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Brutal ataque a los derechos laborales en India

Brutal ataque a los derechos laborales en India

En muchos países, la pandemia de coronavirus es utilizada por empresarios y gobiernos para restringir los derechos democráticos y laborales. En la India, millones de trabajadores fueron arrojados a las calles al comienzo de la pandemia, y ahora ven reducidos sus derechos laborales.

Millones de trabajadores arrojados brutalmente a las calles

El 22 de marzo de 2020, el Primer Ministro indio apareció en televisión y, con su conocido estilo sensacionalista, anunció un bloqueo total en todo el país debido al Covid-19. Todo el transporte público, incluído el transporte ferroviario y de autobuses, se suspendió en el lapso de solo cuatro horas: esto dejó a los más de 40 millones de trabajadores migrantes de varias aldeas y de las regiones más remotas de la India, que trabajan en grandes ciudades como Delhi, con pocas posibilidades de regresar a sus hogares.

Sin trabajo, sin comida y sin dinero, millones de estos trabajadores esperaron una ayuda que nunca llegó, así que comenzaron a marchar hacia sus aldeas, cargando todo lo que pudieron en sus espaldas. Mientras la clase alta estaba ocupada publicando memes sobre Covid-19 en Facebook y Twitter confinados en sus casa para protegerse del virus, de norte a sur de una de las áreas geográficas más grandes del mundo, las calles y autopistas nacionales estaban llenas de trabajadores que regresaban caminando a sus hogares. Desde entonces, hemos visto cientos de imágenes de trabajadores migrantes de grandes ciudades industriales como Delhi, Mumbai, Bangalore y Calcuta que regresan a sus aldeas en India durante la epidemia.

Ha habido muchas imágenes de estos trabajadores migrantes del interior del país que marchaban a pie en ausencia de transporte, trabajo y dinero; de niños de 8 años caminando descalzos para cubrir grandes partes de la distancia de 1.800 kilómetros; una madre arrastrando a un niño dormido y exhausto sobre las ruedas de su valija durante cientos de millas a través de las rutas. Mientras algunos viajaban en rickshaws (vehículo ligero de tres ruedas mecanizado o a tracción humana, muy popular en Asia) con una familia completa de cinco personas sentadas en ellos durante millas, otros en los techos de los camiones sin seguridad, sin comida ni agua potable, sobreviviendo con unas galletas y las últimas rupias (moneda india) de su salario, que no recibieron los últimos dos meses. La BBC anunció que veinticuatro personas habían muerto durante ese viaje interminable.

Brutales ataques a los derechos de los trabajadores

Después de meses de viaje, los que sobrevivieron al hambre, la pandemia, los accidentes de tránsito y simplemente la caminata de 1.800 km, finalmente llegaron a casa. Al escuchar las noticias, descubrieron que todas las leyes laborales que los protegían habían sido suspendidas.

El 8 de mayo de 2020, mientras muchos trabajadores migrantes todavía estaban en el camino, Adityanath Yogi, el primer ministro de Uttar Pradesh, uno de los estados más grandes del norte de India, adoptó, durante una reunión especial del gabinete, una ordenanza titulada «Orden de exención temporal de ciertas leyes laborales en Uttar Pradesh, 2020». Con este texto, Yogi, que encabeza el partido político de extrema derecha Bharatiya Janata Party (BJP), y conocido por sus discursos discordantes, suspende las leyes laborales esenciales en la industria por un período de tres años. Las leyes sobre horas máximas de trabajo, la ley sobre sindicatos, la ley sobre empleo industrial, la ley sobre disputas industriales y la ley de fábricas se levantaron para promover a las empresas a establecerse en Uttar Pradesh «para estimular la economía». En una sola ordenanza, Yogi elimina las principales disposiciones de la legislación laboral, empujando a los trabajadores a la esclavitud. En el estado de Gujarat, su homólogo Vijay Rupani tomó las mismas medidas.

La ironía de la situación es que el año pasado se aprobaron proyectos de ley y peticiones en varios estados gobernados por la «izquierda», como Kerala, para oponerse a la Ley de Cambio de Ciudadanía que discrimina a los musulmanes indios, que etiquetaba como inconstitucionales porque el gobierno estatal no puede regular la autoridad del gobierno central. Sin embargo, hoy la suspensión de las leyes laborales por parte del gobierno de Uttar Pradesh, en contra de la directiva central, no se ha considerado inconstitucional como muchos abogados indios, incluidos los ex presidentes de la La Corte Suprema de la India, ha llamado el uso de la sección 213 por el Gobernador de Uttar Pradesh para aprobar esta ordenanza como inconstitucional.

Estos cambios afectarán particularmente a las mujeres, ya que se han suspendido las leyes clave a favor de las trabajadoras, como la Ley de prestaciones de maternidad y la Ley de igualdad de remuneración. Desde el comienzo de la pandemia, la mayor parte del trabajo de cuidados ha recaído aún más en las mujeres. La eliminación de estas leyes también eximirá a las fábricas e industrias de la obligación de establecer centros de cuidado infantil para mujeres trabajadoras.

La suspensión de las leyes laborales en Uttar Pradesh y el estado de Gujarat, dos estados gobernados por la extrema derecha del BJP, es la más importante en la eliminación de todas las leyes de protección laboral. Pero los gobiernos de otros estados también han seguido su ejemplo. En el estado de Madhya Pradesh, se ha hecho posible contratar y despedir empleados en cualquier momento, sin cumplir ningún contrato. Además, se eliminaron todas las inspecciones de fábrica, lo que hace imposible verificar si se tuvo en cuenta la salud y la seguridad e higiene de los trabajadores durante el período del Covid-19. El estado de Punjab, liderado por el Congreso, eliminó el salario mínimo para los trabajadores altamente calificados.

La esclavitud moderna india

Los 250 años de lucha contra el colonialismo han sido una lucha contidiana. Esta lucha fue esencialmente de los trabajadores contra la esclavitud de las plantaciones y contra el trabajo en condiciones de servidumbre. Se han sacrificado miles de vidas por la conquista de los derechos laborales actuales. Sin embargo, el Covid-19 se ha utilizado para crear una excepción general en nombre de la «reforma de la legislación laboral». En un solo gesto, los estados de Uttar Pradesh, Maharashtra, Punjab, Rajasthan y otros estados de la India han anulado muchas leyes laborales clave al aprobar ordenanzas inconstitucionales. Esto incluye aumentar el número de horas de trabajo de 8 a 12 horas, y en algunos casos a 18 horas por día. Irónicamente anunciado «de forma voluntaria», como si los trabajadores tuvieran una opción, con un «descanso de una hora» cada seis horas. Si bien la mayoría de los medios indios han aplaudido esta reforma, que se presentó como a favor de los derechos de los trabajadores, la mayoría de los trabajadores aún no son conscientes de las consecuencias de la eliminación de estos derechos.

El 22 de mayo de 2020, tres meses después del anuncio del «cierre» vinculado a Covid-19, diez sindicatos convocaron protestas en todo el país y llevaron el caso a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) .

India ha sido miembro de la OIT desde el 28 de julio de 1919, antes de su independencia, y ha firmado muchos convenios de la OIT. Sin embargo, algunas de las ordenanzas adoptadas en los últimos meses están en violación directa del artículo 23 de la OIT. Después de que la organización emitió una advertencia al gobierno de la India señalando estos cambios, este emitió una directiva a los gobiernos estatales interesados, ​​sugiriendo que las secciones de estas ordenanzas que entran en conflicto con los convenios de la OIT no se promulguen. Pero en realidad, estas sugerencias no protegen a los trabajadores: son sólo un ajuste marginal para lograr el cumplimiento mínimo de las normas de la organización.

Muy a menudo, para los trabajadores indios, la ley no es sinónimo de justicia. Los casos permanecen ante los tribunales durante varios años, después de los cuales el trabajador ya no tiene la fuerza para luchar, lo que disuade aún más las quejas por las injusticias. Sólo se puede imaginar un retorno a la esclavitud en estas condiciones donde las leyes laborales en sí mismas se debilitan y se eliminan descaradamente en nombre de las reformas. Sin embargo, la legislación laboral no es la única en cuestión. A medida que las ordenanzas aprobadas por el Parlamento se convierten en una nueva forma de hacer negocios y se deja de lado la democracia, el 21 de julio de 2020, comenzaron las protestas de los agricultores contra la Ordenanza de Comercio y Comercio de Productos Básicos 2020. (Promoción y Facilitación), el Acuerdo 2020 sobre Garantía de Precios y Servicios Agrícolas (Empoderamiento y Protección del Agricultor) y la Ordenanza 2020 (Modificación) de Productos Básicos.

Los agricultores protestaron contra la reducción de los mercados que terminarán con el precio mínimo de base. A principios de esta semana, vimos imágenes de los cultivos de los agricultores que estaban siendo aplastados y la violencia policial contra los agricultores en el estado de Uttar Pradesh, que estaban tratando de desalojarlos de sus tierras de cultivo. A medida que la lucha continúa, las posibilidades de responder en los países se vuelven cada vez más limitadas. En todo el mundo, los empresarios y los gobiernos están aumentando los ataques contra los derechos de los trabajadores y los derechos democráticos con el pretexto de la crisis económica y sanitaria. Frente a estos ataques coordinados, debemos enfrentarlos con organización de los trabajadores en todo el mundo.

Fuente de la Información: https://www.laizquierdadiario.pe/Brutal-ataque-a-los-derechos-laborales-en-India

 

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Ecuador: Anímelos a leer en estas vacaciones

Anímelos a leer en estas vacaciones

Luego de un año escolar que ha sido muy diferente y demandante, más de uno estará contento de que hayan llegado las vacaciones. Sin embargo, es muy importante que, aunque ya no sea como tarea, se mantengan buenos hábitos como la lectura.

Varios pedagogos coinciden en que cuando los estudiantes dejan de leer por completo en esta temporada, eso se verá reflejado en su capacidad de comprensión en el siguiente ciclo escolar. Por eso los adultos necesitan hacer uso de todo su ingenio para que esta no se vuelva una obligación pesada sino una forma más de pasar un buen rato.

La mejor forma de que los pequeños busquen los libros es siempre que los más grandes de casa lo hagan siempre.

Procure que le vean más interesado en un libro o revista que en la hora de la telenovela, por ejemplo, e intenten explicar lo que ha estado leyendo de forma que le entiendan, según su edad. Y en vista de que por la actual situación puede resultar mejor limitar las visitas a bibliotecas, proponga a sus vecinos y amistades cercanas un intercambio de libros, y si es posible que los chicos organicen una videoconferencia para conversar sobre lo que han estado leyendo.

Además, en Internet hay muchas páginas de literatura infantil y juvenil que han liberado sus contenidos a causa de la pandemia. O pueden leer un artículo de una página en especial, lo importante es que dediquen parte del tiempo frente a cualquier dispositivo frente a un texto, de forma que al final, puedan conversar en casa y decir qué opinan sobre el tema.

Ideas para que sea más divertido
Leer en voz alta es la mejor herramienta para que los niños se conviertan en lectores ávidos, y para que mejore su comprensión.

Con los chicos más grande se puede armar un club de lectura: todos lean la misma obra y luego siéntense a hablar sobre la misma.

Para los que están aprendiendo a leer, se pueden buscar rimas y animarlos a hacerlo frente a todos en casa.

Las marionetas
pueden ser una buena herramienta para volver más entretenidos a los cuentos.

También se puede leer una historia hasta la mitad, y jugar a inventar entre todos el desenlace, para luego comparar.

También es entretenido mirar fotos, imágenes. Es parte de adquirir el gusto por libros y revistas.

Fuente de la Información: https://www.ultimasnoticias.ec/en-las-aulas/animelos-leer-vacaciones-educacion-aulas.htm

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La nación despojada: Sahara Occidental

La nación despojada: Sahara Occidental

Un leve “roce” diplomático entre Argelia y la monarquía alauita marroquí, trasladó a la memoria de algunos la tragedia del pueblo saharaui, que en 1975 fue despojado de gran parte de su territorio. El recién instalado rey Juan Carlos, quien prácticamente estrenó su reinado con una traición a su mentor, el genocida Francisco Franco, quien había acordado la independencia de la colonia de África Occidental; intentado evitar una encerrona que los Estados Unidos, preparaba con Marruecos, para apoderarse de esos 266 mil kilómetros cuadrados, de piedra y arena, pero con un subsuelo de importantes yacimientos de fosfatos, hierro, petróleo y gas. Con más de mil kilómetros de costa sobre el océano Atlántico, frente a uno de los bancos de pesca más ricos del mundo, hoy explotados fundamentalmente por empresas marroquíes y españolas. Aquel territorio, de un tamaño similar a Nueva Zelanda, en aquel mundo de la Guerra Fría, era clave desde su posición geoestratégica, ya que representaba una de las puertas a un continente en que muchas de sus naciones, en pleno proceso de indepndencia, guerras y revoluciones, veía en Cuba y la Yamahiriya (Estado de Masas) con que el joven coronel Mohammad Gadaffi, impulsaba a Libia a un destino que otras muchas naciones podían aspirar.

Para consumar el despojó al pueblo saharaui, también intervino Francia, que como siempre que en algún despacho del Eliseo se pronuncia la palabra “África” muchos sufren convulsiones concupiscentes, por lo que hizo jugar Mauritania, su ex colonia, para intervenir en el conflicto que se avecinaba.

Marruecos, resultó el gran ganador de este robo, literalmente a mano armada, contra una nación que se estaba apenas reconociéndose, después de casi ciento veinte años de dominación española. Hoy a más de cuatro décadas de dicho saqueo, nadie, tal como sucede con los palestinos, los tuareg o los kurdos, levanta su voz por los derechos conculcados.

La usurpación de los territorios saharauis fue fríamente planeada en una serie de reuniones que terminó con un pacto secreto y siniestro entre Henry Kissinger, el entonces jefe del Departamento de Estado norteamericano, el rey Hassan II, padre del actual monarca de Marruecos Mohamed VI y Juan Carlos I. El acuerdo consolido lo que se conoció como la Marcha Verde, un espasmódico desfile, por el desierto de uno 25 mil soldados del ejército marroquí, acompañados por unos 300 mil campesinos pobres y todo tipo de menesterosos a los que se les había prometido tierras, tras la ocupación de unos 200 mil kilómetros cuadrados de la parte norte de la joven RASD (República Árabe Democrática Saharaui), ningún campesino marroquí recibió un metro de tierra y todos volvieron a su pobreza.

Al tiempo Marruecos, junto a Mauritania, libraba una guerra contra el Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra {la zanja roja} y Río de Oro) que se extendió desde 1975 a 1991, en el que murieron uno 5 mil milicianos y cerca de 4 mil civiles saharauis y unos 10 mil soldados de ambos ejércitos. En los años ochenta Rabat comenzaría a construir un muro que separó para siempre al pueblo saharaui. Hoy la RASD tiene poco más de 500 mil ciudadanos, unos 320 mil viven en las regiones costeras de los yermos 70 mil kilómetros, que pudieron conservar tras el asalto y en la capital del país Aaiún, y otros casi 200 mil en los campamentos de Tinduf, sur de Argelia, donde desde 1975 se hacinan los saharauis, en el exilio, sin ninguna posibilidad de retornar a su tierra, con recursos mínimos para apenas sobrevivir, manteniéndose gracias a la cooperación internacional.

El muro de la vergüenza como también se lo llama, fue construido con el asesoramiento técnico de Israel y la financiación de Arabia Saudita, es en realidad un sistema de ocho muros con una extensión total de 2720 kilómetros, protegido por 160 mil efectivos del ejército marroquí y un sistema de radares y drones de última generación; además y sobre todo, un campo minado que se entiende como el más grande del mundo con un número desconocido de explosivos antipersonales que se calcula entre 10 y 40 millones, sembrados a lo largo del muro.

Tras los acuerdos de un alto el fuego entre el Polisario, y Rabat, en 1991, la situación ha quedado congelada, Marruecos considera el Sáhara Occidental como parte indivisible de su territorio y solo ofrece al pueblo saharaui un sistema de autonomía, bajo su soberanía. Al tiempo que el Frente Polisario lo rechaza ciñéndose a la resolución 3437 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1991, en que se instaba a Rabat a “poner fin a la ocupación militar del Sáhara Occidental y negociar con el Frente Polisario, como representante legítimo del pueblo saharaui”, donde también se exigía: “un alto el fuego y un referéndum sobre autodeterminación de ese pueblo”, lo que sigue sin cumplirse, mientras que la ONU todavía clasifica la patria saharaui como “territorio no autónomo”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Despojo e impunidad

La impunidad es el mejor armamento del que dispone Rabat, para consolidar el despojo a la hora de ignorar cualquier reclamo del pueblo saharaui, por lo que cualquier declaración o acto a favor de la RASD, es tomado como un ataque directo a Marruecos, el “roce” diplomático de finales de junio, tiene como centro un informe titulado: “Aspectos del derecho internacional en el conflicto en el Sáhara Occidental”, con fecha de marzo de 2019, que según algunas fuentes fue producido por los servicios de investigación del parlamento alemán, en el que se trata la presencia marroquí, en el territorio reclamado por la nación saharaui, como “anexión y ocupación”. Lo que ya señalaba en 1979, la resolución de Naciones Unidas 3437.
Marruecos expresó su fastidio tras la publicación del informe, el que según la agencia oficial informativa del reino alauita, había sido filtrado por Argelia, con datos “falsos” aportados por el Frente Polisario.

Las relaciones entre Rabat y Argel se siguen tensando, tras conocerse que el 14 de mayo pasado, había llamado al embajador marroquí en Argelia, tras haberse conocido una declaración del cónsul de ese país en la ciudad de Orán, en una reunión con ciudadanos marroquíes varados en esa ciudad, tras el cierre de fronteras a raíz de las medidas de combate contra el COVID-19, en el que el diplomático de reino dijo; “Estamos en un país enemigo, lo digo francamente”. Lo que no deja de ser del todo verdadero, ya que las relaciones entre ambas naciones magrebíes, son muy tensas debido al conflicto en el Sáhara Occidental, por lo que los casi 2mil kilómetros de frontera común continúan cerradas desde 1994.

La cuestión del estado del Sáhara Occidental se ha opuesto a Marruecos durante décadas contra el Frente Polisario, apoyado por Argelia. Esta vasta área desértica bordeada por el Atlántico está controlada en gran medida por Marruecos, que ofrece un plan de autonomía bajo su soberanía. El Polisario exige un referéndum sobre autodeterminación. Las negociaciones lideradas por las Naciones Unidas se han estancado durante varios meses.

En diciembre pasado con la llegada del nuevo presidente argelino Abdelmadjid Tebboune, el rey Mohammed VI, hizo un llamamiento para abrir una “nueva página” en las relaciones entre ambas naciones, lo que en los hechos no se ha constatado.
Europa por su parte, tampoco atiende los pedidos saharauis, y beneficia de manera contaste las pretensiones marroquíes, por ejemplo en enero 2019, el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, votó un texto en el que extiende al territorio en disputa de Sáhara Occidental los aranceles aduaneros preferenciales otorgados por acuerdo comercial a Marruecos, reconociendo de hecho la autoridad de Rabat, sobre esas áreas todavía en disputa, marcando de qué lado está la Unión Europea (UE). Sin duda el acuerdo tiene un ojo puesto en la situación que Marruecos al igual que Libia, se ha convertido en la puerta de entrada a Europa, por la que la UE, entregó unos 100 millones de euros, a Rabat “para la gestión de las fronteras marroquíes”, lo que se pudo atemperar durante 2019, que fueron unos 24 mil, frente a los 57 mil de 2018, cuando en 2017, habían sido apenas poco más de 22 mil. Expertos estiman que Marruecos pudo evitar la llegada entre 2019 y 2020, de unos 75 mil refugiados, de los que nada se sabe ahora.

Este tipo de “favores” de Marruecos a la UE, es lo que permite a Mohamed VI, acciones como la de declarar en pasado enero, las aguas del Sahara Occidental un espacio marítimo propio, con jurisdicción legal de Marruecos sobre el área marítima desde Tánger al norte) hasta Lagouira, ( Mauritania) al sur, lo que fortalece su presencia en los territorios saharauis, sin ningún respeto a sus derechos Las propias declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores, marroquí Nasser Bourita, dejan en claro su intencionalidad: “Estas leyes apuntan a actualizar el arsenal legal nacional, respecto a la soberanía total del reino sobre sus fronteras efectivas de tierra y mar”. Despojando en este caso a los saharauis de sus soberanía sobre las 350 millas náuticas de la plataforma continental.

Al tiempo que naciones africanas como Comoras, Gambia, Guinea y Gabón, que han abierto recientemente representaciones diplomáticas de Rabat, apoyan la marroquinidad del Sahara, con lo que el despojo total de la nación saharaui estaría completo.

 

#FreeSahara #SaharaLibre

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/la-nacion-despojada-sahara-occidental/

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España: Así será el transporte escolar en la Comunitat: asiento fijo pero sin aforo limitado

Así será el transporte escolar en la Comunitat: asiento fijo pero sin aforo limitado

En el protocolo publicado por las consellerias de Educación y Sanidad no se hace referencia a ninguna restricción en la ocupación pero se insiste en la coordinación de las salidas y entradas al autobús

Un asiento del autobús asignado a cada alumno durante todo el curso, orden de acceso al mismo, orden de salida, mascarillas obligatorias para mayores de seis años y sin limitación de aforo. Así se resumen las premisas principales que deberán seguir los centros escolares en lo que se refiere al desplazamiento del alumnado, tal y como han publicado las consellerias de Sanidad y Educación en el protocolo para el servicio de transporte escolar colectivo en el marco del protocolo de protección y prevención ante la transmisión y contagio de la COVID-19 para el curso 2020-2021.

En concreto, el documento indica que «se asignará y se organizará la distribución del alumnado dentro del transporte, limitando las interacciones físicas, prestando especial atención a la habilitación de espacios para personas con discapacidad». Asimismo, señala que la asignación de asientos se fijará a principio de curso y quedará reflejada en un documento por parte de la persona acompañante del servicio y se mantendrá durante todo el curso académico alumnado usuario de transporte esperará en las paradas, manteniendo la distancia física y en orden para acceder al vehículo en fila y por la puerta de delante.

Además, se reservará el inicio de la cola a las personas que ocuparan los asientos de detrás. La bajada se hará en el orden inverso, sin aglomeraciones y evitando contactos. «Se deberán coordinar los horarios de las rutas y centros escolares, para optimizar el tiempo en las entradas y salidas del centro», añade el protocolo.

Por otro lado, el uso de la mascarilla es obligatorio para las personas mayores de 6 años y recomendado para mayores de 3 años, durante el trayecto hasta llegar al centro educativo o parada. «Se recomienda que el servicio de transporte, con la coordinación del centro educativo, disponga de mascarillas para proporcionar al alumnado en caso necesario (olvido, deterioro, caída al suelo, etc.)», indican.

No obstante, no será obligatorio en los siguientes supuestos: personas que presenten algún tipo de dificultad respiratoria, personas en las que el uso de mascarilla resulte contraindicado por motivos de salud debidamente justificados o que por su situación de discapacidad o dependencia presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización, además de causas que se consideren «de fuerza mayor».

El tercer punto del protocolo hace referencia a la limpieza, desinfección y ventilación en los vehículos. «Los alumnos y las alumnas, antes de subir y bajar del vehículo, deberán desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico», explica el documento. En ese sentido, las consellerias resaltan que la empresa tendrá que disponer de gel hidroalcohólico, en coordinación con el centro educativo, y será la encargada de llevar a cabo las medidas de seguridad, limpieza, ventilación y desinfección del vehículo, entre turnos o rutas, siguiendo la normativa vigente en cuanto el uso de los productos autorizados por las autoridades sanitarias.

Fuente de la Información: https://www.lasprovincias.es/comunitat/transporte-escolar-asiento-20200823002054-nt.html

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Covid and Kids

Covid and Kids

Are you a working parent stressing over how to advance your career during the pandemic? In this episode of HBR’s advice podcast, Dear HBR:, cohosts Alison Beard and Dan McGinn answer your questions with the help of Alyssa Westring, a professor at DePaul University’s Driehaus College of Business and coauthor of the book Parents Who Lead: The Leadership Approach You Need to Parent with Purpose, Fuel Your Career, and Create a Richer Life. They talk through what to do when you now want to quit your job to be a stay-at-home parent, your reduced salary and growth prospects are hurting your plans to have children, or a Covid-delayed job start date is tricky timing for your pregnancy.

Listen to more episodes and find out how to subscribe on the Dear HBR: page. Email your questions about your workplace dilemmas to Dan and Alison at dearhbr@hbr.org.

From Alison and Dan’s reading list for this episode:

HBR: A Guide for Working (From Home) Parents by Avni Patel Thompson — “Accept that things are not going to run completely smoothly and we aren’t going to all be our 100% productive selves. But with tempered expectations, a flexible approach and resourcefulness, you’ll be amazed at how we can all adapt. With any luck, we’ll emerge from this crisis even stronger and more collaborative: a modern take on an age-old approach to parenting.”

HBR: page. Email your questions about your workplace dilemmas to Dan and Alison at dearhbr@hbr.org.

From Alison and Dan’s reading list for this episode:

HBR: A Guide for Working (From Ho

HBR: How Working Parents Can Prepare for Coronavirus Closures by Stewart D. Friedman and Alyssa F. Westring — “Relentlessly seek to comprehend your boss’s expectations, with follow-up questions about specifics. Remember that the goal is to find ways to make things work for everyone, not just you. These conversations should not launch with how your work must accommodate your family life. Such zero-sum thinking (good for me, bad for my boss) isn’t likely to get you the support you need in the short term or build a strong foundation for your on-going relationship.”

HBR: When You’re Leaving Your Job Because of Your Kids by Daisy Wademan Dowling — “Many of my working-parent coachees are shocked, upon resigning, to find out how much their organizations value them – and are suddenly willing to provide new roles, more flexibility, even sabbatical leaves in a desperate bid to keep them. As firm as your intention to leave is, remain open to new options that are offered. You may find an unexpected solution that’s actually better than the one you’ve committed to. At the very least, it’s worth a conversation.”

HBR: You’ve Been Furloughed. Now What? by Tomas Chamorro-Premuzic and Becky Frankiewicz — “Ask yourself if your job is worth waiting for. Do you want to return to your pre-crisis life? If there is any inkling of doubt in your mind, there is no downside to applying for something new, and seeing what could materialize as a different future.”

Fuente de la Información: https://hbr.org/podcast/2020/08/covid-and-kids

 

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How To Count Humans

How To Count Humans

Joel E Cohen

New research published this July in The Lancet forecasts that continued growth “through the century is no longer the most likely trajectory for the world’s population.” Rather, the global population is likely to peak in 2064 at 9.7 billion, before declining to 8.8 billion by 2100. The authors project that the populations of 23 countries – notably Japan, Thailand, Spain, and Ukraine – will be at most half their 2017 size by 2100, while the population of “another 34 countries will probably decline by 25-50 percent, including China, with a forecasted 48.0 percent decline.”

By contrast, Nigeria’s population is expected to grow 3.8-fold between 2017 and 2100, though its average fertility rate is expected to drop from 5.1 to 1.7 – that is, below replacement level and below that of Sweden (1.8 children per woman) in 2017. Nigeria was the only Sub-Saharan African country to rank among the world’s 10 most populous countries in 2017. Yet by 2100, that list is expected to include the Democratic Republic of the Congo, Ethiopia, and Tanzania.

Of the four most populous countries today after China, India and Indonesia are expected to experience a population decrease, whereas the United States (US) and Pakistan are expected to grow, albeit for different reasons. The increase in the US would be driven by immigration, making up for a decline in the fertility rate from 1.8 to 1.5. In Pakistan, the authors anticipate that population growth will be driven by the higher fertility rate, though they expect it to fall from 3.4 to 1.3 by 2100 – below the US’s current or projected rate.

But the usual caveats apply. These country-specific forecasts are subject to even greater uncertainty than global forecasts are. As the authors point out, demographic trends could always be more or less dramatic than expected. Moreover, their “modelling framework” does not include significant variables such as the effects of climate change or the risk of pandemics like COVID-19.

Moreover, the track record of population forecasts does not inspire confidence. In 1798, the English economist Thomas Robert Malthus predicted that population growth inevitably would outpace the growth of food production, causing widespread starvation. Then, during the Great Depression of the 1930s, many people thought that global population would go into permanent decline. Yet, by the 1950s and 1960s, the new fear – reflected in terms like “population bomb” and “Famine 1975!” – was that continuing rapid population growth would destroy humankind and the planet.

All three predictions were wrong. The truth is that we cannot know precisely how many children will be born during the rest of this century. What we can do, however, is make a greater effort to ensure better nutrition, health, housing, education, prosperity, peace, security, equality of opportunity, environmental quality, climate stability, and freedom for all people. The future of childbearing, childrearing, population health and survival, and trends in migration and social integration will depend on the investments and commitments that countries make now and in the coming decades.

Sound political leadership and support for high-quality mass education are of the utmost importance, as are basic nutrition, accessible contraception and health care, and constructive international relations. The Lancet study is not the first to forecast a likely end to world population growth before 2100. But the authors have made a uniquely valuable contribution by also offering several original proposals for improving population projections more generally.

Most important, the new research uses external factors to predict future birth, death, and migration rates. The fertility forecasts, for example, depend on future commitments to education and available contraception. Similarly, the migration forecasts have accounted for per capita incomes, education, fertility, deaths due to conflict and natural disasters, and other variables.

It remains to be seen whether these external factors – themselves uncertain – will improve the accuracy of population projections compared to those issued by the United Nations Population Division (UNPD), which are based on demographic extrapolations and professional judgment. Over the past half-century, the UNPD’s projections have proved reasonably accurate for the global population, though less so for individual countries.

Although population projections from different agencies disagree on whether and when global population growth will end, there are a few points on which pretty much everyone is in accord. All anticipate that by 2100, the average number of children each woman has in her lifetime will have declined globally. The debate is over how much, how fast, when, and where this will occur. Future population trajectories are understandably very sensitive to future fertility.

We can be reasonably confident that in the future, a much higher proportion of the world’s people will live in cities and in today’s poor countries. A much higher proportion of the world’s people will be chronologically old, though not necessarily functionally or mentally old. The share of working-age people, conventionally defined as 15-64 years old, will shrink dramatically, and the definition of “working age” will likely have to change.

Finally, a much higher proportion of the world’s people will be of African origin, compared to people of European, American, or East or South Asian origin. And, as a result of migration, many societies will be much more heterogeneous in origin, language, religion, customs, and expectations. However, how many of us there turns out to be, we will have to learn to live together peacefully, or we will not live at all.

Fuente de la Información: https://theaseanpost.com/article/how-count-humans

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Estados Unidos: Metrc Holds Summer Audiobook Club for College of Education Undergraduate and Master of Arts in Teaching Student

METRC Holds Summer Audiobook Club for College of Education Undergraduate and Master of Arts in Teaching Students

The NC State College of Education’s Media and Education Technology Resource Center (METRC) hosted an audiobook club this summer for undergraduate and Master of Arts in Teaching students. About a dozen students participated in the summer book club.

Participants selected popular young adult and elementary chapter books from a list of free audiobooks that were available on Audible and then met virtually for 30-minute discussions every first and third Wednesday throughout the months of May, June, July and August.

“As the spring semester wrapped up, we wanted to find a way for students to earn PGUs [Professional Growth Units] over the summer and stay connected to the College of Education. We believe reading and discussion reading can be a great way to connect students to each other and to their future students, particularly when we read and discuss young adult or children’s books together,” said Kerri Brown Parker, director of METRC.

The first meeting focused on building rapport among the students and deciding on the books or short stories that would be read and discussed. They chose Squint by Chad Morris, The Curious Case of Benjamin Button by F. Scott Fitzgerald, Talon by Julie Kagawa and Mystery of Alice by Lee Bacon, which was an Audible original.

“I was interested in exploring literature through a different medium. I was an English major so reading print is always my first choice and this was something a little different,” said Mandy Reid ‘21MAT. “I wanted to find out if listening to a book makes a difference in the way I might connect to the text. Does the narrator’s reading influence my experience? The audiobook club was a good way for me to think about these questions and how audiobooks might be used in the classroom. I learned that it is easy to get distracted while listening to an audiobook; however, for students who are more attuned to listening to podcasts or who might struggle with longer texts, audiobooks might be a useful tool in the classroom.”

Students had two weeks to listen to the selections. METRC Library Technician Hunter Pinder, who led the discussions, would send out a list of discussion questions to consider before each meeting. But the goal, Pinder says, was to keep the discussions informal and free-flowing in an effort to foster an environment of comfort and safety to speak freely, while remaining respectful and thoughtful. And during the discussions, Pinder would always find ways to relate the readings back to the classroom, which led to thought-provoking and deep discussions.

“I wanted people to come away from this with a renewed appreciation for reading. In schools, we see reading as an educational necessity, and it is; so much can be learned through reading and the humanities in general, and it is so vitally important for students to learn from it,” said Pinder. “But reading is also about human connection and expanding our worldviews, putting ourselves in other people’s shoes for a couple hundred pages in an attempt to get outside of our own ways of thinking. Reading opens up a whole world that we would never otherwise be able to experience, and there’s a beauty in that.”

The book club was established to engage undergraduate students and students in the Master of Arts in Teaching program with the College of Education during the summer and to provide a place for social interaction in a time when being social is difficult.

“We specifically selected a virtual audiobook club because some publishers have made access to those materials more accessible for students as part of the response to the coronavirus and we wanted to promote those types of resources that teachers and our future teachers can put in use for their own teaching and content development,” said Brown Parker.

Fuente de la Información: https://ced.ncsu.edu/news/2020/08/19/metrc-holds-summer-audiobook-club-for-college-of-education-undergraduate-and-master-of-arts-

 

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