la 4T. ¿Cuántos representantes de MORENA resistirán la tentación? Solo la historia dirá con quienes le atinamos y con quienes no. Pero para saberlo no podemos dejar de hacer ni de avanzar.

  1. MORENA, al ser una propuesta ética y de restauración nacional debe llamar a la unidad en todo momento. Por primera vez en muchos años tenemos un gobierno de todos y para el bien de todos y no un gobierno de minorías rapaces de espaldas al pueblo trabajador. Esta realidad tiende a arrebatar los ánimos a algunos izquierdistas que sienten nauseas de caminar junto a antiguos enemigos y viejos explotadores.

En este punto los que se ubican a la izquierda y en el centro izquierda debe estar en el ánimo de trabajar para construir. No debe ocurrirnos como con la reforma educativa: que a falta de propuestas unidas y contundentes por parte de las izquierdas; la historia, que no se detiene, se inclinó a la derecha. Las tibias reformas que logramos en el plano educativo no solo se deben a la tozudez de la derecha que no se dejará derrotar a las buenas, sino que también son resultado de nuestro desempeño y nuestra incapacidad de unirnos definitivamente en este crucial momento de la historia.

Los que se suman a la tarea de transformar a México serán de una ayuda enorme, lo que por celos o dudas no se sumen estarán del lado equivocado de la historia. Sumarse no significa tener las mismas visiones, ideas o argumentos. Lograr esto es imposible en un país tan basto y diverso como México. Para unirnos debemos solamente entender que nos enfrentamos al mismo enemigo histórico y que frente a ese enemigo hemos perdido muchas veces por nuestra falta de unidad. La historia cuando el oprimido la deja a su albedrío puede ser cruelmente cínica: ver al hijo de Colosio del lado de los asesinos de su padre no hace más que confirmarnos esto.

La revolución de Octubre de 1917 comenzó siendo una revolución democrática burguesa y no una revolución proletaria; las primeras expectativas en cumplirse no fueron las que directamente afectaban a la masa oprimida; cada cosa se haría en su momento. Lenin, explicando la importancia de los momentos de transición entre la revolución democrático-burguesa y la revolución proletaria y la necesidad de que los obreros comprendieran explicaba “(…) la lucha y solamente la lucha, determina hasta qué punto la segunda logra rebasar a la primera” (V.I.Lenin, 1928, pág. 161) Para este político y revolucionario es la lucha la que va abriendo las posibilidades históricas y la que decide que bando sale vencedor. Retraernos de los momentos y espacios de lucha es una dejación y una irresponsabilidad.

Debemos entender con total claridad que la 4T es solo un momento histórico con una muy especial coyuntura; si deseamos justicia debemos presionar, trabajar, movilizar y unirnos para que esa justicia se concrete. Si queremos mejorar la educación hay que tomar todos los espacios de lucha y construir, proponer, trabajar para que esa educación se dé y para que los cambios sucedan. Ni la injusticia desaparece sola ni la justicia crece por generación espontánea. Debemos sumarnos a la historia.

  1. MORENA no es un destino, es solo el instrumento que hemos construido para hacernos del timón de la historia e inclinarlo a favor de los más desposeídos. Debemos ser capaces de construir un instrumento como este y de mejorarlo sistemáticamente. El enemigo nos dirá que no servimos para esto o para lo otro, crearán dificultades para que no podamos avanzar ni en la dirección ni en la velocidad que queremos, para ello debemos estar preparados.

Es fundamental pensar este punto calmadamente porque para la derecha asesina mexicana es fácil hacer desmadre para responsabilizarnos de ellos. Impedirán que los hospitales estén listos a tiempo, crearán dificultades para que lleguen los medicamentos, harán todo por retrasar las obras, criticarán las obras que hagamos. Ello no debe ser fuente de desánimo; es natural que no deseen perder sus privilegios históricos, es natural que luchen a muerte porque son muchos los goces que están perdiendo.

Con tristeza vemos que cuando se asesina a una mujer o a un luchador social algunos dicen: hay van aumentando los muertitos de la 4T; haciendo responsable a este gobierno de la muerte dolorosa de un camarada. La derecha entonces replica como campana de iglesia: “Si, los muertos de la 4T”. Me queda claro que cuando digo gobierno no hablo de un bloque monolítico y ético que ya está al servicio de la liberación. Es claro que el gobierno de Oaxaca no es ni paralelo ni solidario con el gobierno de Veracruz.  No es lo mismo un gobernador priista que uno panista que uno de ellos vestido de MORENA que un gobernador francamente morenista al servicio de la nación. La diversidad de políticos que se junta en este momento de la historia puede quitar las ganas de lucha a algunos. La derecha que no se deja derrotar se preparó muy bien para penetrar a MORENA que no termina de vencer. Es el momento de los monstruos como nos alertaba el viejo topo.

Para montarnos en la 4T y llevarla a puerto seguro debemos aprender a entender las complejidades de la historia y del momento en que vivimos. Repito, estamos en una coyuntura a la que denominamos 4T y podremos sacar de ella todas las victorias que seamos capaces si nos unimos y trabajamos con suficiencia. Pudiera ser que la derecha, igual que se roba los respiradores, asesine a nuestros camaradas, ahora que gobierna la 4T, solo para robarse la esperanza y la fe en la victoria que se construye. Ha hecho tantas atrocidades que no nos extrañaría.

  1. Sin tener conciencia histórica y una utopía es muy difícil conquistar la liberación de nuestros pueblos porque la magnitud de los sacrificios que tendremos que hacer exigen de nosotros un carácter a toda prueba y ello emerge de la lucha diaria y de la educación que seamos capaces de construir.

La educación del capitalismo es anti utópica y contraria a la unidad que son, como se ha dicho, dos pilares fundamentales de todo proceso de liberación actual. Es anti utópica porque pone al sujeto con sus mezquinos intereses personales por encima de la colectividad y la sociedad.  El éxito ha sido definido desde un sujeto para un sujeto que está, por definición, de espaldas a la sociedad humana. Se es exitoso cuando se llega, en solitario, a ciertos niveles establecidos de antemano por la competitividad y la meritocracia.  La utopía, por el contrario, es colectiva, social y se alimenta del sacrificio que hacemos por los otros. La utopía salva al hombre del hombre y es por ello que en este momento la tarea esencial de la derecha mexicana es evitar que esa utopía se visibilice por las grandes masas y se pueda concretar en hechos.

Cuando nos arrebatan la utopía nos quitan con ello la unidad necesaria. Una va de la mano de la otra. Y es que la unidad frente a la barbarie del neoliberalismo solo puede darse en torno a una nueva eticidad y, esa eticidad, estará sostenida en la visión de un mundo en el que esta barbarie sea superada definitivamente. Pero no debemos llamarnos a engaños: Luego de Juárez vino Porfirio y luego de Cárdenas los gobiernos neoliberales. Podemos estar en un excelente momento y luego pasar a otra oscuridad histórica de muerte y despojo.

Es por ello que debemos considerar el último punto de este pequeño análisis.

  1. La 4T deberá convertirse en un poderoso proceso educativo a nivel social, familiar, escolar e individual. Fundar éticamente a una nación implica el sacrificio, confianza y el trabajo sistemático de todos; en especial de los maestros.

En lo personal creo ver en las mañaneras una actividad especialmente pedagógica. No se trata solo de que el residente en persona informe cada día lo que ya es, en sí, de una capacidad de dirección, una coordinación del trabajo y una humildad innegable. En este ejercicio de mandar obedeciendo se ve al presidente responder, respetuosamente, las mayores majaderías imaginables dando un claro ejemplo de civismo y responsabilidad frente a sus funciones. Se agrupan periodistas y panfletarios de las más diversas tendencias políticas y a todos se les atiende con la misma seriedad. Si cada presidente o gobernador de este país se tomara este ejercicio en serio y lo ejecutara en sus territorios al menos una vez a la quincena ya sería de una enorme ganancia.

La derecha se está ocupando de desvirtuar este ejercicio de democracia para arrebatarle su potencial político educativo. Ni en las mayores democracias del mundo se había visto un fenómeno tal de rendición de cuantas permanente y esencial de todo el aparato central de gobierno porque el presidente llama a cada burócrata a asumir su función de servicio con el mismo respeto y humildad. ¿Cuándo con Fox, Calderón o Peña tuvimos algo ni cercano a esto?

Pero este ejercicio educativo sería insuficiente si quedara a nivel de gobierno. Si nos restringimos solo a su dimensión pedagógica debemos reconocer que la escuela está siendo convocada a desarrollar hacia sus interiores ejercicios similares en los cuales la propuesta de Freire quedaría castrada de su potencial emancipador. Sin educación la 4T quedará solo en buenas intenciones.  Necesitamos continuar luchando por la mejora del modelo educativo mexicano, pero junto a ello hemos de construir la escuela que nos merecemos.

 “La herencia de la cultura capitalista y la contaminación de la masa de maestros con sus defectos, (…), no puede,  sin embargo, impedir que se tome a esos maestros en las filas de los trabajadores de la enseñanza política, ya que estos maestros poseen conocimientos, sin los que no podremos alcanzar nuestros objetivos.” (V.I.Lenin, 1928, pág. 151) “Nuestra tarea consiste en vencer toda la resistencia de los capitalistas (…) la ideológica, la más profunda y poderosa”) (V.I.Lenin, 1928, pág. 151)

 La tarea educativa también ocupó la atención de los procesos emancipatorios en este continente; Cuba y Nicaragua son dos excelentes ejemplos de ello. Cuando en Cuba las bandas contrarrevolucionarias asesinaron a Conrado Benites y cuando en Nicaragua se asesina a Águedo Morales lo hacen sabiendo que la tarea de educar es de primer orden y que la revolución sin educación no puede avanzar. Cualquier transformación social de profundidad que pretenda desarrollarse sin producir los necesarios cambios educativo queda en el intento, experiencias hay muchísimas.

  1. Aunque la figura de AMLO ha sido esencial para lograr la unidad en torno a la utopía que nos llevó a la victoria debemos ser cuidadosos de no personalizar demasiado los procesos tal y como pretende la derecha conservadora.

Para la derecha conservadora todo es AMLO y en torno a AMLO. Ello es un elemento esencial de su guerra ideológica porque se debilita un proceso que se hace depender de un sujeto, con todas las limitaciones que como hombre portamos cada uno de nosotros. La izquierda no debe cometer el error de identificar a la 4T con el presidente, aunque él es su rostro más visible y congruente. En primer lugar, porque se invisibiliza el trabajo de millones de personas que la energizan, la ejecutan y la sostienen y; en segundo lugar, porque si falta la persona se asesina al proceso, como han hecho muchas veces en la historia.  AMLO no es la 4T sino un soldado, abnegado, consciente y sacrificado a su servicio, es un compañero de lucha.

En este sentido debemos tener muy claro que estamos en un proceso histórico vivido por  millones de personas comprometidas con la transformación nacional. Debemos entender que habrá muchos aciertos y también desaciertos que nos pertenecen a todos por igual. Si no deseamos errores no deberíamos hacer revoluciones. No se hacen estas transformaciones con un protocolo guía, no nos dieron la victoria con un mapa de la ruta a seguir, debemos improvisar y tenemos derecho a errar. Sin embargo, nuestros errores y los errores de la derecha conservadora son de muy diferente naturaleza (pero eso será tema de otra comunicación).

Considero que AMLO es una garantía porque su transparencia personal, su fidelidad a las ideas y su apego a la legalidad se constituyen en una poderosa e inagotable fuente de atracción. Pero el proceso es responsabilidad y pertenece a todos. No se puede aniquilar la corrupción por decreto sino con acciones conscientes de millones de mexicanos. Estamos de acuerdo en que las escaleras se barren de arriba hacia abajo, pero para saber si quedaron limpias se debe subir de abajo hacia arriba. Las dos direcciones de trabajo son fundamentales porque el control debe emerger del espacio del que emana el poder, el pueblo.

En este punto diríamos que la 4T será o no será más de lo mismo, en dependencia de lo que hagamos los que estamos inmersos en el cambio y de cómo seamos capaces de sortear las dificultades que nos ponga la derecha y la vida. Nadie pensó que a estas alturas estaríamos encerrados en casa, cosa que afectará el desarrollo económico previsto y tal vez algunos programas, pero hacer de esta situación otra victoria dependerá de nosotros.

En definitiva, la respuesta a la pregunta de si esta es una cuarta transformación o una transformación de cuarta dependerá de lo que hagamos todos en este crucial momento de la historia. Lo que sí nos queda claro es  que no tendremos a nadie para hacer responsable por aquello que debimos emprender entre todos.

 

Referencias

V.I.Lenin. (1928). La cultura y la revolución cultural. Moscú, URSS: Progreso.

 

[1] No es claro hablar de izquierda, pero no teniendo otro remedio lo haré queriendo conceptuar a todas las fuerzas que buscan algo de justicia social para los ninguneados de la historia desde posturas muy diversas y, no pocas veces, distantes.

 

El autor escribe para OVE

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/mexico-flag-mexican-flag-1460659/

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Aprendamos de lo comunal para no aniquilar al individuo

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo.

En el libro La formación del pensamiento sociológico Nisbet expone francamente el conflicto, al parecer aun hoy insoluble, entre la autoridad que emana de la vida comunitaria y la libertad que nos regaló el capitalismo solidariamente con el desarrollo del poder del estado. Y en algo tiene razón cuando critica a Rousseau: la libertad que nos dieron fue la causa de la disolución de la responsabilidad emanada de la vida en colectivo bajo la idea del éxito y el cuidado personal (Robert, 1996). Según lo que expresa el autor es difícil que la persona humana en libertad pueda crecer solidariamente con la colectividad. Ante esta postura me revelo.

Es asombroso, que todavía hoy, cuando se leen algunas propuestas emanadas de las formas organizativas de las culturas madres se argumenta, en algunas oportunidades, en contra del individualismo generado por el capitalismo como si el sujeto individual no pudiese estar en un armonioso equilibrio con el sujeto colectivo. En la formación del homo sapiens  lo individual y lo social no pueden ser separados; ni ontogenética ni filogenéticamente. La socialización de lo individual y la individualización de lo social son dos caras de la misma moneda en el proceso de constitución de la personalidad.  Ni lo uno ni lo otro podrán entenderse sino en la dialéctica del sistema de relaciones sociales en la que el hombre individual emerge.

Que la “naturaleza humana” es el “conjunto de las relaciones sociales” es la respuesta más satisfactoria, porque incluye la idea del devenir: el hombre deviene, se transforma continuamente con el transformarse de las relaciones sociales […]. Puede incluso decirse que la naturaleza del hombre es la “historia” (y en este sentido, postulando historia = espíritu, que la naturaleza del hombre es el espíritu) si precisamente se da a la historia el significado de “devenir” (Gramsci, 1981, págs. III, 172-173)

Se nace en un específico nicho socio histórico cultural y se han de internalizar las relaciones, saberes y habilidades humanas para que lo humano emerja en un individuo; luego ese propio individuo tendrá posibilidades creativas que lo impulsen más allá de sus propias internalizaciones, haciendo que la sociedad humana avance en esta construcción de la cultura en la que estamos empeñados desde que el Tumai bajó de los árboles en las llanuras africanas. El desarrollo del capitalismo, ciertamente, se acompañó de un proceso de liberación del individuo que se encontraba atado e impedido de crecer por creencias, en algunos casos muy dañinas, como las que nos condujeron a quemar mujeres (supuestamente brujas); también cadenas emanadas de relaciones económicas regidas por el monarca y que frenaban el desarrollo de la naciente industria; otras eran relaciones familiares de sumisión de la mujer, etcétera. La liberación del individuo por parte del desarrollo del capitalismo temprano fue un pequeño paso de avance en el curso de la historia humana que lo condujo a males terribles.

Quiero llamar la atención en este punto porque se suele confundir al individuo y su derecho a la plena libertad con el individualismo capitalista y no son la misma cosa. Considero que no debemos confundir ambas ideas porque el capitalismo es, en primer lugar, el palacio del egoísmo y es en este egoísmo subjetivado al extremo que emerge un sujeto irresponsable ante el destino humano.  Cuando se dice individualismo no debe entenderse la negación de lo individual sino más bien la instalación del egoísmo desmedido como fundamento primero de ese sujeto, que es uno de los logros más difíciles de aniquilar del capitalismo. El individualismo capitalista devino egoísmo sin freno, ambición enfermiza y amor a lo superfluo.  En este punto digo que el capitalismo liberó al individuo para atarlo con mayor firmeza a su instrumentalismo consumista y, en tal sentido, no liberó. No hay tal individualismo capitalista porque se le niega al hombre el derecho a ser diferente y único, para reducirlo a cierto número de hábitus malsanos. En el capitalismo la uniformidad llega a ser crónica: Nada hay más parecido a un enajenado que otro enajenado.

El problema del individuo en el capitalismo no es que se sienta solo para decidir su vida, sino que cree estar por encima de los demás y de la naturaleza en la búsqueda de sus intimas satisfacciones mundanas. Padecemos un egoísmo que, quiérase o no, separa al sujeto o a un grupo de ellos, del destino de la humanidad toda. Metafóricamente puede decirse que el capitalismo educa personas capaces de construir, en medio del diluvio, una barca para ellos solos y sentirse felices y satisfechos. La educación del individuo no prohíbe que se le permita volar por encima de su tiempo y darse a una utilidad que va más allá de todo límite. Se trata entonces de educar un individuo con valores humanos para que no pueda disfrutar su felicidad rodeado de la miseria ajena.

Y es que la patria no pude ser el podio del egoísmo sino el espacio social en el que los hombres individuales se donan a los demás; patria es donación serena, sacrificio necesario hacia el bien común.

El pasado 4 de abril varios medios de comunicación amanecían con la noticia, por demás, aterradora de que:

Este viernes, la ministra de Exteriores española Arantxa González Laya informó de que las autoridades turcas han retenido en el aeropuerto de Ankara un cargamento de respiradores camino de España, donde iban a ser destinados al tratamiento de los pacientes más graves con coronavirus, enfermedad que ya se ha cobrado las vidas de casi 11.200 personas y contagiado a 119.200 en el país. (Alicia, 2020)

Se le estaba limitando la llegada de esos equipos y materiales a una España que ya había visto morir a más de 11 mil ciudadanos. Y uno se pregunta, si un país decide robar los respiradores que otro había encargado: ¿Qué valores se ponen de manifiesto?

Y qué ocurrió cuando el crucero británico MS Braemar con sus enfermos de covid-19 quiso entrar a puerto y se lo impidieron: ¿Que valores manifestamos cuando actuamos de esta manera? ¿Y qué ocurrió cuando Cuba abrió su puerto para que esos seres humanos tuviesen una posibilidad de vivir?; que Habló Martí por sus actos: “Patria es Humanidad”. En un comunicado, la cancillería cubana subrayó que “son tiempos de solidaridad, de entender la salud como un derecho humano, de reforzar la cooperación internacional para hacer frente a nuestros desafíos comunes”.

Si una nación agredida y con severas limitaciones económicas, como la cubana, manda a sus galenos a curar a los hijos de otros pueblos: ¿Qué valores humanos se están manifestando?? No se trata entonces de poner a competir lo individual con lo social; sino de educar valores en los que ni uno ni otro prevalezca mezquinamente. Una sociedad que se ocupe de sus individuos educa individuos que se ocupan de los problemas de esa sociedad y del mundo.

En el seno de la sociedad mexicana han subsistido pueblos con una muy especial forma de organización a la que se le denomina comunalidad. Dentro de ella el sujeto es libre de crecer y desarrollar todas sus potencialidades; pero llegado el momento el pueblo en su asamblea lo convoca a cumplir ciertas funciones a las que no puede sustraerse. ¿No es esto una limitación de la libertad del individuo? No, no lo es. Es un pequeño aporte de lo individual a lo social sin el cual se disuelve lo comunal. Con esto digo que encontramos hoy en día territorios en los que se han dado el equilibrio ético al que toda sociedad humana debe aspirar. Es el mismo equilibrio que se logra en la isla de Cuba sin que en ella existan territorios organizados por comunalidad.  Tal vez, toda la isla es una comunidad de 11 millones de habitantes que practica el sentido comunal de la existencia con el mundo.

En este mismo orden de cosas es triste cómo algunos, a veces, la emprenden contra la ciencia, la industria y la tecnología como si ellas fueran las causantes de los males sociales que hoy aquejan a la sociedad humana. Esto es, salvando las distancias, como aquellos que arremetieron contra las herramientas de trabajo acusándolas de sus condiciones de explotación.

Algunos me han esputado; ¿Por qué hablas mal del capitalismo y utilizas una computadora? Como si mi laptop en sí fuese capitalista por haber sido construida en condiciones de explotación. Habría que remitirse al texto de José Ramón Fabelo “Los valores y sus desafíos actuales” para entender que las creaciones humanas portan significado hacia la humanidad y que este significado depende de la relación de su propia naturaleza y función con la dignidad de la vida. Ni la ciencia, ni la industria ni la tecnología en sí son malas; si puede serlo el uso que los hombres deciden hacer de ellas. Lo negativo es el sistema de relaciones económicas que se ha desarrollado y que subsume toda creación humana desnaturalizándola y sometiéndola a su servicio egoísta. Marx dejó claro que el capitalismo es un sistema inhumano, alienante y debe ser derrotado.

La educación utilizando las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones tampoco es mala en sí mismo. Lo peligroso es que se la utilice para llenar arcas particulares a costa del desarrollo pleno e integral de la persona humana. Porque debemos estar alertas en que los contenidos con los que se educa al hombre en México son, como mínimo, cuestionables.

Digo contenido cuestionable porque están peligrosamente separado de la realidad histórica en la que vivimos y porque entretiene a los estudiantes en problemáticas que no tocan en los más mínimo las urgencias que viven sus pueblos y comunidades. Se enseña ciencia sin conciencia y se instruye en las humanidades sin humanidad.  No diré que se ha perdido el sentido de la educación crítica y/o emancipadora porque, en mi opinión, eso no lo hemos tenido.

Los mexicanos de este tiempo y más lo educadores deben entender que con pandemia o sin pandemia estábamos ya evocados a construir una educación que abriera el futuro de esta matria mexicana a la definitiva liberación sobre todas las formas de explotación que hemos vivimos.  Con pandemia o sin ella, debemos estar claro que lo que denominamos educación pública, universal y gratuita estaba muy mal: porque ni educaba la criticidad ni la liberación. Los términos publica, universal y gratuita no satisfacen las necesidades educativas del mundo que hoy se vive. Necesitamos, como mínimo una educación, como nos dice Dussel, descolonizadora y yo agregaría; que eso indica antimperialista. Cuando digo, antimperialista no me refiero a la empresa privada; sino a la ética productiva de un sistema que para funcionar necesita robar al hombre su territorio, espiritualidad y su carácter solidario. Imperialismo es despojo por la fuerza, como pretenden hacer hoy con la hermana y siempre digna Venezuela.

En este punto aparece, para salvar el tema, y hablando de educación el concepto de calidad que tanto critican algunos. ¿Qué es calidad educativa? ¿Cómo entender este concepto que el egoísmo capitalista brega por arrebatarnos? ¿Acaso calidad educativa puede ser un concepto que organice y dirija el proceso de emancipación humana?  Nosotros pensamos que sin calidad educativa no podrá haber educación descolonizadora.  Más que sustraernos del concepto de calidad educativa debemos rescatarlo y regresarle el sentido primario que tuvo. Calidad es esencia.

La calidad, tal y como la conceptúa Gramsci es la cualidad de todo objeto de ser diferente a otros elevándose a la vez a su máxima potencia.  El Guernica de Pablo Picasso es una obra de calidad.  Según argumenta el propio Gramsci el capitalismo renuncia a la calidad en aras de la cantidad; pone la cantidad por encima de ella.

La pandemia no va a cambiar el contexto socio histórico anterior a la cuarentena. No lo hizo la peste, ni la gripe española y no lo hará el covid-19.  Cuando termine la cuarentena seguiremos siendo un país productor de materias primas e importador de mercadería. Seguiremos siendo un capitalismo dependiente de la economía norteamericana. Seguiremos disfrutando de las televisoras privadas que ahora, tendrán nuevos temas para sus propuestas alienantes. Retomaremos el futbol, a Batman y a Laura Boso. Y todo ello será, irremediablemente, si no nos montamos en la crisis de este momento histórico y construimos una educación capaz de darnos  conciencia histórica. Las crisis no ofrecen más soluciones que las que sean capaces de construir los hombres. Las crisis suelen ser excelentes oportunidades de crear soluciones, pero solo para hombres y pueblos que fundan. Estoy seguro, por ejemplo, que el sistema de salud del pueblo cubano saldrá fortalecido de esta crisis porque mejorará su calidad y se harán los cambios necesarios para prepararnos para próximas eventualidades como esta.

Necesitamos construir, entonces, una educación de calidad en el sentido en el que Gramsci la entendía. En este momento debemos decir que calidad educativa es todo aquel proceso pedagógico que se organice y dirija hacia el desarrollo máximo de lo humano (del individuo) en el hombre. Un hombre que emergiendo de su colectividad logre la mayor individualidad posible y un sistema de valores que lo prepare para servir. Un hombre que pueda vivir, como decía Martí, por encima de su tiempo. Un hombre cuya creatividad pueda romper las cadenas de la explotación.

Y en este sentido, la noción de creatividad, en su vínculo con la praxis política, asume un nuevo significado: “creativo hay que entenderlo en el sentido ‘relativo’, de pensamiento que modifica el modo de sentir del mayor número y por lo tanto de la realidad misma que no puede ser pensada sin este mayor número” (Gramsci, 1981, págs. Tomo IV, p. 131)

Calidad es lo irrepetible, lo que no podrá ser clonado ni homogeneizado por el capitalismo.  El capitalismo no produce calidad sino cantidad. Como dice Antonio el capitalismo renuncia a la calidad en aras de la cantidad. La escuela de hoy produce cantidad y no calidad porque no potencia al máximo el desarrollo personal individual del alumno. Lo conduce hacia un estado de mediocridad funesto y aniquilador.

La OCDE y otros organismos internacionales nos robaron el concepto de calidad y le adjudicaron criterios egoístas, reduccionista y parciales en consonancia con el individualismo capitalista y con el modelo de sociedad y hombre que ellos buscan.  Les interesaba que al sujeto mediocre que salía de sus aulas se le adjudicara una categoría como esa para ocultar su putrefacción pedagógica. Con solo decir que el argumento central de la OCDE en su propuesta de calidad para México se centra en que:

Hacia una reforma educativa en México: La mejora en la calidad educativa es una prioridad política y social en México, especialmente en años recientes, debido a las altas tasas de pobreza, la fuerte desigualdad y el aumento de la criminalidad. (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 2010)

Ellos pretenden resolver los problemas de la sociedad mexicana atacando los efectos y no las causas. La educación, en nuestra convicción no puede resolver problemas sociales que no genera. Idealistamente se le pretende dar a la escuela responsabilidades que están más allá de sus posibilidades reales para justificar al verdadero causante del desastre que es el imperialismo neoliberal.  Lo que para la OCDE es calidad para nosotros es suicidio; lo que para nosotros es calidad para ellos es aniquilación porque la calidad educativa tal y como la vemos aniquila al egoísmo capitalista neoliberal.

Ninguna sociedad podrá llamarse humana si no potencia al máximo el desarrollo de todas las cualidades humanas individuales: todo hombre tiene derecho a ser y a ir más allá del grupo en el que se forma; de eso se trata la creatividad y la calidad educativa: de superar individualmente las condiciones sociales de partida; pero junto a ello, claro está, se debe educar en la responsabilidad hacia el otro, hacia la humanidad toda.

Cuando nos acercamos a personalidades de la historia como Bolívar, Martí, Juárez, Sucre; etcétera: comprendemos que fueron personas que pudieron vivir su tiempo siendo ellos mismos, tal vez con algunas dudas y temores; pero, tomando distancia, de la masa que los acompañaba. La verdadera libertad humana legará cuando la educación pueda darle a cada quien el desarrollo para el que está listo, cuando la escuela le de alas a cada niño para que se eleve al cielo de lo humano y enriquezca la cultura con sus aportes únicos e irrepetibles. En los cuadros de Diego, de Frida y de Picasso hay calidad; son únicos, hermosos y creativos.

Digamos entonces que se debe buscar el equilibrio natural y sano entre lo social y lo individual; entre mis justificadas metas personales y las posibilidades del colectivo de sustentarlas sin perder la dignidad colectiva. Podemos asegurar que una colectividad humana sana es aquella en la que los individuos no tienen límites a sus desarrollos personales.

Trabajos citados

Alicia, A. (4 de Abril de 2020). La escasez global de respiradores multiplica la «piratería moderna» entre países. Obtenido de MUNDO: https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-04-04/respiradores-coronavirus-escasez-global-pirateria_2534175/

Gramsci, A. (1981). Cuaernos de la Carcel (Vol. Tomo I a VI). Puebla, México: Era.

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. (2010). Acuerdo de cooperaciónMéxico-OCDE paramejorar la calidadde la educación de lasescuelas mexicanas. México-DF: OCDE.

Robert, N. (1996). La formación del pensamiento sociológico. Buenos Aires: Amorrortu editores.

Fuente del artículo: Equipo de Ove.

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/human-group-of-people-collection-567563/

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A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo

Qué Dios lo proteja; muchas personas se despiden de nosotros con esta frase sin importar nuestras creencias. No me siento ofendido por ello, en lo personal me gusta, aun cuando yo no tengo ni practico este tipo de creencias, porque sé que detrás de este enunciado hay mucha buena vibra y ganas de que a uno las cosas le salgan bien. Cuando un creyente te dice algo como eso, te está deseando el bien y está compartiendo sus buenos deseos, sus ganas de dicha y felicidad.

Por mi parte, creo que me entenderán, no se me ocurriría despedirme diciendo: que la «Revolución te salve hermano»; aun cuando sé que ella ha salvado a millones de personas a lo largo de sus más de 50 años (Cuba), y este sí que es un hecho tácitamente demostrable.

El punto de mi análisis es el siguiente: a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Por qué digo esto:

Cuando una persona, aprovechando las redes y sus enormes posibilidades me envía una invitación a rezar para que nos salvemos del virus me incomoda y me preocupa su postura. Saturan las redes con imágenes de santitos que disparan luces y de vírgenes salvadoras como quien está desarrollando una titánica labor de salvación. Me incomoda, porque no le he dado el derecho de pedirme que haga algo que está en contra de mis convicciones y creo que el respeto a las creencias o no creencias es fundamental. Y me preocupa, mucho, porque si nos ponemos a rezar sin tomar las medidas necesarias el virus nos arrastrará a todos a una muerte segura; y luego al paraíso, al infierno o a la Pachamama (eso es discutible).

Es importante que todos, creyentes o no, valoremos que una cosa es Jesús actuado en contra de la opresión y la ambición Romana; y otra sería verlo esperando a que un poder que llegue del más allá (su padre) haga lo que a él le corresponde: porque, si somos congruentes, en cuanto a creencias, el padre de Jesús tenía todas las posibilidades de resolver la crisis humanitaria y espiritual que los hombres crearon en esa época histórica sin necesidad de mandar a su hijo a sacrificarse. Quiero entender que, pedagógica y políticamente hablando, lo que se quería con la praxis de Jesús era enseñar a los hombres cómo, a través de la organización, la conciencia y la defensa de valores perecederos por los que valía la pena morir, se podría cambiar el mundo. Jesús nos dio una lección pedagógica, política y sociológica: que debemos luchar o este mundo no tendrá ninguna posibilidad de salvación porque: en náhuatl antiguo para que se entienda: “nos lo estamos llevando a la chingada.”

Jesús mostró un camino, oculto a los fanáticos de esa época: el camino de la organización y de la conciencia y acción consecuente. Dejó claro que, sin una organización, sin el trabajo sistemático con la conciencia y sin otra propuesta de valores no habría solución ninguna a aquella situación. No por gusto Marx lo llamó el primer revolucionario de la historia y a las comunidades cristianas de base el primer partido político de la historia. Creo, además, que debe considerarse que lo que hizo el nazareno fue de principio a fin un acto político de toma de partido a favor de los pobres. El fanatismo existente en la época en que Jesús vivió hacía que aquellos seres oprimidos y empobrecidos por Roma se arrodillara a rezar y a entregar sus ofrendas esperando la ansiada salvación; sin comprender, que frente a su situación el camino era otro y que, además, ese camino implicaba no solo sacrificios sino la entrega de la vida mima si fuese necesario.

Esa, así lo veo yo, desde mi ignorancia sobre el tema; es una de las más perecederas lecciones del maestro (como le llama mi hermano Marcel a Jesús): Aun cuando pudo escapar para salvar la vida decidió quedarse y asumir los resultados de sus actos para enseñarle a los discípulos que el camino de la salvación colectiva podría ser el camino de la muerte personal si se es congruente hasta las últimas consecuencias: Qué sino, le deparó a la vida a Tupac Amaru, Martí, El Che, Camilo Torres y tantos otros: la entrega de la vida por la praxis emancipadora y descolonizadora.

Frente estas enseñanzas que nos dejó Jesús debemos valorar muy bien lo que significa actuar para salvarnos ahora frente a rezar para salvarnos más tarde; porque, por ejemplo, hoy vi en Oaxaca personas sin naso-buco y al inquirir a la señora, ya grande, por cierto, me respondió – a mí, Dios me protege. Si no entendemos que estas formas de fanatismo suelen ser suicidas estaremos agravando la crisis actual.

Desearle a una persona que Dios lo proteja es un acto de bondad y sensibilidad humana que respeto mucho; pero pedirle que se arrodille y rece frente a una situación real de peligro pudiera ser un acto irresponsable y de un fanatismo peligroso. Salir a la calle sin ninguna protección creyendo que él te protege es una locura.  No olvidemos que entre la peste y la gripe española fallecieron 90 millones de seres humanos, en no pocos casos por ignorancia: como aquellos que iban flagelándose por los pueblos y pidiendo a Dios, mientras los seguían las ratas que portaban a la pulga causante de la pandemia.

En otro momento, cuando le reclamé a un compañero de izquierda que me sugería rezar y compartir con otros su rezo e invitar al mundo a rezar a la misma hora, me respondió: -Dios existe para todos. Esto, en mi opinión, le dije, es irrespetuoso de tu parte. Debes entender que mucha gente cree en un Dios diferente al tuyo, y otros, no creen en ninguno; ello te obliga a dejar los fanatismos para el espacio privado de tu existencia personal y familiar. Dios no existe para todos: existe para los que creen en él; los demás alimentan su espiritualidad por otros caminos en nada censurables, por cierto. Incluso, creo profundamente que la espiritualidad es un lugar común en el que todos los hombres podremos encontrarnos con independencia de las creencias y cosmovisiones que le den sentido a nuestras existencias personales.

No me mal interpreten: rezar es muy bueno para los que tienen fe pues cumple una fundamental función psicológica; pero, en estos momentos, mejor aún sería cumplir las medidas sanitarias. Responsabilizarse con la conducta personal y familiar para no convertirnos en un problema para la colectividad. Las irresponsabilidades pueden crear crisis y frente a ellas todos tenemos que actuar.

Creo que además debemos (porque honrar honra, como nos dijera Martí) reconocer el trabajo abnegado y de enorme sacrifico de todos aquellos que en medio de la crisis actual tienen la tarea inmediata de salvarnos a todos; incluso de nosotros mismos y aún, a riesgo de su propia vida.

Reconozco y aplaudo el esfuerzo del presidente de este país que, en medio de la pandemia, no abandona el timón; como no lo haría un capitán en medio de la terrible tormenta. Críticas llueven, de los descreídos, de los ineptos y de los corruptos a los que se les termino la fiesta del despojo. Yo solo digo una cosa: imaginen que no contáramos con ese fundamental espacio de información. Imaginen por un momento que dejemos que la gente sea informada por Facebook. Es fácil comprender que podríamos caer en una neurosis colectiva de dimensiones desproporcionadas y generar problemas aún mayores. La tarea de un presidente es esa y no debe renunciar a ella bajo ningún concepto. Él, como dice Dussel, debe mandar obedeciendo y el mandato que tiene hoy es el de salvar a la mayor cantidad de vidas humanas posible.

Las enseñanzas de Jesús están para todos, creyentes o no y este presidente y los profesionales de la salud y todos los otros no están haciendo otra cosa que continuando su ejemplo. Amar al prójimo es actuar a favor de la vida, es afirmar la vida. Si usted, persona creyente, amparada en sus creencias, sale a la calle irresponsablemente está atentando contra la vida y no debería utilizar a Jesús como argumento para sus necedades.

Afirmar la vida hoy es unirnos en torno a una ética de la salvación, a una ética médica y científica que no sale del capricho de nadie sino de la necesidad de salvar para salvarnos. Sin la vida humana no habrá ética que discutir, sin la vida humana no habrá cultura que salvar, sin la vida humana no habrá comunalidad, ni gobierno, ni economía.

Todas las creencias deben, en este momento grave para la existencia humana, llevarnos a ser responsables frente a la otredad y frente a mi persona. Defiendo la idea de que el respeto por la vida de Jesús implica más compromiso y praxis con la existencia de la vida en el planeta, que fanatismo y creencia en una salvación futura desapegada de mi actuar presente. Si usted no actúa para salvar en este momento de peligro, usted está traicionando a Jesús, y además, complicando la situación de los pocos hospitales que los rateros de la historia le dejaron a este México tan amado y a este presidente tan trabajador.

Ni las buenas intenciones de AMLO ni todo el dinero del mundo nos salvará si no nos unimos en la responsabilidad y la praxis consecuente frente a este peligro microscópico. Este asesino fue irresponsablemente creado por los hombres y si no atajamos la irresponsabilidad en todos los niveles los estragos que haga serán inconmensurables.

Es por ello que debemos dejar que Dios haga su trabajo y ocuparnos nosotros del virus y la salvación en este momento histórico.  Dejemos a Dios, que tiene mucho que hacer y pongámonos todos, creyentes o no creyentes a ayudarlos con nuestro trabajo, nuestra organización, con la defensa de la verdad y la denuncia de la mentira y la manipulación; con la praxis.

Dios no es médico; Dios es amor; seamos congruentes; ¡por Dios!

Junto a ello debemos meditar la necesidad de salvar al planeta al que estamos asesinando. Pero eso es tema de otra reflexión.

Fuente: El autor escribe para OVE

Imagen: https://pixabay.com/photos/ash-candlelight-candle-christmas-2179184/

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