Por: Rita María Roesch.
Sabemos que un niño con hambre no rendirá en la escuela. Guatemala ocupa el vergonzoso quinto lugar de desnutrición en el mundo. ¿Qué podemos esperar de nuestro futuro? Una de las mejores noticias que he tenido en estos últimos meses es el Programa de Escuelas Saludables Sostenibles que implementa la FAO, con el apoyo técnico y financiero de Brasil y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo Amexcid. El modelo incorpora la alimentación en la escuela. José Ramírez y Byron González, asesores de la FAO, me comentaron que tenían un modelo probado y que funciona ya en 400 escuelas en los departamentos de San Marcos, Huehuetenango y Chiquimula. El programa involucra a los padres de familia. Incorpora huertos escolares pedagógicos. Genera convenios con las alcaldías para apoyar la construcción de comedores escolares y cocinas básicas en las escuelas. Se planifican menús saludables.
El Intecap ha apoyado con capacitación a las madres de familia. Se coordinan funciones entre instituciones, como el Mineduc, Maga, MSPAS y Sesán. Al día de hoy, se cuenta con estos resultados que son muy positivos: se atiende a 50 mil estudiantes. Se capacitó a más de tres mil madres de familia en cocina básica, con énfasis en alimentación escolar. Han participado más de dos mil maestros. Se han creado 421 huertos escolares, que sirven para que los alumnos también aprendan sobre tareas productivas. Otro de los avances es que existe acuerdo en que los menús deben incorporar a la producción local, de manera que se formalicen empresas familiares que proveen a las escuelas de estos alimentos. Este modelo educativo de alimentación escolar sana ha logrado que el Mineduc, Maga Y MSPAS, trabajen junto con los alcaldes de las comunidades.
Por supuesto que todo esto tendrá que manejarse con total transparencia. Las juntas de padres de familia serán legalizadas y preparadas para la administración adecuada de estos recursos. Los pequeños productores locales serán formalizados. Yo creo que este es el camino adecuado para pensar que, una vez contemos con toda una nueva generación de jóvenes preparados, las inversiones y la generación de empleo e ingresos vendrán después. Pero este paso, el que se está dando a través de las Escuelas Saludables Sostenibles, ¡es un gran paso que marcará, para bien, la vida de nuestra niñez! Es el principio del verdadero cambio que necesita Guatemala.
Fuente: http://www.prensalibre.com/opinion/opinion/escuelas-saludables-un-gran-paso
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