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Marruecos: Sindicatos protestan contra una represiva “ley de huelga” que erosiona aún más los derechos de campesinxs y trabajadores

El 5 y 6 de febrero de 2025, tuvo lugar una huelga general en Marruecos, organizada por la Unión Marroquí del Trabajo (UMT) y sus afiliados en todos los sectores de actividad, en particular la FNSA-UMT, la Federación Nacional del Sector Agrícola, miembro de La Vía Campesina en la región ARNA – región árabe y África del Norte.

 

Cientos de trabajadorxs agrícolas se reunieron frente a la sede de la Unión Marroquí del Trabajo para expresar su rechazo a la ley sobre la huelga, levantando poderosos lemas que afirmaban su determinación de continuar la lucha hasta su derogación.

 

 

 

 

 

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Marruecos: Sindicatos protestan contra una represiva “ley de huelga” que erosiona aún más los derechos de campesinxs y trabajadores

7 febrero 2025

 

El 5 y 6 de febrero de 2025, tuvo lugar una huelga general en Marruecos, organizada por la Unión Marroquí del Trabajo (UMT) y sus afiliados en todos los sectores de actividad, en particular la FNSA-UMT, la Federación Nacional del Sector Agrícola, miembro de La Vía Campesina en la región ARNA – región árabe y África del Norte.

 

Cientos de trabajadorxs agrícolas se reunieron frente a la sede de la Unión Marroquí del Trabajo para expresar su rechazo a la ley sobre la huelga, levantando poderosos lemas que afirmaban su determinación de continuar la lucha hasta su derogación.

 

 

 

 

Esta movilización sin precedentes tenía como objetivo protestar contra la adopción de la Ley Orgánica n.º 97.15, que regula el ejercicio del derecho de huelga, considerada restrictiva y contraria a los intereses de lxs trabajadorxs agrícolas y campesinxs. Su objetivo es oponerse a las orientaciones gubernamentales marroquíes regresivas, antisociales e impopulares, que buscan reprimir el derecho a manifestarse frente a la injusticia y defender los derechos de lxs trabajadorxs agrícolas mediante una ley sobre la huelga que obstaculiza el ejercicio de este derecho fundamental. Estas peligrosas medidas legislativas buscan hacer retroceder los logros y prevenir las manifestaciones frente a políticas agresivas.

 

Desde hace algún tiempo, el gobierno marroquí insiste en aprobar esta ley, considerada dentro de la FNSA-UMT como restrictiva y criminal en relación con el derecho de huelga, en total contradicción con la Constitución del país. Esta garantiza explícitamente el ejercicio de este derecho, en particular en su artículo 29, que destaca que todas las constituciones desde 1962 han consagrado este derecho humano. Sin embargo, el actual gobierno marroquí, que defiende los intereses del capital local y extranjero, persiste en querer hacer aprobar esta ley restrictiva a pesar de la oposición de los sindicatos y fuerzas progresistas del país.

 

Para la Federación Nacional del Sector Agrícola (FNSA), la ley, que fue aprobada oficialmente el miércoles 5 de febrero de 2025 en la Cámara de Representantes tras la segunda lectura, tendrá un impacto significativo en la clase trabajadora marroquí en general y en lxs trabajadorxs agrícolas y campesinxs en particular. El procedimiento complejo previsto en esta ley dificultará el ejercicio del derecho de huelga, especialmente en las unidades y explotaciones agrícolas donde los sindicatos están ausentes. Además, las severas sanciones y multas, que pueden alcanzar los 850 dólares, impuestas a lxs trabajadorxs y campesinxs que no respeten las disposiciones de la ley sobre la huelga, representan una amenaza adicional para su derecho a la movilización.

 

“Esta ley restrictiva sobre el derecho de huelga sirve principalmente a los intereses de las grandes empresas y explotaciones agrícolas, sean locales o extranjeras, así como a las multinacionales, que seguirán violando los derechos de lxs trabajadorxs agrícolas y campesinxs sin la menor consideración. Su principal medio de lucha, la huelga, les ha sido arrebatado con la adopción de esta legislación represiva.”

 

Este marco legislativo constituye un obstáculo considerable para los campesinos y trabajadores agrícolas marroquíes que desean manifestarse contra sus desastrosas condiciones de trabajo, la casi inexistente aplicación del Código de Trabajo en la mayoría de las explotaciones y la persistente discriminación salarial, ya que el salario mínimo en el sector agrícola sigue siendo muy inferior al de otros sectores. Para ellos, luchar y resistir contra estas medidas represivas es esencial si quieren reivindicar sus derechos fundamentales.

 

https://viacampesina.org/es/marruecos-sindicatos-protestan-contra-una-represiva-ley-de-huelga-que-erosiona-aun-mas-los-derechos-de-campesinxs-y-trabajadores/

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En el Sáhara Occidental

En el Sáhara Occidental

Autor: Marc B. Sanganee

Al sur de la ciudad argelina de Tinduf, en la frontera con el Sáhara Occidental, hay cinco campamentos de refugiados. Los campamentos albergan al pueblo saharaui del Sáhara Occidental y están administrados por el Movimiento por la Libertad Polisario, que lucha por liberar su patria de Marruecos.

La vida en los campamentos del desierto deja una profunda huella y da testimonio de un pueblo que, a pesar de las limitaciones, ha conseguido construir una sociedad bien organizada en duras condiciones. “Los saharauis éramos originalmente un pueblo nómada que viajaba en camello y se asentaba en diferentes lugares del Sáhara Occidental y de sus alrededores. No había fronteras que nos impidieran desplazarnos a lo que hoy es Mauritania o Argelia”, explica Jadiya, quien es traductora.

La era colonial vio cómo las potencias europeas llegaban a África para apoderarse de territorios, explotar la mano de obra y extraer recursos naturales. En el Sáhara Occidental, los portugueses y los franceses fueron primero rechazados por la población local antes de que España consiguiera colonizar la zona en 1884. En 1973, los indígenas saharauis crearon el Movimiento por la libertad Polisario, para liberar su tierra del imperio español.

El Sáhara Occidental siguió siendo una colonia española hasta 1975, cuando el Gobierno marroquí organizó la llamada “Marcha Verde” con 350.000 manifestantes que marcharon hacia el Sáhara Occidental para reclamar la tierra. Los manifestantes presionaron a España para que abandonara el Sáhara Occidental, que Marruecos ocupó entonces. Hoy en día, el Sáhara Occidental sigue ocupado por Marruecos, por lo que se considera la última colonia de África.

Campamentos en el desierto

La temperatura oscila entre los 35 y los 40 grados centígrados en Wilayah de Bojador, el más pequeño de los cinco campamentos de refugiados de la frontera con el Sáhara Occidental. Me hierven los pies en los zapatos, pero caminar descalzo no es una opción. La arena está demasiado caliente. Según Filipe, un ingeniero saharaui local educado en la Unión Soviética, hace entre cinco y seis años que no llueve en los campamentos. “Ni una sola gota del cielo”, dice.

En los campos de refugiados, la gente vive en sencillas chozas con tejados de hojalata o en getouns, tiendas cuadradas con entradas por todos los lados y una gran alfombra de colores como piso. Los esqueletos de coches despojados de ruedas, puertas, ventanillas, asientos y todas las piezas del interior recuerdan a los programas de televisión apocalípticos. Las puertas de los coches se reutilizan como vallas para las numerosas cabras de la aldea, que a menudo se ven deambulando en rebaños por las colinas de arena del campamento. Sin embargo, los numerosos bastidores de los coches funcionan bien como zonas de juego para los niños que, de otro modo, no tendrían acceso a toboganes, columpios o estructuras para trepar.

El muro de la vergüenza

El Sáhara Occidental está dividido en tres zonas. Está la región del Sáhara Occidental donde la potencia ocupante Marruecos está en el poder. Están las zonas liberadas del Sáhara Occidental, donde el Movimiento por la libertad Polisario está en el poder. Y luego están los campamentos de refugiados en Argelia, donde el Polisario también está en el poder. Para separar las distintas zonas entre sí y mantener el control de la ocupación, la monarquía marroquí construyó un muro de 2700 kilómetros a través del Sáhara Occidental.

“El Muro de la Vergüenza”, como lo llaman los saharauis, puede compararse fácilmente con el muro del apartheid israelí en Palestina, ya que ambos fueron construidos por potencias ocupantes y obligan de hecho a las familias indígenas y a otras comunidades a vivir separadas unas de otras.

Aunque el Muro de la Vergüenza está construido con arena, “es el muro más peligroso del mundo”, dice un soldado del Polisario. El muro se divide en varias líneas: alambre de espino, perros, un foso, el propio muro, 150.000 soldados y ocho millones de minas terrestres. La línea más exterior es la de las numerosas minas. Además de dificultar la penetración de los soldados del Polisario, a menudo los nómadas civiles o el ganado local saltan por los aires al pisar las minas.

Una situación temporal

Como consecuencia de la ocupación marroquí, miles de saharauis huyeron en los años 70 a los campos de refugiados de Argelia, cuyo Gobierno permitió al Polisario administrar los campos como parte de los territorios liberados.

Los cinco campos de refugiados de Argelia llevan el nombre de ciudades del Sáhara Occidental. Por ejemplo, Wilayah de Bojador lleva el nombre de la ciudad de Bojador, que se encuentra en una de las zonas gobernadas por Marruecos. “Cada campamento lleva el nombre de una de nuestras ciudades para señalar que los campamentos son temporales. Es para mostrar que algún día volveremos a nuestras verdaderas ciudades”, dice el ingeniero Filipe.

Puede que Wilayah de Bojador sea el más nuevo y pequeño de los cinco campos de refugiados administrados por el Polisario. Pero cuando me paro en la cima de la colina más grande del campamento, puedo ver casas y tiendas a lo lejos en el horizonte. Alrededor de los campamentos está la bandera del Sáhara Occidental, que con sus colores negro, blanco, verde y rojo es muy similar a la bandera palestina. La única diferencia es que la bandera del Sáhara Occidental tiene una media luna roja y una estrella en el centro. “El color negro simboliza la ocupación. Hoy, el color negro está en la parte superior, pero cuando logremos nuestra libertad, a partir de ese día, ondearemos el color negro en la parte inferior”, dice Filipe.

Una sociedad bien organizada

A pesar de su limitado acceso a los recursos, los saharauis han conseguido construir de muchas maneras una sociedad bien organizada. Por ejemplo, cada campamento –que se considera una región– está dividido en varios distritos pequeños. Cada distrito cuenta con una pequeña clínica sanitaria y cada campamento con un hospital regional. Además, hay un campamento administrativo donde se encuentra el hospital principal. “Si está enfermo, acuda primero al dispensario de su distrito. Si no pueden ayudarle, acuda al hospital regional. Si tampoco pueden ayudarte, vaya al hospital del campamento administrativo, luego al hospital de la cercana ciudad argelina de Tinduf, después a Argel, la capital argelina, y finalmente a España”, dice Filipe. “Está muy bien organizado”.

Alrededor de la Wilayah de Bojador, hay pequeñas tiendas donde se pueden comprar comestibles como arroz, pasta, patatas y atún enlatado. En el campamento encuentro de todo, desde una escuela, un jardín de infancia, una asociación de mujeres y una biblioteca hasta una peluquería, un mecánico y pequeños puestos de venta de tabaco o perfumes.

Un camión recorre las carreteras estrechas y llenas de baches de casa en casa, llenando bolsas de agua – del tamaño de camas elásticas hinchables – para que las familias puedan beber, bañarse y lavar la ropa. Según la ONG Comité Noruego de Apoyo al Sáhara Occidental, los observadores internacionales describen los campamentos de refugiados saharauis como “los campamentos de refugiados mejor organizados del mundo”.

 

Una vida fuera del campamento

Los saharauis y el Polisario están haciendo todo lo que pueden para crear una vida digna para la gente de los campamentos de refugiados. Pero no está libre de desafíos. Según Fátima, miembro de la Unión de Jóvenes Saharauis, uno de los mayores retos actuales es que hay una generación mayor que puede recordar una vida anterior a los campamentos, mientras que una gran generación más joven ha vivido toda su vida en los campamentos.

“Para evitar que los niños y niñas de los campamentos crezcan sin conocer la vida fuera de ellos, hemos puesto en marcha un plan por el que se les envía a España a vivir con una familia durante un periodo de tiempo. De este modo, se convierten en embajadores del Sáhara Occidental en España y ven que hay vida fuera de los campamentos”, dice Fátima. Cuando Fátima tenía seis años, formó parte del programa. “Nunca en mi vida había visto un pez ni tantos árboles verdes en el mismo lugar. Pensaba que sólo era algo que se veía en las películas. Que no era real. Pero en España aprendí que es real”, recuerda.

Desafíos

Sigue habiendo problemas que el Polisario y la población local de los campamentos se esfuerzan por resolver. Varios jóvenes afirman que las oportunidades de trabajo varían y que a menudo están desempleados. Incluso los hombres y mujeres empleados en hospitales y comisarías sólo reciben un salario cada tres meses, y la paga no es alta. Muchos jóvenes saharauis desempleados deben marcharse al extranjero para encontrar trabajo. Mientras tanto, se ofrecen como voluntarios en los campamentos para realizar diversas tareas prácticas.

Los campamentos de refugiados dependen de las donaciones internacionales de organismos como la ONU o de otros países. Cuando un autobús en España está dañado y ya no cumple los requisitos nacionales de seguridad, puede enviarse al Sáhara Occidental. Aquí los autobuses, que son muy parecidos a los autobuses urbanos daneses, circulan por la arena con pasajeros. Pero en muchos sentidos, los saharauis viven una vida limitada en los campamentos de Tinduf. Durante toda mi estancia, no vi ni una sola papelera. La falta de un sistema de residuos significa que los paquetes de cigarrillos, las botellas de plástico y otros desperdicios están esparcidos por todo el campamento.

La electricidad se va con frecuencia y conectarse a Internet suele ser un problema. Esto último se considera un gran problema para los saharauis, que quieren conectar con personas del resto del mundo para atraer la atención internacional hacia su lucha de resistencia.

Promover la causa

Los saharauis están interesados en llamar la atención sobre su causa. En el desierto han creado un museo llamado el Museo de la Resistencia, en el que los turistas realizan un viaje desde la vida nómada original de los saharauis, pasando por el periodo colonial y la ocupación marroquí, hasta la lucha del Polisario por la liberación. El museo incluye una versión en miniatura del Muro de la Vergüenza y varios de los tanques y armas que los soldados del Polisario han conseguido arrebatar a los militares marroquíes. En el desierto también encontrará una casa de los medios de comunicación donde los periodistas se sientan detrás de ordenadores de sobremesa, escribiendo artículos y actualizando la página web del Polisario y las redes sociales con noticias de los campamentos. Hay salas insonorizadas, micrófonos y cajas de resonancia para grabar las emisiones de radio, y estudios con pantallas verdes y cámaras de vídeo para grabar las noticias de televisión. El Polisario tiene su propio canal de televisión.

Además, los saharauis organizan el renombrado Festival Internacional de Cine FiSahara, que atrae a gente de todo el mundo. Muchos de los invitados internacionales al festival de cine proceden de España. El presidente saharaui Brahim Ghali se reunió con periodistas en el festival. Criticó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por cambiar la postura de su país respecto a la ocupación marroquí; en 2022, Sánchez escribió al rey Mohammed VI de Marruecos para decirle que estaba de acuerdo con la opinión de que el Sáhara Occidental debía ser autónomo pero bajo dominio marroquí. “Hemos congelado nuestras relaciones con el Gobierno español, pero seguimos manteniendo buenas relaciones con su pueblo”, dijo el presidente saharaui Ghali.

 

Fuente: Globetrotte

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/en-el-sahara-occidental/

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Poderoso terremoto de magnitud 6,8 sacude Marruecos y deja más de 800 muertos

Al menos 820 personas murieron y otras 672 resultaron heridas tras el terremoto, informó el canal de televisión estatal Al-Aoula, citando al Ministerio del Interior, en una actualización de las cifras el sábado.

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Daños tras el terremoto en Marruecos. (Crédito: Al-Aoula)

El Ministerio del Interior de Marruecos instó a la gente a mantener la calma y «evitar el pánico», dijo en un breve discurso Rashid Al-Khalfi, secretario General de Asuntos Internos de la cartera.

Al-Khalfi dijo en el discurso transmitido por los medios estatales del país que el gobierno ya ha activado todos los recursos disponibles para hacer frente a esta tragedia.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) dijo que se trata del sismo más fuerte que ha afectado el área en más de 120 años.

El foco sísmico estuvo localizado a 18,5 kilómetros de profundidad, relativamente superficial, y el epicentro se ubicó a 56,2 kilómetros al este de Oukaïmedene, en la región de Marrakesh-Safi, y a 48,4 kilómetros al noreste de Marrakesh, en la misma región, indicó el USGS.

Terremoto en Marruecos.

Terremoto en Marruecos.

«Los terremotos de esta magnitud en la región son poco comunes, pero no inesperados. Desde 1900, no ha habido terremotos M6 (magnitud 6) ni mayores dentro de los 500 kilómetros de este terremoto, y sólo 9 terremotos M5 (magnitud 5) y mayores”, dijo la entidad.

El USGS también anticipó que «es probable que se produzcan daños importantes y que el desastre sea potencialmente generalizado», al destacar que muchas personas de la zona residen en estructuras que son «altamente vulnerables a los terremotos».

Edificios derrumbados

La televisión estatal Al-Aoula mostró varios edificios derrumbados cerca del epicentro del sismo.

En Marrakech, algunas casas en la atestada ciudad vieja se derrumbaron y las personas movían los escombros con sus propias manos mientras esperaban equipos especializados, dijo la residente local Id Waaziz Hassan a la agencia de noticias Reuters.

Otro residente de Marrakech, Brahim Himmi, dijo a Reuters que vio ambulancias saliendo del casco antiguo y que muchas fachadas de edificios resultaron con daños. Dijo que la gente estaba asustada y permanecía afuera en caso de otro sismo.

Los movimientos también se sintieron en la capital, Rabat, a unos 350 kilómetros al norte de las montañas del Alto Atlas, dijo Reuters citando a testigos presenciales.

Alertan sobre posibles réplicas

(Crédito: Al-Aoula)

Alertan sobre posibles réplicas

Un experto declaró a CNN que espera múltiples réplicas fuertes dada la intensidad del terremoto.

Jonathan Stewart, profesor de Ingeniería Civil y Medioambiental de la Universidad de California en Los Ángeles, dijo que esperaba que la magnitud de estas réplicas estuviera en el entorno de 5.

Otra posibilidad, aunque muy remota, era que el temblor del viernes por la noche fuera precursor de un sismo aún más fuerte, dijo.

Stewart señaló que, aunque el sismo fue 30 veces más débil que el de magnitud 7,8 que sacudió Turquía a principios de año, liberó «una tremenda cantidad de energía» y probablemente causó daños considerables.

Dijo que el epicentro del terremoto de Marruecos estaba en una región de la placa media, lo que es relativamente inusual para un temblor importante.

Para las estructuras vulnerables, como las de mampostería no reforzada y las de hormigón no dentado, «podemos esperar daños importantes», señaló.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2023/09/09/terremoto-magnitud-68-sacudio-marruecos-trax/

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Los Derechos Humanos para Marruecos, diez casos de represión y censura

Los Derechos Humanos para Marruecos, diez casos de represión y censura

Alberto Senante (@asenante). – Responsable de Medios en Amnistía Internacional

Contramutis.-

Amenazas, espionaje, demandas judiciales constantes, penas de cárcel tras juicios sin garantías e incluso violaciones y torturas. Así es el acoso del Gobierno de Marruecos a activistas, periodistas, manifestantes saharauis o académicos. A través de los diez casos que detallamos ponemos de manifiesto la delicada situación que vive el país y la necesidad de poner en valor la defensa de los derechos humanos. La libertad de expresión es un espejismo para quien se atreve a criticar las políticas del país bajo el reinado de Mohamed VI.

1. Sultana Khaya, violada por su activismo

Tras un año de arresto domiciliario en su casa de Bojador, en el Sáhara Occidental, el 15 de noviembre de 2021 fuerzas de seguridad marroquíes entraron en la casa de Sultana Khaya y la violaron. Abusaron sexualmente también de sus hermanas y de su madre de 80 años. No era la primera vez que esta conocida defensora del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación veía cómo agentes marroquíes irrumpían en su casa, ni la primera vez que ella y su familia sufrían una agresión por su parte.

El acoso constante a esta activista muestra cuál es la respuesta del gobierno marroquí a las protestas pacíficas de personas saharauis. Por suerte, Sultana pudo huir a España para poder ser tratada de sus problemas de salud.

2. Rida Benotmane, detenido por protestar en redes sociales

“Insultar a un órgano regulado por ley”, “insultar a funcionarios públicos mientras cumplen con su deber” y “difundir y distribuir denuncias falsas sin consentimiento”. Son los delitos por lo que se acusa a Rida Benotmane, y que lo mantienen en prisión desde hace meses a la espera de sentencia. En realidad, lo que hizo Rida fue publicar en sus redes sociales vídeos en los que animaba a participar en una marcha contra los abusos de las fuerzas de seguridad o criticaba a las autoridades por ignorar las demandas de justicia social.

Este miembro de la Asociación Marroquí por la Defensa de los Derechos Humanos (AMDH) ya había pasado cuatro años en prisión y ha estado en huelga de hambre para protestar contra su detención.

3. Mohamed Lamine, huelgas de hambre y aislamiento durante años

“Una celda del tamaño del cubículo de un retrete”. Así describía el propio Mohamed Lamine Haddi en 2022 el lugar donde pasaba la mayor parte de las horas del día sin poder hablar con nadie. Este activista saharaui fue condenado en 2013 a 25 años de prisión tras el juicio masivo -e injusto- por las protestas del campamento Gdeim Izik, sobre la base de confesiones obtenidas bajo tortura.

Desde entonces, ha denunciado cómo los guardias de la prisión le someten a nuevas torturas, agresiones verbales, palizas y amenazas de muerte. Además, Lamine ha iniciado varias huelgas de hambre -alguna de hasta 69 días- para protestar contra los malos tratos y el régimen de reclusión que sufre en la prisión de Tiflet II, en Rabat. Desde hace tres años tiene prohibido recibir visitas de sus familiares o de su abogado ni cuenta con atención médica adecuada.

4. Fatima Karim, dos años en aislamiento por “ofender al islam”

El pasado 15 de agosto, la bloguera y activista marroquí Fatima Karim fue condenada a dos años de prisión y al pago de una multa. Su delito, haber hecho un comentario crítico sobre un versículo del Corán, que según la sentencia ultrajaba el islam. Desde su detención, un mes antes ha sido mantenida en régimen de aislamiento y no se le permite el contacto con otras presas.

 

5. Nasser Zefzafi, la voz de Hirak El Rif

Nasser Zefzafi llevaba una vida tranquila con su familia hasta que en octubre de 2016 estalló el movimiento Hirak El Rif en protesta por la falta de oportunidades en esta región. Entonces Nasser se convirtió en una de sus figuras destacadas, llegando a entrar en una mezquita en medio del sermón para acusar al imán de actuar como mero portavoz de las autoridades. Nasser fue uno de los cientos de detenidos por parte de las fuerzas de seguridad que en esos meses fueron sometidos a torturas.

En junio de 2018 fue condenado a 20 años de prisión. Solo por alzar la voz. Desde entonces las condiciones terribles en la cárcel le han provocado un enorme deterioro en su salud. Padece problemas respiratorios y visuales, y dolor neurálgico, pero las autoridades de la prisión le niegan la asistencia médica que necesita.

6. Omar Radi, en prisión el periodista que investigaba siendo vigilado

“El hecho de que nos estén vigilando no significa que no vamos a hacer nuestro trabajo”, decía el periodista Omar Radi, quien ya se había acostumbrado a vivir, y trabajar, durante años bajo estrecha vigilancia. A este reportero que ha investigado sobre las tramas de poder y la represión en su país, le habían pirateado el ordenador, le realizaban seguimientos físicos y le habían espiado sus comunicaciones con el sistema Pegasus.

Pero a pesar de estos obstáculos, Omar siguió tratando de sacar “los trapos sucios” de la clase dirigente marroquí, por lo que esta pasó al acoso legal. Primero le condenaron a una pena de cuatro meses de cárcel por un tuit en el que criticaba una decisión judicial. En julio de 2021 fue sentenciado a 6 años de prisión por los cargos de “dañar la seguridad nacional del Estado” y violación en un juicio sin garantías.

Desde entonces Omar se encuentra encerrado en un régimen de aislamiento que puede considerarse una forma de tortura. Solo se le permite salir una hora a caminar, pero sin contacto con otros prisioneros, y puede recibir solo dos visitas familiares al mes.

7. Saida El Alami, condenada por publicaciones en Facebook

Saida El Alami es una destacada activista de derechos humanos y miembro del colectivo “Femmes Marocaines Contre la Detention Politique”. Fue detenida en marzo de 2022 y sentenciada un mes más tarde a dos años de cárcel por cargos derivados de publicaciones en Facebook en las que precisamente criticaba la represión a activistas como ella, denunciaba el acoso que sufría por parte de la policía y la corrupción en el poder judicial. Paradójicamente su condena no hace más que darle la razón…

La policía también condenó a dos meses de prisión al bloguero Mohamed Bouzlouf por expresar su solidaridad con Saida en redes sociales.

8. Abdessadak El Bouchattaoui, el delito de defender a manifestantes en El Rif

Abogado y defensor de los derechos humanos, Abdessadak El Bouchattaoui formó parte de la defensa legal de personas encarceladas por las protestas en Hirak El Rif a lo largo de 2016 y 2017. Desde entonces, el letrado aseguró que le habían seguido en varias ocasiones, recibió amenazas de muerte, su familia fue intimidada por teléfono y sus clientes también fueron acosados. Abdessadak también sospechaba que estaba siendo espiado digitalmente, algo que confirmó Amnistía Internacional cuando encontró en su terminal SMS con mensajes relacionados con el programa Pegasus.

En febrero de 2017 fue condenado a 20 meses de prisión por criticar en internet el uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones. Desde mediados de 2018, vive en Francia después de que se aceptara su solicitud de asilo.

9. Maati Monjib, un historiador espiado y encarcelado

Maati Monjib es historiador y columnista, cofundador de la ONG Freedom Now, y miembro destacado de la Asociación Marroquí de Periodismo de Investigación. En 2015, fue acusado de “atentar contra la seguridad interior del Estado” por promover una aplicación móvil de periodismo ciudadano. Desde ese año Maati ha creído haber estado bajo vigilancia digital, lo que ha perjudicado tanto su activismo como su vida personal. Sus temores resultaron ser ciertos. Amnistía Internacional comprobó sus dispositivos y encontró mensajes vinculados al programa espía Pegasus.

En diciembre de 2020 fue de nuevo arrestado, esta vez acusado de fraude y blanqueo de dinero. Un año más tarde fue condenado por unos hechos que se remontaban a 2015. En marzo de 2021 inició una huelga de hambre en protesta contra su condena. Ese mismo mes, salió en libertad pero se mantiene contra él la acusación de blanqueo, por lo que podría volver ingresar en la cárcel. Se le ha retirado el pasaporte y eso le impide ir a Francia a recibir la atención médica que necesita y reunirse con su familia.

Desde su puesta en libertad, Maati Monjib ha continuado su activismo a favor de los derechos humanos y asiste a las concentraciones de apoyo a las personas encarceladas injustamente en Marruecos.

10. Ignacio Cembrero, acusado por decir que ha sido espiado

“No vuelvas a decir que te hemos espiado”. Es el mensaje del Gobierno de Marruecos detrás de la absurda demanda por la que un tribunal de Madrid ha juzgado al periodista español Ignacio Cembrero. Esta es la cuarta vez que el reportero especializado en el Magreb es denunciado por las autoridades marroquíes. Las anteriores fueron por “enaltecimiento del terrorismo” e “intromisión al honor”. En todas fue absuelto.

Cembrero formaba parte de la lista que en julio de 2021 publicó el consorcio Forbidden Stories con 80 periodistas de 17 medios de comunicación que habían sido espiados mediante el programa Pegasus. Las autoridades de Marruecos pretenden de nuevo acallar a un periodista que ha sido crítico con sus políticas, al tiempo que lanza un aviso a cualquiera que pretenda informar en libertad sobre este país.

 

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/los-derechos-humanos-para-marruecos-diez-casos-de-represion-y-censura/

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Mayo saharaui: Marruecos intensificó la represión contra los saharauis mientras protestaba por la presencia de Brahim Gali en España

Mayo saharaui: Marruecos intensificó la represión contra los saharauis mientras protestaba por la presencia de Brahim Gali en España

  • Las mujeres saharauis son las principales víctimas de las “salvajes acciones” de las fuerzas del ejército marroquí y de los paramilitares.
  • Más de una docena Organizaciones de Derechos Humanos y de juristas denuncian la brutalidad de las fuerzas marroquíes en el Sáhara Occidental.
  • Piden a España que intervenga para proteger a la población civil saharaui por ser la administradora de iure del territorio.

Mientras utilizaba la estancia del líder del Polisario, Brahim Gali, en un hospital de Logroño para presionar a España y conseguir el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, Marruecos intensificóde manera “salvaje” la represión contra la población saharaui en los territorios ocupados.

Más de una docena Organizaciones de Derechos Humanos, de juristas y solidarias con el pueblo saharaui denunciaron lo que calificaron como “salvaje represión”, “crímenes de guerra”, “impunidad y brutalidad” de las fuerzas de ocupación marroquíes y “grave situación de los derechos humanos” en el Sáhara Occidental.

La represión, que empezó a incrementarse con la vuelta a la guerra, se cebó especialmente con las activistas saharauis defensoras de los Derechos Humanos, hasta el extremo de que dos de ellas, las hermanas Sultana y Luaara Jaya, a las que se impide salir de su casa desde el 19 de noviembre, fueron violadas con tubos y palos por un grupo de paramilitares que asaltaron la vivienda, en la ciudad de Bojador.

Nueve asociaciones de DDHH y de juristas denunciaron conjuntamente que las mujeres son “las principales víctimas de las salvajes acciones llevadas a cabo por las fuerzas de ocupación del ejército marroquí y paramilitares”, lo que ocurre ante la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), que “permanece ajena y sin informar de los graves delitos de guerra y crímenes de lesa humanidad” que comete Marruecos con la población civil saharaui.

Por ello exigieron al Gobierno de España, en su condición de Potencia Administradora del Sáhara Occidental, que en aplicación del art. 73 de la Carta de las Naciones Unidas “proceda a la protección de la población civil saharaui bajo ocupación marroquí”.

Que España deje de mirar para otro lado

Por otra parte, los intergrupos parlamentarios Paz y libertad para el Pueblo Saharaui, la Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara, la Federación de Instituciones Solidarias con el Pueblo Saharaui y la Coordinadora Estatal de Asociaciones solidarias con el Sáhara denunciaron los crímenes de guerra y violaciones sistemáticas y generalizadas contra la población civil saharaui cometidos por Marruecos, “que viola el derecho internacional y la carta de Derechos Humanos de NNUU, e incumple los convenios de Ginebra”.

Estas organizaciones se dirigieron a la Comunidad Internacional, al Comité internacional de la Cruz Roja, a la Unión Europea y al Gobierno de España, al que pidieron que deje de mirar para otro lado, condene de manera clara la violación de los derechos humanos en su antigua colonia y adopte una política mucho más activa.

De “salvaje” fue calificada la represión marroquí por el representante del Frente Polisario ante las Naciones Unidas, Sidi Mohamd Omar, en una carta al Secretario General, Antonio Guterres, al que recordó que organizaciones como Human Rights Watch y Front Line Defenders han expresado su grave preocupación por la situación de Sultana Jaya y su familia, lo que también condenó Amnistía Internacional.

El diplomático pidió protección para el pueblo saharaui, contra el que “el régimen marroquí incrementa su terrorismo y ataques abominables ante la vista y los oídos de la misión de la ONU en el territorio”.

La Delegación Saharaui para España, por su parte, dijo que el silencio de organismos internacionales ante la represión y detenciones arbitrarias de civiles saharauis era “inaceptable”, y reclamó medidas para que Marruecos cumpla con sus compromisos internacionales, “medidas que debe impulsar el Estado español como parte de su responsabilidad jurídica, política y moral en el Sáhara Occidental”.

Y el eurodiputado Pernando Barrena Arza hizo una serie de preguntas al Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, para que explique la posición de la Unión ante la escalada de represión marroquí y vulneración de derechos humanos en las zonas ocupadas del Sahara Occidental.

Lo dijo el delegado del Polisario en España, Abdulah Arabi, en elDiario.es: “Si Marruecos ha cometido una atrocidad como la de Ceuta, imaginad lo que puede hacer en el Sáhara Occidental ante la falta de observadores internacionales”.

La siguiente es una relación, aproximada, de hechos ocurridos en mayo de 2021 en los territorios del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, en ciudades del sur marroquí con población saharaui y en cárceles marroquíes con presos políticos saharauis, según organizaciones sociales y medios de información saharauis y españoles:

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/mayo-saharaui-marruecos-intensifico-la-represion-contra-los-saharauis-mientras-protestaba-por-la-presencia-de-brahim-gali-en-espana

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Marruecos acusa a España de tener la «voluntad de crear problemas»

Marruecos acusa a España de tener la «voluntad de crear problemas»

Culpa a Sánchez de «socavar la confianza y el respeto mutuos»

Las autoridades de Marruecos han acusado a España de tener la «voluntad de crear problemas», en medio de la crisis diplomática desatada por la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

El primer ministro marroquí, Saadedín Ozmani, encabezó en la tarde del jueves un encuentro con varios ministros y líderes de los partidos políticos con representación en el Parlamento en el que el titular de la cartera de Exteriores, Naser Burita, presentó un informe sobre la situación.
Tras ello, el portavoz del Ejecutivo, Saaid Amzazi, resaltó que los participantes deploraron que «España se deja llevar por la voluntad de crear problemas, de frustrar los esfuerzos de Marruecos para consagrar su integridad territorial y de intentar presionar» a Rabat.
ACUSAN AL GOBIERNO DE SOCAVAR LA CONFIANZA Y EL RESPETO MUTUOS
«Los participantes consideraron que las posiciones de España, que atentan contra la causa nacional que supone un consenso entre todos los marroquíes, han socavado la confianza y el respeto mutuos», afirmó Amzazi durante la lectura del comunicado final tras la reunión.
Así, indicó que los participantes consideraron que se trata de «una actitud inadecuada por parte de un país amigo vinculado a Marruecos por importantes asociaciones estratégicas», antes de hacer hincapié en que «la cuestión de la integridad territorial (de Marruecos) experimenta una dinámica positiva gracias al apoyo político internacional».
Por otra parte, los participantes resaltaron el apoyo de los partidos al rey Mohamed VI y manifestaron que las causas de la crisis está relacionada con la situación en Sáhara Occidental, un asunto que «concierne a todos los marroquíes», tal y como ha recogido la agencia estatal marroquí de noticias, MAP.
CONDENAN LOS INTENTOS DE DESVIAR EL DEBATE: LA CAUSA ES GHALI
Según estas informaciones, los participantes en el encuentro «condenaron los intentos de desviar el debate» sobre las causas de la crisis e hicieron hincapié en que el motivo es el ingreso de Ghali «con documentos falsificados y una identidad usurpada», pese a estar requerido por los tribunales.
Previamente, la embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich, había acusado a la ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, de realizar declaraciones «inapropiadas» y presentar «hechos erróneos» en la actual crisis política, en la que estaría en juego el «respeto mutuo» entre los dos países.
Benyaich, a la que Rabat llamó a consultas, cargó directamente contra Laya por sus declaraciones públicas, que ha considerado fruto de «la agitación y el nerviosismo» y arguyó que la crisis «ha desvelado las verdaderas intenciones implícitas y motivaciones de ciertos círculos en España, que persisten en querer dañar a los intereses superiores del Reino (de Marruecos) desde la recuperación del Sahara marroquí en 1975».
En este sentido, se preguntó si las declaraciones de Laya –que la agencia oficial no específica– se deben a un «desacierto» o hay un trasfondo contrario a la «integridad territorial» de Marruecos, una causa que Benyaich ha calificado de «sagrada». «Marruecos toma nota y actuará en consecuencia», zanjó.
Fuente de la Información: https://madridpress.com/art/288876/marruecos-acusa-a-espana-de-tener-la-voluntad-de-crear-problemas
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Marruecos: Migrant Surge on Spain-Morocco Border Brings More Suffering

Migrant Surge on Spain-Morocco Border Brings More Suffering

FNIDEQ, MOROCCO – Desperate teenagers and jobless men from Morocco’s coastal towns, its mountainous east or even farther away converged on the border town of Fnideq this week, part of an extraordinary mass effort to swim or scale barbed-wire fences to get into Spain for a chance at a new life.

More than 8,000 migrants made it into the city of Ceuta, an enclave in North Africa that is separated from the rest of Spain by the Mediterranean — but for most of them, it was a short-lived success.

The extraordinary surge of migrants crossing from Morocco into Spain came amid the chaos of a diplomatic spat between the two countries.

Spanish troops forced over half of them back to Fnideq, putting additional strain on the Moroccan town whose limited resources are overwhelmed by the coronavirus pandemic.

«We will keep trying. We will find one way or another, even if the ocean turns into ice!» said  Badreddine, 27.

He and his fellow Moroccans — Salah, 22, and  Hosam, 24 — all have diplomas but no jobs. Like most seeking to get into Spain, they spoke on condition their last names not be published for fear of their security because they are risking illegal migration.

Being stuck in Morocco «is like being dead, so why not risk your life anyway? We’re currently living on streets, sleeping in the cold. Our parents know that we’re here, they pray for us. They told us, ‘Go, may Gold help you,’ » Salah said.

Sleeping outside, eating handouts

They and others sleep in Fnideq’s parks, on benches and outside mosques. Some hang out near hotels and restaurants, begging for food and whatever people can spare. Volunteers hand out bread and sandwiches.

Some have fled the impoverished countries of sub-Saharan Africa, but most are from Morocco, generally seen as one of the continent’s economic engines that has made strides in lowering poverty in recent years.

Still, inequality is rife, the pandemic has worsened unemployment and average incomes are a small fraction of those in Europe, which sits tantalizingly close — just across the Fnideq-Ceuta fence.

Minors who crossed into Spain take shelter inside an abandoned building in Ceuta, Friday, May 21, 2021. Spain says it has…

Amid tighter security by Spain in recent years, some would-be migrants have abandoned the effort, but others are determined to find a way around the security checkpoints or battle bad weather at sea.

«We want to leave [Morocco] because there is nothing left for us in the country, nothing to do, no future. We go to school but don’t want to stay here,» said Khalid, 15.

This week, many of them saw an opportunity as word spread quickly in Morocco about the tensions with Spain.

When the government in Madrid gave medical treatment to a Western Saharan independence fighter that Morocco considers a terrorist, the decision led to chaos in Ceuta. The port city has always drawn those seeking to cross into Europe, but thousands were seen streaming toward Fnideq on highways and through forests and hills.

On the march

«Spain, here we come!» a group of Moroccans cried as they marched, singing soccer chants and hurling expletives at their native country. In central Fnideq, thousands lined the corniche that looks toward Ceuta, and they ended up swimming or taking small boats around breakwaters separating the countries.

While Moroccan security forces normally are spread out on the beach and in nearby hills patrolling a wide perimeter, there seemed to be fewer guards earlier this week. As large groups of youths scaled the fence and wrapped clothes on their hands to get over the barbed wire, Associated Press reporters saw border police standing by idly.

While Morocco has said little about the relaxed border controls, it was widely seen as retaliation for Madrid’s allowing militant leader Brahim Ghali to receive medical treatment inside Spain. Two Moroccan officials made that link in comments Wednesday.

Mattress and belongings of migrants sit atop of a hill in the Spanish enclave of Ceuta, near the border of Morocco and Spain,…

Spain eventually sent in military forces and pushed most of the migrants back to Morocco. The Red Cross says one young man died and dozens were treated for hypothermia.

Khalid, 15, and Amin, 16, came to Fnideq on Sunday in a bus with about 40 others from Temara, a coastal town outside the capital, Rabat. They said they crossed into Spain three times, but were pushed back. The last time, they were forced to swim back along the shore back to Morocco.

Back on duty

By Thursday, Moroccan border guards seemed to be back in their positions, but hundreds of youths have remained, and the men and boys in Fnideq haven’t lost hope of crossing over.

«I am the eldest of my brothers. My mother sells vegetables in the market» and can’t afford to support them, said Ayoub, in his early 20s, who arrived Thursday from the inland city of Meknes. «I had to try and help my mother.»

While Morocco’s government has focused on the Western Sahara in its limited public statements this week, it hasn’t addressed the poverty and despair that is driving so many to want to leave the country.

Fnideq, meanwhile, is suffering under the sudden influx of would-be migrants.

The town relied heavily on trade with Ceuta before the pandemic, but Morocco’s strict border closure since March 2020 has deprived residents of livelihoods and access to Spain. Protests broke out earlier this year by residents demanding government aid or an open border.

Human rights groups and opposition lawmakers accused the Moroccan government of using migrants as pawns instead of solving their problems. The opposition Istiqlal party urged «an economic alternative that guarantees the population their constitutional right to the necessities of a decent living.»

Despite the scenes of tear gas and troops on the border this week, the dream of getting out of Morocco remains strong for many struggling youths, even in the relatively prosperous capital.

«If you ask anyone in Rabat … that person will tell you that he wants to go to Europe,» said street vendor Mohammed Ouhaddou. «…Politicians are not doing anything. They are asleep and no one listens to us.»

Fuente de la Información: https://www.voanews.com/europe/migrant-surge-spain-morocco-border-brings-more-suffering

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