América del Sur/Colombia/18-09-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com
Los estudiantes del Colegio Rochester, ubicado en Chía (Cundinamarca), retornaron a clases presenciales desde el 1 de septiembre, con un modelo de alternancia y cumpliendo las medidas implementadas por los Ministerios de Salud y Educación.
Una de las principales preocupaciones sobre la reapertura de colegios después de la cuarentena es el regreso a clase de los niños y las niñas. Después de seis meses de confinamiento, algunas instituciones ya están retornando a las aulas de manera presencial siguiendo los lineamientos propuestos por los Ministerios de Salud y Educación.
El Colegio Rochester, ubicado en Chía (Cundinamarca), es uno de ellos. El plantel educativo abrió sus puertas desde el primero de septiembre para los estudiantes de los grados de preescolar y primaria.
A partir del 22 de septiembre el colegio contará con el 47 % de sus estudiantes en el campus y el 53 % continuará en aprendizaje virtual. / Natalia Pedraza Bravo
Iliana Aljure, vicerrectora de la institución, explicó cómo será la reapertura de la institución. “Será por etapas. Los niños de preescolar y primaria entraron primero y los estudiantes de bachillerato regresarán a partir del 22 de septiembre y sólo asistirán los martes y los jueves», añadió.
Según las directivas, el principal motivo de la apertura es que consideran que los estudiantes son seres integrales que necesitan desarrollarse en diversos ámbitos.
El recreo es dirigido para garantizar que los estudiantes cumplan con las medidas de distanciamiento social. / Natalia Pedraza Bravo
“Nosotros entendemos que la salud física y el desarrollo cognitivo son importantes, pero también es importante la salud mental. Con la pandemia vemos a diario las cifras de contagio del coronavirus, pero las cifras de las afectaciones y consecuencias en salud mental no son tan evidentes”, explicó Tatiana Leguizamón, médica del colegio.
Para garantizar el cumplimiento del distanciamiento social y las demás medidas de bioseguridad que son necesarias para evitar el contagio del coronavirus, las directivas realizaron diversas adecuaciones en la infraestructura del colegio.
Luego del 22 de septiembre, unos 440 estudiantes regresarán a la institución de manera presencial. / Natalia Pedraza Bravo
Además, tienen nuevas rutinas de aseo para que los niños ingresen a la institución. Cuando se bajan de la ruta sus maletas son desinfectadas con alcohol al 70%. Luego, pasan por las cámaras que miden su temperatura corporal y atraviesan por unas hendiduras en el suelo llenas de amonio cuaternario para desinfectar los zapatos.
Aunque las directivas reconocen que estas adecuaciones significaron una importante inversión económica que no todos los colegios están en capacidad de hacer, Alehia Bogoya, rectora del Colegio Rochester, hace una invitación a las demás instituciones educativas del país.
“Regresen a la presencialidad. Muchas investigaciones muestran la correlación que hay entre el nivel de desarrollo educativo de un país y su nivel de desarrollo económico y social. Si no volvemos pronto a las aulas esas pérdidas van a ser muy grandes”, dijo.
Una profesora dicta clase de manera presencial, mientras que los estudiantes que se encuentran en sus casas se ven en la pantalla del televisor en videollamada. / Natalia Pedraza Bravo
Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/asi-es-el-regreso-a-clases-en-uno-de-los-colegios-de-chia/
América del Norte/18-09-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com
Cerca de 2.000 profesores, pertenecientes al Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) de México, serán capacitados para incrementar su experiencia y capacidades pedagógicas en el uso de herramientas digitales, informaron este miércoles las autoridades educativas del país.
Al inaugurar el diplomado Habilidades Digitales Docentes para el Siglo XXI, el secretario de Educación Pública (SEP,ministerio), Esteban Moctezuma Barragán, reconoció que en la formación de profesionales técnicos se requiere observar los cambios y necesidades del nuevo siglo.
«A través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) las y los maestros del Conalep actualizarán sus procesos educativos, recibirán innovaciones, metodologías y proyectos académicos que les sirvan para desarrollar y mejorar las competencias del siglo XXI», detalló el director del Conalep, Enrique Ku Herrera.
En un comunicado se precisó que en el curso se cuenta con un programa a través de rutas que incluyen desde lo básico respecto a la alfabetización digital; el uso de la ofimática como recurso educativo; vías de innovación apoyadas en los principios del Mobile Learning; además de alternativas en nivel medio, avanzado y profesional con las que los docentes podrán integrar herramientas virtuales con el fin de facilitar el aprendizaje.
A nombre de la Fundación Telefónica Movistar, Alejandro Zamora Cervantes, jefe de Proyectos Educativos, explicó que uno de los principales objetivos es reducir la brecha educativa mediante una educación digital de calidad, por ello han implementado este proyecto en 38 países, donde han participado más de 450.000 docentes quienes, como parte central del proceso educativo, contribuirán a la innovación y diseñen experiencias que vayan más allá de las aulas.
Centroamérica/Puerto Rico/17 septiembre 2020/metro.pr
Difunden la campaña con el hashtag #EducaciónEsDerecho.
Con el propósito de recalcar que la educación es un derecho constitucional y que el Estado establece que la educación pública es libre, no sectaria y gratuita, la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR) anunció que alza su voz en la campaña Maestros unidos por la educación pública de los niños.
“Nuestro norte es que no se olviden que la base de un país es la educación. Hoy estamos viviendo momentos difíciles y la educación de nuestros niños se ha visto seriamente afectada, porque tanto nuestros maestros, como nuestros estudiantes no cuentan con las herramientas necesarias para desempeñar el trabajo que les corresponde”, expresó Elba Aponte Santos, presidenta de la AMPR.
Aponte Santos le extendió una invitación a todas las figuras públicas para que apoyen las acciones afirmativas que la organización está llevando a cabo en favor de la educación pública.
“Cuando nos unimos como pueblo se obtienen resultados maravillosos y eso es lo que queremos. También les hacemos un llamado a los candidatos a la gobernación para que coloquen la educación en su lista de prioridades, es urgente, es necesario. El magisterio puertorriqueño es nuestro mayor recurso humano y sin ellos no habría profesionales. Valoremos a nuestros maestros que siempre se fajan y dan mucho más que la milla extra”.
Hoy, jueves, la AMPR utiliza camisas color anaranjadas con el hashtag #educaciónesderecho esto en solidaridad con los niños y maestros del sistema público de enseñanza que exigen una educación de calidad.
Fuente e imagen tomadas de: https://www.metro.pr/pr/noticias/2020/09/17/asociacion-de-maestros-inicia-campana-sobre-la-importancia-de-la-educacion-publica.html
Cuando los niños crecen en hogares que simpatizan con la ciencia, se les anima a hacer preguntas y que se las hagan también les ayuda a pensar, a experimentar
Cuando un niño nace comienza poco a poco a descubrir todo lo que tiene frente a sus ojos. Todo es nuevo para él y todo lo quiere saber es crucial para su desarrollo cognitivo. Una de las etapas más cruciales es la de los “por qué”, una fase muy importante que comienza a los dos años y que se extiende hasta los cinco. Así, y en medio de un mundo tan confuso y tan incierto, quizás, una de las cosas que pueden hacer los padres sea responder todas las preguntas planteadas por sus hijos con el aval de la investigación –en la medida de lo posible– y con verificación de hipótesis.
Y es que, cuando los niños crecen en hogares que simpatizan con la ciencia, se les anima a hacer preguntas y que se las hagan les ayuda a pensar de manera más crítica, a experimentar, a explicar sus razonamientos. Y da igual, lo pueden hacer de muchas maneras: leyendo, escribiendo, creando modelos e, incluso, viendo programas de ciencias en la tele. Para la psicóloga e investigadora científica Gwen Dewar, autora en ParientingScience, el descubrimiento más importante es que los niños se benefician de lecciones explícitas en el pensamiento crítico. “Los estudios sugieren que los estudiantes que se interesan por la ciencia desde pequeños se convierten en mejores solucionadores de problemas, e incluso, aumentan sus coeficientes intelectuales cuando se les muestran los principios de lógica, pruebas de hipótesis y otros métodos de razonamiento. Los informes también sugieren que los niños aprenden más cuando se les exige que expliquen su propio pensamiento”, explica.
Sin embargo, según un informe reciente realizado por Education Development Center(EDC), nueve de cada 10 padres ayudan a sus hijos pequeños a completar las actividades de aprendizaje a diario, pero solo alrededor de la mitad asegura que estas actividades están basadas en la ciencia. ¿Por qué? Pues bien, el estudio comprobó que, aunque los padres están ansiosos por enseñar a sus hijos temas científicos, muchos admiten que carecen de las herramientas y la confianza suficiente para hacerlo. De la encuesta, se dedujo que casi todos los progenitores, independientemente de su nivel de ingresos o educación, piensan que es importante ayudar a sus hijos pequeños a aprender, y en especial en materia de habilidades sociales, alfabetización y matemáticas. Sin embargo, en temas científicos aseguran sentirse muy vulnerables al no contar con ideas o herramientas cotidianas que les ayude.
La ciencia puede ser simple y divertida, ya que en realidad cualquier escenario es bueno y puede convertirse en una oportunidad de aprendizaje que se puede aprovechar. Así, con la llegada del buen tiempo, una colonia de hormigas, una tormenta de verano, las noches estrelladas… todo puede servir para enseñarle a nuestros hijos a pensar de manera más científica. ¿Cuáles son algunas de las mejores actividades y recursos de ciencia para niños? Algunas apps y webs de ciencias complementan información de una manera muy visual y de fácil acceso, permiten amplificar objetivos y plantear retos mediante propuestas de actividades de fácil ejecución, y fomentan el crecimiento intelectual aportando contenido de gran valor dentro del ámbito cultural científico.
Cinco webs para aprender ciencia con niños
1. Kids CSIC. Un programa, creado por el Colegio Superior de Investigaciones Científicas, que aborda el aprendizaje científico para los niños desde primaria, a partir de vídeos, juegos y recursos para profesores.
2. Mundo Primaria: Esta web proporciona numerosos recursos didácticos gratuitos y de calidad para niños de entre tres y 12 años, con respuestas a todo tipo de preguntas científicas para que se puede responder fácilmente a ¿por qué se forman las nubes? No solo tiene contenido de ciencia, también de plástica, lengua o matemáticas.
3. Science & Fun es una librería de recursos educativos digitales de ciencias, dirigida a niños de entre siete y 13 años. Unos contenidos dinámicos y divertidos que combinan el cartoon o dibujos y el entretenimiento con la enseñanza y la pedagogía a través de infografías, láminas, tests educativos, vídeos y juegos interactivos. Además, contiene experimentos y actividades offline que los padres pueden realizar con los hijos fuera del aula virtual.
4. Arquímedes: El denominado Proyecto Arquímedes es una iniciativa del Ministerio de Educación que contiene recursos para niños de todas las edades, y que consta de quince objetos de aprendizaje estándares dirigidos también a alumnos y profesores de Educación Secundaria Obligatoria de Ciencias de la Naturaleza bien de Física y Química de 3º y 4º bien de Biología.
5. Unawe: ¡explora el Universo! Una web que utiliza la belleza y la grandeza del universo para inspirar a los niños y alentarlos a desarrollar un interés por la ciencia y la tecnología. El programa también tiene como objetivo introducir a los más pequeños la idea de ciudadanía global y tolerancia en una etapa crucial de su desarrollo, para demostrar que forman parte de una comunidad internacional. Unawe es el primer intento a gran escala de usar la astronomía como herramienta para inspirar y educar a los niños pequeños. Fue creada en 2005 por la Unión Astronómica Internacional en colaboración con el CSIC.
América del sur/Uruguay/17 septiembre 2020/prensa-latina.cu
Convocados por la central sindical de Uruguay Pit-Cnt múltiples gremios laborales protagonizan hoy un paro de 24 horas ante la falta de respuesta del Estado a miles de trabajadores que perdieron ingresos.
El presidente de la Organización, Fernando Pereira, anunció durante los preparativos que será un gran movimiento general ‘con argumentos sólidos’, refrendado por la Mesa Representativa dirigente y la participación de la Intersocial de agrupaciones populares.
Desde el martes se instalaron puestos de información con carpas y mesas para dialogar con la población sobre la causa de la protesta en por lo menos 20 lugares céntricos y barriadas de la capital.
La idea apunta a conversar sobre la actual problemática del trabajo, intercambiar sobre la realidad de los más golpeados por la pandemia y continuar la difusión de las propuestas que el movimiento sindical y la Intersocial plantearon para atender las urgencias de los sectores más vulnerables de la población.
El Diario República señaló que esta estructura movilizadora de ‘mano a mano con la gente’ carece de antecedentes en el país, al menos desde el retorno a la democracia en 1985.
Asimismo sindicatos de transportes públicos, incluidos taxis, avisaron del comienzo de afectaciones de servicios en un paro al que se adhirieron educadores, funcionarios estatales y trabajadores de la medicina que mantendrán activas las salas de urgencia.
Pereira subrayó que ‘estamos viviendo momentos muy duros’ con casi 110 mil trabajadores en el seguro de paro y muchas empresas que optan por el despido, en declaraciones en el Portal de Pit-Cnt.
Dijo además que se desestimuló la búsqueda de trabajo ‘en casi 130 mil personas, con lo cual el desempleo puede trepar a cifras muy dolorosas’, y ya decenas de miles de uruguayos se alimentan en ollas populares y estarían en el umbral de la pobreza.
Agregó que el presupuesto quinquenal presentado por el gobierno al Parlamento tiene duros recortes en áreas muy sensibles, como en la educación y la salud, lo que ponen en riesgo la calidad de los servicios públicos de calidad.
Previos movimientos reivindicativos sectoriales coincidieron en protestar recortes presupuestales que amenazan los empleos y el poder adquisitivo de jubilados y pensionistas.
Fuente e imagen tomadas: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=397166&SEO=movimiento-sindical-de-uruguay-protagoniza-paro-general-de-24-horas
Ante la amenaza de una enfermedad transmitida por el aire, potencialmente mortal y aún sin el desarrollo de una vacuna, ¿cómo garantizar el regreso a clase de los niños de forma segura? Este actual dilema también fue enfrentado hace un siglo, cuando la tuberculosis era un mal devastador.
A finales del siglo XIX, esta enfermedad bacteriana mató a uno de cada siete ciudadanos en Europa y Estados Unidos, según datos de los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC). La vacuna se elaboró en 1921, pero pasarían muchos años antes de que fuera ampliamente adoptada en todo el mundo.
Para proteger a los niños en las escuelas, una solución fue utilizar los espacios abiertos como aulas: con pizarras y escritorios portátiles, los estudiantes y maestros ocuparon jardines y utilizaron la observación de la naturaleza para aprender sobre ciencia, arte o geografía, por ejemplo.
Las llamadas «escuelas al aire libre» surgieron en Alemania y Bélgica en 1904, y el movimiento avanzó en las décadas siguientes, hasta el punto de ser el tema, en 1922, del I Congreso Internacional de Escuelas al Aire Libre, en París.
También inspiró acciones en EE.UU., Cuando, en 1907, dos médicos de Rhode Island sugirieron abrir escuelas en áreas abiertas, según el diario The New York Times.
Con el éxito de la iniciativa (ya que allí ningún niño se enfermó de tuberculosis), en los dos años siguientes se crearon en el país 65 escuelas más de este tipo, en predios vacíos, techos de edificios e incluso transbordadores abandonados.
En Brasil también se incorporó la idea, aunque hay pocos registros sobre el tema, pero el investigador André Dalben encontró historias sobre escuelas de este tipo desde 1916 en Campos de Goytacazes, Angra dos Reis y Manaus y, más tarde, la llamada Escuela Débeis, en Quinta da Boa Vista, en Río de Janeiro, entre 1927 y 1930.
«La tuberculosis era una gran preocupación, junto con otras enfermedades infantiles, como la anemia y la desnutrición. En general, las escuelas atendían a los niños de familias pobres, lo que muestra una tendencia hacia la higiene: ya que se pensaba que sus organismos eran más enfermos», explica Dalben a BBC News Brasil.
La idea, dice, era sacar a estos niños de lugares insalubres, como viviendas superpobladas, y ponerlos en contacto con la naturaleza, con la intención de fortalecer su sistema inmunológico.
Uno de los programas más duraderos fue el de la Escuela de Aplicación al Aire Libre (EAAL), que operó en el Parque da Agua Branca, al oeste de Sao Paulo, entre 1939 y la década de 1950, cuando la escuela se trasladó a un edificio cercano, en Barrio Lapa.
EAAL fue estudiado por Dalben, ahora profesor de la Universidad Federal de Sao Paulo, en su posdoctorado en la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.
La escuela de Sao Paulo no encajaba en el perfil de las demás: enseñó a estudiantes de familias influyentes de clase media de esa ciudad que vivían cerca del Parque da Agua Branca, en áreas que ahora albergan barrios como Pompeia y Perdizes.
Dalben explica que la escuela, que contaba con un alumnado de 350, fue considerada un modelo por la administración del estado de Sao Paulo y tenía un plan de estudios diferente e incluso una lista de espera para las plazas.
«Pero no sé cómo era el día a día en la escuela. Se me acercaron algunos exalumnos, hoy en sus 80, que dijeron que tenían maestros muy estrictos. Así que quizás en la práctica no sería muy distinta a las demás.»
Contacto con la naturaleza y protagonismo de los alumnos
Además del control de la tuberculosis, el modelo de escuelas al aire libre floreció en el período entre las guerras mundiales, época de auge de nuevos ideales de sociedad y educación, dice a BBC News Brasil Diana Vidal, profesora de Historia de la Educación en la Facultad de Educación en la Universidad de Sao Paulo (USP).
«Hubo un debate entre los educadores contra la experiencia escolar del pasado, con miras a crear una que fuera más amigable, promoviendo la defensa de la democracia, para crear una generación más pacífica y solidaria».
Aunque el ideal no se materializó – poco después llegaría la Segunda Guerra Mundial – Vidal explica que esta fue la semilla para la defensa de una enseñanza más cercana a la naturaleza, con protagonismo juvenil, que comprometiera a los niños en proyectos prácticos, combinando actividades físicas, desarrollo intelectual y emocional y tenía al maestro como mediador, en lugar de solo un proveedor de contenido.
Son ideas que se mantienen vigentes (y no siempre puestas en práctica) en la educación actual.
Derechos de autor de la imagenREVISTA BRASILEIRA DE ED FÍSICAImage caption«Hubo un debate entre educadores contra la experiencia de la escuela del pasado, con miras a crear una que fuera más amigable, promoviendo la defensa de la democracia, para crear una generación más pacífica y solidaria»; arriba, una clase en el Parque Água Branca, al oeste de São Paulo
André Dalben dice que las escuelas al aire libre de principios del siglo XX ya eran llamadas un «cometa médico-pedagógico», que terminó casi desapareciendo en las décadas de 1950 y 1960.
Primero, porque las enfermedades infecciosas han dejado (al menos hasta este año) de ser tan devastadoras, dice Dalben. Luego, explica Diana Vidal, porque prevaleció el modelo de escuela similar al estilo del régimen de fábrica, que implementa horarios fijos de llegada y salida y trata de acomodar al mayor número posible de alumnos dentro de un espacio físico, con el fin de optimizar recursos y gastos.
Parques, plazas y clubes
Diana Vidal se fijó en las escuelas al aire libre del pasado cuando vio imágenes del regreso a la escuela en Manaus, a principios de agosto, con niños pequeños con mascarillas y sentados en un aula con separadores acrílicos entre ellos.
«Quizás estamos tan apegados a las soluciones empresariales, diseñadas para adultos trabajadores, que no podemos reconocer la insuficiencia de estas medidas para los estudiantes en los primeros años de la educación básica», escribió Vidal en un artículo en el periódico de la USP.
Por otro lado, afirma, «al poner a los niños en mayor contacto con la naturaleza, se crea una discusión sobre las prácticas de enseñanza. (…) Empiezan a explorar otros espacios en la experiencia educativa – con nuevos contenidos y nuevas relaciones «.
Image captionClases al aire libre en Cachemira: «al poner a los niños en mayor contacto con la naturaleza, se crea una discusión sobre las prácticas de enseñanza».
Además, los estudios hasta el momento indican que la proliferación del nuevo coronavirus es mucho menor en espacios abiertos y ventilados naturalmente.
«El virus termina diluido infinitamente al aire libre», dijo a la BBC en mayo la profesora de epidemiología Erin Bromage de la Universidad de Massachusetts en Dartmouth, EE.UU. «Entonces, cuando una persona enferma exhala, los gérmenes se disipan muy rápidamente».
Pero, en la práctica, ¿cómo trasladar la escuela al espacio exterior, principalmente en las grandes ciudades, con pocas áreas libres disponibles?
En agosto, la organización brasileña de derechos del niño Alana lanzó, con base en las directrices de la Sociedad Brasileña de Pediatría y la Unión de Directores de Educación Municipal (Undime), un documento con sugerencias para el uso de los espacios públicos para reanudar las clases presenciales.
El texto sostiene que, si bien el tiempo para regresar a las escuelas debe ser definido por las autoridades de salud, la forma en que esto ocurrirá también debe ser discutida por las autoridades que administran las instalaciones públicas de la ciudad, como parques y plazas.
Derechos de autor de la imagenREVISTA BRASILEIRA DE ED FÍSICAImage captionLas escuelas al aire libre de principios del siglo XX alguna vez fueron llamadas un «cometa médico-pedagógico», que terminó casi desapareciendo en las décadas de 1950 y 1960.
Entre las sugerencias se encuentra la creación de salas temporales en parques, plazas y clubes, dirigidas principalmente a los más pequeños, con el fin de liberar más espacio interno de la escuela para programar el regreso a la escuela de niños mayores y adolescentes.
También sugiere el uso de mesas de picnic o poda de árboles para crear bancos de madera, asociados con materiales livianos (como rotafolios y tableros con sujetapapeles) traídos de la escuela.
Un obstáculo importante, dice el documento, es que solo el 40% de los centros preescolares del país tienen áreas de juego y solo el 25% tienen áreas verdes. E incluso antes de la pandemia, el contacto de muchos niños con la naturaleza ya era raro o insuficiente, un contacto que podría ayudar a promover una infancia más rica, más creativa y más saludable.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionHoy en día, en Nueva York, se llevan a cabo demostraciones para fomentar las clases al aire libre.
Para André Dalben, las escuelas al aire libre del pasado son una inspiración para repensar la arquitectura de las escuelas de hoy. «Cuando comencé a investigar esto, estaba enfocado en la educación ambiental infantil, (como solución) para que esta educación no tuviera que ser un contenido único, sino que pasara por todas las disciplinas. Y ahora también está la pandemia», dice.
«Podemos pensar en las escuelas junto con las ciudades en su conjunto, con más uso de parques y espacios públicos. No vamos a seguir las mismas líneas que la escuela al aire libre del pasado, pero las vamos a reinterpretar».
De California a Cachemira
Al mismo tiempo, desde regiones ricas y desarrolladas hasta áreas más pobres y conflictivas, el uso de espacios abiertos se ha discutido en diferentes partes del mundo.
En los EE.UU., La organización Green Schoolyards (escuelas verdes) creó la Iniciativa Nacional de Aprendizaje al Aire Libre, recopilando estrategias que están siendo adoptadas por las escuelas estadounidenses.
Una de ellas, en California, instaló pizarras portátiles, filtros de agua potable y bloques de heno rectangulares en el patio, que sirven tanto de banco para sentarse como de bloques gigantes para jugar o compartir espacios.
Dinamarca también creó un portal con propuestas de «educación fuera del aula» en medio de la pandemia. Una de las estrategias es mantener a los niños en grupos pequeños durante todo el día, evitando el contacto entre ellos y haciendo un mayor uso de los espacios externos de cada escuela.
En la conflictiva y vulnerable región de Cachemira, ubicada en la frontera entre India, China y Pakistán, otra iniciativa ha llamado la atención. Los niños estudian al aire libre, incluso en condiciones climáticas impredecibles, ya que el «nuevo salón de clases» está al pie de la cordillera del Himalaya.
Los estudiantes y maestros usan máscaras protectoras y pueden instalar carpas para cubrirse, pero toman clases incluso bajo la lluvia.
Diana Vidal, de la USP, dice que todavía ve pocas discusiones sobre el tema en Brasil, pero ve las experiencias pasadas como un tubo de ensayo, para fomentar el debate público.
Image captionEn Cachemira, los niños estudian al aire libre, incluso en condiciones climáticas impredecibles, ya que el «aula nueva» está al pie de la cordillera del Himalaya.
«A medida que se fueron consolidando los modelos de escuela, también se naturalizaron y nos olvidamos de otras posibilidades», dice Vidal.
Incluida la posibilidad de obviar, cuando sea posible, el aula física.
«El exterior no tiene por qué ser solo para las famosas excursiones escolares. Nos veremos obligados a utilizar el exterior, que es mucho mejor que el cerrado. Es una invitación a pensar en cómo aprovechar mejor los espacios que tenemos«.
Fuente e imagen tomadas de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-54070581
Más de 700 millones de jóvenes menores de 18 años no podían ir al colegio en el pico de la pandemia. Esta serie documental recoge, de la mano de Unicef, el testimonio de 16 de ellas sobre cómo les ha afectado. La segunda entrega, de cinco, llega desde Indonesia, India, Malí, Chad, Bangladés y Ghana. La ofrecemos en castellano en exclusiva
El cierre de las escuelas en 194 países dejaron a 1.600 millones de niños, aproximadamente el 90% de los estudiantes del mundo, sin escolarizar a principios de abril. La vida de niñas como Fikoh ha cambiado mucho. En el pico de la pandemia de covid-19, más de 700 millones jóvenes de todos los continentes no podían ir al colegio, lo que las ha obligado a reorganizar unas vidas cotidianas muy diferentes. Muchas adolescentes corren el riesgo de no regresar nunca al aula, ya que las familias recurren al matrimonio infantil o al trabajo forzado para aliviar sus cargas económicas.
Igual que en otros países del mundo, los centros educativos de Mali están cerrados, y Adiaratou ha tenido que encontrar nuevas formas de realizar sus tareas escolares. Para otras niñas, los obstáculos para acabar este curso son otros. Aparte de los problemas logísticos del aprendizaje a distancia, ellas también tienen que enfrentarse a la pérdida de las ventajas añadidas que supone ir al colegio. En los últimos meses, la escuela ha cambiado para casi todo el mundo, y empezamos a ser más conscientes de lo que supone una interrupción de la enseñanza. Pero para muchas estudiantes, la covid-19 no es la única causa de que sus posibilidades de estudiar se hayan interrumpido.
Laetitia forma parte del Parlamento Infantil de Chad, un programa extraescolar en el que participan gran número de jóvenes ambiciosos con ideas sobre cómo hacer frente a algunos de los mayores problemas del país. Para Laetitia, algunos de ellos tienen repercusiones muy personales. La desigualdad de género y la estigmatización impiden que la educación de las niñas progrese en todo el mundo. Esta situación puede cambiar, pero tenemos que asegurarnos de facilitar a las jóvenes centros de enseñanza seguros en los que puedan aprender y avanzar, y de empoderarlas para que tomen sus propias decisiones.
Si queremos proteger las capacidades, la ambición y el futuro de estas niñas, tenemos que actuar conjuntamente. Sin embargo, quizá el primer paso sea, sencillamente, escuchar.
Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/09/16/planeta_futuro/1600247518_952217.html
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