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Perú: Derrumbe ocasionado por lluvias afectó institución educativa en Áncash

Derrumbe ocasionado por lluvias afectó institución educativa en Áncash

Un derrumbe ocasionado por las constantes lluvias afectó la institución educativa N° 86118 y viene debilitando el terreno donde se asienta el puesto de salud en el caserío de Pumapucllanan, distrito de Cochabamba, provincia de Huaraz, sierra de Áncash.

El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Áncash informó que, de acuerdo a la evaluación de daños, se verificó que las precipitaciones pluviales intensas e inestabilidad del talud provocaron un derrumbe sobre el patio del plantel.

La Municipalidad de Cochabamba inició con los trabajos de limpieza del material del colegio con una mini retroexcavadora. Asimismo, a través de faenas comunales, realizarán la construcción de un muro de mampostería para estabilizar el talud del cerro.

No se reportaron daños a la vida y la salud de las personas. El COER Áncash continúa monitoreando la emergencia.

Fuente de la Información: https://larepublica.pe/sociedad/2022/04/10/derrumbe-ocasionado-por-lluvias-afecto-institucion-educativa-en-ancash-lrnd/

 

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España: La España vaciada: nostalgia tramposa y rebeldías por venir

La España vaciada: nostalgia tramposa y rebeldías por venir

Manuel Cañada

“Va a pasar un destello bravo, bravío, y todo va a cambiar”. Es Isa, una de las protagonistas de la película Destello bravío, quién murmura estas palabras y refleja de ese modo sus temores ante el tiempo que viene. Una ráfaga indomable nos hará perder la memoria y nos borrará del mapa. El mundo rural y la cultura campesina agonizan, arrasados por la globalización, por el capitalismo salvaje de nuestros días. La película nos habla de ello, de las ascuas comunitarias que aún sobreviven, de la trastienda cotidiana en los pueblos pequeños, de los deseos reprimidos. Y lo hace con sutileza y poesía, sin el paternalismo y la nostalgia impostora que caracterizan el relato dominante sobre la España vaciada.

Hace cinco o seis años, cuando comenzó a popularizarse la idea de la España vacía, parecía que retornaba una conocida asignatura pendiente, la vieja herida de la desigualdad territorial, la deuda histórica con las comunidades desangradas por la emigración. En el ensayo que acuñó la expresión, Sergio del Molino se refería al “Gran Trauma, el éxodo de mediados del siglo XX, cuyas consecuencias directas aún están vivas”. Pero el discurso hegemónico que se ha ido asentando desde entonces se ha encargado de recortarle las alas perturbadoras a aquella expectativa. En su lugar se ha impuesto una mezcla de ruralismo mitificador e inofensiva jerga burocrática, un retrato de la España abandonada más revelador por lo que oculta que por lo que manifiesta.

En ese relato canónico destacan, sobre todo, tres llamativas elipsis. La primera es precisamente la ausencia de referencia a los “vaciadores”, a los inductores y beneficiarios del vaciado. Por lo que se ve, nadie es responsable ni se ha favorecido del desmantelamiento del ferrocarril convencional, de la reconversión agraria o de la fuga del ahorro. Como si se tratara de una maldición bíblica, de un proceso ineludible. Los partidos políticos que han gobernado en exclusiva durante más de cuarenta años; los bancos que siguen cerrando oficinas en los pueblos, a destajo; las grandes empresas del complejo agroindustrial que controlan la cadena de valor y exprimen las plusvalías campesinas; o las élites locales sin cuya complicidad habría sido imposible el saqueo y su reproducción: todos ellos, sin excepción, nos aleccionan con solemnidad a combatir el despoblamiento rural y abogan por un gran Pacto de Estado que le ponga solución. Manuel Campo Vidal, un periodista que simboliza como pocos los tiempos del bipartidismo y “el monopolio del sentido común” que representaba la Cultura de la Transición, es el encargado de oficiar la unánime ceremonia.

La segunda asombrosa omisión es la de la agricultura. “Aunque es campo de cultivo, en ocasiones me gustaría que sólo fuera paisaje”, escribía Julián Rodríguez en la novela Cultivos. A los fabricantes del discurso oficial e incluso a los dirigentes de la “revuelta” de la España Vaciada parece ocurrirles algo similar. La propuesta estrella de estos últimos se resume en el Plan 100-30-30: Internet a una velocidad mínima de 100MB simétricos, un máximo de 30 minutos de viaje para el acceso a servicios básicos y una distancia no superior a los 30 kilómetros para conectar con una vía de alta capacidad. Resulta sorprendente la marginalidad de la agricultura -y de la industria- en una tabla reivindicativa que persigue combatir la despoblación rural. Máxime si tenemos en cuenta las consecuencias devastadoras que ha tenido la política agraria en los últimos 30 años, que ha comportado subvenciones al abandono de cultivos, restricciones de producciones esenciales como la leche, especulación y acumulación de tierras, o la desaparición de centenares de miles de agricultores con el consiguiente éxodo a las ciudades. No es un descuido, claro está, sino la sencilla y escandalosa constatación de la subalternidad ideológica y política a los dictados del gran capital europeo, la demostración de hasta qué extremo se considera incuestionable o inmodificable la política agraria comunitaria, a pesar de su evidente carácter irracional y antisocial.

Por último, es reveladora la ausencia de análisis que aborden las causas estructurales del abandono y el rigor a la hora de reconocer sus consecuencias. Ni que decir tiene que palabras como extractivismo o capitalismo no forman parte del relato habitual. E incluso son expurgados de él términos descriptivos imprescindibles como emigración, desempleo o clientelismo. La gramática del poder, a caballo entre la romantización rural y la vulgata neoliberal de autoayuda, se compone de conceptos como reto demográfico, plena conectividad, nuevas ruralidades o identificación del talento local. Y en la cima de la neolengua, por supuesto, relumbra la palabra fetiche que ya nos es tan familiar: emprendimiento. “El Gobierno destinará 10.000 millones de euros para luchar contra la España Vaciada potenciando el emprendimiento”, nos dice el titular de una noticia reciente. Ese es el quid, según parece, la pasividad de los aldeanos, su querencia a la vida regalada y su apego a las inercias ancestrales. No es nuevo el diagnóstico ni la retahila de los emprendedores. En octubre de 2011 el diputado Josep Antoni Duran i Lleida, uno de los principales dirigentes de Convergencia i Unió por entonces, se dolía de que “en otros sitios de España, con lo que hacemos nosotros, reciben el PER para pasar toda la jornada en el bar de su pueblo”. Y hace apenas unas semanas, un coaching de cercanía, con amabilidad, lo recordaba  también, en el Congreso Europeo por el Reto Demográfico  celebrado en Valencia de Alcántara: “Nuestro problema es que no tenemos entrenado el músculo de ver posibilidades”.

La besana de la España abandonada

“Mi padre y yo no vivimos en el mismo mundo. El mundo de mi padre acaba en las lindes del caserío. Aquí está su cielo y su tierra. Aquí, él es libre. Nosotros, sus hijos, no vemos el mundo del mismo modo. La cadena que remonta al Neolítico se ha roto”.
Amaia, uno de los personajes protagonistas de la película Amama

A Julio Anguita le gustaba mucho utilizar la metáfora de la besana para referirse a la política como un arte estratégico. “Los comunistas, en cada momento, en cada lucha específica, por pequeña que sea, deben tener en mente el objetivo final, el punto de referencia. Lo traduzco a la cultura agraria de mi tierra: el labrador que está haciendo surcos tiene que mirar a dónde va con el arado porque si no el surco se le va. Tiene que trazar con cuidado la besana, es decir la línea matriz de la cual surgen otras”. El debate social abierto alrededor de la despoblación rural, más allá de oportunismos y promociones editoriales, es uno de esos asuntos de calado estratégico en los que es preciso trazar besanas. La pugna sobre la España abandonada es un punto nodal en el que se condensan algunas de las contradicciones fundamentales de nuestro tiempo, tales como la reestructuración de un capitalismo en crisis y azogado, la inapelable reorientación ecológica de la economía, la brecha identitaria y la cohesión territorial del país o la articulación de las clases y geografías perdedoras del neoliberalismo.

“La acumulación originaria desempeña en la economía política aproximadamente el mismo papel que el pecado original en la teología”, escribe Marx, con su estilo vibrante, en El Capital.  La expropiación de la población rural y de su tierra, la usurpación violenta de los terrenos y derechos comunales, la “liberación” del campesinado como proletariado para la industria, su sometimiento mediante “leyes grotescas y terroristas” a la disciplina del trabajo asalariado. Marx nos describe la genealogía del crimen, de la barbarie en construcción. “El capital nace chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies a la cabeza”. Y esa sangre fundacional del capitalismo es, en primer lugar, la de los campesinos despojados de la tierra.

Es ahí, en Marx, en la tradición socialista y en el manantial de los nuevos movimientos sociales, donde podremos encontrar las herramientas fundamentales para entender la cuestión que nos ocupa, para trazar la besana. En Engels, que reflexiona muy tempranamente sobre la irracionalidad de las grandes ciudades; en Polanyi, que fundamenta el origen del capitalismo en la mercantilización del trabajo, el dinero y la tierra; en Pasolini, que nos advertía allá por los años setenta sobre la “mutación antropológica” de las culturas populares y su absorción por el nuevo totalitarismo, la civilización del consumo; en John Berger, que alertaba a finales de los setenta sobre los planes del capital europeo para culminar “la eliminación histórica del campesinado”; en Silvia Federici, que nos enseña a “reconocer la esfera de la reproducción como fuente de creación de valor, de explotación” y de acumulación de capital; o en Manuel Sacristán, que nos reveló el ecologismo “como autocrítica de la ciencia moderna”. Pero, sobre todo, en vetas analíticas como la que representa David Harvey, imprescindible para comprender la renovación constante de las condiciones de acumulación y las simbiosis de capital y territorio. “La acumulación de capital siempre ha sido una cuestión profundamente geográfica. Sin las posibilidades inherentes a la expansión geográfica, la reorganización espacial y el desarrollo geográfico desigual, hace tiempo el capitalismo habría dejado de funcionar como sistema político y económico”.

En España la pieza fundamental de la acumulación originaria fueron las desamortizaciones del siglo XIX. El desarrollo del capitalismo, la trama de la nueva oligarquía y la conformación del Estado hunden sus raíces en aquel gigantesco proceso de privatización de la tierra. También allí podemos encontrar las huellas significativas de la desigualdad territorial en nuestro país. Pero será sobre todo en el siglo XX cuando esta adquiera proporciones dramáticas. La aldea maldita, una película rodada en 1930, comienza con este rótulo: “Sobre las ruinas de Castilla, voló una vez más la tragedia del éxodo”. Entre las décadas de los 50 y los 70 se produce la gran estampida. Las Castillas, Aragón, Galicia, Murcia, Andalucía o Extremadura se desangran. En esta última comunidad emigra hasta el 40% de la población. En solo treinta años, Madrid o Cataluña pasan de apenas duplicar la población de Castilla León, Castilla La Mancha o Extremadura a multiplicarla por seis o siete veces. Víctor Chamorro describe así el cataclismo. “Se trata de un genocidio programado desde despachos burócratas. Porque es genocidio ir acabando con todo un pueblo utilizando el arma de la emigración, el arma del expolio”. El gran instrumento concebido en los despachos, la palanca que arrancará a millones de campesinos pobres de sus pueblos es el Plan de Estabilización de 1959, una iniciativa del gobierno franquista que cuenta con el apoyo de los Estados Unidos, que pretende facilitar la entrada de divisas y capitales extranjeros. “Las periferias de Madrid, Barcelona y Bilbao se llenaron de gente que sólo poseía su fuerza de trabajo y una maleta de cartón. Familias desarraigadas, barrios donde faltaba de todo, pero también la esperanza de una vida mejor”, escribe Enric Juliana en Aquí no hemos venido a estudiar. El gran ideólogo del Plan será Joan Sardá Dexeus, “el economista más importante del siglo XX en España”, señala el habitualmente sagaz Juliana. Quizás el poderoso economista se merecía otro tipo de calificativos, alejados de la admiración y condescendencia con el desarrollismo.

En el tardofranquismo y durante la transición emergerán con fuerza la cuestión de la tierra y la desigualdad territorial. Las banderas de la Reforma Agraria y de la Deuda Histórica que se alzan, sobre todo en Andalucía -pero también, aunque en menor medida, en otros territorios como Extremadura- remiten al proceso histórico que ha saqueado a las comunidades pobres y alerta sobre el peligro de “confederalizar el norte y provincializar el sur”, como dirá gráficamente Felipe Alcaraz. La victoria popular en el referéndum de Andalucía el 28 de febrero de 1980 o la creación de instrumentos como el Fondo de Compensación Interterritorial nos hablan también de esa misma pugna. Pero los vientos del neoliberalismo son muy fuertes y, especialmente a partir de la década de los años noventa, profundizarán aún más el desequilibrio y la divergencia entre el mundo rural y urbano. La crisis de 2008 desvelará la inconsistencia de la fábula institucional de la transición. El saqueo de la España vaciada se ahonda.

El medio rural le sobra al capital

“La belleza se esconde y hay que encontrarla”
Oliver Laxe, director de la película O que arde

“El medio rural le sobra al capital”: es uno de los lemas que se escucha en las convocatorias de los movimientos sociales en los últimos años. Si el mundo rural no se organiza y moviliza estará condenado a convertirse a corto plazo en tierra de sacrificio. El filósofo y activista José Sarrión señalaba recientemente que Castilla y León cumple sobre todo tres funciones: absorber los residuos de las grandes urbes, entregar los recursos naturales a las multinacionales para  proyectos de macrominería y albergar macrogranjas. Con las singularidades propias de cada comunidad puede afirmarse que, si no se remedia, ese futuro es el que espera a la mayor parte de la España vaciada.

Durante décadas ha habido comunidades como Extremadura que reunían todas las características de una “colonia interior” (extracción de mano de obra barata, materias primas sin transformar, expolio energético, fuga del ahorro), pero además esa subalternidad se está acelerando. La nueva emigración, (44.000 personas en Extremadura en los últimos ocho años),  la intensificación del extractivismo (230 proyectos mineros) o la utilización de miles de hectáreas de tierra fértiles para instalar grandes plantas solares, por ejemplo, apuntan en esa dirección.

Vivimos un tiempo de honda crisis y reestructuración del capitalismo. Como subrayaba recientemente Manolo Monereo “se están rompiendo las cadenas de valor en la economía mundial”. Todo indica que estamos al inicio de un cambio de fase, de crisis o mutación de la globalización. Quizás, como expone Eddy Sánchez, al comienzo de un proceso de desglobalización y de regionalización, de “competencia y rivalidad entre los diversos núcleos centrales del capitalismo”. Como nos enseña Harvey, el capital intentará construir una geografía, una “solución espacial” a la medida de sus necesidades, aplazando o desplazando sus contradicciones.

La España vaciada no debería ser un episódico “retorno de lo reprimido”, un rapto de nostalgia o  de mala conciencia, que entonan los nietos o bisnietos del Plan de Estabilización, a modo de penitencia de desclasamiento. Y mucho menos la tediosa promoción de una nueva hornada de representantes políticos. Leamos el síntoma hasta sus últimas consecuencias. Necesitamos construir un movimiento popular que sea capaz de integrar lo social, lo ecológico y la defensa del territorio. Que una a la clase trabajadora de las ciudades y a las geografías perdedoras -mundo rural y ciudades intermedias- condenadas a ser territorios sobrantes, plazas de emigración, vertederos, campamentos mineros, tierra de sacrificio en definitiva. Que combata la lógica de las multinacionales y del capital financiero, el auténtico sujeto decisorio en la Unión Europea, pero también a las élites locales imbricadas en el bloque de poder, que garantizan el consentimiento ciudadano a través del clientelismo social y político.

Un movimiento que arraigue en lo más cercano pero que no pierda de vista el objetivo global de transformación ni el tiempo de bifurcación histórica que se adivina. Que trabaje por poner en pie un programa de transición valiente, que se atreva a cuestionar “el orden inmutable” de los poderosos, con medidas como la reducción drástica de la jornada de trabajo,  la socialización de sectores estratégicos como la banca o la energía, la renta básica universal o la reforma agraria integral. Pero que construya ese programa desde abajo, desde la movilización más elemental, desde la construcción de auténticas comunidades de lucha y resistencia.

Los chalecos amarillos, el estallido social chileno, las marchas de la dignidad, el 15M, los movimientos campesinos -como las Uniones y la COAG de la transición-, la PAH o el ecologismo social, son sólo algunas de las aguas donde mirarse.

A Julio Anguita le gustaba insistir en la importancia de las alianzas, en la necesidad de organizar con otros los programas y el conflicto. “Construir implica, no proclamar lo que uno es, sino juntarse con otros distintos para ponerse a ello”. Como la belleza, también la justicia y la rebeldía se esconden y hay que encontrarlas. Y sólo se pueden encontrar buscándolas, hombro con otro, con otros.

Ponencia presentada en el seminario de la Fundación de Investigaciones Marxistas sobre Militancia y lucha de clases en la España abandonada, realizado en Talavera de la Reina el 6 de noviembre de 2021.

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/la-espana-vaciada/

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México: UVAQ Quiroga College ofrece oportunidades de estudio a migrantes en Estados Unidos

UVAQ Quiroga College ofrece oportunidades de estudio a migrantes en Estados Unidos

La formación académica y la certificación para el trabajo ayudan a los migrantes a seguir aprendiendo

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la población migrante en Estados Unidos representa el 15.3% de las personas, a nivel mundial, que viven en un país distinto al de origen, en busca de oportunidades para mejorar su calidad de vida.

La formación académica y la certificación para el trabajo ayudan a los migrantes a seguir aprendiendo y atender sus necesidades sociales y económicas.

UVAQ Quiroga College ofrece la oportunidad de que los migrantes hispanohablantes que residen en Chicago, Illinois, puedan estudiar en su idioma a través de programas en los que puedan combinar sus actividades diarias con su preparación académica.

Los alumnos del Quiroga College podrán estudiar áreas relacionadas con su entorno y con alta demanda laboral.

Esta institución sin fines de lucro se fundó en colaboración con la Universidad Vasco de Quiroga en el barrio de Pilsen en Chicago, Illinois.

Consulta más información en www.quirogacollege.org

#Migrantes #Hispanohablantes #Chicago #QuirogaCollege #FormaciónAcadémica

 

Fuente de la Información: https://mimorelia.com/noticias/educacion/uvaq-quiroga-college-ofrece-oportunidades-de-estudio-a-migrantes-en-estados-unidos

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Guatemala: Cinco mandamientos tecnológicos para una vida digital más segura

Cinco mandamientos tecnológicos para una vida digital más segura

La tecnología y su uso cambian casi a diario y siempre hay alguien que quiere espiar nuestros datos, por lo que no debemos bajar la guardia.

¿Recuerdas cuando compartiste tu lista de contactos con aquella nueva aplicación popular? ¿O cuando publicaste fotografías en las redes sociales? Todas esas acciones podrían tener consecuencias que debilitan tu seguridad y la de las personas que te importan.

Vijay Balasubramaniyan, director ejecutivo de Pindrop, una firma de seguridad que desarrolla tecnología para detectar llamadas telefónicas fraudulentas afirmó que siempre debemos recordar que cualquier parte de nuestra identidad que publiquemos en internet podría con el tiempo ser utilizada por estafadores para intentar apoderarse de nuestras cuentas en línea.

“Tu identidad digital, que incluye todas tus imágenes, videos y audio, les permitirá en esencia a los hackers crear una identidad completa de ti, que se ve exactamente como tú, en la que no estarás involucrado”, dijo.

Por lo tanto, te presento algunas de las directrices más importantes —como fortalecer contraseñas y minimizar los datos compartidos por la cámara de tu teléfono— para que tanto tú como tus seres queridos, permanezcan a salvo en el futuro previsible. Me referiré a estos como los cinco mandamientos tecnológicos, con la esperanza de que los recuerdes como si fueran el Evangelio.

1.    No utilizarás contraseñas débiles

Hablemos de los malos hábitos de las contraseñas. Cerca del 45% de los estadounidenses utilizan contraseñas débiles de 8 caracteres o menos, según una encuesta realizada por security.org, una compañía de investigación (el 14% usó “COVID” en sus contraseñas el año pasado). La mayoría también reconoció reutilizar la misma contraseña para sitios web diferentes.

Esto abre las puertas a muchos problemas de seguridad. Los ciberdelincuentes que intenten obtener acceso a tu cuenta pueden adivinar con facilidad las contraseñas débiles. Además, si utilizas la misma contraseña para varios sitios, como, por ejemplo, la de tu cuenta bancaria o la de compras en Target y Facebook, entonces lo único que se necesita es que uno de esos sitios sea hackeado para que todas esas cuentas queden vulnerables.

Para la mayoría de las personas, la solución más simple es un administrador de contraseñas, un software que ayuda a generar de manera automática contraseñas largas y complejas para las cuentas. Todas las contraseñas se almacenan en una bóveda a la que solo se puede acceder con una contraseña maestra. Mi herramienta favorita es 1Password, que cuesta US$36 al año. Sin embargo, existen administradores de contraseñas gratuitos como Bitwarden.

La otra opción es anotar las contraseñas en una hoja de papel que esté almacenada en un lugar seguro. Solo confirma que las contraseñas sean largas y complejas, con algunas letras, números y caracteres especiales.

2.    Utilizarás autenticación multifactor

No importa cuán fuerte sea tu contraseña, los hackers de todos modos podrán obtenerla, si logran vulnerar los servidores de una compañía que contiene tu información. Es por eso que los expertos en seguridad recomiendan la autenticación multifactor, también conocida como la verificación en dos pasos.

Ha funcionado por lo general de la siguiente manera: digamos, por ejemplo, que ingresas tu nombre de usuario y contraseña en tu cuenta bancaria en línea. Ese es el paso uno. El banco procede a enviar un mensaje de texto a tu teléfono con un código temporal que debe ser ingresado en el sitio para permitirte el acceso. Ese es el paso dos. De esta manera, demuestras tu identidad con el acceso a tu teléfono y a ese código.

3.    No compartirás en exceso

Muchos de nosotros utilizamos nuestros teléfonos como cámaras diarias. Pero nuestros celulares recopilan muchos datos sobre nosotros y el software de la cámara puede registrar de manera automática nuestra ubicación cuando tomamos una fotografía. Esto, con mayor frecuencia es un riesgo potencial de seguridad antes que un beneficio.

Comencemos por la parte positiva. Cuando permites que tu cámara etiquete tu ubicación, las aplicaciones de gestión de fotografías como Apple Fotos y Google Fotos pueden organizar de forma automática las imágenes en álbumes según la ubicación. Eso es útil cuando sales de vacaciones y quieres recordar dónde estuviste cuando tomaste esa foto.

Pero cuando no estás de viaje, tener tu ubicación etiquetada en las fotografías no es precisamente ideal. Supongamos que acabas de conectar con alguien en una aplicación de citas y le enviaste un mensaje de texto con una fotografía de tu perro. Si tenías activa la función de localización cuando tomaste la foto, esa persona podría analizar los datos para identificar dónde vives.

Para estar protegido, asegúrate de que la función de localización de fotografías esté desactivada de forma predeterminada: En los iPhones, abre la aplicación Configuración, selecciona la opción Privacidad, luego Servicios de ubicación y, finalmente, Cámara. En “Permitir acceso a la ubicación”, selecciona “Nunca”.

En móviles con sistema Android, dentro de la aplicación Cámara, toca el ícono de Configuración / Ajustes que parece un engranaje. Busca la opción de Ubicación (Etiquetas de ubicación o Guardar ubicación dependiendo de la marca del teléfono) y desactívala.

4.    No compartirás datos de amigos

Esta es una lección que debemos aprender una y otra vez: por lo general no es buena idea dar información sobre tus amigos cuando utilizas sitios web y aplicaciones, en especial con marcas desconocidas.

Cuando, por ejemplo, compartes tu lista de contactos con una aplicación, estás potencialmente proporcionando los nombres, números de teléfono, domicilios e información de correo electrónico de todos tus conocidos a esa compañía. Cuando compartes tu lista de contactos con una aplicación para invitar a otros a unirse, estás cediendo la información de los demás, incluso si deciden no aceptar la invitación.

Por lo general, cuando compartes tu lista de contactos con una aplicación, es con el propósito de encontrar a otros amigos que también estén utilizando ese servicio. Pero Clubhouse, una aplicación de redes sociales que se ha popularizado durante la pandemia fue criticada recientemente por su agresiva recolección de listas de contactos.

Al registrarse en Clubhouse, los usuarios pueden negarse a compartir sus listas de contactos. Pero incluso si lo hicieran, otros usuarios de la aplicación que sí las subieron podrían ver que esos nuevos usuarios se han unido al servicio. Esto no es un escenario ideal para las personas que intentan evitar contacto con exparejas abusivas o acosadores.

5.    Recordarás permanecer escéptico

Todos los expertos en seguridad están de acuerdo en una regla básica: no confíes en nadie. Cuando recibas un correo electrónico de alguien pidiéndote tu información personal, no hagas clic en ningún enlace y comunícate con el remitente para preguntarle si el mensaje es auténtico.

Los estafadores pueden incrustar con facilidad correos electrónicos con programa malicioso y hacerse pasar por tu banco, aseguró Adam Kujawa, director de la firma de seguridad Malwarebytes. En caso de duda, opta por no compartir datos.

Las empresas y los bancos han experimentado con tecnologías de detección de fraude que escuchan tu voz para verificar tu identidad. En algún momento, incluso podrías interactuar con representantes del departamento de servicio al cliente a través de videollamadas.

Los estafadores más sofisticados podrían, con el tiempo, utilizar los componentes audiovisuales que publicas en línea para crear un ultrafalso, un clip de audio o video generado por computadora haciéndose pasar por ti, afirmó Balasubramaniyan.

Si bien esto puede sonar alarmista —los ultrafalsos no son todavía una preocupación inmediata— una buena dosis de escepticismo nos ayudará a sobrevivir el futuro. “Piensa en todas las diferentes formas en las que estás dejando identidad biométrica en tu mundo en línea”, dijo Balasubramaniyan.

Fuente de la Información:  https://www.prensalibre.com/pl-plus/economia/cinco-mandamientos-tecnologicos-para-una-vida-digital-mas-segura/

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Italia: Papa Francisco pide “una tregua para lograr la paz a través de negociaciones reales”

Papa Francisco pide “una tregua para lograr la paz a través de negociaciones reales”

“Guarden sus armas y comiencen una tregua pascual, pero no para recargar sus armas y retomar la lucha, una tregua para lograr la paz a través de negociaciones reales, dispuestos también a hacer algunos sacrificios por el bien del pueblo. De hecho, ¿qué victoria tendrá el que planta una bandera sobre un montón de escombros?”. Francisco fue muy explícito al hablar en la Plaza de San Pedro después de la Misa del Domingo de Ramos y la Pasión del Señor.

“Nada es imposible para Dios, incluso poner fin a una guerra cuyo final no se vislumbra, una guerra que cada día pone ante nuestros ojos atroces masacres y atroces crueldades cometidas contra civiles desarmados -denunció- Estamos en los días que llevan hasta Semana Santa, pero hoy hay guerra porque queremos ganar así, pero de esta manera -advirtió Bergoglio- solo perdemos”.

“Estoy cerca del querido pueblo del Perú que está pasando por un momento difícil de tensión social – dijo también Francisco en el Ángelus del Domingo de Ramos -. Los acompaño con mis oraciones y animo a todas las partes a encontrar una solución pacífica lo antes posible por el bien del país, especialmente de los más pobres en el respeto de los derechos de todos y de las instituciones”.

Por primera vez en dos años, desde el comienzo de la pandemia, el Papa Francisco volvió a su “papamóvil” para un recorrido entre los fieles en la Plaza de San Pedro, al final de la Misa del Domingo de Ramos.

La plaza estaba abarrotada y el Pontífice, sonriente, saludó a los presentes agolpados junto a las barreras. Fue un verdadero baño de multitudes. El “papamóvil” continuó su viaje incluso fuera de la plaza, a lo largo de via della Conciliazione.

 

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/521020-2/

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Fracaso de la convivencia escolar en Chile

Preocupación tras los últimos episodios de violencia en colegios del país tras retomar las clases presenciales

Los recientes hechos de violencia ocurridos en distintos establecimientos escolares a lo largo de todo Chile, luego de dos años sin clases presenciales de manera obligatoria, ha generado una amplia discusión sobre la necesidad de poner en el centro la salud mental y lo socioemocional.

Esto permitiría generar instancias de encuentro entre los distintos integrantes de las comunidades educativas.

Frente a esta situación de violencia escolar, el Ministerio de Educación ha dado facilidades para flexibilizar la jornada escolar completa en los establecimientos, para que las mismas comunidades educativas puedan decidir, a través de sus consejos escolares, la duración de las jornadas, quitándoles así la presión de pasar contenidos curriculares atrasados.

Asimismo, se ha planteado desde el Ministerio, que los establecimientos generen jornadas de reencuentro y cuidado en los espacios educativos, a través de distintos talleres, en donde el diálogo, la escucha, el trabajo en equipo y la reflexión estén en el centro de las actividades programadas por cada escuela.

 AMPLIAR
Una de las últimas protestas de estudiantes en Chile.

Una de las últimas protestas de estudiantes en Chile.

EFE

Si bien las medidas ministeriales son del todo razonables y se alejan mucho del agobio hacia los establecimientos educacionales ocasionados por el gobierno anterior, presionándolos para retomar las clases presenciales, debiera ser una oportunidad para repensar el tipo de escuela que se ha construido en los últimos 30 años y cómo la Política Nacional de Convivencia Escolar (2015-2018) no ha podido desarrollarse mayormente, al estar dentro de un marco autoritario, funcionalista y neoliberal, completamente opuesto a sus propósitos.

El intento de transitar de una idea de convivencia escolar punitiva, individual y conductual a una de carácter formativa, relacional y democrática, en donde la participación e inclusión la sostienen, se contrapone a un sistema educativo profundamente desigual y segregado, en donde a través de pruebas estandarizadas (SIMCE, PISA, PTU) se ha fomentado sistemáticamente la competencia, los resultados y el individualismo en cada momento.

 AMPLIARPancarta estudiantil de protesta.

Pancarta estudiantil de protesta.

EFE

En consecuencia, desarrollar una convivencia escolar ha terminado siendo algo inviable en la práctica, dentro de un sistema educativo chileno extremadamente privatizado, racionalista e instrumental, que niega al otro y al conflicto mismo, al estandarizar todo, y que ha tenido por misión construir más bien consumidores de contenidos que ciudadanos críticos y colaborativos.

Es cierto que la ley de inclusión fue un avance en lo que refiere a poner fin al lucro en la educación escolar en Chile y darle mayores derechos a los, las y les estudiantes.

Pero la desmunicipalización existente de los colegios, a través de la formación de Servicios Locales de Educación, no ha fortalecido para nada la educación pública, muy por el contrario, al mantener su perverso sistema de financiamiento, a partir de la matrícula y asistencia.

 AMPLIARConcentración estudiantil.

Concentración estudiantil.

EFE

Para qué decir de la Ley Aula Segura, aprobada durante el gobierno neoliberal de Sebastián Piñera. Lo que hizo fue ir en contra de una mirada inclusiva y participativa de convivencia escolar, al fortalecer y facilitar los mecanismos punitivos de parte de los equipos directivos para expulsar estudiantes y profundizar así la exclusión en el sistema.

La necesidad por tanto de instalar la convivencia escolar como un fin en sí mismo e integral en las escuelas, y no como un mero medio más para generar mejores resultados académicos, tiene que ir acompañado por un cambio de paradigma en la escuela, el cual sigue viendo a les estudiantes como una amenaza y a les docentes como una carga.

De ahí que ante la pérdida de autoridad de la escuela, deba verse como una oportunidad para resignificar así la noción misma de autoridad, no desde la obediencia, como de manera tradicional se ha concebido en la escuela, sino desde la legitimidad democrática, la cual se gana con el diálogo horizontal y no se impone a la fuerza.

 AMPLIARUna protesta estudiantil en Santiago acaba en disturbios.

Una protesta estudiantil en Santiago acaba en disturbios.

EFE

Lo mismo con la idea de calidad y excelencia en la educación, proveniente del mundo empresarial y el management, en donde a las escuelas se les supervisa, evalúa y se les clasifica por rendimiento, de manera descontextualizada y desterritorializada de su realidad local, a través del cumplimiento de ciertas metas e indicadores centralizados imposibles de cumplir. Esto genera una presión y estrés enorme a los establecimientos.

Lo bueno de todo, es que nos encontramos en un momento inédito del país, marcado por un proceso constituyente, el cual actualmente está aprobando distintas normas para una mejor convivencia escolar, como pasa con el derecho a la identidad, una educación sexual integral, un educación ancestral, educación ambiental y científica, la neurodiversidad, educación cívica, educación basada en la empatía y en el respeto hacia los animales.

Por su parte, se hace necesario ir mucho más allá de los enfoques de la Política Nacional de Convivencia, para dar paso a una actualización en clave constituyente, que enfrente el racismo, machismo, clasismo, adultocentrismo y consumismo imperante, desde la plurinacionalidad, la sustentabilidad, las disidencias de género y sexuales, la interculturalidad, la neurodivergencia y los buenos vivires.

 AMPLIARProtesta estudiantil en las calles de Santiago.

Protesta estudiantil en las calles de Santiago.

EFE

No hay que olvidar de la importancia del movimiento estudiantil, sobre todo de secundarios, en los últimos veinte años

Ha sido determinante a la hora de pensar nuevos horizontes y nuevas formas de relacionarnos, por lo que la escuela tiene que abrirse a su entorno y salir del modelo academicista y mercantil, que usa la convivencia escolar como un recurso más para comparar colegios y estudiantes.

Si queremos reducir la violencia en la sociedad y en la escuela en particular, tenemos que crear espacios educativos dignos, protectores y plurales para hacer frente a los distintos conflictos.

Pero desde una mirada amplia, que deje atrás paradigmas autoritarios, funcionalistas y de mercado que solo han buscado el control de unos sobre otros y las ganancias económicas de unos pocos.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/participacion/lectores-corresponsales/20220409/8186426/fracaso-convivencia-escolar-chile.html

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Qué mueve a Elvis Gori Molubela: Perseguir por África entera el sueño de estudiar

En su libro ‘Lo que la noche le debe al día’, Elvis Gori Molubela narra un viaje desde su pueblo natal en la República Democrática del Congo hasta Marruecos con el anhelo de ampliar su educación

Elvis Gori Molubela nació en la República Democrática del Congo el 1 de enero de 1998. En realidad, su nombre verdadero, o el que le pusieron al nacer, es Kabwende Nsungu Wilkins. Hoy ostenta nacionalidad ecuatoguineana, aunque antes fue tanzano, burkinés y de Gabón. Pero estos datos son anecdóticos, porque a lo largo de su vida ha utilizado nueve nombres diferentes y siete nacionalidades distintas, siempre con el objetivo de tener acceso a una educación.

Aprender a leer y escribir. Estudiar. Conocer la historia de su pueblo. Formarse. Ir a la universidad. La determinación de Molubela por conseguir estos objetivos es excepcional, sobre todo teniendo en cuenta que 121 millones de niños y niñas de todo el mundo nunca ha ido a la escuela, y que en países de África subsahariana esta exclusión afecta a uno de cada cinco entre los menores de 12 años y a uno de cada tres en la franja de 12 a 14, según la Unesco.

La historia de Molubela parte de Bukunga, un pequeño pueblo en Katanga, al sur de la República Democrática del Congo, y llega hasta la Universidad de Rabat, donde estudió Derecho. Actualmente, cursa un máster de relaciones hispano-africanas en España con una beca. El afán de continuar formándose le ha llevado por un camino rocambolesco y extraño, a veces surrealista, pero siempre verídico, que narra en el libro que acaba de publicar con la colaboración de Casa África: Lo que la noche le debe al día, y que firma con otro de sus nombres: Kabwende Nsungu Gori. “La noche representa a mi infancia”, explica el autor. “Perdí a mi madre al nacer y mi padre me culpó de su muerte. No pude, como mis amigos, beneficiarme del amor maternal; para mí la infancia fue sufrimiento, esa es la noche. El día es cuando salí de mi pueblo y vine para Marruecos. Día es la libertad, la conciencia histórica, todo eso… Y la noche es el pasado, la parte negativa que tuve cuando era pequeño”, comenta sobre el título de la obra.

Un escenario de violencia y masacres

República Democrática del Congo es uno de los países del mundo más devastados por la violencia y escenario de innumerables conflictos desde hace décadas. Situada en la frontera con Zambia, Katanga, la región originaria de Molubela, es una zona rica en minerales y recursos naturales que también ha sufrido situaciones de inestabilidad desde tiempos de la colonización. Después de la ocupación belga, Moisés Tshombe proclamó la independencia de Katanga y se convirtió en presidente de este nuevo territorio. Entre 1960 y 1963, este fue un escenario más de la Guerra Fría y allí se produjeron numerosas masacres de población civil e, incluso, el asesinato de Patrick Lumumba, por entonces recién nombrado primer ministro de la República Democrática del Congo.

Con posterioridad hubo frecuentes enfrentamientos e insurrecciones en Katanga, y las consecuencias han llegado hasta hoy. Cuenta Molubela que, del 2000 al 2005, los Mai-Mai (uno de los grupos de milicianos armados que actuaron durante el segundo conflicto del Congo) se adueñaron de su pueblo y convirtieron la vida de los habitantes un infierno.

Un aliciente para salir de la pobreza

Molubela accede por primera vez a la escuela a los cinco años, después del fallecimiento de su padre. Corre el año 2003 y, desde entonces, estudiar ha sido el objetivo que ha marcado su vida, un anhelo que recuerda desde su infancia, cuando su abuela le contaba historias de Nkongolo Mwamba, un guerrero medieval que fundó el imperio Luba en el siglo XII. Molubela quería ser como él. “Un día le pregunté a un testigo de Jehová qué tenía que hacer para conseguir lo que mi abuela me pedía, y este me dijo que tenía que estudiar: si estudias vas a saber mucho. Eso es lo que me alimentó el espíritu de salir de la ignorancia y vivir con pasión.”

Empezó negociando con el director del colegio de su pueblo: ser escolarizado a cambio de unos tallos de mandioca seca. Con nueve años se embarca en una trayectoria que le lleva de Bukunga a Lubumbashi, para luego saltar a Zambia, Tanzania, Burkina Faso, Ghana, Costa de Marfil, Mali, Senegal y Argelia hasta llegar a Marruecos en 2014. Una ruta increíble realizada por un joven cuya única idea es continuar estudiando. “Como digo en el prólogo, lo que he escrito es verdad. Las personas que me ayudaron están vivas y se les puede preguntar. De mi pueblo hasta Marruecos. Yo escribí el libro porque conseguí mi sueño, estudiar hasta la universidad. Por eso ahora no tengo ninguna necesidad de mentir a nadie. Me da igual que la gente me crea o no”.

Antes de ser Elvis Gori Molubela, ha tenido otras identidades, pero reconoce que siente ese nombre ya como el suyo propio. Elegido como homenaje a Enrique Gori Molubela, un diputado de Guinea Ecuatorial durante la independencia (y tío de Rita Bosaho, actual directora general para la Igualdad de trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad) es con el que se identifica y con el que tiene toda su documentación y títulos educativos.

Portada del libro 'Lo que la noche debe al día' del escritor Elvis Gori Molubela.
Portada del libro ‘Lo que la noche debe al día’ del escritor Elvis Gori Molubela.ED. MILENIO

“Lo primero que aprendí durante estos años es que no todas las personas son malas. Yo siempre fui hacia el lado de las buenas”. A pesar de su habilidad innata para los idiomas (habla inglés, francés, español, ruso, suajili, lígala y kiluba aprendidos de forma autodidacta) y de tener muy claro su propósito, su camino ha estado plagado de dificultades: no dejaba de ser un niño solo, sin recursos ni documentación, que muchas veces tuvo que dormir en la calle, inventarse una identidad para sobrevivir o recurrir a la ayuda y generosidad de desconocidos o entidades religiosas para comer.

Con una capacidad de sacrificio fuera de lo común, Elvis se hizo todo un maestro de lo que él llama las cuatro artes: la verdad, la mentira, la manipulación y el engaño, como explica a lo largo del libro en diferentes anécdotas. “Estas artes son: decir la verdad. Si es necesario, mentir para salvarte de una situación; manipular si es imposible mentir o decir la verdad, y engañar para salvar a la persona que te ayudó, para que no tenga problemas a causa tuya (…) Las cuatro se deben usar cuando lo que vas a conseguir es positivo para ti y no perjudicará a nadie. Si no es necesario mentir, ¿por qué hacerlo? Si la verdad no te va a hacer daño, di la verdad”, se justifica, insistiendo en que no está orgulloso de haber mentido.

Migrar para estudiar dentro del continente

Los datos reflejan que la mayoría de las migraciones procedentes de países africanos se producen dentro del mismo continente, y solo una pequeña parte se dirige hacia Europa. Según el informe correspondiente a 2022 de la Organización Internacional de las Migraciones, a pesar de que la mayoría de países que forma la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) están clasificados con un índice de desarrollo humano bajo, de los 10 millones de migrantes internacionales que viajaron hacia o desde estos países en 2020, más de seis millones lo hicieron dentro de esa comunidad económica.

Aunque a la hora de desplazarse la mayoría lo hace para buscar mejores oportunidades de vida, trabajo o para huir de la pobreza o conflictos, cada vez son más los estudiantes procedentes de países subsaharianos que se marchan para estudiar, o que aprovechan convenios y becas con universidades europeas para especializarse. Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación, se estima que antes de la pandemia los estudiantes africanos representaban más del 10% de toda la movilidad de alumnos en el mundo. Sin embargo, el caso de Molubela es doblemente llamativo. Por un lado, por haber realizado toda su ruta migratoria siendo menor de edad y solo; por otro, porque supo ingeniárselas para sobrevivir sin recursos y logró acceder a estudios superiores.

Molubela tiene claro que su trayectoria vital es el fruto del esfuerzo de todos estos años, y así lo explica cuando afirma que no cree en la suerte, sino en proyectos y estrategia. Lector voraz, su mayor aprendizaje no lo ha encontrado en los libros, sino en las personas que ha conocido durante todo este tiempo. “No es la inteligencia, ni la educación, ni la escuela lo que nos permite alcanzar nuestros sueños. Son las relaciones humanas que tenemos con otras personas. Si tú tienes buenas redes, es más simple llegar a tu sueño”.

En la actualidad, Molubela estudia en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria con una beca de la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID). Convencido de que contar su historia le puede ayudar a seguir estudiando, ha invertido parte de sus escasos ingresos en editar su libro en español y en francés. Tiene claro que su futuro pasa por cursar un doctorado. De momento, aunque aún le queden varios meses para finalizar el máster, ya ha terminado el trabajo final que debe presentar para graduarse. Mientras, sigue leyendo y estudiando, en un proceso de aprendizaje que no parece tener fin.

Su idea siempre es volver. Porque a pesar de esa mezcla de procedencias y nacionalidades que le ha acompañado durante los últimos años, Molubela tiene claro que su identidad es baluba, una etnia que desciende del imperio medieval Luba y cuyo origen bebe en las raíces de la mitología.

Emulando a su admirado Nkongolo Mwamba, primer rey luba, el sueño de Elvis Molubela es la utópica reunificación e independencia de los baluba bajo una misma identidad. “La zona donde estamos (los baluba) es muy pobre, no hay nada. Por ejemplo, yo salí de ahí en 2011 y hasta hoy nada cambió: la miseria mata igual o más que antes” lamenta.  “Voy a volver, pero no sé cuándo. Primero tengo que formarme, conseguir dinero y prepararme intelectualmente. Mi idea es quedarme unos cinco años, cursar el doctorado y luego, regresaré”.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/que-mueve-a/2022-04-03/perseguir-por-africa-entera-el-sueno-de-estudiar.html

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