Ciencia invisible

Por: Ramiro Velázquez Gómez

Lo que varios laboratorios del mundo persiguen con ansias hace años, el diseño de metamateriales que permitan ocultar objetos a la luz incidente, hacerlos invisibles, hace tiempo lo lograron nuestros científicos. Nadie los ve.

Eso, también, incide en la crisis nacional de la ciencia. Es que no es solo el recorte de recursos financieros.

Con contadas excepciones, salvo cinco o seis casos de reconocimiento nacional, y algunos otros en el plano regional, la obra de los demás permanece en el ostracismo.

El trabajo que realizan es valioso, pese a lo difícil que es hacer ciencia en el país donde fuera del desestímulo económico para investigar y formar a quienes puedan hacerlo, se hacen apuestas a la loca. Ahora la moda es innovación, desconociendo sobre qué debe basarse.

Pero la producción científica está quedando, en la mayoría de los casos, en revistas nacionales e internacionales y las citaciones que otros hagan.

Asombra que las universidades, donde se genera el mayor porcentaje del nuevo conocimiento, sean tan parcas con la divulgación de lo que hacen sus investigadores. Ninguna, veo, lo hace bien.

No le entregan a la sociedad, no le explican cada uno de los desarrollos condensados en los artículos que con lenguaje científico van a las revistas especializadas. Como que no se creen el cuento.

Esa invisibilidad le está pasando factura a la ciencia nacional, independiente de la miopía aberrante de los sucesivos gobernantes que desconocen a propósito que el desarrollo se logra cuando se apoya la ciencia. Ejemplos hay varios en el mundo, pero la ciencia no da votos ni de los artículos científicos se puede sacar tajada.

Aparte de divulgar con claridad lo que hacen, los científicos están llamados a actuar y opinar en los grandes temas nacionales, a hacerse notar por su aporte racional y fundamentado en hechos, a contar con academias que trasciendan las interesantes pero intrascendentes conferencias y reuniones intramuro.

Ojalá las universidades sacudan su ego necio para dar a conocer el trabajo de sus científicos, independiente del objeto, dejando de lado tanto autoelogio, y estén presentes en los debates locales y nacionales, y alimentando y alertando a jueces, legisladores y gobernantes sobre asuntos que desconocen y sobre los cuales, a pesar de eso, deciden.

Maullido: ¿con qué cara mirará al país el minambiente Luis Gilberto Murillo tras haber autorizado el fracking?.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/ciencia-invisible-XD7173246

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