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Kenya: Labour court restrains Prof Kiama from interfering with UON affairs

Africa/Kenya/26-01-2020/Author and Source: www.kbc.co.ke

The Employment and Labour Relations Court has restrained Prof Stephen Kiama from interfering with the University of Nairobi’s affairs pending the hearing and determination the case. 

Lady Justice Maureen Onyango further directed the parties in the case to file and serve and appear for the hearing of the case on from interfering from activities of UON pending hearing and determination of the case on 30th this month.

A day after Justice Weldon Korir declined to set aside orders against the decision by Prof Magoha to dissolve the University of Nairobi Council, the leadership dispute surrounding the position of Vice-Chancellor at the University of Nairobi continue to deepen with  Prof Stephen Kiama now restrained from interfering with the affairs of the institution.

The orders by the Employment and Labour Relations Court will be in effect until the case set for 30th this month is heard and determined.

Education Cabinet Secretary Prof. George Magoha is challenging interim orders that reinstated Prof Stephen Kiama as the institution’s vice-chancellor.

Prof Kiama obtained temporary orders from the Employment and Labour Relations Court keeping him in office pending the hearing and determination of his case.

Meanwhile, blogger Cyprian Nyakundi and Emmanuel Nyamweya Ong’e have denied charges of extortion.

According to prosecution, the duo attempted to extort Ksh 17.5million from Victoria Commercial Bank Limited as a precondition for pulling down libellous posts appearing on a website owned by them.

They were released on a Ksh 300,000 cash bail after the prosecution failed to convince the court to deny them bail.

Elsewhere, Gatundu South Member of Parliament Moses Kuria has been arraigned in court and charged for assaulting Joyce Wanja on December 8, 2019.

The legislator denied the charge and was released on Ksh 20,000 cash bail.

Fuente e Imagen: https://www.kbc.co.ke/labour-court-restrains-prof-kiama-from-interfering-with-uon-affairs/

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Mujeres emprendedoras de Zimbabue combaten la pobreza a toda costa

Redacción: trt.net.tr

A medida que la economía del país africano flaquea, las mujeres construyen industrias domésticas con las que ayudan a otras personas de la comunidad.

Hace seis años tener una cama propia para dejar de dormir en el piso parecía un sueño lejano para Michelle Chitembwe, de 47 años, quien vivía en una casa en los tugurios de Harare, la capital de Zimbabue.

Con una idea en la mente y desafiando las dificultades, Chitembwe lanzó una empresa para fabricar jabón con la cual pudo mejor su vida. Ahora disfruta de su lujosa casa en un suburbio de Harare.

Su iniciativa fue como un toque mágico en su vida, pero también lo fue para el de muchas mujeres quienes consiguieron un empleo en la fábrica de jabón y ahora tienen un sustento que les garantiza un futuro mucho más prometedor.

Pese a que en el inicio Chitembwe se abrió camino sin ayuda de nadie, más adelante encontró el respaldo de algunas agencias y ONG que se encargan de brindar apoyo a las mujeres emprendedoras de Zimbabue.

«Obtuve apoyo de organizaciones como USAID (la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) para dar forma a mi visión”, dijo la ahora empresaria a la Agencia Anadolu.

Chitembwe señaló que gracias a los frutos que dejó su arduo trabajo, ahora puede pagar una escuela privada para la educación de sus hijos.

El caso de Chitembwe es uno entre varios donde mujeres zimbabuenses se dedicaron a formar industrias en el hogar, algunas de ellas incluso crearon y produjeron líquidos para lavar platos, refrescos y perfumes.

«Estas mujeres emprendedoras se convirtieron en fuentes de la mayoría de los productos domésticos que muchos de nosotros vendemos en nuestras tiendas», aseguró Humphrey Gatawa, un empresario radicado en Harare.

Agness Chiramba, que vive en el municipio de Mbare en Harare y hace líquido para lavar platos, dijo que el mercado de su producto nunca ha dejado de sorprenderla.

«Estoy tan sorprendida por la forma en que las empresas minoristas locales han pedido mi líquido para lavar platos. Les digo que hago dinero simplemente al hacer líquido para lavar platos y gano más de USD 200 cada día en ventas», señaló Chiramba.

Esta empresaria y madre soltera, con educación académica en ingeniería química, era una más de las miles de personas desempleadas del país. Sin opciones a la vista, Chiramba recurrió a hacer un líquido para lavar platos para así mantener a su familia.

Mujeres motivadas

Beneficiarias del apoyo de organizaciones no gubernamentales, las mujeres emprendedoras prosperan en Zimbabue, aunque sus actividades no están reguladas por el gobierno debido a la burocracia y la corrupción.

«USAID Zimbabwe financió mi curso a través de su asociación con Junior Achievement Zimbabue, un foro para agregadores de crecimiento empresarial juvenil y que ha ayudado a mujeres como yo», señaló Chiramba.

Como resultado, Chiramba y Chitembwe se han vuelto autónomas, en un momento en que la economía de Zimbabue está al borde del colapso, con una inflación de alrededor del 300%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La nación del sur de África lucha con una tasa de desempleo del 90%, según el Congreso de Sindicatos de Zimbabue. Sin embargo, mujeres como Chiramba y Chitembwe han desafiado la crisis con sus habilidades empresariales y la han enfrentado a lo largo de los años.

Según estadísticas del Ministerio de Asuntos de la Mujer, Desarrollo de la Comunidad, Pequeñas y Medianas Empresas en Zimbabwe, alrededor de 261.000 mujeres participan en proyectos como la fabricación de jabones y detergentes, entre otros que generan ingresos.

Últimamente, los expertos en desarrollo han atribuido el aumento de las mujeres que se aventuran en las industrias manufactureras en el hogar a la economía hostil de la nación del sur de África.

«Las mujeres han visto que los hombres están perdiendo sus empleos a medida que las industrias formales se están cerrando y la única opción que han ideado para sobrevivir a lo largo de los años es saltar a proyectos propios para sobrevivir a la dura economía», aseguró Donald Sengwayo, un experto en desarrollo de Zimbabue radicado en Harare.

Excepto por el apoyo técnico y financiero que han obtenido de organizaciones no gubernamentales como USAID, dicen las mujeres, el gobierno del país no se ha dejado ver con ninguna ayuda.

«Las ONG han visto la necesidad de apoyar a las mujeres y nuestro gobierno hasta ahora no ha hecho nada significativo para respaldar nuestros avances», dijo Chitembwe.

Mujeres soñando en grande

Para las mujeres emprendedoras, trabajar en los patios traseros de sus hogares no es suficiente: ellas buscan más.

«Personalmente, lo que deseo es terminar, algún día, dirigir una gran industria, producir jabones e incluso exportarlos», señaló Chitembwe.

Pero para muchas mujeres como Chiramba, esto puede no ser fácil.

«No tenemos acceso a préstamos en los bancos porque la mayoría de nosotras no tenemos garantías que nos permitan obtener más capital de los bancos», enfatizó Chiramba

Además de las dificultades para acceder a las capitales de los bancos, Chitembwe y Chiramba señalaron la dificultad para encontrar clientes como otro de los obstáculos que tuvieron que vencer.

«Al principio, los dueños de tiendas y la gente común no confiaban realmente en mis productos, sino que preferían ordenar existencias de países como Dubai, Sudáfrica o India; usted ve, naturalmente, como zimbabuenses, evitamos los productos fabricados localmente. Entonces, se tuvo que trabajar mucho para explicarle a la gente por qué estaba haciendo mi producto desde casa antes de que pudieran comprarlo”, dijo Chiramba.

Ahora, gracias a su persistencia, muchas mujeres empresarias en Zimbabue se convirtieron en fuentes opcionales de productos consumibles caseros asequibles.

«Debido al aumento de los precios por la inflación en el país, las mujeres que producen objetos como jabones, velas y líquido para lavar platos se convirtieron en proveedores de estos artículos gracias a los bajos precios a los que los venden. Personalmente estoy feliz de tratar con ellos», dijo Marian Sithole, una mujer de Harare de 26 años.

Incluso Taurai Kandishaya, coordinadora nacional del Foro de Ciudadanos de Zimbabue, una organización de la sociedad civil con vínculos con el Frente Patriótico de la Unión Nacional Africana de Zimbabue (Zanu-PF), está entusiasmada con los productos que las mujeres están produciendo en sus hogares.

«Los productos caseros hechos por estas empresarias ofrecen a nuestros ciudadanos una alternativa más barata, aunque eventualmente pueden verse afectados por el aumento de los precios de las materias primas que usan, lo que podría obligarlas a aumentar sus precios», señaló Kandishaya a la Agencia Anadolu.

Fuente: https://www.trt.net.tr/espanol/economia/2020/01/13/mujeres-emprendedoras-de-zimbabue-combaten-la-pobreza-a-toda-costa-1339094

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Luchando contra la humillación de menstruar para niñas de Suazilandia

Redacción: Inter Press Service

La capacitadora Nomcebo Mkhaliphi, rodeada de niñas en la escuela primaria de la ciudad de Kwaluseni, en Suazilandia. Ella recorre los centros escolares de esta pequeña y conservadora nación del sur de África para acabar contra los tabúes que rodean la menstruación y los traumas y humillaciones que acarrea para las niñas y adolescentes. Crédito: Cortesía de Nomcebo Mkhaliphi

MBABANE, Suazilandia, 23 ene 2020 (IPS) – Cuando Nomcebo Mkhaliphi, de 14 años, notó por primera vez la sangre que salía de su vagina, se sorprendió. Confundida, recurrió a sus hermanas mayores para pedirles consejo, en su humilde hogar en Suazilandia.

«Mis hermanas me dijeron que a ellas les sucedía lo mismo cada mes y que se protegían con tela, papel higiénico u hojas de periódicos como ropa sanitaria», recuerda Mkhaliphi, que ahora tiene 45 años. Tenía que seguir su ejemplo y usar estos materiales porque no tenían dinero para comprar toallas sanitarias.

Mkhaliphi y sus cuatro hermanas y hermanos fueron criados por su padre en un pobre hogar de la zona rural de Makhonza,  en el sur de Suazilandia, también conocida como Esuatini, esta pequeña nación del sur de África carente de litoral, que es la última monarquía del continente y con unas costumbres sociales muy conservadoras.

Los padres de Mkhaliphi se habían separado cuando ella tenía nueve años, por lo que nunca tuvieron conversaciones sobre la menstruación, tanto en el hogar como en la escuela.

Relatar su experiencia con los períodos evoca recuerdos tristes para Mkhaliphi. Hubo tres momentos traumáticos en la escuela donde su menstruación la puso en el centro de chismes, acosos y humillaciones.

La primera ocasión fue cuando su túnica se manchó de sangre, las otras dos ocurrieron cuando el papel higiénico o el periódico que llevaba cayeron al suelo empapados frente a otros escolares.

«Estos incidentes disminuyeron mi autoestima porque otros estudiantes los usaron para intimidarme», dice esta mujer que es madre de dos hijos y una hija.

En lugar de abandonar la escuela como otras chicas en una situación similar, Mkhaliphi perseveró hasta que completó su educación secundaria. Hoy, ofrece su tiempo como voluntaria para informar y concienciar a las niñas y niños de las escuelas y las comunidades acerca de la menstruación, particularmente el estigma asociado con los períodos.

Ella incluye a los niños para que dejen de ver las reglas femeninas como un asunto de burla y lo asuman como algo natural para sus condiscípulas.

«Hay muchos estigmas asociados con la menstruación. Cuando una mujer tiene sus períodos  se dice que su cuerpo se está ‘limpiando’ algo que la retrata como sucia. Es por eso que en algunas familias a una mujer que tiene la regla no se le permite cocinar, mientras que en algunas iglesias se les veta que se acerquen al pastor «, cuenta Mkhaliphi a IPS.

Añade que en algunos centros de culto, en este país de mayoría cristiana, en especial de credos protestantes o evangélicos, ordenan a las mujeres que tienen la menstruación que se sienten atrás y no participen en la ceremonia.

Lo que es peor, es tabú hablar sobre la menstruación porque en la muy conservadora cultura suazilandesa  siempre se ha tratado como un secreto.

En sus charlas, Mkhaliphi utiliza su historia para terminar con el estigma asociado con los períodos y generar confianza entre las niñas al brindarles la información correcta sobre su salud sexual reproductiva. También da charlas a niños de primaria porque, dice, es importante hablar con ellos cuando son jóvenes.

«Las chicas se abren conmigo sobre sus propias historias negativas una vez que me escuchan hablar sobre mi experiencia», dice ella.

Una de esas chicas es Nomthandazo (*), de 14 años, quien estudia en una escuela pública en la ciudad industrial de Matsapha, en el centro de Suazilandia, quien narra que solía fugarse de la escuela cuando tenía la menstruación, después que un día se le cayeron las hojas de periódico que llevaba como protección y eso la convirtió en objeto de burlas por mucho tiempo.

Sin dinero para comprar toallas sanitarias, fingía ir a la escuela y se escondía de sus padres durante los días que tenía la regla.

«Ahora uso trapos. Tardan mucho en secarse, pero son mejores que los periódicos», dice a IPS.

Algunos padres no tienen ninguna conversación con sus hijas, y menos con sus hijos, sobre la menstruación. Por ejemplo, Temphilo (*), de la zona rural de Sihhoye, se lo fue a decir a su madrastra tan pronto como vio sangre entre sus piernas, pensando que le pasaba algo malo. La reacción de su madrastra fue golpearla y acusarla de haber tenido relaciones sexuales, lo que no era cierto.

«Sangré durante casi un mes y ni siquiera me llevó al hospital porque sintió que yo había provocado la situación”, rememora Temphilo a IPS. Después de esa primera vez irregular, felizmente sus periodos se regularizaron.

Gracias a Mkhaliphi es que supo que la menstruación es algo natural que le ocurre a todas las mujeres y que no debería avergonzarse por ello. Mkhaliphi ha tenido charlas con más de 3 000 escolares desde que comenzó esta actividad, una vez que en 2016 dejo su trabajo como secretaría en el sector legal.

«Me invitan a muchos lugares donde los docentes y los líderes de la comunidad me piden que hable con las y los estudiantes y los jóvenes de las comunidades», dice. «Pero es difícil llegar a todos debido a la falta de recursos financieros», se lamenta.

Mkhaliphi también toca el tema en su cuenta de Twitter, @nomcebo_mkhali, para crear conciencia sobre la necesidad de normalizar la menstruación en las escuelas  y las comunidades de Suizalandia.

También busca donaciones para adquirir toallas sanitarias, que entrega a las niñas y adolescentes durante sus visitas a los centros escolares. Pero resulta un esfuerzo insuficiente ante las muchas niñas que viven en entornos pobres, donde las toallas sanitarias resultan un lujo inasequible.

«Es triste que la mayoría de las niñas sigan usando materiales inseguros que no solo son inadecuados para la protección sino que también pueden provocar enfermedades», dice.

El censo anual de educación de Suazilandia de 2017 registra que 220 niñas desertaron de la escuela primaria, aunque la educación sea gratuita. No se dan razones para su abandono, pero Mkhaliphi cree que un alto porcentaje obedece a la inseguridad o acoso que sufren a causa de la regla y su falta de toallas absorbentes.

«Construir la confianza de la niña no es suficiente si no tienen acceso a los instrumentos que preservan su dignidad e higiene cuando menstrúan”, asegura.

El presidente del Comité Legislativo de Salud, Mduduzi Dlamini, concuerda con Mkhaliphi.

«No tiene sentido que este material sanitario no se proporcione de forma gratuita tanto en la escuela como en los centros comunitarios», dijo este legislador a IPS.

Tras su participación en la 25 Conferencia Internacional sobre Desarrollo de la Población, celebrada en Nairobi en noviembre, prometió que la provisión de ropa sanitaria gratuita para las niñas era uno de los temas que impulsaría para su discusión en el parlamento.

«Lo que aprendí de la Conferencia es que cuando las niñas carecen de artículos de tocador, como las compresas, se vuelven vulnerables a ser explotadas por quienes les compran estas cosas», aseguró Dlamini.

«Algunas niñas terminan siendo infectadas con el VIH… todo porque no tienen acceso a las toallas sanitarias. El gobierno debe abordar este problema», sentenció.

Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (Onusida) «las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por el VIH» en Suazilandia: 120 000 de los 190 000 adultos que viven en el país con VIH son mujeres.

Además, «las nuevas infecciones por  VIH entre las mujeres jóvenes de 15 a 24 años fueron más del cuádruple que las de los hombres jóvenes: 2 400 nuevas infecciones entre las mujeres jóvenes, en comparación con menos de 500 entre los hombres jóvenes», indica Onusida.

Hasta ahora, Kenia y Botswana son los únicos gobiernos africanos que avanzan en un plan para brindar material sanitario gratuito a las mujeres para su menstruación por mandato legal.

(*) Los nombres de las estudiantes son ficticios para proteger su identidad.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2020/01/luchando-la-humillacion-menstruar-ninas-suazilandia/

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Uganda: Una escuela de oficios para los huérfanos de Kampala

Redacción: El País

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Una visita al centro de estudios Uganda Children’s Centre, que abrió sus puertas en 1998 en la capital del país africano, donde niños y adolescentes necesitados y sin familia son acogidos para aprender una profesión.

    • El centro de estudios Uganda Children's Centre nace en 1998 como escuela vocacional en Kampala, la capital de Uganda, Allí, niños y adolescentes necesitados son acogidos para aprender un oficio. En el año 2018, este país contaba con 42.7 millones de habitantes de los que el 23% se consideran analfabetos. Además, el 4% de la población está desempleada y otro 25% vive en límites de extrema pobreza.
      1El centro de estudios Uganda Children’s Centre nace en 1998 como escuela vocacional en Kampala, la capital de Uganda, Allí, niños y adolescentes necesitados son acogidos para aprender un oficio. En el año 2018, este país contaba con 42.7 millones de habitantes de los que el 23% se consideran analfabetos. Además, el 4% de la población está desempleada y otro 25% vive en límites de extrema pobreza.
    • Instituto Makindye es el nombre que recibe este centro debido a la demarcación territorial en la que se encuentra, dentro del distrito de Kampala. “Nosotros queríamos que el local estuviera más cerca de la gente de las comunidades locales”, afirma Fred Kakembo, director y cofundador de este proyecto.
      2. Instituto Makindye es el nombre que recibe este centro debido a la demarcación territorial en la que se encuentra, dentro del distrito de Kampala. “Nosotros queríamos que el local estuviera más cerca de la gente de las comunidades locales”, afirma Fred Kakembo, director y cofundador de este proyecto.
    • Uno de los problemas en Uganda es el alto índice de natalidad en mujeres que no cumplen la mayoría de edad. De acuerdo con el centro de estadística nacional, una de cada cuatro adolescentes, de entre 15 y 19 años, está embarazada.
      3. Uno de los problemas en Uganda es el alto índice de natalidad en mujeres que no cumplen la mayoría de edad. De acuerdo con el centro de estadística nacional, una de cada cuatro adolescentes, de entre 15 y 19 años, está embarazada.
  • Sarah Nalubwama Birungi es una estudiante que se esfuerza por conseguir el Certificado Nacional de Servicios Electrónicos, un título no muy común entre mujeres, y que requiere estudios en matemáticas. En ausencia de la profesora, ella realiza sus operaciones en la pizarra. El joven de la camisa de cuadros se llama Peter Sentume y es un huérfano patrocinado por una organización cristiana llamada Watato. También está decidido a terminar sus estudios.
    4. Sarah Nalubwama Birungi es una estudiante que se esfuerza por conseguir el Certificado Nacional de Servicios Electrónicos, un título no muy común entre mujeres, y que requiere estudios en matemáticas. En ausencia de la profesora, ella realiza sus operaciones en la pizarra. El joven de la camisa de cuadros se llama Peter Sentume y es un huérfano patrocinado por una organización cristiana llamada Watato. También está decidido a terminar sus estudios.
  • Algunos materiales y actividades de la clase de Física. Fred Kakembo, el director del centro, comenta lo mucho que admira a una de las profesoras especializadas en la materia, de nombre Itungo.
    5. Algunos materiales y actividades de la clase de Física. Fred Kakembo, el director del centro, comenta lo mucho que admira a una de las profesoras especializadas en la materia, de nombre Itungo.
  • Ivan Ogeng, estudiante de Ferretería, llegó al centro de la mano de SOS, un orfanato encargado del cuidado de niños que son abandonados por sus familias a las puertas del mismo centro, en contenedores de basura, o en similares circunstancias.
    6. Ivan Ogeng, estudiante de Ferretería, llegó al centro de la mano de SOS, un orfanato encargado del cuidado de niños que son abandonados por sus familias a las puertas del mismo centro, en contenedores de basura, o en similares circunstancias.
  • Uno de los oficios que ofrece este centro es el de peluquería y estética, elegido principalmente por mujeres adolescentes. Alguna de ellas ya son madres y deben asistir a la escuela con sus hijos para no perder la clase. Otras de las profesiones ofertadas son: informática, electrónica e instalaciones eléctricas, moda y diseño, restauración, forja, mecánica, fontanería, albañilería, decoración y organización de eventos, negocios y administración y gestión de empresas.
    7. Uno de los oficios que ofrece este centro es el de peluquería y estética, elegido principalmente por mujeres adolescentes. Alguna de ellas ya son madres y deben asistir a la escuela con sus hijos para no perder la clase. Otras de las profesiones ofertadas son: informática, electrónica e instalaciones eléctricas, moda y diseño, restauración, forja, mecánica, fontanería, albañilería, decoración y organización de eventos, negocios y administración y gestión de empresas.
  • Corte y confección es una de las profesiones estrella. En su mayoría acuden mujeres, aunque también hay algún hombre, como Israel Muluzi. Tiene 17 años y trabaja en una barbería por la tarde, después de las clases, para poder pagarse el curso y obtener el certificado en Moda y Diseño.
    8. Corte y confección es una de las profesiones estrella. En su mayoría acuden mujeres, aunque también hay algún hombre, como Israel Muluzi. Tiene 17 años y trabaja en una barbería por la tarde, después de las clases, para poder pagarse el curso y obtener el certificado en Moda y Diseño.
  • El material inicial y las herramientas para el aprendizaje de un oficio son donadas por patrocinadores en la mayoría de los casos. “Cuando el patrocinio termina, somos nosotros quienes los compramos con el dinero de la matrícula” dice Fred Kakembo. “Es un reto, puesto que las herramientas y equipos son muy caros ya que el Gobierno todavía no ha quitado los impuestos sobre esos productos. Ni siquiera aportan subvenciones para instituciones privadas” afirma el director.
    9. El material inicial y las herramientas para el aprendizaje de un oficio son donadas por patrocinadores en la mayoría de los casos. “Cuando el patrocinio termina, somos nosotros quienes los compramos con el dinero de la matrícula” dice Fred Kakembo. “Es un reto, puesto que las herramientas y equipos son muy caros ya que el Gobierno todavía no ha quitado los impuestos sobre esos productos. Ni siquiera aportan subvenciones para instituciones privadas” afirma el director.
  • Los estudiantes acuden a clase de forma voluntaria y comprometida. Según Fred Kakembo, director del centro, “Se puede decir que ellos son los que construyen este centro con su colaboración e implicación”.
    10. Los estudiantes acuden a clase de forma voluntaria y comprometida. Según Fred Kakembo, director del centro, “Se puede decir que ellos son los que construyen este centro con su colaboración e implicación”.
  • En el centro de formación, son los propios alumnos quienes deciden qué estudiar para ser profesionales en un oficio concreto y salir de la pobreza en la que se encuentran. Kampala cuenta con 47.730 huérfanos de 0 a 17 años de los que 41.848, de seis a 17 años, no están escolarizados.
    11. En el centro de formación, son los propios alumnos quienes deciden qué estudiar para ser profesionales en un oficio concreto y salir de la pobreza en la que se encuentran. Kampala cuenta con 47.730 huérfanos de 0 a 17 años de los que 41.848, de seis a 17 años, no están escolarizados.
  • Mercy Mwagala es una estudiante keniana de Moda y Diseño. Lleva dos años en la escuela, donde también reside. Sus padres, que viven en Kenia, pagan la matrícula del curso.
    12. Mercy Mwagala es una estudiante keniana de Moda y Diseño. Lleva dos años en la escuela, donde también reside. Sus padres, que viven en Kenia, pagan la matrícula del curso.
  • El número de estudiantes graduados en los últimos 10 años que ha obtenido un certificado profesional supera los 2.000.
    13. El número de estudiantes graduados en los últimos 10 años que ha obtenido un certificado profesional supera los 2.000.
  • Emma Semanza es un congolés que trabaja como cocinero del centro de estudios desde hace ocho años.
    14. Emma Semanza es un congolés que trabaja como cocinero del centro de estudios desde hace ocho años.
  • Aula de forja y herrería. En la imagen se aprecia el caos que reina en esta sala, llena de materiales donados por patrocinadores que pagan la matrícula de algunos de los alumnos.
    15. Aula de forja y herrería. En la imagen se aprecia el caos que reina en esta sala, llena de materiales donados por patrocinadores que pagan la matrícula de algunos de los alumnos.

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/12/23/album/1577119202_301762.html#foto_gal_15

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«Objetivo África», la nueva forma de colonialismo

Por: Obianuju Ekeocha

Uno de los tesoros más preciados de África es su cultura de la vida. La mayoría de los africanos cree que la vida humana tiene un valor inestimable; que los hijos son una bendición; la maternidad, un don y el matrimonio y la familia, una riqueza. Sin embargo, los principios y valores que sustentan esta cultura de la vida se encuentran hoy amenazados por una nueva forma de colonialismo que pretende adueñarse del corazón, la mente y el alma de África. Un colonialismo ideológico que denuncia con valentía la autora nigeriana Obianuju Ekeocha.
«El don más preciado que los africanos podemos dar al mundo en este momento es nuestra inherente cultura de la vida. La mayoría de los africanos comprenden, por fe y tradición, el inestimable valor de la vida humana, la belleza de la feminidad, la gracia de la maternidad, la bendición de la vida matrimonial y el don de los hijos. Todos ellos están siendo objeto de un implacable ataque por parte de la mayoría del mundo occidental, donde el aborto a demanda es legal, donde la fertilidad es considerada un inconveniente y tratada como si fuera una enfermedad, donde la maternidad está cada vez menos valorada y donde el matrimonio es redefinido».
NEOCOLONIALISMO IDEOLÓGICO EN EL SIGLO XXI
«Estos son los valores familiares fundamentales que nuestros padres y abuelos nos han transmitido. Están arraigados en nuestras costumbres, consagrados por la ley e incluso codificados en nuestras lenguas nativas. Quitárnoslos equivale a invadir, ocupar, anexionar y colonizar a nuestra gente.Hay una nueva colonización en marcha en nuestro tiempo, no de las tierras o de los recursos naturales, sino del corazón, la mente y el alma de África. Es un colonialismo ideológico».
En las páginas de este libro, Obianuju Ekeocha nos advierte de cómo las élites y líderes occidentales que en las últimas décadas han legalizado el aborto, promovido la anticoncepción, menospreciado la maternidad y redefinido el matrimonio, pretenden imponer su nueva visión de la realidad en África. Una influencia externa que, como explica Obianuju Ekeocha, se ha vuelto cada vez más invasiva:
A través de su dinero y sus medios de comunicación, las élites occidentales vuelven a ejercer una influencia increíble sobre el pueblo de África. Una vez más, los amos coloniales les dicen a los africanos que ellos saben más. Sólo que esta vez está en juego la definición misma de lo que significa ser hombre, mujer o familia.
Existe, sin embargo, un obstáculo para quienes tratan de introducir nuevos criterios morales en África: las arraigadas y profundas creencias y tradiciones culturales del pueblo africano. En 2014, una encuesta realizada por Pew Research Center mostraba que la mayoría de los africanos tiene una visión conservadora respecto a cuestiones como el aborto, la anticoncepción, las relaciones prematrimoniales, la homosexualidad y el divorcio. Por este motivo, una de las estrategias para provocar un cambio radical consiste en presionar a los líderes y legisladores africanos para que establezcan nuevas leyes y políticas que impongan los criterios occidentales sobre su pueblo.
IMPOSICIÓN DE POLÍTICAS ABORTISTAS…
«En el centro del sistema de valores de mi gente está el reconocimiento profundo de que la vida humana es preciosa… Para nosotros, el aborto, como asesinato deliberado de pequeños en el útero, es un ataque directo contra la vida humana inocente. Es una injusticia grave, que nadie debería tener derecho de cometer».
En el año 2003, un estudio de Pew Research Center recogió la opinión de 40.117 personas de cuarenta países acerca de distintas cuestiones morales. En sus respuestas, la gran mayoría de los africanos mostró su oposición al aborto. Para el 92% de los ghaneses, el 88% de los ugandeses, el 82% de los kenianos, el 80% de los nigerianos y el 77% de los tunecinos, el aborto era un actomoralmente inaceptable.
«Una abrumadora mayoría de africanos piensa que el aborto es intolerable, ya sea legal o ilegal. Es hora de que la comunidad internacional escuche las voces de los pueblos africanos y desista de presionarlos para que aborten».
Casi el 80% de los países africanos tienen algún tipo de ley que prohíbe o restringe el aborto. Incluso en aquellos países donde el aborto es legal, la mayoría aún cree que la vida en el vientre materno es sagrada y que el aborto es moralmente inaceptable. Sin embargo, a pesar de estos datos, la campaña para imponer el aborto en África está en auge. Si la mayoría de los africanos se opone al aborto, ¿quién está impulsando su legalización en estos países?
…Y LA ANTICONCEPCIÓN
«Intentar evitar que la gente del mundo en vías de desarrollo tenga hijos es una atrocidad, sobre todo porque hacerlo no es una estrategia de desarrollo. Es una estrategia invasiva…»
Quienes promueven la anticoncepción en África aseguran que trabajan en favor de los derechos de las mujeres. Pero ¿es realmente esto lo que reclaman las mujeres africanas?
Esta es la reflexión que hace Obianuju Ekeocha:
¿De qué modo esterilizar a las mujeres más pobres del mundo les da el control sobre el hambre, la sequía, la enfermedad y la pobreza? No hace que estén más formadas o que tengan más posibilidades de trabajar. No les proporciona alimentos o agua potable. No hace que la mujer africana sea más feliz o esté más satisfecha en su matrimonio. No. Este amplio proyecto anticonceptivo sólo hará que la mujer sea estéril al precio más barato posible. Esto, ciertamente, no es lo que hemos pedido las mujeres africanas. No es la ayuda que nuestros corazones anhelan en medio de las pruebas y las dificultades de África. Pero en un mundo de asombroso imperialismo cultural, es lo que nuestros “mejores” han elegido para nosotras.
AYUDA AL ÁFRICA NECESITADA: LA PUERTA AL COLONIALISMO IDEOLÓGICO
«Mucho de lo que he escrito en este libro es, en gran medida, una búsqueda de la causa fundamental de la colonización ideológica de África. Y esta búsqueda apunta a la fragilidad económica y la vulnerabilidad de las naciones africanas, que han sido explotadas con absoluto descaro por ricos ideólogos de las naciones occidentales, cuya ansia de poder parece que sólo puede ser saciada controlando el destino de nuestros países».
A pesar del bien que ha hecho la asistencia humanitaria en África, la ayuda exterior también se ha convertido en la puerta de acceso del colonialismo ideológico y en la causa de una dependencia más profunda de los gobernantes africanos hacia los donantes occidentales. Esta dependencia desprotege a las naciones africanas frente a sus ricos donantes, ya que su ayuda, en muchas ocasiones, no es gratuita, sino que viene acompañada de una agenda concreta. Esta ayuda con “condiciones” es el centro del neocolonialismo ideológico que está invadiendo África.
HACIA LA DESCOLONIZACIÓN DE ÁFRICA
«Mi sueño es que un día, en un futuro cercano, las naciones independientes de África dejen de depender de la opulencia de sus donantes. Como muchos de los africanos que en los años 50 anhelaban la independencia de sus amos coloniales, anhelo la independencia de nuestros amos neocoloniales del siglo XXI, para que los africanos puedan gobernarse a sí mismos de una manera adecuada a sus valores y aspiraciones».
Para Obianuju Ekeocha, el viaje a la libertad real y la prosperidad de África comienza por el reconocimiento del daño que provoca el neocolonialismo ideológico y su vínculo con la ayuda exterior. En su búsqueda de la descolonización, África necesita combatir la corrupción y superar su dependencia de las ayudas exteriores:

Si África quiere protegerse de la desintegración social que estamos viendo en Occidente, y que Occidente quiere exportar a nuestros países, debe luchar en aras del matrimonio y los hijos, que son el futuro del continente. Nuestros países deben reducir la influencia corruptora de la ayuda procedente de naciones y organizaciones obsesionadas con el sexo y, para ello, deben edificarse sobre los cimientos firmes de buenas escuelas que desarrollen no sólo las mentes, sino también el carácter; de economías de mercado que dejen libre el comercio y los recursos para beneficio de todos; de líderes responsables que respeten la cultura de su pueblo más que la opinión de los donantes ricos. Debemos resistir a los nuevos colonizadores ideológicos antes de que nos roben nuestro “yo”.

Fuente: https://infovaticana.com/2020/01/19/objetivo-africa/

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En Malawi abrirán la primera escuela de Drones de África

Abrirá en Malawi, de la mano de Unicef y el Instituto Virginia Tech, y quiere ampliar la experiencia en el continente en el uso de esta nueva tecnología con fines humanitarios

Africa/Malawi/elpais.com

En 2021, los drones serán habituales en los cielos africanos. La primera Academia Africana de Drones y Datos (ADDA, en sus siglas en inglés) abrió sus puertas el pasado 13 de enero en Lilongwe (Malawi). La iniciativa busca promover el uso de esta nueva tecnología en programas que impactarán de forma positiva en las vidas de niños y jóvenes. «Los servicios humanitarios y para el desarrollo en África y otros lugares pueden beneficiarse significativamente de su aplicación», aseguró Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef. «La ADDA será fundamental para equipar a los jóvenes con las habilidades que necesitan para utilizarla en beneficio propio y de sus comunidades».

En 2016 se inició el primer corredor humanitario de África lanzado en Malawi para reducir el tiempo que se necesita para comprobar si los bebés que viven en zonas rurales están contagiados del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Y para seguir este impulso, la academia ampliará la experiencia en el uso de aviones no tripulados con fines humanitarios, para el desarrollo y comerciales en todo el continente a través de un curso de 12 semanas. Desde que se pusiera en marcha esta experiencia, esta nueva tecnología se ha utilizado para la entrega de suministros médicos, control de cultivos, mapeo del virus del cólera, así como la integración de drones en la respuesta y monitoreo nacional de desastres.

Los primeros estudiantes y profesores de la Academia Africana de Drones y Datos en la presentación del proyecto en Malawi.
Los primeros estudiantes y profesores de la Academia Africana de Drones y Datos en la presentación del proyecto en Malawi. UNICEF

Alrededor de 150 estudiantes recibirán formación para construir y pilotar drones en 2021, de los que 26 estudiantes de toda África se beneficiarán de una beca para sus estudios gracias a los fondos donados por aliados de Unicef. Una de ellas es Anne Nderitu, licenciada en ingeniería aeronaútica de Kenia. «Quiero trasladar el conocimiento que adquiera en este curso y mi formación en drones a proyectos que están ligados al saneamiento de aguas. Me gustaría empoderar a las comunidades urbanas que sufren inundaciones con las imágenes que se puedan recoger de la zona a través de los drones para así tener más información de las condiciones en las que viven y cómo solucionar sus problemas», explica esta estudiante de 25 años, que también ve muy útil esta nueva tecnología para las comunidades nómadas y su acceso a los medicamentos.

Más de la mitad de los estudiantes son mujeres con títulos universitarios en ciencias, tecnología o ingeniería

El plan de estudios se ha desarrollado en colaboración con el Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad Estatal (Virginia Tech), quienes vienen trabajando con éxito desde 2017 en Malawi, en la implementación de talleres de capacitación de este tipo. El curso combinará metodologías teóricas y prácticas en la fabricación, prueba y vuelo de drones.

Para 2022, está previsto que la Academia lleve a cabo una maestría en esta tecnología sin coste de matrícula, junto con la Universidad de Ciencia y Tecnología de Malawi (DEBE), asi como un Plan de Estudios para desarrollar la capacidad local y un ecosistema favorable para el surgimiento de modelos comerciales sostenibles para el uso de drones para misiones humanitarias y para el desarrollo.

«El ADDA refleja nuestro compromiso continuo con la aplicación innovadora de tecnología y educación de drones en Malawi y la región de África», asegura Kevin Kochersberger, profesor asociado de Virginia Tech, quien dirigirá el proyecto. «Brindará a los graduados las habilidades necesarias para desarrollar su actividad laboral utilizando aplicaciones de drones en ámbitos que van desde la agricultura y la salud hasta la supervisión de los recursos naturales».

La clase inaugural ha incluido a 16 estudiantes de Malawi y 10 de toda África. Más de la mitad de los estudiantes son mujeres con títulos universitarios en ciencias, tecnología o ingeniería. La segunda promoción comenzará su formación a mediados de abril de 2020. La convocatoria de solicitudes estará abierta hasta el 26 de enero.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/15/planeta_futuro/1579092782_199996.html

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Una joven española lleva a la ONU sus soluciones para la educación en África

Europa/España/eldiario.es/

Marta Borrell, una joven española de 16 años, intervendrá este viernes en un foro organizado por Naciones Unidas con motivo del Día Internacional de la Educación para explicar su visión sobre los problemas de la enseñanza en África y las posibles soluciones.

Borrell ha sido invitada a participar en el acto por ser la conductora del documental «Una luz en la oscuridad», una cinta en la que con la ayuda de sus padres analiza el por qué del fracaso escolar en muchas escuelas africanas y que se estrenará el próximo octubre en España.

En declaraciones a Efe, la joven explica que la idea de la película surgió de un viaje a Marruecos que hizo con su instituto.

«Me chocó muchísimo el hecho de que siga habiendo pueblos y lugares en los que la educación y los niños sigan sufriendo tanto a diario», apunta Borrell.

A su regreso a España, la estudiante estaba decidida a hacer algo y ese algo terminó por ser un documental, para el que viajó durante sus vacaciones de verano a Mozambique con el fin de conocer de primera mano la situación en escuelas rurales de ese país, uno de los más pobres del mundo.

Allí, recuerda, una de las cosas que más le llamó la atención fue la «cantidad de niños escolarizados pero sin saber realmente dónde van o por qué van al colegio», la ausencia de una educación que pueda tener un futuro y el caso de adolescentes de su edad que habían sido violadas o maltratadas por sus profesores.

Después, pasó casi dos años entrevistando a personalidades del ámbito de la educación, todo con la idea de buscar soluciones a los problemas educativos que se dan en muchas zonas de África.

Su conclusión es que hacen falta cambios en varias áreas importantes, empezando por la necesidad de formar a los profesores para que sean capaces de ayudar a los niños y prepararlos realmente para sus vidas.

Borrell también ve fundamental tener en cuenta los contenidos que se enseñan y que se adapten a la realidad social, atajar la corrupción en el ámbito de las ayudas internacionales para la enseñanza y que se creen organismos que hagan que se cumplan estos objetivos.

Además, insiste en que es clave «ayudar en lugar de imponer», pues reconoce que a veces es difícil tratar de colaborar desde fuera sin imponer la cultura de uno mismo.

«Creo que lo más importante es aprender a escuchar a toda esta gente, porque nadie puede cambiar mejor su zona que ellos mismos», opina.

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/espanola-ONU-soluciones-educacion-Africa_0_987952313.html

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