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España: Pandemia, crisis ecosocial y educación

Pandemia, crisis ecosocial y educación

La “transición” en la enseñanza

23/06/2020 | Maitane Arri, Marije Etxebarria y JoseManu Gutiérrez

Lur ha vuelto a clase esta mañana. Hacía más de dos meses que no pisaba ese espacio cotidiano de conocimiento, normas, amistades, docentes, camaradería, amores, etc. Una vuelta a un territorio lleno de emociones. Pero, esta vez, las impresiones son encontradas. Ahora, llega a la puerta, tiene que esperar su turno, a la distancia reglamentada, contenta y expectante, viendo el nuevo look de sus compas con la mascarilla, buscando miradas, guiños cómplices que va aprendiendo desde que llevan la boca tapada, un poco tensionada por cómo van a ir las cosas los próximos días y el nivel de exigencia que se les va a pedir. Parece que quedan lejos los abrazos, los manotazos, las confidencias al oído, la alegría, el enfado, las connivencias a partir de un gesto. Parecen mucho más lejos, aquellos días cuando hicieron una ilusionante y divertida campaña contra la pasividad ante el cambio climático, sumándose al llamado de Greta Thunberg. Parece un recuerdo de otra vida anterior. En medio, encierro. Reclusión en el hogar. Hay quienes se han adaptado a las nuevas rutinas familares, a trabajar con el ordenador. Hay quienes han sufrido acoso familiar en casa, quienes no disponían de recursos digitales para responder a las tareas, quienes tenían ayuda para llevar a cabo los aprendizajes y quienes no, quienes tenían que compartir los medios con sus familias porque también otras personas del núcleo familiar teletrabajaban.

Lur siente nuevas emociones y recuerda las viejas. Y, ¿en medio? Una mezcla apenas explicable de miedo, tristeza, ausencia, desmotivación, angustia, ansiedad, fastidio –sobre todo cuando ha pasado su cumpleaños sola con su familia y en su habitación, esperando nerviosamente la retahíla de mensajes y vídeos para felicitarla en estas nuevas circunstancias– y, además, duelo. La amama de Lur sufrió 32 días en la UCI antes de fallecer y no pudieron verla ni acompañarla en los últimos instantes.

El mundo, que para Lur, más o menos a gusto, era seguro (tenía sus límites, sus normas, sus cuidados, etc.) se cayó de un día para otro y se sumergió en la incertidumbre. ¿Qué había pasado? ¿Por qué? ¿Por qué a nosotras? ¿Qué va a pasar? ¿Cómo estará amama? ¿Cuánto vivirá? ¿Cómo será la vuelta a la vida anterior? ¿Cómo me siento? ¿Cómo se sienten mis compas?

Lur ha vivido-sufrido esta situación. Y el sistema educativo que le obliga a ir a su centro escolar le impuso refugiarse en casa y aumentar de repente su autonomía para responder a los nuevos retos. Y ese sistema educativo ¿qué le ha ofrecido? Trabajar los contenidos (sinnúmero) desde casa, con ayuda de docentes que también se encontraban en estado de shock y, según los casos, con limitadas habilidades digitales, más la ayuda que le pudieran ofrecer en el hogar.

¿Eso es educación? No. Podrá ser enseñanza a distancia, tele-enseñanza, enseñanza digital, etc., pero no educación. Las emociones son imprescindibles en educación, en el aprendizaje, y las que se han instaurado durante la pandemia son emociones negativas. ¿Qué administración educativa ha puesto énfasis en el cuidado y gestión de las emociones y en los sentimientos, es decir, en lo que más necesitaban nuestras estudiantes, en vez de obstinarse en terminar el temario a cualquier precio? Además, entre otras, ¿dónde han quedado los proyectos colaborativos, las comunidades de aprendizaje, los grupos de trabajo inclusivos, etc.? Y tantas y tantas cosas.

Pero es que uno de los objetivos de la educación, según la ley vigente, “es introducir nuevos patrones de conducta que ubiquen la educación en el centro de nuestra sociedad y economía (…) en la economía actual, cada vez más global y más exigente en la formación de trabajadores y empresarios (…) incide inevitablemente en la empleabilidad y en la competitividad”. Y aquí está la clave. El sistema educativo ha estado muy lejos de ser la institución segura, inclusiva, equitativa y ética que se le supone como servicio social, porque sus fines declarados son servir a las necesidades de la economía de mercado y de la competitividad de las empresas, no a las de las personas y a las de la comunidad donde vivimos.

Nos encontramos, pues, a una Lur que, gran parte de sus próximos años, estará inmersa en la educación del sistema hegemónico, donde los valores, los conocimientos, las inquietudes, las actitudes o las lecturas de la realidad van a estar supeditados al actual modelo de producción y consumo. Y, siempre, con el fin de que adquiera los “nuevos patrones de conducta” al servicio de la economía hegemónica.

La trágica crisis sanitaria forma parte, es una emergencia sistémica, de la gran crisis ecosocial que sufre la mayoría de las formas de vida del planeta y que nos ha traído al Antropoceno. Una crisis ecológica y social causada por el modelo económico vigente que trata de ensalzar y reforzar la ley educativa de referencia. Superar esta crisis global evoca inevitablemente la exigencia de trabajar para las necesarias transiciones sociales y ecológicas que construyan nuevas sociedades más justas, más equitativas, más ajustadas a los ciclos de la biosfera… y, en consecuencia, más resilientes ante próximos eventos. Y aquí es donde vuelve a aparecer la educación, la necesaria transición educativa que forme ecociudadanía empoderada y desarrolle resiliencia para responder a los retos del futuro.

Al contrario que el objetivo citado, la transición educativa debe poner la vida en el centro de la educación, en el núcleo de la actividad y del currículo escolar. Una vida, frágil, finita, que se nos muestra en la ecodependencia e interdependencia de las personas. Estos principios deben ser los pilares de una nueva educación ecosocial que guíe el desarrollo integral del alumnado y que atienda a los problemas locales y globales, así como a los sujetos y colectivos ocultados en el currículo (cambio climático, pérdida de biodiversidad –uno de los factores de la pandemia–, crisis de cuidados, otras economías posibles, salud pública, transición energética… y personas con necesidades específicas, mujeres, migrantes, desahuciadas, sin techo, precarias, explotadas…). Todo ello basado sobre los preceptos ecosociales de justicia y equidad social, de sostenibilidad en el uso de los bienes comunes y de democracia participativa.

La transición educativa ecosocial ofrece espacios a la inclusión y al empoderamiento, a la propuesta de alternativas y al desarrollo de acciones ecosocialmente transformadoras. Y esto exige la integración en el sistema educativo de una nueva competencia, que debería ser la más antigua: la competencia ecosocial para la sostenibilidad. El conjunto de capacidades, habilidades y actitudes que revela una manera de concebir y expresar la crisis ambiental y una participación real en las ineludibles transiciones futuras. La competencia ecosocial para la sostenibilidad gravita alrededor de varios ejes: que cada persona se conozca, se comprenda y se adapte adecuadamente a sí misma, a su grupo y al mundo en el que vive; que adquiera los conocimientos de ciencias naturales y sociales necesarios para estar preparada ante nuevas contingencias; que conozca cómo se desarrolla la vida y los límites y flujos energéticos, materiales y biofísicos de nuestro planeta; que sea consciente de la profunda crisis ambiental, de sus impactos sociales y de la inevitabilidad de profundos cambios sistémicos; que contribuya al desarrollo de una sociedad plenamente democrática, participativa, solidaria, inclusiva y plural; que analice críticamente los problemas, busque alternativas y plantee soluciones imaginativas para ser un agente social activo para el cambio.

Lur, de esta manera, habría vivido en mejores condiciones el confinamiento y la vuelta a clase, a sus relaciones y habría sido un agente activo en su comunidad. Por Lur y por la necesaria transición social y ecológica, educación ecosocial hacia la sostenibilidad.

23/06/2020

Maitane Arri, Marije Etxebarria y JoseManu Gutiérrez (Euskal Gune Ekosozialista)

Fuente de la Información: https://vientosur.info/spip.php?article16099

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Estados Unidos: El caso George Floyd y el racismo en los sistemas e instituciones de educación superior

El caso George Floyd y el racismo en los sistemas e instituciones de educación superior

Por Daniel Mato |

El asesinato de George Floyd, asfixiado por un oficial de policía en Estados Unidos, ha vuelto a hacer visible el grave problema de racismo y violencia policial en ese país. Pero esta manera de verlo es demasiado simplista. Es necesario no perder de vista que ese policía es un graduado universitario, como también que su crimen, que se suma a muchos otros semejantes, es solo una de las formas en que el racismo se expresa en esa sociedad. No puede omitirse que ese racismo es históricamente constitutivo de esa sociedad, que es estructural, que impregna todas sus instituciones y se reproduce a través de ellas.

Pero, ¿acaso el racismo no es también constitutivo de todas las sociedades latinoamericanas?  ¿Acaso en las sociedades latinoamericanas no tiene también carácter estructural, impregna todas sus instituciones y se reproduce a través de ellas?  ¿Acaso en estas no se expresa también en acciones violentas, incluso homicidas, de policías y otras fuerzas de seguridad especialmente contra personas y comunidades indígenas y afrodescendientes?  ¿Acaso en muchas de estas sociedades, cuanto menos parte de los oficiales de las fuerzas de seguridad no son también egresados de universidades u otros tipos de instituciones de educación superior? ¿Acaso ellos y los componentes subalternos de esas fuerzas no han recibido cursos de derechos humanos? ¿Acaso en el dictado de los mismos no han participado graduados e instituciones de educación superior?

¿Acaso en las sociedades latinoamericanas el racismo no se expresa también en otras formas de violencia institucional, frecuentemente menos evidentes, como las que se ejercen en los sistemas e instituciones de salud, educación y justicia? ¿Acaso en estas no participan graduados de instituciones de educación superior?

¿Acaso el racismo no se expresa también, de variadas formas, en la formación que las universidades y otras instituciones de educación superior proveen, por ejemplo, a quienes se convertirán en técnicos superiores y profesionales en campos como derecho, salud, arquitectura, ingenierías, economía y en las más diversas disciplinas sociales y humanísticas? ¿No se expresa también en la que proveen a quienes se desempeñarán como docentes en todos los niveles educativos, donde continuarán contando a sus estudiantes la respectiva “historia oficial” y propugnando valores que – a juzgar por los resultados a la vista- no han conducido a construir sociedades satisfactoriamente democráticas, social y ambientalmente sostenibles?

Lamentablemente todas estas preguntas debemos responderlas afirmativamente. Sin embargo, numerosos miembros de nuestras sociedades viven sin darse cuenta de la existencia del racismo. Esto se debe a que en estas sociedades el racismo ha sido “naturalizado”. Por ejemplo, los mismos medios de comunicación masiva de Argentina, Chile, Colombia, Guatemala, y México, entre otros países, que dieron amplia cobertura al asesinato de George Floyd, y que lo hicieron destacando el racismo de aquella sociedad, en la mayoría de los casos, omitieron dársela a crímenes semejantes cometidos en sus respectivos países, o bien soslayaron el carácter racista de los mismos.

Los autores de muchas de esas notas de prensa, como los respectivos jefes de redacción, así como la mayoría de los columnistas de esos medios, que analizaron ese crimen como si fuera un problema exclusivamente Made in USA, también son graduados universitarios, igual que el policía que asesinó a George Floyd. Hubo otros medios que sí vincularon ese asesinato racista con otros semejantes en nuestras tierras, pero generalmente se trató de medios con menor incidencia en la opinión pública. Pese a la existencia de esas otras “miradas”,  mucha gente reprodujo las interpretaciones de los medios de mayor alcance.

¿Por qué sucedió y continúa sucediendo esto?  Porque el racismo es constitutivo de nuestras sociedades y de manera más abarcadora del mundo en que vivimos; y porque a través de diversas instituciones, prácticas y discursos continúa reproduciéndose.

El racismo es una ideología según la cual los seres humanos seríamos clasificables en razas, algunas de las cuales serían superiores a otras que serían moral e intelectualmente inferiores. Esta ideología sirvió de sustento al despliegue colonial protagonizado por coaliciones compuestas por algunas monarquías europeas, sus ejércitos y funcionariados, grupos de poder económico y dirigentes de religiones institucionalizadas, que subyugaron no solo a pueblos de otros continentes, sino también europeos. En esta parte del mundo significativamente nombrada América Latina (denominación que afirma su “herencia” europea), los nuevos estados republicanos lejos de acabar con esta ideología se constituyeron a partir de ella y la reprodujeron a través de políticas y prácticas racistas. Por ejemplo, para acabar con “la barbarie” y asegurar el avance de “la civilización”, sucesivos gobiernos (administraciones de esos estados) continuaron el avance sobre los territorios de pueblos indígenas, distribuyeron sus tierras entre los grupos de poder político y económico de los que formaban parte, y encargaron a la Iglesia Católica la “salvación de las almas” de los sobrevivientes de esos pueblos despojados de territorios; a los que también se les prohibió hablar sus lenguas, practicar sus formas de espiritualidad y sostener sus sistema de alimentación y salud.

Si bien las prácticas de despojo territorial continúan, desde hace tiempo los estados emplean otros medios para continuar con su misión “civilizatoria”. Por ejemplo, emplean políticas económicas y sociales orientadas a asegurar “el progreso” y “sacar del atraso” a las aún numerosas comunidades indígenas y afrodescendientes que -pese a las pérdidas territoriales- continúan tratando de vivir en armonía con lo que los estados nombran “medio ambiente” y por cuya “preservación” apenas en la década de 1970 han comenzado a preocuparse, hasta ahora sin resultados. Adicionalmente, diversas políticas culturales han sido y continúan siendo instrumentos clave en la reproducción de esta ideología y de su “naturalización”, por ejemplo, a través de la castellanización forzada de pueblos indígenas y los gloticidios asociados. Los sistemas e instituciones educativas  (incluyendo los de educación superior) también han contribuido a la reproducción y naturalización del racismo, y continúan haciéndolo, seguramente de maneras no conscientes para la mayor parte de sus integrantes.

Las múltiples formas del racismo y su naturalización

En la actualidad el racismo está tan naturalizado en nuestras sociedades que es mayormente inconsciente, al punto que la aplicación de este concepto suele limitarse a hechos que ocurren en Estados Unidos o Europa, y en nuestro medio a acciones explícitas de “discriminación racial”, y entre estas frecuentemente solo a aquellas muy visibles, o violentas.

Por ejemplo, no suele percibirse la presencia del racismo en algunas expresiones verbales tan arraigadas en nuestra lengua que han sido registradas como formas de lenguaje figurado en el diccionario de la Real Academia Española. Tal es el caso, por ejemplo, de la expresión “merienda de negros» utilizada para hacer referencia a situaciones de “desorden y confusión”, y el de la expresión “se le subió el indio” como equivalente de “montó en cólera”. La referencia a estas dos expresiones en particular obedece a que su empleo puede observarse tanto en España como en prácticamente todos los países latinoamericanos y a que incluso aparecen en el referido diccionario, pero existen muchas otras que se utilizan en algunos países en particular.

La naturalización del racismo hace que, por lo general, este no sea asociado con hechos tales como que en nuestros países las personas y comunidades indígenas y afrodescendientes generalmente no tienen acceso equitativo a los servicios de salud, como se desprende de los datos de los censos nacionales de nuestros países, que por esto mueran niños y adultos, y que esto no sea motivo de alarma para la mayor parte de la población.

La naturalización del racismo explica que este no suela ser asociado con hechos tales como que la mayoría de la población no se indigne, sino que incluso lo encuentre “necesario” para el “bien común”, cuando comunidades de pueblos indígenas son desplazadas de sus territorios ancestrales para hacer posibles los negocios de corporaciones agrícolas y mineras, o de empresas promotoras de desarrollos turísticos y “barrios cerrados”. De manera análoga, esa naturalización explica que la mayoría de la población tampoco se indigne al ver que estas comunidades no logran que sus reclamos al respecto sean debidamente tratados por “la Justicia”, y que tampoco lo haga cuando, ante las protestas de estas comunidades en busca de justicia, los poderes públicos envíen a las “fuerzas de seguridad” a “poner orden”, lo cual frecuentemente conduce a abusos, torturas, e incluso a asesinatos.  Esta naturalización opera de modo tal que, si acaso el encadenamiento de injusticias reseñado no constituyera ya una dosis suficiente de racismo, los mismos medios dominantes que se rasgaron las vestiduras por el asesinato de George Floyd, presenten esas circunstancias de modo tal que acaban criminalizando a las mismísimas víctimas de tantos abusos racistas. Entonces, la “opinión pública” de buena parte de las clases medias educadas (incluyendo graduados de universidades y otras instituciones de educación superior) repite a coro: ¡Qué barbaridad! Esta gente no entiende. Son atrasados, son violentos.

Los graves problemas que aquí señalo, y muchos otros, están documentados en informes de relatores especiales de la Organización de Naciones Unidas y en documentos de la CEPAL- Comisión Económica para América Latina- disponibles en Internet. [3]

Si bien en algunos países de la región los comportamientos abiertamente discriminatorios hacia estas personas y comunidades son cada vez menos habituales, existen desventajas históricamente acumuladas, mecanismos institucionales y algunas formas dominantes de sentido común, que continúan reproduciendo inequidades. Estas inequidades frecuentemente resultan imperceptibles para otros sectores sociales, que en algunos casos minimizan su importancia pensando que otros grupos sociales también sufren discriminación.

En América Latina, los problemas de discriminación no afectan solo a las personas y comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes. Diversas formas de discriminación racial y xenofobia afectan también a personas y comunidades de pueblos gitanos, judíos y musulmanes, así como a inmigrantes de algunas nacionalidades en particular, con especificidades que varían entre países. La discriminación también suele dirigirse a personas y  colectivos que deben vivir en situaciones socio-económicas muy desventajosas, y que son representados como “pobres” por los medios de comunicación hegemónicos, buena parte de las llamadas “clases medias” y ciertas orientaciones de la investigación y las políticas económicas y sociales. Otras graves formas de discriminación y violencia institucional e interpersonal afectan especialmente a las mujeres, y a las personas con discapacidad, o con identidades de género u orientación sexual diversas. La discriminación suele multiplicarse cuando las personas foco de la misma reúnen más de un atributo “negativo” a juicio de quienes las discriminan, como por ejemplo mujer, lesbiana y “negra”.  Los problemas de discriminación no se limitan a actos violentos evidentes, también afectan las oportunidades de estudio, empleo y acceso a vivienda. Todos estos son problemas graves en todas nuestras sociedades. No obstante, los que perjudican a personas y comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes tienen siglos de historia y –aunque transformados- continúan vigentes. Además, y pese a ello, suelen recibir escasa atención por parte de buena parte de la población de las respectivas sociedades, las instituciones públicas, los medios de comunicación, y las universidades y otros tipos de instituciones de educación superior.

La naturalización del racismo en los sistemas e instituciones de Educación Superior

El racismo es un problema profundo y naturalizado en las sociedades latinoamericanas, y los sistemas educativos tienen buena parte de la responsabilidad en que así sea. Muy especialmente la tienen las universidades y otras instituciones de educación superior en las que se forman tanto los docentes de los otros niveles educativos, como profesionales y técnicos que consciente o inconscientemente continúan reproduciendo diversas modalidades de racismo. La responsabilidad por estos hechos no se limita a las instituciones de educación superior, sino que se abarca al conjunto de instancias y actores que de manera conjunta podemos denominar sistemas: las leyes y políticas que regulan su funcionamiento, los organismos de aplicación de las mismas y los de evaluación y acreditación de las instituciones y carreras. Pero, el problema del racismo es grave y está ampliamente extendido en nuestras sociedades, y en su reproducción y naturalización participan graduados de educación superior, como suelen ser quienes legislan y quienes formulan y aplican políticas, entre otras ocupaciones desde las cuales podrían como mínimo procurar no continuar reproduciéndolo.

Un ejemplo significativo de la naturalización del racismo en la educación superior lo constituye el hecho de que si bien un buen número de universidades latinoamericanas ha adoptado protocolos para la prevención y atención de casos de discriminación y violencia de género, así como hacia personas con discapacidad o con identidades de género u orientación sexual no ajustadas a “la moral” hegemónica, pero que sin embargo aún no tengamos noticia de la existencia de instrumentos de este tipo que se ocupen específicamente de las diversas formas en que el racismo afecta a pueblos indígenas y afrodescendientes en y desde esas instituciones. Es decir, protocolos orientados a asegurar la prevención y atención a casos de discriminación hacia personas, como también de las exclusiones y descalificaciones que en los sistemas e instituciones de educación superior se ejercen respecto de las lenguas, historias, visiones de mundo, saberes y sistemas de conocimiento, valores y formas de espiritualidad de pueblos indígenas y afrodescendientes. Estos protocolos también deberían responder a los desafíos del racismo implícito en la inexistencia o insuficiencia de programas que favorezcan el ingreso de estudiantes, docentes y otros trabajadores de esos pueblos, así como de políticas que financien experiencias sostenidas de investigación y vinculación con sus comunidades, como los hay para desarrollarlos con otros actores sociales y económicos. En algunas universidades ya se ha comenzado a deliberar sobre la necesidad de contar con protocolos de este tipo, pero hasta el momento no tenemos noticia de que en alguna ya se haya adoptado uno.

Las inequidades que entraña el contraste entre la atención a esas otras formas de discriminación y la desatención de las que afectan a estos pueblos constituyen modalidades de racismo menos visibles que la discriminación personal, pero no por ello menos graves. Además, la omisión de las oportunidades de aprendizaje ético, profesional y académico asociadas al conocimiento de los aportes de estos pueblos, como la ausencia o deficiencia de oportunidades de vinculación y conocimiento mutuo con personas y comunidades de esos pueblos, afectan la calidad de la educación que estos sistemas e instituciones proveen.

Son muchos los egresados de universidades y otras instituciones de educación superior que -consciente o inconscientemente- juegan papeles protagónicos en la violación de los derechos humanos de personas y comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes. Por ejemplo: profesionales del derecho con deficiente formación ética e histórica que se encargan de urdir artificios para vulnerar los derechos territoriales y ambientales de comunidades de estos pueblos en beneficio de terratenientes, corporaciones agrícolas, petroleras, mineras y de desarrollos turísticos. Profesionales de la salud que carecen de formación y experiencia intercultural para tratar con comunidades de estos pueblos, valorar sus conocimientos preventivos y terapéuticos. Profesionales de la economía, la sociología y otras disciplinas, con responsabilidades en el diseño y ejecución de políticas públicas que no han sido capacitados para valorar sus modalidades de organización social y productiva, y/o que deciden sobre la construcción de represas que inundan sus territorios sin prever consecuencias. Profesionales en diversos campos que han sido educados en el desprecio por la historia de estos pueblos, sus lenguas, valores y sistemas de conocimiento, y que en el ejercicio de cargos públicos menoscaban el acceso de personas de estos pueblos a servicios de salud, justicia y educación. Empresarios y autoridades corporativas que pese a en muchos casos ser graduados universitarios carecen de formación ética e información respecto de estos pueblos, tal que por mero afán de lucro violan sus derechos. Oficiales y autoridades de las fuerzas de seguridad, que en muchos países de la región son graduados universitarios o de instituciones de educación superior propias de esas fuerzas, que han recibido tan mala formación respecto de los valores y derechos de esos pueblos y de sus integrantes, que recurrentemente incurren en prácticas racistas. Titulares de los órganos públicos de los que dependen los efectivos de seguridad, quienes también suelen ser graduados universitarios, que dan órdenes racistas a esas fuerzas.

Los problemas mencionados deben llamarnos la atención acerca de la deficiente calidad de la educación que están brindando nuestros sistemas e instituciones de educación superior. Es necesario que reflexionemos sobre ellos. No es posible aceptar acríticamente que las universidades y otras instituciones de educación superior continúen reproduciendo y naturalizando el racismo. Tampoco lo es que, en pleno siglo veintiuno, no estén proactivamente trabajando para acabar con ello.

El racismo no solo crea problemas de acceso, exitosa trayectoria y graduación de personas de pueblos indígenas y afrodescendientes en instituciones de educación superior, sino que incide en la calidad de la educación que estas brindan, en su papel como formadoras de opinión pública y ciudadanía, y en la calidad de los técnicos y profesionales que forman y de la investigación que realizan.

Erradicación del racismo y educación antirracista

Pienso que los problemas expuestos ilustran por qué no es suficiente con que los sistemas e instituciones de educación superior no sean racistas. Deben ser antirracistas, deben educar contra el racismo, deben comprometerse a erradicar el racismo en su interior y en las sociedades de las que forman parte.

Afortunadamente, la necesidad de actuar al respecto ya es parte de la agenda de un número creciente de instituciones y personas, como resultó evidente en la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe, celebrada en Córdoba en junio de 2018 (CRES 2018).

La CRES 2018 contó con la participación de más de cinco mil representantes de los sistemas e instituciones de educación superior de toda la región, incluyendo autoridades de agencias gubernamentales con competencia en la materia, rectoras/es y otras autoridades de universidades y otras instituciones, redes de autoridades y de universidades, especialistas en el tema, estudiantes y sus federaciones, docentes y otras/os trabajadoras/es y sus sindicatos. Esta significativa reunión emitió una declaración final que incluyó varias recomendaciones respecto del racismo, entre otras las siguientes:

«Las políticas y las instituciones de educación superior deben contribuir proactivamente a desmontar todos los mecanismos generadores de racismo, sexismo, xenofobia, y todas las formas de intolerancia y discriminación. Resulta imperativo que se garanticen los derechos de todos los grupos de población discriminados por raza, etnicidad, género, situación socioeconómica, discapacidad, orientación sexual, religión, nacionalidad y desplazamiento forzado».

«Estos cambios deben asegurar la incorporación en las instituciones de educación superior de las cosmovisiones, valores, conocimientos, saberes, sistemas lingüísticos, formas de aprendizaje y modos de producción de conocimiento de dichos pueblos y grupos sociales».

«Es ineludible reconocer y valorar las epistemologías, modos de aprendizaje y diseños institucionales propios de pueblos indígenas y afrodescendientes, comunidades campesinas y otras socioculturalmente diferenciadas».

«La educación no es solo un derecho humano sino también un derecho de los pueblos. Existe una importante deuda histórica de los Estados y sociedades latinoamericanas y caribeñas con los pueblos indígenas y afrodescendientes. Si bien sus derechos son reconocidos en numerosos instrumentos internacionales y en la mayoría de las constituciones nacionales, existe un alarmante déficit en el disfrute efectivo de los mismos, incluso en la educación superior Las instituciones de educación superior deben garantizar el disfrute efectivo de sus derechos y educar a la población en general, y particularmente a sus comunidades, contra el racismo y todas las formas de discriminación y formas conexas de intolerancia».[4]

Esta declaración marca un hito en la historia de la educación superior en la región en tanto expresa un avance en la desnaturalización del racismo en su ámbito e incluso traza algunos objetivos clave. El reto es hacerlos realidad.

Para alcanzar estos objetivos convendría tener cuidado con ciertos usos de la categoría “racismo estructural”. Porque si bien ella enfatiza la importancia y profundidad del problema, ciertos usos de la misma parecen visualizarlo como si fuera un fenómeno omnipresente, que está en “todos lados”, y así en ninguno en particular. Para lograr avances concretos en la erradicación del racismo en los sistemas e instituciones de educación superior es necesario desagregar la categoría “racismo estructural” y afinar el análisis respecto de las múltiples formas en que se expresa y reproduce en este campo. Con este propósito es necesario evaluar marcos institucionales, normas, procedimientos, actores, subjetividades, prácticas institucionales y personales concretas, y esto tanto en docencia, como en gestión, investigación, extensión y experiencias de vinculación con personas y comunidades de esos pueblos.

Es necesario impulsar investigaciones y actividades participativas dedicadas a promover reflexiones y debates que conduzcan a consensuar protocolos orientados a asegurar la prevención de todas las modalidades de racismo en los sistemas e instituciones de educación superior. [5]

Es necesario identificar y erradicar todas ellas, porque además de la negatividad propia de cada una, sucede que se refuerzan mutuamente. Para erradicar el racismo en este ámbito no es suficiente, ni eficaz, contar con protocolos enfocados solo en las formas de discriminación racial personal. Es necesario realizar estudios y promover debates y reflexiones que permitan erradicar otras modalidades de racismo, como por ejemplo, la ausencia o insuficiencia de programas que favorezcan el ingreso de estudiantes, docentes y otros trabajadores de pueblos indígenas y afrodescendientes; así como las exclusiones y descalificaciones de sus lenguas, historias, saberes y sistemas de conocimiento; y también la ausencia o insuficiencia de apoyo a investigación y vinculación con sus comunidades.

Todos y todas quienes formamos parte de los sistemas e instituciones de educación superior somos responsables de la persistencia de estos problemas en nuestro campo, sea por acción o por omisión. Es nuestra responsabilidad transformar estos sistemas e instituciones para -desde ellos- contribuir a construir sociedades libres de racismo, democráticas, equitativas e inclusivas, capaces de nutrirse de la diversidad cultural que las caracteriza. Solo así, podremos evitar que continúen ocurriendo asesinatos como el de George Floyd y otros análogos, que tanto en Estados Unidos como en toda América Latina continúan ocurriendo, y acabar también con otras injusticias que son consecuencia de diversas modalidades de racismo. Las preguntas clave son: ¿De qué formas podrían los sistemas e instituciones de educación superior contribuir a acabar con el racismo? ¿Cómo podemos aportar a esto cada una/o de nosotras/os?

IESALC UNESCO

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/06/el-caso-george-floyd-y-el-racismo-en-los-sistemas-e-instituciones-de-educacion-superior/

 

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Comenzó la Primera Feria del Libro de forma virtual en Paraguay

Comenzó la Primera Feria del Libro de forma virtual en Paraguay

Mañana, jueves, inicia la Primera Feria Virtual del Libro Paraguay, el tradicional evento que gira en torno a las más diferentes producciones literarias y artísticas plasmadas en el papel. Esta vez, ocupará un espacio digital para acercar las distintas obras a los lectores a través de la web. La iniciativa, que se extenderá desde el 25 de junio hasta el 5 de julio, contará con una serie de actividades dirigidas a niños, jóvenes y adultos, además de la posibilidad de adquirir desde la comodidad del hogar los diferentes títulos mediante la tienda online.

Bajo el lema Jaheka jevy aranduete, la iniciativa tiene como objetivo contribuir a la recuperación y fortalecimiento del sector editorial, que al igual que otras áreas de la cultura como el cine, el teatro y la música se vio bastante afectado por la pandemia del Covid-19 y la consecuente cuarentena llevada adelante como medida de sanidad por parte del Ministerio de Salud.

Ante esta situación y contexto social, la propuesta también tiene la intención de generar un espacio de promoción, difusión y comercialización del libro.

TIENDA. Entre las propuestas de la Primera Feria Virtual del Libro, se destaca la habilitación de una tienda online, a través de la cual las editoriales y librerías participantes ofrecerán su stock de libros a los lectores. Se podrá acceder a la misma a través del enlace www.feriavirtual.com.py.

Aquellas personas interesadas podrán acceder a la página, seleccionar los títulos de su preferencia y adquirirlos. Para Asunción y el área Central la organización ha dispuesto un servicio de entregas a domicilio, mientras que para el resto del país, los pedidos serán entregados a través de las distintas editoriales.

A lo largo de la feria que se extenderá por 11 días, se desarrollará un amplio programa de actividades que incluye la presentación de libros, además de encuentros con los escritores, al igual que capacitaciones y conferencias. De igual manera, se llevarán adelante paneles, e incluso jornadas de lectura para niños y jóvenes. Las propuestas serán transmitidas a través de la fanpage oficial del evento en el Facebook, que puede ser encontrada como Feria Virtual del Libro Paraguay.

PARTICIPANTES. La iniciativa impulsada por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), en conjunto con la Cámara Paraguaya del Libro (Capel), además de la Cámara del Libro Asunción (CLAP) y la Cámara Paraguaya del Libro Ruy Díaz de Guzmán (CPL), contará con la participación de alrededor de 40 editoriales y librerías. Entre ellas figuran la Universidad del Norte; la Biblioteca Roosevelt del Centro Cultural Paraguayo Americano; Ediciones Técnicas Paraguayas; Atlas Representaciones; El Lector; Librería Intercontinental; Libros Para Todos; Books SRL, además de las editoriales: Arandurã, En Alianza, Occidente, Pizarra, Océano, Santillana, entre otros.

La apertura, que tendrá lugar mañana, coincide con la fecha en la que se festeja el Día del Libro Paraguayo, celebrado cada 25 de junio en recordación de la conclusión del primer libro nacional, elaborado entonces por el historiador Ruy Díaz de Guzmán.

Datos útiles

* PROPUESTA: Primera Feria Virtual del Libro Paraguay.

* FECHA:
Del jueves 25 de junio al domingo 5 de julio.
* ACTIVIDADES:
– Presentación de libros.– Encuentros con los escritores.
– Capacitaciones.
– Conferencias.– Paneles.
– Jornadas de lectura para niños y jóvenes.
* TIENDA ONLINE:
www.feriavirtual.com.py
* ENLACE:
Feria Virtual del Libro Paraguay, en el Facebook.
* PARTICIPANTES:
Se suman a la iniciativa alrededor de 40 editoriales y librerías nacionales.

La primera feria virtual de libros de Paraguay se inaugura por Facebook

La apertura de la primera Feria Virtual del Libro de Paraguay 2020 (FVLPY) será este jueves 25 de junio, a partir de las 19:00, en la sede del Archivo Nacional. La apertura será cumpliendo todos los protocolos y medidas de seguridad implementados por la Secretaría Nacional de Cultura, aprobados por el Ministerio de Salud Pública.

Aunque la participación presencial estará restringida, la ciudadanía podrá seguir la apertura a través de la transmisión en vivo desde la fanpage de la Feria Virtual del Libro de Paraguay. También será retransmitida por la fanpage de la SNC.

El evento contará con la participación de autoridades de la Secretaría y de la Cámara Paraguaya del Libro (CAPEL), la Cámara del Libro Asunción (CLAP) y la Cámara Paraguaya del Libro Ruy Díaz de Guzmán (CPL).

La verdadera sabiduría

En esta primera edición, el invitado de honor es la República Argentina, a través de su Ministerio de Cultura. El lema de la feria es “Jaheka jevy aranduete” (Busquemos de nuevo la verdadera sabiduría), un llamado a la verdadera sabiduría ancestral que otorga el aliento y las fuerzas para emprender los nuevos retos que plantea la situación sanitaria mundial.

La feria iniciará en coincidencia con el Día del Libro Paraguayo. La actividad se emnarca como una medida de contingencia que impulsa la SNC en la línea “Fortalecimiento del sector editorial y bibliotecario”; y que busca contribuir a la recuperación y el fortalecimiento del sector editorial, generando espacios de promoción, difusión y comercialización de libro. La exposición se extenderá hasta el 5 de julio, con una amplia agenda de actividades, como conversatorios y lanzamientos.

La FVLPY 2020 contará con una tienda online en el enlace www.feriavirtual.com.py, en la que editoriales y librerías ofrecerán su stock de libros.

Stands virtuales

De la feria participarán destacadas editoriales y librerías como: Aldo Luberta Martínez, Atlas Representaciones, Biblioteca Roosevelt del CCPA, Book SRL, Chazown Libros, Delibris, Descartes Editorial-Librería, Ediciones Profesionales, Ediciones Técnicas Paraguayas, Editorial Arandurã, Editorial En Alianza, Editorial Lina, Editorial Occidente.

También estarán: Editorial Océano, Editorial Pizarra, Editorial Rosalba, Editorial Santillana, Editorial Tiempo de Historia, Editorial Trigales, Editorial Vazpi, El Foro, El Lector, Emprendimientos Nora Ruoti, Fausto Cultural, Librería de la Paz, Librería Intercontinental, Librería Verdad y Vida, Libros Para Todos, LTS Producciones, M y G Librería, Maita Librería-Papelería, Nelson Aguilera, Papiro Libros, Paulinas, Pitágoras Libros, Ritmo y Armonía, Universidad del Norte, Creta Consultoría y Editorial.

Programación del viernes 26 de junio

16:00: Gran concierto con Jessica Caballero. La Orquesta de la Universidad del Norte en su Gran Concierto 2019, presenta a Jessica Caballero, en el Concierto para cello y orquesta de Sir Edward Elgar.

17:00: Conferencia: La música paraguaya, su génesis guaraní y su transformación. A cargo del Prof. Sireno Ortega (Primera Parte). Organiza: VLM Ediciones.

17:30: Presentación de la traducción al francés del libro “Pancha”, de Maybell Lebron. Organiza: Editorial Arandura.

18:00: Participación de la Libroferia Encarnación. Presentación de los libros: “15º Libroferia Encarnación: Una experiencia de alfabetización cultural”, de la Prof. Dra. Nadia Czeraniuk; “Antología Jóvenes que cuentan”. Texto de participantes del concurso “Jóvenes que cuentan”. Presentan: Matías Paredes y Dulce Paiva, Estudiantes de la UNA. Organiza: Prof. Dra. Nadia Czeraniuk.

19:00: Presentación de la antología poética “Cocina antigua y otros poemas”, de Jacobo Rauskin. Organiza: Editorial Arandura.

19:30: Presentación del poemario “Poemas desnudos”, de Delfina Acosta. Organiza: Editorial Arandura.

20:00: Presentación del libro “Ciudades Modelo y una Crítica a la ley de lavado de dinero”, del Dr. Hugo Vera. Organiza: Editorial Editorial Oceano Py.

Sábado 27 de junio

16:00: Lanzamiento del Concurso de dibujo clasificatorio para Expochess 2020. Participan: Alejandra Chaparro, Andrea Bernal, Alice Agüero. Organiza: Proyecto Dando un Jaque Mate a los Antivalores.

16:30: “Una cama para Mimí”, de Javier Viveros. Video cuento. Organiza: Santillana.

17:00: “Suor Angelica”. Ópera Giacomo Puccini y libreto de Giovacchino Forzano. El rol central recae en la soprano Rebecca Arramendi. Organiza: UNINORTE.

18:00: Panel: Mba’éichapa oiko Guarani Ñe’ë Rerekuapavë. Participan: Carlos Ferreira, Delicia Villagra y Mauro Lugo. Organiza: Academia de la Lengua Guaraní.

19:00: Presentación del libro “A la sombra del guayabo”, de Urbano Palacio. Organiza: Editorial Arandura.

19:30: Presentación del libro “El rumor de la lluvia”, de Luis María Martínez. Organiza: Editorial Arandura.

20:00: Panel sobre “Pandemias, poder y literatura”. Participación: Bernardo Neri Farina, Marilín Rehnfeldt, Mónica Laneri y Andrés Colmán Gutiérrez. Organiza: Sociedad de Escritores del Paraguay.

Domingo 28 de junio

15:00: Presentación del libro “#Historias para @tuiteros”, de Aldo Luberta Martínez. Organiza: Aldo Luberta Martínez.

15:30: “Y si fuera tu hijo” y “Mis Tareas de lectoescritura”, de Máxima Kallus. Experiencia de incorporación de la inclusión en una institución educativa de Encarnación. Organiza: Máxima Kallus.

16:00: Charla sobre narrativa con el escritor uruguayo Valentín Trujillo. Participan: Bernardo Neri Farina, Javier Viveros, Valentín Trujillo. Organiza: Javier Viveros.

16:30: Paraguayos en plataformas digitales. Participan: Olga Gaona López, Patricia Ramos, Bárbara Avalos, Carolina Cáceres y Paola Noguera. Organiza: Escritores Paraguayos Autopublicados e Independientes.

17:00: Presentación del libro “Bosques del Paraguay” de la serie “Aulas curiosas”, de María José López de González. Organiza: Editorial en Alianza.

17:30: Conferencia: La música paraguaya, su génesis guaraní y su transformación. A cargo del Prof. Sireno Ortega (Segunda Parte). Organiza: VLM Ediciones.

18:00: Presentación de libro “Historia de la radiología”, de Martín H. Brítez y Anabella C. Abaz. Organiza: Ediciones Profesionales.

18:30: Presentación de libro “Países Guay”, de Hebert Pastorino. Organiza: VAZPI.

19:00: Presentación de libro “Genealogía”, de Moncho Azuaga Organiza: Editorial Arandurä.

19:30: Presentación de libro “Ka’aru purahéi”, de Susy Delgado. Presenta: María Esther Zaracho. Organiza: Editorial Arandurä.

20:00: Libro “Epopeya del 70, la Guerra Guasu en historietas”. Presenta: Javier Viveros. Organiza: Editorial Rosalba.

20:30: Presentación de libro “De Giménez a Giménez”, de Lidia Giménez Amarilla. Obra histórica sobre la vida y la obra del maestro Remberto Giménez. Organiza: Lidia Giménez Amarilla.

Espectáculos artísticos y la Feria del Libro para disfrutar en la casa

Las actividades recreativas y culturales continúan realizándose en forma virtual, a través de la red social Facebook (@CulturaAsu) de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Asunción, por un lado, y de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), por el otro.

A la programación online de la Dirección de Cultura y su ciclo Nde Rógape también se puede acceder a través de la plataforma Passline (www.passline.com), donde es posible, además, realizar aportes para los artistas.

Hoy, a las 19:00, tiene lugar el concierto de la Orquesta de Cámara de la Municipalidad de Asunción (OCMA), bajo la dirección el maestro Miguel Echeverría, con la participación especial de Los Orrego.

A las 21:00, siempre a través de @CulturaAsu, se da paso a la obra teatral Casa de muñecas remodelada, bajo la dirección de Manuel Cuenca. Se trata de una versión libre de Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, con textos de S. de Beauvoir.

La cita continúa mañana, sábado, a las 19:00, con la puesta teatral Las empleadas, del grupo KaraKu Teatro.

DOMINGO. En tanto que el domingo 28, a las 10:30, la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA) emite, a través de su fanpage y de @CulturaAsu, el evento Dvorack: Concierto para Violoncello, bajo la dirección de Luis Szarán, y el solista Pablo Romero.

También el domingo, pero a las 14:00, se desarrolla la obra Cascanueces, por canal Trece, y a las 18:00, el ballet Don Quijote, en las redes de @CulturaAsu.

FERIA DEL LIBRO. En el espacio cultural ofrecido por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) desde su fanpage se presenta la primera Feria Virtual del Libro Paraguay 2020.

El objetivo es contribuir a la recuperación y el fortalecimiento del sector librero, a través de un espacio de promoción y comercialización.

PROGRAMA. A las 16:30 se ofrecerá un videocuento titulado Una cama para Mimi, de Javier Viveros, a cargo de editorial Santillana SA.

A las 17:00 se presenta la ópera Suor Angelica, de Giacomo Puccini, con libreto de Giovac Chino Forzano. El rol central recae en la soprano Rebecca Arramendi, y es organizado por Uninorte.

A las 18:00, tiene lugar un panel Mba’éichapa oiko Guarani Ñe’ê Rerekuapavê, con la participación de Carlos Ferreira, Delicia Villagra y Mauro Lugo. La organización está a cargo de la Academia de la Lengua Guaraní.

LANZAMIENTOS. La editorial Arandurã presenta hoy dos libros, uno titulado A la sombra del guayabo, de Urbano Palacio, a las 19:00, y otro, El rumor de la lluvia, de Luis María Martínez, a las 19:30.

Seguidamente, a las 20:00, se da lugar al panel Pandemias, poder y literatura, con participación de Bernardo Neri Farina, Marilín Rehnfeldt, Mónica Laneri y Andrés Colmán Gutiérrez. Organiza Sociedad de Escritores del Paraguay.

Propuestas
Concierto de la OCMA.
Día: Hoy, 19.00.

Obra teatral Casa de muñecas remodelada.
Día: Hoy, 21:00

Obra teatral Las empleadas.
Día: Mañana, 19:00.

Concierto de la OSCA.
Día: Domingo, 10:30

Ballet Don Quijote
Día: Domingo, 18:00

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/06/comenzo-la-primera-feria-del-libro-de-forma-virtual-en-paraguay/

 

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España: Asturias prolonga la enseñanza de Religión hasta los 18 años

Asturias prolonga la enseñanza de Religión hasta los 18 años

Cuando diseñó el currículo de Bachillerato, el Gobierno del Principado solo incluyó la asignatura de Religión en el primer curso. Una hora a la semana en primero, como asignatura optativa. Así aparecía en el decreto de ordenación publicado en el año 2015. Creía que así cumplía con el marco general que fijaba la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de Educativa (LOMCE), la polémica Ley Wert, que todavía hoy rige, aunque con ligeros cambios y artículos en suspenso. No pensaron lo mismo algunos colectivos de docentes y grupos vinculados a la Iglesia, que terminaron defendiendo en los tribunales la ilegalidad de la medida. Demandaban que se ofertase la asignatura en todos y cada uno de los cursos de la enseñanza no universitaria. El Tribunal Supremo terminó dándoles la razón en una sentencia de finales 2019. Ahora la Consejería de Educación tramita por vía de urgencia el procedimiento burocrático para incluirla en segundo de Bachillerato ya desde septiembre. Esto supone de hecho que se prolonga la enseñanza religiosa en la escuela hasta los 18 años.

La modificación del currículo de Bachillerato concluye hoy mismo, 19 de junio, su exposición pública. La reforma consta de cuatro páginas en las que se clarifica cuál es el marco legal y la forma en la que se ofertará la materia de Religión a partir de ahora en segundo de Bachillerato. Educación, al igual que ya había hecho en primero, incluye la asignatura en el bloque de asignaturas específicas, dentro de las tres modalidades de Ciencias, Humanidades y Ciencias Sociales y Artes, con una carga de una hora lectiva a la semana. Es la que tiene menor peso horario de todas las que se imparten. De este bloque los estudiantes tendrán que escoger como mínimo una materia y como máximo dos. Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente y Dibujo Artístico tienen cuatro horas semanales y Psicología tres, por citar tres ejemplos.

Con este cambio, el Principado considera que cumple con lo dictado en la sentencia número 1492/2019, de 30 de octubre de 2019, de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo. El alto tribunal tuvo en cuenta el recurso de casación presentado por una familia que integraba la plataforma Asturiana Religión en la Escuela contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) del 5 de junio de 2017. La administración asegura que este nuevo currículo respeta los derechos y libertades fundamentales.

Precisamente, el colectivo Religión en la Escuela ya había transmitido su intranquilidad por el hecho de que la consejería no hubiera movido ficha casi ocho meses después de que el Supremo hubiese dictado sentencia firme anulando el currículo y a apenas dos meses y medio del inicio de un curso que va a ser complicado por otras muchas razones derivadas de la crisis del coronavirus. No entendía cómo era posible que el 19 de mayo, cuando se inició el procedimiento de admisión de alumnos en centros públicos y privados para el curso 2020-2021 estuviera sin cumplir el fallo judicial. La plataforma reclama que se agilicen todos los trámites, que se notifique a las familias que van a poder matricular a sus hijos de la asignatura de Religión en segundo de Bachillerato y que se den instrucciones a los centros concretas para evitar problemas organizativos de última hora.

El caso de Asturias no es único. Otras comunidades autónomas realizaron la misma interpretación de la polémica Ley Wert y solo incluyeron la materia en uno de los dos cursos de Bachillerato. Por citar solo dos ejemplos, es algo que sucedió tanto en Extremadura como en Baleares. Ambos casos llegaron también al Supremo.

La forma en la que el Principado incluye Religión en el currículo no ha estado exenta de polémica y ha terminado varias veces en los tribunales. En mayo de 2018, también el Supremo daba, en esta ocasión, la razón al Gobierno asturiano que había dejado la asignatura con solo una hora semanal en Primaria. La batalla judicial en el caso de Bachillerato ha sido enconada con diferentes denuncias interpuestas por familias, sindicatos y hasta por el Arzobispado, que llegó incluso al Constitucional. Ahora, el caso parece haber llegado a su fin.

enlace

https://laicismo.org/asturias-prolonga-la-ensenanza-de-religion-hasta-los-18-anos/?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&utm_campaign=boletin-diario-de-laicismo-org-15-mar-2020_877
Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/asturias-prolonga-la-ensenanza-de-religion-hasta-los-18-anos/

 

 

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Colombia. Luchas estudiantiles en la Universidad Industrial de Santander

Colombia. Luchas estudiantiles en la Universidad Industrial de Santander

Cada 8 de junio se conmemora en el país el Día del Estudiante, fecha también llamada Día del Estudiante Combativo y Día del Estudiante Revolucionario. Este tributo anual se remonta a las movilizaciones de 1929. El 7 de junio de ese año, los estudiantes de todo el país salieron a las calles a protestar por la recién ocurrida Masacre de las Bananeras.

Como respuesta a estas movilizaciones, la policía asesinó al estudiante de la Universidad Nacional, Gonzalo Bravo Pérez. Hoy, a casi 100 años de esa fecha, la policía sigue arremetiendo violentamente contra los estudiantes cuando salen a las calles a defender sus derechos.

En 1958 se convocó a otra movilización en la víspera del aniversario de la Masacre. El Ejército Nacional asesinó a 12 estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, como resultado de su represión a estas protestas.

Más adelante, en 1973, en el aniversario de estas fechas también fue asesinado el estudiante Luis Fernando Barrientos, en Antioquia.

Desde entonces, los días 7, 8 y 9 de junio son reivindicativos de la identidad y la memoria de las y los estudiantes en Colombia. Y también son momentos donde se expresa la inconformidad con la injusticia en el país, la cual es característica de las luchas estudiantiles hasta el presente. La Universidad Industrial de Santander -UIS-, en Bucaramanga, es uno de los centros de estas luchas.

Luchas estudiantiles en la actualidad

Este año la conmemoración fue distinta a los años anteriores, según comentó María Aguilera, integrante de la organización Red Surgiendo de Bucaramanga. En las universidades no se tenían las condiciones y garantías necesarias para poder realizar la conmemoración, debido a la actual pandemia de Covid-19. Los homenajes se realizaron vía Internet.

La actual educación virtual impuesta a raíz del aislamiento social decretado por la pandemia, pretende que las y los estudiantes continúen con una rutina de estudios que se aleja de la realidad económica y social del país.

Se les exige que rindan y cumplan con los trabajos como si no pasara nada y como si todas las personas tuvieran acceso a un servicio constante y rápido de Internet en sus hogares, o a un computador desde donde poder trabajar. Eso sin hablar de que no se tienen en cuenta las múltiples labores de cuidado del hogar y la familia que interrumpen diariamente la concentración necesaria para poder estudiar.

Marlon Ardila, estudiante del Frente Amplio Estudiantil, declara que es urgente mejorar las condiciones en términos de bienestar académico y tecnológico. También denuncia que las ayudas del Bienestar Universitario, que antes aliviaban un poco la situación, ya no están.

Organizaciones estudiantiles de la UIS están exigiendo a la institución y a los entes gubernamentales que se tomen soluciones puntuales que enfoquen a la educación como un derecho y no como un negocio. Piden que:

  • El Cuerpo Colegiado de Facultad se enfoque a los semilleros de investigación y comunidad universitaria para que se desarrollen propuestas en términos de salud, economía y educación para para ofrecer respuestas y soluciones a las consecuencias de la pandemia actual.
  • En cuanto a lo Financiero, que se tomen en cuenta los estudios que afirman que en este momento no es necesario que los estudiantes tomen créditos para poder seguir estudiando, ya que el uso de los recursos vigentes permite que estudiantes de estratos 1 y 2 sean financiados al 100%.
  • En cuando a la Calidad Académica, que al hablar de “pedagogía virtual” se busque un real consenso y diálogo entre docentes y estudiantes, donde la educación se fomente de manera amigable.
  • En cuanto al Bienestar Universitario, que se garanticen las auxiliatorias y desarrollar una ampliación de coberturas que protejan a más estudiantes y cobijen a una mayor cantidad de beneficiarios.

En los actuales tiempos de complejidad económica, la UIS ha destinado más recursos a su imagen pública que a garantizar condiciones dignas para sus estudiantes. María Aguilera, de la Red Surgiendo, denuncia que la universidad le ha pagado visitas a influencers hacia su campus para subir la imagen de Hernán Porras Díaz, Rector y Representante Legal de la institución. Y que esto se ha hecho con fondos que se utilizaron para una finalidad distinta a la requerida, lo cual ocasionó que se recortaran las auxiliatorias y los servicios de la UIS.

Situación de riesgo

Sumado a esto, en Bucaramanga las y los estudiantes defensores de Derechos Humanos están en situación de vulnerabilidad. María Aguilera denuncia que a nivel nacional se realizan capturas y allanamientos a las casas, sobre todo en Pereira y Bogotá.

En Bucaramanga, los centros educativos no abren directamente procesos disciplinarios. Pero los profesores fomentan la persecución de aquellos estudiantes que realizan ejercicios de movilización. Puntualmente, se persigue el pensamiento crítico.

Alternativas creativas de apoyo entre estudiantes

Las y los estudiantes han buscado cómo apoyarse mutuamente. Han creado alternativas de apoyo como hablar directamente con los docentes para flexibilizar los tiempos de entregas para quienes no tienen acceso a Internet, compartir el servicio de Internet de las casas, o grabar las clases y luego pasárselas.

También se han solidarizado con quienes no pudieron pagar su matrícula y organizaron colectas de dinero para poder ayudar a pagar. Asimismo, han recolectado mercados para sectores populares de barrios como Girón y otros aledaños a la UIS.

Cada día demuestran que las condiciones de la pandemia dificultan el acceso, pero no impiden la ayuda. De cualquier forma, esperan que el Rector y los directivos participen en un Consejo Académico Ampliado donde se rindan explicaciones sobre los gastos de presupuesto en todo este período.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/colombia-luchas-estudiantiles-en-la-universidad-industrial-de-santander/

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Colombia: Reto de la virtualidad vs. temor a regresar a aulas: dura prueba de educación en tiempos de COVID-19

Reto de la virtualidad vs. temor a regresar a aulas: dura prueba de educación en tiempos de COVID-19

28 de Junio, 2020

 

Jardines infantiles

En este momento el futuro para los jardines infantiles en Colombia no está del todo claro. Pero, hay divisiones entre los padres de familia.

Varios coinciden en señalar que no van a arriesgar a sus hijos, aun cuando estas instituciones les ofrezcan todos los protocolos de bioseguridad. Por otro lado, están los padres y madres cabezas de hogar, para quienes el colegio es el único sitio que tienen para dejar a sus hijos cuando trabajaban.

Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar aún no se ha pronunciado sobre cómo hará para evitar la salida de los niños en sus jardines y cómo vislumbra el futuro de las instituciones que operan en todo el país.

Hasta este momento, la educación en los jardines infantiles sigue siendo virtual y no se tiene un tiempo definido para que eventualmente puedan volver los niños a la presencialidad. Al terminar el año se podrían conocer las cifras sobre la cantidad de menores que fueron retirados de los jardines.

Por ello, la psicóloga Cecilia Zuleta hace un llamado sobre la importancia de que los niños regresen a clases: “No es solo un tema de aprender, nos preocupa la interacción”.

Explica que el miedo a que los pequeños se puedan infectar es un tema de desinformación, porque “son los que menos se contagia y, si se llegan a contagiar, los síntomas son muy leves”.

Agrega lo preocupante que es que los menores no vayan al colegio, donde reciben en muchas ocasiones la única comida del día: “Algunos niños se bajan de peso el fin de semana, imagínese ahorita lo que está pasando”.

Y enfatiza en que, aunque lo académico es importante, “es lo menos importante. Es mucho más importante todo el estado de salud mental que en este momento ya está impactado”.

Cambios por el encierro

Este aislamiento social por la pandemia ha generado distintos efectos y cambios en las personas por la imposibilidad de continuar con el desarrollo de la vida cotidiana y más en los pequeños de la casa, muchos de ellos además son atletas de alto rendimiento en plena etapa de crecimiento, aprendizaje y desarrollo, una situación que está jugando en contra de sus condiciones físicas y mentales.

Los expertos señalan que después de más de tres meses de encierro cultivar la paciencia, acompañar cada paso de los estudiantes y deportistas para cumplir con esas expectativas tanto del colegio como de sus entrenadores sin desfallecer, está entre los grandes retos de la formación educativa y de entrenamiento a distancia.

Las dificultades en el campo

Se calcula que casi el 90 % de los hogares del sector rural no tienen acceso a internet y, por ende, el acceso a la llamada virtualidad es muy lejano para millones de niños y jóvenes.

Aunque esto en muchas zonas no ha sido impedimento para continuar con la educación. Valiéndose de cartillas, libros, radios de comunicación, celulares y hasta emisoras, cientos han logrado estudiar.

Fuente de la Información: https://noticias.caracoltv.com/informes-especiales/reto-de-la-virtualidad-vs-temor-a-regresar-a-aulas-dura-prueba-de-educacion-en-tiempos-de-covid-19

 

 

 

 

 

 

 

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Más allá de Greta Thunberg, voces de mujeres indígenas en la lucha medioambiental

Más allá de Greta Thunberg, voces de mujeres indígenas en la lucha medioambiental

Por Mila García Nogales | 29/06/2020 | Feminismos

Imagen: Nicolasa, de 34 años, es indígena perteneciente a la etnia kaqchikel. Nunca pasó de tercero de primaria. Quiso seguir estudiando, pero su padre y su madre no lo consideraron oportuno por sus «responsabilidades como mujer». G. G.

Para que se alce la voz de las mujeres indígenas el ecofeminismo blanco tiene que callar. Matizo: si no eres racializada y no estás unida al territorio, pero quieres que el mensaje de tus hermanas se escuche, no hables más. Hazte a un lado. Sé un megáfono, no otra mano en su garganta.

Empiezo a escribir este artículo sentada en el sofá de mi piso de Madrid, con los pies en alto y un cojín bajo la espalda. He abierto las ventanas. Estoy cómoda. Empezar a escribir este artículo sentada en el sofá de mi piso de Madrid, con las ventanas abiertas, mientras el aire y la sensación de espacio me dan toda la libertad que necesito, es cómodo. Pero no es justo. Porque, en este momento, en otro lugar del mundo, una mujer con más cosas que decir que yo no tiene ninguna hoja en blanco sobre la que respirar. Esa mujer no cuenta ni con las mismas oportunidades ni con los mismos medios ni, en definitiva, con los mismos privilegios (la comodidad es una metáfora de todo aquello de lo que casi ni te enteras y a lo que, sin embargo, no quieres renunciar) que yo. Esa mujer es muchas mujeres a la vez, y posee tantas voces como mordazas arrastra.

Para que se alce la voz de las mujeres indígenas, el ecofeminismo blanco tiene que callar. Matizo: si no eres racializada y no estás unida al territorio, pero quieres que el mensaje de tus hermanas se escuche, no hables más. Hazte a un lado. Sé un megáfono; no otra mano en su garganta.

Ahora, Nia Huaytalla, con doble nacionalidad argentina/peruana y de raíces apurimeñas y chankas, Violeta Silvestre, chilena, andina, altiplanika, y Ninari Chimba Santillan, perteneciente a la nacionalidad Kichwa de los pueblos Cotopaxi y Otavalo, las tres activistas, las tres indígenas, explican lo que yo no tengo derecho a contar por ellas.

Nia Huaytalla, Argentina/Perú (raíces apurimeñas y chankas)

La crisis climática es una consecuencia de un sistema extractivista y colonial. Históricamente, un 47% de las emisiones de gases de efecto invernadero fueron causadas por Estados Unidos y la Unión Europea, mientras «Latinoamérica» entero solo emitió un 3%, igual que África. Sin embargo, los territorios explotados para producción agrícola, ganadera, minera o petrolera casi siempre son del Sur Global y, particularmente, territorios indígenas. También es importante marcar que las clases privilegiadas (que suelen ser blancas) de las ciudades del sur Global son cómplices de esta explotación.

Ahora, ¿quiénes sufren más la crisis climática? Hay muchísimos estudios que apuntan a lo mismo: mujeres racializadas de territorio o de los barrios más precarizados. Mi mamá me contaba cómo la presencia de las mineras en un pueblo cercano contaminó el río de su comunidad; eso hace que tengas que caminar decenas de kilómetros solo para buscar agua y ¿quién lo hace? Las mujeres. Sumado a que con las sequías, desastres naturales, epidemias o inundaciones, las familias sufren mayor precarización y las mujeres racializadas son forzadas a dejar la escuela para trabajar o casarse.

Sin embargo, acá en la ciudad seguimos llamando «caras del ecologismo» a gente blanca europea o de descendencia europea que jamás vivió una complicación así en su vida, todo lo contrario: se benefician constantemente del saqueo al territorio mientras son entrevistadas en medios y asisten a conferencias (financiadas por empresas) a llorar por un futuro cuando a miles de vidas racializadas les arrancaron su presente. Ese ambientalismo cae en el cinismo de intentar «ser diverso», pero esta lucha no les pertenece porque fueron y son opresores.

Lo siguiente va particularmente al ambientalismo blanco, en su mayoría racista, privilegiado, que hace extractivismo epistemológico y se apropia de una lucha histórica: vivir en la ciudad no significa que no te pueda preocupar el medioambiente, pero sabé tu lugar, dejá de apropiar espacios que no corresponden, dejá de usar la lucha para llenar tu ego colonial, cedé espacios a quienes lo viven en primera persona y hazte a un lado, acompañá a las hermanas pero vos no tenes que salvarlas del desastre que vos y tus ancestros crearon.

El ecologismo blanco es un movimiento apropiado y banalizado. Es un chiste que habiendo tanta cantidad de activistas indígenas muriendo todos los años recién la gente empiece a pensar la situación crítica de la crisis climática cuando una niña blanca europea, privilegiada, se sienta con un cartel. Es insultante. Y ni siquiera les importan las vidas negras e indígenas, solo les importa no perder su privilegio de ciudad en el futuro.

Justicia climática es justicia racial. Justicia climática es la reparación histórica que las personas blancas privilegiadas de todo el mundo le deben a las personas racializadas. Tras cientos y cientos de años de saqueo en nuestros territorios, es hora de pagarlos.

Violeta Silvestre, Chile (vinculada al territorio andino del Altiplano)

Una comienza a luchar de diversas formas al ser consciente de todas las opresiones desde el cuerpo, en lo cotidiano. Muchas de esas opresiones cambian tu modo de ver la vida justamente porque se te ha violentado. En el camino, vas encontrando a otras personas como tú, que han vivido situaciones similares de violencia por lo que son o cómo deciden ser, y ahí te das cuenta de que no es solo un problema personal (ya que individualmente no trasciende) sino colectivo, comunitario, de pluralidades diversas. Y lo haces por ti, pero también por quienes te rodean, y con esto no solo me refiero a humanas, sino a la Madre Tierra, a los animales, a las plantas, a las montañas, a todo.

Yo luego de salirme de la universidad me sumergí en la danza, que tiene una memoria ancestral y de lucha. Hoy en día, es lamentable cómo es vista como una actividad blanda y poco trascendental. Sin embargo, dialogar desde el cuerpo ha sido fundamental para mí, y empecé a compartirlo con otras mujeres o disidencias entendiendo estos cuerpos como territorios que también están en disputa y colonizados, patriarcalizados, capitalizados. Conectar con ellos y volver al placer y a la alegría también son actos rebeldes contra el sistema.

El capitalismo y el patriarcado se sostienen por las opresiones sobre otros cuerpos, comunidades o territorios. La naturaleza o la “gran madre” se relaciona con el cuerpo sexuado de las mujeres, sobre todo indígenas. Esta construcción no es casual y justifica la explotación, que opera bajo la lógica extractivista, entendiendo el cuerpo de mujeres racializadas como un territorio. Ambas territorialidades son oprimidas por cuerpos o empresas hegemónicas. Y ser mujer blanca, eurocentrada, de clase media-alta en una ciudad puede implicar privilegios a costa de la precarización del trabajo de las mujeres indígenas y de la depredación de la naturaleza.

Chile es un país que, desde sus cimientos colonialistas, o desde que comenzó a llamarse así, promueve y solo visibiliza a cuerpos blancos hegemónicos. No reconoce a los pueblos originarios de donde actualmente se ubica. Su educación, su medicina: todo yace bajo una perspectiva eurocentrista yanki hecha para que “Chile” sea blanco. Si ni el pueblo mestizo de Chile se reconoce como sujeto de derechos y de vida digna, ¿qué queda para los indígenas? Los apoyos que se reciben son para ser folclorizados, pero nunca para alzar la voz, si la alzas te desaparecen, como a Macarena Valdés, Matías Catrileo, Camilo Catrillanca o el Machi Celestino Córdoba, que se encuentra en huelga de hambre por ser condenado a 18 años de cárcel por un caso con irregularidades, sin pruebas y con montajes. Tengo mucha rabia a veces con $hile, ese $hile que aspira ser gringo y «exitoso», pero también quiero mucho a ese Chile organizado y rebelde que como pueblo ha construido su historia, y amo montones también a quienes no se sienten parte del nombre Chile, y tienen sus propios nombres previos a llamarse así.

Es ahí en donde nos miramos con nuestros ojos negros, con el cabello fuerte y la memoria larga. Las personas que por generaciones hemos defendido la Tierra ahora nos vemos mucho más amenazadas y con dificultad para subsistir (persecución política, desplazamiento de nuestro territorio, contaminación, etc.). Y a cambio solo somos sujetos de estudio y/o romantización, no agentes que tienen voces y demandas, con estudios, con sentipensares. Si desde el feminismo ha costado llegar a las tribunas y ser escuchadas, desde el pronunciamiento de comunidades indígenas para la defensa de la Tierra cuesta mucho más. El ecofeminismo ha sido un gran aporte, aunque existen feminismos en el aya que que no se nombran como ecofeministas pues muchas de esas teorías nacen eurocentradas y de academicistas blancas. El feminismo del Abya Yala es ese feminismo sin ola, pero que ha estado arraigado a su tierra en acuerpamiento por siglos.

Es necesario, vital, el reconocimiento de las mujeres indígenas que escriben sus luchas. Es necesario un cambio de sistema, la reparación histórica hacia los pueblos originarios que han defendido los territorios, acabar con la impunidad de quienes fueron y son dueños y/o parte de las empresas extractivistas que alteran la ciclicidad de la tierra sin ningún tipo de consideración hacia ella ni a quienes la viven. Es cuestionar y hacernos cargo de nuestros privilegios, es un cambio de paradigma desde lo macro hasta lo micro (y me incluyo), ya que requiere de responsabilidades y cambios radicales de los modos de ser, ver y sentir la vida.

Ninari Chimba Santillan, Ecuador (nacionalidad Kichwa de los pueblos Cotopaxi y Otavalo)

Lucho por el retorno al respeto de todas las formas de vida, humanas y no humanas. Lucho por la generación que aún no ha llegado, y por la que está, por su infancia, por que las primeras letras que aprendan a leer y escribir sean palabras suyas, milenarias, andinas, tan nuestras que escriban su camino tejido al del resto; por que sepan que en la vivencia anida la memoria, que les sonríen, les abrazan y les guían sus ancestras y ancestros, que la escuela forma, pero que la chakra, los paisajes, crían. Quiero que, cuando aprendan lo ajeno, sepan de dónde viene, qué trae, de qué despoja, cómo aporta, cuándo usarlo. Lucho por el resurgimiento de escuelas amables con el saber local, docentes descolonizados con actitud de cariño y respeto hacia los comuneros, comuneras y los wawas, a la lengua nativa y a las prácticas comunitarias de crianza de agrobiodiversidad que cada comunidad andina-amazónica tiene.

Lucho por que el espacio que ocupo me cuestione, me recuerde, me permita, y me retorne a la coherencia y a la cosmoexistencia de mis abuelos, de mi mamá y de mi papá. Lucho por saber usar bien los privilegios ganados con esfuerzo, pero también aquellos con los que nací. Lucho porque la lucha feminista sea interseccional y no se separe de la lucha ecológica. Lucho porque reconozcan, conozcan, las más de 3000 variedades de papa que se cultivan en los Andes, o las variedades de maíz, con tanta variabilidad de colores como nosotres siendo LGBTQ indígenas: porque existimos y nos atraviesan todas las luchas y todos los dolores, pero también todas las resistencias.

Lucho para que nuestra música andina no muera, para que nuestros tejidos y colores no desaparezcan, para que la memoria del corazón no deje de latir porque aún hay mucha lucha que bombear, y el arte lo permite. Lucho para que ninguna wawa se vea al espejo y no se sienta hermosa con su piel y rasgos milenarios, color tierra, que guarda más de 10000 años de antigüedad. Lucho para que las mujeres indígenas aprendamos a soltar la rabia cuando lo necesitemos, y el afecto firme y encariñador cuando sea el momento.

Lucho porque la gente blanca y mestiza no nos cuestione el dolor ni la muerte. Contra su ignorancia, falta de empatía y sensibilidad, carencia afectiva cultural, arrogancia, poder, odio, conocimiento «universal» que no es de todos. Lucho para que no cuestionen nuestros saberes porque su ciencia no logró comprobarlos. Y, aunque digan que hay que cuidar la tierra, no saben hablarle, no saben llorarla, no saben amarla como a sí mismos; pero, sobre todo, no saben defender a los defensores de siempre, los pueblos indígenas campesinos. Lucho para que sea posible la interculturalidad consciente y crítica.

Lucho para que en la lucha medioambiental el privilegio blanco sea una herramienta más de tantas, pero no de poder, no de protagonismo. Por que sea empuje, aliado, pero no el color oficial teniendo a lado a alguien indígena, de territorio, al que se pueda ceder o dar espacio. Lucho por que el ecofeminismo regrese a ver a las mujeres que, aun antes de que se tornara en concepto, en movimiento, siendo analfabetas lo han venido conociendo, gritando, viviendo, tejiendo; por que las escuche y aprenda de ellas. Por que las ecofeministas sean recíprocas en la cotidianidad y enciendan coherencia por donde caminan.
Ser mujer indígena en Ecuador significa vivir con los conflictos socioculturales, religiosos, raciales, homofóbicos o cocidas en la cotidianidad.

Significa saber conjugar la ciudad y el campo en nosotras. Pero también es tener raíz, tener comunidad, tener amparo, crecer con biodiversidad, vivir una interculturalidad a medias o en camino, pero no imposible. Significa llegar a ocupar espacios y luchar para que estos no te absorban, no te contaminen, no te despojen y te hagan olvidar. Significa tener la suerte de comer variabilidad local, significa que en algún momento de tu vida puedas conocer alguna de las 14 nacionalidades y 18 pueblos que habitan en este territorio llamado Ecuador. Significa tener la opción de aprender, de desaprender, de volver a tus raíces. Porque aún hay tesoros vivientes.

Yo también he vivido en España. Vivir en España significa sobrevivir sola, tengas familia o no, vivir sin abrazos inesperados y llenos, sin un tono de voz que no te haga sentir pequeña o tonta, callar o hablar pero casi siempre callar, levantarte con el suspiro de “un día más”, porque otra vez vas a aguantar la incomodidad en los metros, las miradas porque no encajas y nunca lo harás aunque te compres algo de ropa en Primark. Porque nuestra belleza es diferente, nuestros cuerpos son diferentes y nuestras ropas como mujeres indígenas son otras. Significa angustia en las calles porque no conoces los lugares y, como no sabes, te gritan o te hablan duro (normal) porque no saben que nuestra forma de expresar es siempre más cálida y su trato lastima. Y buscas alguna familia o colectivo de personas racializadas para sanar, para sentirte abrazada, querida, amparada, importante, para que sobrevivir sea llevadero.

Para mí, vivir y estudiar en España significa que académicamente tengas que sobrevivir, que aprendas a pelear, que duela, que te ignoren,  que cuestionen tus saberes y conocimientos porque no conocen o no quieren conocer. Pero también es encontrar a personas blancas como docentes o estudiantes (jóvenes, pocas) si tienes suerte; que pregunten, que se cuestionen, que escuchen, que pidan perdón, que agradezcan, que abracen, que quieran ser hermanas, que lo intenten y que, en medio de todo lo doloroso que resulta esa metrópoli para las mujeres indígenas racializadas, sean descanso y amparo. Vivir en España también es buscar los espacios verdes y sentirte en casa por un segundo, o conversar con una persona migrante, sentirte en casa por otros segundos y palpar ya no sobrevivencia sino resistencias.

Si Greta Thunberg ha conseguido convertir la cuestión medioambiental – esa por la que tantas niñas y mujeres como Nia, Violeta y Ninari han sido despojadas de sus tierras, de sus derechos y hasta de sus vidas – en un movimiento global, es porque lo ha hecho desde una posición cómoda, de privilegio; más parecida a mi escena de sofá y ventana que a las identidades indígenas oprimidas que luchan, día a día, golpe a golpe, por lo suyo. La ventaja estructural y sistémica con que la líder de Fridays for future cuenta por el simple hecho de haber nacido blanca y en el Norte mundial con respecto a las femineidades racializadas del territorio se traduce, del otro lado, en opresión. Por cada privilegio siempre hay una opresión.

En el caso de Greta, se conectan las opresiones machista (por ser mujer), edadista (por ser una persona joven en un contexto adulto) y capacitista (por ser Síndrome de Asperger), pero ella en ningún caso sufrirá nunca opresión racista o territorial, vinculadas en tal medida a la explotación capitalista y colonial de la naturaleza que, si no se viven, tampoco el vínculo con ésta se puede llegar a entender o más bien a sentir en toda su dimensión, en toda su honestidad.

Esto deja un gran hueco vacío en su relato: el gran hueco vacío de su relato. Al mismo tiempo, apoya el activismo interseccional y la idea de que, dentro del feminismo, no se da una situación de desigualdad única sino muchas diferentes, con más o menos opresiones relacionadas entre sí, con mayor o menor número de privilegios interconectados, y que cada una de estas realidades merece una habitación propia dentro del feminismo. El problema llega, y prevalece, cuando la falta de empatía de unas favorece la tiranía que se ejerce sobre las otras; cuando las más privilegiadas disfrutamos de varios cuartos en propiedad y las que lo son menos solamente pueden existir de puertas para afuera porque les hemos arrebatado su lugar.

Fuente: https://www.publico.es/sociedad/mas-alla-greta-thunberg-voces.html

Fuente de la Información: https://rebelion.org/mas-alla-de-greta-thunberg-voces-de-mujeres-indigenas-en-la-lucha-medioambiental/

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