El ministro de Educación de Brasil, el pastor evangélico Milton Ribeiro, afirmó este jueves que los jóvenes sin fe son “zombis existenciales” y que la falta de valores es una de las principales causas del alto índice de suicidios en esa edad.
“No hay más juventud que crea en cosas como Dios, política, religión y familia. Perdieron totalmente los referentes (…) Tenemos hoy en Brasil, motivados, creo yo, por esa quiebra de absolutos y certezas, verdaderos zombis existenciales. No creen más en nada, desde Dios a la política”, declaró en un acto sobre la prevención del suicidio y la automutilación.
“La gran moda de los sociólogos, de filósofos y de algunas corrientes políticas hoy es destruirlo todo (…) sin poner nada en su lugar. Por eso nuestros jóvenes adolescentes están con ese vacío que los lleva a vivir con ningún tipo de propósito, a quitarse la propia vida”, agregó.
Según datos oficiales, alrededor de 12 000 personas se suicidan cada año en Brasil, un país con 212 millones de habitantes. Ribeiro, de 62 años, pastor de la Iglesia Presbiteriana de Santos (estado de Sao Paulo) , es el cuarto ministro de Educación del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, quién subió al poder con el apoyo de poderosos sectores evangélicos.
Ribeiro, que insistió en su discurso que los tiempos actuales son de “ deconstrucción de todo lo que es valor, lo que es absoluto ” , reemplazó en julio a Carlos Alberto Decotelli, quien dimitió días antes de asumir por mentir en su currículum académico. Los dos primeros ministros fueron de la llamada “ ala ideológica ” del gobierno, muy influenciado por Olavo de Carvalho, considerado el “ gurú ” de la ultraderecha brasileña: Ricardo Vélez, que duró tres meses y una semana en el cargo, y Abraham Weintraub, que ejerció entre abril de 2019 y junio de 2020.
La titular del gremio AMET dijo que hay una enorme cantidad de chicos desconectados y que hay que hacer acuerdos para que vuelvan las clases presenciales. UTE-Ctera se opone.
«En todo el país hay una enorme cantidad de niños, niñas y adolescentes que se han desconectado y no tienen la posibilidad de darle continuidad a su aprendizaje, por diversos motivos. De manera que este problema hay que enfrentarlo y reconocerlo. Hay que hacer acuerdos paritarios para que se vuelva a la presencialidad. Nos parece que empezar un camino como el que está haciendo la Ciudad de Buenos Aires es para analizarlo y medirlo día a día», dice a Clarín Sara García, secretaria general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET).
Así, dio el «visto bueno» a las clases en espacios públicos, la iniciativa porteña. Desde la otra vereda, el gremio docente Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) insiste con el rechazo a la vuelta de las clases presenciales. Sea en las aulas o en las plazas.
Esta es la «grieta» gremial de la Educación en medio de la pandemia del coronavirus, entre pupitres vacíos y pantallas que no llegan a todos.
El contrapunto es un limbo, pese a que, este miércoles, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, lo subestimara. «No hay una puja con la Ciudad» por el retorno a clases, sólo son «miradas distintas», sostuvo. Pero, a la vez, el ministro aseguró que el territorio porteño es la única jurisdicción con la que tuvo «una discrepancia».
Trotta señaló que ya hay «6.500 computadoras listas para ser entregadas a la Ciudad, esperamos la autorización». Con esa cifra de dispositivos, buscan convalidar la cantidad de chicos y chicas que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta señaló como quienes no lograron continuar las clases de manera virtual.
La Ciudad realizó una presentación informal al Ministerio de Educación de la Nación para que 6.500 estudiantes tengan clases en espacios públicos como parques o plazas y otra cantidad -que serían unos 24.000- tengan clases presenciales en la calle y en la vereda de las escuelas tanto públicas como privadas. Proponía que las clases en espacios públicos arrancaran a partir del 28 de septiembre, para que los alumnos retomen el vínculo con sus docentes.
Los gremios docentes rechazaron la propuesta ese mismo día. «Es una actitud anticuarentena, que muestra un desconocimiento de los procesos educativos», afirmó la secretaria general de (UTE-Ctera) en Capital Federal, Angélica Graciano.
«La ministra (de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña) anunció que van a dar clases en las plazas y equiparó dar clases al aire libre a tomar una cerveza en la vereda de un bar, lo que habla del desconocimiento de los procesos educativos», siguió.
Volviendo a la Ciudad, Manuel Becerra, profesor de historia en territorio porteño y magister en historia de la UNSAM, dijo que «salir a comparar las escuelas con los bares ya te marca una postura que no tiene una mirada pedagógica sino de acomodar objetos en el espacio».
Por otra parte, Guillermina Tiramonti, investigadora del Área de Educación de Flacso, afirmó que «es necesario salir a buscarlos, conectarlos (a los alumnos que no lograron la continuidad pedagógica de manera virtual) y, ya que no tienen posibilidades de conectarse por internet, llevarlos a un centro para que puedan recuperar su escolaridad para mantenerlos conectados con la escuela». Consideró que «si se toman los recaudos necesarios, no hay riesgos sanitarios» en la propuesta del gobierno porteño.
Ahí coincidió el titular del Centro de Políticas Públicas y especialista en Educación, Gustavo Iaies, quien dijo a Télam que la idea del retorno a la presencialidad «aborda uno de los principales problemas que tiene la cuarentena para la escuela, que es la falta de sociabilización de los chicos y el corte de la relación de los chicos con los adultos de la escuela».
«Ya veremos cuánto más o menos podremos trabajar los contenidos escolares, pero me parece que es una hermosa iniciativa para iniciar el retorno», afirmó.
En tanto, en Provincia, la secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, destacó que se trabaja desde hace meses junto a la Dirección General de Cultura y Educación en protocolos para cuando la situación sanitaria permita el regreso a las aulas. En el mismo sentido, dijo que se volverá a las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires recién «cuando lo aconsejen las autoridades sanitarias». La dirigente sindical remarcó: «La prioridad es lo sanitario».
“Tenemos un reporte de 64,000 estudiantes que no hemos podido contactar y más de 3,000 docentes”, dijo la ministra.
Gremios magisteriales respondieron a los señalamientos de que más de 3,000 educadores en el país siguen cobrando su sueldo a pesar de que no se hayan conectado a las clases virtuales.
La ministra de Educación, Maruja Gorday, explicó que 64,000 estudiantes y 3,300 a la fecha no se han podido contactar, por lo que se realiza un proceso administrativo de gestión para ver qué ha pasado.
Fuentes oficiales aseguraron que se la ha pedido a los directores de las escuelas informes de cada centro para saber cuáles están trabajando con los estudiantes y cuáles no, y las razones.
Según Luis López, secretario general del Frente Nacional de Educadores Independientes (Frenei), “las autoridades de Meduca sabían que esto iba a ocurrir, porque hay miles de estudiantes a nivel nacional que no cuentan con internet, ni con las herramientas tecnológicas”.
Por su lado, Diógenes Sánchez, exsecretario general de la ASOPROF, señaló que “desconocemos cuáles son las fuentes del Meduca, todos los docentes sabemos que tenemos que cumplir con nuestras obligaciones”.
Yadira Pino, ex dirigente de un gremio magisterial, indicó que “el tema incomoda porque pareciera un juega vivo… aquí hay responsabilidad del patrono (Meduca), que tiene que investigar dónde están esos docentes”.
Fuente: https://www.metrolibre.com/nacionales/182049-educadores-reaccionan-cifras-del-meduca.html
El pensador norteamericano definió a las elecciones presidenciales de noviembre próximo en su país como «las más importantes en la historia de la humanidad» y habló del deterioro de la democracia y la catástrofe medioambiental en una entrevista exclusiva con Télam.
El lingüista y politólogo estadounidense Noam Chomsky, uno de los intelectuales más elocuentes para leer los escenarios complejos que se articulan por debajo de la pandemia que hoy paraliza al mundo, sostiene que estamos ante una confluencia crítica generada por el deterioro de la democracia, la inminencia de una catástrofe medioambiental y la amenaza de una guerra nuclear: la evolución de ese panorama depende de las próximas elecciones en su país, a las que define en una entrevista exclusiva con la Presidenta de Télam como «las más importantes no sólo en la historia de Estados Unidos sino también en la historia de la humanidad».
A los 91 años, el brillante pensador y autor de obras como «El nuevo orden mundial (y el viejo)» o «Poder y terror» mantiene la potencia de su voz disidente y antibelicista que a lo largo de más de sesenta años lo llevó a compatibilizar sus aportes académicos con intervenciones públicas que le han valido represalias de los sucesivos gobiernos de su país, como ser detenido por condenar la guerra de Vietnam, figurar en la lista negra del ex presidente Richard Nixon o recibir duros cuestionamientos por denunciar la guerra sucia de Ronald Reagan.
Acusado a veces de «antiamericano» por la dureza de sus críticas, Chomsky tiene un rol activo en causas colectivas -hace pocos meses firmó junto a 150 intelectuales un manifiesto donde alertan sobre el riesgo de la censura a los contenidos que no se ajustan a los parámetros impuestos por la corrección política- sin dejar de atizar sus cruzadas personales: el combate a las multinacionales, al neoliberalismo y al actual presidente Donald Trump, a quien caracteriza en una entrevista con Télam, vía Zoom desde su casa en Tucson (Arizona), como «una especie de dictador de pacotilla que ha creado en Washington un pantano de corrupción».
Entrevista exclusiva a Noam Chomsky
Dr. Chomsky, mientras una parte importante de la humanidad pareciera centrada en el impacto del Coronavirus y sus consecuencias, usted redobla la apuesta y advierte que la sobrevivencia de nuestra especie humana es lo que verdaderamente está en peligro.
Debemos reconocer que este es un momento histórico notable. Estamos en medio de una confluencia de crisis existenciales: la de la catástrofe medioambiental, la de la guerra nuclear, la crisis del deterioro de la democracia, que es el único medio para combatir estas crisis. Y, además, las crisis de pandemias. El Covid-19 en particular -del que saldremos- tendrá un costo innecesario, terrible. Pero no será el último. Hemos tenido mucha suerte hasta ahora porque las repetidas epidemias de coronavirus que hemos vivido lograron contenerse. El Ébola, por ejemplo, fue altamente letal pero no demasiado contagioso. El SARS es muy contagioso, pero no muy letal. La próxima pandemia que se presente podría ser ambas: altamente contagiosa y altamente letal. Entonces nos enfrentaremos a algo así como la Peste Negra del siglo XIV. Podemos prevenirlo, pero hay que hacerlo.
¿Por qué tenemos una pandemia hoy?
Es una pregunta importante para hacer. Tuvimos la epidemia de SARS en 2003, un virus muy similar. Los científicos advirtieron que vendrían otros, que debíamos prepararnos y sabíamos cómo hacerlo: aislar los virus, planificar cómo desarrollar una vacuna, fortalecer un sistema de prevención de pandemias. Todo está bastante claro. Pero no basta con tener la información, alguien tiene que hacerlo. Las grandes empresas farmacéuticas tienen los recursos, los laboratorios, etc. No lo hacen, sin embargo, porque hay algo que se llama Capitalismo. El capitalismo dicta que siempre intentes aumentar tus ganancias. No gastas dinero en algo que podría suceder dentro de diez años y en lo que no se ganará mucho dinero, de todos modos. Tienes la vacuna, la gente la usa, se acabó. Las compañías farmacéuticas invierten en cosas que puedan seguir vendiendo mañana.
¿Tal vez las crisis están mostrando la necesidad de que el Estado retome su protagonismo?
El gobierno tiene recursos inagotables, laboratorios maravillosos, pero no puede hacerlo por algo llamado neoliberalismo. Como lo expresó Ronald Reagan en su discurso inaugural, “el gobierno es el problema, no la solución”. Esto significa que las decisiones tienen que pasar de las manos del gobierno al poder privado. ¿La razón? Ellos creen que el gobierno es una institución defectuosa porque responde a la población, al menos en parte, y ese es un problema grave. No podemos permitirlo. Por tanto para ellos es necesario trasladar las decisiones a tiranías privadas que no rinden cuentas al público en absoluto. Se llama “libertad” en el discurso orwelliano contemporáneo. Volviendo a la pandemia, significa que el gobierno no pudo intervenir, porque nunca pensaron en la gente. Así que no hubo esfuerzos para desarrollar la vacuna y así sucesivamente. No obstante, hubo algunos avances.
¿Se refiere a las políticas del presidente Obama y su propuesta de seguro médico? Cuánto devastó Trump de ese legado?
La administración Obama puso en funcionamiento un plan de respuesta ante una pandemia que era bastante esperable que estallara. Hubo investigaciones conjuntas entre científicos estadounidenses y chinos para tratar de identificar coronavirus en cuevas de China e intentar secuenciar los genomas. Se ejecutaron programas de demostración para ver qué pasaría si el virus se propagaba. Todos estas iniciativas sucedieron hasta enero de 2017. Si bien no eran suficientes, al menos eran algo.
A los primeros días de asumir, Trump desmanteló estos proyectos. Todos los años ha intentado retirar los fondos. La última vez fue en febrero de 2020. Cuando la pandemia se desata, el presidente recorta los gastos relacionadas con la salud pública, incluidos los del Centro para el Control de Enfermedades. Como resultado, Estados Unidos estaba singularmente mal preparado cuando golpeó la pandemia. Ha habido todo tipo de incompetencia y malicia en relación a su manejo.
Lo que aparecen como serios desatinos del presidente Trump ha contado, en realidad, con respaldos institucionales sólidos.
El Congreso Republicano ha aprobado cientos de esfuerzos legislativos para acabar con la ley de atención asequible, la ley de Obama, y no dejar nada en su lugar. La ley algo avanzó. No se acerca a lo que tienen otros países, pero al menos fue un adelanto y quieren matarla, porque para ellos ,no debería existir nada fuera del mercado. Si puedes sobrevivir bien o si no mal. Se llama “Libertario”, lo que es una broma de mal gusto. Es totalitario. Te están diciendo que si eres lo suficientemente rico para sobrevivir, genial; si no lo eres, mala suerte. Eso se está manifestando en la crisis del COVID-19. Hay mucha gente que se niega a hacerse la prueba porque es demasiado cara. Me refiero a que técnicamente el gobierno paga pero luego la gente recibe copagos que su compañía de seguros no pagará. Los ciudadanos de los Estados Unidos son el cuatro por ciento de la población mundial y el 25 por ciento de los casos. No hay mejoría. De hecho, está empeorando. Yo no he salido de mi casa en cuatro meses.
¿Hay un momento en que estas ideas tomaron mayor fuerza?
Echa un vistazo a los hospitales, especialmente desde Reagan. Los programas neoliberales de Reagan fueron realmente duros con la población en general. Los hospitales funcionan con un modelo comercial, deben ser eficientes, solo tienen los recursos a utilizarse en una situación normal. Se asemejan a una línea de montaje en la empresa Ford Motors. Con los recursos justos. Cuando se presenta cualquier situación excepcional, el desastre es total. De hecho, este modelo de negocio Reaganiano tuvo un efecto en todo el mundo. Esas son las batallas que se libran internamente en Estados Unidos, pero lo mismo está sucediendo en todas partes. Los movimientos populares están tratando de moverse hacia una sociedad viable y habitable. Y la pregunta es ¿quién va a ganar?
¿Como revertirse algunas de estas políticas frente a tantas urgencias?
Por supuesto que es mucho lo que puede hacerse, pero hay que superar barreras serias. Hay que superar la lógica capitalista, hay que superar la plaga neoliberal y hay que superar el liderazgo malévolo; tres barreras principales. No va a ser fácil, pero no es imposible. Las otras crisis: calentamiento global, guerra nuclear, deterioro de la democracia, sabemos cómo afrontarlas y es imprescindible hacerlo. No queda mucho tiempo.
¿En este contexto, ¿El resultado electoral del próximo 3 de noviembre puede ser la bisagra para superar o agravar las distintas crisis que viene enumerado y describiendo?
Claro, las elecciones de 2020 son probablemente las más importantes que ocurran no sólo en la historia de Estados Unidos sino también en la historia de la humanidad, por una razón que no se discute y que es en sí misma asombrosa. Es la pregunta más importante que hoy enfrenta la humanidad y, de no se responderse pronto, podría significar el fin de la vida humana organizada en la Tierra. Se trata de la catástrofe medioambiental que se avecina. No está lejos, no se puede retrasar y debemos decidir si la vamos a enfrentar. Este es el tema principal que está en juego en la elección. El presidente Trump y su partido han dejado muy claro que quieren acelerar la carrera hacia el desastre. Quizás sea una señal de que la especie humana es simplemente inviable, si no puedes lidiar con un problema como este. Y no es el único. La segunda cuestión crucial que enfrentan los seres humanos -y que tampoco se menciona- es la creciente amenaza de guerra nuclear. Es muy alta, mayor que durante la Guerra Fría según los principales expertos en el tema, y sigue elevándose considerablemente. Tenemos que preguntarnos en qué tipo de sociedad vivimos. Qué clase de especie somos si no estamos dispuestos a parar estos desastres.
¿Cuál es la razón para que estos temas tan vitales y urgentes no sean la prioridad en la agenda política estadounidense?
Estados Unidos es un país muy libre, más que cualquier otro en el mundo. Por otro lado, es la más empresarial de las democracias occidentales. Los empresarios estadounidenses tienen una elevada conciencia de clase. Son marxistas hasta la médula, en una especie de marxismo vulgar invertido. Libran conscientemente una guerra de clases, sin descanso, sin retroceder, sin detenerse nunca. Y hay resultados.
Las instituciones financieras son tan poderosas que no permiten resolver estos temas porque para ellos no son un problema. La población lo quiere, pero cada vez que se hace algo las instituciones financieras vienen y lo aplastan. Bueno, ¿por qué deberían existir? ¿Por qué deberíamos tener el 40 por ciento de las ganancias en Estados Unidos en manos de instituciones depredadoras, que no hacen nada por la economía y probablemente la perjudican? ¿Por qué deberíamos tener una industria de combustibles fósiles, que cumplió su función en las primeras etapas del desarrollo capitalista, pero ahora es una institución que se dedica a matar personas y destruir la vida en la Tierra? ¿Por qué conservarla? ¿Por qué no hay un rechazo masivo? Ni siquiera sería tan caro actualmente con el precio del petróleo a la baja. Por mucho menos gasto del que se dedica a otras cosas, el gobierno podría acabar con la industria de los combustibles fósiles. Por qué no tapar los pozos que tienen fugas de metano o avanzar hacia una energía sostenible?. Son tareas factibles, pero antes que nada deben elevarse al nivel de conciencia.
En este sentido, se observa el surgimiento de nuevos tipos de activismo político sumados a las protestas masivas, con una intensa participación de los jóvenes, o fenómenos como el movimiento Black Lives Matter. ¿Qué significa la aparición de estos nuevos factores y actores en la política estadounidense?
Es muy significativo. Black Lives Matter después del asesinato de George Floyd no se parece a nada en la historia de Estados Unidos, literalmente. Nunca ha habido un movimiento social que se haya desarrollado a tal escala con un enorme respaldo popular. Dos tercios de la población lo apoyaron, eso es más que lo que Martin Luther King logró en pleno apogeo. Es solidaridad entre negros y blancos, marchando del brazo, buscando temas importantes que abordar; no solo los ataques policiales contra los negros -que ya es bastante escandaloso- sino también problemas mucho más profundos. Si bien es un cambio notable en la sociedad estadounidense no es un fenómeno aislado. Es uno de los muchos signos de una conciencia creciente acerca de los problemas más enraizados y complejos. Han transcurrido 400 años desde que trajeron esclavos a los Estados Unidos; 400 años de continua violencia y opresión sin tregua hasta el presente, con un lúgubre legado. Y finalmente se está considerando con bastante seriedad. Hace un par de meses el New York Times publicó una serie muy significativa llamada “1619” (fecha del comienzo del trafico de esclavos), en la cual se exponía los crímenes atroces de la esclavitud y la post esclavitud hasta el presente. Hace unos años hubiera sido inimaginable, ni siquiera se le hubiera ocurrido a alguien hacerla.
¿Cuánto influye el racismo y antirracismo en las próximas elecciones del 3 de noviembre?
Está teniendo un efecto sustancial. Para la administración Trump, para el Partido Republicano, es la pieza absolutamente central de su campaña. Hacen hincapié abiertamente sobre la supremacía blanca. El tema central es mostrar una América cristiana blanca en peligro; mientras disminuye su número y crece sobre ella la amenaza de personas de color, de minorías, de sectores con ideas progresistas, hay que preservar la América cristiana supremacista, blanca y racista. Ese es el tema abierto de la campaña. Nunca ha existido nada parecido. He visto corrientes subterráneas de este tipo a lo largo de la historia de Estados Unidos, pero nada tan abiertamente racista. No es solo la campaña, son los tweets, los comentarios, cada declaración que está haciendo Trump es una incitación a la supremacía blanca, al odio blanco. Su base son ahora los evangélicos, ese 25 por ciento de la población que es republicana, rural, tradicional, conservadora, cristiana blanca.
Hoy se refleja en el clima social un nivel de polarización que no se veía desde hace décadas. Una parte importante esta movilizada con cuestionamientos profundos. ¿Las protestas pueden ser el motor del cambio?
Si, es posible con un activismo popular comprometido. Es el tipo de cosas que se están viendo en las calles después del asesinato de Floyd. Ese tipo de movilización intergeneracional y multiétnica puede generar cambios. De hecho, ha llevado a todos los cambios positivos que han tenido lugar a lo largo de la historia: abolición de la esclavitud, derechos de la mujer, oposición a la agresión, lo que sea; siempre ha venido del mismo lugar y eso puede pasar ahora. Pero hay que hacerlo. Todo lo que hemos mencionado tiene soluciones que no son utópicas, están al alcance. Es necesario que alguien recoja la pelota y corra con ella. Algunas de las formas de hacerlo es manifestarse en las calles u ocupando oficinas del Congreso, como lo hizo el grupo de jóvenes Sunrise Movement con la oficina de Nancy Pelosi. Bueno, obtuvieron apoyo de los representantes jóvenes elegidos en la ola de Sanders, especialmente Alexandria Ocasio-Cortez, y se logró poner un New Deal Verde en la agenda legislativa por primera vez. Ese es un prerrequisito para la supervivencia, la enorme oposición en los centros de poder, la industria de combustibles fósiles, las industrias financieras, los bancos, etc. Es el tipo de cosas que ofrecen esperanza de una supervivencia y una vida digna. Se puede hacer, pero no ocurre por sí solo.
¿Como juega el Partido Demócratas en este nuevo escenario político y con un panorama electoral en el que lleva ventaja pero puede ser imprevisible?
Los movimientos populares son tremendamente significativos, también al interior del Partido Demócrata. Cuál se impondrá? El partido de la base popular, que es una especie de socialdemócrata, o el de los clintonistas, orientado hacia los donantes, particularmente los más ricos. La oposición demócrata está dividida entre estas dos tendencias y sus diferencias se plasman en muchos temas importantes. Uno, por ejemplo, el cambio climático. Joe Biden y Kamala Harris, los nominados a la presidencia y vicepresidencia, pedían el fin de los subsidios para las empresas de combustibles fósiles, demanda explicitada en la plataforma electoral de 2016. La idea de que el gobierno subsidie a las empresas que se comprometen a destruir la vida en la Tierra está más allá de las palabras. Y no solo en los Estados Unidos, sucede en todo el mundo. El Partido Demócrata, dirigido por burócratas seguidores de Clinton, la eliminó del programa, ante el riesgo de que estas empresas dejarán de contribuir a la campaña.
¿Cuán profundas son las diferencias entre el ala más “progresista” y la “burocracia recaudadora”, como usted llama a los seguidores de Clinton?
Echa un vistazo a la campaña de Sanders. Las posiciones de Bernie son condenadas en un espectro amplio, incluso por liberales que dicen: “son agradables, son buenas, pero el país no está preparado para ellas”. Repasemos el programa para el que el país “no está preparado”. Sanders tiene dos propuestas principales: una es la atención médica universal. ¿Se te ocurre algún país que no tenga salud universal? No, existe en todas partes. Entonces, lo que se afirma en todo el espectro mediático es que es demasiado radical decir que Estados Unidos podría llegar al nivel de cualquier otro país avanzado, incluso al de los países pobres. “Es imposible. No podemos llegar tan alto ”.
El otro programa es la educación superior gratuita. Está en todas partes; en los países capitalistas más avanzados, aquellos con mayores récords y logros: Alemania, Finlandia, Francia, dondequiera que mires hay educación superior gratuita. Los países pobres también la tienen. Pero suena como algo demasiado radical para los estadounidenses. Para los clintonistas -burócratas, conservadores, preocupados por los donantes ricos – estas propuestas no se pueden permitir. Para la base popular son fundamentales; desean elevarse al nivel del resto del mundo.
Casi habiendo terminado su primer mandato, ¿Qué cree que ha significado la presidencia de Trump para la democracia estadounidense?
Abrís los periódicos casi todos los días, por ejemplo, en el New York Times, y ves un titular que dice “¿Es este el fin de la democracia estadounidense?”, “¿Es esta la última elección estadounidense?”. No son teorías conspirativas marginales. La supervivencia de la democracia está en juego. La democracia no se basa solo en reglas y leyes. Se basa en la buena fe y la confianza. La democracia moderna más antigua, Gran Bretaña, tiene 350 años, su constitución se puede escribir en una pequeña tarjeta, es una oración o dos. Y ha existido gracias a la buena fe y la confianza. Cuando Boris Johnson prorrogó el Parlamento, para poder aprobar su versión del Brexit, hubo un gran alboroto en Inglaterra y la Corte Suprema reaccionó. Eso no sucedería en Estados Unidos con la Corte que tenemos. Lo que está haciendo Trump es mucho más extremo. El Poder Ejecutivo ha sido casi totalmente depurado de cualquier voz crítica o incluso independiente. Quienes quedan son sólo aduladores, como Mike Pompeo o Mike Pence. Constitucionalmente, los nombramientos realizados por el presidente deben ser ratificados por el Congreso, por el Senado. No está sucediendo. Ni siquiera los envía para su confirmación. Simplemente los nombra en un puesto temporal. Trump ha creado en Washington un pantano de corrupción. Es como una especie de dictador de pacotilla.
¿En la era Trump no solo se redujeron derechos, también se vio afectada la calidad institucional de una democracia que aparecía como “ejemplar”?
¿Qué queda de la democracia? No demasiado. Hay mucho de qué culpar a los demócratas. Mucho. Pero lo que está pasando en el Partido Republicano nunca ocurrió en la historia de la Democracia Parlamentaria, bajo el liderazgo de un dictador de pacotilla. El Senado en manos de Mitch McConnell, cómplice cercano del Presidente, simplemente se niega a actuar. No hace nada más que aprobar leyes para enriquecer a la porción del electorado súper rico de Trump: recortes de impuestos, exenciones corporativas, etc. También se dedica a copar de lleno el poder judicial, con abogados jóvenes de ultraderecha que permanecerán por más de una generación y podrán bloquear cualquier legislación que se aleje de sus posiciones extremadamente reaccionarias. Este es el Senado. El Poder Ejecutivo se acabó.
Como ha señalado muy claramente, en Estados Unidos conviven un gobierno que se va corriendo cada vez más a la extrema derecha del espectro político, con enormes movimientos políticos de participación masiva en medio de esta profunda crisis de salud, que ha agudizado muchas de las contradicciones subyacentes. En ese contexto, ¿Cómo imagina el mundo post-covid-19?
Quienes produjeron la crisis en la que estamos ahora (la pandemia, el calentamiento global -que es mucho más grave-, la amenaza de una guerra nuclear, la destrucción de los procesos democráticos, básicamente todo el programa neoliberal) están luchando sin descanso para asegurarse que el sistema que crearon, del que se han beneficiado, persista de una forma aún más dura, con mayor vigilancia y control. Una tendencia mundial que se ejemplifica en la política exterior de Trump. No es fácil encontrar demasiada coherencia en el caos de la administración actual, aunque destacan algunas ítems. En asuntos internacionales la intención descrita abiertamente por Steve Bannon (uno de los principales estrategas de Trump en los primeros años) ha sido crear una internacional reaccionaria; una internacional de los Estados más derechistas del mundo, dirigida por la Casa Blanca. Eso significa en Medio Oriente alentar las dictaduras familiares del Golfo, MBS [Mohammad bin Salman, príncipe de Arabia Saudita] y el resto. O apoyar la peor dictadura en la historia de Egipto, (Trump la llama su dictadura favorita), o que Israel se haya movido muy a la derecha. En el hemisferio occidental, respaldar países como el Brasil de Bolsonaro o a otras figuras de ultraderecha. Moviéndonos más hacia el este tenemos la India de Modi, que intenta desmantelar la democracia secular. El grupo gobernante radical hindú es su candidato preferido. En Europa, Victor Orban de Hungría, quien atenta contra el sistema democrático y además de otros ejemplos que abundan por el mundo. Básicamente, una iniciativa internacional reaccionaria de la Casa Blanca.
Se trata de una estrategia global que se combina a nivel nacional con los programas neoliberales que han perjudicado gravemente a la población y han beneficiado enormemente a una minoría minúscula. Persistirán en una forma aún más dura, esa es una tendencia internacional.
¿Que alternativas hay frente a esto? ¿Cuál sería la respuesta?
En todo el Planeta hay fuerzas populares que dicen “ese no es el mundo que queremos”, “ese no es un mundo en el que la gente pueda vivir una vida digna, en el que la sociedad pueda sobrevivir, en el que habrá políticas dirigidas a las necesidades no lucrativas”. Se están reuniendo de hecho. En unos días se realizará el primer encuentro de La Internacional Progresista. Fue fundada por la gente de Bernie Sanders en los Estados Unidos, Young 25 en Europa con la gente de Varoufakis (ex ministro de economía de Grecia), un movimiento europeo transnacional que está tratando de preservar lo que es valioso en la Unión Europea y superar sus serias fallas. Tienen candidatos en el Parlamento Europeo y han traído voces del Sur Global. La primera reunión tendrá lugar en Islandia, el Primer Ministro es miembro de la organización. Eso representa otra fuerza en distintos lugares del mundo. Representa una especie de guerra de clases a escala internacional, enfrentando riesgos que nunca han existido en la historia de la humanidad. Son colosales. Se trata literalmente de la supervivencia de la humanidad. Esa es la situación que tenemos ahora mismo, no se puede hacer una predicción.
El líder demócrata Bernie Sanders promueve la conformación de una Internacional Progresista.
Si sabemos muy bien cómo actuarán las fuerzas reaccionarias. Tienen recursos económicos, poder estatal, tienen programas, están comprometidos. La pregunta es cómo reaccionará la población general del mundo. Tienen opciones, tienen posibilidades, tienen números. La pregunta es si pueden montar una fuerza contraria que de alguna manera permita a la humanidad escapar de la actual confluencia de crisis que enfrentamos.
¿Qué tipo de liderazgos políticos se requiere en estas circunstancias? ¿Cuales imagina emergiendo de esta pandemia?
Ahora mismo es difícil ser particularmente optimistas al respecto, pero sabemos qué tipo de liderazgo político nos gustaría que saliera. La cuestión es si podemos hacer que asuman. Tomemos la Internacional Progresista. Creo que gente como Bernie Sanders y Yanis Varoufakis y otros asociados con su movimiento, AOC [Alexandria Ocasio-Cortez] en los Estados Unidos, y algunos otros con este perfil, serían el tipo de líderes políticos que podrían lidiar con estas grandes crisis. No solos, por supuesto. Los líderes políticos no pueden hacer nada [solos]. Primero necesitan un apoyo popular masivo. Y luego tienen que romper el poder que poseen las instituciones y que controlan la sociedad. Hay que recordar que vivimos en mundos de Estado-Capitalismo y cada país tiene una forma u otra de Estado-Capitalismo. Eso significa una concentración extrema de poder en instituciones privadas con enorme voluntad y poder enorme y que suelen tener una gran influencia en todo lo que sucede. Eso tiene que ser eliminado.
Dr. Chomsky, una pregunta final. En lo que respecta a América Latina, en la cual vemos esta batalla entre gobiernos más progresistas y gobiernos de derecha o extrema derecha como es el caso del Brasil de Bolsonaro. ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la Región en este momento?
Brasil envía mensajes muy claros. El Banco Mundial, que no es una organización particularmente de izquierda, hizo un análisis detallado de la economía en 2016, un par de años después de que Lula dejará el cargo. Calificaron los años de Lula como una década dorada en la historia de Brasil, con fuertes reducciones de la pobreza, incorporación de gran parte de las poblaciones que habían sido marginadas, inclusión, grandes avances en el desarrollo social. Dijeron que fue una década dorada, nada comparable. En ese momento Brasil fue probablemente el país más admirado del mundo, estaba en foros internacionales, era una voz para el Sur Global, estaba uniendo a Sudamérica. Lula era probablemente la figura política más respetada del mundo. ¿Qué es ahora? Brasil es simplemente objeto del desprecio y el ridículo del mundo, dirigido por un payaso virulento, una persona que apoya la dictadura militar, que busca destruir. La devastación de la selva amazónica aumentó aproximadamente el 30% sólo en el último año. Acabemos con todo, enriquezcamos aún más a los ricos, matemos a quien no nos guste, dejemos que la pandemia continúe. Es el gobierno quizás más reaccionario en la historia de Brasil. Un objeto de burla en todo el mundo. Bueno, esas son lecciones. Contamos con un plazo de diez años. La lección es que tienes el futuro en tus manos. Puedes hacerlo de una manera, puedes hacerlo de otra manera. No hay forma de predecirlo. Eso es Brasil, se podría aplicar lo mismo a los demás.
Esta iniciativa comenzó en el 2019 en Polonia. La Comisión Europea va en contra de esta medida.
La situación respecto a los derechos de la comunidad Lgtbi en Polonia es preocupante. Este colectivo es tildado de «fascista» por los sectores conservadores del gobierno.
Janusz Kowalski, el ministro polaco de Bienes del Estado, dijo que toda Polonia debería ser una “zona libre de Lgtbi”, señalando que la constitución del país solo reconoce a la familia entre hombre y mujer.
Decenas de provincias polacas se han declarado ‘territorios libres de ideología Lgtbi’ luego de que en marzo de 2019 se creara la denominada ‘Carta de los derechos a las familias’, un documento que promueve valores conservadores. Y aunque no tiene ningún valor legal, sí tiene una altísima carga simbólica.
“No debemos permitir que se le quite ni un solo euro a Polonia, a los gobiernos locales polacos, a ninguna institución polaca por cumplir la ley, por decir ‘no’ a la ideología Lgtbi, por proteger a la familia polaca”, dijo Kowalskien una alocusión.
Los activistas de los derechos humanos han tildado la iniciativa de «discriminatoria».
Enfrentamiento
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que en la Unión Europea no hay lugar para las llamadas ‘zonas libres del colectivo Lgtbi’ e hizo una dura crítica al gobierno nacionalista polaco.
«Las zonas libres de Lgtbi son zonas libres de humanidad. Y no tienen cabida en nuestra Unión Europea», apuntó Von der Leyen.
Por su parte, el viceministro de Justicia polaco, Michal Wójcik, recalcó que la Unión Europea quiere introducir normas que violan la constitución local «al presionar por las demandas de la comunidad Lgtbi».
«Recomendaría a la presidenta Ursula von der Leyen que lea la constitución polaca, en la que está claramente escrito de qué se trata el matrimonio», dijo Wojcik al diario católico ‘Nasz Dziennik’.
Von der Leyen también anunció una próxima estrategia para reforzar los derechos de la comunidad Lgtbi. y dijo que propondrá extender la lista de «delitos de odio», incluyendo a los motivados por la raza, la religión, el género o el sexo.
«Ser tú mismo no es tu ideología: es tu identidad, y nadie te lo puede arrebatar», sostuvo la funcionaria.
Ser tú mismo no es tu ideología: es tu identidad, y nadie te lo puede arrebatar.
Anunció, asimismo, que nombrará al primer coordinador antirracismo, para ayudar a poner ese problema en lo más alto de la agenda europea.
«No descansaré hasta construir una Unión de igualdad en la que puedas ser quien eres y amar a quien quieras sin miedo ni recriminación», cerró.
El alcalde de la ciudad de Nueva York anunció el jueves que nuevamente debió retrasar el inicio de la instrucción presencial para la mayoría de los estudiantes de esa urbe debido a la escasez de personal y suministros.
Bill de Blasio precisó que las clases presenciales para la mayoría de los estudiantes de la ciudad se postergarán al menos otra semana, pues hay escasez de personal y suministros para la reanudación de actividades en el sistema de escuelas públicas, tanto para la enseñanza a distancia como en persona. Las clases fueron suspendidas debido a la pandemia de coronavirus.
De Blasio anunció un nuevo calendario que mantendrá a la mayoría de los estudiantes de primaria fuera de las aulas hasta el 29 de septiembre. Los alumnos de secundaria y preparatoria no tendrán clases a distancia hasta el 1 de octubre.
“Estamos haciendo esto para garantizar que se cumplan con todos los estándares”, informó de Blasio.
El plan es que la mayoría de los estudiantes estén en las escuelas por tres días a la semana y aprendan a distancia el resto del tiempo. Alrededor de 42% de las familias han optado por una enseñanza remota.
La demora se produjo días antes de que los estudiantes del distrito escolar más grande de Estados Unidos regresaran a las aulas el lunes. Ahora, sólo los estudiantes de preprimaria y otros de educación especial regresarán a los salones la próxima semana.
“No es lo suficientemente bueno porque están dejando las cosas para después”, dijo Daniel Leviatin, profesor de cuarto año y bibliotecario en el distrito neoyorquino de Bronx. De Blasio ha dicho que la reapertura no debería ser una decisión general, sino una impulsada por datos escolares o de los vecindarios, comentó Leviatin, cuestionando lo que ocho días extras cambiarán.
Se trata de una realidad que parece que ha quedado en el olvido como algo anecdótico, pero lo cierto es que los niños soldado siguen siendo un fenómeno frecuente en los países donde existen las guerrillas armadas. Tanto Colombia como Perú y los territorios de África Central luchan con el problema constante de las guerrillas utilizando el reclutamiento forzoso de niños para formar parte de sus filas. Las cifras más recientes son de 2017 y revelan hechos desgarradores ya que hay decenas de miles.
Las guerrillas y grupos armados radicales son problemas que aquejan a muchos países de todos los continentes. Las FARC en Colombia, la Senda Luminosa en Perú, el ZANLA en Zimbabue. Estas organizaciones criminales se encuentran muchas veces involucradas en negocios de narcotráfico para financiar sus actividades, sin embargo, una de sus acciones es quizá la más preocupante para las sociedades a las que afectan y esa es el reclutamiento de niños y adolescentes para formar parte de sus filas.
Los niños soldados son una realidad. Son más frecuentes en los territorios de Latinoamérica y África, pero se sabe que ha habido grupos armados en Asia que también reclutan niños, generalmente de bajos recursos, para instruirlos en el manejo de armas. Algunos son atraídos con oportunidades y dinero, otros sencillamente son secuestrados y amenazados.
UNICEF lucha por rescatar a estos menores a los que se les arrebató la niñez.
Organizaciones como UNICEF se han puesto manos a la obra para intentar liberar a estos niños cuyas vidas les han sido arrebatadas y han pasado a formar parte de una guerra de la que ni siquiera deberían estar al tanto. Sin embargo, el presupuesto eventualmente se acaba y este mal es tan frecuente y abundante que incluso organizaciones como UNICEF encuentran dificultades para continuar con su labor.
Las guerrillas reclutan niños en Colombia
Colombia es quizá el país de Latinoamérica que más problemas tiene por culpa de las guerrillas. Las FARC son solo una parte del largo historial que tiene el país suramericano con estos grupos armados.
Desde 2002 más de 14.000 menores han sido reclutados por las guerrillas en Colombia, no solo por las FARC, sino por otros grupos que se hacen llamara de “liberación nacional”. Las cifras sitúan a los menores reclutados por las FARC en unos 3000, mientras que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha reclutado a unos 1000.
Niños guerrilleros en Colombia.
Por supuesto, durante la campaña denominada “Manos a la Obra”, impulsada por el Gobierno colombiano para frenar el reclutamiento de menores se arrojaron las cifras más preocupantes y es que el número de adolescentes es muy ínfimo en comparación al de los niños, que rondaba los 8700 secuestros. Las guerrillas prefieren a los niños porque son más fácilmente adiestrables gracias a la capacidad de absorber conocimiento, propia de los infantes.
Durante los últimos tres años los principales responsables del reclutamiento de menores han sido el Ejército Popular de Liberación (EPL), el ELN y las FARC, además de otros pequeños grupos guerrilleros sin tanta presencia como los anteriormente mencionados.
“Las amenazas, las falsas promesas de mejores condiciones de subsistencia, la irrupción en escuelas y la ausencia o débil presencia del Gobierno ha hecho que miles de niñas, niños y adolescentes pasen a ser parte de las filas de dichos grupos armados”, fueron las advertencias del Observatorio para la Protección de los Derechos y Bienestar de los niños, niñas y adolescentes (OPROB).
Niños terroristas del Sendero Luminoso
Se trata de una de las organizaciones que más daño ha hecho a Perú. Esta secta armada captura niños y centra su atención en educarlos y convertirlos en soldados. No obstante, lo cierto es que no solo se dedican a adiestrar a los niños para convertirlos en soldados, sino que algunos otros son convertidos en esclavos.
En 2015 las cifras estimaron que la secta maoísta mantenía cautivas a doscientas personas de las cuales al menos 80 eran niños en condiciones de esclavitud. Lo peor es que esta no es la única actividad de la que hacen uso. Ocultos por la frondosa vegetación de la selva peruana, los miembros del Sendero Luminoso tienen lo que llaman “centros de producción” donde abusan sexualmente de mujeres hasta que estas quedan embarazadas, los bebés resultantes de las violaciones están destinados a convertirse en soldados del Sendero.
Niños rescatados de las manos del Sendero Luminoso.
Según declaraciones del ex viceministro peruano de Políticas para la Defensa, Iván Vega, los niños se ocupan de los cultivos y del autoabastecimiento de alimentos hasta que cumplen los 15 años, es entonces cuando son incorporados a las filas de infantería y son adiestrados en la doctrina maoísta de la secta.
Niños soldados africanos
África tiene frecuentes problemas con las guerrillas de niños soldados. Los países de la zona centro del continente se encuentran en constante conflicto, el aumento de las guerrillas es exponencial y con ello las violaciones a los derechos humanos y el reclutamiento de niños para formar en las filas de estas organizaciones que se valen del miedo y el poder armado para engrosar sus cuerpos.
El último informe con respecto a las cifras se publicó en 2018 con cifras pertenecientes a 2017 y confirmó la presencia de niños soldados en territorios como República Centroafricana, República Democrática d00el Congo (RDC), Mali, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Nigeria.
Niños soldado de Somalia.
Según el informe el número de niños reclutados por el movimiento yihadista en Somalia, Al-Shabbaab, aumentó considerablemente situándose en 2.127 niños. Por otro lado, al menos 203 niños fueron utilizados como atacantes kamikazes por el grupo yihadista Boko Haram en los países de Camerún y Nigeria en el mismo año de 2017.
En el caso de Sudán del Sur en el año 2017 fueron reclutados al menos 1.221 menores, lo que suma 19.000 niños soldados que llevan combatiendo en un conflicto interno iniciado a finales de 2013.
En el caso de la República Centroafricana la cifra alcanza los 14.000 casos desde que se inició el conflicto en 2013 hasta mediados 2018. Lo que significa que mientras se mantengan los enfrentamientos internos en el país los niños seguirán siendo participes de los mismos.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!