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La igualdad de género tardará un siglo en lograrse

Por: El País

Un siglo. Es lo que se tardará, al ritmo actual, en fulminar la brecha de género global. Cien años en lograr que hombres y mujeres tengan la misma participación política, acceso a la educación, a la salud e igualdad económica y laboral. Es la conclusión del último informe del Foro Económico Mundial sobre la brecha de género, que alerta de que, tras una década de progresos lentos pero constantes, este año varios indicadores de paridad no solo se han estancado sino que han empeorado. Una caída que se debe fundamentalmente al incremento de la desigualdad en la representación política y en el lugar de trabajo. Es ahí, en los entornos laborales y en la economía donde la brecha de género es más desafiante y donde la igualdad no se alcanzará hasta el año 2234. Más de dos siglos, según la institución, organizadora del Foro de Davos.

«La desigualdad de género priva al mundo de un enorme recurso de talento sin explotar en un momento en que es tan importante para abordar los enormes desafíos y las fuerzas disruptivas que enfrentamos», dice Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico, en el informe que se ha difundido hoy y que mide indicadores de 144 países. El documento sitúa la brecha de género en un 68%. Los nórdicos, como es tradición, encabezan el ránquin de los países con menor desigualdad: Islandia (un 87% de brecha, la más delgada), Noruega y Finlandia.

Les siguen de cerca Ruanda y Nicaragua. Sobre todo debido a la representación femenina en el espectro político: 61% en el país africano y 46% en el centroamericano, que escala cuatro puestos desde el año pasado debido a la reducción de la brecha salarial —aunque ha empeorado en los logros educativos—. Que haya más mujeres en política garantiza que se traten y prioricen problemas sociales, la educación, la sanidad. Algo que tiene un impacto positivo en la igualdad.  Aunque el indicador de la participación política, señala Laura Nuño, directora de la Cátedra de Género de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, no siempre ofrece una radiografía realista. «Un Gobierno paritario, que es lo deseable y legítimo, no garantiza una igualdad real en la política ni en la sociedad», apunta.

Yemen, Pakistán, Siria y Chad son los países con mayor desigualdad, según el Foro. El informe resalta que Estados Unidos (el 49 de la lista) baja cuatro puestos desde el año pasado. Y lo hace porque ha empeorado lo que el Foro llama «empoderamiento político», que se encuentra en su nivel más bajo desde 2007. España escala del puesto 29 al 24, pero sigue suspendiendo en materia de igualdad. Sobre todo si se tiene en cuenta que en 2006 ocupaba el puesto 11 del ránquin.

Las mujeres representan la mitad de la población mundial. Y por tanto recalcar que merecen el mismo acceso a la salud, la educación, la participación económica y un mismo salario por un trabajo de igual valor es básicamente justicia social. Pero no sólo eso la paridad de género también es fundamental para saber si las economías prosperan y cómo. «Garantizar el desarrollo saludable y el uso adecuado de la mitad del conjunto de talentos del mundo tiene un gran influencia en el crecimiento, la competitividad y el futuro de las economías y las empresas de todo el mundo»,  apunta el informe del Foro.

Incrementar el acceso igualitario a la educación reduce las tasas de mortalidad materno infantil, incrementa la fuerza laboral y también los salarios. Estudios del Banco Mundial exponen, por ejemplo, que invertir en que las niñas completen su educación en las mismas tasas que los niños incrementaría los ingresos de las que hoy son niñas entre un 54% y un 68%.

Informes que ahondan en la evidencia de que invertir en igualdad es rentable no faltan. Son cada vez más los estudios que demuestran el efecto positivo de aumentar la paridad de género en la economía de los países. Análisis recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estiman que la paridad de género podría añadir 250.000 millones adicionales al PIB de Reino Unido, 1,7 billones al de Estados Unidos, 550.000 millones al de Japón o 320.000 millones al de Francia.

Una de las más persistentes desigualdades, pese a todas las llamadas de alerta de los expertos es la salarial. Los estudios que constatan que las mujeres reciben menos salario por un trabajo de igual valor se cuentan por cientos. El Foro de Davos da sus propias cifras: 21.000 dólares al año, de media, para los hombres frente a 12.000 para las mujeres. Una brecha que es clave para atajar el resto. «Si se cobra menos se tiene una pensión más baja. También peor acceso a todos los servicios que no sean universales y gratuitos. El problema de las oportunidades económicas es que es una llave para otros muchos servicios».

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/2017/11/02/la-igualdad-de-genero-tardara-un-siglo-en-lograrse/

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La marginación tecnológica de la mujer impide avanzar a África, según el líder ruandés

Ruanda/11 mayo 2017/Fuente: El Diario

El presidente de Ruanda, Paul Kagame, advirtió hoy de que el continente africano no podrá avanzar en su proceso de transformación tecnológica, si mantiene la marginación que sufren las mujeres en este ámbito.

«Mientras que las mujeres y las niñas se queden atrás, no estamos en el camino correcto», subrayó Kagame en la inauguración de la tercera cumbre de Transformando África, que se celebra en Kigali.

En este sentido, lamentó el atraso de las mujeres africanas en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y responsabilizó a los hombres por acaparar todos los campos de desarrollo.

Instó a los líderes africanos a abordar esta situación con urgencia, ya que, de lo contrario, dijo, todos los esfuerzos por acelerar la transformación serán en balde.

Kagame también lamentó la desconexión que sufren las ciudades africanas, lo que agrava su falta de desarrollo.

«África no es tan próspera como debería ser porque nuestras ciudades son demasiado pequeñas y están desconectadas», enfatizó en su discurso.

Pese a ello, aseguró que el continente tiene el potencial necesario para convertirse en uno de los centros neurálgicos de la innovación tecnológica.

«África parece que se convertirá en uno de los grandes centros de crecimiento, innovación y oportunidades del planeta en las próximas generaciones», afirmó.

Según Kagame, sólo el 20 % de los africanos tiene acceso a internet, porcentaje muy por debajo del objetivo de acceso a banda ancha para el 50 % de la población que se pretende alcanzar en 2020.

«Debemos cumplir con la promesa de superar las divisiones en la tecnología en lugar de profundizarlas. Si la tecnología divide en lugar de igualar las oportunidades, entonces no la estamos aprovechando bien», declaró el mandatario.

Transformar África significaría permitir una mentalidad práctica de resolución de problemas y descubrimientos, con consciencia de que el acceso a la información es un derecho de todas las personas, independientemente de su clase social o ubicación geográfica.

Aunque Ruanda es elogiada por su transformación económica y la emancipación de las mujeres, las organizaciones de derechos humanos critican al régimen de Kigali por limitar las libertades civiles y de prensa y castigar a la oposición, entre otras violaciones de derechos humanos.

Fuente: http://www.eldiario.es/cultura/tecnologia/marginacion-tecnologica-avanzar-Africa-ruandes_0_642186452.html

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African history is a discipline on the rise – and one that raises many questions

África/Sudán/Ruanda/Sudáfrica/África del Norte/África Occidental

Mayo del 2017/Noticias/https://theconversation.com/

 

African history has gone through many incarnations as an academic discipline.

Most recently, there’s been a global turn in African historiography. This shift has been prompted by a greater awareness of the powerful forces of globalisation and the need to provide an African historical perspective on this phenomenon. This has helped to place the continent at the centre of global – and human – history.

It’s important to explain the role of Africa in the world’s global past. This helps assert its position in the gradual making of global affairs. As an approach, it’s a radical departure from colonial views of Africa. It also complements the radical post-colonial histories that appeared from the 1950s and 1960s. And it may offer another framework for thinking through the curriculum reform and decolonisation debate that’s emerged in South Africa’s universities over the past few years.

The history of African history

Afrocentric history emerged strongly during the 1950s and 1960s, in tandem with Africa’s emergence from colonial rule. Newly emerging histories served as an antidote to the pernicious views of imperial and colonial historiography. These had dismissed Africa as a dark continent without history.

But demonstrating that Africa has a long, complex history was only one step in an intellectual journey with many successes, frustrations and failures.

The long 20th century ended. A new one beckoned. It brought new sets of challenges. South Africa euphorically defeated apartheid. The decolonisation project that started during the 1950s in west and north Africa was completed. These achievements were overshadowed by a horrific post-colonial genocide in Rwanda. Another genocide loomed in the Sudan. Coups, civil wars and human rights abuses stained the canvas on which a new Africa was gradually being painted.

Africa’s woes were deepened by the emerging HIV/AIDS pandemic. State-driven, pro-poor policies and programmes founded during the early post-colonial period atrophied. This decay was driven by hegemonic global neoliberal economic policies.

And the study of history on the continent took a knock. Student numbers declined as post-colonial governments shifted their priorities. Global funding bodies focused their attention on applied social sciences and science, technology, engineering and mathematics disciplines.

Nearly two decades into the new century there’s been another shift. The subject of history, alongside other humanities disciplines, is attracting growing attention aimed at averting their further decline. This can be explained in part by the subject’s own residual internal resilience and innovative research in newer areas of historical curiosity. There’s an emerging interest in history as a complementary discipline. Students of law, education, and political science are taking history as an additional option.

In South Africa in particular, history cannot be easily ignored, although it is contested. The country is still redefining itself and charting its new course after decades of apartheid and colonialism. However, a great deal of newer interest in history as a subject can be ascribed to university student movements. These movements have garnered greater public attention for ongoing debates about decoloniality and decolonised curricula.

Decoloniality is a radical concept. Its main aim is to degrade the coloniality of knowledge. In South Africa, the decolonisation movement has been tied to bread and butter issues: tuition fees and access to higher education. Decoloniality affords both the language and the reason for seeking to dismantle what are regarded as western and colonial systems and structures of knowledge production and dissemination.

Rethinking decolonisation

But while decolonisation is riding a wave of academic interest, the histories of precolonial Africa are receding as an area of primary research focus. The histories of resistance to colonialism continue to resonate with current struggles for transformation and decolonisation. They have long been popular among historians in and of Africa. Indeed, several social and political movements have used decolonial interpretations of African history as their currency.

However, questions continue to be asked about the kind of history curriculum that should be studied at university level at this moment. And what are the purposes of such curricula? Is an African history module a necessarily transformed one? What new conceptual and methodological tools should be deployed to describe and explain colonial encounters from a decolonial lens? What modes of ethics should inform such approaches?

The challenges go beyond the conceptual aspects of decolonisation in the domain of African history. There are historical structural formations, hierarchies and tendencies within academia that are rooted in coloniality. These make it a huge challenge to articulate newer forms of knowledge. At the same time, decoloniality should operate through other forms and frameworks. This will allow it to find application beyond its own self-defined frames.

In addition, new approaches should challenge received wisdom and develop new kinds of curiosity. Newer curriculum should, for instance, grapple with the fact that there is no single Africa. A unitary model of Africa is a colonial invention. Ordinary people’s identities form and evolve via multiple networks and knowledge forms. An Africa approached from its diverse histories and identities could help forge new, purposeful solidarities and futures.

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Africa: UNESCO Calls On Governments to Make Higher Education Equitable, Affordable

África/Abril de 2017/Autor: James Karuanga/Fuente: All Africa

Resumen: Dice un nuevo informe que conseguir y garantizar la equidad y la asequibilidad en los marcos regulatorios son dos de las formas que los responsables políticos deben considerar para hacer que la educación superior sea equitativa y asequible para todos. El nuevo Informe de Seguimiento de la Educación Global, publicado por la UNESCO, también recomienda que los gobiernos establezcan agencias nacionales para asegurar la igualdad de oportunidades; Y varían los criterios de admisión para responder a las necesidades de diferentes individuos. «Al crear y transmitir conocimientos vitales, habilidades y valores fundamentales, la educación superior es una piedra angular para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible», dijo Irina Bokova, Directora General de la UNESCO. «La demanda de educación superior va a seguir aumentando y los gobiernos deben responder introduciendo una serie de nuevas políticas que aseguren que la expansión no deje atrás a los marginados y que el acceso se base en el mérito y no en el privilegio».

Ensuring those who need help the most are getting it and guaranteeing equity and affordability in regulatory frameworks are two of the ways policy makers need to consider in order to make higher education equitable and affordable for all, says a new report.

The new Global Education Monitoring Report, released by UNESCO, also recommends that governments establish national agencies to ensure equal opportunities; and vary admissions criteria to respond to different individuals’ needs.

«By creating and transmitting vital knowledge, skills and core values, higher education is a cornerstone for achieving the Sustainable Development Goals,» said Irina Bokova, Director-General of UNESCO.

«Demand for higher education is going to continue rising. Governments must respond by introducing a range of new policies that will ensure the expansion doesn’t leave the marginalised behind, and that access is based on merit, not privilege.»

Governments have also been urged to limit student loan repayments by combining low tuition and fees with income-based loans to cap student repayment burdens at less than 15 percent of monthly income as anything more threatens to leave the disadvantaged behind.

The UNESCO paper released countries are struggling to keep pace with rapidly rising demand and large disparities in access, with a large cost of higher education often falling to families, many of whom cannot afford it.

And it shows that the number of university level students doubled to 207 million between 2000 and 2014.

Analysing global trends, it outlines, Six ways to ensure higher education leaves no one behind, addings that the fast expansion of higher education is mostly happening in countries with an expanding middle class.

«Access to higher education has expanded most rapidly in wealthier countries: Only eight percent of young adults are enrolled on average in the poorest countries, compared to 74 percent in the richest countries. The greatest gender disparities are found among the poorest countries as well. Women made up only 30 percent of bachelor students in low-income countries in 2014.»

«In certain countries with deeply rooted social inequities, affirmative action through quota or bonus systems may be necessary to expand access to underrepresented groups, even if these mechanisms are controversial,» says Suzanne Grant Lewis, director of the International Institute for Educational Planning (IIEP), the UN’s only specialised organisation with the mandate to support educational policy, planning and management.

The paper draws on a range of examples to show how different countries are expanding and diversifying higher education offerings to achieve greater equity.

It is noted that loan boards and education trust funds in Kenya, Ghana, South Africa, and Tanzania addressed «some of these administrative challenges by instructing employers to deduct repayment from wages.»

Though not cited in the report, in Rwanda, the Development Bank of Rwanda (BRD) last year requested all people who benefited from the student loans scheme from 1980 to comply with the 2015 law governing the student loans and bursaries.

«The last thing we want is for higher education to be the ball and chain around students’ ankles,» said Aaron Benavot, Director of the GEM Report.

«Coping with dramatic student expansion is not easy, but there are policy solutions governments can put into place to stop the bill falling to households.»

Insufficient funds are reportedly a key reason for the fact that some disadvantaged groups are being left behind.

Governments simply can’t afford to pay for the growing number of students, and this is leaving households footing the bill, it adds, and this issue will become even more salient in the future with demand for higher education rising and enrollments growing.

UNESCO says governments have an array of policy tools – which work hand in hand – to foster equity and help families afford not just tuition fees, but all the other costs of attending higher education like books, housing and transportation.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201704210054.html

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Rwanda’s Education System to Go Digital in June

Africa/Rwanda/TheNewsTimes

Resumen: A partir de junio, el Gobierno, en colaboración con Microsoft lanzará la educación digital, una medida que se espera para mejorar la calidad del aprendizaje en las escuelas. Educación digital es un sistema de enseñanza que hace hincapié en el uso de ordenadores e Internet para impartir conocimiento.

Beginning June, the Government in partnership with Microsoft will roll out digital education, a move expected to improve the quality of learning in schools. Digital education is a system of teaching that emphasises the use of computers and internet to impart knowledge.

It is a dynamic system, which addresses the challenges of the traditional education system. The traditional education system is outdated and out of touch with the 21st century challenges. All the activities are carried out manually, teachers have to maintain all the chapter contents to be taught in the class on paper, attendance records are maintained in register books, keeping track of teaching progress is also a cumbersome task.

These are some of the challenges that the digital education system will fix.

The project will see incorporation of information and communication technology into various aspects of the country’s education sector, and according to the plan, by the year 2020, all schools in the country will have two smart classrooms and all subjects will have been digitised.

Several studies have proved that digital education improves quality and help learners acquire critical skills outside the traditional classroom setting.

What Rwanda is doing is a step in the right direction and will ensure that the education system produces global citizens capable of working anywhere in the world.

Once the programme becomes fully operational, it will empower students with digital tools, practices, and technologies so they can actively participate in their own learning at anytime and anywhere.

However, for this to be successful, it requires concerted efforts of all stakeholders in education sector including schools, teachers, learners and parents. Everyone should play their role to ensure that digital education in Rwanda becomes a reality. Education will play a key role in the country’s efforts to achieve middle income status.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201704180017.html

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Kenya: 1st Graduates from a Paid-Fellowship for African Content Creators

Kenya/18 april 2017/By:press release/Source: All Africa

Kenya Notches Top Spot at Amplify Fellowship Closing Event in Nairobi

Amplify, Africa’s first paid-fellowship for content creators, held a graduation for its inaugural cohorts on Friday 7 April in Nairobi, Kenya. Three teams of young storytellers from Rwanda, Kenya and Nigeria presented their final projects to an all-star panel of Africa’s leading business, media and technology personalities. The Fellowship was launched in 2016 by Zain Verjee and Chidi Afulezi, the co-founders of aKoma, a content and storytelling platform focused on Africa.

The judging panel, comprising Professor Bitange Ndemo, Pamela Sittoni of Nation Media Group, Patricia Obozuwa of GE Africa and Google Kenya’s Charles Murito, commended the Amplify Fellows for a «bold, dynamic and provocative approach to storytelling.» Each country cohort was tasked with creating a branded content campaign for GE Africa. The judges singled out Kenya in particular for their attention to detail and their ability to bring to life some compelling stories about the impact GE Africa was having in Kenya.

Launched in September 2016 in partnership with The MasterCard Foundation, Amplify’s mission is to develop a fellowship of young, dynamic multimedia content creators who will craft compelling stories about Africa. The inaugural graduation, held in Nairobi was the culmination of an intensive six-month fellowship that saw 25 fellows – writers, photographers, animators, and videographers – learn technical, creative and business skills to enhance their careers in content creation for Africa.

Zain Verjee, aKoma Co-Founder & CEO says, «Seeing our first group of Amplify fellows flex their creative talent and take storytelling to new levels in their final presentations, both creatively and technically, has been an incredible experience. Our Fellows consistently delivered stories and insights, from across Africa, that are generally ignored by international media outlets. The entire process of this inaugural Fellowship has revealed the dynamic talent bursting out of every seam of the continent».

«Stories are so important to our perception of one another and our understanding of ourselves,» says Jamie Farshchi, Editorial Manager, The MasterCard Foundation. «Through aKoma, the Amplify Fellows are broadening our understanding by telling stories that may not otherwise be heard.»

Patricia Obozuwa, Director of Communications & Public Affairs of GE Africa expressing excitement at the graduation said «We are committed to skills development in Africa and as such, are proud to partner with aKoma on this first of a kind training initiative.

«There is no better time than now to invest in developing content creators who can help tell the African story in new and exciting ways» she added.

Verjee concludes, «Together with our partners, The MasterCard Foundation and GE Africa, we have been able to deliver mentorship, facilitate pan-African collaboration between young creatives and foster a community of learning, shared interests and, importantly, passion for authentic African storytelling. The Amplify Fellows are the next generation of influencers and thinkers for Africa, and we are thrilled to have been a part of their journey». The fellows themselves described the fellowship in a word: «Afrithentic».

Founded by CNN alumni Zain Verjee and Chidi Afulezi, aKoma is an open source content platform and storytelling community where a combination of user generated and original content about Africa and its diaspora are created, published and shared with the world.

Distributed by African Media Agency (AMA) on behalf of aKoma Media.

 Notes to Editors

For additional information, images, interviews with aKoma co-founders or Amplify Fellows, please contact Jessica Hope – jessica@wimbart.com or Maria Adediran – maria@wimbart.com

About aKoma Media

aKoma Media is a content platform and storytelling community for Africa and African audiences created to provide the megaphone to make Africa come alive. The tagline «stories made@Africa» captures the company’s vision of building a thriving ecosystem of content and talent that is also a marketplace for African content where audiences and creators can connect and collaborate.

About The MasterCard Foundation

The MasterCard Foundation works with visionary organizations to provide greater access to education, skills training and financial services for people living in poverty, primarily in Africa. As one of the largest, private foundations, its work is guided by its mission to advance learning and promote financial inclusion to create an inclusive and equitable world. Based in Toronto, Canada, its independence was established by MasterCard when the Foundation was created in 2006. For more information and to sign up for the Foundation’s newsletter, please visit www.mastercardfdn.org. Follow the Foundation at @MCFoundation on Twitter.

About GE

GE (NYSE: GE) is the world’s Digital Industrial Company, transforming industry with software-defined machines and solutions that are connected, responsive and predictive. GE is organised around a global exchange of knowledge, the «GE Store,» through which each business shares and accesses the same technology, markets, structure and intellect. Each invention further fuels innovation and application across our industrial sectors. With people, services, technology and scale, GE delivers better outcomes for customers by speaking the language of industry.

Source:

http://allafrica.com/stories/201704110719.html

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Ruanda: El país que superó la violencia de una guerra con educación

Ruanda/30 marzo 2017/Fuente: Semana

Después de una de las historias más violentas y sangrientas del siglo XX, Ruanda se reinventó desde las aulas. Un ejemplo de éxito para el mundo y repicable para Colombia.

Ruanda podría ser conocido en el mundo por su biodiversidad: sus hermosos bosques y gorilas son suficientes para identificar al país de África Central con una nación de maravillosos parques naturales, fértiles campos y más de 1.000 colinas. Pero, por desgracia, su fama no proviene de la belleza de sus montañas que se desdibujan al atardecer, ni de los alaridos de los gorilas, sino de un pasado terrible. Como les ha pasado a las naciones que han sufrido de crueles enfrentamientos, Ruanda es conocida por su historia.

Los tutsis dominaban a los hutus antes de la llegada de los europeos. Pero la diferencia étnica se acrecentó cuando la corona belga gobernó el territorio con criterios raciales que dividían al pueblo en una pirámide. En la cima estaban los blancos y a medida que aumentaban la pigmentación de la piel, iban degradando a la población. Cuando administraban lo que hoy es Ruanda, dividieron a las personas según su raza: los tutsis, una etnia minoritaria, pero más blanca, con la nariz menos chata y más alta, gozaban de privilegios especiales, como el acceso a la educación; los tutsis, más negros y de menor estatura, quedaron en los últimos peldaños.

La medida propició el odio, la envidia y la segregación. Los tutsis detentaban el poder político a mediados del siglo XX, pero las revueltas hutus, apoyadas ahora por los belgas, invirtieron el orden existente, en especial, después de que declaron la indpendencia en 1962. Los europeos apoyaron a los hutus en su rebelión, como si un cambio de régimen fuese la solución. El resultado fue que miles de tutsis huyeron del país, mientras otros veían cómo la administración pública era captada únicamente por los hutus. Desde los cargos públicos se incentivó la exclusión.

Años después, en la década de los noventa, los tutsis empezaron a organizar guerrillas, como el Frente Patriótico Ruandés (FPR). Empezó una guerra civil que se confundió con un enfrentamiento étnico. El gobierno hutu motivó la limpieza étnica, apoyado por grupos paramilitares. Ocurrió entonces una masacre que se llevó a más de un millón de personas y cerca del doble de esa cifra se convirtieron en refugiados alrededor del mundo, mientras la comunidad internacional permanecía indiferente. El país quedó destruido y la economía, devastada.

El pasado de odio y de exclusión, la colonización, la lucha étnica y luego el genocidio parecían haber marcado irremediablemente el futuro de Ruanda. La corrupción y la violencia eran como sogas imposibles de romper. Sin embargo, Ruanda ha demostrado después de dos décadas que es posible reconstruir un país: ha disminuido los índices de pobreza, de mortalidad infantil y ha tenido un crecimiento económico sostenido. Además, según los índices de Transparencia Internacional, Ruanda es el segundo país menos corrupto de África, después de Mauritania. Y aunque las comparaciones son de mal gusto,  hay que decir que Ruanda está 40 países mejor calificado que Colombia.

La explicación de esta transformación, según el plan de desarrollo de Ruanda (2013-2018), es la educación que empezó desde las aulas y ha tenido unos logros sin precedentes en el continente africano. Cuando en Colombia se citan ejemplos y se investigan experiencias exitosas, el país centroafricano debería ser un ejemplo, más allá que la lejana Singapur. No solo porque ha ganado menciones internacionales, como el premio a las buenas prácticas educativas del Commonwealth en 2012, por sus estrategias de innovación, de ampliación del acceso y por las estrategias para mejorar la calidad educativa, sino porque ha aprendido a afrontar un pasado terrible desde la educación.

¿CUÁLES FUERON LAS ESTRATEGIAS? 

1. Hay una gran claridad de metas medibles y cuantificables. Pero no se trata únicamente de medir: los objetivos se construyen después de un proceso de consulta, de asistencia pedagógica y luego viene un seguimiento minucioso para monitorear el cumplimiento.

2. Asignación presupuestal clara por sector. No se trata de gastar más en educación, como si eso por sí solo fuera un logro, sino de justificar en qué se gastará, cuánto y para qué. El Ministerio de Educación explica, por ejemplo, cuánto está destinado para la elaboración del currículo, los libros de texto, la capacitación de profesores, entre otros rubros. Al final del año se coteja el plan con el porcentaje ejecutado.

 3. Algunos de los principales objetivos han sido aumentar la cobertura en primaria y en secundaria, y disminuir el número de repitentes y la relación entre estudiantes y profesores. Desde luego, todavía hay dificultades: muchos jóvenes mayores todavía están en primaria por haber ingresado tarde a la escolaridad, y en 2016 disminuyó el promedio de estudiantes en bachillerato, en relación con los avances del 2015.

4. Hay una relación entre el mercado laboral y los estudios superiores. El objetivo es que las habilidades necesarias de los sectores productivos correspondan con las capacidades desarrolladas en los claustros. Ese es uno de los grandes retos de la educación en todo el mundo y se está resolviendo en Ruanda. Según el Tracer Study, una investigación sobre los vínculos de la eduación superior y el mercado laboral, el 80 % de los empresarios están satisfechos con la formación de los profesionales.

5. Más allá de los planes generales, como ampliación de la cobertura, el Ministerio de Educación ha atendido los detalles con políticas específicas para resolver las dificultades. Por ejemplo, los maestros de preescolar solían estar peor pagados y tenían una débil formación pedagógica. Entonces, se tomó la medida de igualar salarialmente a los docentes y se empezó un programa de cualificación de los docentes de preescolar.

6. Se puede contar con un gobierno que establece metas pertinentes, que las controla, pero es fundamental la articulación. Por lo tanto, fue crucial crear un nuevo currículo que guiara el desarrollo de libros de texto, con material didáctico y pedagógico para todas las facetas del aprendizaje. No se podía redefinir la nación sin pensar antes en para qué educar, cómo enseñar los contenidos, cuándo y qué tipo de prácticas deberían incentivarse.

7. Para superar el conflicto era necesario desarrollar la economía y el capital humano. Los objetivos además de ampliar el acceso equitativo y de combatir el analfabetismo, eran promover la ciencia y la tecnología, el pensamiento crítico, los valores positivos, la lectoescritura, el razonamiento analítico y la creatividad.

8. Sin embargo, no era suficiente establecer objetivos, suministrar materiales educativos y enmarcados en lineamientos curriculares: había que acompañar a los maestros, hacerles seguimiento, formarlos y asistirlos cuando fuese pertinente.

9. Fue necesario hacer un plan de infraestructura, en especial, de sanitarios, pero también de laboratorios de ciencias y salas de computadores.

10. Existe una gran cooperación de la empresa privada con la educación; son especialmente importantes las comunidades religiosas, responsables de fundar numerosas instituciones educacativas. Además, muchas empresas han auspiciado el sector. Por ejemplo, la Fundación de Mastercard ha invertido para mejorar la calidad de la enseñanza y formar a los jóvenes en las habilidades necesarias del siglo XXI.

Fuente:http://www.semana.com/educacion/articulo/ruanda-el-sistema-educativo-de-ruanda/519915

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