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Los niños de la guerra no van al cole

Por: Antonio Martín Beaumont 

Hambre, sed, guerra, muerte y falta de escolarización. Así malviven hasta 25 millones de niños en los 22 países más duros del mundo. UNICEF quiere ayudarles, pero le faltan recursos.

Más de 25 millones de niños con edades comprendidas entre los seis y los quince años no van a la escuela por la guerra y los conflictos que se viven en 22 países del mundo, según recoge un demoledor informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

«En ningún momento es más importante la educación que en los tiempos de guerra», ha subrayado la responsable de Educación de UNICEF, Josephine Bourne. «Sin educación, ¿cómo podrán alcanzar los niños su potencial y contribuir al futuro y a la estabilidad de sus familias, sus comunidades y economías?».

Sudán del Sur, Chad y Afganistán son los países más dañados por los conflictos: hasta 3 de cada 4 niños no se escolarizan

En el nivel de educación primaria, Sudán del Sur tiene la mayor tasa de niños sin escolarizar, con cerca del 72 por ciento de los niños sin acudir al colegio. Le siguen Chad, con un 50 por ciento de niños que no van a clases, y Afganistán, con el 46 por ciento. Estos tres países son también los que tienen una mayor tasa de niñas sin escolarizar, con Sudán del Sur en cabeza, con un 76 por ciento, con un 55 por ciento en Afganistán y un 53 por ciento en Chad.

En el nivel de escuela secundaria básica, las mayores tasas de niños sin escolarizar se dan en Níger, con un 68 por ciento, Sudán del Sur, con un 60 por ciento, y República Centroafricana, con un 55 por ciento. La tasa de niñas sin escolarizar en esta franja se dispara, con cerca de tres cuartas partes de las menores de Níger sin poder ir a las escuela y dos de cada tres tanto en Afganistán como en República Centroafricana.

Para ayudar a entender la necesidad de que los niños y las niñas vayan a la escuela y los desafíos derivados de abandonar las clases por la guerra, la refugiada siria y activista a favor de la educación Muzoon Almelehan, conocida como la ‘Malala de Siria’, ha viajado a Chad, un país en el que cerca del triple de las niñas en relación a los niños no pueden ir a la escuela.

Muzoon se ha reunido con una niña de 16 años que fue secuestrada por Boko Haram frente a su escuela en Nigeria cuando tenía trece años y que fue drogada, explotada y violada durante tres años antes de que consiguiera huir a Chad. Y también se ha reunido con niños que han podido tener por primera vez una educación y con miembros de comunidades que, como le pasó a ella en su día, lo arriesgan todo para llevar a sus hijos al colegio.

«EL CONFLICTO NUNCA PUEDE LLEVARSE TUS CONOCIMIENTOS»

«El conflicto puede llevarse tus amigos, tu familia, tu sustento, tu hogar. Puede intentar quitarte tu dignidad, tu identidad, tu orgullo y tu esperanza pero nunca puede llevarse tus conocimientos», ha subrayado Muzoon. «Reunirse con niños en Chad que han huido de Boko Haram me ha recordado mis propias experiencias en Siria. La educación me dio la fuerza para continuar. No estaría aquí si no la hubiera tenido», ha añadido.

Cuando Muzoon se vio obligada a abandonar Siria hace cuatro años, sus libros de escuela fueron las únicas pertenencias que se llevó con ella, según ha explicado UNICEF en un comunicado. Muzoon pasó casi tres años en Jordania, en el campamento de refugiados de Zaatari, donde ella decidió asumir la misión personal de introducir a más niñas en el sistema educativo. Entonces fue tienda a tienda hablando con los padres para animar a que llevaran a sus hijos a la escuela para seguir aprendiendo. En la actualidad, vive en Reino Unido.

4.400 niños han huido de la violencia de Boko Haram en el noreste de Nigeria y se han marchado a Chad

Al igual que Muzzon, que huyó de la violencia en Siria y se fue a Jordania, unos 4.400 niños han huido de la violencia de Boko Haram en el noreste de Nigeria y se han marchado a Chad. A diferencia de la refugiada siria, muchos de los niños continúan sin poder ir a la escuela y viven por ello expuestos al riegos de abusos, explotación de reclutamiento por parte de los grupos armados y las Fuerzas Armadas nigerianas. Según UNICEF, cerca del 90 por ciento de los niños que llegan a Chad desde Nigeria nunca han ido al colegio.

La agencia de Naciones Unidas trabajar en países afectados por los conflictos y por la guerra para conseguir que los niños vuelvan al sistema educativo, proporcionándoles opciones de aprendizaje y educación, rehabilitando escuelas y destribuyendo mobiliario de colegios y material.

En respuesta a la crisis de educación en Chad, UNICEF ha proporcionado en lo que va de 2017 material educativo a más de 58.000 estudiantes, materiales para más de 760 profesores y ha construido 151 aulas, 101 espacios educativos temporales, 52 letrinas y siete campos deportivos. Además, UNICEF Chad ha apoyado el pago de salarios a 327 profesores para el curso escolar 2016-2017.

Una asignación de diez millones de dólares del fondo ‘La Educación no puede esperar’, creado durante la Cumbre Mundial Humanitaria celebrada en mayo de 2016, permitirá impartir educación de calidad para los niños desplazados y a los alojados en comunidades receptoras en Chad.

UNICEF ha alertado de que, a pesar de estos esfuerzos, la escasez de fondos está afectando al acceso a las escuelas en zonas afectadas por el conflicto en Chad. En la actualidad, se ha cubierto el 40 por ciento de las necesidades de fondos para la educación en Chad.

Fuente: http://www.esdiario.com/elsemanaldigital/106725074/Los-ninos-de-la-guerra-no-van-al-cole.html

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Escuelas de Sudán del Sur cierran por la hambruna

Sudán del Sur/08 de Mayo de 2017/ El Comercio

Varios centros educativos han cerrado en el estado sursudanés de Imatong (este) por la situación económica de las familias, que les obliga a huir del país para luchar contra la hambruna declarada en la zona, declaró hoy a Efe el gobernador del estado, Tulio Abelio Oromo.

«Las escuelas en la ciudad de Torit y otras cercanas cerraron por la situación económica, que está provocando la hambruna, porque los estudiantes se han ido con sus familias a campamentos de la ONU en Kenia y Uganda», aseguró.

Aseveró que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) intentó ofrecer «apoyo alimentario» a algunas escuelas en el estado con el objetivo de que pudiesen seguir con las actividades educativas.

Pero «el empeoramiento de la situación económica llevó a que las familias se lleven a sus hijos a los campamentos de refugiados en el extranjero», señaló.

Según un informe publicado por el Gobierno sursudanés, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), el 40 % de la población de Sudán del Sur está en peligro de una hambruna.

El país africano es escenario de un conflicto que estalló en diciembre de 2013 entre fuerzas leales al presidente, Salva Kiir, de la etnia dinka, y al exvicepresidente Riek Machar, de la tribu nuer.

A pesar de que ambas partes firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015, el conflicto se reanudó en julio de 2016, causando miles de muertos y millones de desplazados.

Fuente: http://elcomercio.pe/mundo/africa/escuelas-sudan-sur-cierran-hambruna-noticia-1988806

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El 76 % de las niñas de Sudán del Sur no va a la escuela

Sudán del Sur/27 abril 2017/Fuente: Telesur

Las familias prefieren dejar a sus hijas en casa para que ayuden en las tareas domésticas o las dan en matrimonio, explicó la directora ejecutiva del Plan Internacional.
Alrededor del 76 por ciento de las niñas en Sudán del Sur no van a la escuela por el conflicto que vive el país y por la crisis alimentaria, denunció Plan Internacional y advirtió que «su futuro y seguridad están en peligro».

«Las niñas de Sudán del Sur se están enfrentando  a una triple tragedia en forma de conflicto brutal, hambruna y negación de sus derechos a la educación»,  denunció en un comunicado la directora ejecutiva del Plan Internacional, organización asociada al Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), Anne- Birgitte Albrectsen.

«Más del 40 por ciento de la población de Sudán del Sur (4.9 millones de personas) no tienen suficiente para comer» recordó  Albrectsen. Destacó que esto supone que «miles de niños», en su mayoría niñas, sean apartados de la escuela para hacer tareas domésticas o ayudar a sus familias a encontrar comida.

La responsable de Plan Internacional indicó que en tiempos de crisis alimentaria las familias prefieren dejar a sus hijas en casa para que ayuden en las tareas domésticas o en el búsqueda de alimentos. «Asombrosamente, también es corriente que sean vendidas en matrimonio precoces a cambio de ganado».

Albrectsen explicó que muchas familias apenas tienen una comida al día, por lo cual dar en matrimonio a las niñas puede ser «un medio útil de ahorrar dinero o de conseguir recursos para salvar la vida, especialmente ahora que mujeres y niños tienen que arreglárselas solos» debido al conflicto.

«Los hombres están desaparecidos, se han marchado  en bus de pasto para su ganado  o para luchar en el conflicto», precisó.

Fuente:http://wp.telesurtv.net/news/El-76–de-las-ninas-de-Sudan-del-Sur-no-va-a-la-escuela-20170426-0057.html

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Guerra civil en Sudán del Sur crea otra generación perdida

Sudán del Sur/10 de Abril de 2017/La Hora

Santo, de seis años, viste orgulloso una camiseta de Harvard como si acabara de ser aceptado en la prestigiosa universidad. Pero las letras estropeadas, las capas de suciedad y los agujeros revelan más sobre el futuro del joven refugiado.

Tras huir de la guerra civil iniciada en Sudán del Sur hace tres años, Santo y su familia se ven en el endeble asentamiento de Bidi Bidi, en el norte de Uganda, con cientos de miles de personas que protagonizan la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en el mundo.

El padre de Santo, Godfrey Moro, describió las desoladoras condiciones en las que vive su hijo: no hay escuela, ni electricidad o agua corriente. La comida escasea y hay poca protección del sol abrasador.

Mientras Moro hablaba con The Associated Press, el pequeño se mordisqueaba las manos para distraerse.

“La guerra ha afectado a estos niños de muchas maneras”, dijo Moro.

Sudán del Sur es conocida por sus “niños perdidos”, unos 20 mil huérfanos que huyeron a pie del sur de Sudán en la década de 1980 durante la lucha por la independencia de la región. Tres décadas más tarde, el joven Santo forma parte de otra generación perdida. Su país, apenas mayor que ellos, se ha visto desgarrado por la violencia.

El personal de Naciones Unidas alerta del riesgo de limpieza étnica, y sus datos describen un sombrío paisaje de inocencia perdida: Más de 200 mil niños corren peligro de muerte por falta de comida. Más de 17 mil han sido niños soldados para el gobierno o para algún grupo rebelde. Un funcionario de la ONU expresó una creciente preocupación por los suicidios de menores en los abarrotados campos de desplazados que gestiona la ONU en Sudán del Sur, en condiciones penosas.

Las autoridades sursudanesas reconocen el nivel del desafío.

“Las escuelas quedaron en ruinas, algunas ocupadas por bandos combatientes, las muertes de inocentes son rampantes”, comentó en un correo electrónico Michael Lopuke, subsecretario del Ministerio de Educación.

Joyce y Florence son dos chicas adolescentes en el asentamiento de refugiados de Bidi Bidi, al que han llegado más de 270 mil personas desde julio, cuando la violencia volvió a estallar en la capital de Sudán del Sur. Las dos perdieron a sus padres en septiembre, en asesinatos por motivos étnicos. Ambas encontraron una familia de acogida en Moro, su esposa y sus hijos.

Cuando les preguntan por qué los adultos pelean en su país, Joyce tuvo problemas para explicar las complejidades de una guerra que ha trastocado su vida. “No lo sé”, dijo con timidez.

Las dos forman parte de una creciente población de niños a los que la guerra civil ha dejado huérfanos. En torno al 25% de los estudiantes en el asentamiento de Bidi Bidi son huérfanos, según Amanda David, profesora jefa en una de las escuelas recién habilitadas. Muchos de los niños viven con familias de acogida.

Los niños estudian en un mosaico de grandes tiendas grises que sirven de aula. Hay más de 100 alumnos por maestro, sin material escolar, y muchos niños no reciben cuidados médicos o higiene adecuada en casa.

Aun así, los niños refugiados tienen más posibilidades de conseguir una educación que los que quedaron atrás. La ONU dijo el año pasado que en torno al 50% de los menores en Sudán del Sur, o 1,8 millones de niños, está sin escolarizar, la tasa más alta del mundo. Muchos profesores no han cobrado en meses.

El gobierno de Sudán del Sur dice estar comprometido con poner fin a la miseria de los niños. El presidente, Salva Kiir, dijo en agosto que pasa “noches en vela y paso cada momento del día pensando en el niño sursudanés que está hambriento en la aldea”.

Sin embargo, grupos observadores y otros han señalado que el gobierno de Sudán del Sur gasta unas 10 veces más dinero en su ejército que en educación, según el presupuesto nacional. Todos los bandos en la guerra civil siguen utilizando niños soldados, pese a las promesas de detener la práctica.

Un informe de Naciones Unidas describió el año pasado cómo el ejército sursudanés había atacado escuelas y describió “niños a los que se obligó a matar a civiles”. La ONU verificó que 430 niños en todo el país habían sido víctimas de violencia sexual por parte militares del país, y añadió que “según los registros, los chicos sufrieron castraciones y mutilaciones sexuales, mientras que las niñas que se resistieron a la violación fueron asesinadas”.

Un reporte interno de la ONU al que tuvo acceso Associated Press describió cómo funcionarios de Naciones Unidas habían visitado en marzo una escuela en la zona de Jongley que había sido tomada por una milicia local en la que había niños. Los funcionarios encontraron “rifles AK-47 y lanzagranadas apoyados contra la pared y junto a la puerta del aula”, según el informe.

A finales del año pasado, un grupo de niños y chicos jóvenes de entre 14 y 19 años dijeron a AP que habían sido secuestrados por soldados del gobierno en la localidad de Mayom y obligados a unirse al ejército.

Un chico de 14 años describió cómo había escapado a un campo de desplazados de la ONU.

“Quiero decirle a Salva Kiir que deje de reclutar soldados jóvenes”, dijo el chico. “Quiero unirme a los que van a la escuela”.

Fuente: https://lahora.gt/guerra-civil-sudan-del-sur-crea-otra-generacion-perdida/

 

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Maestros de Escuela Cristiana en Sudán del Sur fueron arrestados por no colaborar con inversionista musulmán

Sudán del Sur/06 abril 2017/Fuente: Gaceta Cristiana

La policía en Sudán del Sur arrestó a 12 miembros del personal de una escuela Cristiana y restringió a otros de dejar el campus, acusándolos de obstruir el trabajo de una empresa de propiedad musulmana que está tratando de hacerse cargo de la institución, según informes.

La acción de la policía parece estar dirigida a ayudar a un inversionista musulmán miembro de “Education Vision” a tomar posesión de la Escuela Evangélica de Sudán, la cual está situada en Omdurmán, la ciudad más grande del país y el estado de Jartum, informó el medio de comunicación “Morning Star News”.

Todos los detenidos, incluso el Reverendo Idris Karntina, son miembros de la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Sudán, la cual se dice está oponiendo resistencia a las repetidas obstrucciones del funcionamiento de la escuela por parte de la gente de “Education Vision”.

Mientras todos los detenidos han sido liberados, se esperan más arrestos semejantes, según el moderador del SPEC el Reverendo Yahia Abdelrahim Nalu. Algunos miembros del personal de la escuela también fueron arrestados antes.

A pesar de la separación de Sudán del sur en 2011, la persecución de los Cristianos no solo continuó, sino que se intensificó con el presidente Omar al-Bashir prometiendo adoptar una versión más estricta de la sharia.

En febrero, el grupo del grupo de vigilancia de la persecución “International Christian Concern” del equipo del este de África, entrevistó a dos pastores Cristianos de Sudán del sur en nombre de “The Christian Post”, ambos de los cuales fueron previamente encarcelados en Sudán por su fe y quienes hablaron acerca de la separación de los dos países.

El Pastor Michael Yat dijo a “International Christian Concern” en respuesta a las preguntas de “The Christian Post” que cuando se trasladó a Sudán del Sur después de su independencia y emprendió una nueva tarea con la Iglesia Presbiteriana Evangélica de Sudán del sur, “poco sabía de que Sudán había declarado la guerra contra los Cristianos. Entonces fui arrestado el segundo día después de predicar en cierta iglesia en Jartum. Fue ahí cuando fui puesto en la cárcel en la que estuve nueve meses”.

Michael Yat dijo que el gobierno sudanés no quiere a los Cristianos en el país, especialmente los creyentes que pueden hablar árabe, “porque temen que puedan llegar fácilmente a los musulmanes y ganarlos para Cristo … Ellos no permiten a los pastores llegar a Musulmanes en Jartum, Darfur y las montañas de Nuba. Estas son áreas estrictamente dominadas por los musulmanes”.

Varios pastores han sido arrestados en Sudán en los últimos meses, a menudo por falsos cargos de seguridad nacional. Grupos como el Centro Americano de Derecho y Justicia han comenzado peticiones globales pidiendo la libertad de los pastores.

El mes pasado, el presidente al-Bashir perdonó y liberó a Petr Jasek, un misionero y periodista checo convicto de espionaje y condenado a 20 años de prisión por un tribunal sudanés en enero. Pero esto fue solo después de una intervención diplomática.

“Los dos primeros meses fueron probablemente los más duros para mí, porque fui puesto en una celda junto con miembros del Estado Islámico quienes me humillaron como Cristiano. Luego se intensificó en humillación y palizas físicas, tortura psicológica y humillación” Dijo Jasek a los reporteros en República Checa, de acuerdo con “World Watch Monitor”.

Él dijo que fue trasladado de prisión a prisión, cinco en total, “cada una poniéndose peor y peor”.

Un pastor sudanés local, Hassan Abduraheem Kodi Taour, y un graduado de Darfuri Abdulmonem Abdumawla, de los cuales cada uno recibió una sentencia de 12 años de prisión por ayudar a Jasek, todavía permanecen encarcelados.

Fuente:http://www.gacetacristiana.com.ar/maestros-de-escuela-cristiana-en-sudan-del-sur-fueron-arrestados-por-no-colaborar-con-inversionista-musulman/

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La innovación transforma la educación de los estudiantes refugiados en África

África/25 de Marzo de 2017/vlcnoticias.com

Gracias a las tabletas y a las redes móviles, los estudiantes en los campos de refugiados se benefician de los últimos avances de la educación on-line,que además estimula su interés por el aprendizaje. Los estudiantes están impacientes por utilizar las tabletas distribuidas en los kits Instant Network School.

DADAAB, Kenia, 14 de marzo de 2017 (ACNUR/UNHCR)- Dekow Mohamed todavía estaba temblando días después de que su ídolo, la ganadora del premio Nobel y activista por el derecho a la educación Malala Yousafzai, visitara el pasado mes de mayo su escuela en el complejo de campos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

“No puedes imaginarte lo que contenta estaba cuando la vi frente a mí”, cuenta Dekow, una refugiada somalí de 18 años, apenas un año más joven que la activista pakistaní, quien escapó de un intento de asesinato tras desafiar a los talibanes y su prohibición de que las chicas puedan asistir a la escuela.

La historia de Malala dio la vuelta al mundo e inspiró a millones de personas. Sin embargo, no habría llegado a oídos de Dekow si no fuera por una innovadora iniciativa llamada Instant Network School (INS), que ha logrado llevar la educación online y la conexión a Internet a su campo de refugiados.

Algunas de las escuelas y centros comunitarios han recibido una “caja digital” que incluye un conjunto de tabletas, baterías solares, una red satélite o móvil, así como una serie de programas y apoyo pedagógico para el aprendizaje on-line. Los profesores reciben soporte informático y formación continua.

“Tanto los estudiantes como los profesores dicen que el programa ha aumentado su motivación”.

Desde el lanzamiento del proyecto piloto en el campamento de Dadaab en 2014, el programa se ha ampliado a 31 centros en cuatro países de la región: Kenia, Tanzania, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.

El proyecto ha experimentado un crecimiento orgánico desde que inicialmente surgiera como un acuerdo entre ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y la Fundación Vodafone, y fuera puesto en marcha en escuelas de los campos de Dadaab. Dadas las enormes lagunas en materia de recursos y la falta de conexión a Internet en el campamento, se vio que las tecnologías móviles podrían mejorar la calidad de la educación en estas zonas tan remotas.

Más de 65 millones de personas se encuentran actualmente desplazadas de sus hogares por las guerras y la persecución, cifra que incluye a más de 21 millones de refugiados. La mitad de ellos son niños y niñas, y son demasiados los que no han tenido acceso a la educación. Según un informe de ACNUR, solo el 50% de ellos se ha matriculado en educación primaria, el 22% en secundaria y el 1% en educación superior.

En África, el continente que acoge a más personas desplazadas que ninguna otra región -sin contar a Oriente Medio-, millones de estudiantes refugiados tratan de proseguir sus estudios. Programas innovadores como el INS contribuyen a garantizar que puedan seguir estudiando durante el mayor tiempo posible.

Incluso cuando son escolarizados, los niños refugiados en África a menudo aprenden en condiciones extremadamente difíciles, en aulas masificadas y sin apenas recursos. A través de programas como INS, la Agencia de la ONU para los Refugiados está contribuyendo a cubrir algunas de estas lagunas y ayuda miles de estudiantes como Dekow.

“Los estudiantes entienden mejor lo que ven que aquello que oyen, y a nosotros nos solían hablar de muchas cosas que no habíamos visto nunca” explica Dekow. “Pero cuando llegaron las tabletas, incluso nuestros profesores se sorprendieron de lo mucho que participábamos. Somos capaces de responder preguntas difíciles sin tener que mirar los apuntes”.

Para Jacqueline Strecker, coordinadora del Laboratorio de Innovación de ACNUR en Nairobi, la idea era introducir la tecnología en las clases a través de un enfoque integral. “Queremos poner la tecnología al servicio de la mejora de la enseñanza, favoreciendo el acceso a materiales pedagógicos adecuados y a información actualizada que los profesores puedan utilizar, así como permitiendo que los estudiantes puedan acceder a fotografías y vídeos educativos”.

“Esta iniciativa se apoya en el compromiso de ACNUR de ofrecer una educación de calidad mejorando las aulas”.

Jacqueline Strecker añade: “Esta iniciativa se apoya en el compromiso de ACNUR de ofrecer una educación de calidad mejorando las aulas y favoreciendo el acceso de los refugiados a material digital. Tanto los estudiantes como profesores dicen que el programa ha aumentado su motivación. Los profesores también se muestran más entusiasmados de venir a la escuela y sienten que están recibiendo más apoyo”.

Gadafi Mohamed, profesor en el campamento de Hagadera en el complejo de Dadaab, señala cómo el acceso a las tecnologías de la información y de la comunicación, o TIC, ha estimulado el interés de todos en las clases. “Antes de tener TIC, muchos estudiantes ni siquiera venían a clase por falta de interés”, afirma. “Desde que empezamos a usar las TIC, se han registrado muchas mejoras. Básicamente se trata de poder visualizar las cosas en vez de enseñar con libros de texto. Esto ha despertado el interés de los estudiantes”.

El programa Instant Network Schools (INS) es uno de los ocho proyectos puestos en marcha en siete países que se han mostrado en África Shares, un fórum de tres días celebrado en Ginebra y que muestra cómo los refugiados pueden constituir una baza importante para las comunidades que les acogen. Organizado a iniciativa de ACNUR, el evento se celebra del 14 al 16 de marzo y tiene como objetivo mostrar que la innovación se está extendiendo por el continente y que los refugiados están muy comprometidos con estas exitosas iniciativas.

Entre el conjunto de proyectos se incluyen: refugiados artesanos de Malí en Burkina Faso; una iniciativa para promover la lectura para niños en Etiopía; el proyecto en Ruanda sobre estufas que ahorran energía; un proyecto de avicultura en Zimbabue; un proyecto de conexión a Internet con Microsoft en Malaui, así como iniciativas para la urbanización y subvenciones para la compra de gas en Níger.

Todos estos proyectos se desarrollan a través del enfoque comunitario puesto en práctica por ACNUR y sus socios. Los refugiados, que son el elemento central de los proyectos, pueden poner en práctica sus habilidades y competencias al tiempo que aprenden otras.

“El principal activo de ACNUR es el hecho de que trabajamos con comunidades con gran resiliencia y creatividad”, dice Strecker. “Lo verdaderamente importante es permitirlas utilizar su creatividad en la gestión de este tipo de proyectos”.

Igual de importante es el hecho de ver cómo los refugiados en África utilizan la innovación para encontrar soluciones propias desarrolladas localmente. Para Dekow, la innovación no solo ha mejorado la calidad de su educación, sino que la ha motivado seguir el ejemplo de Malala Yousafzai, su modelo. “El principal activo de ACNUR es el hecho de que trabajamos con comunidades con gran resiliencia y creatividad”.

“Malala nos animó a hacer oír nuestra voz” afirma. “Me encantó su mensaje, porque se corresponde por completo con mis sueños. En mi caso, mi sueño es llegar a ser abogado y defender la causa de la educación en mi sociedad para que algún día, todos podamos llegar a ser grandes en el mundo”.

“La Educación en Emergencias y Crisis” es el lema escogido para la Mobile Learning Week (semana del aprendizaje móvil), la emblemática conferencia de la UNESCO sobre educación que este año tendrá lugar del 20 al 24 de marzo en París. La conferencia reunirá a expertos y responsables políticos de todo el mundo con el objetivo de explorar cómo promover la inclusión en la educación y preservar la continuidad en el aprendizaje en contextos de conflictos y desastres.

Este año, ACNUR coorganiza la conferencia, haciendo énfasis en el papel de la tecnología para garantizar una educación de calidad a los refugiados, incluso en caso de emergencia.

Fuente: http://www.vlcnoticias.com/la-innovacion-transforma-la-educacion-de-los-estudiantes-refugiados-en-africa/

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El mundo sufre la peor crisis humanitaria de las últimas décadas, dice la ONU

África/13 de Marzo de 2017/es.rfi.fr

Las Naciones Unidas estiman que la crisis humanitaria actual es la peor en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Yemen, Somalia, Sudán del Sur y Nigeria, cuatro países en guerra donde 20 millones de personas corren el riesgo de padecer malnutrición y hambruna.

Ante el Consejo de Seguridad, el subsecretario general y jefe de las operaciones humanitarias de la ONU, Stephen O’Brien, hizo un llamado urgente a la movilización, reclamando 4.400 millones de dólares a la comunidad internacional de aquí a julio para “evitar una catástrofe”.

“Naciones Unidas lanza una advertencia, el mundo enfrenta su peor crisis humanitaria desde del final de la Segunda Guerra Mundial, con más de 20 millones de personas confrontadas al hambre y a la inanición en cuatro países», declaró.

“Sin esfuerzos colectivos y coordinados globalmente, la gente simplemente morirá de hambre. Muchos otros sufrirán y morirán de enfermedades. Los niños tendrán retrasos (de desarrollo) y faltarán a la escuela. Los medios de existencia, el futuro y las esperanzas se habrán perdido”, advirtió O’Brien

Actualmente, Yemen es escenario de la “peor crisis humanitaria en el mundo”. Dos tercios de sus 18,8 millones de habitantes necesitan asistencia y más de 7 millones “ignoran de dónde provendrá su próximo alimento”, indicó el responsable, recordando los desplazamientos masivos de la población debido a los combates entre fuerzas gubernamentales y hutíes.

El conflicto deja más de 7.400 muertos y 40.000 heridos desde marzo de 2015, según la ONU.

Los recientes acuerdos entre los dos bandos permitieron el ingreso de una ayuda alimentaria para 4,9 millones de personas los últimos meses.

“Sin embargo, todas las partes del conflicto se niegan arbitrariamente a dar un acceso durable a los trabajadores humanitarios y utilizan la ayuda con fines políticos”, declaró O’Brien.

El responsable estimó que hacen falta 2.100 millones de dólares para ayudar a 12 millones de personas y anunció una conferencia a nivel ministerial el 25 de abril en Ginebra, en presencia del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para recaudar los fondos.

En Sudán del Sur, O’Brien encontró “la situación “peor que nunca” debido a la guerra civil que azota al país desde diciembre de 2013, y consideró que las partes beligerantes son responsables de la hambruna en el país.

Más de 7,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, es decir 1,4 millones más que el año pasado, en este país con 3,4 millones de desplazados.

En Somalia, más de la mitad de sus 6,2 millones de habitantes requieren asistencia y protección, incluidos 2,9 millones amenazados por la hambruna.

Cerca de un millón de niños menores de cinco años sufrirán este año malnutrición grave, detalló O’Brien.

Somalia está en declive después de casi tres décadas de caos y violencia entre milicias de clanes, bandas criminales y la insurrección de islamistas shebab.

“Lo que vi y escuché durante mi visita a Somalia fue abrumador, las mujeres y los niños caminan semanas para buscar comida y agua”, indicó.

“Perdieron su ganado, sus fuentes de agua potable se secaron y no les queda nada para sobrevivir”.

Entre tanto, el noreste de Nigeria, foco de una insurrección de los islamistas de Boko Haram desde 2009, está golpeado por el calentamiento climático y es víctima de la mala gobernanza.

Más de 10 millones de personas requieren ayuda humanitaria, de las cuales 7,1 millones enfrentan una “grave precariedad alimentaria”, señaló O’Brien.

Durante la conferencia de Oslo sobre Nigeria y su vecino Chad el mes pasado, los donantes anunciaron donaciones por 672 millones de dólares, muy por debajo de los 1.500 millones de dólares solicitados.

Fuente: http://es.rfi.fr/general/20170312-el-mundo-sufre-la-peor-crisis-humanitaria-de-las-ultimas-decadas-dice-la-onu

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