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Estados Unidos: Iowa prohíbe a chicas trans participar en deportes femeninos en escuelas y universidades

La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, promulgó el jueves un proyecto de ley que prohíbe a chicas transgénero participar en deportes de niñas y adolescentes en escuelas secundarias y atletismo femenino en universidades, informó AP. 

La ley: El proyecto de ley requiere que los estudiantes que participen en deportes interescolares patrocinados o sancionados por una escuela no pública acreditada o un distrito escolar público jueguen solo con otras personas del género que figura en su certificado de nacimiento.

  • También tiene disposiciones que permiten demandas civiles para defender la intención de la ley. El proyecto se aplica a los deportes desde los grados de la escuela primaria hasta las universidades y colegios estatales.
  • Cabilderos de las juntas escolares, administradores y maestros dijeron que el proyecto de ley les pone en una posición insostenible, al tener que elegir si seguir la nueva ley estatal o la ley federal, en la que se prohíbe la discriminación por motivos de género en las actividades deportivas.

¿Qué dicen? La gobernadora Reynolds firmó el Proyecto de Ley durante una ceremonia en el Capitolio, apenas un día después de que los legisladores lo enviaran a su escritorio y calificó la firma como un triunfo para el deporte femenino. La propuesta pasó la Cámara y el Senado sólo con el apoyo de los republicanos, reseñó AP.

  • “Ninguna cantidad de talento, entrenamiento o esfuerzo puede compensar las ventajas físicas naturales que los hombres tienen sobre las mujeres. Es simplemente una realidad de la biología humana”, dijo Reynolds. “Obligar a las mujeres a competir contra los hombres es lo opuesto a la inclusión y es absolutamente injusto”.
  • Ainsley Erzen, estudiante de último año de la secundaria Carlisle y quien estableció el récord estatal de 800 metros y ha estado presente durante los comités, apoyando el Proyecto de Ley, señaló: “Las niñas de Iowa hoy y todas las generaciones venideras podrán perseguir las cosas que aman con la mejor de sus habilidades”, defendió la atleta. “Ya sea persiguiendo títulos, récords, becas o ganando un puesto de titular en un equipo. Ninguna chica será marginada en su propio deporte”.
  • Cuando un reportero le pidió a Reynolds que diera un ejemplo de una niña superada por un atleta transgénero, la gobernadora no dio un caso específico, pero sostuvo que las restricciones eran necesarias.

¿Y ahora? Los líderes republicanos hicieron que el proyecto de ley entrara en vigencia de inmediato, por lo que es posible que se requiera que cualquier estudiante transgénero que practique deportes deje de hacerlo. No estaba claro a cuántos estudiantes afectaría.

  • El portavoz de las Escuelas Públicas de Des Moines y cabildero del distrito, Phil Roeder, sostuvo que no está claro cómo se espera que las escuelas implementen la ley. Roeder se opuso al proyecto porque cree que la legislación discrimina a las niñas y mujeres transgénero y al distrito le preocupa que entre en conflicto con las leyes federales contra la discriminación.
  • “Nuestro distrito escolar da la bienvenida y apoya a los estudiantes LGBTQ y les brinda las oportunidades que se merecen”, reafirmó.
  • Mark Stringer, director ejecutivo de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Iowa, organización de defensa de derechos civiles, denunció la ley y dijo que “viola los derechos civiles de las niñas y mujeres transgénero” en Iowa. “Hoy, el estado de Iowa se tragó mitos sin fundamento sobre las niñas y mujeres transgénero que participan en deportes, mitos alimentados por la ignorancia y el miedo”, expresó Stringer.

El panorama: Iowa se unirá a otros 10 estados dirigidos por el Partido Republicano con tales leyes. Algunos se han enfrentado a impugnaciones judiciales alegando violaciones de los derechos constitucionales y las leyes federales contra la discriminación.

  • Otros estados con leyes similares incluyen Alabama, Arkansas, Florida, Mississippi, Montana, Tennessee y Texas, todos aprobados el año pasado. La aplicación de una ley de Idaho de 2020 está suspendida después de que un juez federal dictaminara que es probable que sea declarada inconstitucional.
  • En julio pasado, un juez de Virginia Occidental emitió una orden que permitía a una chica transgénero de 11 años participar en carreras de campo traviesa para niñas, diciendo que la ley estatal aprobada el año pasado habría violado sus derechos constitucionales y también una ley federal que garantiza la igualdad de trato de hombres y mujeres en programas educativos y deportivos.

Fuente: https://eltiempolatino.com/2022/03/04/nacional/iowa-prohibe-a-chicas-trans-participar-en-deportes-femeninos-en-escuelas-y-universidades/

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Alumnos protestan contra polémico proyecto de ley «No digas gay» de Florida

Cientos de estudiantes de Florida abandonaron este jueves los salones de clase para protestar contra el proyecto de ley conocido como «Don’t say gay» («No digas gay») que avanza en el Legislativo de Florida.

La medida, que impediría que los maestros hablen sobre sexualidad e identidad de género en las aulas escolares, ha suscitado enormes críticas por parte de grupos de derechos civiles y políticos demócratas, incluido el presidente de EE.UU., Joe Biden, que temen que tendría un impacto negativo en los jóvenes.

Un grupo de ellos abandonaron sus centros educativos en Tallahassee, capital del estado, y se dirigieron al Capitolio, donde protestaron por la previsible próxima aprobación del proyecto de ley.

La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó la semana pasada esta medida y se espera que el Senado estatal, también bajo control conservador, haga lo propio en los próximos días.

El representante demócrata Carlos Guillermo Smith, que es abiertamente homosexual, salió fuera del Capitolio para agradecer al grupo de estudiantes que protestaban frente al edificio, pues, consideró, su presencia «mandó un mensaje realmente fuerte» a los republicanos.

Los estudiantes que marcharon hasta la Legislatura estatal portaban carteles en los que se podía leer mensajes como «Ser homosexual no es inapropiado».

De esta forma respondían al proyecto de ley que asegura que es necesario impedir que se hable de sexualidad e identidad de género en las aulas escolares, temas que no son «apropiados para la edad o el desarrollo de los estudiantes».

Alumnos de otros centros de todo el estado salieron también de sus aulas y cantaron consignas contra esta medida y con un mensaje muy claro: «Say gay» («Di gay»).

Según el medio The News-Journal, el estudiante y organizador de las protestas de este jueves a nivel estatal Jack Petocz fue «suspendido» hoy y hasta nuevo aviso en la Escuela Secindaria Flagler Palm Coast por distribuir banderas arcoiris del orgullo gay entre el cerca de medio millar de alumnos que participaron en la protesta en este centro.

Florida en las últimas semanas y este martes grupos de homosexuales salieron a las calles a protestar por esta medida, que pudo ser más dura todavía si la presión no hubiese hecho que el al autor del polémico proyecto de ley retirase una cuestionada enmienda.

En este caso, la enmienda obligaba a los centros escolares a trasladar en un plazo máximo de seis semanas a los padres de los estudiantes información si tenían conocimiento sobre la orientación sexual de sus hijos.

Si el proyecto de ley se aprueba finalmente en el Senado estatal, pasaría al escritorio del gobernador de Florida, Ron DeSantis, que ya ha manifestado públicamente su apoyo a este proyecto de ley.

Fuente:  https://www.swissinfo.ch/spa/eeuu-educaci%C3%B3n_alumnos-protestan-contra-pol%C3%A9mico-proyecto-de-ley–no-digas-gay–de-florida/47401084

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Estados Unidos: De la censura a la quema de libros: las campañas que avanzan en EE. UU. para evitar que en las escuelas se lea sobre racismo, sexualidad y diversidad

De la censura a la quema de libros: las campañas que avanzan en EE. UU. para evitar que en las escuelas se lea sobre racismo, sexualidad y diversidad

Cecilia González

En el «país de la libertad» queman y prohíben libros. Sí, en pleno siglo 21.

¿Quién lo hubiera dicho? La añeja y persistente propaganda que presenta a EE.UU. como el modelo a seguir suele esconder las falacias y contradicciones de un país en el que los grupos conservadores, que suelen ser muy poderosos, hoy están inmersos en un intenso lobby para evitar que sus hijos (y si pudieran, la población en general) tengan acceso a libros donde se hable del racismo que nunca ha dejado de existir; de la sexualidad y de la diversidad de géneros y de muchos otros temas que, consideran, dividen a la sociedad.

Todo vale. A principios de febrero, Greg Locke, un pastor de Tennessee, quemó los libros de Harry Potter y Crepúsculo. «Son influencias demoníacas», advirtió en la transmisión en vivo que hizo en Facebook para publicitar su campaña contra «la brujería y las cosas malditas».

Pobre Harry. Se ve que no lo quieren mucho en ese estado. Ya en 2019, a Escuela Católica St. Edward de Nashville había retirado de su biblioteca los libros de la popular saga por recomendación de exorcistas que aseguran que contiene «hechizos reales» que invocan «al maligno».

Entre la censura y la quema pasaron tres años. En el medio, el Consejo Escolar del condado de McMinn, también en Tenesse, prohibió Maus, relato de un superviviente, una novela gráfica ganadora del Premio Pulitzer en la que el historietista Art Spiegelman, cuenta con singulares y potentes imágenes la historia de su padre, quien fue víctima del Holocausto.

Podrían resultar anécdotas aisladas de uno de los tantos estados conservadores que hay en EE.UU., pero no. En este lapso, las campaña para retirar obras literarias de escuelas se propagaron por todo el país. Y en algunos casos la censura ya llegó al Poder Legislativo porque es promovida por congresistas locales y, por supuesto, republicanos.

Peligros

Así lo viene documentando PEN América, una centenaria organización no gubernamental que defiende la libertad de expresión con eje en la literatura y los derechos humanos.

En reportes recientes advierte que, desde enero de 2021 se presentaron 156 proyectos de ley en 39 estados para limitar en escuelas de educación básica, media y superior públicas y privadas la actuación de las y los docentes con la intención de evitar que hablen de raza, racismo, genero y sexualidad. Si abordan el comunismo, marxismo o socialismo, tienen que advertir que son «un peligro». ¿Enseñar sobre la esclavitud, cuestionar las políticas supremacistas todavía vigentes? ¿Para qué?

Las reformas censoras ya fueron aprobadas en 10 estados, pero siguen avanzando en el resto del país. La situación se agrava porque, en varios casos, las legislaciones propuestas o aprobadas contemplan sanciones para los maestros y los centros educativos. Y no sólo eso. También exigen que las escuelas publiquen los títulos y autores de todos los materiales curriculares en un sitio web de acceso libre, ya que eso les permitirá a los padres y a las madres excluir a sus hijos de lecturas, tareas y clases que consideren inadecuadas. La meta es, directamente, sacar esa bibliografía de las instituciones educativas.

Los caminos de la censura son variados. En noviembre del año pasado, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó la imposición de «estándares estatales contra la pornografía» y «contenido obsceno» en las escuelas públicas. Como ejemplo, citó (defenestró) los libros Genéro queer: una memoria, de Maia Kobabe, y En la casa de los sueños, una obra de Carmen María Machado que aborda relaciones abusivas entre personas del mismo sexo.

Ambos libros han sido multipremiados, de la misma forma que muchos otros títulos que están acosados por la prohibición. Y por las llamas, porque los objetores ansían mandarlos a la hoguera (al igual que a muchos de las y los autores).

Por más desolador que parezca este exitoso ataque a la cultura y a la libertad de expresión, en realidad no sorprende. Basta con conocer la historia de un país que sigue alardeando que es el mejor del mundo pero que suele esconder la pobreza, el clasismo, la desigualdad, el racismo, la xenofobia y la discriminación, que son estructurales en su sociedad.

Además de sus reportes cotidianos, el PEN América ya publicó un informe más completo cuyo título en más que elocuente: «Órdenes de mordaza educativa: restricciones legislativas sobre la libertad de leer, aprender y enseñar».

El exhaustivo análisis advierte que, al tratar de silenciar las críticas basadas en la raza o el género de la sociedad y la historia de EE.UU., con el pretexto de que dividen a la sociedad, estos proyectos de ley afectan de manera desproporcionada los derechos de libertad de expresión de estudiantes, educadores y capacitadores que son mujeres, personas de color y LGBTIQ.

«Se debe reconocer que el movimiento detrás de estos proyectos de ley ha puesto un enfoque único en la supresión del contenido y las narrativas de y sobre las personas de color específicamente, algo que no se puede separar del papel que la raza y el racismo aún juegan en nuestra sociedad», señala el documento.

Justificación

Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina para la Libertad Intelectual de la Asociación de Bibliotecas de EE.UU., ha confirmado que las impugnaciones y pedidos de censura de determinados libros crece cada año. En 2020 fueron 273, pero en los primeros nueve meses de 2021 la cifra ya era de 330.

Por eso denunció que hay una peligrosa, intensa y pública campaña para eliminar libros.

Así lo demuestra, por ejemplo, No Left Turn in Education («No gire a la izquierda en educación»), una web que enlista todos los libros que deberían prohibirse en las escuelas y que agrupa en tres secciones: teoría crítica de la raza, antipolicial y educación sexual.

«Estos son los libros que se utilizan para difundir ideologías radicales y racistas entre los estudiantes. Degradan a nuestra nación y sus héroes, revisan nuestra historia y nos dividen como pueblo con el fin de adoctrinar a los niños en una ideología peligrosa. Hay un montón de estos libros para cada nivel de lectura y grado. Si encuentra otros, háganoslo saber y los agregaremos aquí», convoca la fundadora Elena Fishbein.

Sobre la iniciativa censora, explica que la creó al ver que sus hijos se estaban «contaminando» en la escuela pública con «el revisionismo histórico, la corrección política y el rechazo absoluto de los valores» que, según ella, caracterizan a su país.

Para mala suerte de Fishbein, policías blancos asesinaron al afroamericano George Floyd en mayo de 2020 y el mundo entero volvió a discutir el añejo y persistente racismo que hay en EE.UU. y en las escuelas se reforzaron los programas sobre raza y desigualdad. Lo consideró insoportable y decidió que sus hijos no participaran en esas clases.

Meses después, convocó a un debate en redes sociales al que se unieron padres y madres preocupados, como ella, por el «adoctrinamiento» de la «ideología progresista» y la «agenda izquierdista» que está decidida a «apoderarse del país» y a «envenenar las mentes» de niños y jóvenes.

Bajo estos temores, no tuvieron mejor idea que promover la censura de libros. Y, junto con muchas otras organizaciones, lo están logrando, ya que en algunas escuelas o estados ya se vetaron libros de Toni Morrison, Premio Nobel de Literatura en 1993; de Malala Yousafzai, la activista pakistaní Premio Nobel de la Paz 2017; y, sobre todo, de autores y autoras afroamericanos.

Por más desolador que parezca este exitoso ataque a la cultura y a la libertad de expresión, en realidad no sorprende. Basta con conocer la historia de un país que sigue alardeando que es el mejor del mundo pero que suele esconder la pobreza, el clasismo, la desigualdad, el racismo, la xenofobia y la discriminación, que son estructurales en su sociedad. Y en donde poderosos sectores son capaces de censurar literatura con tal de no ahondar en temas «incómodos» o, simplemente, de derechos humanos. Siempre, claro, en el nombre de su Dios.

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/opinion/cecilia-gonzalez/420852-campanas-censura-eeuu-racismo-sexualidad-diversidad

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Estados Unidos: Nuevos proyectos de ley llevarían a muchos profesores a abandonar la profesión

Gobernadores y legisladores mayoritariamente republicanos, de más de una docena de estados, están luchando por darle a los padres más control respecto a lo que sus hijos aprenden en las escuelas públicas, apostando por los llamados “proyectos de ley de derechos de los padres” como un ganador político. Pero a los educadores les preocupa que facultar a los padres para vetar libros y lecciones de historia empujaría a muchos profesores, ya estresados, a abandonar la profesión.

Durante la pandemia, muchos padres se han erizado ante las decisiones de los administradores escolares en lo referente al aprendizaje en persona, las mascarillas y las cuarentenas. El recién elegido gobernador republicano de Virginia, Glenn Youngkin, había hecho de la participación de los padres en la educación un pilar central de su exitosa campaña, emitiendo un anuncio en el que un padre se mostraba molesto por la tarea de su hijo de secundaria de leer “Beloved”, de Toni Morrison, en una clase de inglés de nivel universitario. La victoria de Youngkin motivó a los grupos de defensa de los derechos de los padres y a los políticos republicanos de todo el país, contribuyendo a allanar el camino para los proyectos de ley de derechos de los padres.

Según el proyecto de ley de Georgia, los padres podrían acceder a los expedientes escolares de sus hijos y revisar “todo el material didáctico” usado en las aulas de sus hijos, y los funcionarios escolares tendrían tres días para presentar los documentos, con algunas excepciones.

La versión de Iowa permitiría a los padres disponer de información acerca de los profesores de sus hijos, acceder a todos los expedientes escolares relacionados con ellos y tener derecho a revisar “los libros de texto, los artículos, los esquemas, los folletos, las presentaciones, los videos y cualquier otro material similar” usado en el aula. El mes pasado, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, prometió impulsar la modificación de la constitución de su estado para ampliar la participación de los padres.

Un proyecto de ley de Utah permitiría a los padres negarse a estar de acuerdo con que sus hijos participen en lecciones escolares que consideren objetables, así como demandar a las escuelas o a los funcionarios de educación ante cualquier infracción percibida de sus derechos como padres. Un proyecto de ley en Florida permitiría a los padres demandar por supuestas violaciones de una carta de derechos de los padres que se promulgó el año pasado. Y un proyecto de ley de Missouri permitiría al fiscal general del estado demandar a las escuelas.

“El papel del gobierno estatal y local es apoyar y ayudar, en lugar de interferir o entrar en conflicto con la autoridad primaria de los padres para la educación de sus hijos”, afirma la legislación de Utah.

El proyecto de ley de Indiana relaciona explícitamente los derechos de los padres con la continua controversia de la forma en la que las escuelas discuten la raza y el racismo. Exige la creación de comités de revisión de los planes de estudio que estén dirigidos por los padres, e igualmente la publicación en internet de todos los materiales didácticos. También prohibiría la enseñanza de ocho conceptos diferentes relacionados con la raza y la religión, incluida la idea de que “un individuo, en virtud de su sexo, raza, etnia, religión, color, origen nacional o afiliación política, es inherentemente racista, sexista u opresivo, ya sea consciente o inconscientemente”.

Algunos críticos de los proyectos de ley de derechos de los padres los tachan de postura política, ya que muchos de los mismos derechos ya están recogidos en la legislación estatal. La Ley Federal de Derechos Educativos y de Privacidad de la Familia también incluye algunos derechos de los padres, como la posibilidad de acceder a los expedientes educativos y a algunos datos personales, así como de modificar los expedientes.

No es raro que los distritos escolares locales reciban objeciones por parte de los padres en lo que respecta a los materiales de clase, los recursos complementarios o ciertos libros de la biblioteca, y existe un “proceso exhaustivo” para registrar esas preocupaciones, dijo Terry Spradlin, director ejecutivo de la Asociación de Consejos Escolares de Indiana. Los padres también pueden relacionarse con las escuelas a través de las organizaciones de padres y maestros y los grupos de mejora escolar, o a través de eventos y actividades extracurriculares, dijo.

Spradlin señaló que el proyecto de ley de Indiana, además de crear un comité, permitiría al Departamento de Educación del estado revocar o suspender las licencias de los educadores o administradores escolares que enseñen los conceptos prohibidos o se nieguen a permitir que los padres vean el material o el plan de estudios.

“Hay más grandilocuencia política que un valor o impacto legítimo sobre lo que debe enseñarse”, dijo Spradlin. “Creo que [el proyecto de ley] podría tener un efecto profundo, expulsando a más educadores de las aulas y obstaculizando realmente su habilidad y capacidad para enseñar el plan de estudios de forma eficaz”.

Neal McCluskey, director del Centro para la Libertad Educativa de Cato Institute, un centro de estudios libertario, dijo que los legisladores del Partido Republicano le están señalando a “los padres más insatisfechos” que sus preocupaciones están siendo escuchadas—especialmente cuando se trata de cómo las escuelas discuten la raza y la identidad de género. Señaló que tan pronto como Youngkin se convirtió en gobernador, emitió una orden ejecutiva que prohibía a las escuelas la enseñanza de “conceptos inherentemente divisivos”, como la teoría crítica de la raza, marco académico que se ha convertido en un término para los críticos que no quieren que las escuelas se centren en la raza y el racismo al enseñarle a los estudiantes acerca de la historia de Estados Unidos.

“Eso es darle a un grupo particular de padres lo que quieren; empoderar a los padres”, dijo McCluskey.

Susan MacManus, analista política y distinguida profesora emérita de la Universidad del Sur de Florida (USF), dijo que los partidarios de estos proyectos de ley están reaccionando a lo que perciben como un constante “bombardeo de su ideología particular”, ya sea religiosa o política, en los medios de comunicación convencionales.

Incluso antes de la pandemia, dijo MacManus, muchos padres sentían que estaban perdiendo el control sobre la educación de sus hijos, debido a los sofisticados planes de estudio, los diferentes métodos de enseñanza y sus propias agendas ocupadas. Las frustraciones surgidas ante el cierre de escuelas, las normas de uso de mascarilla y las cuarentenas no han hecho más que exacerbar esos sentimientos. Incluso la incapacidad de un padre de ayudar a su hijo con un problema de matemáticas puede alimentar este descontento, dijo.

“Mucho de esto proviene del tiempo que los padres sienten que tienen con sus hijos, e incluso de los medios de comunicación que tienen con ellos”, dijo MacManus. “¿Cuántos padres saben siquiera qué es TikTok? Siento que no saben realmente cómo comunicarse con sus hijos”.

Marshawn Wolley, padre de un alumno de cuarto grado en una escuela pública de Indiana, dijo que los legisladores que están impulsando el proyecto de ley de allí ignoran las preocupaciones de los padres negros, quienes están principalmente preocupados por la brecha de rendimiento racial y los problemas de disciplina escolar.

“Tienes padres en los suburbios que expresan una preocupación sobre un tema falso, y ahora ambas cámaras de la legislatura se activan y se mueven”, dijo Wolley, un consultor con sede en Indianápolis, que ayuda a las empresas a lidiar con cuestiones de diversidad. “El proyecto de ley que avanza es desproporcionadamente perjudicial para los estudiantes de color”.

Añadió que está muy preocupado por cómo se le enseñará a su hijo la historia afroamericana.

“¿Cómo se puede enseñar Jim Crow y no causar malestar por lo que algunas personas le hicieron a otras personas? Y ¿por qué querríamos ocultar eso?” preguntó Wolley. “¿Por qué querríamos ser imparciales cuando se trata de la esclavitud? ¿Por qué querríamos ser imparciales con respecto a Jim Crow?”.

“Es un intento de blanquear la historia y hacerla neutra, cuando en realidad la incomodidad está en aprender sobre los desafíos y cómo hemos superado las situaciones, para no repetir algunas de estas cosas”.

Glenda Scherer, una madre que impulsa un proyecto de ley de revisión por parte de los padres en Oregón, dijo que le preocupa menos lo que las escuelas enseñan en comparación a si están enseñando lo que corresponde para cada grupo de edad. Scherer, quien fue profesora de inglés durante una década, dijo que se le debería de permitir a los padres opinar en las reuniones escolares, seleccionar el plan de estudios y, a pesar de la pandemia, visitar las escuelas en cualquier momento.

“Me parece una locura que ahora mismo no puedo entrar en la escuela de mi hijo para nada. Algo de esto se basa en lo que ocurrió durante la pandemia, pero creo que es importante tener una visión general de que los padres son los que mejor conocen a esos niños”, dijo Scherer. “En lugar de dejar fuera a los padres, las escuelas deben recibirnos”.

Pero Christianne Beebe, una maestra de escuela primaria en Brownsburg, Indiana, dijo que muchos de los padres que ha visto plantear preocupaciones en las redes sociales ni siquiera tienen estudiantes en las escuelas públicas. Con demasiada frecuencia, dijo, los legisladores descartan automáticamente la experiencia de los educadores acerca de qué y cómo enseñar.

“Tenemos que seguir considerando lo más importante que ocurre en un aula, y las personas que deberían tomar estas decisiones son nuestros profesores”, dijo Beebe. “Ellos entienden la pedagogía. Entienden su contenido”.

En los últimos dos años, la profesión docente se ha vuelto más estresante, en parte debido a la escasez de profesores y al aumento de la carga de trabajo. Y algunos educadores citan el vaivén político de las políticas educativas como uno de los factores que contribuyen a ello.

Una encuesta reciente de la Asociación Nacional de Educación, que representa a los profesores, reveló que el 55 por ciento de los educadores está pensando en dejar la profesión antes de lo previsto, con un mayor porcentaje de profesores negros e hispanos, con un 62

y el 59 por ciento, respectivamente, planeando su renuncia. Muchos temen que los ataques a una plantilla frágil se traduzcan en una escasez aún mayor.

Pero McCluskey, de Cato Institute, predice que el alivio de la pandemia “bajará la temperatura”, aunque los debates continúen.

“Creo que se verá un descenso en el número de profesores que abandonan la profesión o que dicen que van a abandonarla”, dijo McCluskey. “No preveo un final inmediato de estos debates más bien filosóficos y políticos que tenemos, los cuales se encapsulan en el debate sobre la llamada teoría crítica de la raza y los estudiantes transgénero”.

Alex Patton, consultor y encuestador republicano con sede en Gainesville, Florida, dijo que “muchos de estos proyectos de ley son parte de la guerra cultural”. Los debates actuales, dijo, suelen estar motivados por “cómo definimos lo que no somos”.

“[Los padres dicen]: ‘Me defino como alguien que es un buen padre y no parte de esa maquinaria educativa de élite’, y ese mensaje se vende muy bien”, dijo.

Algunos legisladores republicanos preferirían debatir otros temas, pero entienden el clima político actual, dijo Patton, por lo que no se opondrán públicamente. Hasta que los votantes no exijan más a los políticos, estos seguirán eligiendo “el camino fácil”, añadió.

“Las discusiones políticas legítimas se están ahogando por la política y se están ahogando por los gritos”, dijo Patton. “Ambas partes están tratando de ganar la pelea de gritos, y, en esta etapa, los republicanos simplemente son mejores en eso”.

Fuente: https://www.chicagotribune.com/espanol/sns-es-proyectos-ley-llevarian-muchos-profesores-abandonar-profesion-20220217-itdl7jd7z5cuhce4mkkbvpkgse-story.html

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El fin de las mascarillas en las escuelas de EEUU divide a los padres

Numerosos estados de Estados Unidos están abandonando la obligación de llevar mascarilla en las escuelas públicas ante la mejora de la situación sanitaria en el país, pero la medida es cuestionada por padres que piden responsabilidad colectiva frente al covid-19.

El uso de mascarilla en las aulas, recomendado por las autoridades sanitarias para frenar la propagación del coronavirus, es un marcador político muy fuerte en Estados Unidos.

Es obligatorio en 16 estados, en su mayoría demócratas. Pero la medida es considerada un obstáculo a las libertades individuales por gran parte de la derecha, y estados conservadores como Texas y Florida se han negado a implementarla.

Las líneas partidistas, sin embargo, comienzan a moverse, a medida que desde hace un mes la curva de contagios se desploma.

Cuatro estados demócratas (Connecticut, Delaware, Nueva Jersey y Oregón) han anunciado el fin inminente de las mascarillas en las escuelas. California está trabajando a su vez con las autoridades educativas para «actualizar sus recomendaciones» al respecto.

En el estado de Nueva York la mascarilla en lugares cerrados dejará de ser obligatoria desde el jueves pero se mantendrá hasta marzo en las escuelas, anunció la gobernadora demócrata Kathy Hochul.

En Virginia, el gobernador republicano Glenn Youngkin firmó una orden ejecutiva a finales de enero que permite a los padres enviar a sus hijos a la escuela sin mascarilla.

«Se trata de determinar quién está en mejores condiciones para tomar una decisión sobre la salud de su hijo», explicó.

Pero el texto fue suspendido por un tribunal de Arlington ante la demanda de siete distritos escolares del estado.

Algunas escuelas, especialmente en los bastiones demócratas cercanos a Washington, han amenazado con excluir a los estudiantes sin mascarilla o aislarlos en las salas de servicio.

Un «riesgo calculado»

Virginia, estado vecino a la capital que cayó en manos republicanas el pasado noviembre pero que conserva una fuerte minoría demócrata, cristaliza el enfrentamiento nacional por el uso de mascarillas cuando la ola de la variante Omicron retrocede.

Para Carrie Lukas, madre de cinco niños de 7 a 16 años que asisten a la escuela en el condado de Fairfax, los distritos que se opusieron al decreto «no priorizan a los niños», que han pagado un alto precio desde el comienzo de la pandemia.

Un niño con mascarilla en una escuela de Nueva York, el 5 de enero de 2022
Un niño con mascarilla en una escuela de Nueva York, el 5 de enero de 2022 Michael loccisano Getty Images North America/AFP/Archivos

Los más chicos han sufrido «una enorme pérdida en lo que refiere» después de prácticamente un año escolar en línea, y la mascarilla pesa sobre la socialización de los adolescentes, que «no pueden ver si alguien les sonríe o les hace muecas», dijo a la AFP.

Presidenta del Foro de Mujeres Independientes, una organización conservadora, Lukas asegura que «una avalancha de investigaciones demuestra que las mascarillas no sirven» para frenar la contaminación en las escuelas mientras los niños y adolescentes son los «menos vulnerables a la covid-19».

Un estudio de las autoridades sanitarias que data de septiembre de 2021 concluyó que los riesgos de infección eran 3,5 veces mayores en las escuelas donde la mascarilla no era obligatoria. Pero estos resultados son cuestionados, incluso por los medios no conservadores.

Carrie Lukas reivindica un «riesgo calculado» ante el virus: «todos sabemos que hay riesgos, pero permitimos que la gente libre tome sus propias decisiones».

La pandemia «politizada»

Para otros padres, sin embargo, debe prevalecer la responsabilidad colectiva.

«Cuando la elección de un individuo afecta la salud de otra persona, la libertad individual termina», dijo a la AFP la maestra suplente Amber Bowmer, de 42 años.

Junto con otros 12 padres de estudiantes de Chesapeake, en el este del estado, Bowner reclamó ante la Corte Suprema de Virginia al considerar que el gobernador se había «excedido» en sus prerrogativas.

Madre de dos niños de 11 y 14 años, dice correr «mucho riesgo» porque padece hace mucho de covid, que contrajo al inicio de la pandemia.

«Tengo una forma severa de asma y cualquier infección respiratoria es muy peligrosa para mí», explica.

Unos estudiantes de secundaria se manifiestan contra las medidas sanitarias anticovid el 25 de enero de 2022 en Washington
Unos estudiantes de secundaria se manifiestan contra las medidas sanitarias anticovid el 25 de enero de 2022 en Washington Stefani Reynolds AFP/Archivos

Carrie Lukas y Amber Bowmer lamentan que el de la mascarilla se haya convertido en un tema político en el país más enlutado del mundo por la pandemia, con más de 900.000 muertos.

La pandemia ha sido «politizada a expensas de la vida humana», dice Amber Bowmer.

Virginia también ha prohibido a sus universidades impedir que los estudiantes no vacunados accedan a los campus.

Carrie Lukas critica a las autoridades escolares del condado de Fairfax por «negarse a obedecer el decreto de un gobernador al que no apoyan».

Pero el próximo fin de la obligación del uso de mascarillas en los estados demócratas muestra que «los muros se están resquebrajando dentro de la izquierda», dice.

Fuente: https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220209-el-fin-de-las-mascarillas-en-las-escuelas-de-eeuu-divide-a-los-padres

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Un estudiante crea un bot que rastrea el jet de Elon Musk y afirma que el empresario le ofreció 5.000 dólares por su eliminación

Un estudiante crea un bot que rastrea el jet de Elon Musk y afirma que el empresario le ofreció 5.000 dólares por su eliminación

 

Un joven estudiante de 19 años, que creó varias cuentas de Twitter que utilizan bots para rastrear aviones privados de celebridades, incluido el de Elon Musk, afirmó que el magnate le ofreció 5.000 dólares por su eliminación.

«¿Puedes quitar esto? Es un riesgo para la seguridad», reza el primer contacto que recibió Jack Sweeney, citado por el portal Protocol, durante el pasado otoño. A la mañana siguiente, el joven respondió que lo haría a cambio de un Tesla Model 3.

«No me gusta la idea de que un loco me dispare», manifestó el propietario de SpaceX como razón para solicitar el bloqueo de la cuenta, según relató Sweeney.

De acuerdo con el joven, la conversación continuó durante algunos mensajes más y Musk le ofreció 5.000 dólares, pero Sweeney redobló la oferta y pidió 50.000 dólares, alegando que invertiría ese dinero en capacitarse y posiblemente en un coche de Tesla. A lo que el hombre más rico del mundo prometió pensarlo, pero hasta el momento no ha pagado un centavo y el perfil sigue activo.

Asimismo, el último mensaje que ambos intercambiaron se produjo el pasado miércoles, cuando Sweeney dijo que prefería una pasantía en una de las empresas de Musk en lugar de un pago a cambio de borrar la cuenta. El joven dice que el magnate aún no ha respondido a la propuesta, aunque esto parece no molestarle a Sweeney, ya que asegura que ha ganado seguidores en las redes sociales, aprendió a codificar e incluso obtuvo un trabajo como desarrollador de aplicaciones. De hecho, cree saber por qué Musk guarda silencio: «Creo que está de vacaciones en Hawái si revisas [el bot en Twitter]», dijo.

¿Cómo funcionan los bots rastreadores?

Los bots, utilizados por Sweeney, usan datos abiertos de la Administración Federal de Aviación de EE.UU., en la cual también se puede encontrar información de los aviones privados de famosos. Pero los planes de vuelo anónimos se publican en un sitio web especial y se instalan transmisores ADS-B en las aeronaves. Los bots recopilan estos datos y muestran dónde está un aparato en particular y hacia dónde se dirige.

«El control del tráfico aéreo es tan primitivo», expresó Musk, luego de que el joven le explicara cómo obtenía la información.

Por otra parte, el estudiante posee otras 15 cuentas en Twitter, entre las cuales se pueden monitorear los aviones del fundador de Amazon, Jeff Bezos; el del cofundador de Microsoft, Bill Gates y el del expresidente de EE.UU., Donald Trump.

 

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/viral/418162-crear-bot-rastrea-jet-musk-empresario-ofrecer-5000-dolares

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Estados Unidos: Los primeros datos completos en dos años muestran grandes retrocesos académicos para los estudiantes de California

Los datos de las evaluaciones de California publicados el viernes ofrecen la imagen más completa hasta ahora de cómo les ha ido a los estudiantes del estado durante la pandemia.

Durante el ciclo escolar 2020-2021, los estudiantes californianos de K-12 experimentaron retrocesos académicos significativos de aprendizaje principalmente a distancia, mostrando brechas de rendimiento crecientes, progreso rezagado en matemáticas e inglés, mayor ausentismo crónico y una ligera disminución en las cifras de graduación en todo el estado, según los datos publicados el viernes por el Departamento de Educación de California.

Los informes brindan la imagen más completa hasta ahora de cómo les ha ido a los estudiantes de la entidad durante la pandemia. Incluye resultados de exámenes estandarizados para alumnos de tercero a octavo grado y estudiantes de tercer año de preparatoria, así como datos sobre asistencia, estadísticas de disciplina y tasas de graduación.

Los resultados muestran que aproximadamente la mitad de todos los alumnos de California evaluados no cumplió con los estándares estatales en artes del lenguaje en inglés y alrededor de dos tercios no aprobaron los niveles en matemáticas. Los puntajes de los estudiantes negros, latinos y económicamente desfavorecidos fueron significativamente más bajos, con más del 60% sin acreditar la media en lectura y escritura en lengua inglesa y alrededor del 80% reprobando los parámetros en habilidad matemática.

En artes del lenguaje en inglés, la tasa de alumnos que no cumplieron con las expectativas fue significativamente más alta en los primeros grados educativos comparada con los grados posteriores, lo que indica que los estudiantes más jóvenes pueden tener dificultades únicas con las habilidades de alfabetización. Por ejemplo, aproximadamente el 60% de los educandos de tercer y cuarto grados no cumplían con los estándares en lengua inglesa, con respecto a aproximadamente el 40% de los escolares de undécimo grado.

Los resultados de la evaluación son los primeros puntajes de rendimiento estudiantil disponibles en todo el estado después de que se canceló la prueba durante el ciclo escolar 2019-20, cuando la pandemia obligó al cierre de escuelas en marzo de 2020.

Algunos educadores, padres y sindicatos de docentes, incluido United Teachers Los Angeles, se opusieron firmemente a la aplicación de exámenes estandarizados la primavera pasada, sosteniendo que los estudiantes y las familias no necesitaban el estrés adicional y que los resultados no serían confiables. Otros, sin embargo, enfatizaron la importancia de capturar datos de evaluación para medir el aprendizaje de los alumnos, y la Junta de Educación del Estado votó en febrero pasado en contra de buscar una exención del gobierno federal para suspender las evaluaciones estandarizadas obligatorias por segundo año consecutivo.

A los distritos escolares se les dio un margen significativo para tener en cuenta el hecho de que la mayoría de los estudiantes todavía no asistían a la escuela en persona: Se aplicaron versiones abreviadas de las evaluaciones estatales y se permitió a éstos realizar sus propios exámenes locales.

Como resultado, menos de una cuarta parte de los estudiantes participaron en las evaluaciones estatales de inglés y matemáticas, una tasa mucho más baja que en los años típicos, cuando la gran mayoría de los alumnos las realizaban. Las circunstancias de las pruebas dificultan las comparaciones de un ciclo escolar a otro.

En un esfuerzo por ofrecer alguna comparación con años anteriores, los funcionarios estatales analizaron los puntajes de las pruebas del mismo tipo de estudiantes ciclo tras ciclo. Esos resultados muestran que, si bien los alumnos progresaron, fue a un ritmo más lento que en ciclos anteriores.

Rick Miller, director ejecutivo de los distritos CORE, un consorcio de grandes áreas escolares de California, comentó que es importante reconocer el avance.

“Creo que todos podemos estar de acuerdo en que el aprendizaje a distancia no fue tan efectivo como en el aula”, señaló Miller. “Pero se lograron algunos avances y es importante honrar eso. Los maestros están agotados, los administradores, también. Trabajaron muy duro para progresar el año pasado y se logró algo”.

Pero, agregó, está claro que algunas de las luchas académicas del estado desde hace mucho tiempo se exacerbaron, especialmente en matemáticas.

Además de los datos estatales, comentó Miller, los informes de los distritos CORE, que incluyen Los Ángeles, Sacramento, Santa Ana y el Distrito Escolar Unificado de Long Beach, entre otros, también muestran que las D y las F han aumentado en las clases de matemáticas de preparatoria, especialmente para los estudiantes de primer año que cursan asignaturas de álgebra.

“Definitivamente tenemos, en toda la entidad, un problema de matemáticas”, indicó. “Simplemente no estamos llegando, como estado, adonde debemos estar, siempre lo hemos sabido. Lo hemos visto antes. Pero ahora estamos en un nivel de crisis al que debemos prestar atención”.

Los funcionarios estatales también reconocieron que las cifras subrayan las dificultades que experimentan los niños durante el aprendizaje a distancia.

“Los desafíos que los estudiantes y educadores enfrentaron durante la pandemia fueron multidimensionales y perjudiciales para el aprendizaje, así como la salud mental”, detalló el superintendente estatal de instrucción pública, Tony Thurmond, en un comunicado de prensa. “Nuestro objetivo ahora es hacer avanzar a todos los alumnos”.

La tasa de graduación de cuatro años bajó del 84.2%, en 2019-2020, al 83.6% el 2021. Si bien la disminución fue poca, es el segundo año de pequeños descensos después de ciclos de crecimiento constante. La mayor caída se produjo entre los estudiantes negros, cuya tasa de conclusión de estudios pasó del 76.8%, en 2019-2020, al 72.5% el año pasado.

Las cifras de ausentismo crónico, donde los alumnos no asisten durante al menos el 10% de los días escolares, también aumentaron de aproximadamente un 12% a un 14%. Los incrementos fueron todavía mayores para los estudiantes más vulnerables, incluidos los jóvenes negros, latinos, nativos americanos, chicos adoptivos y sin hogar, alumnos migrantes y quienes aprenden inglés.

Los datos se suman a un cuerpo significativo de evidencia de los daños de la pandemia y el cierre de escuelas en el rendimiento estudiantil. A nivel nacional, los estudios han demostrado repetidamente que los alumnos más vulnerables sufren los retrocesos más significativos.

Este otoño, un análisis de L.A. Times sobre los datos del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles encontró disminuciones profundas en los puntajes de las evaluaciones, o calificaciones por debajo del nivel de grado en áreas clave de aprendizaje, con estudiantes negros, latinos y otros alumnos vulnerables especialmente afectados.

Fuente: https://www.latimes.com/espanol/california/articulo/2022-01-11/california-students-suffered-major-academic-setbacks-last-year-data-shows

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