Source: La cientificidad y el género (mujer y hombre) Publicado el 8 de junio del 2016
La cientificidad y el género (mujer y hombre)
8 de junio de 2016
Soraya Margarita Yaracuna González de Abreu. Directora de la fundación San Benito, Para Prevenir, Orientar y Educar sobre el Embarazo Temprano. Los Teques, Venezuela. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica
A continuación, dejó entrever que si bien es importante resaltar el valor de la mujer en el desempeño de las ciencias, en el arte de motivar, los géneros tiene igual capacidad de atraer hacia la cientificidad a las nuevas mentes creadoras e investigadoras que se forman de alguna manera con el entusiasmo y ejemplo de científicos en todos los ámbitos de la racionalidad.
Para comenzar a redactar esta nota, me permití no hablar de la mujer científica, o de cómo se desempeña la mujer en las ciencias , o de la valoración de la mujer como científica en el mundo, se preguntarán quienes leen estas líneas el ¿por qué? . Pues bien, a estas alturas del siglo XXI , con todos los avances y evoluciones de nuestras sociedades considero que se debe reconocer la labor de la mujer , sin duda, pero no admito que se honre, distinga o valore ni a la mujer, ni al hombre, por su condición de género, a cada uno por su lado. En mi opinión que no tiene nada que ver con religión, pero si desde el enfoque antidiscriminatorio y equidad de género, mal se puede pretender comparaciones de eficacia o de óptimo rendimiento entre mujeres y hombres científicos.
Quiero destacar, que la cientificidad en la cual quiero equiparar a hombre y mujer , pues siendo ambos humanos, con el poder más grande que esa cualidad le sobreviene a todas las demás especies que habitan sobre la Tierra ; poseen capacidades tan idénticas o comunes, que el carácter de un método científico no les permite establecer entre ellos muchas diferencias, por lo contrario les aproxima en cualidades cognitivas. Pero esos conocimientos no solo se desempeñan o valorizan en el ámbito académico, el saber tradicional, el que se transmite por transmisión oral, el que se valora por las comunidades por su simbología y axiología. El que reafirma el concepto de identidad, de pertenencia de arraigo… el que permite que la memoria perdure en su narrar histórico. El que nutre las conciencias ciudadanas y les permite hibridar o sacrificar en algún momento lo propio por lo nuestro, y con ese tipo de resistencia propiciar la comprensión de saberes compartidos , pudiendo originarse en la herencia ancestral como en la realidad actual.
Pudiera decirse que fenotípicamente hombre y mujer son diferentes, por su anatomía con varias características de órganos o sistemas funcionales que les asignan un rol estipulado en la sociedad que conforman. Algunas de estas sociedades delimitan, discriminan, etiquetan, las funciones de cada uno. Esto ha sido así, y se ha registrado en la historia, no sin dejar de reconocer la forma de enfocar el rol social de la mujer y en contraposición el del hombre . Al mismo tiempo puede acotarse que genéticamente sus funciones son propias de sus géneros, de allí que la mujer se embarace y alumbre mientras que el hombre engendre y ayude en la crianza.
Lo dicho anteriormente, es lo común que se pudiera decir de ambos individuos, en cada una de nuestras comunidades sociales. Por lo que infiero muy a lo método científico, que es la sociedad la que interviene en su rol principal de modeladora y conductora de lo que el resto debe opinar o actuar, según esos patrones que se le imponen.
En el caso de la mujer y el hombre venezolanos que practican la rigurosidad del método científico, como en cualquier país del planeta, ambos pueden reconocerse y valorar en sus disciplinas. En cualquier ámbito de la racionalidad, bien sea el académico o en el de los saberes populares. Del mismo modo que su actuación puede generar suficiente inspiración para que las nuevas generaciones se introduzcan en el mundo de la cientificidad aprovechando los saberes populares y los conocimientos académicos.
Si relaciono la forma de proyectar la ciencia, de esas mujeres con un excelente desempeño para interesar hacia las vocaciones, hacia la praxis del saber y la racionalidad, asumo que el rol del hombre ha variado en la forma de aceptar y tolerar la presencia femenina en las aulas de aprendizaje, hasta el punto de compartir saberes y experiencias epistemológicas.
A nivel internacional se conocieron casos como los de María Salomea Skłodowska-Curie, quien fue de alguna manera la compañera científica ideal de su esposo, el también celebre científico Pierre Curie. Llegando a convertirse en la primera mujer en ejercer la docencia en la universidad de la Soborna en París y primera en recibir 2 premios nobeles en 2 disciplinas: la química y la física.
O el caso de la insigne pedagoga María Montessori primera mujer en obtener el grado de médico en Italia, sobreponiéndose a cualquier cantidad de prejuicios ideológicos políticos y de conductas sociales de la época.
Muchas mujeres puedo nombrar en este pliego, que me motivan siempre a hacer ciencia, la primera fue mi abuela materna que sin tener gran preparación académica poseía al igual que mi suegra, y acotó, no creo que fuera casualidad , pues ambas llevaban por nombre Ana, estas dos grandes matronas , forjadoras de valores familiares manejaban los métodos cuantitativos, hermenéuticos, cualitativos y hasta la teoría emergente, todos estos sin ser aún determinantes en la aplicación de las ciencias , tanto las exactas como las sociales. Lo cierto es… y les invito a todos los que me leen que me contradigan si es o no cierto, lo que dice una canción célebre en Venezuela que dice esto en su “Coro” “Mi abuela nunca aprendió lo que es la Geometría. (bis) Pero una arepa en sus manos redondita le salía. .(bis) Pero una arepa en sus manos redondita le salía “. Cada uno de nosotros integrantes de esta gran comunidad de maestros recibimos el estímulo de cada una de nuestras madres para ser artífices de ciencia , ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? …
Pues quiero ser portavoz de algunos de ustedes , mi madre en lo particular no culminó estudios académicos, sin embargo, sus tipos de inteligencias múltiples las desarrolló una a una, a medida que fue creciendo como persona, fue pragmática y ontológicamente su ser predicó el amor al prójimo , supo ayudar al vecino , al compañero de labores, al mendigo, curó una escara, limpio heridas , ayudó a cuidar enfermos en sus lechos agonizantes y esto es más que hacer ciencia, es demostrar hipótesis de humanismo y de sensibilidad extrema.
En ese andar peregrino que nos asigna la vida, hay caminos, arrieros, posadas, y tropiezos pero hay maestros como el del jardín del amado :
“Señor, he oído decir que eres un maestro en el arte del Amor, y deseo, sobre todas las cosas, llegar a serlo yo también. Me pregunto si, por caridad, tomarías de aprendiz a uno tan ignorante e inexperto como yo. De buen grado te pagaría lo que me pidieses por aceptarme, pues soy rico en la manera en que los hombres entienden por riqueza”. Pp 4.
Ahora de este lado del ordenador, con algo de nostalgia, evocó momentos donde se pierde la pasión por la metodología y quieres abrazar a ese ser que ya no está y que te enseño tanto … familia y maestras como Águeda de Prieto entre las que mi mente puede retener en justicia de mérito. “Y donde el amor es la base de toda realidad que se pueda construir, el arma de toda lucha y la mejor estrategia para vencer lo que obstaculiza las metas “
Estas mujeres motivadoras hacia el hacer ciencia, desde una receta de conservas o dulces de coco, con ese toque afrodescendiente, el ceviche de pescado crudo con su toque del ají dulce, el cadencioso baile de tambor, la gaita de mi natal Maracaibo y todo aquello que trae a la memoria, especias como: el clavo de olor y la canela de orígenes ancestrales en la gastronomía , pero que siguen un metódico procedimiento en su aplicación que garantiza la enseñanza o estrategia adecuada para lograr el producto deseado.
Es aquí donde enlazó nuevamente el discurso hacia la cientificidad y el género (mujer y hombre). Porque tal motivación en mi caso particular emana de mujeres, sin menospreciar el esfuerzo de la mujer venezolana por involucrarse al claustro académico, para lo cual había como en muchas localidades del mundo, prejuicios dejos de desiguialdad. Tal como se evidencia en la biografía de la primer doctora egresada de la universidad Central de Venezuela: Sara Bendahan .
Sin embargo siento que los hombres presentes en el contexto de crianza y desarrollo de quien escribe, por ejemplo debo mencionar con la misma intensidad y entusiasmo alegórico al leer sobre la vida de los tres grandes filósofos: Platón, Sócrates y Aristóteles. Así mismo, la de otros tantos como lo fueron Tales de Mileto, Jesús de Nazaret, Leonardo Davinci, quien junto a Miguel Angel Buonarotti, escrudiñaban en los ya cadavéricos cuerpos a fin de determinar cada músculo, vena , arteria y órgano que les conformaban, para transmitir ciencia a través de las Bellas Artes … Luego en esa secuencia cronológica se devela ante mí la presencia más importante e influyente hacia mi vocación por la ciencias como lo fue el científico que me conduce a la relatividad de la existencia y me facilita la transición hacia lo cuántico, hablo y refiero al Sr Albert Einstein. Quien a mi parecer es el causante de muchas acciones derivadas de sus descubrimientos científicos a tal punto que se mantenga presente en la memoria de las generaciones actuales.
Es importante señalar que a nivel nacional (Venezuela) encontramos destacados científicos. Quiero mencionar al destacado Humberto Fernández Moran, inventor del bisturí de diamante y mi coterráneo. Que fue reconocido en 1967, en los Estados Unidos, donde se le postula al premio Nobel por este invento, el cual no aceptó, ya que se le exigía renunciar a la nacionalidad venezolana , ocasionando derivado de esta causa un gran regocijo en la comunidad local.
El hecho anterior, fue motivo de que se transmitiera a esas generaciones siguientes, pero es necesario y justo destacar a la rigurosa disciplina de mi padre militar, el que extendía esos argumentos que son de verdad funcionales a la hora de hacer ciencias.
Del mismo modo, los vecinos , padrinos y compañeros de trabajo de esos hombres integrantes del medio familiar, con sus procederes y sus explicaciones oportunas, su paciencia hacia las interrogantes planteadas y las soluciones a la problemática.
Por todo lo antes expuesto concluyo, que si bien es cierto que las mujeres pueden ser ejemplo y motivación para el ejercicio de la ciencias, los hombres a la par pueden complementar estas acciones o viceversa , no debe separarse el rol de los géneros en cuanto a ejemplificar quien podría ser la mejor motivación hacia las ciencias para las generaciones actuales y futuras. Lo importante en mi percepción seria que las cientificidad sea integral, holística e involucre todos los saberes , partiendo de la premisa que “todos aprendemos de todos” y “todos enseñamos algo al otro“. Con la esperanza de que este pequeño documento motive no solo a los que lo lean sino a la prolongación del compartir en esta comunidad de educadores.
Collage: elaborado por Itzeliz Valentina Puche Abreu con imágenes extraídas de páginas de la web.
Gualberto Ibarreto
Que iba a saber mi abuela de Ciencia y de Medicina.
Si mi abuela se pasaba todo el día en la cocina. (bis)
Que iba a saber mi abuela la tabla de dividir Si mi abuela nos decía lo mejor es compartir. (bis)
Coro
Mi abuela nunca aprendió lo que es la Geometría. (bis)
Pero una arepa en sus manos redondita le salía. .(bis)
Que iba a saber mi abuela las reglas del Castellano .Si mi abuela se paraba a bregar desde temprano. (bis)
Que iba a saber mi abuela de Maniquiur y Pediquiur. Si mi abuela se bañaba siempre con jabón azul. (bis)
Coro
Mi abuela nunca aprendió lo que es la Geometría. (bis)
Pero una arepa en sus manos redondita le salía. .(bis)
Que iba a saber mi abuela lo que era una Servidumbre .Si mi abuela siempre estuvo contra esa mala costumbre. (bis)
Que iba a saber mi abuela de esa moda tan fatal. Si mi abuela remendaba con aguja y con dedal. (bis)
Coro
Mi abuela nunca aprendió lo que es la Geometría. (bis)
Pero una arepa en sus manos redondita le salía. .(bis)
Que iba a saber mi abuela de política barata.
Si mi abuela no ofrecía para no meter la pata. (bis)
Que iba a saber mi abuela y ni se lo imaginaba. Que este mundo no es el mundo que para sus nietos soñaba. (bis)
Coro
Mi abuela nunca aprendió lo que es la Geometría. (bis)
Pero una arepa en sus manos redondita le salía. .(bis)
Fuente: musica.com Letra añadida por Rafaelh
http://www.lasverdadesdemiguel.net/edicion-529-mujeres-venezolanas-destacadas-en-la-investigacion-cientfica/ http://www.musica.com/letras.asp?letra=1842751