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Se debe abordar el efecto desproporcionado de Covid-19 en las mujeres

Pero auditar tales esfuerzos será difícil, mientras que las consecuencias no deseadas siempre son un riesgo, advierte Athene Donald

Dondequiera que uno mira, uno ve evidencia de diferencias en los resultados de la vida para hombres y mujeres, y para la población blanca en comparación con sus contrapartes BAME.

Mire los datos recientes sobre salarios de recién graduados por género. O considere la brecha salarial de género en casi todas las organizaciones (UK Research and Innovation, por ejemplo, acaba de anunciar un ligero aumento en su propia brecha salarial de género). Y para las personas blancas y BAME hay tasas de mortalidad muy diferentes en la pandemia actual. Parece que nuestra sociedad aún exhibe ventajas significativas para el hombre blanco, a pesar de los intentos a lo largo de los años de avanzar hacia la equidad. Todavía se necesita una acción social más radical y amplia para erradicar estas diferencias. El cambio es desesperadamente lento.

La pandemia debería ofrecernos una oportunidad para reflexionar y un momento para introducir un cambio radical, ya que nuestras vidas necesariamente cambian. Un área de la academia donde las diferencias se manifiestan en las condiciones actuales, como muestran muchas anécdotas, es el impacto en la productividad de los cuidadores. Y, por supuesto, «cuidadores» con frecuencia, pero ciertamente no exclusivamente, significa mujeres. Los editores (vea este editorial de Nature ) han estado comentando durante algunas semanas que las presentaciones de autoras han disminuido y se está acumulando una anécdota adicional en blogs y redes sociales de todo el mundo.

La recopilación de datos de Digital Science confirma este triste hecho. En los últimos cinco años, la proporción de envíos de mujeres ha aumentado progresivamente, desde poco menos de un tercio del total de envíos, hasta un poco más. Sin embargo, en mayo de este año, no solo se ha desplomado el número total de envíos, sino también la proporción de mujeres: ahora se ha reducido a poco más de una cuarta parte. Podemos esperar que esta brecha de presentación se mantenga, si no empeora, ya que las consecuencias del cierre global persisten en los meses, posiblemente en los años venideros. El tiempo perdido ahora para la productividad no se recuperará fácilmente.

¿Esto importa? Claro que lo hace. Todos sabemos que, en cada etapa de una carrera, las publicaciones se pesan en el balance para citas, promociones y, aunque sea un poco más indirectamente, también para financiamiento. ¿Cómo considerará alguno de los paneles que juzgan y comparan a las personas las experiencias de pandemia, buenas o malas para la productividad, en la toma de decisiones? Después de todo, para aquellas personas que simplemente se mostraron despreocupadas, literalmente sin responsabilidades de cuidado, durante estas semanas extraordinarias, la productividad puede haberse disparado (suponiendo que sus estados mentales lo hayan permitido). Intentar introducir políticas neutrales de género a medida que avanzamos requiere una cuidadosa reflexión. Sin embargo, debemos tener cuidado para evitar consecuencias no deseadas.

Para dar un ejemplo específico que fracasó, considere la evidencia con respecto a los economistas estadounidenses a los que se les otorgó un año adicional para su seguimiento de tenencia debido al nacimiento de un hijo. Los autores de un estudio que examinó los efectos de la disposición afirman que «después de la implementación de una política de detención del reloj neutral en cuanto al género, la probabilidad de que una profesora asistente obtenga la tenencia en esa universidad disminuye en 22 puntos porcentuales, mientras que las tasas de tenencia masculina aumentan en 19 puntos porcentuales ”, posiblemente porque“ los hombres tienen más probabilidades de ser productivos mientras se detiene su reloj de tenencia y las mujeres son mucho menos capaces de hacerlo ”.

Por lo tanto, es necesario tener precaución en la forma en que las instituciones (y los financiadores) abordan los problemas que enfrentan las personas como resultado de esta pandemia, pero es vital que se tenga en cuenta. Pedirle a cada solicitante que explique, digamos en 100 palabras o menos, cuáles eran las condiciones de su hogar, podría ser un buen lugar para comenzar, pero podría ser imposible auditar. Alternativamente, se introduce un requisito para completar una lista de verificación de posibles perjuicios, que abarca factores tales como: el número y la edad de los niños que realmente tuvo que ir a la escuela (en lugar de que alguien más en el hogar realice el trabajo) y por cuántos días semana en promedio; la cantidad de miembros vulnerables de la familia que estaba cuidando; y cualquier semana de mala salud (incluidos problemas de salud mental) para usted y otros miembros de la familia.Esto permitiría que los factores de ponderación sobre las publicaciones producidas durante el (los) año (s) siguiente (s) sean renormalizados, aunque nuevamente con problemas de auditoría. ¿Debería una puntuación de cero en esa lista de verificación conducir a una ponderación negativa?

Las responsabilidades más allá del hogar familiar también deben considerarse y son igualmente difíciles de convertir en cualquier tipo de métrica. Dado que las mujeres generalmente han estado cargadas con más atención pastoral en un departamento, es difícil imaginar que sus deberes hayan disminuido durante la pandemia. Es comprensible que los estudiantes ansiosos hayan estado llenando las bandejas de entrada con preguntas sobre evaluaciones y pidiendo apoyo. Tampoco estoy convencido de que los requisitos para producir conferencias en línea con poca antelación hayan sido neutrales en cuanto a género.

En todos estos temas relacionados con el género, a medida que las universidades vuelven a algo similar a la normalidad anterior, los líderes de alto nivel deben reflexionar sobre las consecuencias y cómo manejarlas de manera justa en los próximos años: el impacto no será de corta duración. La revisión independiente del proceso Athena Swan (del cual yo era miembro del grupo directivo) ha recomendado que se piense mucho más en la cultura institucional en las aplicaciones. Partes importantes de esto incluyen cómo se consideran las promociones y se evalúan las cargas de trabajo. El informe, que apareció justo antes del cierre, obviamente no podría tener en cuenta las consecuencias de la pandemia, pero es esencial que, si se cumplen los objetivos de Athena Swan, se tengan en cuenta los puntos que planteo. Las aplicaciones futuras deben incluir evidencia clara de cómo se ha hecho esto. Espero sinceramente que AdvanceHE, que administra los premios, adopte plenamente nuestras recomendaciones.

En muchos frentes se está reconociendo cómo la pandemia está exacerbando las desigualdades ya presentes en nuestra sociedad. Estos incluyen los resultados de salud preocupantemente más pobres para las personas BAME a las que aludí anteriormente. También es probable que la diferencia en el progreso educativo (e incluso nutricional) entre los niños favorecidos y desfavorecidos haga eco de los años en detrimento colectivo de la sociedad, así como del individuo. En comparación, tratar las diferencias de género en publicaciones académicas puede parecer relativamente pequeño, pero, igualmente, debería ser posible tratarlo más fácilmente. Altos líderes sectoriales, espero que estén tomando nota.

Dame Athene Donald es maestra de Churchill College en el Universidad de Cambridge .

Fuente: https://www.timeshighereducation.com/opinion/disproportionate-effect-covid-19-women-must-be-addressed

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Uruguay: Edison Lanza opina sobre la decisión de Secundaria de prohibir tapabocas #EducarNoLUCrar: “es un camino que bordea la censura”

El relator para la Libertad de Expresión de la CIDH dijo que “proselitismo es otra cosa”

América del Sur/Uruguay/ladiaria.uy

El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, cuestionó la decisión de Secundaria de prohibir el uso del tapabocas con la consigna #EducarNoLUCrar a docentes y estudiantes. “Al parecer Uruguay está transitando un camino que bordea la censura”, expresó en su cuenta de Twitter. A su juicio, “prohibir terminantemente” a docentes y estudiantes expresarse sobre “temas de interés público es impedir el derecho de expresar demandas e ideas; proselitismo es otra cosa”, acotó.

El miércoles, el Consejo de Educación Secundaria (CES) resolvió prohibir “terminantemente” el uso de los tapabocas con la leyenda #EducarNoLUCrar, que vendía la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria, así como cualquier “otra expresión que violente el principio de laicidad”. Para el CES, con esta acción se viola el reglamento que establece que los docentes y estudiantes no pueden realizar acciones proselitistas.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/articulo/2020/6/edison-lanza-sobre-decision-de-secundaria-de-prohibir-tapabocas-educarnolucrar-es-un-camino-que-bordea-la-censura/

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España: Los profesores asociados, aún más precarios

Europa/España/Diariodelaeducacion/por

Si antes de la crisis del coronavirus un profesor asociado cobraba unos 350 euros, ahora puede quedarse sin ingresos. De hecho, es realmente fácil que esto suceda. Si estos profesores han sido despedidos de su trabajo fuera de la universidad o se han visto obligados a dejar de pagar la cuota de autónomo, ya no podrán renovar su contrato en la universidad. Por tanto, pasarán de dos trabajos precarios a ninguno.

El Ministerio de Universidades pretendió arreglar esta situación alargando tres meses después del Estado de Alarma los contratos del profesorado universitario mediante Decreto-ley. Es decir, alargando los contratos hasta septiembre de 2020. Mejor dicho, asumiendo que los profesores asociados podrían encontrar un trabajo fuera de la universidad en pleno verano. Es evidente que esto no responde de ningún modo a esta situación de emergencia y que, al contrario, agudiza su situación precaria.

Desde la coordinación con entidades de profesorado asociado, Esquerra Republicana presentamos una enmienda al Decreto-ley pidiendo que se renueven los contratos hasta septiembre del 2021, pero todavía no se ha discutido en las Cortes. También le comentamos directamente al ministro Manuel Castells en su comparecencia en el Congreso, a lo que nos respondió que se trataba de una cuestión del Ministerio de Trabajo. Seguimos investigando y le pedimos a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, su posicionamiento mediante preguntas escritas, en las cuales nos respondió que era cuestión del Ministerio de Universidades. Se han ido pasando la pelota y esto sigue sin resolverse.

Lo que debería entender el Gobierno es que esta enmienda no trata en ningún caso de extender la precariedad del sector sino de responder a una situación de emergencia. Sabemos -y así nos lo han confirmado desde el Gobierno- que el Estatuto del PDI no llegará antes de septiembre. Por tanto, lo que no se entendería es que el ministro Castells diese la espalda a las entidades de profesorado asociado con una cuestión tan lógica como garantizar su continuidad laboral en un momento de absoluta inestabilidad. Hay que actuar y hay que hacerlo de forma urgente.

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Lecciones del programa sindical contra la violencia de género esenciales durante la pandemia de Covid-19

Noticia Global/ONUNoticia

Han surgido informes alarmantes sobre un aumento exponencial de la violencia de género en todas las regiones, ya que en los últimos tres meses se impusieron cierres totales o parciales en la mayoría de los países en respuesta a la pandemia de Covid-19. Los sindicatos de la educación se han movilizado para combatir esta tendencia preocupante.

Han surgido informes alarmantes sobre un aumento exponencial de la violencia de género en todas las regiones, ya que en los últimos tres meses se impusieron cierres totales o parciales en la mayoría de los países en respuesta a la pandemia de Covid-19. Los sindicatos de la educación se han movilizado para combatir esta tendencia preocupante.

En 2016, la IE se asoció con la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas (UNGEI) para poner en marcha el programa de cuatro años de duración “Los sindicatos de la educación toman medidas para acabar con la violencia de género relacionada con la escuela en sus respectivos contextos». Con el apoyo financiero del Ministerio de Asuntos Mundiales del Canadá, el programa se ejecutó utilizando los métodos de aprendizaje en acción sobre cuestiones de género facilitados por Gender at Work. Nueve organizaciones miembros de la IE en siete países africanos recibieron apoyo para poner a prueba diferentes estrategias para potenciar y movilizar a docentes y el personal educativo como agentes activos del cambio para abordar la violencia de género relacionada con la escuela en sus respectivos contextos (VBGE). Sus historias se han publicado en una colección titulada Trabajando para poner fin a la violencia de género en la escuela.

La pandemia de Covid-19 ha amplificado las normas y los estereotipos de género preexistentes y las desiguales relaciones de poder que son la base sobre la que se perpetra la violencia de género, incluso en y alrededor de las escuelas y otros entornos educativos.

La Oficina Regional de la IE en África convocó un seminario web el 12 de junio para dar a las organizaciones miembro la oportunidad de conocer algunas de las lecciones aprendidas del programa «Los sindicatos de la educación se ponen en acción». Durante el seminario web se presentó una publicación con las principales estrategias empleadas en el programa.

David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación, declaró: “Nunca ha sido tan crítica la importancia de nuestro papel como sindicatos de la educación comprometidos con la erradicación de las barreras persistentes al derecho a la educación, como la violencia de género en la escuela. El programa de «Los sindicatos de la educación se ponen en acción» nos ha enseñado lecciones esenciales. Estamos decididos a redoblar nuestros esfuerzos y a asegurarnos de que el progreso que hemos logrado no se pierda con esta pandemia».

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/16835/lecciones-del-programa-sindical-contra-la-violencia-de-g%C3%A9nero-esenciales-durante-la-pandemia-de-covid-19
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Juan Carlos Casco: «Las grandes transformaciones que experimentamos reclaman a gritos un Tercer Contrato Social de la Educación»

Por Kelly Robledo

Un mundo cambiante y el sentirnos vulnerables frente a situaciones como la actual crisis del coronavirus, nos invitan a reflexionar sobre el estado actual de las políticas sociales, los retos a los que nos enfrentamos y cómo estamos preparados para afrontarlos. En medio de todo esto se encuentra la educación, cuyos modelos que hasta el momento ha ejecutado ameritan cambios urgentes frente a los desafíos del escenario actual.

Aika conversó con Juan Carlos Casco, historiador de formación, y dedicado actualmente a la asesoraría de gobiernos y organizaciones en el desarrollo de nuevos modelos educativos, en base al emprendimiento y las nuevas tecnologías. En este entrevista, Casco defiende la necesidad de lo que denomina el Tercer Contrato Social de la Educación, en la línea del cual ya trabaja junto a su equipo Kairós, una organización integrada por profesionales de la educación unidos para contribuir a la innovación y transformación del sector.

¿Cuál es su visión de la historia reciente de la educación?

La economía, la sociedad y la tecnología han sufrido una evolución sin precedentes que no se ha visto secundada por un cambio en la educación. Aunque hemos incorporado nuevas tecnologías y aparatos al aula, solo nos han servido para reproducir el viejo patrón del profesor como emisor de información para ser memorizada por los alumnos y repetida en un examen.

Pese a que utilizamos la tecnología en el aula, no hemos cambiado el propósito. Continuamos anclados en el paradigma de la enseñanza y no entendemos que estamos en la sociedad del aprendizaje.

Aunque usamos videproyectores, internet y plataformas virtuales, los fundamentos del currículo educativo no han evolucionado tanto en muchos siglos, no somos tan “modernos” como pensamos. El modelo de Boecio y Casiodoro (Trivium y Quadrivium) aún es reconocible en nuestra educación, mucho más patente es el influjo de la Ilustración con su ideal académico o los requerimientos de la era Industrial que demandaba una escuela para “fabricar” trabajadores que realizasen tareas repetitivas en las cadenas de montaje y la administración, un estándar de escuela prusiana enfocada en producir personas obedientes y soldados disciplinados.

Ahora mismo, ¿cuáles deberían ser las principales preocupaciones en materia de educación?

La principal preocupación está en torno a la pregunta: ¿Qué necesitamos enseñar a nuestros niños y niñas para desempeñarse de manera satisfactoria en el futuro, actuando con la mirada puesta en 2050? Aún siendo evidente que no sabemos cuál va a ser la evolución en el mundo de la economía o el trabajo, algo que es difícil de prever en unos meses, sería pretencioso anticipar el mundo del futuro, y más aún pretender preparar a los niños para profesiones con futuro. Incluso las profesiones más prometedoras, en un horizonte de 10 años, es posible que estén obsoletas, sean marginales o puedan sustituirse por la inteligencia artificial u otras tecnologías disruptivas.

Sin embargo, en este entorno complejo y cambiante, sí sabemos cuáles van a ser las competencias claves para el desempeño personal y profesional en las que tenemos que centrarnos y emplearnos a fondo, como el desarrollo de la creatividad, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo. De hecho, muchas de ellas, de una u otra manera, ya están escritas en las leyes educativas de muchos países, aunque su enunciado no deja de ser una mera declaración de intenciones porque para su enseñanza y aprendizaje se necesita una apropiación por parte del profesorado.

Nuestros niños y niñas van a necesitar aprender a vivir en la incertidumbre, a trabajar juntos, a ser sensibles, a diseñar soluciones creativas a problemas emergentes, a inventarse su propio trabajo y sustento, a liderar su propia vida. Todo esto no se adquiere por generación espontánea, la base de los nuevos saberes está en el desarrollo de competencias y habilidades subyacentes que hemos reunido en un modelo para su aprendizaje (Modelo 6-9). Estas las podemos resumir en aprender a ser sensibles, a escuchar a los demás y hacernos cargo de sus necesidades y preocupaciones, a prometer cosas valiosas a otras personas, a pedir de manera efectiva, a cumplir nuestras promesas, a hacer buenas ofertas, a declarar cosas importantes y significativas para los demás, a ser veraces y éticos, a hacer juicios fundados con los que conducir nuestros cursos de acción, a tomar decisiones, a crear una visión, a construir dirección con sentido y criterio, a coordinar nuestras acciones y ejecutar el trabajo de manera impecable, a producir satisfacción, a gestionar emociones y crear espacios emocionales expansivos, a evaluar lo que hacemos, a programar y planificar de manera flexible…

Las grandes transformaciones y disrupciones que estamos experimentando en el ámbito económico, social o laboral, están reclamando a gritos un Tercer Contrato Social de la Educación, cuyos rasgos definitorios comienzan a entreverse en torno al siguiente enunciado: “descubre tu pasión, aprende a lo largo de la vida, cultiva nuevas competencias y habilidades, hazte cargo de inventar tu trabajo…”.

Habla de un cambio o renovación de lo que se ha desarrollado hasta el momento. ¿Qué significa en detalle lo que denomina “tercer contrato social de la educación”?

La mayoría de nuestros padres y abuelos nacidos en la primera mitad del siglo XX aceptaron un contrato social que les proponía el siguiente itinerario educativo:  “aprende las cosas básicas para desenvolverte en la vida, desarrolla disciplina y obediencia, luego aprende un oficio y tendrás un trabajo digno para ganarte la vida…”.

Los nacidos en la segunda mitad del siglo XX tuvimos más suerte y nos encontramos con otro contrato social que ampliaba nuestras posibilidades educativas y laborales bajo este enunciado:  “estudia mucho, esfuérzate, saca buenas notas, haz una carrera y tendrás un buen trabajo de por vida…”.

Los venidos al mundo a finales del siglo XX y principios del XXI han tenido la mala fortuna de verse obligados a firmar el mismo contrato que sus padres, cuando la realidad de su mundo es radicalmente distinta.

El Primer Contrato Social de la Educación se basaba en la adquisición de competencias básicas (matemáticas, lenguaje, conocimiento del medio, historia…); el Segundo tenía su fuerte en las competencias técnicas asociadas al desempeño de una profesión que se obtenían principalmente a través del estudio de una carrera; el Tercero tendrá su fuerte en la adquisición de las competencias genéricas (competencias clave para el siglo XXI o soft skills).

En esta línea, ¿qué es Kairós? ¿Qué respuesta da a los desafíos que plantea la sociedad actual? ¿Y de qué manera busca hacerlo en contraste a lo que plantean otras instituciones del mismo sector?

Kairós es un movimiento que trabaja para impulsar y materializar el Tercer Contrato Social de la Educación, cuyos miembros son reconocidos líderes educativos de diferentes países y continentes, expertos en campos diversos y profesionales de un gran prestigio y compromiso.

Nos hacemos cargo de una anomalía histórica para adaptar la educación al signo de los tiempos desde una actitud proactiva. Somos conscientes del desafío monumental que enfrentamos, pero nos une el compromiso con la sociedad y el amor por las futuras generaciones.

Desde Kairós nos mueve el compromiso radical y somos optimistas respecto al futuro de la educación, reclamamos valentía a los gobiernos para plantear un Tercer Contrato Social de la Educación e iniciar el camino dando el primer paso, uniendo vigores dispersos y haciendo camino al andar. Sabiendo, como el esforzado labrador, que es posible que no lleguemos a recoger el fruto del olivo, pero con la satisfacción de que lo plantamos y lo cuidamos con todo nuestro cariño para las futuras generaciones.

Kairós es la casa común de toda la comunidad educativa, es tu casa.

Como ha dicho, estamos en un momento histórico que demanda cambios profundos en políticas a todo nivel, y especialmente en el campo educativo. ¿Cómo asume Kairós el complejo escenario planteado por la expansión del coronavirus?

El coronavirus ha actuado como un acelerador del cambio histórico en el que ya estábamos inmersos, evidenciando y haciendo transparentes las anomalías y fallas que ya existían en el mundo de la economía, el trabajo o la educación.

La crisis del coronavirus nos ha puesto ante la evidencia de que el mundo que nos espera estará presidido por la incertidumbre, y que para un buen vivir, tendremos que aceptarlo con alegría y en clave de oportunidad. Estamos ante un cambio radical de paradigma que no es nada nuevo, forma parte de un debate histórico que se inició hace 2500 años en torno a la concepción del ser humano como realidad inmutable o devenir.

La educación en este momento ha de hacerse cargo del estado de ánimo de la gente, que se concentra en un sentimiento colectivo mayoritario donde las personas perciben que su mundo se desmorona a sus pies. “No veo posibilidades para mí” es el pensamiento más recurrente, y la educación ha de hacerse cargo de ello, ayudando a las personas a descubrir posibilidades. Si no somos conscientes de esto, podemos vernos arrastrados hacia el derrotismo y el nihilismo, o por el contrario, abrirnos la puerta a una nueva esperanza para construir un mundo mejor. Eso sí, aprendiendo otras cosas, de otra manera y con otro propósito.

En base a su experiencia, ¿qué le hace falta a la gestión de la educación que los gobiernos realizan? ¿Qué diferencias encuentra entre las políticas educativas de Latinoamérica y Europa?

Los gobiernos están gestionando el presente de la educación como pueden, agotados en discusiones estériles y cortoplacistas, sin tiempo para pensar, ni mucho menos, para diseñar el futuro. Y esto es una auténtica anomalía. Todo el mundo sabe que el problema está ahí pero muy pocos quieren reconocerlo. Llevamos décadas escondiendo los problemas en los cajones con la amenaza latente de que un día nos exploten en las manos.

Muchas personas viven en la tranquilidad de que sus gobiernos están trabajando por el futuro de la educación. Yo les digo ¡Asústense! Porque su gobierno no se está haciendo cargo del futuro de la educación. La Educación que están recibiendo nuestros hijos es una herencia del pasado que los lleva directamente a un callejón sin salida.

Las democracias no son perfectas, están llenas de tabúes y conversaciones prohibidas, los partidos políticos se mueven por el tacticismo electoral, están pensando en las próximas elecciones en lugar de las futuras generaciones.

La política se centra en producir resultados a corto plazo que puedan traducirse en votos. Y la educación requiere la sensibilidad del agricultor que planta un olivo, el mismo amor que nos guía como padres y madres cuando realizamos una gran inversión durante 20 años o más en la educación de nuestros hijos e hijas, sin condicionarlo a los resultados en los próximos cuatro años, sabiendo que la educación es un tesoro que produce resultados a largo plazo. Es el amor por las futuras generaciones lo que mueve el mundo, y también debería ser el sentimiento que estuviera presente en nuestros gobernantes.

Los problemas que aquejan a la educación en diferentes países y continentes tienen la misma raíz.

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New 2020 GEM Report shows inclusion has never been as relevant as countries count the education cost of Covid-19

Noticia Global

The 2020 GEM Report on inclusion and education, All means all, was launched this morning at an online event featuring an interactive high-level panel and clips of videos and animations of its key messages and recommendations.

This year’s report shows that, all over the world, layers of discrimination on the basis of gender, remoteness, wealth, disability, ethnicity, language, migration, displacement, incarceration, sexual orientation, gender identity and expression, religion and other beliefs and attitudes deny students the right to be educated with their peers or to receive education of the same quality.

It identifies an exacerbation of exclusion during the COVID-19 pandemic estimating that about 40% of low and lower-middle income countries have not supported disadvantaged learners during school shutdown. It calls for countries to focus on those left behind as schools reopen so as to foster more resilient and equal societies.

Exclusion in education is persistent

Even before the pandemic, 258 million children and youth were entirely excluded from education, with poverty as the main obstacle to access. In low- and middle-income countries, adolescents from the richest 20% of all households were three times as likely to complete lower secondary school as were as those from the poorest homes. Among those who did complete lower secondary education, students from the richest households were twice as likely to have basic reading and mathematics skills as those from the poorest households.

Language can be a barrier to quality education for some: 10-year old students in middle and high-income countries who were taught in a language other than their mother tongue typically scored 34% below native speakers in reading tests.

Learners with a disability also face challenges. In 10 low- and middle-income countries, children with disabilities were found to be 19% less likely to achieve minimum proficiency in reading than those without disabilities.

The Report shows the weight of intersecting disadvantages for some learners. Despite the proclaimed target of universal upper secondary completion by 2030, hardly any poor rural young women complete secondary school in at least 20 countries, most of them in sub-Saharan Africa.

It emphasizes the importance of countries starting to monitor students’ experiences, and not just learning, noting that one in four 15-year-old students reported feeling like outsiders at school. One-third of 11- to 15-year-olds have been bullied in school. In the United States, LGBTI students were almost three times more likely to say that they had stayed home from school because they were not feeling safe.

Some countries’ laws and policies blatantly exclude

Alongside the Report, we are also launching a new website today: Profiles Enhancing Education Reviews, PEER, at education-profiles.org, with information on laws and policies concerning inclusion in education for every country in the world. PEER informed the 2020 GEM Report, showing that fewer than 10% of countries have laws that help ensure full inclusion in education. The report calls for countries to widen their definition of inclusion, which often do not cover all marginalised groups, but single some out, as though inclusion can be reached one group at a time.

PEER also shows that many countries still practice education segregation, which reinforces stereotyping, discrimination and alienation. Laws in a quarter of all countries require children with disabilities to be educated in separate settings, rising to over 40% in Latin America and the Caribbean, as well as in Asia.

Two countries in Africa still ban pregnant girls from school, 117 allow child marriages, while 20 have yet to ratify Convention 138 of the International Labour Organization which bans child labour. In several central and eastern European countries, Roma children are segregated in mainstream schools. In Asia, displaced people, such as the Rohingya, are taught in parallel education systems.

Education systems often fail to take diverse learners’ needs into account

Just 41 countries worldwide officially recognize sign language and, globally, schools are more eager to get internet access than to cater for learners with disabilities. Girls need water, sanitation and hygiene services to continue attending class during menstruation, but some 335 million girls attend schools that do not have them.

Reflecting learners’ diverse needs requires textbooks and curricula to be inclusive, yet many still alienate by omission or false representation. Girls and women only made up 44% of references in secondary school English-language textbooks in Malaysia and Indonesia, 37% in Bangladesh and 24% in the province of Punjab in Pakistan. The curricula of 23 out of 49 European countries do not address issues of sexual orientation, gender identity and expression.

Moving towards an inclusive education can be costly, but there are many teaching methods that can be done for free to make children feel more wanted in school. Teachers need and want training on inclusion, which fewer than 1 in 10 primary school teachers in 10 Francophone countries in sub-Saharan Africa said they had received. A quarter of teachers across 48 countries reported they wanted more training on teaching students with special needs.

Almost half of low- and middle-income countries do not collect enough education data about children with disabilities. Household surveys are key for breaking education data down by individual characteristics. But 41% of countries – home to 13% of the world’s population – did not conduct surveys or make publicly available data from such surveys. Figures on learning are mostly taken from school, failing to take into account those not attending.

Policy makers must recognise that they need to bring communities and parents on board with the idea of inclusion, given that parents’ discriminatory beliefs are sometimes a barrier to change. Some 15% of parents in Germany and 59% in Hong Kong, China, feared that children with disabilities disturbed others’ learning. Parents with vulnerable children wish to send them to schools that ensure their well-being and respond to their needs. In Queensland, Australia, for example, 37% of students in special schools had moved away from mainstream establishments.

Signs of progress towards inclusion

Many countries go out of their way to accommodate different learners’ needs: Odisha state in India, for example, uses 21 tribal languages in its classrooms, Kenya has adjusted teaching to the nomadic calendar and, in Australia, the curricula of 19% of students were adjusted by teachers so that their expected outcomes could match students’ needs.

Download and share the Report with your networks. On our home website, which has a new look and fresh feel, you can also find additional resources on the 2020 GEM Report page, including the summary, the background papers and the social media pack.

Join the conversation on #AllmeansALL and our various online activities happening over the coming weeks:

  • Read the recommendations in our digital campaign and tell your education minister which you think should be prioritised in your country.
  • If you are an academic, join our Any Questions Answered session on this blog on 29 June
  • Take part in our Twitter Q&As with Ministers of Education on inclusion and education, starting with @MatthewOPrempeh from Ghana and @dsengeh from Sierra Leone. We will work with them to provide their answers in the form of a podcast in the coming weeks

Fuente: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000373718

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ONU: Los hombres que cometen actos de violencia contra las mujeres son cobardes

ONUNoticias

La violencia contra las mujeres y las niñas, incluida la violación, se está disparando en todo el mundo, advierte la número dos de la ONU para quien no solo aquellos que las perpetran son responsables, sino también aquellos hombres y niños que «hacen la vista gorda», convirtiéndose así en sus cómplices.

Amina Mohammed recordó que los confinamientos obligatorios durante la crisis del coronavirus han obligado a muchas mujeres a quedarse en casa atrapadas con parejas abusivas. Una situación de la que informó reiteradamente la ONU al producirse un aumento de la violencia doméstica a nivel global.
Por ello, la Secretaria General Adjunta de la ONU llamó a todas las personas, pero especialmente a los hombres y los niños, a acabar con la violencia contra las mujeres y  estar al lado de sus madres,  hermanas,  hijas, y  parejas.
«La violencia contra las mujeres y las niñas, incluida la violación, se está disparando en todo el mundo. Muchos incidentes han desencadenado una indignación generalizada”, manifestó.
“Sin embargo, todavía hay personas que juegan a buscar culpables externos: la pandemia de la COVID-19, el estrés social y económico, la incertidumbre, e incluso hay quienes llegan a culpar a las víctimas, ya sea una mujer o, aun peor, una niña. Buscan culpar a cualquiera menos al perpetrador”, continúo.
Para Mohamed hay que ser claros: La violencia sexual, cualquier forma de violencia, es simplemente violencia. No hay ninguna excusa ni justificación. Y la tolerancia debe ser inexistente. Todos debemos alzarnos y denunciarlo.
“Tengo el orgullo de ser la madre de cuatro hijas. Pero las voces más fuertes que me instaron a hablar más claro son las de mis hijos. Ellos me dijeron: ‘este es un asunto muy serio. Está en la mayoría de nuestros chats. Tienes que hacer algo al respecto. La gente te escuchará’. Cuando les pregunté qué oían dijeron que había opiniones diversas: algunos dicen que la violencia no está bien, ¡pero otros dicen que las mujeres se lo buscaron!
¿En serio?”, se sorprendió.
UNFPA/Olivier Girard
Niñas de la aldea de Danja, en Níger, sostienen carteles en apoyo de la Iniciativa Spotlight.
Después, fue contundente: “Los hombres y los niños que cometen actos de violencia contra las mujeres o las niñas no son hombres. Son débiles. Son una vergüenza. Son la definición de manual de un cobarde. Y los que hacen la vista gorda u oídos sordos al afirmar que este es un asunto privado, sepan que son cómplices de la violencia”.
Estas actitudes propician que millones de mujeres y niñas se enfrenten a diario al peligro manifiesto y real que representa la amenaza de la violencia – en el hogar, en la escuela, en línea.
“Hombres y niños – les estoy hablando: ustedes son los responsables de esta situación. Asuman su responsabilidad.  Hablen.  Apoyen a las mujeres y a las niñas”, dijo la Secretario General Adjunta.
Después pidió: “Únanse al llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en favor de la paz en cualquier lugar del mundo, ya sea en las zonas de guerra o en los hogares. Apoyen la Iniciativa Spotlight que busca eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas”.
“Juntemos nuestras voces a las de las supervivientes de la violencia, incluida la violación. Escuchemos sus historias. Desafiemos a los que culpan y avergüenzan a las víctimas. Recordemos que ustedes, los hombres, no estarían aquí si no fuera por una mujer y sus nueve meses de embarazo.
Apoyemos a nuestras madres, hermanas, hijas y parejas.
Y, juntos, digamos al unísono: ‘Estoy con ella’.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2020/06/1476362

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