Más de un millón de docentes de la educación pública en Brasil irán a huelga este miércoles para protestar en contra de las medidas neoliberales impuestas por el gobierno de facto de Michel Temer, quien aumentó la edad de jubilación a 65 años si ha tenido al menos 25 años de trabajo.
La protesta se realizará en las 48 entidades afiliadas a la Confederación Nacional de los Trabajadores de la Educación de Brasil (CNTE), reseña Telesur.
“La meta es detener esa reforma. Existe escuela pública en cada barrio de cada municipio de este país. Vamos a dialogar directamente con la comunidad explicando la gravedad de los cambios que están siendo propuestos. No hay fines de semana ni feriados, estamos en una verdadera campaña, pero, esta vez, para evitar un grave retroceso”, afirmó el dirigente de la CNTE, Heleno Araújo.
De esta manera, la huelga de los maestros será acompañada por movilizaciones en todo el país el día 15, de los frentes Brasil Popular y Pueblo sin Miedo, así como también de organizaciones sindicales, reseñó Telesur.
En diciembre pasado, Temer llevó al congreso una propuesta de enmienda constitucional, en la que resalta que hombres y mujeres, trabajadores urbanos o rurales se retiren a los 65 años y con 25 años de contribución. Además, elimina jubilaciones especiales para el sector educación y agrícola.
El vicepresidente para el Socialismo Territorial aseguró que la educación debe ser un derecho social.
Todo Estado debe ser el órgano rector garante de la educación en su país, ratificó este martes el vicepresidente para el Socialismo Territorial, Aristóbulo Istúriz.
«La socialización de la educación en un país tiene que ver con la orientación, tiene que ver con la planificación, tiene que ver con el carácter rector que debe tener el Estado para garantizar que un niño que nazca en Chuspita, que un niño que nazca en San Cristóbal y uno que esté en Maracaibo y en Caracas, venezolanos, tienen que tener la misma visión de país aun cuando tengan la especificidad de su región, tienen que tener los valores de lo que es la nación, lo que es la República, lo que es la patria», destacó Istúriz, en el programa radial Dando y Dando, que conduce por Radio Nacional Venezuela junto a la diputada oficialista Tania Díaz.
El también profesor reiteró en el programa que la educación no debe ser un derecho individual, sino que tiene que ser un derecho social, así como fue defendido por Luis Beltrán Prieto Figueroa, Maestro de América, quien planteaba la educación como una vía para formar a una sociedad «libre, democrática, justiciera y socialista», reseñó AVN.
«El hecho de que sea social hace que la educación sea obligatoria. Todo el mundo tiene que tener el derecho a la educación garantizada», expresó.
Prieto, quien nació el 14 de marzo de 1902 en La Asunción, Nueva Esparta, fue uno de los educadores venezolanos que el 15 de enero de 1932 decidió reunirse en la esquina de Cují, en Caracas, para formar una agrupación encargada de defender los derechos de los maestros y mejorar la educación en el país, ante las intromisiones en los asuntos gremiales por parte de la dictadura de Juan Vicente Gómez.
La iniciativa fue tomada en el Gobierno de Isaías Medina Angarita como símbolo de la unidad magisterial y dio paso al decreto de celebrar cada 15 de enero el Día Nacional del Maestro.
En este sentido, Istúriz explicó que la relación entre «el carácter social de la educación, el principio de la obligatoriedad y el principio de la gratuidad, que fueron defendidos por Luis Beltrán Prietro, tienen que ver con el carácter estrictamente democrático de que todo venezolano y venezolana tenga acceso a la educación».
Prieto Figueroa dejó como legado una vasta obra en el campo educativo, vigente no sólo para Venezuela sino para América Latina, entre cuyos títulos destacan La magia de los libros, Maestros, eunucos políticos, Principios generales de la educación y El Estado y la Educación en América Latina.
A la escuela Juan Carlos I se destinarán 285.000 euros para el cambio de la instalación eléctrica y mantenimiento y a la Nuestra Señora de África, más de 25.000 euros para reformas, 32.000 para un pasillo de acceso directo al comedor y 65.000 euros para un comedor.
El consejero de Educación y Cultura, Javier Celaya, se ha estrenado en el cargo visitando las escuelas infantiles dependientes de la Ciudad Autónoma, Juan Carlos I, Nuestra Señora de África y La Pecera. El objetivo de estas visitas es conocer, de primera mano, la situación de los centros, intercambiar opiniones con sus trabajadores y equipos directivos, así como revisar el estado de estas instalaciones, para las que hay previstas inversiones en los próximos meses, que se encuentran en la actualidad en licitación, por más de 400.000 euros.
Las visitas se han iniciado en la escuela infantil Juan Carlos I, en la que en los próximos meses se hará el cambio completo de la instalación eléctrica y otros trabajos de mantenimiento, cuyo presupuesto de licitación es de 285.000 euros. A esta inversión hay que añadir las que también se encuentran en proceso de adjudicación en la guardería Nuestra Señora de África, ubicada desde este curso en el antiguo CEIP José Acosta, donde se harán reformas interiores por valor de más de 25.000 euros, la habilitación de un pasillo de acceso directo al comedor por 32.000 y la adaptación de un espacio como comedor del centro por 65.000 euros. En total, más de 122.000 euros.
Además de estos trabajos, que se ejecutarán en los próximos meses, la Consejería de Educación y Cultura ha recepcionado recientemente dos obras en la escuela infantil La Pecera, en las que se han invertido más de 66.000 euros, que se han empleado para saneamiento de fachada y trabajos en el exterior y reformas en el interior de las instalaciones.
Zion Utsey levanta los ojos de su ordenador para hacer una pausa en sus lecturas para el examen de ingreso a la universidad, y repiquetea los dedos rítmicamente sobre la mesa de madera del comedor.
“Mire, es el tipo de cosas con las que uno se gana un problema en la escuela”, afirma su madre y docente, Monica Utsey. “Pero sé que cuando está contrariado o reflexionando, se detiene y tamborilea sobre la mesa durante cinco minutos”.
Aunque esté en su casa, este joven de 17 años está indiscutiblemente en la escuela: forma parte, con su hermano de 10 años, Ayinde, de los cerca de 1,8 millones de jóvenes estadounidenses que reciben educación en sus domicilios.
También forman parte de un creciente subgrupo de jóvenes negros cuyas familias, descontentas con la enseñanza tradicional, decidieron tomar las cosas en sus propias manos.
Existen pocos datos, y menos aun en materia de origen étnico, pero según las estimaciones del Centro Nacional de Estadísticas de la Educación, alrededor de 5% de los alumnos escolarizados en sus casas son negros.
Según algunos estudios, ese porcentaje aumenta. La universitaria Ama Mazama, especializada en educación entre los negros en la Universidad Temple, afirma que al menos 200 000 familias afroestadounidenses optaron por la educación en sus hogares, contra 90 000 en 1999.
Numerosos padres prefieren darles una educación menos formateada y más experimental. Otros alegan motivos religiosos o morales. El temor a que sus hijos crezcan sin el reconocimiento de su herencia africana fue el que llevó a Monica Utsey a optar por la educación en el hogar. Al igual que numerosos padres negros, también hace referencia al racismo.
Las minorías parecen estar relativamente más afectadas por las reglamentaciones disciplinarias: de los alumnos que sufrieron alguna suspensión, el 40% son negros, según la organización de derechos civiles ACLU. Sin embargo, no representan más que el 16% de los alumnos de las escuelas públicas.
“No querría que un día tengan que pasar por un detector de metales en la escuela”, afirma Utsey.
Según Ama Mazama, la mayoría de las familias negras mencionan “una insatisfacción con el sistema de educación público y una desilusión con la integración”.
“Los afroamericanos lucharon muy duramente para poder ir a la escuela pública”, indicó a la AFP. “Pero hoy se dan cuenta de que, cincuenta años más tarde, las promesas no se cumplieron”.
“Los niños negros se han hecho invisibles, privados de sus derechos”, agregó.
Al principio, Monica Utsey pensó en que algún día enviaría a Zion a la escuela. “Me dije que cuando volviera a la escuela, sería bombardeado con (el tema de) la esclavitud; por tanto nos concentramos en lo que ocurrió antes”, con cursos de civilización e historia africanas, cuenta.
Pero cuando Zion cumplió diez años, decidió seguir hasta que sus hijos estuvieran a las puertas de la universidad.
Las paredes de su apartamento en Washington están llenas de estantes con libros, mapas de África y el pequeño comedor repleto de material de artes plásticas y juegos de matemáticas.
Zion y Ayinde estudian instrumentos de percusión africanos y practican deportes. El primogénito sigue también un programa de ciencias, tecnología y matemáticas preparado para alumnos que estudian en casa.
En 2004 su madre creó la Sankofa Homeschool Community —Comunidad de Educación Domiciliaria de Sankofa— para ayudar a las familias negras de Washington. Viuda desde 2013, se ocupa de la educación de sus hijos y trabaja a tiempo parcial en un centro para jóvenes.
Las finanzas son escasas y le gustaría que el gobierno entregue fondos para la educación en los hogares. Algunas organizaciones caritativas otorgan ayudas excepcionales a algunas familias en dificultades.
Pero cree que vale la pena educar a sus hijos en casa, y admite que se acuerda con frecuencia de algo que dijo Zion cuando era pequeño: “Mamá, me gusta ser negro, me gusta el color de mi piel”.
“Muchos niños —en particular niños afroestadounidenses— no crecen pensando eso de sí mismos”, dice.
La experta independiente Ikponwosa Ero asegura se pagan «miles de dólares» por los miembros mutilados de estas personas, a los que se atribuyen poderes.
Gracias a su familia, ella pensó que «era como todo el mundo». «Fue la sociedad la que me enseñó que tenía albinismo, y no de la forma más amable», recuerda.
Desde el año 2000 se han registrado al menos 505 ataques de distinta naturaleza en los que han muerto 187 albinos, sobre todo en Tanzania, Burundi y el Congo.
Detrás de la escalada de ataques contra los albinos registrada en países africanos durante las dos últimas décadas hay «gente poderosa y con dinero», como políticos o empresarios, ha asegurado la experta independiente de la ONU para los derechos de las personas con albinismo, Ikponwosa Ero.
Solo dirigentes que aspiran a ganar elecciones o magnates que buscan aumentar su fortuna personal tienen recursos suficientes para pagar los «miles de dólares» que cuesta adquirir miembros mutilados de albinos, a los que se atribuyen poderes mágicos, argumenta Ero en una entrevista con Efe.
La primera representante en la historia de la ONU para esta causa, una nigeriana víctima de la discriminación hacia los albinos en esta parte del mundo, se ha propuesto convertir en objetivo mundial la protección de esta comunidad, «que se ha quedado por detrás de los últimos en la agenda de desarrollo».
La vocación le vino dada por esta condición genética, que es más común en África Subsahariana que en cualquier otra región del mundo, y hace que la piel, ojos y pelo produzcan menos melanina de lo normal, rasgos que en el seno de su familia nunca le hicieron sentirse diferente.
Hasta el 45% de los niños con albinismo se ven obligados a dejar la escuela por las continuas vejaciones»Crecí con mi familia y no tenía ni idea —de que era albina—. Me querían y castigaban como a mis hermanos, así que pensaba que era como todo el mundo. Fue cuando salí ahí fuera cuando la sociedad me enseñó que tenía albinismo, y no de la forma más amable», confiesa.
Un día, la aplicada IK, como llaman a Ero en su casa, ya no quería ir al colegio: «Volvía a casa llorando, me insultaban y todo el mundo bailaba a mi alrededor cantando ‘albino, albino'».
Su carrera educativa, no obstante, se enderezó pronto, pero hasta el 45% de los niños con albinismo se ven obligados a dejar la escuela por las continuas vejaciones en algunos países africanos.
Más inquietante resulta que la esperanza de vida de estas personas no supere los 40 años en la región, y que exista la creencia popular de que no mueren porque, simplemente, suelen desaparecer.
Mutilaciones, violaciones, secuestros…
IK es consciente de que ha sido una «privilegiada» ajena a la aterradora realidad de la mayoría de albinos africanos: «Muchos son abandonados por sus padres o criados por mujeres solteras». Cuando a los 15 años se mudó con su familia a Canadá, donde después se convertiría en abogada, comenzó a pensar en que debía ayudar a gente como ella, aunque el empujón definitivo fue la cascada de noticias sobre ataques contra albinos que empezaron a conocerse en torno al año 2000.
Desde entonces se han registrado al menos 505 ataques de distinta naturaleza en los que han muerto 187 personas, sobre todo en Tanzania (76 asesinatos), Burundi (21) y la República Democrática del Congo (14), según datos de la ONG Under the Same Sun.
Nadie ha logrado coger a ningún autor intelectual hasta la fecha, solo a los directamente implicadosEstos asaltos (mutilaciones, violaciones, secuestros o profanación de sus tumbas) se basan en un sistema de creencias tradicionales que rara vez se cuestiona: se les considera fantasmas e incluso malditos o, por contra, bendecidos con poderes mágicos.
Esta última presunción ha disparado el número de ataques a albinos para mutilarlos y usar partes de su cuerpo en rituales de brujería, sobre todo en varios países del este y sur de África —entre ellos Malawi— involucrados en el tráfico humano transfronterizo de estos miembros, con Tanzania a la cabeza.
La experta de la ONU sostiene que este abyecto comercio se sustenta en una «cadena de mando» en la que se involucran personas de todos los estratos sociales, liderada por jefes que rara vez son cazados y que reclaman estas partes del cuerpo como trofeos.
«Nadie ha logrado coger a ningún autor intelectual hasta la fecha, solo a los directamente implicados. Pero la gente sabe que, quienquiera que esté detrás es poderoso y tiene dinero. Se necesita investigar más a nivel nacional y regional», argumenta.
La madre de IK le decía que si sus hermanos eran negros y ella no, era porque «Dios tenía un plan especial para ella». Su argumento no le convencía, pero ahora le encuentra sentido: «Desde la ONU podemos hacer ver al mundo qué es el albinismo, dejar salir la verdad, protegernos y poder tener las mismas reglas del juego».
Guatemala / 15 de marzo de 2017 / Por: Yanira Alvizurez / Fuente: http://www.prensalibre.com
Luego de consolidar los datos obtenidos a través del censo escolar, el Ministerio de Educación (Mineduc) determinó que de los 141 mil 337 menores que están fuera del sistema educativo, 37 mil 706 son de San Marcos, Quiché y Huehuetenango.
El censo escolar se llevó a cabo del 16 de enero al 3 de febrero y se efectuó en coordinación con las direcciones departamentales de Educación y maestros del sector oficial, quienes visitaron viviendas aledañas a los centros educativos en 12 mil 850 comunidades del área urbana y rural, de todo el país.
Según autoridades del Mineduc, para la recolección de datos se diseñó una encuesta, cuyos datos fueron digitados directamente por los docentes al Sistema de Registro Educativos (SIRE), quienes entrevistaron a 20 mil 412 personas del área urbana y 120 mil 925 de la área rural.
El ministro Óscar Hugo López, detalló que luego de consolidar los datos se determinó que los departamentos con mayor incidencia de menores entre 4 y 15 años que están fuera del sistema educativo inicial, preprimario, primario, básico y diversificado son Guatemala con 13 mil 27; Huehuetenango 13 mil 31; San Marcos,12 mil 996, y Quiché, 11 mil 709.
Seguidos de Petén con 9 mil 456; Alta Verapaz, 9 mil 69; Escuintla, 7 mil 865; Chiquimula, 7 mil 865, y Suchitepéquez, 7 mil 103; Chimaltenango, 5 mil 635; Totonicapán, 5 mil 126; Baja Verapaz, 4 mil 901; Santa Rosa, 4 mil 780; Jutiapa, 4 mil 669; Quetzaltenango, 4 mil 624; Izabal, 4 mil 236; Sacatepéquez, 4 mil 98; Jalapa 3 mil 155; Sololá, 2 mil 487; Retalhuleu, 2 mil 289; Zacapa, 2 mil 241 y El Progreso mil 487.
Explicó que del total, 73 mil niños entre 5 y 7 años, nunca han asistido a un centro educativo, por lo que no tienen ninguna formación escolar. Los 68 mil restantes de entre 7 y 14 años, ya cursaron algún grado en la escuela pero tuvieron que retirarse por distintas razones.
El funcionario manifestó que un dato muy importante identificado es que 371 comunidades visitadas no cuentan con centro educativo cercano, pues los niños deben caminar hasta tres horas para poder llegar a sus establecimientos. Además, se identificaron a 6 mil 629 menores con necesidades educativas especiales.
“El censo no representó costos en el presupuesto del Mineduc, ya que se realizó con personal propio”, dijo López.
Habrá cobertura
El ministro indicó que trabajan en programas de acceso a cobertura que incluye transferencias monetarias condicionadas para apoyar a niños que no van a la escuela por razones económicas y la ampliación de la cobertura educativa, que permitirá a niños de 6 años ingresar en primaria.
Explicó: “Con apoyo de maestros, supervisores y el Ministerio de Desarrollo Social se espera obtener a corto plazo resultados positivos para los niños que están fuera del sistema educativo”.
Mario Chang, director departamental de Educación en San Marcos, afirmó que recientemente implementaron una campaña de concienciación para que los padres envíen a sus hijos a estudiar, pues la inscripción para el ciclo escolar vence el próximo 31 de marzo.
No asisten a la escuela
Raquel Juan Mateo, de la cabecera de Huehuetenango, quien tendría que cursar tercero básico, cuenta que sus padres se dedican a la agricultura y que el dinero no les alcanza ni para la comida.
“Mi sueño es ser policía para contribuir a proteger a los ciudadanos, especialmente a los de escasos recursos que como yo no tenemos derecho a la Educación”, expresó.
Francisco Juan Ramírez, 70, padre de la menor, asegura que debido a las condiciones de pobreza en las que viven no cuentan con los fondos para comprar los útiles escolares.
“La educación de los niños no es gratuita; al contrario, representa un gasto para los padres, por eso muchos se quedan sin ir a la escuela”, añadió María Mateo, madre de la menor.
Valentina Rodas apoya en los oficios domésticos, pues no está inscrita en la escuela.(Foto Prensa Libre: Whitmer Barrera)
En la aldea Colima Dos, San Pablo, San Marcos, viven los hermanos Rodas Chilel, cuatro de los 12 mil 996 menores del departamento que por falta de recursos abandonaron sus estudios.
“Me gustaría ir a la escuela, pero mis papás no tienen dinero para comprar útiles, uniforme y hacer las tareas”, expresó Valentina, 17, quien no sabe leer ni escribir.
A los hermanos se suma Pedro Morales, 9, cuyo sueño es ser maestro para apoyar a los niños pobres de la aldea La Puerta Chinique, Quiché, de donde es originario.
La madre del menor, Juana Morales, comentó que su esposo trabaja de jornalero en una finca de la Costa Sur y gana muy poco.
Ecuador / 15 de marzo de 2017 / Fuente: http://prensa.quito.gob.ec
Con la participación de docentes y personal administrativo del Colegio Municipal Fernández Madrid se desarrolló el taller para Promotores en Educación Ambiental, el mismo que estuvo a cargo de la Unidad de Educación del Ministerio del Ambiente.
Con esta actividad se busca sensibilizar y generar conocimientos, habilidades y cambios de actitud encaminados a la protección de la naturaleza y el desarrollo sustentable, aquel que busca asegurar el acceso y provisión de recursos para las actuales y futuras generaciones.
Durante tres días se reflexionó sobre la situación del planeta y la forma cómo se están utilizando los recursos, tanto sus usos como los abusos. También se hizo una evaluación del trabajo desarrollado, hasta el momento, dentro de la institución y el papel desempeñado por cada uno de los miembros de la comunidad educativa: estudiantes, docentes, personal administrativo, autoridades, padres de familia, comunidad, etc.
Proceso de evaluación que llevó a los participantes del taller a establecer un plan de trabajo, con acciones concretas, en cuanto al cuidado del ambiente y sus recursos, enfocados en el consumo de agua, energía eléctrica, combustibles, papel, madera, metal, disposiciones de desechos y compras responsables.
Una vez elaborado el plan será replicado a todos los docentes de la institución para que ellos puedan trabajar con los alumnos en clase. La idea es que toda la comunidad educativa se involucre y adquiera buenas prácticas ambientales.
Lucas Nicolalde, rector (e) del Fernández Madrid, manifestó su agradecimiento a los capacitadores del Ministerio del Ambiente y la disposición de la institución educativa para trabajar en favor del cuidado del ambiente y sus recursos naturales.
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