Saltar al contenido principal
Page 620 of 6179
1 618 619 620 621 622 6.179

Guinea Ecuatorial: Internet lento y costoso dificulta la migración al aprendizaje en línea

El sistema de educación superior en Guinea Ecuatorial ha estado tratando de trasladar los estudios en línea debido a COVID-19, pero los estudiantes todavía luchan por obtener computadoras e Internet asequible y rápido.

Es difícil ignorar el contexto socioeconómico de Guinea Ecuatorial, el único país de habla hispana independiente de África, al evaluar su educación superior.

Tiene la brecha más grande del mundo entre su puntaje de desarrollo humano de las Naciones Unidas (0.592 en 2019) y la riqueza per cápita (US $ 6.280 en 2019), inflada por sus reservas de minerales y petróleo.

También es el noveno territorio menos libre , según la organización prodemocrática Freedom House.

Teodoro Obiang Nguema, el presidente más antiguo del mundo, en el poder durante 42 años, tiene un patrimonio neto de 600 millones de dólares, según la revista Forbes .

Sin embargo, en la actualidad, la economía de esta nación centroafricana de 1,35 millones de habitantes, parte insular y parte continental continental, está luchando debido a la pandemia y la caída de los precios del petróleo crudo. El PIB cayó un 6,1% en 2020, año con año, según el Banco Africano de Desarrollo.

Conectarse en línea

En este difícil panorama, el pasado mes de octubre (2020) el gobierno firmó un acuerdo con la plataforma de formación virtual Coursera para dar acceso gratuito a los ecuatoguineanos a unos 3.800 cursos desarrollados por prestigiosas empresas y universidades de todo el mundo.

El contenido es a su propio ritmo, accesible en una variedad de idiomas y se puede descargar para aprender sin conexión.

Los cursos más populares entre los ecuatoguineanos están relacionados con negocios, TI e inglés, dijo el equipo de comunicaciones de Coursera a University World News.

El acceso adicional ampliará la educación superior en línea que ya ofrece la Universidad Nacional de Educación a Distancia ( Universidad Nacional de Educación a Distancia – UNED), que es la universidad abierta más grande de Europa, con más de 200.000 estudiantes.

Ha tenido que ajustar sus métodos de entrenamiento como resultado del COVID-19. La UNED, como primera universidad de esta antigua colonia española (independiente desde 1968), en funcionamiento desde 1981, cuenta hoy con unas 300 matrículas en Guinea Ecuatorial, en su mayoría de estudiantes a tiempo parcial que también trabajan, Juan Manuel Lacruz López, vicerrector de estudios de pregrado y posgrado, dijo a University World News .

Aunque su sistema de educación a distancia se puede impartir en línea o fuera de línea, los exámenes de Guinea Ecuatorial de la UNED normalmente se han realizado en persona, pero con COVID-19, la universidad tuvo que desarrollar exámenes en línea.

Los exámenes virtuales se realizaron durante la pandemia en la capital, Malabo, en la isla de Bioko, con la ayuda del Centro Cultural de España.

Pero los estudiantes de la UNED en la ciudad más grande del país, Bata, en la región continental de Río Muni, solo pudieron ser examinados en persona tres meses después de lo habitual (los exámenes originales en junio se realizaron en septiembre; los exámenes de septiembre en noviembre, etc.) , por problemas con la red wifi de la UNED allí.

La universidad pública española tiene un proyecto ‘para digitalizar’ algunos centros, como en Malabo y Bata, subrayó Lacruz López, pero es un trabajo en curso.

En otro cambio diseñado para impulsar el acceso a la educación superior en Guinea Ecuatorial, a partir del próximo curso académico (2021-22), los estudiantes no europeos de la UNED, incluso en Guinea Ecuatorial, pagarán tasas de matrícula más bajas similares a las que pagan los estudiantes españoles, como como EUR13 / Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos (ECTS). (Se refiere a un sistema por el cual los estudiantes deben completar una determinada cantidad de créditos de curso durante un año académico o crédito).

Esto es gracias a un nuevo convenio de financiación con el gobierno español porque, hasta ahora, las tasas de la UNED en el país africano eran elevadas. a EUR57,55 (US $ 68 / crédito) y existía el riesgo de que la UNED “se estuviera convirtiendo en una universidad de élite” en la nación africana, dijo, aunque, hasta 2012, los estudios de la UNED eran gratuitos para los estudiantes de Guinea Ecuatorial.

Campaña de sensibilización

En cuanto a las instituciones físicas, la primera universidad pública, la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE), se inauguró en 1995 y hoy enseña a unos 8.000 estudiantes, incluidos algunos reclutados en otros países de la región. Es el proveedor de educación superior abrumadoramente dominante en el país.

Según Fernando García, profesor de nuevas tecnologías aplicadas a la educación, los estándares aún se están mejorando, y se están contratando más profesores a tiempo completo, pero todavía hay un número significativo de trabajadores a tiempo parcial. No hay un instituto de investigación, pero la universidad está trabajando con el gobierno para establecer uno, dijo García.

Es el responsable de la explotación de un ‘Campus Virtual’ en la UNGE, inaugurado el pasado mes de octubre (2020), aunque antes funcionaba parcialmente. Funciona con Moodle, un sistema de aprendizaje electrónico que se puede utilizar sin conexión en teléfonos móviles.

Desde su perspectiva, el nuevo campus “ha tenido un impacto positivo a lo largo de este encierro”, “estudiantes y profesores se lo están tomando en serio” y “está resolviendo muchos problemas de distancia”. Tiene más de 2.000 usuarios y el número crece día a día, con casi todos los profesores ya registrados.

Admitió “algunas dificultades” para resolver porque es un sistema nuevo, que requirió tiempo y entrenamiento.

Con “una campaña de sensibilización”, espera que en 2022 todos los estudiantes y profesores de la UNGE utilicen sus servicios en línea, aunque “hay profesores reticentes”, sobre todo aquellos con más experiencia.

García dijo que, durante el encierro, muchos maestros también intentaron encontrar sus propias soluciones, como clases a través de Google Classroom, Zoom y, a veces, incluso se comunicaron con sus alumnos por correo electrónico y WhatsApp.

Destacó que la UNGE ofrece una “buena conexión [a internet]”, y la UNGE tiene “cinco laboratorios de computación” cada uno con “40 o 50 computadoras”.
“Tenemos que admitir que somos un país africano… Tenemos algunas necesidades. Por ejemplo, laboratorios de computación. Por lo tanto, hacemos un llamado a los que tienen buen corazón para que nos echen una mano ”, dijo.

Internet lento y caro

Dicho esto, un conferencista de la UNGE que trabajaba en Bata, que deseaba permanecer en el anonimato, dijo a University World News que “Internet es muy lento y muy caro” en el país y que muchos miembros del personal aún no han recibido capacitación sobre cómo usar el Campus Virtual.

Según la empresa de telecomunicaciones británica Cable, Guinea Ecuatorial tiene una de las peores velocidades de conexión a Internet del mundo.

En 2019, una lista hecha por Ecobank (citada en el Straits Times de Singapur ) sugirió que Guinea Ecuatorial tenía el Internet más caro del mundo después de Zimbabwe, aunque el gobierno ha reducido sus costos desde entonces.

Pese a ello, el profesor argumentó que “es impensable enseñar online hasta ahora, por la falta de recursos, como internet. Muchos estudiantes y profesores no tienen computadoras ni teléfonos inteligentes ”.

Dijo que cada maestro había intentado encontrar estrategias alternativas para mantener los estudios en movimiento durante la pandemia, como los grupos de WhatsApp.

El experto en Guinea Ecuatorial dijo que el acceso a Internet está mejorando, pero funciona peor en el área continental del país, especialmente en el interior.

Sin embargo, un problema más importante son las restricciones a la libertad de expresión, ya que el país se encuentra bajo una dictadura de facto .

Hay escasez de librerías, por ejemplo, afirmó. “El gobierno controla absolutamente todo”, y ve a los estudiantes como sus “sujetos educados”, cuando educación debería significar “apertura”.

Además, muchos estudiantes tienen que lidiar con una pobreza grave, con muchos hogares sin agua corriente, y mucho menos conexión a Internet, dijo el experto.

Otro experto en educación superior en Guinea Ecuatorial, que también pidió permanecer en el anonimato, afirmó tener datos que muestran que solo el 18,5% de los 878 profesores de la UNGE tienen actualmente una maestría o un doctorado.

Sin embargo, la jefa del departamento de relaciones exteriores de la Asociación de Estudiantes de Guinea Ecuatorial (ASESGE) con sede en España, Leonora Asumu, argumentó que, a pesar de tales desafíos, la calidad de la educación en su país era decente, incluso si el «ritmo es un poco más intenso ”en España.

En cuanto a la educación superior en Guinea Ecuatorial, dijo, “el contenido es bueno y el trabajo de los profesores también es de agradecer”, pero hay “dificultades”, como laboratorios de medicina parcialmente equipados.

Sin embargo, sí estuvo de acuerdo en que el acceso a Internet “es un problema para muchos porque el costo es alto”, representando, en algunos casos, “más de la mitad de un salario [mensual]”.

Elogió a las universidades y centros culturales que ofrecen Wi-Fi gratis en sus ubicaciones, lo que ha sido esencial durante los bloqueos cuando se cancelaron las clases en vivo, y los profesores intentaron comunicarse con los estudiantes por correo electrónico o WhatsApp.

Nuevas iniciativas

Asumu aplaudió el lanzamiento de una nueva Universidad Afroamericana de África Central , pública y “bien equipada” (AAUCA Universidad Afro-Americana de África Central ), ubicada en la Ciudad de la Paz, en el área continental oriental, que se está construyendo como nueva capital.

AAUCA comenzó a ofrecer clases en febrero de 2020, con la ayuda de la gestión de la UNESCO, para elevar la calidad educativa en el país. Aunque hay algunas becas, la matrícula anual es de 1 millón de francos CFA (US $ 1.809), mucho más que los 10.000 CFA (18 $) que pagan los estudiantes de la UNGE.

En opinión del profesor Fernando García, la educación superior en Guinea Ecuatorial está cambiando para mejor, “hacia la internacionalización” y la integración siguiendo el sistema de licenciatura internacional a maestría a doctorado o LMD (licencia-maestría-doctorado).

Quiere ver más inversión gubernamental en doctorados para los mejores estudiantes, para que luego puedan convertirse en profesores de tiempo completo en la UNGE.

El conferencista de Bata, sin embargo, enfatizó que habría obstáculos importantes que superar para lograr tal progreso, como la falta de planes de capacitación para operar maestrías y doctorados, cortes continuos de agua, falta de acceso a imprentas y corrupción dentro del orden de mantenimiento y servicios de infraestructura.

Los bajos salarios de los profesores, que los obligaban a buscar otras fuentes de ingresos, seguían siendo un problema, junto con la formación a mitad de carrera. Las condiciones laborales pueden ser débiles: mientras que “se deduce un impuesto de solidaridad” de los salarios para ayudar a los maestros en situaciones difíciles, existen preocupaciones y confusión sobre el acceso a este dinero.

Además, las mujeres que dan a luz deben encontrar dinero para pagar a sus maestros suplentes, dijo. Muchos estudiantes no logran ingresar a los cursos debido a la mala educación secundaria, afirmó y «los estudiantes no tienen la oportunidad de protestar, ya que se concibe como un acto de rebelión».

A pesar de esto, Guinea Ecuatorial está progresando claramente en la educación básica, con una alta tasa de alfabetización de adultos (94% en 2010), según el Banco Mundial.

El gobierno y la empresa petrolera estadounidense Hess Corporation también han financiado un Programa de Desarrollo Educativo de Guinea Ecuatorial para formar a profesores no universitarios y mejorar el sistema educativo. La iniciativa se desarrolló desde 2006 hasta 2019.

Sin duda, una mayor inversión sería bienvenida. Las plazas en las universidades son insuficientes, dijo el experto en educación superior de Guinea Ecuatorial, y las familias adineradas envían a sus hijos a estudiar al extranjero.

Si bien ha habido proyectos de universidades públicas españolas a favor del régimen, afirmó, algunas iniciativas de cooperación internacional son legítimas.

Un proyecto bienvenido es el de la Universidad Complutense de Madrid, una de las universidades más antiguas del mundo, que el año pasado eligió al único país de África con mayoría hispanohablante como primera etapa de su proyecto ‘Escuela Africana Complutense’, diseñado para impulsar los intercambios científicos y ofrecer formación, como la mejora pedagógica de los profesores universitarios.

El gobierno de Guinea Ecuatorial no respondió a ninguna pregunta de University World News durante la investigación para este artículo.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20210720142755488

Comparte este contenido:

Entrevista a Elisabeth Bik: “Como con el #MeToo, las redes sociales están ayudando a exponer casos de fraude científico”

Entrevista a Elisabeth Bik, consultora independiente y experta en integridad científica.

En el último año, Bik se ha visto envuelta en uno de los mayores escándalos de la pandemia: el relacionado con la hidroxicloroquina, el medicamento que Donald Trump ensalzó como una solución para la covid. Hoy, aunque este fármaco ha sido descartado por los ensayos clínicos, la historia aún no ha terminado.

La hidroxicloroquina es un fármaco contra la malaria del que la mayoría de gente no había escuchado hablar antes de que llegara el SARS-CoV-2. Hoy es sinónimo de culebrón pandémico. Todo empezó con un polémico estudio publicado en marzo de 2020, primero en forma de prepublicación y luego en una revista en la que el propio autor era editor jefe. El proceso de revisión llevó menos de 24 horas. Su conclusión: que el medicamento curaba la covid-19.

Pocos días después Donald Trump tuiteó el estudio y empezó a cantar las alabanzas del fármaco. Esto convirtió a la hidroxicloroquina —como otros tantos temas relacionados con la covid-19— en un asunto político con bandos extremos e irreconciliables. Su principal defensor, el investigador y coautor de la prepublicación que lo inició todo, Didier Raoult, se convirtió en una estrella científica en Francia y Estados Unidos.

Para complicar todavía más esta telenovela, un estudio publicado en The Lancet en mayo hizo pausar los ensayos clínicos con este fármaco al concluir que su uso se asociaba con una mayor mortalidad hospitalaria. Pero días después el trabajo era retractado al convertirse en el mayor escándalo científico de la pandemia. Nada de esto quería decir que la hidroxicloroquina sí funcionara: numerosos ensayos han descartado desde entonces su eficacia, el más importante de ellos el Recovery llevado a cabo en Reino Unido.

La mayoría de científicos son muy listos y hay muchas formas de cometer fraude que no serían detectables solo mirando el paper. Creo que el porcentaje real de mala conducta científica es mayor del que encontramos

La consultora independiente Elisabeth Bik (Países Bajos, 1966), experta en perseguir fraudes científicos, ha formado parte de esta historia desde el comienzo. Como muchos otros, sospechó inmediatamente del estudio de Raoult y comenzó a indagar. Hoy es insultada en redes sociales por parte de los seguidores del científico francés y del fármaco, que atacan hasta su aspecto físico. Han llegado a publicar su domicilio en internet. SINC ha hablado con ella sobre su trabajo.

Usted es microbióloga de formación, ¿por qué empezó a perseguir el fraude científico?

En 2013 encontré por accidente unas duplicaciones mientras hojeaba una tesis doctoral plagiada. Habían rotado una imagen para reutilizarla. Decidí ver si podía encontrar estos fallos en otros papers, porque pensé que igual tenía un talento que no conocía. Esa noche empecé a escanear un par de artículos de PLOS ONE y hallé más ejemplos. A veces nuestras vidas cambian por una coincidencia: si no hubiera encontrado nada ese día no me habría dedicado a esto. En 2014 cambié de carrera para dedicarme a buscar imágenes duplicadas.

¿Es el fraude en ciencia más común de lo que creemos?

Sí, yo solo encuentro la punta del iceberg. Puedo ver si alguien usa el mismo Western blot [una una técnica analítica] para representar dos experimentos distintos en el mismo estudio, pero no si lo usa otra persona en otro paper. Eso sería imposible, no puedo recordarlos todos. Solo detecto las duplicaciones que son muy obvias y, además, no puedo ver fraude en las tablas: si alguien se inventa los números y son realistas, no lo notaría.

La mayoría de científicos son muy listos y hay muchas formas de cometer fraude que no serían detectables solo mirando el paper. Por eso creo que el porcentaje real de mala conducta científica es mayor del 4 % que encontramos entre 20.000 trabajos que analizamos en un estudio. La mayoría de investigadores son honestos, pero no son inmunes y probablemente hay entre un 5 y un 10 % de fraude.

Probablemente el fraude siempre ha estado ahí, pero ahora hay más presión para publicar y esto incentiva estos comportamientos. Si Van Leeuwenhoek [en el siglo XVII] hubiera tenido que publicar un paper cada semana, habría investigado de forma muy diferente

Pero, ¿es más común hoy o solo lo buscamos más?

Probablemente siempre ha estado ahí, pero ahora hay más presión sobre los científicos para publicar y eso aumenta las expectativas e incentiva estos comportamientos. Si Anton van Leeuwenhoek [precursor de la microbiología en el siglo XVII] hubiera tenido que publicar un paper cada semana, habría investigado de forma muy diferente. La ciencia es un proceso muy lento y, si aprietas para publicar un número de estudios al año, algunas personas recurrirán al fraude.

¿Cómo empezó su relación con la hidroxicloroquina?

En marzo de 2020 Trump tuiteó un paper científico por primera y última vez. Me pareció notable, así que le pegué un vistazo. Me di cuenta de que había varios errores de diseño: la metodología no parecía correcta y los grupos eran diferentes. Quienes habían recibido hidroxicloroquina eran más jóvenes y habían sido tratados en otro hospital, por lo que no estaba claro si estaban tan enfermos como los que no habían recibido el fármaco. Tampoco si los grupos se habían aleatorizado: si eliges a gente más sana para recibir el tratamiento eso aumenta sus posibilidades de supervivencia.

El estudio era pequeño pero, además, faltaban pacientes.

Habían dejado fuera del estudio a seis pacientes que habían recibido hidroxicloroquina: tres empeoraron tanto que acabaron en la UCI, uno murió, otro tuvo efectos secundarios por la medicación y tuvo que dejarla; y el último abandonó el hospital, no sé por qué. Eso quería decir que al menos a cinco personas no les había ido bien con el tratamiento. ¡No puedes sacarlos del estudio solo porque los resultados no son los que quieres! Eso es cherry-picking. Era un estudio muy pequeño y si hubiera incluido a esa gente los resultados habrían sido mucho menos favorables para la hidroxicloroquina.

Los tuits de Trump marcaron la diferencia. Muchos empezaron a usar la hidroxicloroquina como medida preventiva porque Trump dijo que estaba usándola

Había todo tipo de problemas con este paper, grandes y pequeños. Las fechas de aprobación de la revisión ética eran posteriores al comienzo del estudio. También decía que no se habían incluido niños, pero había dos o tres personas de doce años. Escribí un comentario con todo esto en PubPeer y me dijeron que había otros artículos problemáticos escritos por el mismo autor, Didier Raoult.

¿Sabía entonces que Raoult era un investigador controvertido?

Lo conocía y sabía que es un autor muy prolífico, porque fui microbióloga antes. Me pareció que valía la pena investigar sus estudios. Empecé a mirar algunos de los 3.500 que ha publicado. Encontré varios ejemplos de erratas que probablemente eran honestas, pero también casos en los que parecía que había habido manipulación fotográfica.

También encontré problemas con aprobaciones éticas. Pregunté sobre estos y otros problemas que  localicé, y otras personas añadieron los suyos en PubPeer.

Hoy la hidroxicloroquina todavía es defendida en algunos círculos. ¿Cómo puede haber llegado tan lejos un estudio tan pequeño y problemático?

Los tuits de Trump marcaron la diferencia. Tiene una enorme influencia y la mayoría de gente no sabe leer ciencia de forma crítica, por lo que sigue a su líder. Muchos empezaron a usar la hidroxicloroquina como medida preventiva porque Trump dijo que estaba usándola, aunque el estudio decía que se usaba para mejorar pacientes, no para evitar infecciones. Eso fue extraño y causó problemas porque hay personas que sí deben tomarla y se quedaron sin el fármaco porque había mucha gente sana comprándolo. También hay muchísima desinformación en redes sociales y en algunos medios poco fiables, tanto en Estados Unidos como en Francia. Es increíble lo rápido que se extienden estas cosas.

Irónicamente, la hidroxicloroquina también ha estado implicada en otros estudios fraudulentos que aseguraban lo contrario, como el publicado y retractado por The Lancet.

La gente tiende a creer lo que quiere creer y no aquello que no encaja en su narrativa. Sin embargo, hay muchos estudios que prueban que la hidroxicloroquina no tiene efecto alguno

Desde entonces, muchos estudios han mostrado que no funciona y un par que sí, incluyendo los del laboratorio de Raoult. Tiendo a no tomar muy en serio esos artículos hasta que han sido revisados porque podrían estar llenos de errores, aunque la revisión por pares no sea garantía como vimos con el paper de The Lancet. Todo esto es muy complicado para la audiencia general: la gente tiende a creer lo que quiere creer y no aquello que no encaja en su narrativa. Sin embargo, hay muchos estudios que prueban que la hidroxicloroquina no tiene efecto alguno.

Se han realizado más ensayos con la hidroxicloroquina que con ningún otro fármaco. ¿Se ha perdido tiempo y recursos por culpa de este culebrón?

Todos estábamos dispuestos a creer que era la revolución. Yo era algo escéptica sobre el pequeño estudio de Raoult, pero parecía que merecía ser investigado. Aunque hagas un estudio con cuarenta personas con errores, si parece prometedor vale la pena continuar si estás en una situación como la de marzo de 2020, con gente muriendo en hospitales llenos, sin idea de cómo tratarla. Fueron tiempos de grandes incertidumbres y pánico y había que investigar cualquier pista.

¿La han demandado?

Todavía no. Han cumplimentado una queja al fiscal de Francia, que tiene que decidir si es válida y si hay evidencias. Esto puede llevar meses. Sé todo esto por periodistas que me lo han confirmado, porque todavía no se me ha informado oficialmente. [Según informó Cathleen O’Grady en Science, habrían presentado una denuncia contra Bik ante la fiscalía francesa].

Captura de pantalla preprint de la hidroxicloroquina
Captura de pantalla de la controvertida prepublicación sobre la hidroxicloroquina de Didier Raoult. En verde, comentarios en la plataforma PubPeer sobre el estudio.

 

¿Es la primera vez que le pasa algo así?

He recibido otra queja. Es un maestro qigong de China que asegura que puede irradiar células cancerígenas con energía y matarlas a siete kilómetros de distancia. No es muy científico, si yo tuviera esos poderes los usaría desde el aparcamiento de los hospitales. Planteé algunas cuestiones y no voy a retirarlas, así que veremos cómo acaba eso. Es inquietante, estresante y da miedo, pero de momento no me están denunciando.

Últimamente ha sufrido mucho acoso en redes sociales, donde la insultan incluso a nivel personal. ¿Cree que la han atacado más por ser mujer?

Solo puedo especular, pero creo que a algunos hombres poderosos no les gusta ser criticados por mujeres.

¿Se ha sentido sola al no tener una universidad o empresa detrás que la respalde?

Me sentí muy sola desde septiembre, cuando empezó el acoso por Twitter, hasta que peticiones independientes comenzaron a apoyarme. Ha marcado la diferencia saber que hay otras personas que están de acuerdo conmigo y mi trabajo y que han firmado porque creen que lo que hago debería discutirse entre científicos.

Acaban de informarme de que un paper que reporté en octubre de 2015 ha sido retractado ahora. Ha llevado cinco años y yo lo vi en cinco minutos. ¿Por qué tiene que tardar tanto tiempo? Es frustrante

¿Hacemos suficiente para investigar y perseguir el fraude científico?

No. Yo intento mejorar la ciencia y su integridad y me frustra la falta de respuesta. Cuando encuentro algo que puede ser fraude alerto a la revista o a la institución y ellos deciden, pero muchos ignoran esos correos o responden tarde. Acaban de informarme de que un paper que reporté en octubre de 2015 acaba de ser retractado. Ha llevado cinco años y yo lo vi en cinco minutos. ¿Por qué tiene que tardar tanto tiempo? Es frustrante.

¿Debería haber más organismos que vigilaran estos comportamientos?

Por un lado, estoy de acuerdo, pero yo puedo hablar porque soy independiente. No debo preocuparme por arruinar mi reputación. Si trabajara como científica y llamara la atención a una revista de alto impacto, arruinaría mis posibilidades de publicar ahí. Como no tengo que dar cuentas a nadie, ser amigable ni perdonar a mis compañeros, puedo decir mucho. Los académicos están conectados en su campo, se conocen todos, quedan en los congresos, trabajan juntos. Cuando alguien es acusado de mala conducta, pero es colega del editor jefe y del decano de la universidad, es muy difícil hacer algo. Por eso no sé si organizaciones grandes lo harían mejor, tal vez haya que dar un paso atrás.

De hecho, ya hay organismos que lo podrían hacer mejor, como la Oficina de Integridad de la Investigación de Estados Unidos. El año pasado solo reportaron un caso, cuando yo les envío unos veinte al año y nunca me contestan. Sospecho que recibirán cientos de otras personas, pero solo investigan uno. Creo que podrían hacer mucho más y castigar a la gente que de verdad comete fraude.

¿Favorecen las jerarquías científicas estos comportamientos?

He escuchado demasiadas historias en las que científicos jóvenes y ambiciosos, pero también honestos, ven cosas que están mal. Si dicen algo, como las jerarquías son tan fuertes en ciencia, son ellos los que tienen que abandonar la academia mientras que los más mayores, que cometen el fraude o empujan a otros para que lo hagan, permanecen. Por desgracia lo vemos también en otras profesiones.

La mejor respuesta [ante las malas conductas] sería que las sociedades científicas retiraran premios o membresías. Pertenecer a una sociedad es un gran logro y ser expulsado hace mucho daño

¿Han ayudado plataformas como PubPeer y las redes sociales a combatir estos comportamientos?

Sí, porque permiten a la gente compartir preocupaciones de forma anónima. Hay similitudes con el movimiento #MeToo en el que las redes sociales están empezando a marcar la diferencia a la hora de exponer estas historias y, esperemos, cambiar las cosas. Su influencia es positiva porque estamos perdiendo a mucha gente buena y con talento porque no pueden combatir al sistema.

¿Ignoran medios y gobiernos estas historias?

De nuevo trazo pararelismos con el movimiento #MeToo, en el que alguien poderoso y respetado que ha hecho mucho bien en su comunidad de repente es un acosador sexual. ¿Qué haces cuando alguien a quien admirabas resulta que no es tan admirable? No podemos ignorar lo que ha hecho, pero psicológicamente es difícil tenerlo en cuenta. En ciencia pasa algo similar con gente que trae mucho dinero o ha hecho grandes descubrimientos y se descubre que ha acosado o cometido fraudes.

¿Cómo lidiar con todo eso?

La mejor respuesta sería que las sociedades científicas les retiraran premios o dijeran que ya no pueden ser miembros. Hay un caso reciente de un astrónomo que ha sido expulsado de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos por acoso sexual. Ser miembro es un gran logro y ser expulsado hace mucho daño. Es bueno que estas organizaciones decidan que, pese a tus contribuciones pasadas, algo así es suficiente para retirarte la membresía.

¿Qué es lo peor que ha visto en su carrera?

He visto 4.000 casos y al menos un centenar fueron muy memorables porque el Photoshop era muy obvio. Por ejemplo, ver una célula clonada diez veces. Ves la foto y piensas: «¿Cómo puede ser que nadie se diera cuenta durante la revisión? ¡Es tan evidente!». Y aun así los reportamos y ahí siguen. No sé si lo peor que he visto es un paper con Photoshop o la falta de respuesta de las revistas. Hay un estudio en Science que me enfada mucho porque es muy obvio y ni lo retractan ni me contestan.

En la pandemia los científicos lo hicieron lo mejor que pudieron. Sí, ha habido papers flojos, pero es lo esperable en una situación de pánico en la que todos esperan una respuesta

Los investigadores ‘pillados’ suelen decir que la imagen ha sido modificada por cuestiones prácticas, pero que los datos y la ciencia que hay detrás son correctos.

[Ríe] Es cierto. Me desconcierta cuántos autores dicen eso. «Sí, usamos Photoshop o reusamos cinco imágenes, pero las conclusiones no se ven afectadas». Cada imagen de un paper son datos representados. Son la prueba de que hiciste algo que describes en el texto, de que el experimento salió como dices. Si enredas con las imágenes los resultados sí se ven afectados.

¿Cree que la ciencia realizada durante la pandemia ha sido peor?

En la pandemia los científicos lo hicieron lo mejor que pudieron. Sí, ha habido papers flojos y apresurados, pero es lo esperable en una situación de pánico en la que todos esperan una respuesta y puede que no tomes las mejores decisiones. La buena ciencia necesita hacerse despacio y no era un buen momento. Sin embargo, no diría que ha sido lo peor que ha pasado, porque he visto estudios realmente malos que no tenían nada que ver con la pandemia.

Fuente: https://rebelion.org/como-con-el-metoo-las-redes-sociales-estan-ayudando-a-exponer-casos-de-fraude-cientifico/

Comparte este contenido:

Uruguay: Ministerio de Educación exigirá carnet de vacunación a maestros en clases presenciales y semipresenciales

Adrián Quelca señaló que la vacunación es “una obligación moral y social” de los maestros.

Más de la mitad de las unidades educativas del país aplica las modalidades presencial y semipresencial, que implica un contacto entre maestros y estudiantes, según informó el Ministerio de Educación pese a las recomendaciones sanitarias de evitar clases en aulas por la pandemia.

Para reducir el riesgo de contagios en estos establecimientos educativos, el ministro de Educación, Adrián Quelca, anunció que se exigirá el certificado de vacunación a los maestros.

“Vamos a hacer el control en las unidades educativas, donde las clases son presenciales y semipresenciales. Vamos a controlar el certificado de vacuna correspondiente”, señaló la autoridad educativa en una entrevista con Unitel.

Recordó que el 24 de mayo, el Gobierno abrió la campaña de vacunación masiva a los maestros, por lo que es “una obligación moral y social” de los educadores recibir los inmunizantes contra el coronavirus.

“Es una obligación moral, una obligación social que el maestro y el trabajador administrativo esté vacunado”, insistió Quelca, al indicar que la vacuna “es gratuita y puede salvar la vida”.

Fuente: https://correodelsur.com/sociedad/20210720_ministerio-de-educacion-exigira-carnet-de-vacunacion-a-maestros-en-clases-presenciales-y-semipresenciales.html

Comparte este contenido:

Venezuela: Docentes protestaron frente al Ministerio de Educación para rechazar aumento salarial impuesto por el Gobierno

Gricelda Sánchez, del Sindicato Venezolano de Maestros, afirmó que los docentes no regresarán a clases en octubre con el nuevo acuerdo salarial impuesto por la administración de Maduro.

Profesores y representantes del gremio docente se concentraron este miércoles en las afueras del Ministerio de Educación para rechazar el nuevo acuerdo salarial avalado por una mesa técnica en la que no participaron ni la Federación Venezolana de Maestros (FVM) ni ninguna de sus filiales.

El gobierno de Maduro, luego de años de protestas docentes exigiendo mejores condiciones, lanzó un nuevo acuerdo salarial que suponía aumentos de hasta 120 %. Con este sueldo impuesto, el docente más experimentado ganaría unos 46 millones de bolívares, que  no representan ni siquiera 15 dólares, tomando como referencia la tasa oficial del Banco Central de Venezuela.

Foto: Gleybert Asencio

Higinia Alvarado, miembro del Sindicato Venezolano de Maestros —ente adscrito a la FVM—, fue una de las asistentes a la concentración en el Ministerio de Educación en Caracas y explicó a Crónica.Uno que los docentes  protestan por un mejor salario desde 2018 y hasta ahora no lo han conseguido.

Tenemos años recibiendo salarios de hambre, y ahora aprueban un nuevo aumento sin aprobación de todo el gremio. Por eso estamos aquí, para rechazar esa cláusula”, enfatizó Alvarado a las puertas del Ministerio de Educación.

Gricelda Sánchez, secretaria de reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros, en rueda de prensa rechazó en nombre del gremio docente este nuevo acuerdo, en el cual solo participaron nueve federaciones afectas al partido de Nicolás Maduro.

Foto: Gleybert Asencio

Tanto Alvarado como Sánchez hicieron énfasis en que las condiciones salariales y laborales han empujado a muchos docentes a conseguir otros trabajos fuera de la educación para poder mantenerse.

En esta misma línea, Alvarado agregó que bajo las condiciones actuales es imposible hablar de un regreso a clases en octubre. Comentó que apenas 20 % del personal docente ha sido vacunado, y también destacó los graves problemas de infraestructura que tienen algunas instituciones.

Hay colegios en Caracas que no tienen agua hace meses, tenemos más de un año en pandemia y más nunca se les hizo mantenimiento a las escuelas, y, además, tenemos estos sueldos que no alcanzan ni para comprar medio cartón de huevos”, sentenció.

El 1° de julio Nicolás Maduro anunció en un acto político una propuesta de reanudar las clases presenciales para el año escolar 2021-2022 en todos los niveles educativos a partir de octubre, todo sujeto al cumplimiento de las medidas de bioseguridad.

Foto: Gleybert Asencio

No obstante, tanto la FVM como miembros de la organización Fe y Alegría ven con preocupación que se ejecute esta propuesta por todas las carencias que enfrenta el sistema educativo. Además, aseguran que con este aumento que impusieron será difícil que los docentes estén dispuestos a volver a las aulas.

La hermana María Isabel Quiroz, encargada del colegio María Inmaculada del programa Fe y Alegría en el barrio Unión de Petare, explicó a Crónica.Uno que han tenido que dialogar con la comunidad para poder ayudar a los maestros más allá del sueldo que estos perciben como docentes de la institución.

Hay maestros pasando hambre que me llaman y me dicen que ya no tienen cómo llegar al final de mes. Por eso hemos tenido que hablar con los miembros de la comunidad para que colaboren con lo que puedan y así poder apoyar un poco más a los maestros”, comentó.

Durante la protesta a las puertas del Ministerio de Educación, los manifestantes no recibieron respuesta alguna y, sin embargo, esperan llegar a un nuevo acuerdo que sea verdaderamente representativo para los docentes y acorde con la realidad económica del país.

Para ellos, esto es fundamental si se pretende volver a clases en octubre. Sin embargo, siguen esperando que las autoridades cumplan.

Fuente: https://cronica.uno/docentes-protestaron-frente-al-ministerio-de-educacion-para-rechazar-aumento-salarial-impuesto-por-el-gobierno/

Comparte este contenido:

Más docentes se suman a huelga de hambre en Ecuador

La UNE informó que 56 docentes respaldan la huelga. En las últimas horas se sumaron maestros de otras tres ciudades.

Docentes de Ecuador pertenecientes en la Unión Nacional de Educadores (UNE) realizan este martes la novena jornada de una huelga de hambre que se amplió en las últimas horas al sumar la adhesión de maestros de las ciudades de Latacunga e Ibarra (centro), y Santo Domingo (oeste).

En un comunicado difundido a través de la red social Twitter, la UNE ratificó la continuidad de la huelga y adelantó que sería respaldada por docentes de estas tres urbes. En total, suman 56 los participantes en la huelga.

La acción de protesta comenzó en las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca y Portoviejo. Es apoyada por varias organizaciones estudiantiles y por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie).

Su propósito es que la Corte Constitucional (CC) ratifique la vigencia de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI).

De acuerdo con los movilizados, la ratificación de vigencia y la instrumentación de la LOEI introduciría mejoras en la educación pública y elevaría su calidad.

Durante una conferencia de prensa en Latacunga, la vicepresidenta de la UNE, Rosana Palacios, dijo que la huelga es indefinida y se levantará solo cuando el actual presidente, Guillermo Lasso (que asumió funciones desde el 24 de mayo pasado), ratifique la LOEI junto con la CC.

Por su parte, la presidenta de la UNE, Isabel Vargas Torres, declaró a una televisora local que la CC no puede abandonar a un sector tan grande como el de los educadores. Además, anunció el respaldo que dan a la huelga padres de familia y docentes de las provincias de Cotopaxi e Imbabura.

La LOEI fue aprobada por la anterior Asamblea Nacional ecuatoriana y sancionada favorablemente por el expresidente Lenín Moreno (2017-2021).

Según medios de prensa, la norma demanda el incremento de la remuneración de los maestros, así como la reincorporación de docentes que fueron desvinculados por el Gobierno de Moreno en medio de la emergencia sanitaria generada por la Covid-19.

También aborda problemas como el abuso sexual, la violencia, el acoso, modificaciones para el bachillerato y cuestiones pedagógicas de acuerdo con el contexto actual.

La LOEI debía empezar a regir a partir del presente mes, pero se encuentra suspendida mientras la CC revisa una demanda de inconstitucionalidad que presentó el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/docentes-respaldo-huelga-hambre-ecuador-reivindicaciones-20210720-0011.html

Comparte este contenido:

Covid en Brasil: el estudio que muestra cómo los pueblos gobernados por mujeres registraron un 43% menos de muertes

El liderazgo femenino ha recibido mucha atención durante esta pandemia, y con razón.

Desde el inicio, mandatarias como Jacinta Ardern (Nueva Zelanda), Tsai Ing-wen (Taiwán) y Sheikh Hasina (Bangladesh) fueron elogiadas por anticiparse al tomar medidas contra la covid-19 y frenar la propagación de la enfermedad.

Pero la relación entre el género y los resultados de políticas de salud era en su mayoría anecdótica, hasta ahora.

Un nuevo estudio llevado a cabo en Brasil apunta a que tener una mujer al mando puede salvar más vidas en una pandemia.

Los investigadores encontraron que los pueblos gobernados por mujeres en el país registraron un 43% menos muertes de covid-19 y 30% menos hospitalizaciones que los que estaban gobernados por hombres.

La explicación, dicen, están ligada a la adopción de medida no farmacológicas —como el uso obligatorio de mascarillas y la prohibición de reuniones multitudinarias— que las mujeres tendían más a implementar.

«Nuestros hallazgos ofrecen evidencia causal creíble de que las mujeres líderes tuvieron un mejor desempeño que los hombres en el manejo de un asunto de política global», escriben los investigadores.

«Nuestras conclusiones también destacan el papel que líderes locales pueden jugar en contrarrestar las malas políticas implementadas por líderes populistas a nivel nacional».

Salvando vidas

El complejo hospitalario Pedro DellAntonia donde se tratan a los pacientes de covid-19, 11 de marzo de 2021

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Los investigadores concentraron su análisis de 5.500 municipalidades brasileñas en 700 pueblos en los que se vio una apretada contienda entre un candidato hombre y una mujer en las elecciones de 2016.

Se consideraron pueblos en los que sólo hubo una vuelta electoral y por lo tanto tamaños poblacionales menores a 200.000.

Con la aplicación de estas reglas, los investigadores querían simular un experimento «aleatorio» lo mejor que se pudiera.

Terminaron con un grupo de pueblos medianos y pequeños en los que la probabilidades de tener un hombre o una mujer como líder eran iguales.

Basándose en estadísticas oficiales, observaron que los pueblos gobernados por mujeres registraron un 43,7% menos de muertes por covid-19 por cada 100.000 habitantes que aquellos cuyos gobiernos estaban encabezados por hombres.

Y vieron que hubo un 30% menos de hospitalizaciones.

Una mujer con una mascarilla

Esto coincide con las políticas implementadas por las mujeres dirigentes.

Según la investigación, las alcaldesas adoptaron intervenciones no médicas con mucha más frecuencia que sus homólogos.

Encontró así que las mujeres líderes tenían un 5,5% más de probabilidades de prohibir aglomeraciones, que eran un 8% más propensas a implementar el uso de mascarillas y un 14% más a insistir en pedir pruebas obligatorias para permitir la entrada en sus pueblos.

Los investigadores querían resaltar la importancia de esas opciones estimando cuántas vidas se hubieran salvado si la mitad de todos los pueblos brasileños tuvieran una mujer a la cabeza (en la actualidad, sólo un 13% están gobernados por mujeres).

El país hubiera registrado un 15% menos de muertes, aseguran.

O, puesto de otra manera, estiman que 75.000 brasileños de los 540.000 que murieron por covid-19 seguirían vivos.

«Queríamos mostrar la escala de relevancia de este fenómeno cuando se trata de aplicar políticas públicas», dijo a la BBC Alexsandros Cavgias, de la Universidad de Barcelona y uno de los coautores del estudio.

Contraste de decisiones

Un trabajador de la salud con equipo de protección personal toma la mano de un paciente en un hospital en Maricá, Brasil, abril 2021

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,Brasil ha registrado más de 540.000 muertes por covid-19, la segunda cifra más alta del mundo.

Pero ¿qué hizo que las mujeres tomaran, según este estudio, mejores decisiones que los hombres?

Los investigadores consideraron una gama de posibles factores, como la edad y el nivel educativo, pero no encontraron una correlación.

También descubrieron que los resultados no estaban relacionados a ninguna medida tomada antes de la pandemia que hubiera podido incidir, como el incremento del número de camas de hospital o la inversión en la salud pública.

Curiosamente, las líderes mujeres adoptaron medidas restrictivas aún en municipalidades donde el presidente Jair Bolsonaro recibió un mayor apoyo electoral.

Bolsonaro se ha opuesto vehementemente al uso de mascarillas y a cualquier tipo de restricción, yendo a extremos como él mismo ignorar las reglas de distanciamiento social.

«La verdad es que, cuando examinas los datos de afiliación partidista y política, las alcaldesas tendían a ser inclusive un poquito más conservadoras en comparación con sus pares hombres», indica el coautor del estudio Raphael Bruce, del Instituto Insper de Brasil.

Bolsonaro (centro) liderando un enorme grupo de seguidores en motocicleta en junio 2021 en Sao Paulo, Brasil, 12 de junio 2021

FUENTE DE LA IMAGEN,EPA

Pie de foto,Bolsonaro (centro) liderando un enorme grupo de seguidores sin mascarilla en motocicleta en junio 2021.

Gagete-Miranda, una investigadora de política pública de la Università degli Studi di Milano Bicocca en Italia, que no estuvo involucrada en este estudio, dice que las explicaciones podrían encontrarse en una característica frecuentemente asociada a las mujeres: una mayor aversión al riesgo.

«Ya existen investigaciones que muestran que las mujeres, en general, se adhieren más a las medidas no farmacológicas para combatir la covid-19, como el distanciamiento social y el uso de mascarillas», le explica a la BBC.

«Si las mujeres en general lo hacen, las alcaldesas también deben hacerlo, y estas últimas tienen el poder político para exigir que la población obedezca», añade Gagete-Miranda.

Poder político

De arriba a la izq. siguiendo la manecillas del reloj: Jacinda Ardern (Nueva Zelanda), Tsai Ing-wen (Taiwán), Erna Solberg (Noruega), Angela Merkel (Alemania) y Mette Frederiksen (Dinamarca)
Pie de foto,Las mujeres gobernantes elogiadas al comienzo de la pandemia incluyen a: (de arriba a la izq. siguiendo la manecillas del reloj) Jacinda Ardern (Nueva Zelanda), Tsai Ing-wen (Taiwán), Erna Solberg (Noruega), Angela Merkel (Alemania) y Mette Frederiksen (Dinamarca).

El estudio fue conducido por investigadores de la Universidade de Sao Paulo y la Universidad de Barcelona, así como del Insper. Todavía no ha sido publicado y falta que sea revisado por pares.

Pero sus hallazgos coinciden con el de estudios de otros centros que llegan a las mismas conclusiones.

Un artículo de 2020 publicado en la revista especializada Journal of Applied Psychology encontró que los estados de Estados Unidos gobernados por mujeres también registraron menos muertes que aquellos gobernados por hombres.

E iba más allá y analizaba cómo las mujeres desplegaban más empatía y confianza en sus encuentros con la prensa.

Otro estudio publicado este años por investigadores de las Universidades de Liverpool y Reading, Reino Unido, encontró que los países liderados por mujeres sistemáticamente tenían un mejor desempeño al hacer frente a la covid-19 que los gobernados por hombres.

Los investigadores atribuyeron el resultado a la forma en que esas líderes respondieron a la pandemia: de manera proactiva y coordinada.

Frecuentemente se señala que, a pesar de sus buenos resultados, las mujeres tienen menos espacio político que los hombres y que eso debería afectar la manera en que manejan una crisis.

«Sabemos que la política brasileña todavía está dominada por hombres. Eso significa un mayor reto para una mujer que para un hombre salir electa. Sólo las mujeres más calificadas terminan ganando elecciones o casi ganándolas», apunta Gagete-Miranda.

Bruce (el coautor del estudio) reconoce que esa puede ser una posible explicación.

«Tal vez las alcaldesas terminan tomando mejores decisiones bajo presión porque ya enfrentan más presión y desafíos adicionales en sus carreras políticas», afirma.

«Pero eso no es algo que podamos observar o medir usando datos estadísticos».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57928705
Comparte este contenido:

Colombia: Regreso a clases: empieza el fin de una pesadilla

América del Sur/Colombia/23-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Esta semana comenzó el regreso a clases presenciales en Colombia. Las experiencias de los directivos, profesores, padres y estudiantes son tan variadas como sus realidades y representan, sin duda, un reto para todos.

Colombia es uno de los países del mundo que ha tenido uno de los cierres de colegios más largos. Durante 16 meses, según el Ministerio de Educación, el 87,4 % de los estudiantes han estudiado total o parcialmente a distancia. Las consecuencias han sido desastrosas. Como advierte el Banco Mundial, no se podrá estimar con números el déficit de conocimiento que causó el confinamiento, hasta que el retorno a clases sea completo. Incluso algunos analistas sugieren que puede ser una generación perdida en educación, así como ha pasado en los países sumidos en la guerra.

En junio, todos los colegios debían regresar al modelo presencial, “sin excusas”, había dicho el Gobierno. Para hacer eso posible decidió priorizar al sector educativo en el Plan de Vacunación. A la fecha, cerca del 70 % de esta población ya ha recibido al menos la primera dosis. Poco a poco, varios colegios públicos de Bogotá han empezado regresar a clases presenciales, sin embargo, otras regiones, como Magdalena, según lo anunció el gobernador Carlos Caicedo, se resisten a esta medida. ¿Cómo ha sido ese regreso a clases? ¿Qué se han encontrado los maestros? ¿Cuál ha sido la reacción de los menores tras un año sin ver a sus compañeros? Visitamos varios colegios que revelan los desafíos tras un año sin asistir a las aulas. (Lea: Más de 60.000 maestros aún no han acudido a vacunarse: Minsalud)

Los 1.040 niños y niñas que están inscritos en el colegio El Nogal, en Ciudad Bolívar, solo habían estado 15 días en las nuevas instalaciones, pues se entregaron en marzo de 2020. Muchos de ellos no conocían a sus compañeros, tampoco a sus profesores. Solo habían tenido contacto en sus clases virtuales. “Cuando el Ministerio dio la orden de regresar se estaban presentando muchos contagios y los padres tenían miedo al contagio, pero los niños nos confesaban en clases que querían conocer su escuela”, añade Ruby Gil, rectora.

Como parte de la estrategia del regreso, Gil, en compañía de los profesores, organizaron recorridos con los padres. Conocieron los salones, las adecuaciones en los baños y cómo estaba señalizada cada parte de la institución. Los niños y niñas volvieron el 8 de julio. Sara, de 9 años, tiene retraso global del neurodesarrollo y forma parte de los 13 niños con alguna discapacidad que estudian en El Nogal. Ella fue una de las más emocionadas cuando reabrió el colegio o, por lo menos, así lo recuerda Gil.

“Salió corriendo y gritando por todos los pasillos. Estábamos feliz de verla, pero angustiaba que se cayera por su discapacidad física. Cuando vimos su reacción entendimos la importancia de que muchos niños regresaran”, añade. La mamá de Sara tenía miedo de que su hija regresara a clases porque el encierro provocó una serie de cambios en su conducta. “Nos dijo que hubo un punto en el que arañaba o manoteaba a su hermanito, con el que compartía cuarto. Le daba miedo de que eso fuera a pasar en el salón”.

No fue así. Sara ha estado pendiente de sus compañeros, socializa con ellos y, aunque los abrazos están prohibidos, es amorosa a la distancia con ellos. Lo mismo ha pasado con otros niños. Juan Diego Sánchez, de tres años, regresó a estudiar después de 16 meses. A la entrada dijo que tenía miedo. En la puerta del jardín, el Cartagena de Indias, ubicado en Ciudad Jardín Sur (Bogotá), le soltó la mano a su mamá, se ajustó el tapabocas y miró hacia al piso. Unos metros más adelante lo esperaba Marta, una de las profesoras que lleva más de 30 años en el jardín.

Ella le extendió su mano y él, asustado, la rechazó. Juan Diego tenía muy claro que en “las nuevas reglas” está prohibido el contacto físico. “Llegaron muy introvertidos, con miedo. Nos tocó recoger todos los juguetes y los instrumentos musicales mientras se ajustan los protocolos, lo que ha dificultado que ellos socialicen”, dice Myriam Valderrama, rectora del jardín, que lleva funcionando 42 años y que reabrió en febrero por petición de los padres. “La pandemia nos afectó económicamente. Pasamos de tener más de 300 alumnos a contar con 30”, comenta.

Myriam cuenta que se inventaron actividades pedagógicas y hasta canciones para que los niños y niñas evitaran el contacto entre ellos, respetaran el distanciamiento a la hora del recreo, se pusieran bien el tapabocas o se lavaran constantemente las manos. “Se apropiaron tanto del tema del virus, que ahora están pendientes de que nosotras cumplamos los protocolos. Nos dicen “profe, no te has aplicado antibacterial” o “profe, pepito tiene la nariz fuera del tapabocas”, añade.

La franqueza de los niños también les ha permitido detectar casos de manera oportuna. Ana Gabriela, por ejemplo, estudiante de seis años, levantó la mano en su primera clase para explicarle a su profesora qué era el coronavirus. Entre su explicación confesó que su papá estaba contagiado. Las profesoras, angustiadas, la llevaron al centro de aislamiento, uno de los cuartos que ahora deben tener todos los colegios.

Allí deben contar con expertos en salud que puedan evaluar si los niños tienen síntomas y tomar la decisión de enviarlos a casa o no. Las directivas llamaron a la familia de Ana Gabriela para que la fueran a recoger a ella y a su hermano menor. “Fue el papá por ellos, que es quien está en casa, porque la mamá debe ir a trabajar mientras él se recupera. Esto pasa porque las familias no cuentan con más personas en la casa”, señala la rectora del colegio de Ana Gabriela, ubicado en el centro de Bogotá.

Un estudio de la U. Javeriana mostró que más de 26 mil estudiantes pasaron de colegios privados a públicos en la pandemia.
Un estudio de la U. Javeriana mostró que más de 26 mil estudiantes pasaron de colegios privados a públicos en la pandemia.
NATALIA PEDRAZA BRAVO

Luis es un estudiante de primero de primaria, del colegio Las Margaritas, en Kennedy. Es el único niño de los 525 que están matriculados, que va todos los días a estudiar. ¿La razón? Su madre, en medio del desespero de no contar con dinero suficiente, confesó que no podía hacerse cargo de él al tiempo que trabajaba. Incluso, en una oportunidad casi los desalojan de su vivienda por no poder pagar el arriendo. “En medio de su inocencia, él nos contó que una vez llegaron unos policías a sacarlos de la casa”, dice Mireya Triana, rectora del colegio.

Para evitar que se registraran más casos como el de Luis, el grupo de psicología del colegio priorizó a los niños y niñas con riesgos psicosociales. Luego, ajustó las instalaciones del colegio para que cumplieran los protocolos de bioseguridad y modificó sus planes de estudio para emplear el modelo de alternancia. Las clases las transmiten en vivo y los 29 profesores cuentan con micrófonos de diadema para que puedan atender a sus estudiantes que están en las aulas, que no son más de 10, y los que están detrás de la pantalla, que pueden llegar a ser cerca de 30.

Además de algunos cambios en el comportamiento o problemas psicosociales, los directivos encontraron que los alumnos tienen dificultades académicas. “Al empezar el año nos dimos cuenta de que había muchos estudiantes que no alcanzaron los conocimientos respectivos a cada grado”, señala Serafín Ordóñez, rector del colegio La Giralda., ubicado en Las Cruces. Una de las razones que encontraron fue que muchos de ellos se quedaron solos en el proceso de aprendizaje cuando sus padres regresaron a trabajar.

Por eso, desde octubre del año pasado, habilitaron salones de cómputo para que los estudiantes pudieran regresar. Ahora, después de las clases, los profesores se encargan de dictar talleres de refuerzo para nivelar a los estudiantes que lo necesitan. Pero así como algunos colegios cuentan con las herramientas y los espacios suficientes para transmitir las clases, hay instituciones más pequeñas que tienen que hacer más esfuerzos. Como el colegio Jaime Pardo, en el barrio Policarpa, ubicado en el centro de la ciudad.

La entrada es una calle estrecha del barrio, un reto adicional, pues deben garantizar el distanciamiento entre los padres al dejar a sus hijos, y la infraestructura completa de la institución es solo un edificio y una cancha de cemento. Cuenta con 1400 estudiantes inscritos, pero con las nuevas medidas del Ministerio solo puede albergar a 360. “Decidimos hacer la alternancia por días y por horarios”, asegura Sandra Albarracín, rectora de la institución. “Los niños de primaria vienen en la mañana y los de bachillerato tienen la jornada en la tarde”, añade.

Datos de UNICEF señalan que 100 millones de niños de América Latina siguen estudiando total o parcialmente a distancia.
Datos de UNICEF señalan que 100 millones de niños de América Latina siguen estudiando total o parcialmente a distancia.
NATALIA PEDRAZA BRAVO

Los profesores también se han enfrentado a rutinas más extensas y agotadoras. Sus días empiezan una hora antes de que inicien las clases. Se forman a la entrada y en sus dispositivos llenan una encuesta con los datos de los estudiantes, como su estado de salud. Otros profesores están pendientes de que se laven bien las manos y entren a los salones. “¡Sin aglomeraciones!”, repiten una y otra vez. En los salones, mientras dictan clases, deben percatarse de que los que están conectados entiendan las indicaciones y de que en el salón todos cumplan las medidas de bioseguridad, como no quitarse el tapabocas.

Si en algo coinciden los 10 profesores que fueron entrevistados para esta nota, es que el momento más complicado es el recreo. En los patios hay recuadros pintados con cintas que indican dos metros de distancia. En cada uno se sientan los niños, se quitan los tapabocas y lo guardan en una bolsa, para luego comer. Tienen 15 minutos para hacerlo y, a veces, les ponen música o prenden el televisor para evitar que hablen. Una vez terminan sus onces, vuelven a ponerse el tapabocas y, en fila, respetando los dos metros, se lavan las manos para regresar al salón.

“Evitamos que se practiquen en grupo los deportes con pelota, como fútbol o basquetbol. Los cambiamos por otros juegos, como ponchados”, comenta uno de los profesores de educación física. Lo mismo pasa con la clase de danzas. Las coreografías en pareja y las presentaciones grupales se acabaron. Al finalizar la jornada los profesores, nuevamente como guardias vigilando que las normas se cumplan, están pendientes de que los niños se laven una vez más las manos y se vayan con sus padres o acudientes.

Al finalizar la jornada deben seguir pendientes de sus alumnos y evitar que estén en aglomeraciones. “Tradicionalmente, a las afueras siempre ha habido vendedores ambulantes. Sin embargo, en esta condición de pandemia no podemos permitir que pase”, dice uno de los profesores del colegio Jaime Pardo. La Policía y la Alcaldía les brindan un apoyo diario para controlar este posible foco de contagio. Pero Triana admite con frustración que “no sirve de nada hablar con los niños sobre este riesgo si al salir son los mismos papás los que les compran dulces en estos puestos y terminan quitándose el tapabocas”.

UNESCO dice que la pandemia y las clases a distancia generaron el atraso de un año en el nivel educativo del 70 % de los alumnos de todos los niveles.
UNESCO dice que la pandemia y las clases a distancia generaron el atraso de un año en el nivel educativo del 70 % de los alumnos de todos los niveles.
NATALIA PEDRAZA BRAVO

A todos los niños y niñas les han recalcado a lo largo de sus vidas que el estudio lo es todo y que les brinda las herramientas necesarias para construir un mejor futuro. Pero, en medio de esta pandemia, la educación no se ha priorizado. Muestra de ello es, por ejemplo, una serie de acciones judiciales registradas en varias regiones del país en las que se ha pedido la suspensión temporalmente del retorno a los salones de clase. La mayoría de ellas han sido interpuestas por asociaciones regionales de institutores y educadores.

Fecode, por su parte, aseguró hace pocos días que sí regresará a las aulas, pero bajo algunas condiciones. “Luego de muchas discusiones, consolidamos un acuerdo en este aspecto. Es pertinente aclarar y precisar que no fue posible concretar todos los requerimientos y exigencias para el retorno gradual y seguro a la escuela de la presencialidad. Nos vimos obligados, independientemente del acuerdo establecido, a dejar una constancia como federación”, expresó el sindicato en un comunicado, en el que no señalaron la fecha en la que retomarán labores.

En la última semana se ha dado el retorno a las aulas en Bogotá, Medellín, Armenia, Caldas, Quibdó, Antioquia, Bogotá, Risaralda, Quindío, Guaviare y Putumayo. Y mientras sigue la discusión de si todos los colegios regresarán o no a la presencialidad, muchos de los niños y niñas del país se han reencontrado con sus compañeros y profesores. Estas semanas en las que retornaron a sus clases las han sentido como “un nuevo comienzo”, uno en el que sus derechos han sido lo más importante.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/educacion/regreso-a-clases-empieza-el-fin-de-una-pesadilla/

Comparte este contenido:
Page 620 of 6179
1 618 619 620 621 622 6.179
OtrasVocesenEducacion.org