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Retrasar el inicio de las clases por la mañana aumenta el rendimiento escolar

Por: Tendencias 21

Alinea los tiempos de las aulas con el ritmo circadiano de los adolescentes

Retrasar una hora el inicio de las clases por la mañana aumenta el rendimiento escolar y la puntualidad, así como reduce las faltas a clase. La medida alinea los tiempos de las aulas con el ritmo circadiano de los adolescentes, que es diferente al de los niños y los adultos.

Una investigación ha establecido que retrasar una hora el inicio de las clases en los colegios permite a los estudiantes dormir media hora más al día, obtener un mayor rendimiento académico, ser más puntuales y faltar menos a clase.

Estos resultados ponen en evidencia que retrasar la hora del inicio de las clases por la mañana es bueno para los estudiantes, a pesar de los trastornos que esta medida implica para la organización de la vida familiar, el transporte escolar y la redistribución de tiempos en el ámbito académico.

Además, dados los efectos positivos de este esfuerzo incluso en estudiantes con antecedentes socioeconómicos más bajos, la implementación de este cambio en la política escolar, dicen los autores, podría contribuir a una disminución en la brecha de aprendizaje entre los grupos socioeconómicos con diferentes niveles de ingresos.

El estudio se basó en la experiencia iniciada en Seattle, la ciudad más grande del Estado de Washington, implantada en 2017. Las escuelas primarias empezaron antes, mientras que la mayoría de las escuelas intermedias y todas las 18 escuelas secundarias del distrito retrasaron la  apertura de las clases casi una hora: de 7:50 am a 8:45 am.

En un artículo publicado en la revista Science Advances, investigadores de la Universidad de Washington y del Instituto Salk de Estudios Biológicos revelaron que los adolescentes dormían más después de que las clases empezaron más tarde, un aumento promedio de 34 minutos de sueño cada noche. El tiempo de sueño en las noches escolares pasó de una media de seis horas y 50 minutos, hasta las siete horas y 24 minutos.

«Este estudio muestra una mejora significativa en la duración del sueño de los estudiantes, al retrasar los horarios de inicio de clases para que estén alineados con los tiempos naturales de despertarse de los adolescentes», explica Horacio de la Iglesia, autor principal, en un comunicado.

El estudio también reveló que, después del cambio en la hora de inicio de la escuela, los estudiantes no se levantaban mucho más tarde: simplemente dormían más tiempo, un comportamiento que los científicos dicen que es consistente con los ritmos biológicos naturales de los adolescentes.

Ritmo circadiano adolescente

En los seres humanos, los ritmos circadianos ayudan a las mentes y cuerpos a mantener un «reloj» interno que nos dice cuándo es hora de comer, dormir, descansar y trabajar en un mundo que gira una vez sobre su eje aproximadamente cada 24 horas.

Nuestros genes y señales externas del entorno, como la luz solar, se combinan para crear y mantener este ritmo constante de actividad. Pero el inicio de la pubertad alarga el ciclo circadiano en adolescentes y también disminuye la sensibilidad del ritmo a la luz de la mañana. Estos cambios hacen que los adolescentes se duerman más tarde cada noche y se despierten más tarde cada mañana, en relación con la mayoría de los niños y adultos.

«Pedirle a un adolescente que se levante y se ponga activo a las 7:30 am es como pedirle a un adulto que esté activo y alerta a las 5:30 am», añade De la Iglesia.

Los científicos generalmente recomiendan que los adolescentes duerman entre ocho y 10 horas cada noche. Pero las obligaciones sociales de la madrugada, como las horas de inicio en la escuela, obligan a los adolescentes a cambiar su horario de sueño completo en las noches escolares.

Despertar social, no biológico
Ciertos dispositivos que emiten luz, como teléfonos inteligentes, ordenadores e incluso lámparas con bombillas LED de luz azul, pueden interferir con los ritmos circadianos en adolescentes y adultos por igual, retrasando el inicio del sueño, explica de la Iglesia.

«Todos los estudios sobre los patrones de sueño de los adolescentes en los Estados Unidos muestran que el momento en que los adolescentes generalmente se quedan dormidos está determinado biológicamente, pero el momento en que se despiertan está determinado socialmente», añade Gideon Dunster, otro de los investigadores.

“Esto tiene graves consecuencias para la salud y el bienestar, porque los ritmos circadianos alterados pueden afectar negativamente a la digestión, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, la función del sistema inmunológico, la capacidad de atención y la salud mental», añade.

Después del cambio, los horarios de despertar de los estudiantes durante los días de semana y los fines de semana se acercaron. Y su rendimiento académico mejoró: las calificaciones finales fueron 4.5 por ciento más altas, en comparación con los estudiantes que empezaron sus clases con el horario de siempre. Además, el número de retrasos y faltas a clase también se redujo.

El estudio utilizó datos de la actividad de 92 alumnos registrada en dispositivos colocados en las muñecas,  en lugar de confiar únicamente en los patrones de sueño informados por ellos mismos, para demostrar que una hora de inicio más tarde en la escuela beneficia a los adolescentes, al permitirles dormir más tiempo cada noche.

Referencia

Sleepmore in Seattle: Later school start times are associated with more sleep and better performance in high school students. Gideon P. Dunster et al. Science Advances  12 Dec 2018: Vol. 4, no. 12, eaau6200. DOI: 10.1126/sciadv.aau6200
Fuente: https://www.tendencias21.net/Retrasar-el-inicio-de-las-clases-por-la-manana-aumenta-el-rendimiento-escolar_a44916.html
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El entorno influye genéticamente en la inteligencia

Por: Tendencias 21

Las experiencias personales no sólo afectan al desarrollo neuronal, sino también a la cognición

El entorno ejerce una influencia genética en la inteligencia de las personas, de la misma forma que lo hace la pobreza o la constitución física: las experiencias personales no sólo afectan al desarrollo neuronal, sino también a la cognición.

os cambios epigenéticos inducidos por el medio ambiente en nuestro material genético tienen un mayor impacto en la inteligencia de lo que se pensaba anteriormente, ha descubierto una investigación de la Universidad Charité de Berlin, cuyos resultados se publican en la revista Translational Psychiatry.

Esta investigación ha confirmado que existe un vínculo entre las diferencias en el rendimiento de la prueba de Cociente Intelectual (CI) y la actividad de ciertos genes: las modificaciones en la estructura de un gen específico tienen un impacto negativo en el rendimiento de las pruebas individuales.

El estrés y las experiencias adversas son ejemplos de factores ambientales que pueden afectar a la actividad de los genes, lo que lleva a cambios estructurales en nuestro material genético (genoma).

Estos «cambios epigenéticos» permiten que el genoma humano se adapte a su entorno, consiguiendo así que este ADN modificado se transmita a la próxima generación de células, así como a la información que determina si, y en qué condiciones, un gen particular es o no activado.

Este estudio, dirigido por el Dr. Jakob Kaminski, comparó los resultados de las pruebas de CI de cerca de 1.500 adolescentes con las modificaciones epigenéticas de los jóvenes. El estudio se centró en testar genes que son importantes en la transmisión de señales basada en la dopamina, un  mensajero químico (neurotransmisor) del sistema nervioso central.

La dopamina juega un papel importante en el sistema de recompensa del cerebro y es crucial para modular el impulso y la motivación de una persona. Los investigadores pudieron demostrar un vínculo entre la regulación epigenética de la dopamina y el rendimiento en el test CI de un individuo.

De esta forma comprobaron que no sólo las experiencias personales y relacionales afectan al desarrollo neuronal, sino que también influyen en los mecanismos genéticos implicados en procesos complejos, como es el caso de la inteligencia.

Menos materia gris

Los resultados de este trabajo pusieron de manifiesto que la materia gris del cuerpo estriado es menos densa en las personas que tienen un gen específico modificado, respecto de las personas que no tienen esta alteración genética. El cuerpo estriado tiene un papel importante en las funciones cognitivas a través del núcleo caudado.

Aunque un cambio epigenético por sí solo no alcanza a transformar la evolución de una persona, especialmente en lo que respecta a su nivel intelectual, esta investigación ha comprobado que desempeña un papel importante en la evolución de las funciones cognitivas.

“La epigenética se suma así al rango de factores que contribuyen a los resultados en los test de inteligencia, de la misma forma que lo hacen la pobreza y la constitución genética”, explica Kaminski en un comunicado.

Y añade: “en este estudio hemos podido constatar cómo las diferencias individuales en los resultados de los test de inteligencia están relacionados con los cambios genéticos y con las diferencias en la actividad cerebral, ambas influidas por el entorno”.

Los investigadores esperan realizar estudios más profundos para determinar el alcance de los efectos ambientales y de las modificaciones neurobiológicas inducidas, sobre el rendimiento de la prueba de CI.

Referencia

Epigenetic variance in dopamine D2 receptor: a marker of IQ malleability? Jakob A. Kaminski et al. Translational Psychiatryvolume 8, Article number: 169 (2018). DOI:https://doi.org/10.1038/s41398-018-0222-7
Fuente: https://www.tendencias21.net/El-entorno-influye-geneticamente-en-la-inteligencia_a44785.html
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Consiguen conectar 3 cerebros y que compartan sus pensamientos

Por: Tendencias 21

Primer paso para una red social de cerebros interconectados que solucionan problemas complejos

 

Investigadores norteamericanos han conseguido conectar tres cerebros y que compartan sus pensamientos a través de un juego similar al Tetris. Este resultado permitirá en el futuro crear una “red social” de cerebros interconectados para solucionar problemas complejos.

Investigadores de la Universidad de Washington y de la Escuela Informática de la Universidad  Carnegie Mellon han creado la primera interfaz que permite hasta tres cerebros transmitirse directamente sus pensamientos para la solución conjunta de problemas.

La interfaz, llamada BrainNet, combina la electroencefalografía (EEG) para registrar las señales cerebrales y la estimulación magnética transcraneal (TMS) para transmitir información de forma no invasiva a otros cerebros.

A través de la EEG, el sistema registra los impulsos eléctricos indicativos de la actividad cerebral y a través de la TMS las neuronas son estimuladas con la ayuda de campos magnéticos.

Según sus creadores, que anuncian los resultados en Arxiv, el archivo on line para la prepublicación de artículos científicos, esta interfaz puede potencialmente conectar a muchos cerebros, incluso a través de Internet.

Jugando al Tetris

La interfaz se ha desarrollado mediante un sistema de puzles parecidos al juego conocido como Tetris. Durante el experimento, dos de los participantes, llamados expedidores de señales neuronales (pensamientos), debían decidir qué partes del puzle debían rotar.

Una vez tomada su decisión, debían transmitirla mirando a una de las dos señales luminosas situadas a cada lado de la pantalla. Cada una de esas señales parpadea a diferentes frecuencias, una a 15 Hz y otra a 17Hz. Mirar a una o a otra supone decidir qué hacer con el puzle del juego.

La señal escogida emite su señal correspondiente hacia el cerebro del expedidor, que el EEG capta. A continuación, una cápsula TMS genera flashes de luz en el cerebro del receptor, que de esta forma interpreta y hace cumplir en el juego la decisión tomada por el expedidor.

El experimento se realizó con cinco grupos diferentes de personas y alcanzó una precisión del 82,15%, lo que estos investigadores consideran un resultado alentador, tratándose de un primer ensayo.

Segunda fase

En una segunda fase del experimento, los expedidores podían añadir una segunda información, señalando al destinatario si había recibido e interpretado correctamente la primera señal. De esta forma, los receptores pudieron apreciar cuál de los expedidores era el más fiable, basándose únicamente en comunicaciones cerebrales.

Las decisiones fueron transmitidas al cerebro del receptor a través de una estimulación magnética del córtex occipital, parte del sistema visual de la percepción. El receptor integra la información recibida del expedidor y entonces decide si el bloque del puzle debe girar o permanecer en su posición. El mismo sistema ha servido para que el expedidor evaluara la actuación del receptor sobre el juego.

Según explican los investigadores en su artículo, estos resultados permitirán en el futuro crear interfaces que pasen información directamente de cerebro a cerebro, facilitando así la solución conjunta de problemas complejos a través de una “red social” de cerebros interconectados.

Hasta ahora, sin embargo, el sistema sólo permite transmitir un bit de información cada vez, pero sus creadores piensan que esta capacidad podrá ser aumentada en el futuro. La investigación para profundizar en esta línea de posibilidades continúa abierta.

Referencia

BrainNet: A Multi-Person Brain-to-Brain Interface for Direct Collaboration Between Brains. Linxing Jiang, Andrea Stocco, Darby M. Losey, Justin A. Abernethy, Chantel S. Prat, Rajesh P. N. Rao. arXiv:1809.08632 [cs.HC]

Fuente: https://www.tendencias21.net/Consiguen-conectar-3-cerebros-y-que-compartan-sus-pensamientos_a44782.html

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La NASA buscará civilizaciones tecnológicas en el Universo

Por: Tendencias 21

Quiere detectar emisiones láser, infraestructuras y contaminación en otros planetas

 

La NASA va ampliar la búsqueda de vida inteligente fuera de la Tierra para detectar posibles civilizaciones tecnológicas. Además de señales de radio, rastreará emisiones láser, infraestructuras masivas y atmósferas contaminadas, para encontrar tecnofirmas.

La Agencia Espacial Norteamericana ha anunciado que se propone averiguar, de una manera científicamente rigurosa, si no estamos solos en el universo, si realmente existen otras civilizaciones tecnológicas fuera de nuestro planeta.

Se plantea esta posibilidad porque considera que han cambiado las cosas desde que puso en marcha el proyecto SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence) en los años 70 del siglo pasado y que finalizó en 1993 por falta de fondos.  Aunque otros proyectos SETI han proseguido desde entonces, la búsqueda de una inteligencia extraterrestre no ha obtenido hasta el momento ningún resultado positivo.

La NASA considera que hay que ampliar el enfoque. Hasta ahora la búsqueda de vida fuera de la Tierra se ha centrado en indicios de alguna forma biológica simple en un entorno similar al de la Tierra en alguna parte del universo lejano. Los indicios de que ha podido existir vida microbiana en algún otro momento y lugar de la historia del universo han aumentado considerablemente en las últimas décadas.

Pero también se han descubierto numerosas supertierras, más allá de nuestro sistema solar, en las que hipotéticamente puede haberse desarrollado una forma de vida compleja e incluso una civilización tecnológica.

Este descubrimiento, y el análisis de las biofirmas recogidas en estos años de búsqueda de vida microbiana, han llevado a la NASA a plantearse la búsqueda de otras formas de vida diferentes a la nuestra, pero suficientemente avanzadas como para crear tecnología.

Buscando tecnofirmas

De la misma forma que las biofirmas han revelado en el pasado indicios de alguna forma de vida microbiana en otros planetas y estrellas, la NASA se propone buscar lo que llama tecnofirmas, huellas tecnológicas que podrían indicarnos la presencia de vida tecnológica en otras partes del universo.

El Congreso de Estados Unidos, que en 1993 retiró los fondos al proyecto SETI de la NASA, considera que sería bueno que la agencia espacial norteamericana apoye la búsqueda científica de firmas tecnológicas en el universo, como parte de sus programas de búsqueda de vida fuera de la Tierra.

Esta semana se ha estado desarrollando en Houston un taller de tecnofirmas organizado por la NASA para evaluar el estado del arte en este campo tecnológico, las líneas de investigación que podrían explorarse y las posibles vías de financiación, ya que se pretende que los fondos sean aportados por organizaciones privadas y filantrópicas.

Las tecnofirmas tienen un significado mucho más amplio que el de los programas de búsqueda de inteligencia extraterrestre, centrados casi exclusivamente en el rastreo continuo del universo buscando señales de radio procedentes de otra civilización.
Ahora habría que buscar también emisiones láser o signos de infraestructuras masivas, e incluso atmósferas contaminadas, para deducir de estos datos la existencia de una civilización tecnológica.

“Gracias al descubrimiento de miles de planetas más allá de nuestro sistema solar, incluidos algunos con similitudes clave con la Tierra, ahora es posible no sólo imaginar el encuentro de vida en otros mundos, sino demostrar científicamente algún día que la vida existe más allá de nuestro planeta sistema solar”, señala la NASA en un comunicado en el que explica esta nueva orientación estratégica de sus programas

Nuevas perspectivas

El debate sobre la probabilidad de encontrar señales de vida avanzada ha variado a lo largo de la historia. En 1961, el astrónomo Frank Drake creó una fórmula que estima el número de civilizaciones inteligentes potenciales en la galaxia, llamada ecuación de Drake: habría 10.000 detectables.

La mayoría de las variables de la ecuación continúan siendo estimaciones aproximadas, sujetas a incertidumbres. Otra especulación famosa es la paradoja de Fermi, postulada por el físico italiano Enrico Fermi, según la cual, si realmente existiera otra forma de vida inteligente, ya la habríamos encontrado.

Algunos acontecimientos astronómicos recientes han avivado el debate: por ejemplo, el descubrimiento en 2015 del planeta más parecido y cercano a la Tierra, denominado Kepler-452b, o las extrañas fluctuaciones de luz procedentes de la estrella de Tabby (KIC 8462852), que desencadenaron una serie de especulaciones sobre una posible megaestructura extraterrestre en su superficie (luego resultaron infundadas).

La NASA señala que experiencias como la de Tabby han demostrado la utilidad de buscar anomalías en los datos recopilados del espacio, ya que los signos de la vida tecnológicamente avanzada pueden aparecer como aberraciones de la norma.

Los científicos advierten no obstante que necesitaremos más que una señal inexplicada para probar definitivamente la existencia de la vida tecnológica fuera de la Tierra, ya que puede haber mucha interferencia de radiofrecuencia de fuentes basadas en la Tierra.

El nuevo enfoque de la NASA no supone abandonar sus actuales programas de búsqueda de cualquier forma de vida fuera de nuestro planeta, ya sea analizando el agua de Marte o los mundos oceánicos de Europa (satélite de Júpiter) o Encelado (sexo satélite de Saturno), o buscando biofirmas en las atmósferas de planetas situados más allá del sistema solar, concluye la agencia espacial norteamericana.

Fuente: https://www.tendencias21.net/La-NASA-buscara-civilizaciones-tecnologicas-en-el-Universo_a44773.html

 

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La violencia escolar daña por igual a víctimas y testigos

Redacción: Tendencias 21/26-09-2018

Deja secuelas psicológicas, sociales y escolares que se manifiestan dos años después

Los alumnos que presencian actos de violencia en el colegio padecen dos años después los mismos efectos psicológicos, sociales y escolares que las víctimas de esas agresiones. Esos efectos se traducen en drogas, delincuencia, depresión, ansiedad social y menor rendimiento escolar. La responsabilidad colectiva y la intolerancia son claves para impedirlo.

Los alumnos que presencian actos de violencia en el colegio a los 13 años corren el riesgo de encontrar dificultades psicosociales y escolares a los 15 años, según una investigación en la que han participado científicos canadienses, belgas y franceses publicada en la revista Epidemiology and Community Health.

Los investigadores analizaron a un colectivo de 4.000 alumnos a lo largo de sus estudios de secundaria y testado estadísticamente la relación entre el hecho de ser testigo de algún episodio de violencia en la escuela en el segundo curso, y los comportamientos antisociales (consumo de drogas, delincuencia), el estrés emocional (ansiedad social, depresión) y el rendimiento y compromiso escolar dos años más tarde.

Asimismo, analizaron la contribución relativa de las diferentes formas de violencia escolar que los alumnos pueden presenciar y las han comparado con el hecho de ser directamente víctima de violencia en el colegio.

Los investigadores explican en un comunicado que para el desarrollo de este trabajo disponían de información previa sobre el estado de salud psicológica de los alumnos antes de que fueran testigos de un episodio de violencia en el colegio.

Mismo efecto

Esta información les permitió aislar los casos en los que pudiera haber otros factores que influyeran en el comportamiento de los alumnos tras presenciar un episodio de violencia escolar, así como compararlos al observar los efectos años más tarde.

Según explica una de las autoras de la investigación, Linda Pagani, “ser testigo de un acto de violencia en el segundo curso de secundaria anuncia dificultades escolares y psicosociales en cuarto año de secundaria, al mismo tiempo que las consecuencias vividas por estos testigos son muy parecidas a las que viven los alumnos que han sido víctimas de esa violencia”.

Los investigadores pudieron precisar incluso los efectos de las diferentes formas de violencia. Si un alumno es testigo de un episodio de violencia grave, como una agresión física con arma, esa vivencia está asociada, dos años más tarde, con un aumento en el consumo de drogas y de la delincuencia. El efecto es el mismo ya se trate de robo o vandalismo.

Por otro lado, ser testigo de una violencia menor, como amenazas e insultos, provocará años más tarde en el alumno no sólo un aumento en el consumo de drogas, sino también ansiedad social y depresión, así como una disminución en el rendimiento y la participación escolar.

Responsabilidad e intolerancia

El profesor Janosz, otro de los autores de esta investigación, señala que “es evidente que los esfuerzos en materia de prevención y de intervención (en los casos de acoso escolar) deben incluir los testimonios, tanto de las víctimas como de los agresores, así como abarcar a cualquier forma de violencia escolar”.

Y añade: “es evidente que las relaciones familiares y comunitarias sólidas representan recursos importantes para facilitar las estrategias de adaptación en los alumnos expuestos a episodios que implican daños psicológicos o físicos. Estas relaciones previenen asimismo una desensibilización emocional de la violencia, elemento susceptible de engendrar comportamientos agresivos en los jóvenes.”

Insiste en la importancia de utilizar los resultados de este estudio para ayudar a los jóvenes: “creemos que los programas de intervención mejorarían una aproximación universal que aliente y generalice la preocupación por los demás y la intolerancia hacia la falta de respeto. Y más importante todavía: las escuelas deben alentar a los alumnos que presencian violencia a reaccionar y no sentirse impotentes ante estas situaciones. Callarse no sólo puede ser nefasto para el testigo, sino que además anima a los agresores. La mejor manera de ofrecer ayuda a los que la necesitan, de evitar alimentar un individualismo y egocentrismo que minan el bienestar colectivo, es desarrollar en los alumnos un sentimiento de responsabilidad colectiva. Nadie debería sentirse impotente”, concluye.

Referencia
Witnessing violence in early secondary school predicts subsequent student impairment. Michel Janosz et al. J Epidemiol Community Health doi: 10.1136/jech-2018-211203

Fuente: https://www.tendencias21.net/La-violencia-escolar-dana-por-igual-a-victimas-y-testigos_a44755.html

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Los científicos advierten: el capitalismo es inviable

Por: Eduardo Martínez de la Fe/Tendencias 21

La crisis climática nos obligará a cambiar de sistema económico

 

La crisis climática nos obligará a cambiar de sistema económico, según un informe científico elaborado a petición de la ONU. No podemos esperar a que los mercados la resuelvan. Se necesita una política proactiva que nos conduzca a una nueva era económica.

Un informe desarrollado por un grupo de científicos finlandeses a petición de Naciones Unidas asegura, en un borrador que será publicado el año próximo, que la muerte del capitalismo está próxima y que nos esperan años turbulentos.

Añade que el cambio impulsado por el calentamiento global, alejado de los combustibles fósiles, significa que la economía mundial tendrá que cambiar. Sugiere que debemos considerar seriamente la posibilidad de hacer cambios drásticos en nuestros sistemas económicos, que están en el origen de la crisis planetaria actual.

El informe destaca que el cambio climático y la extinción de especies se están acelerando, al mismo tiempo que las sociedades humanas experimentan una creciente desigualdad social, altos niveles de paro, lento crecimiento económico, elevados niveles de deuda y gobiernos incapaces de resolver este conjunto de problemas: no tienen las herramientas de gestión que demandan los nuevos tiempos.

En transición

Los autores de este informe señalan asimismo que la presente situación señala el inicio de una transición a una nueva era económica, alejada de la producción ineficiente de combustibles fósiles y de los drásticos efectos del cambio climático.

Para estos científicos, el pensamiento económico capitalista no puede explicar, predecir o resolver los problemas de la economía global en la nueva era en la que estamos. Destacan al respecto que es la primera vez en la historia humana que las economías capitalistas están cambiando a fuentes de energía menos eficientes, ya que las sociedades deben abandonar los combustibles fósiles debido a su impacto en el clima del planeta.

El informe señala también que la transición hacia las economías renovables, si bien ayudará a resolver el desafío climático, no generará los mismos niveles de energía que el petróleo convencional barato.

Por este motivo, si queremos atender nuestras necesidades energéticas, básicas y no básicas, tendremos que realizar un esfuerzo mayor que lo que supone en la actualidad atender nuestras demandas de energía. Estas demandas crecen sin parar conduciéndonos a un callejón sin salida: el mayor consumo genera más impacto ambiental y más residuos, lo que requiere mayores inversiones y agrava la crisis.

“Las economías mundiales han agotado ya la capacidad de los ecosistemas planetarios de gestionar los residuos generados por el uso de la energía y los materiales”, sentencia el informe.

El informe profundiza en el problema del pensamiento económico actual. Destaca que no es suficiente gravar las emisiones de carbono para contener el calentamiento global y plantea la necesidad de un compromiso político más profundo y una gestión proactiva de la transición energética para superar la situación actual.
Denuncia también que la idea básica que sustenta todo el pensamiento económico, según la cual vivimos en un mundo con recursos infinitos, ha quedado totalmente obsoleta, ya que la evidencia científica plantea que vivimos en un mundo con recursos limitados que además se deteriora por la presión del desarrollo económico, tal como está planteado.Insisten los autores en que hasta la fecha no se han desarrollado modelos económicos válidos para la era venidera, sino que se está paliando la crisis ambiental con medidas que lo único que consiguen es aliviar la carga de la acción humana sobre los recursos naturales.

Destacan que los mercados, la base del credo liberal que hoy rige la economía global, no pueden llevar a cabo la transición porque la política que se requiere para atender el desafío climático está en contradicción con los intereses privados y tributarios. Y concluyen: “los modelos económicos convencionales ignoran casi por completo las dimensiones energética y material de la economía.”

Evocan como ejemplo el caso del programa espacial norteamericano Apolo, que pudo llevarse a cabo gracias a una política proactiva del Gobierno que definió con claridad la misión y obtuvo los recursos. De la misma forma, no podemos esperar hoy a que los mercados resuelvan la crisis climática.

Clamor científico, social y técnico

El informe, denominado Global Sustainable Development Report 2019 drafted by the Group of independent scientists, está siendo elaborado por un grupo independiente de 15 científicos designados por el secretario general de la ONU.

La versión final no se publicará hasta el 2019, pero lo que ha trascendido de su desarrollo (el capítulo sobre la transición económica aportado por los académicos finlandeses)  constituye una nueva advertencia científica sobre la deriva de nuestra civilización, que  se suma a los sucesivos avisos sobre los minutos que faltan para el fin del mundo.

También está en la misma línea que los diversos llamamientos firmados por miles de científicos apelando a la responsabilidad humana para detener la carrera hacia el abismo. Un nuevo llamamiento está gestando en estos círculos científicos, según ha sabido Tendencias21.

Por último, este fin de semana, más de 700 científicos franceses, con motivo de las marchas por el clima que movilizaron a miles de personas en diferentes ciudades de 100 países, han firmado otro manifiesto en Libération, en el que advierten que la Tierra ya ha entrado en el futuro climático y piden a los políticos pasar de los discursos a la acción para alcanzar la profunda transformación social que demanda el desafío climático.

También  comienza hoy en San Francisco la Cumbre Mundial de Acción Climática,  organizada por el gobernador de California en respuesta a las políticas de Donald Trump, en la que participan líderes políticos, sociales y empresariales de todo el planeta con la finalidad de denunicar la inacción política ante la urgente necesidad de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

El círculo se está cerrando en torno a la urgente necesidad de acometer la transición energética: según señalan los expertos de Carbon Tracker en un informe publicado ayer, el principio del fin de la producción de energías fósiles comenzará en 2023.

Atendiendo a toda esta inquietud sobre el cambio climático, el Club Nuevo Mundo, que reúne a un grupo de científicos, profesionales y expertos en diferentes especialidades, publica este mes el I Informe sobre el Impacto Antrópico, que recoge 34 medidas para mitigar la huella ecológica de municipios, comarcas y regiones.

Referencia

Fuente: https://www.tendencias21.net/Los-cientificos-advierten-el-capitalismo-es-inviable_a44741.html
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El calentamiento global transformará la faz de la Tierra

Por: tendencias 21

En 200 años casi todos los ecosistemas sufrirán profundas transformaciones

 

El 67% de los ecosistemas vitales de la Tierra están amenazados por el cambio climático y pueden sufrir una gran transformación en los próximos 200 años, según una investigación en la que han participado 42 científicos de 9 países. La Tierra se calentará tanto como hace 10.000 años y gran parte del carbono vegetal se liberará a la atmósfera.

Ls bosques, desiertos y ecosistemas vitales de la Tierra están en peligro de sufrir una grave transformación debido al calentamiento global, según un estudio realizado por 42 científicos de nueve países que publica la revista Science.

Algunos de estos cambios ya se han iniciado en el suroeste de Estados Unidos, donde los incendios forestales están destruyendo los bosques y extendiendo las zonas de matorrales.

Durante más de cien años, estos cambios se extenderán a las sabanas, desiertos y bosques de todo el mundo, y alterarán los ecosistemas y pondrán en peligro la vida vegetal y animal en todo el mundo, particularmente en Europa y Estados Unidos.

El estudio analizó  registros de polen y fósiles de plantas de 594 sitios del mundo (excepto la Antártida) y realizó la más completa compilación de vegetación y otros datos desde la última glaciación (hace unos 21.000 años) hasta la era preindustrial.

A continuación proyectó lo que podrían cambiar los ecosistemas planetarios en el futuro a medida que la Tierra se calienta como consecuencia del aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, para comparar lo que pasó en el planeta antes de la revolución industrial con lo que ha pasado en los últimos 200 años.

El estudio estableció que nuestro planeta  se calentó entre 4ºC y 7ºC  desde la última edad de hielo hasta el Holoceno temprano (hace unos 10.000 años). Las proyecciones climáticas indican que, si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, la Tierra se calentará en una proporción similar en los próximos 100 a 150 años.

Los investigadores estiman que más del 67% de la vegetación podría sufrir cambios profundos dentro de un siglo si continúa el calentamiento global. Otro 26% de la vegetación planetaria lo haría de forma más moderada. América del Norte, Europa y América del Sur, las que más se han calentado desde la última glaciación, serán las más afectadas.

Esta estimación se considera conservadora porque el calentamiento natural que tuvo lugar desde la última glaciación se produjo en un espacio de tiempo que duró entre 10.000 y 20.000 años, mientras que los cambios previstos en el estudio van a tener lugar en unos 150 años.

Cambios en la vegetación

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores usaron datos paleo-climáticos de varias fuentes para inferir los aumentos de temperatura responsables de los cambios de vegetación observados en los fósiles. Eso, a su vez, les permitió calcular cómo varios niveles de calentamiento futuro afectarían a la vegetación del planeta y a sus ecosistemas.

«Usamos los resultados del pasado para ver el riesgo del futuro cambio en los ecosistemas», explica Connor Nolan, autor principal de la investigación, en un comunicado. «Descubrimos que a medida que aumentan las temperaturas, hay riesgos cada vez mayores de un mayor cambio en los ecosistemas».

En un escenario de emisiones de gases de efecto invernadero como el actual, la probabilidad de cambio de vegetación a gran escala es mayor del 60 por ciento. Pero si las emisiones de gases de efecto invernadero se reducen a los niveles previstos en el Acuerdo de París, la probabilidad de un cambio de vegetación a gran escala es inferior al 45 por ciento.

Gran parte del cambio podría ocurrir durante el siglo XXI, especialmente cuando la perturbación de la vegetación se vea amplificada por otros factores, como los extremos climáticos, la mortalidad generalizada de plantas, la fragmentación del hábitat, las especies invasoras y la recolección de recursos naturales. Es probable que los cambios continúen hasta el siglo XXII e incluso más allá, advierten los investigadores.

Atención al carbono
Los investigadores llaman la atención sobre una de las consecuencias más graves de estos cambios: la liberación de las grandes cantidades de carbono que en la actualidad se almacenan en las plantas y suelos de los ecosistemas terrestres que pueden ser destruidos por el calentamiento global.»Gran parte del carbono ahora encerrado por la vegetación en todo el planeta podría ser liberado a la atmósfera, lo que amplificaría aún más la magnitud del cambio climático», señala Jonathan Overpeck, otro de los investigadores.

Los autores dicen que su enfoque paleo-ecológico basado en la base empírica proporciona una perspectiva innovadora sobre el cambio de la vegetación impulsado por el clima, una perspectiva que complementa estudios previos basados ​​en el modelado y las observaciones.

Destacan que las predicciones de estos diversos enfoques están convergiendo, lo que «fortalece la inferencia de que los cambios climáticos proyectados impulsarán grandes transformaciones de los ecosistemas», escribieron los autores.

«Es un gran desafío que nosotros, como nación y como comunidad global, necesitamos tomar más en serio», dijo Overpeck.

Referencia

Past and future global transformation of terrestrial ecosystems under climate change. Connor Nolan et al. Science, Vol. 361, Issue 6405, pp. 920-923. DOI: 10.1126/science.aan5360
Fuente: https://www.tendencias21.net/El-calentamiento-global-transformara-la-faz-de-la-Tierra_a44732.html
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