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Guatemala. El régimen Giammattei dispara contra el periodismo independiente

Guatemala. El régimen Giammattei dispara contra el periodismo independiente

Bajo el régimen autócrata de Alejandro Giammattei, la persecución y el hostigamiento represivo contra la prensa independiente, o simplemente no obsecuente con el gobierno de turno, se ha vuelto costumbre en el país centroamericano. El ultraderechista empresario Giammattei no ha tenido que inventar nada nuevo al reherencia política del ex presidente Jimmy Moralesspecto: él mismo es parte de la herencia política del ex presidente Jimmy Morales, promotor “estrella” del empleo de la violencia y el descrédito a la prensa jugada por la verdad.

La Asociación de Periodistas de Guatemala, APG, notificó que entre el 2020 a junio de 2022 se han aplicado desde el Ejecutivo 350 ataques y censura al ejercicio del derecho a informar y a la libertad de prensa. ¿El pecado del periodismo? Cumplir con su labor social de informar, opinar, interpretar los hechos de la realidad inmediata, fundados en los derechos humanos y el bien público.

De acuerdo al Programa para los Programas de México y Centroamérica del Latin America Working Group, LAWG, los comunicadores sociales son permanentemente vigilados e intimidados, al punto en que mujeres periodistas son víctimas de acoso sexual, tanto virtual como físicamente, con el objetivo de que callen sus voces. Otro tanto ocurre con los comunicadores de pueblos originarios que debido a su rol de registrar y difundir los daños irreversibles que la industria extractivista perpetra contra la naturaleza, los territorios y las comunidades, suelen ser intimidados con armas de fuego y allanadas ilegalmente sus viviendas.

El régimen Giammattei usa procedimientos “estándar” contra el libre ejercicio del periodismo, como el que empleó contrá la comunidora social maya k’iche’, Ana Mejía Tiqueriz, representante del medio Xol Abaj, quien fue procesada por las falsas acusaciones de sedición, agresión agravada, incendio y robo, por el solo hecho de informar sobre las maniobras del tristemente reconocido alcalde Francisco Carrascosa, uno de los tantos políticos que ranquean los indicadores nacionales e internacionales de corrupción institucional.

Otro tanto pasó con el propietario del medio El Periódico, José Rubén Zamora, aprehendido mediante acusaciones falsas.

Sin embargo, la enorme mayoría de los casos represivos contra los comunicadores se hunden en el anonimato y la impunidad más oscura. A estos periodistas no les resta más protección que recurrir a sus redes personales y familiares de apoyo para las gestiones legales, denuncias y, en muchos casos, salvar sus vidas. Se trata de periodistas comunitarios que pasan largas temporadas presos, a discreción y antojo del poder.

Guatemala ocupa el lugar 124 de 180 países en la clasificación de la libertad de prensa a nivel mundial, pese a que, tanto en la Constitución como en las leyes internas, los periodistas estarían supuestamente cautelados a la hora de ejercer su profesión y oficio.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/guatemala-el-regimen-giammattei-dispara-contra-el-periodismo-independiente/

 

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España: El aprendizaje basado en proyectos incrementa la cohesión del equipo y su creatividad

El aprendizaje basado en proyectos incrementa la cohesión del equipo y su creatividad

Elías Azulay, investigador principal de Jacobson, Steinberg & Goldman/ ADNe@BioTech.- Si ponemos el foco en el aprendizaje desde un punto de vista neurológico, tenemos que decir que se trata de la creación de múltiples sinapsis. Una sinapsis es una comunicación entre 2 neuronas y la tenacidad es la unidad de medida de dicha conexión. Por ello, cuanta mayor tenacidad, más sujeto se encuentra lo aprendido y más limitados estamos ante nuevos aprendizajes. Así mismo, sabemos que el aprendizaje se genera por repetición o por impacto. El primer caso se refiere a la automatización de una respuesta ante un estímulo mientras que el segundo hace alusión al efecto emocional personalizado de ese mismo u otro estímulo. Pero seamos más claros: Los “famosos” perros de Pavlov (premio Nobel en 1904) aprendieron por repetición y yo aprendí, a muy temprana edad, que no debo meter los dedos en un enchufe. Así mejor… ¿verdad?

También hay personas que aprenden “de memoria” un texto y en cuanto se olvidan de una palabra son incapaces de continuar su discurso. Otras personas memorizan los puntos más importantes de su intervención dejando a la inspiración del momento el uso de unas palabras u otras.

Al igual que las neuronas transfieren información, las personas también lo hacemos. Por ello, formar un equipo de trabajo basados en la diversidad ofrece oportunidades para generar más y mejores conexiones. Cuando nos referimos a la diversidad, también estamos hablando de los diferentes roles que asumen los miembros de dicho equipo en relación con “su forma de ser”. Si dicha diversidad no existe o no es correctamente gestionada, el aprendizaje grupal será ineficiente. Por ello, tanto corporaciones como universidades punteras están aplicando este tipo de aprendizaje.

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS DE EQUIPO

Este tipo de aprendizaje basado en proyectos, además de plantear un escenario multicultural, provoca e incentiva el trabajo en equipo. Dicha metodología es todavía más exitosa cuando se utiliza bajo premisas de gestión ágil de proyectos, como es el caso del método Scrum. Sirva como ejemplo el análisis de la progresión de los alumnos del innovador Grado de Tecnologías Interactivas de la Universidad Politécnica de Valencia (Campus Gandía) en relación a su evolución en las competencias transversales a lo largo de los 4 años de carrera, el cual fue presentado recientemente en el Congreso TAEE de la Asociación Tecnología, Aprendizaje y Enseñanza de la Electrónica por los profesores e investigadores Asunción Pérez Pascual, José Marín-Roig, José Francisco Toledo y Elías Azulay.

Los estudiantes de la primera promoción de dicho grado tecnológico (GTI) cumplimentaron el test de Azulay-Bernstein cuando comenzaron sus estudios y volvieron a rellenarlo al llegar al cuarto curso. Este test, denominado test del ADN-emocional (ADNe®), parte del análisis de la teoría transaccional propuesta por el psiquiatra Eric Berne y su correlación con los sistemas neuromoduladores enunciada por el también psiquiatra Eric Kandel, premio Nobel de Medicina en el año 2000 gracias al estudio de los neurotransmisores que rigen el comportamiento y el aprendizaje.

Los resultados indicaron que se había reducido la sumisión y la pasividad en la atención para incrementar la escucha selectiva que favorece el aprendizaje. Los sujetos sometidos a estudio alcanzaron unos significativos incrementos en sus recursos, obteniendo una media del 7,20% en lo relativo a la creatividad y en la Innovación, o bien un 5,86% en su disposición a trabajar en equipo. En términos individuales, se dieron casos con incrementos superiores al 15%.

SIN MEDICIÓN NO HAY PROGRESO

El objetivo de dicha medición es aprovechar al máximo las ventajas que ofrece la diversidad cultural y la combinación de diferentes comportamientos dominantes de las personas. Así mismo, en relación con las características sinápticas de cada individuo, se forman grupos de trabajo sobre los que se busca una consistencia mínima del 80%. Algunos grupos alcanzan cotas de cohesión cercanas al 90%. Esta técnica trata de explicar los procesos mentales y la interacción humana mediante el estudio sobre la manera en la que las personas se comunican entre ellas, profundizando en sus capacidades para modular la respuesta en su comportamiento y aprendizaje. Estos procesos se parametrizan y se les da un valor numérico centesimal con significancia científica.

Estos mismos parámetros fueron contrastados con los resultados obtenidos en ejecutivos y ejecutivas de entre 30 y 55 años de edad, observándose que los estudiantes del grado GTI de la Universidad Politécnica de Valencia han acercado satisfactoriamente el nivel de sus capacidades a las ya adquiridas por profesionales curtidos. La conclusión es que el modelo utilizado en el Grado de Tecnologías Interactivas anima a los estudiantes a ser aprendices activos, a reflexionar sobre su trabajo y a colaborar con otros estudiantes, estimulando la innovación y la creatividad. Así mismo, este novedoso modelo de aprendizaje permite interconectar materias introduciendo competencias transversales de forma natural, de tal manera que los estudiantes desarrollan las habilidades necesarias en la economía del conocimiento, contribuyendo a aumentar su competitividad y las oportunidades laborales así como su crecimiento personal y profesional.

Fuente: Maite Sáenz/ observatoriorh.com

 

Fuente de la información: https://www.redem.org/el-aprendizaje-basado-en-proyectos-incrementa-la-cohesion-del-equipo-y-su-creatividad/

 

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Las mujeres desafían al régimen de Irán

Por: Ezequiel Kopel

El asesinato de Mahsa Amini ha desatado una ola de protestas en Irán. Las mujeres y los jóvenes han desafiado al régimen y su política restrictiva y patriarcal. El uso del velo está en el centro de los debates, pero el régimen iraní tiene muchos otros asuntos que pueden minar su supervivencia.

Mahsa Amini salió el lunes 13 de septiembre de su casa en la ciudad kurda de Saghez (en Irán) y nunca más volvió. La primera información que se tuvo de ella es que se encontraba en un hospital conectada a un respirador. Pero después de tres días de permanecer internada fue declarada muerta.

A partir de ese momento comenzó una saga en la que la familia y amigos de Mahsa acusaron a la Gasht-e Ershad (Patrullas de la Moral, un ente de las fuerzas de seguridad iraníes dedicado a velar por el cumplimiento de las normas islámicas de pudor) de haberla golpeado reiteradamente cuando la arrestaron por no llevar bien colocado el velo islámico que debía cubrir su cabello. La policía tardó en responder a las acusaciones, pero contestó mostrando un video de Mahsa dentro de la estación de policía donde se ve a la iraní de origen kurdo (su verdadero nombre era Zhina, pero las autoridades iraníes acostumbran a resentir todo signo de pertenencia kurda, por lo que los padres debieron anotarla con el nombre Mahsa) desvanecerse de repente mientras hablaba con una oficial de policía.

Poco importó –y poco importa hoy– si Mahsa Amini falleció producto de los golpes de la policía o de un ataque cardíaco ocasionado por el miedo y la estresante situación de estar incomunicada, pues lo que estuvo claro desde un principio es que Mahsa no debía estar detenida en una comisaría ese fatídico día de septiembre por no llevar bien colocado el velo.

Apenas se conoció el deceso de Mahsa, comenzaron a producirse una serie de protestas contra las máximas autoridades iraníes. La primera demostración se produjo el 17 de septiembre en el propio cementerio donde se enterró a Amini, en su ciudad natal, cuando, luego de los sollozos de su madre que a los gritos se preguntaba por qué habían matado a su hija, las asistentes a la ceremonia empezaron a quitarse los velos y agitarlos por los aires gritando «Abajo el dictador», en clara alusión al líder supremo Ali Jamenei, máxima autoridad de la República Islámica iraní fundada en 1979.

Ya a nadie pareció importarle cuál había sido la causa real de la controversial muerte (hay informaciones de que los propios médicos que la atendieron constataron golpes, pero decidieron mantener el anonimato por miedo a las represalias) debido a que han sido tantos los abusos cometidos por la propia policía iraní desde que se instauró el dominio de los ayatolás que Mahsa Amini terminó transformándose en un ícono contra el abuso policial y clerical.

Las protestas se han llevado a cabo en 24 de las 31 provincias iraníes y han estado encabezadas por mujeres y jóvenes. No solo han criticado la obligatoriedad del velo, sino que han atacado directamente a las fuerzas de seguridad y sus símbolos. En estas manifestaciones no se han registrado importantes actos de saqueo ni ataques contra la propiedad privada.

Hoy quizás no haya un mejor símbolo para ilustrar la tensión que viven las mujeres musulmanas que la cuestión del hiyab (velo islámico). En tiempos preislámicos el hiyab era considerado como un atuendo femenino de clase alta. Las esclavas o las mujeres pobres tenían, en cambio, menos posibilidades de utilizar velos. Hoy, el velo funciona de otro modo. Mediante su uso la mujer musulmana considera que puede moverse libremente y realizar actividades laborales en ambientes o espacios dominados por varones, quienes a su vez exigen a las mujeres su utilización para no lucir pecaminosas ante los ojos masculinos. Este tipo de vestimenta es considerada como el signo más visible del resurgimiento del islam en los tiempos modernos, lo que desata intensos debates en toda la región.

Es pertinente aclarar que en el Corán no se habla del hiyab como velo islámico que cubre la cabeza de una mujer o una ropa de cualquier tipo –femenina o no–, sino que se alude a una «barrera» que puede ser física, visual o ética. El término más cercano al de «velo islámico» que está presente en el Corán es el de khimār, que alude al «ornamento» con el que las mujeres deben cubrir sus pechos. La idea de que el hiyab denota un estilo particular de velo femenino no es una «revelación» del Corán o una enseñanza del profeta Mahoma, sino algo estipulado más tarde por sus seguidores. A la par, en el extranjero continúa la fascinación por el estereotipo de mujer musulmana, que oscila entre dos vectores: por un lado, la que usa diferentes tipos de velos como ejemplo del fundamentalismo religioso y, por otro, la artista de la danza del vientre como símbolo de libertinaje.

En las áreas del derecho familiar y la herencia, las mujeres de Oriente Medio –donde las musulmanas son una amplia mayoría– tienen menos derechos que los varones y están subordinadas a su autoridad. Donde rige el código legal islámico tradicional, se permiten los matrimonios infantiles en los que una niña puede ser obligada a contraer matrimonio por una relación masculina calificada y una mujer puede casarse con solo un hombre a la vez, a diferencia del género masculino, que tiene permitido hasta cuatro esposas (aunque la práctica es muy poco común en lugares como Irán). Las leyes familiares basadas en la sharia islámica requieren, con frecuencia, que las mujeres obtengan el permiso de un pariente masculino para realizar actividades que deberían ser autónomas y personales por derecho propio, lo que aumenta la dependencia que las mujeres tienen de los miembros masculinos de su familia en asuntos económicos, sociales y legales.

En cuanto a las reglas del divorcio, las escuelas del derecho islámico han diferido en los detalles, pero todas coinciden en que las mujeres no pueden obtener la separación legal a menos que sus esposos cooperen. El varón puede divorciarse en cualquier momento sin la aprobación de su compañera –y solo emitiendo una declaración al respecto–, por lo que muchos cónyuges masculinos tienden a abusar de este método extremadamente fácil que conlleva una gran inseguridad para sus esposas. La jurisprudencia, tanto sunita como chiíta, está de acuerdo en que las mujeres tienen los mismos derechos para adquirir y administrar bienes, pero estipula que deben heredar la mitad que los hombres –esta discriminación se ve algo mitigada por el hecho de que los hombres deben asumir los gastos de mantener a sus esposas, hijos y familias–. La distinción de la ley islámica entre los derechos de propiedad y los de herencia permite preguntarse si solo es la religión o también la presencia de otras instituciones patriarcales lo que limita los derechos de las mujeres.

La irrupción de la Revolución Islámica iraní en 1979 funcionó como un importante mojón con respecto al estatus de las mujeres de la región, debido a que la mayoría de las reformas legales instauradas por el régimen anterior en su beneficio fueron canceladas. La medida más conocida de la revolución, por su carácter visible, fue obligar a las mujeres a usar velos islámicos en público (en clara contraposición con la normativa impuesta por el primer shah Reza Pahlavi en 1936 de prohibir su uso en la vía pública). Durante el fervor revolucionario de fines de la década de 1970, el debate por los derechos de las mujeres se interpretó de diferente manera entre los grupos que lucharon contra el shah –lo que incluye tanto a las fuerzas proseculares como a las político-religiosas encarnadas en los ayatolas–.

Bajo la dinastía de los Pahlavi, la introducción de derechos para las mujeres había funcionado como un intento del Estado de occidentalizar y modernizar el país (de manera similar a lo actuado por Mustafa Kemal Atatürk en Turquía), y no como respuesta a un llamado de una sociedad en gran parte religiosa. Cuando la revolución se encaminó a declararse como una teocracia islámica –a pesar de la masiva participación de las mujeres–, los varones religiosos que la comandaban empezaron a promover una narrativa que los autoproclamaba como los «verdaderos protectores de las mujeres iraníes».

Esta era una retórica parecida a la declamada décadas atrás por el segundo sha Pahlavi, aunque en este caso con el fin de ser idealizadas de manera opuesta. Si el gobierno de Mohammed Reza Pahlavi dictaminó que las mujeres (a pesar de su falta de libertad política) podían vestirse como quisieran, los ayatolas las circunscribieron e idealizaron como «guardianas de la Revolución».

Cuando el ayatola Ruhollah Jomeini tomó el poder, dictó una serie de leyes que modificaron el estatus de las mujeres. La edad de matrimonio para las niñas se redujo de 18 a 9 años (hoy está en 13 años), las mujeres perdieron el derecho a la custodia de su hijo, perdieron su derecho a cantar en público, se les prohibió ser jueces y se les denegó todo pedido de divorcio, exceptuando los casos en que existieran evidencias de adulterio o abuso. Estas controvertidas medidas funcionaron como una plataforma para legitimar a la nueva república religiosa, pero también para destacar su oposición a ella. Dentro de los ahora lineamientos oficiales piadosos se buscó que la función primordial de las mujeres fuese la de ser «protectoras» del islam, del velo y la segregación, convirtiéndolas –en su función de «madres e hijas»– en un nuevo paradigma revolucionario de «pilar de la familia».

Con la llegada de la cruenta y larga guerra de ocho años entre Irán e Iraq, la situación contribuyó a cimentar la imagen de la mujer como piedra basal de la estructura familiar, cuando gran parte de los hombres iraníes debieron trasladarse al frente de guerra y ellas se encargaron de la economía del hogar. Esto terminó solidificando la idea de las mujeres como uno de los más notorios símbolos de la Revolución y un nuevo sostén de la teocracia islámica.

Sin embargo, las nuevas medidas revolucionarias fueron pronto desafiadas (en marzo de 1979) mediante masivas marchas de mujeres para protestar contra la ley que las obligaba a usar el velo islámico en público. A pesar de las restricciones impuestas por Jomeini, a las mujeres, como ciudadanas por derecho propio, se les permitió votar a sus candidatos a presidente y parlamentarios, pero no así a la autoridad máxima del Estado, el líder supremo, o al Consejo Guardián de la Constitución, que lo supervisa. Las mujeres iraníes pueden conducir automóviles y trabajar en la mayoría de las profesiones, pero su estatus legal, sus derechos de herencia y su derecho a obtener un pasaporte o divorcio están, por lo menos, lejos de la norma moderna (a pesar de que las miradas del mundo tienden a enfocarse en Irán, la situación de las mujeres en Arabia Saudita, su rival regional, son incluso más angustiantes).

En un principio, las autoridades de la República Islámica iraní tardaron en responder a las actuales protestas como lo habían hecho frente a las masivas manifestaciones de 2009 (contra un fraude electoral), las de 2018 (que empezaron con una joven quitándose el velo en una protesta pública) y 2019 (por la creciente crisis económica y aumentos). En todas ellas la represión fue inmediata, cruenta y asesina. En la de fines de 2019, las fuerzas de seguridad iraníes sacaron helicópteros de combate y tanques para reprimir a los opositores y todo terminó con una caza puerta por puerta de los manifestantes identificados.

El modus operandi iraní fue incluso copiado por otros regímenes represivos en todo el mundo, pues siempre, antes de cada represión, las autoridades iraníes cortan el servicio de internet para que sea imposible la comunicación entre los diferentes grupos de la protesta y para que la información no llegue en tiempo y forma al exterior. En esta oportunidad, el corte de internet parece ser más escaso o limitado a horas especificas porque un cierre completo de la red le cuesta al gobierno varios millones de dólares, por lo que las autoridades quieren reducir algunos costos financieros que impliquen más descontento en la población, en medio de una gran crisis económica local.

El liderazgo iraní parece estar dispuesto a confrontar las protestas en sus propios términos, calificando a todo aquel que participa como «enemigo del pueblo», junto al tan usado comodín de que las manifestaciones críticas están «dirigidas por el imperialismo internacional». Se trata de una dinámica que el propio presidente iraní Ebraim Raisi (notorio asesino de militantes de izquierda, como quedó claro en su rol de juez y verdugo en las ejecuciones en masa de más de 5.000 opositores políticos durante 1988) refrendó cuando durante su viaje a Nueva York para hablar en la Organización de las Naciones Unidas decidió no presentarse a una entrevista con la reconocida periodista Christiane Amanpour y desaprovechar la oportunidad de transmitir el mensaje de su gobierno al mundo sobre el tema del hiyab y las protestas. La excusa esgrimida por Raisi fue que la presentadora de ascendencia iraní no quería usar el velo islámico durante la entrevista, aunque el reportaje no se realizaba en Teherán sino en Estados Unidos, donde su uso no es obligatorio (lo que recuerda la anécdota de la visita del ex-presidente iraní Hassan Rouhani, supuestamente moderado, a Europa durante 2016 y su exigencia de que nadie tomase vino en una cena en su honor en Francia; fue una situación que ofendió a sus anfitriones franceses, a punto tal que la consideraron una afrenta directa a sus propias tradiciones, por lo que terminaron cancelando la velada).

Más tarde, cuando el presidente iraní regresó a su país (cargado de regalos y productos electrónicos comprados en el «Gran Satán»), declaró que «los enemigos de la Revolución están creando disturbios» y que los enfrentará con todos los medios disponibles «para garantizar la seguridad». Es pertinente resaltar que desde que Raisi llegó a la Presidencia, la persecución –y la retórica- contra las mujeres iraníes que no usan correctamente el hiyab se intensificó considerablemente. Esto dejó en evidencia que existe una disputa en el mismo liderazgo iraní para cimentar una sucesión conservadora al propio líder supremo, quien se encuentra enfermo y transitando sus últimos años de vida.

La muerte de Amini ha reavivado la ira por las restricciones a las libertades personales en Irán, incluidos los estrictos códigos de vestimenta para las mujeres. A todo esto se le suma una economía tambaleante por las sanciones internacionales junto al desmanejo gubernamental, que envía millonarias remesas del dinero iraní a sus aliados militares en el Líbano o Siria mientras su propia población ve cómo su nivel de vida sigue cayendo. Ya se ha visto lo que la negativa a reformar un sistema ha provocado en países como Siria.

Ahora, el miedo del régimen iraní al cambio –instaurado en el cul de sac de su sistema político- provoca que muchos ciudadanos consideren que la insurrección es la única vía para conseguir una transformación. Está claro que al gobierno iraní le preocupa que si cede a las demandas de las mujeres podrían desarrollarse pedidos adicionales de libertad, derechos humanos y democracia (hoy en día los candidatos políticos son vetados a gusto y conveniencia del líder supremo y su Consejo Guardián).

Es imposible saber hasta dónde llegará el actual levantamiento ciudadano, aunque hay algunos parámetros para no ser demasiado optimistas. En Irán existe, sin duda, una movilización popular de masas, pero también un régimen unido, en el que las elites económicas y militares del país siguen detrás del sostenimiento de la República Islámica. A la vez, las protestas –repitiendo un parámetro ya visto en la Primavera Árabe– no tienen liderazgos, programas ni rumbos claros. Sin esos componentes alineados resultará difícil que los manifestantes puedan hacer algo (mucho menos derrocarlo) contra un sistema que ha confrontado con este tipo de amenazas durante más de cuatro décadas y siempre ha resultado victorioso mediante un aceitado y rápido antídoto de violencia, persecución y descalificación de sus oponentes para contener los levantamientos.

Lo que es también es cierto es que el statu quo se está resquebrajando año a año en la República Islámica y que el descontento sigue creciendo dentro de una población mayoritariamente joven que puede resultar incontenible cuando la piedra basal que sostiene el sistema (los grupos económicos y de seguridad) retire su apoyo al régimen por su propia necesidad de supervivencia.

Aún no parecen estar dadas las condiciones –el liderazgo fundador de la Revolución sigue vivo y existen generaciones que recuerdan el Irán monárquico previo a 1979-, pero la historia nos enseña que a todo sistema le llega su hora señalada. Incluso cuando menos lo espera.

Fuente de la información e imagen: https://nuso.org/

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Continúan protestas de estudiantes en Buenos Aires, Argentina

Los estudiantes reclaman la “Ley Integral del Derecho a la Alimentación Adecuada en las Instituciones Educativas”.

Estudiantes de la escuela Mariano Acosta de Buenos Aires, capital de Argentina, levantaron este martes su cuarta jornada de protesta iniciada el pasado viernes, mientras seis escuelas continúan en huelga en reclamo de mejores alimentos y contra las prácticas laborales obligatorias que impuso el ministerio de Educación provincial.

“Vamos a seguir con los reclamos, no vamos a sacar los carteles de la puerta de entrada de la escuela y vamos a seguir luchando por las políticas públicas”, anunció una representante estudiantil de la Mariano Acosta, donde los estudiantes continuarán pernoctando.

La decisión se conoció luego de que el Gobierno local denunciara ante la Justicia a los padres de los estudiantes implicados en los reclamos, planteando que los adultos, como responsables de los menores de edad que participan en las tomas, tienen la obligación de responder por los daños causados a los bienes escolares, y retribuir económicamente a los maestros y personal no docente por los días de clases perdidos.

Hasta el momento, al menos ocho adultos han sido demandados por consentir la participación de los menores de edad en la toma de la escuela Mariano Acosta, y se espera que padres de las otras escuelas sean también denunciados.

«Las familias que autorizan a sus hijos a estar ahí, son responsables, ya hubo 40 familias en el 2018 que fueron procesadas en la justicia porque esto es un delito”, destacó la ministra de Educación Soledad Acuña a medios de comunicación locales.

Mientras, los estudiantes continúan reclamando la aprobación del proyecto de “Ley Integral del Derecho a la Alimentación Adecuada en las Instituciones Educativas”, impulsado por los legisladores del Frente de Todos (FdT) Ofelia Fernández y Matías Barroetaveña que plantea el acceso universal y gratuito de los estudiantes a una alimentación saludable, segura y soberana.

Por otro lado, solicitan que las prácticas obligatorias que implementó el Ministerio de Educación de Buenos Aires para quienes cursan el último año de la secundaria, sean remuneradas y se acompañen de profesores experimentados, a la vez que rechazan la reciente decisión del ente de que los docentes trabajen los sábados y demandan la existencia de un diálogo equilibrado entre el Gobierno y los profesores y alumnos.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/argentina-protestas-estudiantes-buenos-aires-20220927-0025.html

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Southern Africa Key Message Update: Early reliance on staple market purchases and limited supplies signals the start of the lean season, September 2022

  • Food security throughout much of the region is expected to deteriorate in the coming months as households’ own-produced food stocks decline, and an increasing number of households are market reliant with lower-than-normal purchasing power. Southern Madagascar is expected to face the most severe outcomes in the region, with Emergency (IPC Phase 4) expected in late 2022 and into early 2023 due to limited ability for households to access food and limited coping capacity due to the erosion of livelihoods from multiple droughts. Crisis (IPC Phase 3) outcomes are likely starting in October across areas of southern Madagascar, Malawi, and Mozambique, as well as areas of Angola, and much of Zimbabwe, due to compounding impacts of poor 2021/22 rainfall, tropical cyclones, and domestic economic declines. Furthermore, Crisis (IPC Phase 3) outcomes are expected in conflict-affected areas of northern Mozambique and eastern DRC.
  • Staple food prices remain high and generally increasing across several FEWS NET monitored markets in Southern Africa. The high and rising prices are due to high market demand, lower than average market supply, and high global food and fuel prices. Inflation remains elevated in Zimbabwe and Malawi due to generally poor macroeconomic conditions. In Zimbabwe, July maize prices are about 400 percent above the same time last year. Maize grain prices in Malawi and rice and cassava prices in Madagascar are over 200 percent higher than the five-year average.
  • Conflict continues to disrupt livelihood activities and drive displacement in eastern DRC and Cabo Delgado province of Mozambique. Based on OCHA reports, nearly 900,000 people have been displaced in areas of North and South Kivu, Ituri, Tanganyika, and Kasai since the start of 2022. In the Cabo Delgado province of Mozambique, IOM estimates that around 51,000 people were reported to be on the move between June and August due to conflict. Across both countries, conflict is disrupting agricultural and income-earning activities.
  • Based on international climate forecasts, La Nina conditions are expected to persist into early 2023, with La Nina conditions associated with favorable rainfall in most of Southern Africa. Most areas, including Zimbabwe, Lesotho, Mozambique, and Malawi, have increased chances of receiving average to above average rainfall through January. This raises good production prospects for the upcoming 2022/23 agricultural season. Although, in southern Madagascar, extreme northern parts of Mozambique and Malawi, and southwestern parts of Angola, there are increased chances of below-average rainfall, which may cause a late start of the season and could potentially have implications on the planting and the agricultural season.
  • Fuente: https://reliefweb.int/report/madagascar/southern-africa-key-message-update-early-reliance-staple-market-purchases-and-limited-supplies-signals-start-lean-season-september-2022
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Unesco: What is the emerging evidence on the impact of the pandemic on out-of-school rates? 

By Olivier Labé, UNESCO Institute for Statistics

On September 1, estimates jointly released by the UNESCO Institute for Statistics (UIS) and the Global Education Monitoring Report showed that there were 244 million children out-of-school in 2021, continuing a slow but downward trend in the order of about 3 million per year. The estimates were based on a new methodology, which combines administrative and survey data, to fill gaps and generate consistent long-term regional and global trends.

However, while the model improves our understanding of the past, it is not as sensitive to unusual events, such as COVID-19, the largest education crisis in recent memory. The model includes administrative data from the 2021 school year, but its structure requires information over several years to capture the impact of sudden disruption to long-term trends.

The 2021 administrative data were released by the UIS in mid-September and allow a valuable first comparison with pre-pandemic values in 2019 (or, where this was not possible, 2017 and 2018). Data are available for up to 44 mostly low- and middle-income countries. This may not be a sufficiently representative sample, but it represents a range of experiences with school closures: the median share of instruction days that schools were fully open between March 2020 and October 2021 was 40%, ranging from 4% in El Salvador to 100% in Belarus.

Given the extent of school closures, the data show that the pandemic did not lead to a major change in out-of-school rates. The median change in the out-of-school rate was an increase of 0.5 percentage points among primary school-age children, a decrease of 0.6 percentage points among lower secondary school-age adolescents, and a decrease of 1.6 percentage points among upper secondary school-age youth.

Among primary school-age children, the out-of-school rate increased in 45% of countries and decreased in 29% of countries. By contrast, among lower secondary school-age adolescents, the rates increased in 24% and decreased in 47% of countries; among upper secondary school-age youth, the rates increased in 29% and decreased in 56% of countries. In other countries, rates changed by less than one percentage point. In percentage point terms, the largest increases in out-of-school rates were in Belize for primary (+8) and the Dominican Republic for lower secondary (+11) and upper secondary (+10). The countries with the largest decreases were Tuvalu among children (-10), Turks and Caicos Islands among adolescents (-15) and Rwanda among youth (-11).

Overall, the direction of change is somewhat counterintuitive. Children of primary school age would be more likely to return to school after the disruption, given that enrolment is almost universal in most countries in the world; by contrast, the impact would have been expected to be stronger and adverse among youth of upper secondary school age who might be under more pressure to either enter the labour market or to marry and have children – and are the most vulnerable to delays in their schooling trajectory.

The fact that this pattern is not observed in the 2021 data may be related to two reasons. First, not only schools but also data collection systems have been disrupted by the pandemic, which explains the relatively small number of countries reporting. Data collection efforts have struggled with changes in participation modes (distant or hybrid) and with mobility restrictions applied in many countries to mitigate the spread of the virus. Such challenges may also lead to problems of interpretation for 2021 enrolment data, given that schools in many countries were still partially or fully closed. Second, the period examined is very short and more data will be needed to have a clearer picture of the impact.

Source: UIS database, September 2022.

Can the change in out-of-school rates be related to school closures?

A key question is whether these changes, which are modest in general but sizeable in some countries, can be related to the duration of school closures. To answer this question, the out-of-school rates were correlated with the UIS’ Global monitoring of school closures caused by COVID-19 database.

Generally, long school closure durations in some countries are associated with a wide range of changes in out-of-school rates. For example, among countries where schools were fully open for less than 10% of instruction days between March 2020 and October 2021, the primary out-of-school rate fell by 1.3 percentage points in Guatemala but increased by 6.6 percentage points in the Dominican Republic. Overall, out-of-school rates have been more likely to increase with longer (partial or full) school closures in primary and lower secondary education, but the relationship is weak, and it is not present in upper secondary education.

More data will be needed in the coming years. The effects of COVID-19 are multiple and will take time to run their course: they include reduced learning, increased poverty, and worse health. Early school leaving might increase, as these factors combine to generate their compounded effect.

The post What is the emerging evidence on the impact of the pandemic on out-of-school rates?  appeared first on World Education Blog.

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La deforestación amazónica no paró de aumentar durante el gobierno de Bolsonaro

Los últimos estudios indican que este mes se produjo la mayor cantidad de incendios intencionales desde 2010.

La deforestación de la Amazonia es la principal crítica medioambiental que ha recibido el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y uno de los puntos que usan sus contrincantes en la elección presidencial que se celebra este domingo. La falta de recursos para la protección y la flexibilización de los controles que instaló en su gobierno pusieron a varios países europeos en contra del mandatario.

Los últimos datos recogidos por el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales (INPE), la entidad que monitorea la deforestación de la Amazonia utilizando imágenes satelitales, concluyeron que durante setiembre de este año se produjo en la zona la mayor cantidad de incendios intencionales desde setiembre de 2010. Un estudio anterior, realizado por la misma entidad, había revelado que durante el gobierno de Bolsonaro la cantidad de área devastada en la selva aumentó sucesivamente cada año luego de varios años de reducción.

Área desforestada de la selva amazónica en Brasil

En kilómetros cuadrados

Bolsonaro y la selva: un balance | Brasil en DW | DW | 22.09.2022

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