La fraternidad no puede esperar. La brújula educativa del aprendizaje-servicio.

Por Roser Battle

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Declaración Universal de los Derechos Humanos

¿Por qué nos está pasando todo esto?

Hace apenas unos meses, apenas podíamos imaginar que nos íbamos a encontrar con la que muchos expertos han calificado como la mayor crisis de nuestra generación. Una crisis sin precedentes.

Y cuando estamos dentro de un pozo oscuro, podemos perder la visión objetiva del contexto. Es posible que no podamos analizar todavía con todo detalle cómo hemos llegado hasta aquí, pero no podemos negar que durante los últimos años hemos recogido bastantes pistas acerca de las causas.

Parece que hay bastante consenso en atribuir la magnitud de la pandemia a la pérdida de biodiversidad y la destrucción de hábitats. Fernando Valladares, biólogo investigador del CSIC explica cómo la desaparición de ecosistemas, la deforestación, el comercio de animales salvajes… han provocado que los agentes infecciosos no encuentren los límites de propagación que ofrece la biodiversidad y, en consecuencia, se vuelvan más peligrosos, saltando con mayor facilidad a las personas. Por contra, cuando hay muchas especies distintas, unas controlan a otras, se regula su población y se controlan los virus que entre ellas circulan.

Este maltrato a la naturaleza se explica como parte integrante de un sistema económico y social extractivo e injusto, que busca el crecimiento económico por encima de todo lo demás, priorizando el beneficio privado sobre el beneficio colectivo, aún a costa de despilfarrar los recursos y depredar el entorno… Y esto no es ninguna novedad, sino que lo arrastramos desde hace décadas.

El desprecio al bien común se concreta también en los recortes sociales, las dificultades de acceso a la vivienda, la situación de pobreza incluso entre personas que tienen trabajo, pero cuyo salario no les alcanza para vivir dignamente… Las profundas desigualdades sociales explican porqué, aunque la pandemia nos afecta a todos, son las clases populares las más castigadas por ella.

Como afirma el arqueólogo Eudald Carbonell, el capitalismo está demostrando ser un sistema caduco que no soluciona los problemas que genera. O, dicho de manera drástica, el catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Vicenç Navarro, avisa que las políticas económicas neoliberales matan y hay que cambiarlas.

La pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto no sólo hasta que punto nos hemos convertido en vulnerables a pesar de estar en una sociedad de la opulencia, sino también hasta qué punto parecemos incapaces de aprender de los errores cometidos en crisis anteriores y de prever las consecuencias desastrosas del despilfarro, la avaricia y el egoísmo.

Ha puesto de manifiesto lo frágil que es el hombre y el mundo en que hasta ahora hemos vivido.

¿Qué clase de mundo queremos cuando pase la pandemia?

Como si la humanidad sólo pudiera reaccionar tocando fondo, parece que esta pandemia nos lleva al límite de la necesidad de provocar un cambio profundo en la sociedad.

Markus Gabriel, filósofo alemán, avisa de la urgencia de reaccionar, puesto que en caso contrario, a la crisis del coronavirus le sucederán crisis peores: sanitarias, económicas, sociales y, en especial, la crisis climática que hemos estado alimentando.

El economista Antón Costas comparte su visión de que la pandemia puede ser un experimento extraordinario para construir una sociedad más justa y solidaria, una economía más productiva e inclusiva, y una política más orientada al bien común que al interés partidista.

¡Debemos permitirnos el soñar con una sociedad mejor!

Teniendo esta oportunidad por delante, nos enfrentamos a dos elecciones particularmente importantes, según el filósofo Yuval Noah Harari. La primera es entre vigilancia totalitaria y empoderamiento ciudadano y la segunda es entre aislamiento nacionalista y solidaridad mundial. Carolin Emke añade la tentación del cálculo darwinista que pone precio a la pérdida de los cuerpos más viejos, más débiles, menos entrenados.

Dejarnos llevar por el miedo, la desconfianza y el odio nos llevaría a escoger regímenes autoritarios, profundizar la exclusión social y minusvalorar la democracia.

Si por el contrario apostamos por la esperanza en el ser humano, en su capacidad de superar colectivamente las dificultades, en su innata empatía y resiliencia, vamos a escoger construir una sociedad cuidadora, que protege a todas las personas, vamos a optar por la responsabilidad ciudadana, por el capital social de las redes comunitarias, por valorar la confianza y los bienes relacionales, no solo los materiales. Vamos a optar, en definitiva, por el bien común.

Pero ¿nos ha servido el confinamiento para aprender la lección, nos está siendo útil? Hay que pensar en el día siguiente, pero el día siguiente también es hoy.

Lo cierto es que están emergiendo señales positivas en medio del desastre. Por todas partes vemos muestras de civismo, de ayuda mutua entre el vecindario, de revalorización de lo público y del papel del Estado, del descubrimiento de que las labores de cuidados son vitales, no periféricas y que las personas que a ellas se dedican han sido injustamente minusvaloradas.

Para una sociedad nueva necesitamos también una nueva ciudadanía. Como describe Antoni Gutiérrez Rubí, consultor político, debemos prepararnos para la prudencia como norma, la moderación como actitud y la responsabilidad como principio. Una responsabilidad de cada uno, que no se diluya en la masa. Valores como la disciplina personal, la resiliencia colectiva, la solidaridad transversal se sobreponen en ese mundo egoísta y, por ello, tan inseguro por insostenible.

Mujeres y hombres con inteligencia crítica, con sentido del deber hacia los demás, con compromiso social elevado, con respeto y agradecimiento hacia el planeta Tierra, capaces de cuidarse y de responsabilizarse los unos de los otros.

¿Qué puede aportar el aprendizaje-servicio?

Los niños y niñas de 6º de Primaria del CEIP Virgen de la Vega, de Moraleja, Cáceres, sensibilizados por el impacto negativo de la pandemia en su localidad, están llevando adelante el proyecto Moraleja, una empresa de tod@s, con la finalidad de fomentar el consumo local en el post-coronavirus y de revitalizar el pequeño comercio de la población, muy castigado por la crisis. Su profesor vertebra este proyecto solidario con las materias de Matemáticas, Lengua, Ciencias Sociales y Plástica.

Este es un ejemplo de proyecto de aprendizaje-servicio (ApS) nacido en pleno periodo de confinamiento. A través de prácticas ApS como esta los chicos y chicas aprenden conocimientos, habilidades, actitudes y valores haciendo, al mismo tiempo, un servicio a la comunidad.

En nuestro país los proyectos de aprendizaje-servicio se han extendido a lo largo de la última década. Muchos de ellos se han reinventado a raíz de la pandemia:

Los niños y niñas de la Escuela Solc de Barcelona han respondido a la demanda #Cartesambcor («Cartas con corazón») de diversos hospitales de esta ciudad y han elaborado y enviado mensajes de apoyo, dibujos, poemas, cartas o vídeos a los enfermos confinados y al personal sanitario. Con estas acciones no solo se han sensibilizado hacia las personas vulnerables, sino que han mejorado su escritura, su comunicación, su capacidad organizativa, su creatividad…

Los chicos y chicas de Formación Profesional del centro educativo Proyecto Ergos en Dos Hermanas (Sevilla) en el marco del proyecto ErgosScapeVirus han diseñado actividades de animación en balcones y preparado sesiones deportivas adaptadas a los hogares, para diferentes edades y perfiles de actividad. Son estudiantes de los ciclos formativos de Actividades Físico-deportivas y de Animación Socio-deportiva y este proyecto también les ayuda a ellos a consolidar y aplicar sus aprendizajes profesionales.

En el aprendizaje-servicio chicas y chicos detectan un problema, piensan soluciones, se organizan y llevan a cabo su proyecto, aplicando y movilizando de esta manera aprendizajes no solamente curriculares, sino también vitales y significativos para toda la vida.

El aprendizaje-servicio no es solo una metodología educativa. No es solo una herramienta motivadora para estimular el aprendizaje de los chicos y chicas. Es una manera de aprender y de enseñar, efectivamente, pero está fuertemente vinculada al deseo de una sociedad más justa y a un modelo de ciudadanía comprometida en ello, con clara inspiración en la ética del cuidado.

La fraternidad está en la raíz de la ética del cuidado. Ambas nos mueven a ser generosos, no sólo justos, en la convicción de que el otro es también mi hermano, por tanto, me intereso por él, sus problemas son también mis problemas y el hecho de que pueda superarlos es también una ayuda para mí mismo.

En la situación actual, en la que nos planteamos que la vieja sociedad ya no sirve y hay que construir una nueva, el aprendizaje-servicio funciona más que nunca como una brújula educativa:

  • Ilumina la función social de la educación, que no es otra que cambiar el mundo.
  • Coloca el compromiso con la sociedad de manera explícita en el corazón del proceso educativo de los niños y niñas.
  • Enfatiza y entrena los aprendizajes relacionales, el pensamiento crítico, la generosidad y la solidaridad.

Los niños y niñas no son el futuro de la sociedad, ya son sociedad. No son futuros ciudadanos, ya son ciudadanos. Es preciso protegerlos, porque son vulnerables y dependientes, pero también es preciso acostumbrarlos a la generosidad.

Fomentar la generosidad implica que, en algún momento de la infancia o la adolescencia es preciso levantar los ojos del ombligo y mirar el entorno para ver quién sufre, quién está lejos del bienestar, quién está solo, quién está amenazado…

Los niños y niñas tienen derecho a ser educados en la generosidad. Tienen derecho a contribuir a mejorar la sociedad, a hacer de este mundo un lugar más fraternal y más habitable.

No podemos negarles este derecho. Y no podemos esperar. Porque, como nos recordaba el filósofo Leonardo Boff y como nos ha demostrado esta crisis, sin generosidad, sin fraternidad, sin responsabilidad hacia los demás, en definitiva, sin cuidados… la vida perece.

Referencias

Raúl Rejón: Reportaje en eldiario.es (13/04/20): Destrucción de la naturaleza y COVID19.
https://www.eldiario.es/sociedad/destruccion-naturaleza-provocada-enfermedades-COVID-19_0_1016299124.html

Fernando Valladares. Blog La Salud de la Humanidad (05/04/2020): Desafío al modelo social
https://www.youtube.com/watch?v=hENe_R_Xfmw&feature=youtu.be

Fernando Valladares. Entrevista en El Confidencial (28/04/2020): La vacuna del coronavirus ya la teníamos y nos la hemos cargado.
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2020-04-28/entrevista-fernando-valladares-coronavirus-vacuna_2569143/

Eudald Carbonell. Entrevista en eldiario.es (30/04/2020) El capitalismo es un sistema caduco que no soluciona los problemas que genera.
https://www.eldiario.es/catalunya/sociedad/Eudald-Carbonell-antropologo-capitalismo-soluciona_0_1022248098.html

Vicenç Navarro. Público (3/04/20): Las políticas económicas neoliberales matan. Hay que cambiarlas.
https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2020/04/03/las-politicas-economicas-neoliberales-matan-hay-que-cambiarlas/

Markus Gabriel. El País (13/03/2020). El orden mundial previo al virus era letal.
https://elpais.com/cultura/2020/03/21/babelia/1584809233_534841.html

Antón Costas. El Periódico (13/03/2020). La pandemia como oportunidad.
https://www.elperiodico.com/es/opinion/20200313/articulo-anton-costas-pandemia-coronavirus-como-oportunidad-economia-crisis-7888379

Yuval Noah Harari. La Vanguardia (5/04/20): El mundo después del coronavirus.
lavanguardia.com/internacional/20200405/48285133216/yuval-harari-mundo-despues-coronavirus.html?utm_term=botones_sociales_app&utm_source=social-otros&utm_medium=social

Carolin Emcke. Entrevista en El País (19/04/20): La pandemia es una tentación autoritaria que invita a la represión.
https://elpais.com/cultura/2020-04-19/carolin-emcke-esta-es-una-tentacion-autoritaria-que-invita-a-la-represion.html

Antoni Gutiérrez-Rubí. Revista Telos (08/04/2020): El día después es hoy.
https://telos.fundaciontelefonica.com/el-dia-despues-es-hoy/

Leonardo Boff. Ética planetaria desde el Gran Sur (2001)

Roser Batlle
Red Española de Aprendizaje-Servicio

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Las mentiras más bonitas

Rosser Batlle

Ayer me emocionó la noticia de la cuidadora que hace creer al anciano con Alzheimer que los aplausos de las ocho de la tarde son para él, por su concierto de armónica.

Gracias a esa bella mentira, el anciano no para de ensayar todo el día. Mantiene una ilusión y practica una habilidad que la enfermedad degenerativa todavía no ha arrasado.

La historia me hizo recordar que nunca en la vida tuve que mentir tanto como cuando atendía a mis padres, afectado él por Alzheimer y ella por otro deterioro cognitivo similar. El engaño era la estrategia para bajar la ansiedad y el dolor emocional producido por la desorientación y la pérdida progresiva de sentido.

En la familia aprendimos a tejer mentiras adaptadas a cada situación, que iba cambiando cada mes, a veces cada semana. Construimos mentiras prácticas, efímeras, permanentes, cinematográficas… ¡todas fueron necesarias!

Voy a contar algunas, apenas un 10% del total. No sé si pueden ser útiles, porque que cada persona es un mundo aunque la enfermedad sea la misma, pero me gustaría compartirlas:

No negábamos nunca nada, aunque no concordara con la realidad. Una negativa frente a cualquier cosa, por nimia que fuera, le generaba una ansiedad desproporcionada a mi padre. Por ejemplo, si estábamos comiendo y de repente comentaba que el mantel de la mesa me lo había regalado él -lo cual no era cierto- era mejor confirmar lo que decía y seguirle la corriente.

Porque si en aquel momento yo quería «sacarle del error» y desmentía su afirmación, la consecuencia era un aumento del desasosiego. No, no valía la pena.

Mentíamos respecto a las horas de las citas. Cuando mi padre todavía vivía en su casa y le íbamos a recoger para ir a comer a la nuestra, o para llevarle al médico, siempre le decíamos que llegaríamos más tarde de lo que habíamos previsto. Si nuestra intención era pasar a buscarle a las 13:00, le decíamos que pasaríamos a las 13:30 o incluso a las 14:00.

La razón era que cualquier retraso sobre la hora prevista, ni que fueran 5 minutos, ya le producía un gran nerviosismo. De hecho, una vez llamó a todos los hospitales y a la policía por un retraso de 10 minutos. En cambio, si llegábamos antes de lo que él esperaba, no había ningún problema.

Falsificamos dinero. Bueno, este fue el mejor de los engaños, el más cinematográfico. Estando mi padre ya ingresado en una residencia, cuando era imposible atenderlo en casa, conservaba sin embargo capacidad de cálculo y el deseo irracional de llevar encima bastante dinero, cosa  prohibida en la residencia.

Mi padre no conseguía aceptar la norma y se ponía muy pesado, incluso agresivo, con el tema. De hecho, durante un cierto tiempo estuvo perdiendo dinero que no aparecía por ningún lado.

Tras fracasar todos los razonamientos, la  psicóloga nos recomendó darle un fajo de billetes del monopoly. Al parecer, otros familiares habían seguido esta táctica con buen resultado. Pero nosotros sabíamos que en eso no le íbamos a poder dar gato por liebre: identificaría enseguida la falsedad de los billetes.

De manera que aprendimos a fabricar dinero a base de fotocopias muy bien conseguidas con la impresora de casa, arrugando el papel y envejeciéndolo hasta obtener un tacto parecido a los billetes normales.

A ver, esto es de lo más ilegal, pero en realidad no podíamos engañar a nadie: todos los billetes tenían el mismo número de serie y carecían de la banda magnética. Pero afortunadamente eso mi padre no lo llegó a notar. Hicimos el cambiazo y conseguimos un tiempo de paz para todo el mundo.

Me he vuelto mucho más tolerante con las mentiras a partir de esa época de navegar sin rumbo claro en el océano removido del Alzheimer. De acuerdo, no somos santos, pero a veces decir la verdad es inhumano e innecesariamente cruel.

Fuente: https://roserbatlle.net/2020/03/25/las-mentiras-mas-bonitas/

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100 buenas prácticas de aprendizaje-servicio

A lo largo de los últimos años me ha sorprendido la cantidad de personas que han estado usando de referencia el inventario de 60 buenas prácticas de aprendizaje-servicio, publicado por Zerbikas Fundazioa en el 2013, un documento bastante sencillo que yo coordiné.

Comprobé que se usaba este catálogo para hacerse una idea concreta de lo que es el aprendizaje-servicio o para inspirarse o copiar prácticas fácilmente transferibles al contexto de cada una. A veces, lo sencillo y sin muchas complicaciones acaba funcionando mejor que las grandes y completas exposiciones. Digo a veces, que no siempre.

Soy una fan absoluta de copiar lo que sale bien. No tengo ninguna necesidad de inventarme cada vez la sopa de ajo. Las experiencias de las personas que me han precedido son siempre una guía, un camino, o al menos un faro para iluminarlo.

Además, cuando una copia, en realidad “recrea”, porque tiene que adaptar lo que se copia. No hay riesgo de falta de creatividad, sino todo lo contrario: ¡copiar estimula la imaginación! Bueno, y si a pesar de todo, no te gusta copiar, no me negarás que conocer y valorar lo que hacen otros educadores es muy útil e inspirador, por no decir una señal de modestia…

Así que estoy más que contenta de la publicación 100 Buenas prácticas de aprendizaje-servicio, que, obviamente, supera la anterior no sólo en el número de ejemplos que se presentan, sino también en la información que se aporta de cada uno y en la vinculación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En total, estas experiencias están desarrolladas por 300 centros educativos y 430 entidades sociales (asociaciones cívicas, culturales, juveniles, fundaciones, ONG’s, ayuntamientos e instituciones públicas).

Este dato ilustra cómo la inmensa mayoría de estos proyectos requieren de la colaboración entre el sector educativo y el sector social, por lo que también son ejemplos muy interesantes de trabajo en red y de fortalecimiento del capital social en un territorio.

La misma elaboración de este inventario es un ejemplo de colaboración entre dos organizaciones: la Red Española de Aprendizaje-Servicio y la Unidad de Emprendimiento Social, Ética y Valores en la Ingeniería (UESEVI), que forma parte de los servicios generales de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSIME-UPM). Esther Escoda, María Jesús Cuñado, Ana García Laso, Domingo A. Martín y yo misma constituímos la autoría coral de la publicación.

Con estas pequeñas prácticas de aprendizaje-servicio, como decía lúcidamente Eduardo Galeano, no vamos a ser supermanes salvando el mundo de la pobreza, pero… actuar sobre la realidad y cambiarla aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.

Fuente: https://roserbatlle.net/2019/12/22/100-buenas-practicas-de-aprendizaje-servicio/

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Merecen un premio

18 centros educativos de 11 comunidades autónomas son los premiados en la quinta edición de los Premios Aprendizaje Servicio. No son educadores sociales, ni políticos, ni magos, ni influencers, ni fantasmas charlatanes: son chicos y chicas que hacen cosas de verdad, capaces de crear soluciones para enfrentarse a problemas colectivos y de aprender, crecer y madurar con ello.

Están promoviendo la salud en sus comunidades; favoreciendo el bienestar de las personas mayores; apoyando la reinserción de reclusos; luchando contra el absentismo escolar o contra la despolitización de la sociedad; fomentando la lectura, los derechos humanos de los refugiados, los valores humanos y el juego limpio en el deporte; elaborando soluciones para la contaminación del plástico, para la accesibilidad del transporte público o para poner en valor el patrimonio natural y cultural de un territorio; convirtiéndose en agentes de cambio para erradicar la violencia de género; rompiendo esquemas acerca de la inclusión de los colectivos con discapacidad…

Son listos y no lo hacen solos, sino que buscan complicidad y contagian a los actores del entorno: asociaciones, ONG, centros de personas mayores, hospitales, prisiones, ayuntamientos, empresas y comercios del barrio, medios de comunicación…

18 centros educativos han merecido los Premios Aprendizaje-Servicio 2019, un mosaico muy colorido de procedencias rurales y urbanas; edades y niveles educativos diversos; centros públicos, concertados y entidades sociales; y nada menos que 11 comunidades a utónomas representadas.

Este es el quinto año que la Red Española de Aprendizaje-Servicio, junto con la Editorial Edebé y la ONG Educo impulsamos la iniciativa de los premios, cuyo propósito es triple:

  • Reconocer la labor de los centros educativos y entidades sociales que empapan el aprendizaje de acciones solidarias destinadas a mejorar la calidad de vida de la comunidad.
  • Reconocer las prácticas de aprendizaje-servicio como herramienta de éxito educativo y compromiso social.
  • Fortalecer y difundir una cultura participativa, solidaria y de compromiso cívico, estimulando la divulgación y la implementación del aprendizaje-servicio.

Tampoco nosotras, las entidades organizadoras de los premios, actuamos en solitario, sino que establecemos alianzas y sumamos esfuerzos con otras entidades sociales, empresas privadas e instituciones públicas: DKV Seguros, Obra Social la Caixa, CENEAM-Ministerio para la Transición Ecológica, Organización de Estados Iberoamericanos, Fundación Princesa de Girona, Fundación Ana Bella, Mullor S.A, Abacus, Plena Inclusión, Torresco, Arci Nature, Esemtia. Y además, este año, el Ayuntamiento de Pamplona actúa como anfitrión del encuentro estatal en que se entregan los premios.

Aquí una breve reseña de los 18 proyectos premiados:

  1. Juntos mejor, un proyecto del CRA La Espiga, de El Torviscal (Badajoz). Los niños y las niñas de Primaria promueven la actividad física y la participación de los mayores del pueblo a través de encuentros intergeneracionales y actuaciones como circuitos y meriendas saludables o rutas en bicicleta.
  2. Constribuyendo a la salud física y mental, un proyecto del CEIP Juan Pablo I de Valderrubio (Granada). El alumnado «construye y contribuye» a generar prácticas y hábitos saludables, convirtiéndose en verdaderos promotores de salud comunitaria, promoviendo pautas de alimentación saludable, diseño de espacios e itinerarios para el ejercicio físico, incluyendo aspectos de salud mental y dimensión emocional en los pilares de vida y bienestar de la población.
  3. Espacio universo, un proyecto del Colegio Safa-Grial de Valladolid. Estudiantes de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería preparan y llevan a cabo talleres prácticos destinados a personas adultas con discapacidad intelectual, con el fin de promover la salud entre este colectivo a través de los autocuidados, adaptando contenidos y metodología a sus características y dificultades.
  4. Grillons per al record, un proyecto del Colegio San Roc de Alcoi, (Alicante). Alumnado de quinto de primaria, junto con personas privadas de libertad y en un programa de reinserción, cooperan para mejorar la calidad de vida de los ancianos enfermos de Alzheimer a través de actividades lúdicas.
  5. La gitanita de papel, un proyecto entre dos centros educativos, el IES Antonio José Cavanilles y el IES Virgen del Remedio de Alicante. Alumnado de 2º y 3º de ESO se propone acabar con el absentismo escolar de niñas que sufren estigmas sociales de género; empoderarlas y conseguir una igualdad de oportunidades educativas. Para ello, los chicos y chicas recorren diversos colegios e institutos de la localidad y la provincia con el cuento infantil La gitanita de papel, dando visibilidad a esta problemática.
  6. Presents, de Salesians Rocafort y del Centro de Atención Primaria Manso de Barcelona. Alumnos y alumnas de 2º y 3º de la ESO, con apoyo médico profesional, se forman y actúan como entrenadores físicos de personas mayores atendidas por este centro sanitario, con la finalidad de disminuir el sedentarismo y mejorar su estado de salud y su calidad de vida, consiguiendo beneficios físicos y emocionales.
  7. Por una sociedad más fuerte y cohesionada, del Colegio Claret-Larraona de Pamplona. Estudiantes de secundaria elaboran más de 150 propuestas cívicas y las presentan a 37 instituciones y a la sociedad navarra a través de los medios de comunicación y en un acto público, con el fin de revertir la situación de descrédito y el distanciamiento entre la ciudadanía y las instituciones/organizaciones que lideran nuestra sociedad: la justicia, los partidos políticos, la iglesia, el ejército, la banca…
  8. Mar de magia, de la Fundación Mar de Niebla de Gijón. Jóvenes que se están formando en el ámbito del Comercio y la Atención al Cliente, organizan y ponen en marcha una juguetería solidaria para dar respuesta a la necesidad de muchas familias del barrio que carecen de recursos para adquirir los regalos de Navidad de sus hijos e hijas.
  9. Entrena tu corazón, del Colegio Santo Ángel de Palencia. Niños y niñas de educación infantil, motivados por la agresividad y falta de respeto en el deporte, elaboran y difunden un spot publicitario con deportistas de élite para potenciar los valores humanos y el juego limpio, algo que no es una norma, sino una condición para ser campeones/as.
  10. Píctame un cuento, del Colegio Rodrigo Giorgeta de Valencia. Alumnado de segundo curso del ciclo formativo de Integración Social diseña e implementa múltiples actividades para crear una biblioteca de cuentos con pictos (palabras sustituidas por dibujos) para el alumnado de educación especial, realizando también actividades de cuentacuentos dirigidas especialmente a abordar la competencia emocional.
  11. Reciclando con Hahatay, del Centro de Formación Somorrostro de Muskiz (Vizcaya). Alumnado de los ciclos formativos de Soldadura y Calderería, Mecanizado, Educación Ambiental, Construcciones Metálicas, Sistemas Electrotécnicos y Automatizados y Prevención de Riesgos, construyen cuatro máquinas (trituradora, extrusora, inyectora y compresora), para convertir los plásticos acumulados en las playas de Gandiol (Senegal) en objetos útiles para la comunidad local: baldosas, tejas, pomos…
  12. ApS Serra de Tramuntana, un proyecto compartido por 36 centros educativos de Mallorca. Niños, niñas y adolescentes del entorno de la Sierra de Tramuntana realizan distintos proyectos para salvaguardar este patrimonio medioambiental, histórico y cultural: diseño de rutas; recuperación y señalización de elementos patrimoniales; reforestaciones; recuperación de asentamientos; actividades de sensibilización y visitas con distintos colectivos; protección, limpieza y adecuación de espacios; recuperación y difusión del patrimonio inmaterial…
  13. Comisión Atenea, del IES Alba Plata de Fuente de Cantos (Badajoz). Alumnado de 1º de Bachillerato, a raíz del asesinato de Laura Luelmo, se plantea el reto de prevenir y erradicar la violencia de género empoderándose y convirtiéndose en agentes de cambio social. Protagonizan numerosas iniciativas y servicios de sensibilización, formativos, reivindicativos y de derivación de casos a los servicios sociales.
  14. Ecoteatre, del Institut Cap Norfeu de Roses (Girona). Alumnado con discapacidad intelectual y/o trastorno de espectro autista, a fin de concienciar acerca de la alimentación saludable, eligen, adaptan, confeccionan el atrezzo y los decorados e interpretan un cuento infantil con mensaje pedagógico para los niños y niñas de primaria de las escuelas cercanas con malos hábitos alimentarios y de salud.
  15. [Rec]fugiades, del Col·legi Mare de Déu dels Ángels de Barcelona. Alumnado de 4º de ESO realiza distintas acciones: una exposición fotográfica, un mural itinerante, diverso material audiovisual (videoclips, anuncio, cortometraje) y actividades interactivas (cuento y escape room), a fin de mejorar el conocimiento y la sensibilización acerca de la situación y los derechos de las personas migrantes y migradas, desplazadas y refugiadas, ayudando a cambiar percepciones y actitudes entre la ciudadanía, especialmente entre la gente joven.
  16. Proyecto Intergeneracional de la Fundación A la Par de Madrid. Jóvenes con discapacidad intelectual ligera o inteligencia límite deciden compartir actividades con personas mayores de un centro de día, organizando jornadas lúdicas y culturales diversas: música, creación de tarjetas navideñas, talleres de escucha activa y memoria, elaboración de recetas de cocina, visitas guiadas…
  17. Print 3D: planos de metro táctiles, del IES Conselleria de Valencia. Alumnado de 1º de FP Básica en Informática y Comunicaciones, diseñan e imprimen con tecnología 3D una versión táctil de los planos de metro de la ciudad de Valencia, para favorecer la accesibilidad de las personas invidentes. Esta actuación se desarrolla en el marco de un proyecto Erasmus+ en el que han participado diversas organizaciones de ámbito europeo.
  18. Educar al servicio de la comunidad, del Colegio Sagrado Corazón de Pamplona. El centro educativo, en consonancia con su tradición solidaria, incorpora el aprendizaje-servicio en su PEC, desarrollando 16 proyectos a lo largo de todas las etapas, desde infantil a bachillerato, y en diferentes ámbitos: discapacidad intelectual, autismo, relación intergeneracional, migraciones, rutas escolares seguras y saludables, comercio justo, apoyo escolar…

No son educadores sociales, ni políticos, ni magos, ni influencers, ni fantasmas charlatanes: son chicos y chicas que hacen cosas de verdad, capaces de crear soluciones para enfrentarse a problemas colectivos y de aprender, crecer y madurar con ello.

Vamos a darles un reconocimiento, aunque el mejor de los premios es el impacto que estas experiencias tienen en sus vidas y en las vidas de los demás

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/12/10/merecen-un-premio/

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