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UNICEF: La determinación de la situación de hambruna en Darfur del Norte, Sudán, confirma las peores previsiones de los organismos de las Naciones Unidas

La determinación de la situación de hambruna en Darfur del Norte, Sudán, confirma las peores previsiones de los organismos de las Naciones Unidas

Según el Comité de Examen de la Hambruna, en el campamento de Zamzam, que acoge a más de 400.000 personas desplazadas, se ha superado el umbral de hambruna

ROMA/NUEVA YORK/PUERTO SUDÁN, 1 de agosto de 2024 – En Sudán, después de más de 15 meses de guerra, la catastrófica combinación del conflicto, los desplazamientos y la limitación del acceso de la ayuda humanitaria ha dado como resultado una situación de hambruna en un campamento que acoge a cientos de miles de personas desplazadas en la región de Darfur del Norte.

La conclusión del Comité de Examen de la Hambruna sobre la situación que se vive en el campamento de Zamzam representa la primera determinación de hambruna que emite el Comité en más de siete años, y solo la tercera desde que se creó el sistema de monitoreo hace 20 años. El Comité advierte del peligro de que la hambruna se extienda a otras partes de Sudán si no se toman medidas concertadas.

El anuncio de la hambruna confirma los temores de la comunidad humanitaria y se produce poco después de un análisis llevado a cabo por la CIF en junio que revelaba una disminución drástica de la seguridad alimentaria y nutricional, con 755.000 personas sometidas a condiciones catastróficas.

UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas llevan tiempo advirtiendo del peligro cada vez mayor al que se enfrenta la población de Sudán, en particular la infancia, si no se proporciona ayuda urgente a las comunidades atrapadas en las zonas más afectadas por el conflicto, como Darfur, Jartum, Kordofán y Al Jazirah. La situación sigue siendo crítica en todo el país, y se prevé que este año 730.000 niños y niñas sufran desnutrición aguda grave, una de las formas más graves de malnutrición.

La determinación de hambruna significa que la población, incluida la infancia, ya ha empezado a morir de hambre y de otras enfermedades relacionadas, como desnutrición o infecciones. A diferencia de la crisis que se vivió en Darfur hace 20 años, esta crisis de hambre instigada por el conflicto se extiende por todo el país, incluida la capital, Jartum, y el estado de Al Jazirah, antes considerado el granero de Sudán.

Las graves restricciones de acceso a la ayuda humanitaria constituyen una de las principales causas de las condiciones de hambruna que se están dando en Zamzam. Si bien en julio UNICEF logró distribuir suministros suficientes de alimentos terapéuticos listos para el consumo para tratar a unos 4.000 niños y niñas que padecían desnutrición aguda grave en El Fasher, incluida una asignación para el campamento de Zamzam, las constantes dificultades para conseguir un acceso seguro y sostenido hacen que las necesidades sigan siendo acuciantes y que la capacidad para distribuir suministros humanitarios de manera continuada sea impredecible.

“Necesitamos una ampliación urgente y a gran escala del acceso humanitario para frenar la hambruna que asola Darfur del Norte y evitar que se extienda a otras zonas de Sudán. Las partes en conflicto deben levantar todas las restricciones y abrir nuevas rutas a un lado y otro de las fronteras, así como en las líneas del conflicto, de manera que los organismos de socorro puedan llegar hasta las comunidades que han quedado aisladas y proporcionarles los alimentos y la asistencia humanitaria que tanto necesitan”, ha declarado la Directora Ejecutiva del PMA, Cindy McCain. “Asimismo, hago un llamamiento a la comunidad internacional a actuar sin demora para garantizar un alto el fuego en este brutal conflicto y poner fin a la hambruna que se ha instalado en Sudán. Solo así podremos revertir una catástrofe humanitaria que está desestabilizando toda esta región de África”.

“Las noticias de hoy confirman uno de nuestros mayores temores: la situación de hambruna en algunas partes de Sudán está infligiendo un sufrimiento inimaginable a los niños, las niñas y las familias del país, que ya estaban soportando las terribles consecuencias de la guerra”, ha afirmado la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Esta hambruna ha sido provocada por el ser humano. Reiteramos nuestro llamamiento a las partes a garantizar un acceso seguro y sin trabas de la asistencia humanitaria para llegar a los niños y las familias necesitadas. Se nos debe facilitar el acceso a todas las rutas, tanto a través de las líneas de conflicto como de las fronteras. Los niños y las niñas de Sudán no pueden esperar más. Necesitan protección y servicios básicos, pero, sobre todo, necesitan que haya un alto el fuego y se declare la paz”.

UNICEF y el PMA siguen llamando a todas las partes a garantizar un acceso humanitario seguro, sostenido y sin trabas que permita ampliar la respuesta humanitaria y agilizar la prestación de ayuda por parte de los organismos. Asimismo, los organismos instan a la comunidad internacional a aumentar su apoyo económico a los esfuerzos humanitarios, y a utilizar todos los instrumentos diplomáticos que tengan a su disposición para facilitar un alto el fuego inmediato. El PMA y UNICEF han movilizado una respuesta humanitaria a gran escala con sus aliados locales e internacionales, no solo en Sudán, sino también en los países vecinos, adonde más de 2 millones de sudaneses han huido en busca de seguridad.

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Notas a los editores:

La Fase 5 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) es la fase más alta de la escala de Inseguridad Alimentaria Aguda y se determina cuando en una zona al menos uno de cada cinco hogares se enfrenta a una carencia extrema de alimentos, un mínimo de un 30% de niños y niñas sufren desnutrición aguda y dos personas de cada 10.000 mueren cada día por inanición o debido a una combinación de desnutrición y enfermedad.

En lo que va de 2024, el PMA ha prestado apoyo a más de 4 millones de desplazados internos, refugiados y comunidades vulnerables de Sudán con alimentos y asistencia en efectivo. Solo en junio, el programa llegó a 1,7 millones de personas. A medida que el conflicto se intensifica en El Fasher, Jartum y ahora en el estado de Sennar, la comunidad humanitaria está encontrando dificultades para prestar ayuda a escala, ya que las necesidades humanitarias están alcanzando niveles insólitos. La temporada de precipitaciones presenta una dificultad añadida, ya que las carreteras se inundan y se vuelven intransitables.

En las zonas de más difícil acceso, como Jartum, la capital, el PMA está dando apoyo a las cocinas comunitarias a través de los aliados locales y está ampliando las ayudas en efectivo. Entre otras iniciativas, se ha lanzado un proyecto piloto de autoempadronamiento para los residentes de Jartum.

El conflicto que se está librando en Sinja, la capital del estado de Sennar, ha dado lugar a una nueva oleada de desplazamientos y ha provocado el corte de algunas de las principales rutas de ayuda.

En lo que va de año, UNICEF y sus aliados han proporcionado agua potable segura a 5,2 millones de niños, niñas y familias; han llevado suministros de salud básicos a 3,3 millones de personas y han realizado pruebas de detección de la desnutrición a más de 2,8 millones de niños y niñas, además de proporcionar tratamiento vital a más de 133.600.

Junto con sus aliados, UNICEF ha ampliado las alianzas en materia de nutrición a 152 localidades de todo Sudán. De las 132 localidades prioritarias, 103 se encuentran en zonas de difícil acceso a causa del conflicto.

Solo en mayo y junio de 2024 se crearon 170 programas terapéuticos ambulatorios nuevos, llevando a 1.739 el número total de programas funcionales de este tipo. Además, UNICEF está prestando servicios vitales a través de 70 equipos móviles. Entre enero y junio de 2024 ingresaron más de 133.600 niños y niñas gravemente desnutridos. UNICEF sigue movilizando suministros nutricionales esenciales para la supervivencia a través de operaciones transfronterizas que permiten tratar a 215.000 niños y niñas con desnutrición grave.

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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/situacion-hambruna-darfur-norte-confirma-peores-previsiones

 

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Sudán persigue una paz esquiva entre la hambruna y la violencia continua contra la población

Por: Sarah Babiker

 

El pasado 31 de julio, el general de las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) Abdel Fattah al-Burhan se encontraba en una ceremonia de graduación del ejército. En ese momento, un dron atacó el evento con el objetivo de acabar con la vida del todavía jefe de Estado de facto en el país africano. Cinco personas murieron en el ataque, pero entre ellas no estaba el dirigente, quien sobrevivió ileso. Nabil Abdallah, portavoz militar, denunció la ofensiva y señaló como culpables a las milicias contra las que el ejército lleva más de un año en guerra, las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), pero desde el grupo paramilitar liderado por Mohamed Hamdan Dagalo negaron toda responsabilidad, sugiriendo que el ataque provendría de las propias filas del ejército como respuesta a conflictos internos.

El intento de asesinato de Al-Burhan llega en un momento en el que estarían en marcha nuevas conversaciones de paz lideradas por Estados Unidos, que se hallaría en conversaciones con ambas partes con el fin de que se sienten a negociar en un encuentro el próximo 14 de agosto en la ciudad suiza de Ginebra. El enviado especial de Estados Unidos para Sudán, Tom Perriello, remarcaba el pasado 2 de agosto, en una conferencia de prensa en Addis Abeba, que esta iniciativa contaría con tres objetivos: cese de la violencia a nivel nacional, acceso de ayuda humanitaria a los 18 estados que componen el país, y herramientas de monitoreo para garantizar los dos primeros puntos.

Desde el medio sudanés Sudan War Monitor se apunta a que la posición ante las conversaciones de paz pueda estar acelerando un proceso de relevo al frente de la Junta Militar, donde desde hace meses se produce una tensión entre quienes son más favorables a las conversaciones, y quienes quieren seguir en guerra sobre la base de que creen poder vencer a sus contrincantes. La pieza, publicada ayer 5 de agosto, apunta al rumor de que Al-Burham querría echarse a un lado, y para ello apostaría por el relevo con un militar nubio, con experiencia en negociación: Shams Al-Din Kabbashi.

El general Yasser Al-Atta, quien confirmó los rumores, está entre quienes quieren continuar con la guerra esperando una victoria para las Fuerzas Armadas Sudanesas. Llegó, de hecho, a afirmar que la guerra contra las FAR debería continuar hasta su derrota, aunque durara incluso cien años. Estas aseveraciones generaron rechazo entre las fuerzas civiles —articuladas en torno a la coalición contra la guerra Taqadum— que primero  vieron cómo se les arrebataba el proyecto de transición, para después tener que sufrir las consecuencias de una guerra.

Las de Ginebra no son las primeras conversaciones de paz que aspiran a lograr un alto el fuego que se presenta esquivo. Desde que estallara la guerra entre los antiguos aliados, el 15 de abril de 2023, han sido numerosos los intentos de poner fin al conflicto, con iniciativas en Jeddah, en Arabia Saudí, en las semanas siguientes al estallido de la guerra, en Addis Abeba, o en Bahrain. La falta de compromiso de unos y otros para cumplir unos mínimos ha hecho imposible hasta ahora cualquier acuerdo, en el marco de una guerra que ni el ejército regular ni las milicias de Dagalo (conocido como Hemedti) parecen estar en condiciones de ganar.

Las conversaciones de Ginebra se presentan complejas, no solo no es claro el compromiso de las FAS, que exigen se tenga en cuenta sus condiciones. Otros actores han manifestado su  desacuerdo al considerarse excluidos de las negociaciones de paz. Así lo expresaba Mini Arko Minnawi, el líder del otrora grupo rebelde Movimiento/Ejército para la Liberación de Sudán (SLM/A en sus siglas en inglés), contendiente histórico del régimen de Al Bashir —el dirigente militar defenestrado en abril de 2019—. Del mismo modo protestaba el grupo armado y político Justicia e Igualdad (JEM), con Jibril Ibrahim al frente. Ambos grupos se habían mantenido neutrales hasta el pasado noviembre, cuando entraron en la guerra del lado del ejército. Su postura refleja la demanda histórica de que sean tenidos en cuenta los otros territorios que componen Sudán, más allá de los centros de poder de la capital y el este del país. Desde hace meses, los antiguos grupos rebeldes combaten junto al ejército para defender Al Fasher, la capital del Darfur del Norte, del asedio de las fuerzas del general Dagalo.

Y es que el ataque del pasado miércoles 31 de julio se produjo en una base militar de Jebit, sita en el estado del Mar Rojo, al Este del país, área que se mantiene bajo el control del ejército. Mientras, las milicias se han hecho con Darfur —su lugar de origen— donde solo la ciudad de Al Fasher resiste. Las FAR han ido extendiendo su dominio también por los Estados de Kordofán y Sennar, dominando el Oeste y el Sur del país, mientras mantiene el control sobre el Estado de Al Jazirah, tras ocupar su capital el pasado diciembre, un territorio fundamental pues desde allí se organizaban una parte relevante de las operaciones humanitarias en el país. Además, esta región al sur de Jartum es la principal productora de cereales. Es en la capital y el Norte de Darfur donde el frente de la guerra es más activo, dándose el mayor número de combates y ataques.

Una violencia que no se detiene

Y es que, mientras los diversos intentos para detener la guerra no parecen avanzar, la violencia no para. Ayer, 5 de agosto, se registraba la peor ofensiva terrestre de las FAR contra la ciudad de Al Fasher, que dejó 30 víctimas mortales en un solo ataque, después de que las milicias de Hemedti acabaran también con la vida de 23 personas en el estado de Al Jazirah el pasado jueves 1 de agosto. Dos días después los paramilitares invadían varios barrios del norte de Jartum. El estado Blue Nile también ha sido en estos días escenario de enfrentamientos entre las FAR y las FAS.

El régimen del terror que las milicias están imponiendo allá donde llegan no parece tener límites. Las fuerza dirigidas por Hemedti han sido denunciadas por incendiar decenas de pueblos, sobre todo en Darfur, cometer violencia sexual a gran escala —un informe de Human Right Watch publicado a finales de julio documenta la violencia sexual sistemática ejercida contra las mujeres en Jartum por parte de las FAR principalmente, aunque sin eximir a los soldados del ejército regular— y saquear todo lo que encuentran a su paso. Desde el principio de la guerra se apuntó a los Emiratos Árabes Unidos, o el grupo Wagner, como quienes mantenían el flujo de armas hacia los paramilitares.

Las FAR cuentan así con armamento y capacidad de confrontar al ejército, pero no con el apoyo de la población, que los conoce como los Janjaweed, la milicia aliada con el ejército que tuvo un lugar central en los crímenes de guerra cometidos en Darfur a principios de siglo, pero también en la represión de las protestas que llevaron al fin del régimen de Al Bashir y el inicio de una transición democrática en 2019.

El ejército tampoco cuenta con la adhesión de una población que vio cómo sus sueños democráticos, agitados por la rebelión que comenzó en diciembre de 2018, se truncaban con el golpe de Estado del 25 de octubre de 2021, cuando Al-Burhan se negó a cumplir con el compromiso adquirido en la transición, que obligaba a los militares a entregar el poder al gobierno civil, en virtud del turnaje establecido en los acuerdos de julio de 2019.

Ahora enfrentado a su antiguo aliado, después de que las FAR se negaran a integrarse en el ejército regular en el marco de un nuevo acuerdo de transición firmado en diciembre de 2022, el ejército intenta recuperar el terreno perdido desde abril del 2023. En los últimos días ha avanzado posiciones en Omdurman, ciudad que forma parte de la capital, en una lenta avanzada sobre la capital durante los últimos meses que, sin embargo, no acaba de afianzarse. Y si bien sobre el ejército no recaen las mismas acusaciones que apuntan a los de Hemedti, este tampoco se distingue por su respeto a los derechos humanos, como las FAR, ha torturado y ejecutado a combatientes enemigos, tiene como práctica bombardear a la población civil —el 4 de agosto bombardeaba el campo de refugiados de Zamzam, cercano a Al Fasher— y está acusado tanto de atacar la muy afectada infraestructura sanitaria, como de propiciar la  gran emergencia humanitaria que afecta al país.

Sin alimento ni cuidados médicos

Son 400.000 los refugiados que se encuentran en Zamzam, un campo al que las agencias de ayuda humanitaria apenas pueden acceder. El Comité de Examen de la Hambruna de Naciones Unidas ha certificado que las personas residentes en el campo están en situación de hambruna. Es la primera vez que el comité determina la existencia de hambruna en los últimos siete años, y solo la tercera ocasión en la que hace esta declaración en las últimas dos décadas, después de que se creara el sistema de monitoreo.  Los expertos advierten de que la hambruna va más allá de este campo y alcanzaría a otras regiones del país. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cerca de la mitad de la población, 25,6 millones de personas, sufren hambre aguda.

En un comunicado conjunto de UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) apuntaban tanto a Darfur como a Jartum, Kordofán y Al Jazirah como territorios en riesgo de hambruna, y recordaban que  “730.000 niños y niñas sufrirán desnutrición aguda grave este año, la forma de desnutrición que más vidas pone en peligro”. Y es que la declaración de hambruna implica que ya hay personas, y especialmente niños y niñas, muriendo de desnutrición. Las entidades denuncian que la hambruna es consecuencia de la decisión humana y lamentan que los actores del conflicto imposibiliten con sus ataques continuos la llegada de ayuda humanitaria. Frente a la dificultad de acceso a las poblaciones, el PMA ha colaborado con los Comités de Resistencia locales que, surgidos durante la revolución, han conseguido ayudar a vecinas y vecinos a través del apoyo mutuo.

Por otro lado, los ataques continuos a hospitales dificultan hasta lo imposible la atención médica a la población. Así lo denuncia Médicos Sin Fronteras, que en un informe publicado el pasado mes de julio con el título La guerra en Sudán es una guerra contra las personas afirma que “las dos partes en conflicto muestran un total desprecio por la misión médica: los hospitales son saqueados y atacados sistemáticamente y la ayuda humanitaria, bloqueada deliberadamente”. Con presencia en ocho de los estados del país, la organización documenta “al menos 60 incidentes de violencia y ataques contra nuestro personal, bienes y centros”, y cita a la OMS para afirmar que solo entre el 20 y 30% de los centros sigue funcionando, aunque sea con servicios limitados en el país.

Más de 10 millones de sudaneses se han visto forzados a abandonar su hogar, siendo desplazados también de los primeros lugares donde habían buscado refugio. A la hambruna, los enfrentamientos y el colapso del sistema sanitario, en la última semana se han unido las fuertes lluvias e inundaciones, que han afectado principalmente al estado de Kessala, donde se refugian más de 250.000 personas.

Fuente de la información e imagen:  El Salto

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Guinea Ecuatorial: Quinta Sesión Ordinaria del Comité Técnico Especializado en Desarrollo Social, Trabajo y Empleo

Quinta Sesión Ordinaria del Comité Técnico Especializado en Desarrollo Social, Trabajo y Empleo

La reunión se celebra bajo el tema: “Agenda Social 2063: Promoción de ecosistemas de Economía Social y Solidaria (ESS)”. La cita de expertos del 29 al 31 se desarrolla en la sede de la Unión Africana en Addis Abeba, Etiopía.

La reunión de ministros se desarrolla del 1 al 2 de agosto próximo, bajo el objetivo principal de evaluar y respaldar estrategias y políticas, tanto a nivel continental, como regional para promover el desarrollo social, el trabajo y el empleo. El STC revisará hojas de ruta específicas destinadas a implementar políticas y estrategias en áreas como la protección social, la economía social y solidaria, la migración laboral, el empleo juvenil, el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina y el fin de la explotación y el abuso de los niños. Además, el STC recibirá productos de conocimiento que ofrezcan información sobre cuestiones salariales en África y la puesta en funcionamiento de mecanismos de diálogo relacionados con la migración laboral.

La Declaración de Uagadugú de 2004 reafirmó el compromiso de los Estados miembros de priorizar la creación de empleo en las políticas económicas y sociales, centrándose en el liderazgo político, el empoderamiento de los jóvenes y las mujeres, la protección social, la productividad, la migración laboral y la integración regional. La Agenda 2063 de la Unión Africana enfatiza un enfoque de derechos humanos para erradicar la pobreza y la desigualdad, promover la solidaridad, la autosuficiencia y la cohesión social. Aboga por abordar factores socioeconómicos más amplios, incluidos la buena gobernanza, los derechos humanos, la paz, la seguridad y la estabilidad, destacando la cohesión social como crucial para reducir la pobreza y la desigualdad.

La Economía Social Solidaria (ESS) equilibra los objetivos económicos, sociales y ambientales, fomentando la solidaridad, la democracia y el mutualismo. Prioriza las ganancias colectivas sobre los beneficios individuales, involucrando a diversas organizaciones económicas pequeñas y medianas vinculadas por la familia, la comunidad y la cooperación. Las entidades de ESS operan basándose en la cooperación voluntaria, la ayuda mutua, la gobernanza democrática y el propósito social sobre el capital, aspirando a la sostenibilidad a largo plazo y la transición de la economía formal. Encarnan valores de cuidado de las personas y del planeta, igualdad, justicia, interdependencia, autogobierno, transparencia, rendición de cuentas y trabajo decente.

La ESS se ha expandido significativamente, contribuyendo a los servicios sociales, la reducción de la pobreza, la creación de empleo, el desarrollo comunitario, la protección ambiental, la financiación asequible, el acceso a la salud y la educación, la seguridad alimentaria, la igualdad de género y el empoderamiento de los grupos marginados. Las ESS complementan las intervenciones gubernamentales, promueven enfoques innovadores, la cohesión social y la resiliencia de la sociedad e impulsan un desarrollo inclusivo y sostenible. Proporcionan activos escalables, producción localizada y oportunidades para la coherencia de las políticas, lo que incide en el cambio social, ambiental y económico.

Texto: Anatalon Okue

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

Aviso: La reproducción total o parcial de este artículo o de las imágenes que lo acompañen debe hacerse, siempre y en todo lugar, con la mención de la fuente de origen de la misma (Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial).

Fuente de la Información: https://www.guineaecuatorialpress.com/noticias/quinta_sesion_ordinaria_del_comite_tecnico_especializado_en_desarrollo_social_trabajo_y_empleo

 

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Guinea Ecuatorial solicita la asistencia técnica de Schlumberger

Guinea Ecuatorial solicita la asistencia técnica de Schlumberger

El Gobierno ecuatoguineano confirma su compromiso de seguir contando con los servicios de la empresa Schlumberger para los futuros proyectos de sector de los hidrocarburos del país. Así lo ha trasladado el Vicepresidente de la República a la directora de estrategia de esta empresa para África Occidental, en la sesión de trabajo que ambas personalidades han mantenido este viernes en el Palacio del Pueblo en Malabo.

Durante la cita, S.E Nguema Obiang Mangue ha felicitado el rol que Schlumberger ha desempeñado en Guinea Ecuatorial; sobre todo, en la

El Gobierno ecuatoguineano confirma su compromiso de seguir contando con los servicios de la empresa Schlumberger para los futuros proyectos de sector de los hidrocarburos del país. Así lo ha trasladado el Vicepresidente de la República a la directora de estrategia de esta empresa para África Occidental, en la sesión de trabajo que ambas personalidades han mantenido este viernes en el Palacio del Pueblo en Malabo.

Durante la cita, S.E Nguema Obiang Mangue ha felicitado el rol que Schlumberger ha desempeñado en Guinea Ecuatorial; sobre todo, en la formación de recursos humanos. Para la ejecutiva Diane Morbelli Dickson es un placer poner nuevamente sobre la mesa el marco de cooperación entre Schlumberger y Guinea Ecuatorial.

Nguema Obiang Mangue también ha aprovechado la ocasión para conversar sobre las facilidades y la seguridad jurídica que el Ejecutivo ecuatoguineano ofrece a la inversión extranjera.

Fundada en 1926 y registrada en Guinea Ecuatorial en 1940, Schlumberger es la compañía líder mundial en la prestación de servicios de petróleo y gas. Unos servicios que, ha dicho el político ecuatoguineano, ayudarán a Gepetrol en su nueva tarea como operadora del sector de los hidrocarburos.

Texto y fotos: Gabinete de Prensa e Imagen de la Vicepresidencia de la República

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

Aviso: La reproducción total o parcial de este artículo o de las imágenes que lo acompañen debe hacerse, siempre y en todo lugar, con la mención de la fuente de origen de la misma (Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial).

. Para la ejecutiva Diane Morbelli Dickson es un placer poner nuevamente sobre la mesa el marco de cooperación entre Schlumberger y Guinea Ecuatorial.

Nguema Obiang Mangue también ha aprovechado la ocasión para conversar sobre las facilidades y la seguridad jurídica que el Ejecutivo ecuatoguineano ofrece a la inversión extranjera.

Fundada en 1926 y registrada en Guinea Ecuatorial en 1940, Schlumberger es la compañía líder mundial en la prestación de servicios de petróleo y gas. Unos servicios que, ha dicho el político ecuatoguineano, ayudarán a Gepetrol en su nueva tarea como operadora del sector de los hidrocarburos.

Texto y fotos: Gabinete de Prensa e Imagen de la Vicepresidencia de la República

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

Aviso: La reproducción total o parcial de este artículo o de las imágenes que lo acompañen debe hacerse, siempre y en todo lugar, con la mención de la fuente de origen de la misma (Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial).

Fuente de la Información: https://www.guineaecuatorialpress.com/noticias/guinea_ecuatorial_solicita_la_asistencia_tecnica_de_schlumberger

 

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African girls who start school late or repeat grades are more likely to leave school early

The 2024 Gender Report, Technology on her terms, released recently, reviews progress on gender parity in education for most SDG 4 targets. Despite the myriad range of possibilities to look at gender disparity, the report asserts the continuing growth in girls and young women’s participation in education at different levels, which has helped reverse decades of discrimination. 

Progress aside, however, it remains the case that parity has not been achieved at the same rates for all levels of education in sub-Saharan Africa.  As of 2020, for every 100 enrolled males, there were 96 females enrolled in primary, 91 in lower secondary, 87 in upper secondary and 80 in tertiary education. In addition, in absolute numbers, sub-Saharan Africa is the main world region where there are more girls of primary and secondary school age who are out of school than boys – and the out-of-school population is growing. 

Enrolment, meanwhile, is only a stepping stone towards completion. And completion rates have nuances to them as well. The 2024 Gender Report looked at whether starting an education cycle on time or not had implications for girls’ ultimate likelihood of completing. As the title of this blog suggests, it matters an awful lot.

In primary education, there is gender parity in both the rates of those completing on time (timely) and those completing at all (ultimate), globally, while the same is true in Central and Southern Asia, a reference region. But in sub-Saharan Africa since 2013, girls have been far more likely than boys to complete primary school on time but far less likely to ultimately complete primary school than boys: 96 girls complete for every 100 boys who do so.  

 In lower secondary education, there is gender parity in both timely and ultimate completion rates, globally, and also in Central and Southern Asia since 2020. In sub-Saharan Africa, meanwhile, gender parity in timely completion has almost been achieved, but girls are at a much bigger disadvantage in ultimate completion: 85 girls complete for every 100 boys. This means that if girls start school on time and do not repeat grades, they are currently almost as likely as boys to complete lower secondary school as boys. But if they start late or repeat grades, reaching the age of 15 and still not at the end of lower secondary school, they are more likely to drop out.  

 This finding shows the importance of making it easy for boys and girls to start school on time, ensuring that competing priorities do not get in the way. It provides additional evidence of remedial education, as well, so that girls are not falling behind, ending up repeating grades, and increasing their chances of dropping out. Our Spotlight research showed many examples of countries in Africa providing remedial education, from up to 10 hours a week in Uganda to training courses for teachers on remedial education in Chad. A remedial programme expanded in Senegal after 2018 saw improved basic reading skills by 25% and mathematics proficiency by 40% in endline assessments as a result, for example.  

Such examples and more should be inspiration to others to attempt similar policies and help ensure all children – no matter their gender, background or identity – can complete a quality education.

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Nigeria: Mueren 21 personas al derrumbarse un edificio escolar en Nigeria cuando los alumnos realizaban un examen

21 personas murieron tras derrumbarse el edificio de una escuela en el centro de Nigeria mientras los estudiantes realizaban un examen, en lo que las autoridades locales calificaron de «tragedia evitable».

 

El edificio de dos plantas se derrumbó en la ciudad de Jos y otras 30 personas fueron hospitalizadas, según la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nigeria (NEMA).

 

La NEMA dijo que había estudiantes entre los fallecidos en Jos, la capital del estado de Plateau, sin proporcionar un número exacto.

 

Alrededor de 120 personas quedaron atrapadas cuando se derrumbó el edificio, según el gobierno del estado de Plateau.

 

El gobernador del estado de Plateau, Caleb Manasseh Mutfwang, declaró que el edificio se derrumbó cuando los estudiantes estaban realizando un examen. Mutfwang expresó su «profundo pésame a las familias de los alumnos y al personal de la escuela St. Academy».

 

El gobierno del estado de Plateau declaró este viernes en un comunicado: «El gobierno describe el incidente como una tragedia evitable, citando la débil estructura de la escuela y su insegura ubicación cerca de la orilla de un río».

 

El gobierno dio instrucciones a los hospitales locales para que proporcionen tratamiento sin documentación ni pago.

 

Según el gobierno, se instó a las escuelas con problemas de seguridad similares a que cierren sus puertas.

 

Los derrumbes de edificios son frecuentes en Nigeria debido a la laxitud de las normas de construcción y a la mala calidad de los materiales.

https://cnnespanol.cnn.com/2024/07/13/mueren-21-personas-derrumbe-edificio-escolar-nigeria-alumnos-examen-trax/

 

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En el Sáhara Occidental

En el Sáhara Occidental

Autor: Marc B. Sanganee

Al sur de la ciudad argelina de Tinduf, en la frontera con el Sáhara Occidental, hay cinco campamentos de refugiados. Los campamentos albergan al pueblo saharaui del Sáhara Occidental y están administrados por el Movimiento por la Libertad Polisario, que lucha por liberar su patria de Marruecos.

La vida en los campamentos del desierto deja una profunda huella y da testimonio de un pueblo que, a pesar de las limitaciones, ha conseguido construir una sociedad bien organizada en duras condiciones. “Los saharauis éramos originalmente un pueblo nómada que viajaba en camello y se asentaba en diferentes lugares del Sáhara Occidental y de sus alrededores. No había fronteras que nos impidieran desplazarnos a lo que hoy es Mauritania o Argelia”, explica Jadiya, quien es traductora.

La era colonial vio cómo las potencias europeas llegaban a África para apoderarse de territorios, explotar la mano de obra y extraer recursos naturales. En el Sáhara Occidental, los portugueses y los franceses fueron primero rechazados por la población local antes de que España consiguiera colonizar la zona en 1884. En 1973, los indígenas saharauis crearon el Movimiento por la libertad Polisario, para liberar su tierra del imperio español.

El Sáhara Occidental siguió siendo una colonia española hasta 1975, cuando el Gobierno marroquí organizó la llamada “Marcha Verde” con 350.000 manifestantes que marcharon hacia el Sáhara Occidental para reclamar la tierra. Los manifestantes presionaron a España para que abandonara el Sáhara Occidental, que Marruecos ocupó entonces. Hoy en día, el Sáhara Occidental sigue ocupado por Marruecos, por lo que se considera la última colonia de África.

Campamentos en el desierto

La temperatura oscila entre los 35 y los 40 grados centígrados en Wilayah de Bojador, el más pequeño de los cinco campamentos de refugiados de la frontera con el Sáhara Occidental. Me hierven los pies en los zapatos, pero caminar descalzo no es una opción. La arena está demasiado caliente. Según Filipe, un ingeniero saharaui local educado en la Unión Soviética, hace entre cinco y seis años que no llueve en los campamentos. “Ni una sola gota del cielo”, dice.

En los campos de refugiados, la gente vive en sencillas chozas con tejados de hojalata o en getouns, tiendas cuadradas con entradas por todos los lados y una gran alfombra de colores como piso. Los esqueletos de coches despojados de ruedas, puertas, ventanillas, asientos y todas las piezas del interior recuerdan a los programas de televisión apocalípticos. Las puertas de los coches se reutilizan como vallas para las numerosas cabras de la aldea, que a menudo se ven deambulando en rebaños por las colinas de arena del campamento. Sin embargo, los numerosos bastidores de los coches funcionan bien como zonas de juego para los niños que, de otro modo, no tendrían acceso a toboganes, columpios o estructuras para trepar.

El muro de la vergüenza

El Sáhara Occidental está dividido en tres zonas. Está la región del Sáhara Occidental donde la potencia ocupante Marruecos está en el poder. Están las zonas liberadas del Sáhara Occidental, donde el Movimiento por la libertad Polisario está en el poder. Y luego están los campamentos de refugiados en Argelia, donde el Polisario también está en el poder. Para separar las distintas zonas entre sí y mantener el control de la ocupación, la monarquía marroquí construyó un muro de 2700 kilómetros a través del Sáhara Occidental.

“El Muro de la Vergüenza”, como lo llaman los saharauis, puede compararse fácilmente con el muro del apartheid israelí en Palestina, ya que ambos fueron construidos por potencias ocupantes y obligan de hecho a las familias indígenas y a otras comunidades a vivir separadas unas de otras.

Aunque el Muro de la Vergüenza está construido con arena, “es el muro más peligroso del mundo”, dice un soldado del Polisario. El muro se divide en varias líneas: alambre de espino, perros, un foso, el propio muro, 150.000 soldados y ocho millones de minas terrestres. La línea más exterior es la de las numerosas minas. Además de dificultar la penetración de los soldados del Polisario, a menudo los nómadas civiles o el ganado local saltan por los aires al pisar las minas.

Una situación temporal

Como consecuencia de la ocupación marroquí, miles de saharauis huyeron en los años 70 a los campos de refugiados de Argelia, cuyo Gobierno permitió al Polisario administrar los campos como parte de los territorios liberados.

Los cinco campos de refugiados de Argelia llevan el nombre de ciudades del Sáhara Occidental. Por ejemplo, Wilayah de Bojador lleva el nombre de la ciudad de Bojador, que se encuentra en una de las zonas gobernadas por Marruecos. “Cada campamento lleva el nombre de una de nuestras ciudades para señalar que los campamentos son temporales. Es para mostrar que algún día volveremos a nuestras verdaderas ciudades”, dice el ingeniero Filipe.

Puede que Wilayah de Bojador sea el más nuevo y pequeño de los cinco campos de refugiados administrados por el Polisario. Pero cuando me paro en la cima de la colina más grande del campamento, puedo ver casas y tiendas a lo lejos en el horizonte. Alrededor de los campamentos está la bandera del Sáhara Occidental, que con sus colores negro, blanco, verde y rojo es muy similar a la bandera palestina. La única diferencia es que la bandera del Sáhara Occidental tiene una media luna roja y una estrella en el centro. “El color negro simboliza la ocupación. Hoy, el color negro está en la parte superior, pero cuando logremos nuestra libertad, a partir de ese día, ondearemos el color negro en la parte inferior”, dice Filipe.

Una sociedad bien organizada

A pesar de su limitado acceso a los recursos, los saharauis han conseguido construir de muchas maneras una sociedad bien organizada. Por ejemplo, cada campamento –que se considera una región– está dividido en varios distritos pequeños. Cada distrito cuenta con una pequeña clínica sanitaria y cada campamento con un hospital regional. Además, hay un campamento administrativo donde se encuentra el hospital principal. “Si está enfermo, acuda primero al dispensario de su distrito. Si no pueden ayudarle, acuda al hospital regional. Si tampoco pueden ayudarte, vaya al hospital del campamento administrativo, luego al hospital de la cercana ciudad argelina de Tinduf, después a Argel, la capital argelina, y finalmente a España”, dice Filipe. “Está muy bien organizado”.

Alrededor de la Wilayah de Bojador, hay pequeñas tiendas donde se pueden comprar comestibles como arroz, pasta, patatas y atún enlatado. En el campamento encuentro de todo, desde una escuela, un jardín de infancia, una asociación de mujeres y una biblioteca hasta una peluquería, un mecánico y pequeños puestos de venta de tabaco o perfumes.

Un camión recorre las carreteras estrechas y llenas de baches de casa en casa, llenando bolsas de agua – del tamaño de camas elásticas hinchables – para que las familias puedan beber, bañarse y lavar la ropa. Según la ONG Comité Noruego de Apoyo al Sáhara Occidental, los observadores internacionales describen los campamentos de refugiados saharauis como “los campamentos de refugiados mejor organizados del mundo”.

 

Una vida fuera del campamento

Los saharauis y el Polisario están haciendo todo lo que pueden para crear una vida digna para la gente de los campamentos de refugiados. Pero no está libre de desafíos. Según Fátima, miembro de la Unión de Jóvenes Saharauis, uno de los mayores retos actuales es que hay una generación mayor que puede recordar una vida anterior a los campamentos, mientras que una gran generación más joven ha vivido toda su vida en los campamentos.

“Para evitar que los niños y niñas de los campamentos crezcan sin conocer la vida fuera de ellos, hemos puesto en marcha un plan por el que se les envía a España a vivir con una familia durante un periodo de tiempo. De este modo, se convierten en embajadores del Sáhara Occidental en España y ven que hay vida fuera de los campamentos”, dice Fátima. Cuando Fátima tenía seis años, formó parte del programa. “Nunca en mi vida había visto un pez ni tantos árboles verdes en el mismo lugar. Pensaba que sólo era algo que se veía en las películas. Que no era real. Pero en España aprendí que es real”, recuerda.

Desafíos

Sigue habiendo problemas que el Polisario y la población local de los campamentos se esfuerzan por resolver. Varios jóvenes afirman que las oportunidades de trabajo varían y que a menudo están desempleados. Incluso los hombres y mujeres empleados en hospitales y comisarías sólo reciben un salario cada tres meses, y la paga no es alta. Muchos jóvenes saharauis desempleados deben marcharse al extranjero para encontrar trabajo. Mientras tanto, se ofrecen como voluntarios en los campamentos para realizar diversas tareas prácticas.

Los campamentos de refugiados dependen de las donaciones internacionales de organismos como la ONU o de otros países. Cuando un autobús en España está dañado y ya no cumple los requisitos nacionales de seguridad, puede enviarse al Sáhara Occidental. Aquí los autobuses, que son muy parecidos a los autobuses urbanos daneses, circulan por la arena con pasajeros. Pero en muchos sentidos, los saharauis viven una vida limitada en los campamentos de Tinduf. Durante toda mi estancia, no vi ni una sola papelera. La falta de un sistema de residuos significa que los paquetes de cigarrillos, las botellas de plástico y otros desperdicios están esparcidos por todo el campamento.

La electricidad se va con frecuencia y conectarse a Internet suele ser un problema. Esto último se considera un gran problema para los saharauis, que quieren conectar con personas del resto del mundo para atraer la atención internacional hacia su lucha de resistencia.

Promover la causa

Los saharauis están interesados en llamar la atención sobre su causa. En el desierto han creado un museo llamado el Museo de la Resistencia, en el que los turistas realizan un viaje desde la vida nómada original de los saharauis, pasando por el periodo colonial y la ocupación marroquí, hasta la lucha del Polisario por la liberación. El museo incluye una versión en miniatura del Muro de la Vergüenza y varios de los tanques y armas que los soldados del Polisario han conseguido arrebatar a los militares marroquíes. En el desierto también encontrará una casa de los medios de comunicación donde los periodistas se sientan detrás de ordenadores de sobremesa, escribiendo artículos y actualizando la página web del Polisario y las redes sociales con noticias de los campamentos. Hay salas insonorizadas, micrófonos y cajas de resonancia para grabar las emisiones de radio, y estudios con pantallas verdes y cámaras de vídeo para grabar las noticias de televisión. El Polisario tiene su propio canal de televisión.

Además, los saharauis organizan el renombrado Festival Internacional de Cine FiSahara, que atrae a gente de todo el mundo. Muchos de los invitados internacionales al festival de cine proceden de España. El presidente saharaui Brahim Ghali se reunió con periodistas en el festival. Criticó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por cambiar la postura de su país respecto a la ocupación marroquí; en 2022, Sánchez escribió al rey Mohammed VI de Marruecos para decirle que estaba de acuerdo con la opinión de que el Sáhara Occidental debía ser autónomo pero bajo dominio marroquí. “Hemos congelado nuestras relaciones con el Gobierno español, pero seguimos manteniendo buenas relaciones con su pueblo”, dijo el presidente saharaui Ghali.

 

Fuente: Globetrotte

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/en-el-sahara-occidental/

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