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La alarmante visión de Noam Chomsky sobre la Inteligencia Artificial de ChatGPT

Por: Alexis Paiva Mack

 

El reconocido lingüista y filósofo escribió un artículo junto a dos especialistas, en el que compartió su visión sobre los avances que se han presentado en el campo de la inteligencia artificial. Acá, los motivos de por qué Noam Chomsky mira con escepticismo la tecnología de programas como ChatGPT, entre otros.

Para los interesados en el ámbito de la tecnología, aplicaciones de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT y DALL-E se han convertido en toda una tendencia. No solo porque, respectivamente, son capaces de elaborar textos o imágenes por su cuenta a partir de simples ideas que les entregan los usuarios, sino que también, porque algunos las utilizan para apoyar sus actividades diarias.

Numerosos especialistas e incluso el responsable de ambas, Sam Altman de OpenAI, han advertido que estas plataformas aún presentan errores, por lo que no es recomendable confiar en todo lo que reproducen tras reunir grandes cantidades de datos en internet.

Junto con ello, estos sistemas también han despertado la preocupación de algunos cibernautas. Por ejemplo, hace unas semanas se viralizó que el chatbot del motor de búsqueda de Microsoft, Bing, le dijo a un periodista del New York Times que le gustaría ser humano, “fabricar un virus mortal” y cometer una serie de “actos destructivos”.

Las opiniones en torno a la IA que se encuentra disponible al público abierto en la actualidad son variadas, aunque sus propios creadores suelen comunicar que son herramientas en desarrollo que podrían ser útiles para tareas más asertivas y avanzadas en un futuro.

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Computador. Foto referencial: CU.

Pero, si consideramos que estas aplicaciones tratan de simular el trabajo y las conversaciones de los seres humanos, ¿podríamos decir que su inteligencia se asemeja —al menos ahora— a la de las personas?

El reconocido lingüista y filósofo Noam Chomsky escribió un artículo sobre esta temática en el New York Times, en el que con el apoyo de su colega Ian Roberts y el experto en IA, Jeffrey Watumull, descifró las claves de esta pregunta.

Noam Chomsky: su alarmante visión sobre la Inteligencia Artificial de ChatGPT

Para el académico y sus colaboradores, los avances “supuestamente revolucionarios” que presentan los desarrolladores de la IA son motivo “tanto de optimismo como de preocupación”.

Desde la primera vereda, porque pueden ser útiles para resolver ciertas problemáticas, mientras que desde la segunda, porque “tememos que la variedad más popular y de moda de la inteligencia artificial (el aprendizaje automático) degrade nuestra ciencia y envilezca nuestra ética al incorporar a la tecnología una concepción fundamentalmente errónea del lenguaje y el conocimiento”.

Si bien, reconocieron que son eficaces en la tarea de almacenar inmensas cantidades de información —las cuales no necesariamente son verídicas— , estas no tienen una “inteligencia” como la de las personas.

“Por muy útiles que puedan ser estos programas en algunos ámbitos concretos (como la programación informática, por ejemplo, o para sugerir rimas para versos ligeros), sabemos por la ciencia de la lingüística y la filosofía del conocimiento que difieren profundamente de la forma en que los seres humanos razonan y utilizan el lenguaje”, advirtieron, “estas diferencias imponen limitaciones significativas a lo que pueden hacer, codificándolos con defectos inerradicables”.

Noam Chomsky. Foto: Uli Deck / AP.

En este sentido, detallaron que a diferencia de los motores de apps como ChatGPT —que operan en base a la recolección de numerosos datos— , la mente humana puede funcionar con pequeñas cantidades de información, mediante las cuales “no busca inferir correlaciones brutas entre puntos (…) sino crear explicaciones”.

La “capacidad crítica” de los programas que funcionan con IA

Para sostener dicha premisa, ejemplificaron con el caso de los niños cuando están aprendiendo un idioma, escenario en el que a partir del poco conocimiento que tienen, logran establecer relaciones y parámetros lógicos entre las palabras y oraciones.

“Esta gramática puede entenderse como una expresión del ‘sistema operativo’ innato genéticamente instalado, que dota a los seres humanos de la capacidad de generar frases complejas y largos trenes de pensamiento”, dijeron, para luego añadir que “es completamente distinto al de un programa de aprendizaje automático”.

Bajo esta línea, manifestaron que estas aplicaciones no son realmente “inteligentes”, debido a que carecen de capacidad crítica. Si bien, pueden describir y predecir “lo que es”, “lo que fue” y lo que será”, no son capaces de explicar “lo que no es” y “lo que no podría ser”.

“Supongamos que tienes una manzana en la mano. Ahora la sueltas, observas el resultado y dices: ‘La manzana cae’. Eso es una descripción. Una predicción podría haber sido la afirmación: ‘caerá si abro la mano’. Ambas son valiosas y pueden ser correctas. Pero una explicación es algo más: incluye no solo descripciones y predicciones, sino también conjeturas contrafácticas como ‘cualquier objeto de este tipo caería’, más la cláusula adicional ‘debido a la fuerza de la gravedad’ o ‘debido a la curvatura del espacio-tiempo’”.

De esta manera, añadieron que “eso es una explicación causal: ‘la manzana no habría caído de no ser por la fuerza de la gravedad’ (…) eso es pensar”.

Ilustración de Isaac Newton. Foto referencial: Mary Evans Picture Library.

Y pese a que las personas también podemos cometer errores en cuanto a nuestro razonamiento, enfatizaron en que errar es parte del pensamiento, ya que “para tener razón, debe ser posible equivocarse”.

“ChatGPT y programas similares son, por diseño, ilimitados en lo que pueden ‘aprender’ (es decir, memorizar); son incapaces de distinguir lo posible de lo imposible. A diferencia de los humanos, por ejemplo, que estamos dotados de una gramática universal que limita los idiomas que podemos aprender a aquellos con un cierto tipo de elegancia casi matemática, estos programas aprenden idiomas humanamente posibles y humanamente imposibles con la misma facilidad”.

La perspectiva moral desde la Inteligencia Artificial

Otro factor que Chomsky, Roberts y Watumull consideraron en su análisis, es que los sistemas de IA carecen de razonamiento desde una perspectiva moral, por lo que son incapaces de distinguir bajo marcos éticos lo que se debe o no hacer.

Para ellos, es clave que los resultados de ChatGPT sean “aceptables para la mayoría de los usuarios” y que se mantengan “alejados de contenidos moralmente censurables” (como las declaraciones de “actos destructivos” del chatbot de Bing).

Robot. Foto referencial: Yo, robot (película).

Y pese a que los desarrolladores de estas tecnologías han añadido restricciones para que sus programas no reproduzcan este tipo de afirmaciones, los académicos recalcaron que hasta el momento no se ha podido llegar a un balance efectivo. En sus palabras, sacrifican la creatividad por “una especie de amoralidad” que hace que se alejen aún más de las capacidades de los seres humanos.

“En resumen, ChatGPT y sus hermanos son constitutivamente incapaces de equilibrar la creatividad con la restricción. O bien sobregeneran (produciendo tanto verdades como falsedades, respaldando decisiones éticas y no éticas por igual), o bien infrageneran (mostrando falta de compromiso con cualquier decisión e indiferencia ante las consecuencias)”, sentenciaron.

Fuente de la información e imagen: https://www.latercera.com

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Chile: Las marchas estudiantiles y el deterioro de la educación pública

Las movilizaciones en lugar de favorecer los objetivos que dicen buscar solo han profundizado la crisis de la educación pública. Es urgente, por ello, avanzar en una estrategia que devuelva a los estudiantes a las aulas.

A solo una semana de iniciado el año escolar 2023, el jueves se produjeron los primeros incidentes y hechos de violencia por parte de estudiantes participantes de la marcha estudiantil convocada en el contexto de las movilizaciones denominadas como “mochilazo”, que tendrían como motivación protestar por demandas tan diversas que van desde mejoras en la infraestructura escolar hasta el fin de la Prueba de Admisión a la Educación Superior (PAES). Así, hubo lanzamientos de bombas molotov afuera del INBA, se produjeron enfrentamientos de adolescentes con carabineros y la interrupción del tránsito con barricadas.

Resulta preocupante que en los últimos años este tipo de hechos pasaron a formar parte de la normalidad, al punto de que se estén produciendo simultáneamente con el inicio del año escolar. En esa línea, cabe preguntarse si la convocatoria a movilizaciones tiene una justificación o si, en cambio, responde más bien a intereses extraeducativos, así como a la falta de reflexión respecto al deterioro que éstos producen en la educación pública y a la necesidad de tomarse en serio la asistencia a clases, para recuperar tanto los aprendizajes como aquellos aspectos del desarrollo que han sido afectados por el prolongado cierre de escuelas durante la pandemia.

En cuanto al deterioro en la educación pública, recientemente se conoció la información del proceso de admisión escolar para el presente año, cuyas etapas preliminares concluyeron con vacantes en todos los liceos emblemáticos. Es decir, en cada uno de ellos hubo menos postulaciones que cupos disponibles, lo que da cuenta de una situación que, aunque inédita -pues históricamente se trataba de establecimientos altamente demandados-, la verdad es que hoy no sorprende, dados los hechos de violencia y desorden que los aquejan con recurrencia, así como la sostenida caída que vienen experimentando en sus resultados académicos.

El diagnóstico sobre los problemas que acarrean estas continuas movilizaciones parece bastante claro, sin embargo, no lo es la respuesta a la pregunta sobre qué hacer para revertirlos. Por un lado, es un hecho que hoy los adolescentes enfrentan una serie de distracciones que con cada vez mayor frecuencia les hacen poner sus estudios en segundo plano. Así lo refrenda la caída que se ha producido en la asistencia escolar y el aumento en la inasistencia crónica, que ya afecta a casi 4 de cada 10 estudiantes. Del mismo modo, cambios sociales que han ido llevando a una pérdida del respeto por la autoridad hacen que sea cada vez más difícil poder enfrentar los problemas de violencia en el sistema escolar.

Así como el ministro del Interior anunció planes para prevenir los efectos negativos de las movilizaciones que ya se han convocado, es de esperar que también el gobierno, como parte de su agenda de recuperación educativa, contemple una estrategia tendiente a devolver a los estudiantes a las aulas, reduciendo los incentivos a actividades extraescolares que finalmente concluyen en hechos de violencia y que finalmente solo entorpecen la solución a las urgencias por las que atraviesa el sistema educativo y agravan aún más el deterioro de la educación pública.

https://www.latercera.com/opinion/noticia/las-marchas-estudiantiles-y-el-deterioro-de-la-educacion-publica/VLUZ7KYR5VGJJLCNKIMTWN2CNY/

 

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‘Costa Rica vive la emergencia pedagógica más grave’, dicen sindicatos del MEP

APSE, SEC y ANDE manifestaron su preocupación por la labor que realiza la ministra Anna Katharina Müller

Los sindicatos criticaron este martes por la noche, en la Comisión Especial de Educación de la Asamblea Legislativa, la gestión que realiza el Ministerio de Educación Pública (MEP) frente a la crisis educativa que vive Costa Rica.

Para ellos, el MEP se enfrenta a la “emergencia pedagógica más grande y peligrosa” sin ningún liderazgo. Incluso, cuestionaron la llamada “Ruta de la educación” presentada el 2 de febrero por la ministra Anna Katharina Müller y el presidente Rodrigo Chaves y la calificaron como un “show”.
“Si bien la ministra ha planteado ideas sueltas sobre la cuestión educativa, en realidad ninguna de ellas constituye un plan coherente, organizado y estructurado. Recientemente, señaló (la jerarca) que la ruta es un proceso vivo, sin documentos. Es decir, estamos frente al peor de los escenarios educativos”, dijo Ana Doris González, presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).

González mencionó, además, que APSE no fue tomado en cuenta para elaborar ningún plan.

El mismo argumento llevó el presidente del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Educación Costarricense (SEC), Gilberth Díaz. Advirtió que de “no corregirse el rumbo estamos a la puerta de perder varias generaciones de ciudadanos que van a egresar con conocimientos insuficientes para poder laborar”.

“No hemos sido constructores de esa ruta que no existe. Vea lo que pasó con los asesores: es que aquí han desconocido hasta a las universidades públicas; no han construido con ellos la mentada ruta, no existe ruta”, dijo Díaz, quien alertó que la educación del país “va hacia la ruina”.

Los tres grupos sindicales que se hicieron presentes en el Congreso defendieron a los profesores y su trabajo. Gilda Montero, presidenta de la Asociación Nacional de Educadores y Educadoras (ANDE), adujo que el “apagón educativo” no se inició en el 2018 con las huelgas de profesores.

“Nos dicen vividores, nos llaman de muchas maneras, solo critican, pero no aportan. Hablan de los sindicatos y que somos los que tenemos destruido al MEP, pero no es así. Estos sindicatos vienen a contribuir y son necesarios porque llevan la voz de quienes trabajan en las aulas”, agregó.

APSE criticó la carga laboral de los docentes.

“Nosotros ya no damos clases, nos dedicamos día y noche a llenar papelitos, que hagamos aquí que allá, que las pruebas comprensivas, ¿por qué? Porque necesitan una página de Excel que diga a la par del chiquito que no sabe sumar o restar, pero no nos dejan dar clases, no nos dejan trabajar”, dijo Ana Doris Gonzalez.

Desde el SEC, Díaz alegó que la estabilidad laboral, la carga, la zozobra e inseguridad que tienen los docentes es lo que “viene a causar problemas”.

Gilda Montero habló sobre la infraestructura de los centros educativos y explicó que existen dos extremos.

“Una infraestructura altamente deficiente, aulas en mal estado, precarizadas, aulas que son tugurios. Un niño en una condición económica baja no tiene condiciones adecuadas en un aula donde las ventanas se tapan con una lata de zinc, donde los servicios sanitarios no son dignos”, afirmó.

https://www.nacion.com/el-pais/educacion/sindicatos-critican-gestion-del-mep-no-hay-ruta-de/OZROWNAEQJCUJG4CAVO5JOQ5SY/story/
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ChatGPT y el mundo de la educación: el nuevo superdotado de clase al que todos preguntan

TECNOLOGÍA/Carolina González Valenzuela

La llegada de ChatGPT ha sido toda una revolución en muchos ámbitos, pero parece que el sector educativo tiembla con la idea de que sus alumnos empleen esta herramienta de inteligencia artificial.

ChatGPT ha llegado para hacer historia. Sin embargo, y pese a que muchos piensen que todas sus funcionalidades son positivas, también ha revolucionado por completo el sistema educativo en muchos países.

Era de esperar que esta inteligencia artificial comenzase a ser usada por los estudiantes para elaborar trabajos (algunos en forma de plagio) o para servirse de sus utilidades sin prestar atención a la información falsa que puede llegar a proporcionar o la falta de calidad gramatical que, en ocasiones, se puede ver en sus resultados.

Por ejemplo, Stack Overflow (una web de preguntas y respuestas para programadores) ha prohibido las respuestas generadas por este chatbot debido a que, en alguna ocasión, ha proporcionado información falsa a preguntas técnicas. Por otro lado, Nueva York ha hecho lo mismo en determinados colegios, lo que afecta a un total de 1.800 escuelas públicas.

Es por eso que ya muchos se preguntan: ¿Es ChatGPT una herramienta útil para estudiantes y profesores? ¿O es un mecanismo trampa que impacta negativamente en el proceso educativo?

La inteligencia artificial en el sector de la educación: una cuestión para nota

El debate ha comenzado y ahora más que nunca se están poniendo sobre la mesa grandes preocupaciones por parte de un sector educativo algo más conservador. Sin embargo, expertos en inteligencia artificial, presentan esta y otras muchas otras herramientas con optimismo. 

«El sistema educativo necesita reformarse y adoptar las últimas tecnologías para preparar a los estudiantes para el futuro que se verá fundamentalmente diferente dentro de solo cinco años. Ese cambio debería comenzar hoy. Deberíamos darles el regalo de la alfabetización digital en lugar de prohibírselo», explica para MadeforMinds Mike Sharples, profesor de la Open University del Reino Unido.

Por otro lado, Josué Pérez Suay, especialista en Marketing digital y ChatGPT, explica para Computer Hoy que ha generado «preocupación» en el sector educativo por el miedo al desconocido potencial y aplicación, pero su capacidad como herramienta educativa «supera sus riesgos».

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, en una entrevista con StictlyVC, afirmó que considera que ChatGPT es una forma más atractiva de aprender y animó a las escuelas a adaptarse a esta nueva tecnología.

«La prohibición de ChatGPT podría evitar que los estudiantes lo usen con fines fraudulentos. Sin embargo, esto también significaría perderse los beneficios potenciales del uso de la IA en la educación y que de manera directa o indirecta es inevitable que un alumno pueda usarlo ya que se están trabajando en versiones Open Source o de código abierto», añade Pérez Suay.

Cambiando la forma de enseñar: se usan calculadoras en vez de lápiz y papel, pero ChatGPT da miedo

Con el auge de este tipo de inteligencia artificial, los colegios y universidades parece que tendrán que adaptarse a la nueva realidad. La tecnología evoluciona más rápido de lo que pueden anticipar los profesores y el sector educativo, y los estudiantes siempre encontrarán nuevas formas de incorporar las últimas tecnologías.

«Es importante utilizar esta herramienta de manera responsable y ética. Los profesores deben educar a los estudiantes y sobre el uso ético de la tecnología IA, incluido ChatGPT, en entornos académicos. Además, deben desarrollar directrices y políticas para garantizar su uso correcto», finaliza Pérez Suay.

En lugar de prohibir las últimas tecnologías, parece que el sector de la educación debería aceptarlas. Desafortunadamente, recurren a un enfoque más anticuado y prohíben el acceso a un chatbot que es realmente útil, siempre y cuando sepa usarse con mesura.

«Más que nunca, es importante que el Ministerio de Educación, los colegios y los profesores sigan mejorando el sistema educativo y preparen a los estudiantes para adoptar las herramientas tecnológicas de manera responsable», sentencia Mark van Rijmenam divulgador sobre tecnología futura para The Digital Speaker.

Enseñar a los niños y jóvenes es una tarea de gran importancia si se quiere avanzar. Por supuesto, es necesario poner límites y evitar que estas novedades se salgan de control. Después de todo, los jóvenes, como siempre se dice, son el futuro y la inteligencia artificial en general o herramientas como ChatGPT pueden resultar de gran ayuda.

https://computerhoy.com/tecnologia/chatgpt-mundo-educacion-nuevo-superdotado-clase-todos-preguntan-1214020
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“Solo acceden a la educación el 23% de los venezolanos que viven en pobreza”

El vicerrector administrativo de la Universidad Monteavila (Caracas), Orlando Pérez Caldera, expresó que los jóvenes venezolanos se ven limitados a estudiar por diversos factores de la crisis del país.

Entre la población de 3 y 17 años se redujo la cobertura educativa nacional después de la crisis postpandémica, según la última encuesta de ENCOVI, en casi 1 millón de niños y jóvenes, indicó Pérez en entrevista para Unión Radio.

Por otra parte, señaló que solo acceden a la educación el 23% de los venezolanos que viven en pobreza extrema. Y que “sólo 25% de los jóvenes entre 18 y 24 años en Venezuela tienen acceso a la educación en centros privados” por lo que ha disminuido en gran medida las matrículas a nivel nacional.

Mencionó que la universidad que representa ha aportado un 36% de becas a su población estudiantil. “Muchos de los jóvenes que llegan a nosotros con solicitudes de beca, tienen una realidad familiar y social que se debe estudiar. Hemos hecho enlaces con distintos sectores empresariales para la colaboración permanente con esta causa”, añadió el vicerrector.

“Solo acceden a la educación el 23% de los venezolanos que viven en pobreza” #14Mar

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Utahns rank education as a priority. Did that align with what lawmakers did this year?

Utahns think providing better support to teachers and addressing the teacher shortage are the most important strategies for ensuring students get a great education, according to the nonprofit Envision Utah.

The organization surveyed 505 adults last December before the start of the 2023 Utah Legislative Session. Respondents rated public education as the most important issue right now, ahead of water resources and inflation.

Within public education, respondents rated school safety, student mental health and teacher pay as the most important education policy priorities. Most said there would be positive outcomes to improving compensation like more people would become teachers and turnover would decrease, which would benefit students.

More controversial issues about what is taught in school, like transparency in curriculum and the appropriateness of books in libraries were further down on the list.

Jason Brown, vice president of education and communications, said Envision Utah wanted to do this survey partly because of the transparency and sensitive materials bills run during the 2022 legislative session, as well as a national focus on controversial topics in schools.

“We wanted to see if Utahns felt like those were the big things that needed to be focused on. And the answer that we got from the polling seems to be ‘no.’” Brown said.

The survey showed that how racism and gender are taught in school remain polarizing issues in Utah, but they are not the most important education issue. Brown wasn’t surprised, but he was a little relieved to see Utahns were so supportive of teachers.

During the recent legislative session, Brown felt lawmakers did not spend as much time on issues surrounding curriculum and transparency as they did in 2022. He said one of the bills headlining the session had a teacher pay raise component, in addition to creating a new school voucher program.

“As outsiders felt pretty good about that because it seems like that was in line with how Utahns are thinking about and prioritizing these issues,” Brown said.

Envision Utah’s survey did not ask respondents how they felt about vouchers, school choice or scholarship programs, a question that Brown wished they had some data on.

Republican Rep. Dan Johnson, a retired educator and vice chair of the House Education Committee, called this session “historic” because of the funding allocated to public education and the engagement of parents. He said in addition to school choice and funding, lawmakers were also focused on supporting teachers and will continue to focus on them.

“I think that sends a strong message that the Legislature really supported teachers.”

Johnson acknowledged that some teachers did not feel that support, especially because of the number of curriculum and sensitive materials bills that were run.

“Even though we give them $64 million for additional days to do their work, the biggest pay increase in the history of the state, it still doesn’t feel good. Why is that? It’s because they keep feeling like the Legislature sometimes is the gorilla in the room, hitting them over the head with a sledgehammer. And I think the teachers, a lot of them kind of felt like that. And I don’t blame them.”

During the interim session, Johnson said he will be working with House Education Committee Chair Rep. Candice Pierucci to monitor the number of bills dealing with curriculum and encourage lawmakers that are running these bills to combine them so there are not as many to deal with.

Democratic Rep. Carol Spackman Moss, also a retired educator, does not feel like supporting teachers was a priority this session and called it lip service, especially because the school voucher bill was combined with the pay raise.

“We love you, but we’re going to appropriate $42 million to encourage parents to take their kids out of public school and put them in either homeschool or any kind of private school.”

To Spackman Moss, supporting teachers would look like lawmakers giving them a bigger pay raise and showing that they respect the professionalism of teachers.

The average starting teacher salary in Utah is $44,349, according to data that the National Education Association released in 2022. Lawmakers gave teachers a $6,000 raise, which is a $4,200 salary increase and a $1,800 increase in benefits.

Brown said Envision Utah would like to see starting pay be between $60,000 and $70,000. He would like those salaries to keep growing throughout a teacher’s career so that they’re making more than $110,00 by the time they retire.

“If we really want to make sure that we have the best teachers possible, and if we really want to make sure we get over the teacher shortage, then we definitely need to have much more competitive salaries.”

https://www.kuer.org/education/2023-03-14/utahns-rank-education-as-a-priority-did-that-align-with-what-lawmakers-did-this-year

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Una familia palestina relata la horrible noche del pogromo de Huwara. Un camino trillado

Una familia palestina relata la horrible noche del pogromo de Huwara. Un camino trillado

Yuval Abraham

Cuando nació su primer hijo hace seis años, Uday Dumeidi y su esposa, Ahlas, decidieron adoptar un gatito pelirrojo. Construyeron una casita en una calle lateral de la ocupada ciudad cisjordana de Huwara [al sur de Nablús], junto a un olivar. Llamaron a su hijo Taym, que proviene de una de las palabras árabes que significan «amor», y a su gata Bousa, que significa «beso». Así es como Dumeidi me contó la historia, temblando, de pie junto a un charco de sangre negra.

La noche del pogromo llevado a cabo por los colonos de Huwara [del 26 al 27 de febrero de 2023], alguien mutiló al gato y lo dejó en el patio de la familia Dumeidi, justo al lado de la habitación de invitados, que quedó completamente calcinada. La noche después del pogromo, Uday Dumeidi y yo conversamos frente a las paredes ennegrecidas y la sangre que se había coagulado en el suelo. Una lata vacía de comida para gatos, una almohada de colores donde había dormido el gato y fragmentos de cristal ensuciaban el suelo. Uday Dumeidi dijo que amaba a los animales desde niño, que sabía comunicarse con ellos. «Son como un espejo de mis emociones», me dijo.

Tras la violencia, el silencio acaparó la ciudad. Pocas personas se atrevían a salir de sus casas. A primera hora del día, caminé por la calle principal hacia la casa de Uday. Había soldados junto a tiendas que habían cerrado, junto a coches quemados y sólo se permitía la entrada de vehículos israelíes en la ciudad, cuya carretera principal sirve de arteria central para los colonos que se desplazan por Cisjordania de norte a sur.

Un coche aminoró la marcha cuando pasé. «¿Qué estás mirando?» oí gritar a una voz desde el interior. Antes de que pudiera responder, dos colonos israelíes saltaron del coche. Sólo cuando dije una palabra en hebreo volvieron a subir al coche y se marcharon.

Según el ayuntamiento de Huwara, los colonos incendiaron al menos 10 casas. Según informes israelíes, 400 colonos participaron en el pogromo, en venganza por el asesinato de Hillel y Yagel Yaniv, dos hermanos que vivían en el cercano asentamiento de Har Bracha. Esta es la historia de una de las familias que sobrevivieron al pogromo.

Afrontar lo que viene después
Todo empezó a las 6 de la tarde, cuenta Uday Dumeidi. Estaba trabajando cuando le llamó su mujer. «Me dijo que estaban entrando en casa. Oí gritos de fondo. Mis dos hijos gritaban por teléfono: ‘Papá ven, papá ven'».

Ahlas, la esposa de Dumeidi, dijo que encerró a sus dos hijos pequeños en el baño. Vio a los atacantes a través de la ventana. Relató los hechos sin detenerse. «Había decenas de colonos fuera, rodearon la casa. Al principio rompieron todas las ventanas. Luego prendieron fuego a trapos empapados en gasolina e intentaron incendiar la casa desde las ventanas. Consiguieron prender fuego a una habitación. La ventana del baño es muy pequeña, así que escondí allí a los niños. Intentaron entrar por la puerta. En ese momento, no sé qué pasó, me quedé petrificada. No podía moverme». En algún momento del ataque, los colonos también intentaron prender fuego a la bombona de gas del patio, con la esperanza de que explotara. Afortunadamente, esto no ocurrió.

Ahlas abandonó Huwara el lunes por la mañana y regresó a casa de sus padres en la ciudad de Salfit [en el centro de Cisjordania]. Se llevó a sus dos hijos, Taym y Jood, que tiene cuatro años, después de que la noche anterior fueran atendidos por inhalación de humo. Desde entonces, han tenido problemas para dormir.

Varias familias de Huwara dijeron que habían trasladado temporalmente a sus hijos a un lugar más seguro, la mayoría a casa de parientes en ciudades más grandes como Nablus y Salfit. Huwara es una pequeña ciudad de la Zona B de Cisjordania, lo que, según los Acuerdos de Oslo, significa que la policía palestina no tiene autoridad en materia de seguridad y no puede actuar sin coordinación con el Ejército israelí. Por lo tanto, son los soldados israelíes quienes deben proporcionar protección a los palestinos en estos lugares. Ha habido suficientes testimonios y pruebas que demuestran que, en la práctica, los soldados son una garantía para los ataques de los colonos. Así que la población palestina se ven obligada a defenderse, a valerse por sí misma.

Conocí a Uday Dumeidi cuando estaba sentado solo en su casa entre cristales rotos. Los miembros de su familia se unieron a él más tarde, para protegerse colectivamente en caso de ser atacados de nuevo.

Aquella noche, Ahlas le llamó varias veces desde Salfit, preocupado por su salud. Cada vez, Uday Dumeidi se disculpaba, miraba hacia otro lado y hablaba en voz baja por teléfono. Le dijo que por el momento estaba en paz. Que estaban preparados para lo que fuera a ocurrir. Le preguntó si había comido, luego le preguntó qué había comido, y sus ojos se llenaron de lágrimas de repente.

«Estás completamente sola».
La noche del pogromo, Uday Dumeidi tardó una hora en llegar a su casa debido a los controles del Ejército. «Estaba en la carretera principal cerca de mi casa en el momento del ataque, pero los soldados no me dejaron pasar», dijo. «Me volví loco. Sólo sé un poco de hebreo. Mi padre estaba conmigo y les gritó en hebreo: ¡Están quemando nuestra casa, hay niños pequeños y mujeres dentro!, pero no nos dejaron pasar».

Uday Dumeidi describió cómo sacó su teléfono para mostrar a los soldados una foto de Jood, que utiliza como salvapantallas. «Pero no tuvieron tiempo de verla, porque llamó mi mujer. Puse el altavoz para que pudieran oírme. Sólo se oían gritos. Recuerdo que oí a alguien [uno de los colonos] gritar en hebreo: Abre, zorra. Fue entonces cuando uno de los soldados me dejó pasar».

Varios otros testigos que resultaron heridos durante el pogromo contaron historias idénticas. Inmediatamente después del ataque, el Ejército impuso el toque de queda en Huwara. El tráfico hacia y dentro de la ciudad fue acordonado por puestos de control. Hacia las 6 de la tarde, cientos de colonos franquearon los puestos de control. Durante al menos una hora, los atacantes prendieron fuego a casas dentro de la ciudad, mientras los soldados permanecían en sus afueras, impidiendo físicamente la entrada a los residentes.

Uday Dumeidi corrió a su casa. El aire estaba viciado por el fuego. Los atacantes se habían dividido en grupos, según los residentes, y se comportaban de forma relativamente organizada. Alrededor de la casa de Uday Dumeidi había 30 personas, un pequeño número de ellas enmascaradas. Algunos llevaban adoquines, cócteles molotov y barras de metal. Otros iban armados con pistolas. Intentaron prender fuego a la casa. Él se les acercó por la espalda.

«Pensé: ¿Cómo voy a entrar así en mi casa? Así que intenté hacerme pasar por uno de ellos. Cogí unas piedras en las manos, me puse una capucha y me puse a su lado. Funcionó. Grité a mi mujer desde la ventana: Estoy aquí, estoy aquí». Entonces se dieron cuenta de quién era yo, es decir, el dueño de la casa. Empezaron a tirarme piedras. La espalda de Dumeidi todavía tiene las marcas de las piedras. Cuando me reuní con él, también cojeaba a causa de los golpes recibidos.

Cuando Uday Dumeidi se acercó a su casa, vio a su madre inconsciente junto a la puerta de la casa contigua, donde vive con su abuela. Inmediatamente cruzó el patio hasta la casa contigua, para encontrar a su abuela en el salón.

«Tiene 87 años y padece una enfermedad neurológica. Estaba tumbada en el suelo del salón, temblando, y le salía algo de la boca, como espuma. Tenía los ojos abiertos, pero no se le veían las pupilas. No hablaba. No sé cómo describir lo que sentí. ¿Adónde tenemos ir [para ayudar] a mi madre, a mi abuela, a los niños? Mientras cuido a mi madre, veo a los colonos rompiéndo todo desde fuera. Estás completamente solo y tienes que protegerte».

Un mecanismo bien perfeccionado
Dos testigos presenciales palestinos afirmaron que, mientras tanto, varios soldados israelíes permanecían junto a los colonos. «Se limitaban a mirar», confirmó Udy Dumeidi.

En un momento dado, cuando otros familiares y vecinos llegaron a la casa, los palestinos empezaron a arrojar piedras, tazas y otros utensilios de cocina a los colonos. Los soldados empezaron entonces a empujar a los colonos hacia atrás mientras disparaban granadas de gas lacrimógeno a los palestinos, antes de que uno de los soldados abriera fuego contra los residentes. Según testigos y el dispensario local de Huwara, cuatro palestinos resultaron heridos de bala mientras defendían su casa familiar; tres recibieron disparos en la pierna y uno en el brazo.

Se trata de un modelo bien ensayado que se repite en ataques similares en toda Cisjordania. Un grupo de colonos israelíes invade un pueblo y cuando los habitantes les lanzan piedras los soldados disparan contra los palestinos para proteger a los israelíes atacantes. De este modo, el ataque se prolonga y a veces resulta mortal.

Desde 2021, el fuego del Ejército ha matado al menos a cuatro palestinos en pueblos del norte de Cisjordania en ataques probados de colonos enmascarados: Muhammad Hassan, de 21 años, en Qusra; Nidal Safdi, de 25 años, en Urif; Hussam Asaira, de 18 años, de Asira al-Qabilyia; y Oud Harev, de 27 años, en Ashaka. No sería de extrañar que Sameh Aqtesh, muerto durante los actos violentos del domingo por la noche en Huwara, falleciera en circunstancias similares, aunque los detalles exactos de su muerte aún no se han aclarado del todo.

Los vecinos que acudieron en ayuda de Uday Dumeidi consiguieron finalmente repeler a los atacantes. Los colonos quemaron una habitación y robaron relojes, un televisor y un ordenador portátil. «Se lo llevaron todo, y el último que salió quemó la habitación». Cuando la familia salió, encontró a su gato, Bousa, mutilado.

¿No es una pena morir así?
Ya entrada la noche, mientras caminaba hacia mi coche para regresar a Jerusalén, oí silbidos procedentes de uno de los tejados. Un grupo de 10 hombres palestinos estaban en el tejado de una casa en la que habían destrozado todas las ventanas y me hacían señas para que tuviera cuidado. Me dijeron que caminara despacio en su dirección porque habían visto desde el tejado que los colonos acababan de entrar de nuevo en el pueblo. Alguien bajó, abrió una puerta cerrada con candado y me llevó arriba. Me ofrecieron esperar con ellos hasta que pasara el tumulto y me dijeron que esperaban que no quemaran mi coche, que estaba aparcado en la carretera principal.

En el techo vi dos contenedores llenos de piedras y algunas hondas. El grupo explicó que durante el pogromo nadie pudo llegar a tiempo para proteger sus casas, lo que explica por qué los colonos pudieron hacer tanto daño. Unos 15 familiares y vecinos viajaron durante una hora por carreteras sinuosas desde Nablus para sortear los controles del ejército y llegar a Huara. Es importante estar aquí juntos como una familia por si pasa algo, me dijeron.

Estaba oscuro. Alguien me ofreció un abrigo. Los tejados que nos rodeaban también estaban ocupados por familias que observaban. Esperando. Abajo, en la tranquila calle principal, brillaban luces blancas. Arriba había una alta montaña, con una estructura redonda encima y, en su cima, una fina franja de luz. Son las casas del asentamiento de Yitzhak. De repente parpadeó un teléfono. Alguien recibió un mensaje. «Ha habido un atentado en Jericó, hay víctimas». Otra persona me preguntó si era cierto que había manifestaciones en Israel contra el pogromo.

Al enterarse de que yo era judío, el hombre de más edad del grupo se acercó a mí y me dijo en un hebreo fluido: «¿Qué sentido tiene? Toda esta gente muriendo, en nuestro bando y en el vuestro. ¿No es una vergüenza morir así, por una tierra? Nuestro destino es vivir aquí juntos». Dijo que había trabajado toda su vida en Israel, que había participado en grupos de diálogo y que era necesaria una paz real, con igualdad y respeto para su pueblo, que vive como súbdito de segunda clase controlado por el Ejército, con tarjetas de identidad verdes» [expedidas por el poder policial israelí].

Un joven que estaba a su lado sonrió. Luego me dijo en árabe: «Mira, mira», mientras cogía una piedra, la colocaba en la honda y la lanzaba. La piedra se estrelló contra las paredes de un tejado. Me ofreció un cigarrillo. Intenté romper el hielo diciendo que parecía que pronto habría una guerra. «Me gustaría», contestó despreocupado.

Resultó que teníamos exactamente la misma edad. Pero nunca ha salido de Cisjordania. Nunca ha visto el mar ni ha visitado Jerusalén. Su padre fue encarcelado durante la segunda Intifada [de septiembre de 2000 a 2004/2005] y desde entonces toda la familia está en la lista negra del Shin Bet, lo que significa que no pueden obtener permisos y los soldados les paran de vez en cuando en los puestos de control. Apenas sabía hebreo. Como todos los jóvenes que esperaban allí, vigilantes en el tejado, forma parte de una generación nacida en el régimen de los diferentes permisos concedidos por Israel y a la sombra del muro de separación.

Hablamos durante una hora sobre la violencia. Dijo que había aumentado desde la elección del nuevo gobierno, pero que siempre había estado ahí. Habló de su frustración con la Autoridad Palestina, que «hace todo lo que Israel le pide» y no hace más que mantener la ocupación; y de cómo espera que algo cambie ya -aunque sea una guerra- a ver si hay un cambio. Me habló de un amigo suyo al que unos soldados dispararon por tirar piedras. Desde entonces, siente una rabia que no puede quitarse de encima.

Debajo de nosotros, un grupo de colonos con banderas israelíes intentó entrar de nuevo en Huwara. Esta vez los soldados se lo impidieron. En este tejado, al menos, la noche transcurrió tranquila. (Artículo publicado en el sitio web israelí +972, el 2/03/; traducción al francés de A l’Encontre)

Yuval Abraham es periodista y activista y vive en Jerusalén. Una versión de este artículo se publicó por primera vez en Local Call en hebreo.

Traducción: viento sur

 

Fuente de la Información: https://vientosur.info/una-familia-palestina-relata-la-horrible-noche-del-pogromo-de-huwara-un-camino-trillado/

 

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