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Coronavirus minuto a minuto: La pandemia hizo que se perdieran 400 millones de empleos en todo el mundo

Redacción: Tyn Magazine

El panorama del mercado laboral mundial en la segunda mitad de 2020 es “altamente incierto” y la previsión de recuperación no será suficiente para que el empleo vuelva a los niveles previos a la pandemia este año, dijo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe sobre las expectativas del empleo a nivel global. Según los cálculos del organismo, debido al freno de la economía generado por las diferentes medidas de distanciamiento social aplicadas en todo el mundo se perdieron el equivalente a 400 millones de empleos en el segundo trimestre del año.

En su último reporte, la agencia de Naciones Unidas dijo que el descenso de horas laborales a nivel mundial es “significativamente peor que lo estimado previamente” en la primera mitad del año, siendo América la región más golpeada.

“Según se desprende de recientes estimaciones de la OIT, la pérdida de horas de trabajo en la primera mitad de 2020 ha sido mayor que la prevista, lo que pone de manifiesto el empeoramiento de la situación en las últimas semanas, en particular en los países en desarrollo”, señaló el reporte.

“En el primer trimestre del año se perdió aproximadamente un 5,4% de las horas de trabajo en todo el mundo (equiparable a 155 millones de empleos a tiempo completo), con respecto al cuarto trimestre de 2019. Se prevé que en el segundo trimestre de 2020 se pierda en todo el mundo el 14% de las horas de trabajo (equiparable a 400 millones de empleos a tiempo completo), y que las mayores pérdidas se registren en las Américas, a razón del 18,3%”, agregó el informe.

Cerca del 93% de los trabajadores mundiales siguen viviendo en países afectados por algún tipo de restricciones laborales, señaló el informe.

“La gran mayoría de los trabajadores de todo el mundo, a saber, el 93 por ciento, sigue residiendo en países que aplican algún tipo de medida de cierre de lugares de trabajo. Esa proporción a escala mundial se ha mantenido relativamente estable desde mediados de marzo, si bien las medidas aplicadas han sido cada vez más laxas. En la actualidad, la mayor cantidad de restricciones que afectan a trabajadores y lugares de trabajo se producen en las Américas”, detalló la OIT.

Los factores que determinan la pérdida de horas de trabajo varían sustancialmente en todos los países para los que se dispone de datos pertinentes. En algunos países, la reducción de horas de trabajo y la condición de trabajador “empleado pero sin trabajo” (por ejemplo, los empleados en situación de baja temporal) contribuyeron ampliamente a la cantidad de horas de trabajo perdidas, al tiempo que en otros, el factor determinante fue la situación de desempleo e inactividad. Esas diferencias ponen de manifiesto que un enfoque demasiado específico en materia de desempleo no permite evaluar adecuadamente la incidencia de la pandemia en los mercados laborales.

Asimismo, la pandemia ha tenido un “efecto desproporcionado y perjudicial” en las trabajadoras, que suelen estar empleadas en sectores duramente golpeados como la alimentación y la hotelería, el minorista y el inmobiliario, agregó.

Perspectivas pesimistas

Para el cuarto trimestre, la OIT calculó que se perderá el 4,9% de las horas laborales, o 140 millones de empleos. Bajo el pesimista escenario de una posible segunda ola de la pandemia, esta cifra podría subir al 11,9%, o 340 millones de empleos, indicó.

“Los cálculos han revisado considerablemente al alza el daño causado por la pandemia a nuestros mercados laborales”, dijo Guy Ryder, director general de la OIT, en una conferencia de prensa en Ginebra. “Las cifras reflejan un deterioro de las condiciones sobre todo en los países en desarrollo. La región en la que vemos la mayor (pérdida) de todos es América”, agregó.

Al ser preguntado sobre si Brasil y otros países que no están imponiendo estrictas medidas de salud pública para frenar la propagación del coronavirus, Ryder dijo: “Claramente, el retraso indebido en la actuación en la parte sanitaria de la pandemia va a provocar peores resultados sociales y económicos”.

Fuente: http://www.tynmagazine.com/coronavirus-minuto-a-minuto-la-pandemia-hizo-que-se-perdieran-400-millones-de-empleos-en-todo-el-mundo/

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El matrimonio infantil, una enorme amenaza para 1 de cada 4 niñas en América Latina

Redacción: Telemundo

 

Países como República Dominicana, Nicaragua, Honduras y Guatemala presentan las tasas más altas de matrimonios infantiles en América Latina. La condiciones de pobreza y la falta de educación son algunas de las principales causas.

Una de cada cuatro menores se casan o establecen una unión informal antes de los 18 años en Latinoamérica, el principal problema de las niñas y adolescentes en la región, según el Estado Mundial de la Población 2020, presentado este martes por la ONU.

Esa es una de 19 problemáticas, como los castigos corporales, el incesto y el infanticidio, según el informe “Contra mi voluntad. Desafiar las prácticas que perjudican a las mujeres y niñas e impiden la igualdad”, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

La prevalencia mundial de esta práctica nociva es del 21%, una lista encabezada por África Occidental y Central (40 %) y África Oriental y Meridional (34 %), seguidas por América Latina y el Caribe, donde una de cada cuatro niñas (25 %) están casadas o en unión informal antes de cumplir 18 años y en algunas partes de la región la cifra es de una de cada tres (33 %).

Al menos 60 millones de latinoamericanas se casan sin ser mayores de edad, con República Dominicana (36 %), Nicaragua (35 %), Honduras (34 %) y Guatemala (30 %) presentando las tasas más altas, mientras que Brasil y México ocupan el cuarto y el octavo lugar mundial por cantidad de casos, respectivamente.

Farzana Nabi, una niña afgana, fue vendida por 61 dólares para ser casada, el 17 de junio de 2019.
Farzana Nabi, una niña afgana, fue vendida por 61 dólares para que se casara con otro niño, el 17 de junio de 2019.Getty Images

«Debemos proteger a las mujeres y las niñas cumpliendo las leyes contra prácticas como el matrimonio infantil y la mutilación femenina, pero también cambiando las actitudes y las normas», explicó Mónica Ferro, directora del UNFPA.

Según el organismo, es posible acabar con el matrimonio infantil y a la mutilación genital femenina en todo el mundo en un plazo de 10 años. Para eso es necesario incrementar los programas para mantener a las niñas en la escuela durante más tiempo y enseñarles oficios para la vida cotidiana, así como lograr que los hombres y los niños participen en el cambio social.

La ONU calcula que, para acabar con estas dos prácticas, que acabarían con el sufrimiento de unos 84 millones de niñas, sería necesaria una inversión de 3,400 millones de dólares hasta el año 2030.

Pobreza y falta de educación

«El fenómeno acá no es tanto el matrimonio, son las uniones», aseguró Neus Bernabeu, asesora regional de Género y Juventud del UNFPA para América Latina y el Caribe, que agregó durante una conferencia virtual que es algo que afecta más a «los hogares más pobres, los de menos educación, las áreas rurales y poblaciones indígenas», casi un 60 % del total.

Esa situación se convierte en una especie de círculo vicioso porque prolonga las deficiencias sociales «para toda la vida». Estas menores «interrumpen sus trayectorias de vida, abandonan las escuelas, se embarazan, tienen muchas más posibilidades de tener hijos tempranamente y más hijos», añadió Bernabeu.

Así, de un lado, las niñas con solo enseñanza primaria tienen el doble de probabilidades de casarse o irse a vivir en unión libre. Por el otro, el 86% de las mujeres casadas o en una unión libre antes de los 18 años habían tenido un hijo antes de los 20 años, en contraste con el 34 % de las que se casaron siendo mayores de edad.

Aunque se han logrado avances como la eliminación en 2019 de todas las excepciones legales en matrimonio infantil en El Salvador y Guatemala y la inserción de un objetivo en el Plan Nacional de Desarrollo de Colombia para eliminar la práctica, América Latina es la única región del mundo donde esta problemática no se ha reducido en 25 años.

«Puede que no ‘se vea la foto’ de un hombre muy mayor con una niña vestida de novia, pero hay una práctica muy común de uniones, con diferencias de edad de 8 a 10 años. Lo malo es que si no se ve, no se aborda», afirmó a Efe Bernabeu.

«Se necesita un cambio cultural. Los padres deben oponerse y los gobiernos deben cumplir sus obligaciones con los tratados internacionales», dijo Harold Robinson, director regional para América Latina y el Caribe del UNFPA.

La mutilación genital femenina, que este año puede afectar a 4,1 millones de niñas y mujeres y que está presente en 31 países del mundo, la mayoría de África, también perjudica a algunas latinoamericanas.

Por ejemplo, en Colombia, en comunidades indígenas como la embera chamí, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste), que heredaron esta práctica en tiempos de la colonia para prevenir la infidelidad femenina mediante la clitoridectomía, conocida localmente como «la curación».

Aunque en 2015 las autoridades indígenas firmaron un mandato para erradicarla, está práctica no ha desaparecido, como queda patente cuando niñas acuden a centros de salud con lesiones graves, que incluso les provoca la muerte.

«Como todo ser humano, las mujeres indígenas tienen derecho a la intimidad, a una buena salud y a preservar el cuerpo con el que fueron creadas, porque no hay nada imperfecto en nosotras”, defiende Arelis Cortés, que a sus 28 años trabaja con la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca, en una tarea de concientización con viajes de «hasta ocho o nueve horas en llegar a las comunidades más apartadas».

Una niña en las inmediaciones de una favela de Río de Janeiro, el 09 de junio de 2020.
Una niña en las inmediaciones de una favela de Río de Janeiro, el 09 de junio de 2020.Getty Images

La clave es la igualdad

La preferencia por los hijos varones, que ha generado un desequilibrio entre la población masculina y femenina y que puede provocar mayores riesgos de violencia machista, es una de las prácticas nocivas en las que más se debe trabajar para erradicarlas totalmente, según el informe.

Una práctica que, según Robinson, ha «provocado un ‘déficit’ de unas 140 millones de mujeres» en el mundo, aunque en América Latina, según el análisis de Naciones Unidas, «los progenitores tienden a atribuir el mismo valor a las hijas y los hijos, y a veces favorecen a las primeras».

Algo que no deja de ser sorprendente en una región de marcado machismo y que, lamentablemente, no se traduce en mejores condiciones, especialmente en temas de violencia de género, problemática que ha aumentado en algunos países por las cuarentenas impuestas para combatir el coronavirus.

Se trata de una coyuntura que, según el director regional del UNFPA, implica un riesgo adicional. «La respuesta a la pandemia está interrumpiendo muchos de los programas» orientados a poner fin a las prácticas nocivas, asevera.

El Fondo de Población de la ONU admite que es difícil eliminar estas prácticas nocivas de aquí a 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente porque, como dijo Bernabeu, todavía «muchas niñas y mujeres son tratadas como objetos sexuales, como estorbos, como mercancías».

«Lo único que puede cambiar esta situación es un trato equitativo. Parece mentira que en el siglo XXI tengamos que pedir un trato igual para las niñas. Los hombres tenemos que reconocer que hay un privilegio masculino que hay que acabar«, afirmó Robinson, que pidió cumplir con tres cosas fundamentales: «Respetar, proteger y cumplir (las leyes)».

 Fuente: https://www.telemundo.com/noticias/2020/07/03/el-matrimonio-infantil-una-enorme-amenaza-para-una-de-cada-cuatro-ninas-en-latinoamerica-tmna3817977

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«El coronavirus es un pedagogo cruel porque la única manera que tiene de enseñarnos es matando»: entrevista con Boaventura de Sousa Santos

Por: BBC

Considerado uno de los grandes referentes entre los pensadores de izquierda, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos cree que el nuevo coronavirus es un gran pedagogo, eso sí, uno cruel.

Así nos lo presenta en su nuevo ensayo, «La cruel pedagogía del virus», en el que dice que la pandemia de covid-19 es la forma en el que nuestro planeta nos está diciendo basta. ¿Aprenderemos? Ese es el gran interrogante ahora.

Boaventura de Sousa Santos es director emérito del centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra, en Portugal; investigador distinguido de la facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos.

Descrito como el «sociólogo de la antiglobalización», es uno de los principales impulsores del Foro Social Mundial.

En su nuevo trabajo, el sociólogo reflexiona sobre todas las lecciones que nos está dejando este virus, que ha evidenciado las desigualdades de nuestra sociedad, de nuestro modelo de desarrollo, con el que Santos es muy crítico.

Un virus capaz de infectar a cualquiera, sí, pero que se ha cebado con los más vulnerables, con los pobres.

«El 30% de la población mundial tiene falta de agua», dice. «¿Cómo van a lavarse las manos? La poca agua que tienen la necesitan para comer y beber».

Lo que sigue es una síntesis de la conversación telefónica de BBC Mundo con Boaventura de Sousa Santos.

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Desde varias esferas se ha usado una retórica belicista y se ha calificado este virus como un enemigo. Usted se refiere a él como un pedagogo cruel. ¿Cuál es la pedagogía de este virus?

Es virus es un pedagogo en el sentido de que nos está dando varias lecciones. El problema es saber si nosotros las vamos a escuchar y las vamos a aprender.

Es cruel porque la única manera que el virus tiene de enseñarnos es matando, matando a inocentes, y lo hace por miles y miles.

¿Qué nos está tratando de enseñar?

El virus es un pedagogo que nos está enseñando que la Madre Tierra no está satisfecha con el modelo de desarrollo que tenemos. Nosotros somos una parte muy pequeñita, ínfima, de la vida del planeta.

Solo representamos un 0,01% de la vida en el planeta, pero a pesar de eso nos disponemos a intentar destruir el resto de la vida.

Entonces la naturaleza se defiende, y nos está diciendo «así no, si siguen así, va a haber más pandemias».

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Estamos desbaratando los bosques, contaminando el agua, minería a cielo abierto expulsando indígenas, campesinos… para una explotación de los recursos naturales sin límites… con un calentamiento global tremendo…

Y todo eso está desestabilizando los hábitats de los animales silvestres, y por eso vamos a tener más pandemias.

Otra cosa que está haciendo este virus es ponernos a pensar más sobre la capacidad del Estado. ¿Hay otra lección ahí?

En los últimos 40 años nos han dicho que el Estado es ineficiente, es corrupto, y que lo bueno son los mercados, que el mercado es el mejor regulador de la vida social.

Pero viene una pandemia, y nadie pregunta por los mercados. Nadie pide al mercado que los salve, que los proteja, se lo piden al Estado.

Esa es una lección muy fuerte, y si de verdad la vamos a aprender, entonces tenemos que reinvertir en educación, en salud, transportes e infraestructura que no tenemos.

En muchos países se ha privatizado la salud, en Estados Unidos, por ejemplo, ni siquiera existe un sistema público de salud. Me parece que esta es una enseñanza muy fuerte.

Otra lección es que me parece ha habido gobiernos, algunos de derecha o de extrema derecha, que se han revelado muy incompetentes para proteger la vida de la gente. Hablo de Inglaterra, de Estados Unidos, de Brasil, de India, y de otros países.

Son países cuyos gobiernos han creado una ecuación fatal entre la economía y la vida, y han dicho que la economía es más importante que la vida, y por eso se han resistido a ordenar confinamientos, han descuidado la gravedad de la pandemia, se han retrasado y ese retraso se ha traducido en miles de muertos.

El caso de Inglaterra es paradigmático. El señor Boris Johnson quería privatizar el Servicio Nacional de Salud, y después ese Servicio Nacional de Salud fue el que lo salvó. Esa es otra enseñanza: la vida es más importante que la economía.

Hospital en Iquitos, Perú.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl sociólogo dice que el virus ha sido más mortífero entre los que ya son vulnerables, los pobres.

Otra lección muy importante es que el virus también nos ha mostrado que, al contrario de lo que muchos piensan, no es democrático para nada.

Es caótico, por supuesto. Entra e infecta a gente de todas las clases, es verdad, pero ¿a quién mata? Mata a los que ya son vulnerables, los pobres, los que no tienen acceso a la salud.

En ese sentido, como diría (Eduardo) Galeano, el virus muestra «las venas abiertas» del mundo.

Usted dice que como modelo social, el capitalismo no tiene futuro. ¿Qué escenarios nos deja esta pandemia sobre la mesa? ¿Cuáles son las alternativas?

La alternativa es empezar realmente por una transición que va a ser larga, no se puede cambiar la sociedad de un día para otro, sería una ruptura, una revolución, no estamos en tiempos de revoluciones muy radicales.

Lo primero es la matriz energética, que habría que cambiar rápidamente, es decir, ir a energías renovables.

En segundo lugar, las estrategias de consumo tienen que ser alteradas, particularmente la alimentación.

No tiene sentido que los países tengan que importar alimentos cuando los pueden producir dentro de sus fronteras. Llamamos a eso soberanía alimentaria y es fundamental porque si hay una crisis, una pandemia, y un país depende de la agricultura de otro país, eso puede significar hambre, y eso ha pasado.

Pastores recogiendo agua en un pozo en Senegal.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSegún Boaventura de Sousa Santos, para la mayoría de la población del planeta es imposible seguir las recomendaciones de la OMS.

Ha pasado ahora, por ejemplo -un caso que conozco bien- entre Mozambique y Sudáfrica. Mozambique depende de los productos agrícolas procedentes de Sudáfrica y cuando se cerró la frontera se creó una crisis.

Y tenemos que empezar por una lógica de bien común. Hay productos que son un bien común y no deberían ser privatizados nunca. El agua por ejemplo, es un bien común que no debería ser privatizado.

Lo hemos visto en esta pandemia con una brutal crueldad. Por un lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la gente debe lavarse las manos, por otro, la gente se quedó sin empleo, y no podían pagar las facturas, entonces, las compañías cierran el agua.

En algunos países, en Centroamérica por ejemplo, los gobiernos tuvieron que suspender los cortes de agua por impago.

¿Está la globalización en tela de juicio? ¿Habrá un cambio de paradigma?

Puede, no creo que sea un cambio radical, pero muchos países están pensando realmente que hay que repensar la parte industrial, para que bienes esenciales estén disponibles en el país y no sean dependientes, como se ha visto, de China.

Boaventura de Sousa SantosDerechos de autor de la imagenSCARLETT ROCHA
Image captionEl sociólogo portugués cree que vamos a entrar en un período al que llama la pandemia intermitente.

No tiene sentido que el país más poderoso del mundo, que es Estados Unidos, no produzca guantes, mascarillas, ventiladores… cosas esenciales. Tenemos que relocalizar alguna industria de bienes esenciales.

La pandemia impuso cambios drásticos en nuestras vidas. En algunos países se decretaron cuarentenas severas. Las calles estaban vacías. ¿Cree que las sociedades están preparadas para vivir de otra manera, para una alternativa a esa vida de consumo constante?

Preparadas no están, pero lo importante es saber que somos capaces. Somos capaces de no ir al supermercado a todas horas, ni pasar el fin de semana en el centro comercial. Somos capaces, pero porque hemos sido forzados.

Lo importante es que la posibilidad existe, que hay alternativa para que la gente pueda cuidar de sus hijos, quedarse más en casa, consumir menos… pero porque las personas han sido forzadas de una manera cruel.

Ahora creo que deberíamos ver una pedagogía en eso, porque este modelo de desarrollo y consumo que tenemos nos traerá otras pandemias.

Madrid vacía por el coronavirus.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa pandemia mostró, según el sociólogo, que hay alternativa a la vida de consumo constante.

Vamos a entrar en un período al que llamo la pandemia intermitente, es decir, salimos a la calle, vamos a los bares, durante unos meses; después viene el invierno, las cosas empeoran… porque no sabemos cuándo vamos a tener una vacuna y además porque obviamente pueden surgir otros virus, quizás más mortíferos.

Es realmente mediante una acción política y una acción educativa que la gente debería prepararse de otra manera.

Nuestros productos están hechos para que duren poco tiempo. Un reloj podría durar toda la vida, pero la gente cambia de reloj según el color de la ropa. Esto, que llamamos la obsolescencia de los productos, es programada para que duren muy poco y gastar más recursos naturales.

Antes mencionó la recomendación de la OMS sobre lavarse las manos. Algo que hemos visto, y que usted señala en su ensayo, es que instituciones globales, como la OMS, hicieron recomendaciones que en realidad solo podían seguir una parte pequeña de la población. ¿Cree que estas instituciones de la gobernanza global están alejadas de las sociedades?

Lo están, porque son instituciones que realmente no reflejan la realidad, porque están especializadas.

La OMS no trata sobre la desigualdad, ese es otro departamento de la ONU y por eso hace las recomendaciones, pero no se preocupa de si la gente tiene la posibilidad de lavarse las manos.

Sabemos que el 30% de la población mundial tiene falta de agua, y de agua potable todavía más, y que para 2050 la mitad de la población no va a tener agua potable. Mucha gente, la poca agua que tiene, es para beber y cocinar, no para lavarse las manos.

Suburbio en Buenos Aires.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption¿Cómo mantener la distancia social en zonas donde la gente tiene que vivir hacinada?, se pregunta Santos.

Por otro lado, la distancia física y sanitaria… ¿cómo? Si vives en villas miseria, en barriadas, en favelas donde en el mismo departamento tienes 10 o 15 personas.

¿Cómo pueden teletrabajar los uberizados que te entregan la comida? Yo puedo protegerme teletrabajando, pero alguien me va a traer la comida, y esa persona no está protegida.

Esto no puede seguir por este camino de vulnerabilidad.

¿Y cuál cree que es el papel de los intelectuales en este escenario de crisis y en el de la postcrisis?

Los intelectuales tienen que acompañar mucho las aspiraciones de la gente y trabajar no solamente en el medio universitario, sino en las comunidades.

Yo trabajo mucho en las barriadas de Colombia, de México, de Argentina, de Brasil, etc., con la gente, para aprender con ellos. No podemos ir con teorías de vanguardia diciendo que vamos a cambiarlo todo de un día para otro, porque no me parece que sea posible.

Creo que hay que ir despacio y tendremos que ser pedagogos de esta alternativa.

Yo aprendo más con los indígenas que con otros. En términos ecológicos, quienes me han enseñado lo que sí fueron los indígenas, y los campesinos. Son ellos los que saben cuidar a la Madre Tierra y ser un vocero.

Creo que los intelectuales deberían ser voceros de mucha voz silenciada en el mundo y que son voces de futuro, no son voces del pasado.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53219916

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La escuela NO es un lugar

Por: Luciana Jouli y Mayra Pedraza/CLAE

La escuela no es un lugar; y si así fuera, convendría discutir esa idea. La escuela es un conjunto de relaciones sociales que se dan a propósito de la educación. (Juan Carlos Miranda Arroyo, 2020).

Se ha fetichizado la escuela y, por ende, se sostiene que la escuela son las paredes, el pizarrón, la tiza o el fibrón, el aula.  El capitalismo muestra las mercancías acabadas para esconder las relaciones sociales que se articulan y luchan detrás de ella. Por eso, se debería pensar a la escuela en el marco de las relaciones sociales que legitima, como parte de la superestructura, y cuáles son las relaciones sociales que se tendrían que alterar y rearmar como parte de las fuerzas del pueblo. Estableció Tema De La Escuela. Volver A La Escuela, Lugar De ...

Se ha visto una resistencia a lo tecnológico, eludiendo las necesarias discusiones sobre las nuevas perspectivas de la escuela en las necesidades del capital y la redefinición de las relaciones sociales que éstas conllevan y cómo alterarlas, cómo resistirlas, transformarlas, para generar otra escuela.

Como dice Luis Bonilla-Molina: “Sin reflexiones estructurales que les permitan comprender lo que está pasando y construir escenarios realistas, la actual aceleración del cambio les impulsa a sentirnos atacados, por ello la piel se les pone «de gallina» y reaccionan con recetas de propaganda” (Luis Bonilla, 2020a).

En ese sentido, se puede decir que “La escuela como lugar puede tratarse desde dos perspectivas distintas: la que se centra en el estudio del espacio interior de la institución, y la que pretende estudiar las relaciones entre ella y el espacio exterior (o medio, entorno, territorio …)”. (Jaume Trulla, 2004)

Se puede acordar con Miranda Arroyo cuando plantea que “La escuela está rota porque no todos los estudiantes se pueden comunicar con sus docentes, y éstos con sus pares.” (Juan Carlos Miranda Arroyo, 2020), porque hay una ruptura de las relaciones sociales que legitiman el espacio educativo tal como se conoce, el aula. El viejo modo de entender los sistemas escolares comienza a ser un obstáculo para el sistema del siglo XXI.

Ahora bien, lo que aparece ante nuestros ojos es una reconfiguración de las relaciones sociales, mediadas por la virtualidad, las plataformas y las tecnologías. Se reordena digitalmente la producción capitalista. Sin embargo ninguna ruptura es ingenua, siempre conlleva la iniciativa de una fracción de clase. Y en ese sentido, se debería pensar qué iniciativa hay para los sistemas educativos y las clases subalternas.

Los datos están a la vista, y existe una incipiente idea de cuarta Revolución Industrial que pone en el centro de la escena a la digitalización de la vida. Tal como plantea Luis Bonilla, esta nueva configuración modifica las dinámicas de trabajo y de consumo, y la casa se convierte en el epicentro del trabajo y la educación.

Manera en la que media la virtualidad en la vida de las personas-FUENTE: Elaboración propia

 

Mientras en otros tiempos esta discusión parecía lejana, parecida a una película de ciencia ficción o un capítulo de los Supersónicos, hoy el debate golpea las puertas de los hogares y nos ubica en un espacio de re-pregunta de lo que transcurre en la cotidianeidad. Tal como dijeron alguna vez Los Redonditos de Ricota: “El futuro ya llegó”.

Los sistemas educativos mundiales están siendo obligados a generar condiciones para afrontar la educación digital como forma de desarrollo de dichos sistemas.  En un contexto en el que menos de la mitad de la población del mundo tiene acceso a internet o a una computadora.

La crisis educativa evidenciada por la pandemia del COVID-19, pone de relieve que el acceso a internet y a computadoras se convierten en un derecho humano fundamental. En ese contexto, en los últimos veinte años son numerosas las fundaciones y grupos vinculados a la lógica del mercado que promovieron y promueven la educación en casa: el sueño dorado del neoliberalismo educativo (Bonilla-Molina,2020b).

Elvia Peralta: La escuela lugar de trabajo docenteEstamos pisando un sistema sustentado en la producción y acumulación de conocimientos y datos, que nos conduce a una marcada tendencia hacia la internacionalización de la educación, su mercantilización, comercialización y virtualización de la misma.

Paula Giménez y Emilia Trabucco (2020) advierten que el confinamiento en casa disparó exponencialmente la cantidad de datos que producimos, y también las ganancias de quienes son hoy los grandes dueños de las plataformas que se transformaron en el territorio donde “convivimos”.

Se puede, entonces, empezar a proyectar un escenario futuro, donde se destruyan y modifiquen los puestos de trabajo tal y cual los conocemos. Las  instituciones ya muestran signos de crisis hace tiempo,  por ejemplo: la escuela.

La virtualidad: un  terreno de disputa.  

Con la democratización del acceso a Internet, se conoce una nueva realidad: casi la totalidad del conocimiento consolidado por la humanidad está accesible en línea -no sin limitaciones de los dueños del espacio virtual- desde un dispositivo que cabe en el bolsillo.

El inmenso universo de conocimientos hoy se encuentra disponible “gratuitamente” e “instantáneamente”, y las redes de fibra óptica tendidas a nivel mundial se encargan de hacer llegar a cada punto del planeta, señales inmateriales electrónicas que, a un “click”, abren la puerta al saber (y también a nuestros datos). Cabe preguntarse aquí hasta dónde ha llegado esa democratización. En un sistema fetichista, que pone a las mercancías por sobre las personas, la relación de inclusión/exclusión siempre está presente.

De acuerdo a datos del Instituto de Estadísticas de Unesco (2020a), al día 21 de abril de este año casi 1.600 millones de estudiantes están afectados por medidas de cierre de escuelas y cancelación de clases presenciales. Esto representa el 90,2% de las y los estudiantes en 191 países.A medida que el COVID-19 conduce al cierre de la mayoría de las ...

Según Unesco (2020b), la mitad de estas y estos estudiantes no cuenta con una computadora en el hogar y 43% no cuenta con acceso a Internet en sus casas. Esto genera una brecha entre conectados y desconectados en un sistema virtual.

En Argentina, según el Observatorio Argentinos por la Educación, el 19,5% de las y los estudiantes que terminaron primaria no tienen acceso a internet, mientras el porcentaje en secundaria llega a 15,9%. Además, se realiza una transferencia de las responsabilidades educativas de los Estados a las familias.

Ante la imposibilidad del encuentro entre docentes y estudiantes, el rol intermediario cae sobre el entorno cercano de los mismos. Profundizando la explotación sobre personas que no encuentran separación entre su vida hogareña, su trabajo “desde la casa” y su rol de intermediario en la educación. Y a su vez recae, generalmente, sobre las mujeres, profundizando además las brechas de género.

Es en este sentido, que la disputa por la conectividad como derecho y el acceso a las nueva tecnologías se hace indispensable, para que ningún estudiante quede fuera del sistema educativo. Pero bien, cabe a las educadoras y los educadores, a las organizaciones sociales, estudiantes, a todas y todos, no quedar sólo en ese reclamo y pensar en las construcciones colectivas, comunitarias, en la nueva época.

No es sólo el ingreso a la digitalización de las vidas de las y los estudiantes lo que se necesita, sino también establecer nuevas relaciones entre los sectores que componen la educación, la escuela, el barrio.

Por eso se puede decir con Naranjo (2020) que la virtualidad es un territorio de disputa que debe fortalecer los territorios geográficos locales con proyección global, en articulación con otras experiencias, para ir fortaleciendo la fuerza social del pueblo desde los territorios. Y para esto, nos tiene que servir la virtualidad. No podemos dar respuestas viejas a nuevas situaciones.

Coronavirus en niños, escuelas, Estados Unidos... Las noticias del ...La historia es dialéctica y no vuelve hacia atrás. Es por esto que debemos exigir poner todo el capital técnico. Es necesario montar proyectos de dotación de tablets, enmarcados en proyectos de conectividad. Estamos asistiendo a una reingeniería social basada en el conocimiento y en las tecnologías, y  el coronavirus ha acelerado ese proceso.

Pero, desde el pensamiento crítico, se debe romper con la ingeniería social que le ha impuesto el neoliberalismo a la estructura escolar. La cobertura escolar dejó de ser para que los pueblos aprendieran lo nuevo, para democratizar el conocimiento, y poco a poco se fue imponiendo la visión de las instituciones educativas como espacios de contención social, estrechamente asociada al mundo del trabajo (Bonilla-Molina, 2020b).

Aquí es donde entra en juego la idea de ciudadanía, como concepto, como forma de reflexión y participación, como crítica. La ciudadanía, entendida como el estadío de los sujetos en el pleno uso de sus derechos, y en el ejercicio de deberes y obligaciones correctamente cumplimentados, es una realidad concreta, pero que también es un tanto observable.

La categoría de ciudadano siempre ha sido utilizada por los sectores dominantes de la burguesía para su conveniencia, y esta no es la excepción. La misma tiene sus límites y se señalarán a continuación.

Con ciudadanizar no alcanza

Algunos autores proponen como rol de la escuela la formación de ciudadanos. Dos casos particulares son Patricia Ferrante, en la nota: “Los desafíos de digitalizar el Aula” del Le Monde Diplomatique, y que repite en Página 12, en conjunto con Inés Dussel y Darío Pulfer: “Coronavirus y educación: la escuela de pasado mañana”; y Juan Carlos Miranda Arroyo en “La Escuela rota”.

Pero la ciudadanización es un operador del poder de la burguesía, como se menciona anteriormente, y legitima ese poder en tanto establece en dichos ciudadanos derechos, deberes y obligaciones por cumplir y ejercer, sólo a conveniencia de su desarrollo y control sobre las personas.

La ciudadanía no es en sí misma una relación social más, sino que es una relación del capitalismo que impone relaciones burguesas entre las personas, y que pone sus intereses (los de la ciudadanía) por encima de los intereses de clase, ya que “todos somos iguales”, y termina legitimando los intereses de la clase dominante.Formación ciudadana | gAZeta

Entonces, colocar al sistema educativo y la escuela como espacio en donde opere dicha ciudadanía es, a su vez, legitimar las relaciones sociales que establece la burguesía. Es muy importante diferenciar este aspecto, para no encaminar los esfuerzos de la educación y de todas las personas hacia el proyecto de la burguesía.

En ese sentido se cree imprescindible vislumbrar los proyectos de escuela que se venían desarrollando previamente a la crisis del Covid-19, y que ahora se han acelerado. Como ya se ha dicho en un texto anterior: “la batalla intercapitalista principal es la que refiere al acortamiento de los tiempos sociales de producción, para la obtención de un mayor margen de riqueza y de extracción de plusvalía al conjunto de las clases subalternas.

Con la llegada del Covid-19 al mundo, se intensificó dicha lucha.” (Jouli, Zambroni, 2020). Por lo tanto, es importante que el campo del pueblo discuta el desarrollo de su propio proyecto educativo, para no caer preso de ningún otro proyecto de dominación capitalista.

En la actualidad existe, por un lado, un proyecto de digitalización de la vida y, por ende, de la educación. Contrariamente a algunos pensadores, como Boaventura de Sousa Santos (ethic.es), que piensan que hay un capitalismo que cambia todo para que nada cambie, se considera que hay un capitalismo que cambia porque necesita modificar las relaciones sociales.

Este proyecto dominante, que apuesta pleno a la innovación y desarrollo de tecnologías fundamentales como inteligencia artificial, robotización, internet de las cosas, computación cuántica, bio y nanotecnología y 5G, es protagonista de este proceso llamado Cuarta Revolución Industrial. Esto es demostración absoluta de la lógica del capital, que al no encontrar otra forma de sobrevivir, de funcionar, se transforma.

El dominio del capital financiero transnacional, tal cual lo afirman varios autores (Robinson, 2007; Dowbor, 2013), se encuentra proyectando una transición hacia un nuevo orden económico y geopolítico mundial, donde los Estado-Nación, y con él los sistemas educativos, son progresivamente subsumidos a la lógica del capitalismo globalizado.

Digitalización y automatización en la vida cotidianaSe puede aquí pensar en sistemas a distancia, que se presentan en un inicio como híbridos, argumentando mayores libertades para los diferentes actores de la educación. “Hoy los cambios estructurales en su fase digital empujan a las clases subalternas hacia las “nuevas fábricas” del territorio virtual, con sus plataformas y redes sociales; construyendo nuevos valores organizativos” (Gimenez, 2020). Como ya se ha dicho, no exentas de contradicciones y nuevas formas de inclusión/exclusión.

Por otro lado, se encuentra un proyecto de escuela conservadora que piensa a este período como un momento de excepcionalidad. El mismo se encarga sistemáticamente de negar esta situación actual, y pone de manifiesto que en cuanto esto termine, la escuela volverá a la “normalidad”, tal como se conoció hasta el día de hoy.

Este proyecto lucha por mantener el orden vigente, con sus instituciones y su organización social. Piensa al sistema de evaluación como sistema de calificación. Y principalmente se centra en la territorialidad de la escuela, y, si es posible, del espacio aúlico.

De esta manera genera una escuela aislada respecto de sus articulaciones sociales. Y sigue construyendo una institución que tiene un adentro y un afuera, y en la cual el adentro es el espacio donde se crea y legitima el conocimiento. Su propuesta de digitalización se presenta como una herramienta alternativa, enmarcada solamente en las estrategias didácticas. Las mismas se han convertido en un complemento para el desarrollo de dicho conocimiento.

En otras palabras, para este proyecto de tinte conservador, la digitalización de la escuela y la reconfiguración del sistema educativo no es una posibilidad absoluta, sino que se manifiestan sólo como meras herramientas.

Cuando las tensiones entre estos proyectos de capital se agudizan, emergen las posibilidades para las alternativas de la educación de y para el pueblo, de las clases subalternas, que hay que construir tejiendo nuevas relaciones sociales. Ya se ha dicho que el peligro de ciudadanizar en la escuela es legitimar las relaciones sociales de las clases dominantes de la burguesía, por sobre las relaciones de clase de las clases subalternas. Por tal razón, es necesario reconstruir las relaciones de la ciudadanía que la escuela establece, para pensar un modo de articulación de las clases subalternas en los sistemas educativos.

La escuela se debe constituir en un espacio de territorialidad social, que articule con otros diversos espacios de territorialidad social (otras escuelas, organizaciones, etc), utilizando el medio viDocentes y el Gobierno aprobaron la apertura de las escuelas ...rtual para tener una construcción global. La red social de la comunidad debe ser el conocimiento del territorio para dar respuestas locales a los males que aquejan a la sociedad, al barrio, a las vecinas y los vecinos. Las escuelas tienen la capacidad de generar esa capilaridad social en los territorios, y pueden construir respuestas conjuntas con otras organizaciones a esas causas profundas de las y los vecinos.

De todas formas, no se puede pensar hoy en esos cambios de forma aislada. Hay que considerar que la virtualización de las relaciones sociales profundiza la segmentación social y el individualismo, pero a su vez nos da la posibilidad de juntar a las personas para su organización. Y aún más en la escuela, para construir y establecer el conocimiento estratégico.

Por eso se propone pensar a la escuela como una organización capilar, que debe tejer redes tanto en el territorio social para generar el conocimiento estratégico de ese territorio, como a nivel global porque es la escala a la que ha llegado el sistema. Frente a eso, se debe pensar cómo construir herramientas en el ámbito de lo digital para socializar estrategias en territorios sociales. Pensando en redes de escuelas con vinculaciones en el territorio social.

Dichos proyectos han de vincularse en relación a sus proyectos políticos escolares, su generación y socialización de contenidos. Que las herramientas se constituyan independientes de las grandes firmas creadoras de plataformas educativas. Y que esas herramientas brinden la posibilidad de acortar los tiempos de respuesta a problemas puntuales, pero también de construir una respuesta sistémica, un proyecto escolar y educativo que sea del y para el pueblo.

Discutir la propiedad, la producción, la circulación y la apropiación del conocimiento estratégico, así como la visión que orienta la educación en tanto proceso social, es discutir la posibilidad de una escuela y un barrio distinto. Si a eso logramos articularlo a escala global en la producción de poder, podemos también, disputar un mundo diferente.

*Jouli es Licenciada en Educación Especial y Pedraza Licenciada en Ciencias Políticas, ambas miembros del Centro de Estudios y Formación en Política Educativa (CEFOPED,) asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

*Fuente: http://estrategia.la/2020/06/30/la-escuela-no-es-un-lugar/

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ÚLTIMA HORA: Venezuela es miembro de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación a través del FOVEDE

São Paulo, 25 de junio de 2020

 

Dr. Luis Bonilla-Molina

Doctor en Ciencias Pedagógicas, Postdoctorado en Sistemas de Evaluación de la Calidad Educativa

Integrante del Foro Venezolano por el Derecho a la Educación

 

Distinguidos compañeros del FOVEDE:

 

 

En nombre del Comité Directivo de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), tengo el agrado de comunicarles que el Foro Venezolano por el Derecho a la Educación (FOVEDE) es, a partir de ahora, formalmente miembro de la CLADE, ya que la documentación que nos fue enviada como parte del proceso de solicitud de integración a la membresía señala la plena consonancia de principios institucionales y políticos del FOVEDE con nuestra Campaña.

 

 

Les mando un cordial saludo,

 

Camilla Croso

Coordinadora General

Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación

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Educación en Cuba «todos significa todos» (+ infografía)

Redacción: Radio Bayamo

“Ninguna medida del Gobierno Revolucionario irá jamás contra los principios de la enseñanza; ninguna medida tomará jamás el Gobierno que pueda ser en perjuicio de la enseñanza o del maestro”. Fidel Castro Ruz


La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció los logros de las políticas educativas del Gobierno cubano para garantizar una Educación inclusiva y de calidad, según el Informe Mundial para el Seguimiento de la Educación 2020 (Reporte GEM, por sus siglas en inglés).

El Informe monitorea y divulga resultados sobre el desarrollo de la educación a nivel mundial y el seguimiento sobre la implementación del cuarto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Informa, además, sobre los avances en las estrategias nacionales e internacionales como parte del seguimiento, compromiso y revisión general de los ODS.

Esta edición, publicada bajo el lema Todos significa todos, evalúa los progresos globales para alcanzar una educación para todos, inclusiva, de calidad y a lo largo de toda la vida.

PANORAMA MUNDIAL

El informe de este año muestra que, a nivel mundial, las dimensiones de discriminación por motivos de género, lejanía, riqueza, discapacidad, etnia, idioma, migración, desplazamiento, encarcelamiento, orientación sexual, identidad y expresión de género, religión y otras creencias y actitudes niegan a muchos estudiantes el derecho a ser educados con sus compañeros o a recibir una educación de la misma calidad.

De igual modo se identifica se identifica una exacerbación de la exclusión durante la pandemia del COVID-19 y se estima que alrededor del 40% de los países de ingresos bajos y medios-bajos no han apoyado a los alumnos desfavorecidos durante el cierre de las escuelas.

Sin embargo, antes de la pandemia, 258 millones de niños y jóvenes estaban totalmente excluidos de la educación, siendo la pobreza el principal obstáculo para su acceso.

Otras cifras alarmantes evidencian que los estudiantes con una discapacidad también se enfrentan a desafíos. En 10 países de ingresos bajos y medios, se observó que era un 19% menos probable que los niños con discapacidades lograran un dominio mínimo de lectura que aquellos que no tenían discapacidades.

Se enuncia también que a pesar del objetivo proclamado de la finalización universal del ciclo superior de enseñanza secundaria para 2030, casi ninguna joven de un entorno rural pobre termina la enseñanza secundaria en al menos 20 países.

Así, solo 41 países a nivel mundial reconocen oficialmente el lenguaje de señas y, mundialmente, las escuelas están más interesadas en obtener acceso a Internet que en atender a los alumnos con discapacidades.

CUBA UN ESCENARIO DIFERENTE

En Cuba, el tramo de escolarización obligatorio se extiende por nueve años, desde la educación primaria hasta la secundaria básica, mientras que la Ley de Nacionalización general y gratuita de la enseñanza, emitida en 1961 establece la gratuidad de la enseñanza y asigna al Estado la responsabilidad de proveer educación a toda la población.

El Sistema Nacional de Educación es el conjunto de estructuras, funciones, órganos, políticas, planes e instituciones que, integrados en forma de sistema, desde el Ministerio de Educación hasta los centros educacionales, tiene la responsabilidad de dirigir científicamente la educación, conscientemente organizada, de los niños, adolescentes y jóvenes en el país, para lograr el fin de la educación.

Es también el Ministerio de Educación quien dirige las políticas del Estado y el Gobierno para garantizar una educación de calidad desde la primera infancia hasta el nivel medio superior, en coordinación con organismos, entidades, organizaciones y la familia.

La política educativa está conformada por el conjunto articulado, regulado y direccionado de inversiones, bienes, servicios y transferencias que el Estado orienta a garantizar el derecho la educación de la población. Asimismo, contempla las decisiones y la capacidad que este demuestra para sostener al sistema educativo y para reducir las brechas que afectan el logro de las políticas y prioridades que traza el Ministerio de educación y el Estado Cubano.

A continuación, se presenta un conjunto relevante de acciones que el Estado cubano lleva adelante para garantizar el cumplimiento efectivo del derecho a la educación de calidad.

Dentro del sistema educativo se diferencia la educación en primera infancia, de nivel primario, secundaria básica, educación de nivel medio superior y educación superior.

En paralelo, el subsistema de educación de jóvenes y adultos está organizado en tres niveles educativos diferenciados: Educación Obrero Campesina (EOC) de nivel primario; Secundaria Obrero Campesina (SOC) de nivel medio básico, y Facultad Obrero Campesina (FOC) de nivel medio superior.

La educación de jóvenes y adultos genera oportunidades para superarse y capacitarse para la vida, tanto en el contexto económico, político como social entre la que se destacan las escuelas de idiomas, los cursos especiales, los cursos preparatorios para el ingreso a la Educación superior, a los que se incorpora la participación de diversos sectores de la sociedad.

También incluye el trabajo con los centros penitenciarios, ya sean de la educación especial, el programa “Educa tu hijo” o la educación técnico profesional.

La educación especial atiende a niños, niñas, adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales asociadas o no a discapacidades, desde 0 a 18 años y excepcionalmente hasta 21 años. Se ofrece atención por la vía institucional en círculos y escuelas especiales, así como en salones de los círculos infantiles generales. También se atienden por la vía no institucional en el programa Educa a tu Hijo, en aulas hospitalarias y en atención ambulatoria.

Las escuelas especiales tienen un carácter transitorio, los alumnos permanecen en ellas hasta tanto logran un nivel de desarrollo de sus habilidades que le posibilite su inclusión en los contextos regulares o su integración a la vida social y laboral.

La Educación Especial en Cuba se muestra como una de las ideas más nobles y optimistas de Fidel y de nuestra Revolución. Los datos son un ejemplo fehaciente de los avances alcanzados. De 8 escuelas, en el año 1959 que atendían a 134 niños y 20 docentes, a la existencia en la actualidad de 357 escuelas, con 35 607 educandos y 15 278 docentes.

Los resultados de Cuba en este ámbito demuestran la voluntad política del Gobierno de asegurar la educación como un derecho humano fundamental, a pesar del impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos.

Una vez más, la Organización internacional resalta el liderazgo de la Mayor de las Antillas en esta materia. En este sentido, el informe subraya que la participación en la escuela preescolar en Cuba alcanza el 100% y resalta el programa Educa tu hijo que brinda apoyo, incluso en áreas rurales, para que los infantes con discapacidad estén incluidos en los programas principales de desarrollo de la primera infancia.

Fuente: http://www.radiobayamo.icrt.cu/2020/07/03/educacion-en-cuba-todos-significa-todos-infografia/

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Pronunciamiento público de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE)

SOLIDARIDAD CON LOS SECTORES EDUCATIVOS MOVILIZADOS
EXIGIENDO EL DERECHO A UNA EDUCACIÓN
UNIVERSAL, GRATUITA, INCLUSIVA Y DE CALIDAD
La Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE), instancia que articula a organizaciones nacionales e internacionales, redes, organizaciones sociales, instituciones académicas y activistas, reconoce la educación como un derecho fundamental y habilitante para ejercer los demás derechos humanos.
La CBDE observa que el Decreto Supremo n°4260 emitido en fecha 6 de junio del 2020, que tiene por objeto normar la complementariedad de las modalidades de atención presencial, a distancia, virtual y semipresencial, en los subsistemas de educación regular, alternativa y especial y superior, no hace mención sobre aspectos prioritarios de contenidos curriculares, reprogramación del calendario escolar, acceso a dispositivos e Internet ni a una voluntad clara de parte del Estado para realizar una inversión en favor del derecho a la educación en el contexto COVID 19.
Esta respuesta estatal ha generado reacciones de diversos sectores educativos como el Magisterio Rural y Urbano, los Consejos Educativos de Pueblos Originarios (CEPOs), organizaciones e instituciones de la sociedad civil, madres, padres de familia y organizaciones estudiantiles, quienes califican de insuficiente y sin lineamientos claros el Decreto Supremo n°4260, inclusive, cuestionan la “negligencia” al tiempo de resolver la incertidumbre que vive el sistema educativo en este complejo escenario.
Por su parte, el Magisterio Rural, liderado por la Confederación Nacional de Maestros Rurales de Bolivia, ingresa en huelga de hambre rechazando el Decreto Supremo n°4260 por considerarlo contrario a una educación “única, fiscal y gratuita, sin discriminación ni exclusión”. De la misma forma, el Magisterio Urbano, a través de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia, reclama que la normativa no haya sido construida con la participación de los actores fundamentales de la educación, colocando en riesgo la educación única, fiscal y gratuita.
Por su parte, los Consejos Educativos de Pueblos Originarios (CEPOs) coinciden con el Magisterio Rural en el rechazo al Decreto Supremo n°4260 y afirman que, cualquier medida que asuma el Gobierno sobre educación, debe tener una mirada integral de la educación, construida participativamente, enmarcada en una educación intracultural, intercultural y plurilingüe.
En este contexto, la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación:
1. Ratifica la necesidad urgente de contar con un Plan de Emergencia Educativa ante el COVID-19, con lineamientos y reglamentación clara y detallada, con una inversión transparente y progresiva, en consenso con los distintos sectores educativos, garantizando el acceso a dispositivos e Internet gratuito, con cobertura a nivel nacional para todo el sistema educativo. Además, el Ministerio de Educación debe efectivizar el Plan Nacional de Contingencia “Prevención de violencias en el entorno educativo”, considerando que los índices de violencia, feminicidio e infanticidio se incrementan constantemente.
2. Expresa su apoyo y solidaridad a los sectores educativos movilizados (Confederaciones de Maestros Urbanos y Rurales, Consejo Educativo de Pueblos Indígenas Originarios de Bolivia, Estudiantes, Padres y Madres de Familia), reiterando que el Estado boliviano es garante del derecho a la educación y que debe atender las demandas de los sectores sociales que exigen una educación única, fiscal y gratuita, que no genere desigualdades ni exclusiones, y responda a la diversidad cultural del país.
La CBDE se mantendrá alerta ante esta situación y realizará el seguimiento correspondiente a cada punto planteado en este pronunciamiento. Así también, la CBDE hace un llamado a las comunidades educativas y población en general para reafirmar lazos de solidaridad y consensos para exigir el derecho a una educación de calidad para todas y todos.
Por una educación equitativa, inclusiva y de calidad para que nadie quede atrás.
Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación
3 de julio de 2020.
Descarga el documento:
Fuente: https://m.facebook.com/notes/campa%C3%B1a-boliviana-por-el-derecho-a-la-educaci%C3%B3n/pronunciamiento-p%C3%BAblico-cbde/4004280262947506/
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