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Una nueva ola de violencia contra inmigrantes sacude Sudáfrica

Sudafrica/02 marzo 2017/Fuente: ABC

Los ataques contra extranjeros se suceden en varios puntos del país mientras afloran los discursos del odio.

En las dos últimas semanas Sudáfrica ha experimentado un alarmante brote de violencia focalizado hacia los extranjeros. El país, apodado la nación arco iris por su diversidad y carácter acogedor, está sufriendo un aumento de los discursos y actitudes de carácter xenófobo que alimentan los actos violentos.

Cerca de dos millones de extranjeros viven en Sudáfrica, la mayoría de ellos procedentes de otros países africanos, especialmente de Zimbabue, Nigeria y Somalia. En un estado con la economía estancada, castigado por una tasa de desempleo que ronda el 30% y con la mitad de la población viviendo bajo el umbral de la pobreza, algunos locales acusan a los extranjeros de quitarles sus puestos de trabajo y de participar en actividades delictivas como el tráfico de drogas y la prostitución, responsabilizándoles asimismo de la alta criminalidad que asuela el país.

Marcha contra inmigrantes y altercados

El pasado viernes día 24 se convocó una marcha en Pretoria, capital ejecutiva de Sudáfrica, para protestar por la presencia de nigerianos, zimbabuenses y pakistaníes en situación irregular. La manifestación, que contaba con el permiso de las autoridades y pretendía ser pacífica, acabó enfrentando a sudafricanos y extranjeros. La Policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud, que estaba apedreando coches y quemando neumáticos para bloquear las calles de la ciudad. Al menos 136 personas fueron arrestadas.

En las últimas semanas, decenas de hogares y negocios regentados por inmigrantes han sido saqueados e incendiados en varios suburbios de Johannesburgo y Pretoria. El 11 de febrero un grupo de vecinos de Rosettenville quemaron al menos una docena de casas, en su mayoría ocupadas por extranjeros, que según ellos eran utilizadas a modo de burdeles y para el tráfico de drogas. Dichos ataques se han producido principalmente en municipios humildes, donde algunos residentes consideran a los inmigrantes competencia directa para los puestos de trabajo, oportunidades de negocio e incluso en el acceso a la escasa oferta de viviendas.

La raíz de la violencia

Con el fin del Apartheid y la transición a la democracia en 1994, Sudáfrica se abrió al mundo y se generó un flujo constante de inmigrantes africanos que se dirigieron hacia el sur en busca de una vida mejor, atraídos por las oportunidades que la economía de mayor crecimiento del continente ofrecía.

A día de hoy Sudáfrica es el país que acoge el mayor número de inmigrantes en África. Sin embargo, los extranjeros han sido blanco de ataques xenófobos a lo largo de las últimas décadas, siendo especialmente agitada la etapa comprendida entre 2008 y 2015. Más de 60 personas murieron a consecuencia de ataques violentos en 2008 y otras 50.000 se vieron obligadas a huir de sus casas. En 2015, el Ejército tuvo que tomar las calles para restaurar el orden tras la muerte de siete personas.

Loren Landau, catedrático de Movilidad y Políticas de Diversidad en el Centro Africano para la Migración y la Sociedad de la Universidad de Witwatersrand analiza, para ABC, la naturaleza de dicha violencia: «Cuando las personas son atacadas exclusivamente por lo que son y no por lo que individualmente han hecho, hablamos de xenofobia», afirma. Según explica, existe una aversión generalizada a los extranjeros, heredada de la era del Apartheid, cuando se utilizó mano de obra inmigrante para minar el poder económico y político de los sudafricanos negros. Landau asegura que los recientes ataques son contra personas de determinadas nacionalidades independientemente de su estatus legal (ya sean inmigrantes en situación regular o irregular). «Esto no es afrofobia como dicen algunos. Se trata de personas que reclaman su espacio en los municipios y comunidades en las que viven. Cualquier persona a la que los locales consideren foránea está en riesgo de discriminación». El profesor recuerda que en otras ocasiones los asiáticos que viven o trabajan en dichos municipios también han sido blanco de los violentos. Sin embargo, este ensañamiento no se extiende a los europeos debido a que éstos normalmente no forman parte de sus comunidades.

«Los ataques tienen su raíz en varios factores y cada incidente tiene su propia dinámica. En general las causas provienen de un profundo descontento con los servicios, la vivienda y la seguridad. Sin embargo, estos factores son generalizados y esta violencia sólo ocurre en áreas muy concretas afectadas por la falta de liderazgo político y por grandes desigualdades socio-económicas. Estas divisiones crean un aliciente para la movilización y determinados agentes políticos y socio-económicos usan a los extranjeros como chivo expiatorio o como un recurso para contentar a sus partidarios e intentar ganarse determinados sectores del electorado» explica el experto en migración.

El presidente sudafricano Jacob Zuma ha condenado enérgicamente los actos de violencia ocurridos recientemente entre locales e inmigrantes: «No somos un país xenófobo», rezaba su comunicado del 24 de febrero. Zuma ha anunciado que las autoridades seguirán persiguiendo tanto a los trabajadores en situación irregular como a aquellos que cometan cualquier acto delictivo. En opinión de Landau, sin embargo, el Gobierno no está haciendo todo cuanto está en su mano para frenar estos ataques violentos.

Determinados grupos de opinión van más allá y culpan directamente al Ejecutivo sudafricano de no crear suficiente empleo y oportunidades económicas para sus ciudadanos, hecho que habría provocado esta reacción violenta contra los extranjeros. Para muchos, el sentimiento anti-inmigrante no proviene de la comunidad que aloja a aquellos procedentes de otros países, si no de los representantes políticos. Recientemente, el alcalde de Johannesburgo, Herman Mashaba, de Alianza Democrática, fue duramente criticado después de declarar que los inmigrantes ilegales están vinculados a las actividades criminales en la ciudad. Tanto el CNA (Congreso Nacional Africano, partido en el gobierno nacional) como los grupos contra la xenofobia han arremetido contra Mashaba y su partido, culpándoles, incluso, de los recientes ataques contra propiedades que pertenecen a extranjeros. No obstante, funcionarios del CNA han hecho declaraciones en la misma línea recientemente y también en el pasado.

«El Gobierno ha llegado incluso a negar en varias ocasiones que la xenofobia exista en este país. Es más, en el Plan Nacional de Acción contra el Racismo, la Xenofobia y otras Intolerancias relacionadas apenas se menciona la xenofobia y no hay planes para combatirla·, denuncia el profesor universitario.

Malestar en otros países

El resurgimiento de la violencia contra los inmigrantes ha provocado indignación en otros países africanos. Uno de los principales afectados, Nigeria, ha reaccionado convocando al máximo representante de la diplomacia de Sudáfrica en su territorio para transmitirle su preocupación ante estos episodios violentos. Los altercados ocurridos en Sudáfrica tuvieron su réplica en Abuja, capital de Nigeria, donde manifestantes atacaron las oficinas de la compañía de telefonía móvil sudafricana MTN en protesta por las agresiones perpetradas contra sus conciudadanos.

Pese a esta nueva oleada de violencia, el profesor Landau no cree que estos ataques frenen el flujo migratorio procedente de estos países puesto que «los incentivos económicos son mucho más fuertes», y destaca que hay cientos de miles de inmigrantes que viven «relativamente en paz» en tierras sudafricanas. «Lo que sí puede pasar es que se dañen las relaciones internacionales, el comercio y la autoridad moral de Sudáfrica», sentencia.

 El fin de la violencia requiere de múltiples factores y Landau expone que queda mucho trabajo por delante: «La policía y la justicia deben perseguir y procesar a quienes están detrás de los ataques. También necesitamos un enfoque en la planificación urbanística que incentive la colaboración y no el conflicto. Otro paso necesario sería implantar medidas legales contra aquellos que promulguen discursos del odio. Lo que no funcionará –o al menos no funcionará por si solo- es la educación pública y los esfuerzos para promover la comprensión cultural. Éstos son valiosos en sí mismos, pero no detendrán la violencia», concluye.

Fuente:http://www.abc.es/internacional/abci-nueva-violencia-contra-inmigrantes-sacude-sudafrica-201703011059_noticia.html

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África: The humanities: looking the past in the eye

África/ Sudafrica/Febrero 2017/Noticias/https://theconversation.com/

ÄGiven the disconcerting present, how can we explain our wretched past and understand our increasingly threatening future? This question continued to drift to the surface as I listened recently to presentations about the history of individual departments in Stellenbosch University’s Faculty of Arts and Social Science – the name for the humanities faculty at that university.

Some context is needed: next year Stellenbosch will celebrate its centenary, and a commemorative tome beckons. Some faculties are already busy writing up their pasts. The Arts and Social Science Faculty is first exploring various ways of speaking about it before its starts to write. It is commendable, given the value-laden nature of its disciplines.

Stellenbosch University has a special place in the imaginary of South African higher education. The traditional centre of Afrikaans language and learning, the university is often said to have been the intellectual home of the apartheid system.

Like all other tertiary institutions it has had to grapple with political change, the rise of market ideology, and the impact of technological change.

Key question about the past

The presentations at the seminar were uneven. Presenters – with one notable exception – made little systematic use of the formal university archive. It is perhaps the only place that could answer the key question about the university’s past: Did Stellenbosch make Afrikaner Nationalism, or Afrikaner Nationalism make Stellenbosch?

In seeking to answer this question, most presenters drew from years in the academic trenches. They recalled members of staff, their interests, the numbers of students, changing syllabi, and the like. But others reached beyond this comfort zone to explore how individuals and their subjects were captured by ideology at various stages in the 100-year history of the university.

One offered an account of a schism between colleagues that continued for three decades. Another passionately explained how, from the late-1960s, the Social Sciences and the project of modernity were forced on the university to help align the country with a changing world. Yet another recalled an earlier war had been fought in the bowels of the faculty over the language of instruction – this time in the 1920s over whether it should be Dutch or Afrikaans.

The current language war raging at the university is over the continued use of Afrikaans – considered by many, still, as the tongue of apartheid – as one of the languages of instruction.

Bohemian lifestyles

Scattered through these accounts were stories of difference, even deviance. There were the bohemian lifestyles of members of the faculty in the 1960s. Then in the 1970s classical composers who began to incorporate African themes in their music. In the 1980s there was the authentic student rebellion that drew on rock music – and drugs – to shake up the university and its ruling establishment. This provoked an often ruthless response from a university leadership invoking God, the Afrikaner cause and the then ruling National Party.

But this was not the only disciplining force. The omnipresent English, active in colonial rule and at other universities in the country, invariably exercised their seemingly God-given claim to superiority – in respect of race, the role of Empire, and on why knowledge rightfully belonged to them.

The two days of reflection showed again just how is difficult it is to speak about these things, even in a place whose work is to deal with ideas, and how ideas make – and are made by – the world.

But we all know, or should all know, that knowledge is a fickle mistress. Academic fashions change despite the timelessness promised by the idea of an established canon. This is why, before anything else, academics should be teaching their students that people change their minds if they think about things. Only people who don’t think don’t change their minds.

Déjà vu

Midway through the event, I remembered that I had been in this exact space once before. Weeks after the Berlin Wall had come down, I visited a faculty in its Eastern sector of that German city. A well-known professor in the Humanities received me in his cavernous office on Unter den Linden. He was fearful rather than confident about the future of scholarship at the university in a unified Germany in a post-Cold War world.

Significantly, in the course of talking about past scholarship at their faculty, the colleagues at Stellenbosch displayed an even more deep-seated concern about its future. Even if we understand that what what we know is forged by passion, partisanship and politics, to pretend that there is objectivity in the Humanities is to call forth the Russian saying that

he lied like an eyewitness.

Unlike the natural sciences, where measurement and mathematics have become proxies for the truth, every intellectual past in the humanities has to be looked straight in the eye, and its ideological underpinnings unravelled.

This is where the campaign to decolonise knowledge has pulled the Humanities up short, not only in South Africa but throughout the world. At the heart of the issue, surely, is the Foucaultian idea of social power. How this is exercised both within the university and the world it always hopes to make?

As a result, are faculty histories to be like South Africa’s Truth and Reconciliation Commission: a transactional zone where confessions are traded for forgiveness? Or should they ideally provide an understanding of the past because it has a bearing on the present and the future?

If the latter, we should all be reading Alexis de Tocqueville, who wrote that his attempt to understand the French Revolution was

less about the facts … [than it was looking for] … traces of the movement of ideas and sentiments … [because] … the difficulties … [of understanding] … are immense …

The Stellenbosch exercise is a brave initiative spearheaded by a dean. It comes with a quiet confidence in his insight that only conversation can shed light on our conflicted past, and build understanding in an age of great uncertainty about our future.

Fuente:https://theconversation.com/the-humanities-looking-the-past-in-the-eye-73211

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/E6WmT7XvPL-BXXxPmvIKnFJTpO-2QrrlY1Q2sdH20xB4kQEDDg6cYouzkdmoBP_xWqm1LQ=s85

 

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Sudáfrica: Eastern Cape Education On Mdeni High School

Sudáfrica/Febrero de 2017/Fuente: All Africa

RESUMEN: El miércoles 15 de febrero de 2017, estudiantes de la Escuela Secundaria Mdeni, cerca de Alice, en el Cabo Oriental, realizaron una silenciosa protesta en una carretera nacional por su infelicidad y la falta de acceso a sus nuevas aulas. La protesta silenciosa, que fue viral en las redes sociales, vio a los estudiantes llevar a su clase a la autopista, lo que resulta en el tráfico de llegar a un alto total. En el corazón de la materia, las nuevas aulas fueron construidas en la escuela con los fondos que fueron donados por el tablero nacional de las loterías. Esto se debía a que las viejas aulas construidas por la comunidad ya no eran propicias para el aprendizaje. Sin embargo, debido a un desglose en la comunicación, el contratista no fue pagado a tiempo y esto resultó en que el proveedor de servicios bloqueó las aulas y negó el acceso de los estudiantes al edificio.

On Wednesday, 15 February 2017, learners of Mdeni High School near Alice in the Eastern Cape held a silent protest on a national road over their unhappiness with a lack of access to their new classrooms.

The silent protest, which went viral on social media, saw learners take their class to the freeway, resulting in traffic coming to a complete halt.

At the heart of the matter, new classrooms were built at the school through funds that were donated by the National Lotteries Board. This was because the old community-built classrooms were no longer conducive for learning.

However, due to a breakdown in communication the contractor was not paid on time and this resulted in the service provider locking classrooms and denying learners access to the building.

The Eastern Cape Department of Education has been seeking solutions to end the impasse since September last year.

Following this week’s protest, the Education provincial Head of Department, Themba Kojana, conducted a site visit to the school to engage the school’s principal, parents, the School Governing Body (SGB), teachers and learners to listen to their concerns and find immediate, medium and long term solutions.

After intense discussions, an agreement was made between the department and the contractor, who then unlocked the padlock for schooling to resume.

In turn, Mr Kojana has committed to resolving all the administrative concerns that were raised by the contractor in the medium term.

Mr Kojana also said parents would meet next week to seek permission to demolish the old structure in order to erect more classrooms to accommodate an increase in admissions at the school.

«It is regrettable that the situation was allowed to reach this point and it is unacceptable that learners are denied access to their classrooms over a dispute that could have been avoided.

«While the concerns of the contractor are receiving urgent attention, I have asked departmental officials to investigate this matter so that those responsible for mismanaging this project are held accountable,» Kojana said.

The Eastern Cape has been identified as a priority province to improve the quality of education, from infrastructure to improving learner outcomes.

The programme of eradicating mud and plankie schools is progressing well, but more still need to be done.

In his State of the Province Address, Eastern Cape Premier Phumulo Masualle said the provision of quality education is central to the task of building a province that is characterised by a high standard of living of its citizens.

«It was with this understanding in mind that at the beginning of this term, we undertook to create better access to quality education as one of our apex priorities,» Masualle said.

Through the Accelerated Schools Infrastructure Delivery Initiative, government has provided water to 615 schools, decent sanitation to 425 schools and electricity to 307 schools.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201702200413.html

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Sudáfrica: Zuma recalls childhood battles to pitch education trust

Sudáfrica/Febrero de 2017/Fuente: News 24

RESUMEN: La batalla de la infancia del presidente Jacob Zuma con la educación lo inspiró para crear una confianza para educar a niños desaventajados, así dijo a los políticos y a los líderes negros en Ciudad del Cabo el viernes. Zuma se movió en su estado de ánimo tranquilo y alegre, mientras los simpatizantes se reunían para recaudar fondos para estudiantes y estudiantes universitarios desaventajados.

President Jacob Zuma’s childhood battle with education inspired him to create a trust to educate disadvantaged children, he told politicians and black business leaders in Cape Town on Friday.

Fresh from the State of the Nation travails with red hard hats and pepper spray in Parliament on Thursday night, Zuma moved into his calm, cheerful mood as supporters came together to raise funds for disadvantaged scholars and university students.

Sponsors and contributors to the fund include Cell C, Transnet, MMI Holdings, and Brian Molefe in his personal capacity. They raised R36m over the last few years.

“I experienced a life without education,” Zuma told the audience. He encouraged them to donate to the trust.

“It was very tough. I then took a decision to educate myself in one of the most poverty-stricken areas called Nkandla, which is now so popular.”

As a youngster in rural KwaZulu-Natal, Zuma said he dreamed of being a teacher, pastor, and lawyer before he moved into politics.

“I tried to educate my siblings, which was interrupted very rudely by the apartheid system by arresting me. I still learn up to this day,” he said.

“I can distinguish between the good thing from the bad thing. I can analyse what happened in Parliament.”

Zuma said the late president Nelson Mandela had refused to allow him to work as an MEC in KwaZulu-Natal as he was supposed to be a Cabinet minister in the first dispensation. Zuma said he persuaded Mandela to allow him to bring peace to the province. He consented.

It was as MEC of economic affairs and tourism in the province that he thought of the education trust. His premier gave him R500 000 as part of the Reconstruction and Development Programme (RDP) budget to use with haste to start building the province.

Zuma said education was always his number one goal. His fund was eventually called the JG Zuma RDP Education Trust, inspired by the RDP.

“The system of apartheid disempowered the majority deliberately by design,” he said. “That is what has made us behind others. It is the black children that are on drugs. They are delaying the RDP, the reconstruction of the country.

“Education is a passion we all need to deal with the bigger picture of the country,” he said.

“We need a skilled labour force and skilled citizenry who can create jobs – it can happen.

“Even the #feesmustfall crisis is important to look at rather than just criticise – what can we do?” he said.

“It is the country’s national investment. You will produce the citizens that will make this country proud.

“We want to make our citizens empowered so they participate in a rich and prosperous South Africa.”

Fuente: http://www.news24.com/SouthAfrica/News/zuma-recalls-childhood-battles-to-pitch-education-trust-20170210

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Una escuela sudafricana para niños refugiados víctimas de xenofobia

Sudafrica/09 febrero 2017/Fuente: Prensa Libre

En las escuelas normales sufren «xenofobia» y a veces «no les dan de comer», explica el director de un colegio sudafricano que da apoyo escolar gratuito a niños refugiados.

«Luchemos contra la xenofobia», se lee en los carteles de un aula de Sacred Heart College de Johannesburgo.

«Os damos las gracias por nuestro colegio y nuestros profesores», rezan en coro, con los ojos cerrados y las manos juntas alrededor de 175 niños en uniforme azul marino. Así comienzan su jornada escolar a las tres de la tarde.

Se sientan en las aulas de las que acaban de salir los alumnos habituales.

Durante tres horas los profesores imparten cursos de inglés y matemáticas a estos refugiados de entre 5 y 13 años. Son de la República Democrática del Congo (RDC), de Burundi, de Mozambique, de Zimbabue o de Eritrea.

Sudáfrica es la primera potencia económica del continente, por lo que cada año atrae a migrantes económicos o políticos. Según la página web Africa Check, en el 2015 ocupaba el segundo lugar mundial, después de Alemania, en número de solicitantes de asilo.

«En las escuelas, los pequeños refugiados sufren xenofobia por parte de sus compañeros y profesores; en ocasiones, no les ponen notas, o no les dan de comer», Colin Northmore, profesor.

Esta situación genera tensiones en una nación a la que le cuesta aplicar los ideales de su primer presidente negro Nelson Mandela (1994-1999) debido a la violencia heredada de los tiempos del apartheid.

Xenofobia

En las escuelas, los pequeños refugiados «sufren xenofobia por parte de sus compañeros y profesores», explica el director del centro, Colin Northmore. En ocasiones, «no les ponen notas, o no les dan de comer».

Ellos plasman sus vivencias sobre el papel, a su manera. En el despacho del director hay un dibujo de uno de estos niños en el que se ve a un joven uniformado a punto de tirarse de un trampolín suspendido en el vacío.

Ante la marginación existente, muchos niños de familias inmigrantes renuncian a ir al colegio. Otros no pueden acudir a los centros públicos por falta de documentación y de dinero para comprar los uniformes y los libros, según Colin Northmore.

Para ellos, el Sacred Heart College lanzó en el 2008 «Three2Six» (de 3h a 6h de la tarde), un programa concebido para los refugiados. Los propios profesores están a la espera de documentación, por lo que no pueden ser contratados en el sector público.

Antecedente

  • En 1976, cuando las barriadas arremetían contra el régimen del apartheid, el colegio se volvió multirracial. Le costó amenazas de la policía, que prendió fuego a la estatua de Jesucristo en la entrada del establecimiento.

«Aquí aprendo todo lo que necesito para salir adelante cuando vaya a un colegio normal», dice Claude, un congoleño de 12 años, con cara aniñada.

Después de tres años de clases en «Three2Six», Claude pasará al sistema educativo nacional, al igual que un cuarto de los alumnos del programa.

Su vida en Sudáfrica es complicada. «Nuestra vida en Congo era bonita, aquí compartimos apartamento con tres familias», describe.

Una oportunidad: Ante la marginación existente, muchos niños de familias inmigrantes renuncian a ir al colegio ahora el programa les ofrece otro panorama. (Foto Prensa Libre: AFP).
Una oportunidad: Ante la marginación existente, muchos niños de familias inmigrantes renuncian a ir al colegio ahora el programa les ofrece otro panorama. (Foto Prensa Libre: AFP).

Compromiso social

Cada noche, Claude deja su estuche, sus libros y su diccionario de inglés en clase.

«En casa se estropean debido a las condiciones lamentables en las que viven los niños», explica Gilbert Kongolo Kabasele, un profesor congoleño, que también se ve obligado a compartir vivienda con otra familia.

Con «Three2Six», el Sacred Heart College, un establecimiento creado por los maristas en el siglo XIX y frecuentado por varios nietos de Nelson Mandela, recupera su tradición de compromiso social.

En 1976, cuando las barriadas arremetían contra el régimen del apartheid, el colegio se volvió multirracial. Le costó amenazas de la policía, que prendió fuego a la estatua de Jesucristo en la entrada del establecimiento.

«Aquí aprendo todo lo que necesito para salir adelante cuando vaya a un colegio normal», Claude, 12 años.

Con la llegada de la democracia en 1994, la escuela se preguntó: «¿Dónde está la nueva injusticia?, ¿dónde está el nuevo apartheid? Son los niños de los refugiados privados de educación», recuerda Colin Northmore.

Él está convencido de que el «Three2Six», financiado con US$2.9 millones de fondos privados, podría servir de modelo a Europa, un continente confrontado desde hace dos años a la mayor ola de refugiados de su historia desde la Segunda Guerra Mundial.

Por de pronto, de vuelta a Alemania, una antigua voluntaria alemana del Sacred Heart College se inspiró de él para el lanzamiento de un programa de apoyo a los jóvenes sirios.

Fuente:http://www.prensalibre.com/internacional/una-escuela-sudafricana-para-nios-refugiados-victimas-de-xenofobia

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Sudáfrica: Mujeres y niñas corren peligro de aborto inseguro al negárseles servicios legales

Por: Amnistía Internacional

Mujeres y niñas corren peligro de someterse a un aborto inseguro, con riesgo de graves complicaciones para su salud e incluso de muerte, debido a las persistentes barreras para acceder a servicios legales de aborto, según la investigación llevada a cabo por Amnistía Internacional y el Departamento de Investigación sobre la Salud de la Mujer de la Escuela de Salud Pública y Medicina Familiar de la Universidad de Ciudad del Cabo.

A ninguna embarazada, con independencia de su condición social, debe negársele su derecho a decidir sobre su embarazo.
Muleya Mwananyanda, directora adjunta de Amnistía Internacional para África Austral

El documento, publicado hoy, pone de relieve que, a pesar de que Sudáfrica tiene uno de los marcos jurídicos más progresistas del mundo sobre el aborto, muchas mujeres y niñas tienen dificultades para acceder a servicios de aborto seguros, sobre todo en las comunidades más pobres y marginadas. Una barrera clave es que el gobierno no regule la práctica de la “objeción de conciencia”, mediante la cual los profesionales de la salud pueden negarse a prestar servicios de aborto.

“A ninguna embarazada, con independencia de su condición social, debe negársele su derecho a decidir sobre su embarazo. En este documento se exponen las profundas desigualdades del sistema de salud que siguen discriminando a las mujeres y niñas de entornos empobrecidos”, ha afirmado Muleya Mwananyanda, directora adjunta de Amnistía Internacional para África Austral.

“El Departamento Nacional de Salud debe intervenir con urgencia para garantizar que el acceso al aborto de mujeres y niñas deje de estar supeditado a las actitudes personales de los profesionales de la salud.”

Hoy se cumplen 20 años de la aprobación de la Ley sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo en el país.

El Departamento Nacional de Salud debe intervenir con urgencia para garantizar que el acceso al aborto de mujeres y niñas deje de estar supeditado a las actitudes personales de los profesionales de la salud.
Muleya Mwananyanda

En un caso incluido en el informe, una estudiante de 19 años de Johannesburgo murió en 2016 por las complicaciones surgidas tras un aborto inseguro. Un representante de las Naciones Unidas señaló las deficiencias del sistema de salud, el estigma y la discriminación entre los factores que habían contribuido a causar la muerte de la mujer.

Otras muertes derivadas de abortos inseguros son más difíciles de documentar. El documento pone de relieve la necesidad de incluir datos desglosados sobre las muertes resultantes de abortos en el seguimiento que realiza el gobierno de los casos de muertes asociadas al embarazo.

Advierte además de que la aplicación de la Ley sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo sigue siendo insuficiente y puede dar lugar a violaciones de las obligaciones contraídas por el gobierno en virtud del derecho internacional de los derechos humanos. Con arreglo a las normas internacionales y regionales de derechos humanos, Sudáfrica tiene la obligación de garantizar que la objeción de conciencia no afecte al acceso a los servicios y que exista un proceso de derivación operativo que garantice asistencia de calidad y a tiempo a quien solicite servicios de aborto.

También se resaltan en el documento la confusión en torno a los límites de la objeción de conciencia y a las obligaciones de los profesionales de la asistencia médica en relación con la prestación de servicios de aborto.

En virtud del derecho a la libertad de conciencia consagrado en la Constitución de Sudáfrica, se entiende que los profesionales de la salud tienen derecho a negarse a practicar un aborto en determinados casos, pero nunca en situaciones de urgencia, ni cuando la vida de la mujer o niña embarazada corre peligro.

Además, la Ley sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo establece que quien impida u obstaculice el acceso a servicios legales de aborto comete un delito, sancionable con prisión o multa.

“La ausencia de directrices políticas claras para los proveedores de servicios crea un vacío y permite que la objeción de conciencia no se aplique uniformemente”, ha dicho Muleya Mwananyanda.

“El derecho de una mujer a la vida, la salud y la dignidad siempre debe anteponerse al derecho del profesional de la salud a ejercer la objeción de conciencia para no practicar un aborto. Esto no se cumple en Sudáfrica. Urge la adopción de normativa y directrices políticas claras para corregir el vacío actual.”

La ausencia de directrices políticas claras para los proveedores de servicios crea un vacío y permite que la objeción de conciencia no se aplique uniformemente.
Muleya Mwananyanda

Según la Dirección de Salud, de los 505 centros sanitarios destinados a la prestación de servicios de interrupción voluntaria del embarazo, sólo 264 prestan actualmente esos servicios en el primer y segundo trimestre de gestación. Como consecuencia, hay que recorrer largas distancias hasta los centros y pagar un alto precio en transporte. El documento da la voz de alarma por el hecho de que no exista a disposición pública una lista de los centros que prestan servicios legales y seguros de aborto, sobre todo en vista del sinfín de proveedores de servicios de aborto ilegales que se anuncian en espacios públicos y por Internet.

Amnistía Internacional pide a las autoridades sudafricanas que emitan directrices y protocolos claros para todos los profesionales de la asistencia médica y los responsables de la gestión de los centros de salud que establezcan con claridad los límites de la objeción de conciencia y hagan respetar el deber ético de los profesionales de la salud de anteponer el derecho de las mujeres y niñas a recibir asistencia médica. Para poder ejercer el derecho a la objeción de conciencia, todo profesional médico debe proporcionar información exacta y derivar a la paciente, así como prestar servicios de urgencia si fuera necesario.

Información complementaria

La Ley sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo se aprobó en 1996 y entró en vigor el 1 de febrero de 1997. Permite a mujeres y niñas ejercer su derecho al aborto voluntario hasta la semana 12ª de gestación y, en determinadas circunstancias, hasta la semana 20ª. Esta legislación ha merecido elogios por el avance que ha supuesto para la salud y los derechos de las mujeres.

Se calcula que las muertes y lesiones asociadas al aborto se han reducido en más del 90% desde su entrada en vigor.

En virtud del derecho internacional de los derechos humanos, Sudáfrica tiene el deber de garantizar la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad de la información y los servicios de aborto para todas las mujeres y niñas sin discriminación.

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Sudáfrica: Concluye con éxito cumbre de la Unión Africana

Sudáfrica/Febrero de 2017/Fuente: Granma

En el marco de la XVIII cumbre de la Unión Africana (UA), que concluyó este martes con éxito sus sesiones en la capital etíope, trascendió la aprobación consensuada, por octava ocasión consecu­tiva, de una resolución que exige el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de medio siglo, informó PL.

Esta importante resolución se produjo luego de una semana de labores y tensas negociaciones sobre aspectos clave del organismo, durante la cual se realizaron destacados eventos como la elección del Canciller de Chad, Moussa Faki Mahamat, nuevo presidente de la Comisión de la UA, el órgano ejecutivo;  y del embajador de Ghana, Thomas Kwesi Quartey, vicepresidente.

Expertos en la sede de la UA en Addis Abeba sostuvie­ron que los mencionados a­sun­tos clasificaron entre los más candentes en las largas discusiones a puertas cerradas, tanto a ni­vel de cancilleres y expertos, como de los jefes de delegaciones.

No obstante, un asunto clave que queda pendiente es el del presupuesto de la organización, sufragado en un 70 % por naciones occidenta­les, lo que según directivos de la entidad y líderes de algunos países, pudiera mermar la in­dependencia de actuación de la ua y crear compromisos a favor de quie­nes pagan la mayor parte de las cuentas del organismo multilateral.

La nueva dirección de la UA, incluyendo el presidente pro tempore electo la víspera, el mandatario de la Re­pública de Guinea, Alpha Condé, tendrá además como tareas prioritarias el empoderamiento de los sectores ju­veniles, en correspondencia con el lema de esta cita:

«Aprovechar el Dividendo De­­mográfico a través de Inversiones en la Juventud», debido, entre otros factores, a los altos niveles de desem­pleo en ese grupo poblacional y el pobre acceso a la educación superior.

Otras acciones también im­portantes son la lucha contra el terrorismo y la necesidad de resolver por medios pací­ficos los conflictos actualmente la­tentes en el continente. En ese sentido, el vicepresidente cubano Salvador Valdés Me­sa, durante su alocución en la cita, refrendó el incondicional apoyo de Cuba a África.

Además de exigir el levantamiento del bloqueo de Estados Unidos a la Isla, en la cumbre se condenó la ocupación ilegal por parte del país norteamericano del territorio de la Base Naval de Guantánamo. Valdés Me­sa llegó este martes a Sudáfrica.

Fuente: http://www.granma.cu/mundo/2017-01-31/concluye-con-exito-cumbre-de-la-union-africana-31-01-2017-22-01-22

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