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Estados Unidos: La American Federation of Teachers apoya la enseñanza de la teoría racial crítica

Uno de los sindicatos de profesores más grandes del país anunció su intención  de dar apoyo legal a los maestros que enseñan sobre el tema a pesar de la legislación.

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Una carta al gobernador Ron DeSantis, Estados Unidos

Peter McLaren

Ron DeSantis, Gobernador del Estado de Florida,  Estados Unidos

Estimado gobernador:

A continuación le comparto mi respuesta a sus tres proyectos de ley de educación recientes, de los que usted se ha jactado orgullosamente que aspira que se conviertan en leyes:

Claramente, el propósito de estos proyectos de ley es incrustar en el plan de estudios de las escuelas un descrédito instintivo del socialismo. Usted quiere que los profesores condenen el comunismo en sus aulas. Quiere que Estados Unidos permanezca intacto por sus atrocidades impulsadas por los imperialistas y sin mancha por su historia de colonización.

En esas propuestas de ley usted ordena que las escuelas de educación básica (preescolar a bachillerato) deben desarrollar “retratos de patriotismo” dentro de los cursos cívicos, alabando a los Estados Unidos como un faro de libertad. De la misma manera, las universidades estatales deben impartir cursos sobre anticomunismo y promover la ideología conservadora de derecha, basada en valores cristianos conservadores, requiriendo que los estudiantes universitarios tomen un curso y aprueben un examen de «alfabetización cívica» para graduarse.

Por si esto fuera poco, también va a requerir que todos los estudiantes y profesores universitarios registren sus opiniones políticas con el estado. Eso suena, sospechosamente, a una tiranía ideológica que la quiere completar penalizando a las universidades que no celebren la ideología de derecha que usted mantiene y que está inspirada en Trump.

Por ese motivo usted jura que está atacando ideologías «malvadas» derivadas del totalitarismo. Describe al Che Guevara como un «matón comunista». El Che Guevara era una figura compleja -escribí un libro sobre el Che y Paulo Freire- y ciertamente preferiría honrar al Che que alabar a los torturadores de Batista que huyeron a Miami, o a la Guardia Nacional de Somoza que se convirtió en la Contra y que seleccionó a maestros para asesinarlos durante la revolución sandinista, y que también huyeron a Miami.

Estos llamados «proyectos de ley» son un ataque a la razón misma. Pero, ¿acaso reconoce que los proyectos mismos están reflejando la ideología totalitaria que usted mismo está denunciando? Pareciera como si estuviera anunciando una declaración fascista desde el famoso balcón del Palazzo Venezia en la Sala del Mappamondo, con vistas a la Piazza Venezia. O podría estar hablando desde las calles de Beijing, rodeado por los Guardias Rojos de Mao que obligan a todos los teóricos críticos de la raza y pedagogos críticos freireanos a campos de reeducación.

Usted y sus proyectos de ley son un eco espeluznante de la década de 1950. El macartismo está de regreso y con sed de venganza en los Estados Unidos y usted está en la vanguardia  del Partido de Trump que lo lleva de regreso a las calles de nuestras ciudades, que ya están plagadas de terror policial. Pareciera que su legislación hubiera sido redactada por la Gestapo en la Alemania de los años treinta.

Aún nos falta encontrar un antídoto para las relaciones sociales generadas históricamente que se filtran a través de nuestro sistema escolar que, a escondidas, han legitimado el racismo, la homofobia, la misoginia, la misantropía, la misología y el misoneísmo y han engendrado una ideología populista autoritaria y supremacista blanca a una escala sin precedentes hasta ahora en los Estados Unidos. Pero tenemos que seguirlo intentarlo.

Durante años, he propuesto la construcción de un patriotismo crítico, que nos lleve a reconocer algunos de los grandes logros de nuestro país, pero sin dejar de denunciar el terror de la esclavitud y el genocidio de la población indígena durante la fundación de nuestro país, así como las guerras imperialistas que hemos lanzado muchas veces después de su fundación.

Aquí le comparto un ensayo que escribí en el año 2013. Quizás usted y sus amigos cubanos exiliados deberían leerlo.

https://repositories.lib.utexas.edu/bitstream/handle/2152/45890/McLaren_A-Critical-Patriotism-for-Urban-Schooling_TxEdRev.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Estamos viviendo tiempos muy aterradores, señor gobernador, en parte debido al mal manejo de la pandemia por parte de su Maestro Trump cuando era presidente, lo que ha provocado más de 600,000 muertes en este país hasta la fecha, y no necesitamos que intensifique el terror ideológico con la estupidez fascista que impregna estas propuestas de ley.

Peter McLaren

——

 (Translated by Luis Huerta-Charles)

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Exámenes muestran cómo los estudiantes en EEUU se rezagaron por la pandemia

La tendencia observada en los estudios nacionales durante el último año: los estudiantes están rezagados en lectura e incluso más en matemáticas.

Los resultados de los primeros exámenes estandarizados realizados en Estados Unidos durante la pandemia ofrecen una idea de qué tanto se han rezagado los estudiantes, y algunos estados reportan que el ciclo escolar ha revertido años de progresos académicos.

Autoridades de educación de Texas expusieron un oscuro reporte el lunes, después de que el estado se convirtió en el primero en dar a conocer los resultados completos de sus exámenes primaverales.

El porcentaje de estudiantes que leen al nivel de su grado cayó a sus niveles más bajos desde 2017, mientras que los resultados en matemáticas se desplomaron a su punto más bajo desde 2013. En total, unos 800,000 estudiantes adicionales se encuentran ahora por debajo del nivel de su grado escolar en matemáticas, informó el estado.

“El impacto del coronavirus en lo que significa la escuela y lo que es la escuela ha sido realmente profundo”, dijo Mike Morath, comisionado de educación de Texas. “Tomará varios años de cambio y respaldo para ayudar a los muchachos a ponerse al día”.

Otros estados han compartido avances de reportes con resultados igualmente alarmantes.

En Florida, los funcionarios dijeron que los resultados cayeron 4 puntos porcentuales en comparación con los de 2019, la última vez que se administraron las pruebas a nivel estatal. En Indiana, las autoridades han advertido un descenso en los resultados de lectura y un declive “significativo” en matemáticas.

Los expertos advierten que las bajas tasas de participación en algunas regiones podrían dejar a estas completos con datos poco confiables y que incluso dentro de algunos estados, hubo regiones en donde muchas familias decidieron no participar. En Texas, el 86% de los estudiantes tomaron la prueba esta primavera, comparado con el habitual 96%.

Aun así, los resultados preliminares ofrecen algunos de los datos más sólidos hasta el momento para detallar los efectos de los cierres de las escuelas en marzo de 2020, el cambio a la enseñanza a distancia y las perturbaciones relacionadas. Además, también encajan con la tendencia observada en los estudios nacionales durante el último año: los estudiantes están rezagados en lectura e incluso más en matemáticas.

LAS MINORÍAS, IMPACTADAS AÚN MÁS POR LA PANDEMIA

Los retrocesos son más evidentes entre los estudiantes de raza negra y los de familias de bajos ingresos. En todos los grupos de estudiantes, aquellos que se pasaron más tiempo con aprendizaje presencial tuvieron mejores resultados en los exámenes.

“Es triste ver cómo se les fue el piso a tantos muchachos”, dijo Robin Lake, que dirige el Center on Reinventing Public Education en la Universidad de Washington. “Claramente, la enseñanza a distancia ha afectado más a los más vulnerables. Lo esperábamos, pero sigue siendo algo difícil de ver”.

Morath dijo que los resultados resaltan la necesidad de retomar a una sólida enseñanza presencial este otoño. En distritos en los que hay muchos estudiantes en clases en línea, la proporción de los que no alcanzaron los estándares en matemáticas subió 32%. En distritos con mayor aprendizaje presencial, la tasa subió en 9%.

Esa brecha fue mayor que las existentes entre estudiantes sobre la base de raza o ingresos, pero los datos mostraron además que los estudiantes blancos tuvieron mejores puntuaciones que sus pares negros e hispanos y los estudiantes de familias de mayores ingresos tuvieron mejores resultados que sus pares de familias pobres.

Fuente: https://www.telemundo47.com/noticias/eeuu/estados-unidos-educacion-efectos-de-la-pandemia-covid-texas-florida/2193463/

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Entrevista a Dean Spade: “Hay que transferir el presupuesto de policía a cubrir necesidades básicas”

Por: Nuria Alabao / Lucas Platero

Dean Spade es profesor de Derecho en la Universidad de Seattle y fundador del Sylvia Rivera Law Project, que ofrece asesoría legal a personas trans, intersexuales o no binarias sin recursos económicos. También es activista contra la expansión del sistema penal y policial.

La obra de Spade está centrada en desentrañar los principales problemas que tiene el activismo de base que, en los últimos años y con la pandemia, ha crecido enormemente en Estados Unidos. A estas formas organizativas le dedica su último libro, Ayuda mutua: Construyendo solidaridad durante esta crisis (y la próxima) –de próxima aparición en castellano–. Una vida “normal” (Ed. Bellaterra) –publicado en el 2015– es un ensayo sobre cómo la violencia institucional, el racismo, o la criminalización del consumo de drogas influyen sobre las vidas de las personas LGTBI, temas que no suelen ser abordados por el activismo mainstream o desde la reforma legal.

En España está a punto de aprobarse una nueva ley trans que implica la autodeterminación de género y algunas políticas de apoyo a las personas trans, ¿que impacto tienen estas leyes a la hora de transformar la vida de la gente?

Una de las cosas con la que lidiamos en movimientos sociales es la cuestión de cómo no centrarnos solo en producir leyes, o en introducir cuestiones como los discursos de odio sobre grupos marginados, porque hace que pongamos mucho el foco en el poder del Estado. Es como si solo el gobierno pudiese resolver todos nuestros problemas. Además, refuerza la idea de que lo que dicen las leyes se reflejará automáticamente en la vida de las personas, y la realidad es que hay una gran brecha. Esta brecha surge por las diferencias en el interior de los grupos, dentro de las ciudades o regiones, entre barrios, o por diferencias de cómo los funcionarios del gobierno y otros actores ven a las personas trans con discapacidades, a las inmigrantes o a las personas trans de clase alta. Todas estas diferencias dentro de un grupo hacen que  la aplicación de la ley les impacte de manera diferente, porque las leyes son implementadas por personas y tendrán diferentes prioridades bajo diferentes administraciones o bajo diferentes partidos.

Lo que realmente necesitamos es una población fuertemente movilizada y movimientos interseccionales radicales en constante resistencia

Otra preocupación es que cuando se legisla o se cambian las leyes, los gobernantes dicen: “Ahora este grupo de personas es igual”, o “A partir de ahora, será tratado bien”. Dicen haber resuelto los problemas y se intenta desmovilizar a nuestros movimientos. Nuestro trabajo es decir que nada se habrá resuelto hasta que nuestra gente pueda sobrevivir, y la ley no es la herramienta ideal para eso. Lo que realmente necesitamos es una población fuertemente movilizada y movimientos interseccionales radicales en constante resistencia, que busquen realmente el bienestar de las personas bajo las condiciones a las que se enfrentan en el capitalismo o el neoliberalismo.

Creo en el trabajo de reforma legislativa de los movimientos sociales, pero no debería tener un papel central, y además debemos tener un papel crítico.

¿Qué tipo de leyes necesitan las personas trans o cuáles serían realmente transformadoras?

Deberíamos buscar una reforma legal basada en aliviar los peores sufrimientos que enfrentan las personas trans, las que se encuentran en las situaciones más complicadas y peligrosas o que están realmente al margen: las personas trans que están en prisión, las que se enfrentan a la deportación, las más pobres o las más criminalizadas o las personas trans con discapacidad. Observar sus vidas y pensar si las reformas legales que se están considerando van a abordar sus problemas, porque de lo contrario, acabamos creando leyes que lo que hacen es perfeccionar el sistema que las mantiene marginadas. Si al final la justicia es algo a lo que solo se puede acceder si se tiene un empleo con estatus, o si no se está criminalizado y se tiene papeles, o lo que sea. Eso significa que tenemos que fijarnos en el impacto material de las leyes. Queremos evitar leyes que sean solo simbólicas, que no ofrezcan ayudas, que solo sirven a las personas de alto estatus o que lo tienen más fácil, que en realidad es lo que hacen la mayoría de leyes.

Queremos pensar en soluciones legales que vayan más allá de tener escrita la palabra “trans” en ellas. Por ejemplo, en Estados Unidos, cualquier ley que ayude a reducir el número de policías será bueno para las personas trans, porque la policía las persigue; o cualquier ley que ayude a reducir las sanciones penales por ser pobre o consumir drogas, porque así es como la mayoría de ellas terminan en la cárcel. Aparentemente, esas leyes no son para las personas trans, pero en el fondo serían las más beneficiosas. Deberíamos centrarnos en ellas. Por ejemplo, en Estados Unidos, hace décadas que se han aprobado leyes para endurecer las penas por atacar a personas trans por ser trans (delitos de odio). No hay evidencia de que impidan la violencia, y generalmente sirven para incrementar la financiación a la policía y a los fiscales, y cualquier cosa que potencie a la policía y a los fiscales es malo para las personas trans. Tenemos que pensarlo bien: ¿cómo podemos saber si la ley es realmente buena? Analizando si es buena para las personas trans que se encuentran en las situaciones más peligrosas.

¿Entrarían aquí las leyes que penalizan el trabajo sexual?

Exactamente. Esta es una de las formas más importantes de criminalizar a las personas trans. Si podemos descriminalizar el trabajo sexual y reducir el impacto de la policía en la vida de las trabajadoras sexuales, esa sería una reforma legal que ayudaría de verdad a las personas trans.

En su último libro habla del apoyo mutuo, ¿se puede combinar con la acción legal o estamos perdiendo el horizonte de dónde intervenir?

Si queremos un cambio que sea liberador, tenemos que hacer una presión importante y sostenida desde los movimientos sociales, necesitamos que participe mucha gente. A veces el problema con la reforma legal es que se lleva adelante únicamente desde algunas ONG, e involucra solo a algunas personas de élite. No es una estrategia muy participativa. Y lo que veo tanto en EE.UU. como en otras partes del mundo es que, aunque tengas buenas leyes, si no tienes una manera de sostener la presión a partir de la movilización, no necesariamente se aplicarán. El verdadero motor del cambio social para las personas trans y para todo cambio social debe ser la movilización de base, por lo que necesitamos organizaciones trans fuertes, pero también debemos estar conectados con otras organizaciones más amplias de trabajadoras sexuales, de descriminalización o de organización de los pobres.

Las redes de apoyo mutuo ahora mismo son lugares donde mucha gente se une a los movimientos sociales. Es donde la gente común viene y participa más que en acciones para cambiar la ley. El trabajo legislativo, cuando proviene de la movilización de base, tiene más calidad, porque sabe cuáles son los problemas materiales cotidianos de las personas vulnerables y, probablemente, también cómo se aplican las leyes existentes, porque si estás haciendo trabajo de apoyo mutuo, conoces de primera mano el problema y cómo funciona actualmente el sistema legal. No cómo figura en la redacción de la ley, sino qué le pasa a la gente en concreto con sus caseros, o con sus trabajos, o qué les dicen cuando van a servicios sociales y qué puede significar realmente el cambio de nombre en el DNI en su vida cotidiana.

Usted forma parte del movimiento anti policial en Estados Unidos, ¿qué está pasando?

El año pasado hubo una movilización asombrosa social y antipolicial en todo el país. Tras las muertes de George Floyd y Breonna Taylor, se han producido disturbios en todas partes. Esto ha llevado a la petición de desfinanciar a la policía (defund the police). Hace décadas que trabajo para la abolición de la cárcel y de la policía, y estas ideas nunca habían llegado al mainstream como ahora.

Queremos evitar leyes que sean solo simbólicas, que no ofrezcan ayudas, que solo sirven a las personas de alto estatus o que lo tienen más fácil, que es lo que hacen la mayoría de leyes

En muchísimas ciudades, la gente ha estado luchando en ayuntamientos y otras instituciones para, literalmente, acabar con el presupuesto de la policía, o reducirlo. Ha sido una lucha muy difícil porque en los 40 o 50 años anteriores los presupuestos policiales han aumentado cada año. Es uno de los desarrollos políticos más emocionantes que he visto en mi vida. Las personas queer y trans y también las feministas son una parte importante de estas luchas porque saben que la policía no hace que estemos más seguras. Esto es importante, porque a menudo se usa la excusa de la seguridad de las mujeres para pedir más policía. Donde yo vivo, en Seattle, la policía tiene hasta pegatinas del arcoíris, o han contratado a un policía gay o trans. Así que es realmente importante tener queer, trans y feministas y especialmente personas racializadas diciendo: “Esto no resuelve nuestros problemas, lo rechazamos”.

¿Qué contribuye a reducir la violencia o qué hace que estemos más seguras?

Sabemos que la policía solo añade más violencia a cualquier situación –encierran a la gente, te pegan y puede que hasta te violen…–. Si te pasa algo, la policía llega cuando ya ha sucedido todo. No hace nada para evitar que pase, y cuando aparecen, pueden que te hagan daño. Además, quizás castiguen a quien lo hizo, pero nada cambia –que no lo vuelvan a hacer, por ejemplo–, por lo que no estarás más segura que antes.

Desde los movimientos sociales, estamos planteando otro tipo de preguntas: “¿Qué hace realmente que la gente esté segura?”. Una de las cosas que hace que la gente tenga más seguridad es que tengan acceso a vivienda, a alimentos, a un sistema de salud público. Cuando nos fijamos en las mujeres trans asesinadas en los Estados Unidos, muchas no tenían un sitio seguro donde vivir, lo cual les llevaba a situaciones de peligro o ejercían trabajo sexual de maneras poco seguras, porque no tenían recursos para hacerlo de otra forma.  Si queremos seguridad de verdad, tenemos que transferir el dinero de los presupuestos de policía a vivienda, sanidad, cuidados infantiles, etc., a cubrir las necesidades básicas.

La segunda cuestión que ocupa a muchas feministas, movimientos queer y trans es qué condiciones tiene esta persona que son particularmente poco seguras. Nos preguntamos, ¿qué necesita la gente de nuestra comunidad? ¿que les acerquemos con el coche a los eventos o traerlos después? ¿Necesitamos que la comunidad ofrezca formaciones sobre violencia doméstica, sobre cómo apoyar a nuestras amistades cuando están viviendo situaciones violentas…? ¿Qué puede hacer el activismo de base para cambiar las condiciones de vida que hacen que algunas personas de nuestra comunidad sean tan vulnerables?

¿Está relacionado esto con lo que se denomina justicia transformadora o reparadora?

Mucha gente en nuestras comunidades ya hace trabajo de justicia transformadora, que supone pensar cuando pasa algo malo ¿qué podemos hacer? Por ejemplo, si estamos en un círculo social donde una persona asalta sexualmente a otras, ¿cómo podemos hacer para que pare? ¿Qué necesita esa persona, qué tipo de presión hay que ejercer, para que pare? ¿Necesita apoyo? ¿Por qué lo hace? ¿Tiene problemas con las drogas? ¿Necesita apoyo de salud mental? ¿Lo hace porque tiene que cambiar sus ideas sobre el género y la sexualidad, ideas que emanan de una cultura tóxica? ¿Y qué necesitan las personas que han sido agredidas para seguir siendo parte de la comunidad y sentir que tienen apoyo? Ya que no se puede deshacer el daño causado, ¿puede haber alguna manera de sanar y curarse, de restaurar su bienestar?

Si podemos descriminalizar el trabajo sexual y reducir el impacto de la policía en la vida de las trabajadoras sexuales, esa sería una reforma legal que ayudaría a las personas trans

La policía y los juzgados no ofrecen nada esto. Así que tiene más que ver con cómo respondemos para que deje de pasar y que todas las personas implicadas estén mejor, en lugar de aplicar un castigo. El castigo nunca disminuye el daño causado. De hecho, si una persona viola a otra y la mandas a prisión, puede que siga violando allí. Eso no resuelve ninguna de las causas que hay de fondo.

En España vemos un cierto feminismo que está muy encauzado a la introducción de nuevos delitos o incluso que piden un aumento de penas, aunque creemos que no es mayoritario. 

En Estados Unidos le llamamos “feminismo carcelario”, y no queremos un feminismo que se construya sobre la petición de más policía y más cárcel. Vivimos un período, que empezó en los 70 y continúa desde entonces, en el que la policía y las prisiones están creciendo muchísimo. Uno de los motivos por los que crece es el de “proteger a las mujeres”. Así, el gobierno empezó a financiar programas para afrontar la violencia doméstica y sexual, pero solo si estaba vinculado a decir que la solución eran más detenciones y más gente en prisión. Después de aplicar esto durante 40 o 50 años no vemos que se reduzca. En el caso de la violencia sexual, incluso la aumenta, porque la policía es una fuente importante de violencia sexual.

Queremos enterrar el feminismo carcelario, y centrarnos en un feminismo que va a las causas de la violencia contra las mujeres, las personas queer y trans, y que quiere acabar con la violencia en lugar de apoyar más policía. Y nos preguntamos ¿por qué la mayoría de personas que sufren violencia en el hogar no la denuncian? Muchas no quieren que sus seres queridos vayan a la cárcel o saben que la policía no les va a creer porque son pobres, no tienen papeles o porque tienen miedo de la policía, porque son queer o trans, y han recibido agresiones policiales o las ha recibido alguien de su comunidad.

La solución tiene que ver con creer que las personas, incluso aquellas que han causado dolor, son parte de nuestra comunidad, y hay que pedirles responsabilidades, pero también devolverles su lugar. El objetivo es ayudarles a que cambien su comportamiento en lugar de expulsarles. ¿Qué hace falta para que asumamos que la gente no es solo aquello tan horrible que hizo? Usemos soluciones comunitarias para hacer que cese el daño.

Son las mujeres de color, inmigrantes o con discapacidad las que han tenido que encontrar estas estrategias. Nunca han podido llamar a la policía, porque saben que, si viene, les van a hacer más daño. Este trabajo práctico ha surgido del feminismo.

En las protestas de los últimos tiempos en Estados Unidos ha habido grandes manifestaciones encabezadas por el lema: “Black Trans Live Matter”, ¿cómo se están produciendo estas alianzas entre luchas?

La manera en la que Black Lives Matter está creciendo ha llevado a que la gente organice agrupaciones en todo el país durante los últimos años y antes incluso del 2020 este ha sido un movimiento verdaderamente interseccional. Tienen gente trans, negra, queer, feminista, de apoyo a la causa Palestina… Uno de los objetivos ha sido mostrar las historias de las mujeres negras, de las personas negras con discapacidad… La solidaridad que hay dentro del movimiento ha sido muy orgánica y siempre ha habido un montón de gente trans en lugares de liderazgo en todos los niveles.

Queremos enterrar el feminismo carcelario, y centrarnos en un feminismo que va a las causas de la violencia contra las mujeres, las personas queer y trans

Este momento supone una transformación en Estados Unidos desde aquellos movimientos civiles con políticas y estrategias que buscaban la respetabilidad, y que han sido históricamente más patriarcales y más heterosexuales, menos interseccionales. El movimiento Black Lives Matter surge ya desde las mujeres queer, ha sido más confrontativo e inherentemente más queer y trans. Es un momento impresionante y, además, llega en el mismo período del renacer de la resistencia indígena en Standing Rock, de los movimientos feministas indígenas, que son muy inclusivos con lo trans y lo queer… Estamos en un momento de emergencia de los movimientos de base, que son muy interseccionales.

¿Qué opina de la aparente alianza que se está produciendo entre cierto feminismo anti trans y algunas derechas o fundamentalistas cristianos?

Por desgracia, todavía estamos viviendo la reacción contra el feminismo que  comenzó en los años 80. En Estados Unidos estamos asistiendo a momentos de reacción anti trans muy específicos. Hay una cantidad sorprendente de leyes que se centran  en dificultar o impedir el acceso de los jóvenes trans a la atención  sanitaria y al deporte. A pesar del período de las políticas trans y los esfuerzos de las reformas legales que se han producido desde finales de los 90 hasta hoy, en realidad, no hemos conseguido tanto.

Hay una ley federal, de ley de delitos de odio que le da dinero a la policía y luego hay algunas cosas pequeñas que se consiguieron con Obama, pero la mayoría de las personas trans todavía viven en la marginalidad. También ha habido algunas mejoras en la identidad recogida en los DNI, pero todavía hay muchos obstáculos para la supervivencia. Sin embargo, en los últimos cinco años ha habido más apariciones de personas trans en la televisión mainstream. Así que, a pesar de que no ha habido cambios importantes en el día a día de las personas trans, sí que ha habido una reacción violenta muy significativa de la derecha, que se ha recrudecido.

Se da una reacción, en forma de guerra cultural, y es interesante cómo ha coincidido con la acción de las TERF (feminismo anti trans), que me recuerda a la década de 1980 cuando los activistas de derechas contra la pornografía se aliaron con las feministas antisexo que estaban en contra del trabajo sexual, de la pornografía y a favor de la censura. Siento que se repite esa coalición. El hecho de que esas personas se consideren feministas, y estén dispuestas a alinearse con la derecha que trata de proteger el patriarcado y el control sobre los cuerpos de las mujeres y del cuerpo queer y trans, es impactante para mí.

Fuente e imagen: https://ctxt.es/es/20210601/Politica/36470/Dean-Spade-activismo-trans-leyes-policia-sistema-penal-Nuria-Alabao-Lucas-Platero.htm

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Estados Unidos: Conoce al niño de 12 años que se graduará de la secundaria y de la universidad en la misma semana

Conoce al niño de 12 años que se graduará de la secundaria y de la universidad en la misma semana

(CNN) — Un niño de 12 años en Carolina del Norte usó el tiempo de inactividad que tuvo durante la pandemia para tomar algunas clases adicionales en la escuela.

Ahora, un año después, Mike Wimmer, de Salisbury, se está preparando para graduarse de la escuela secundaria y de la universidad, en la misma semana.

Wimmer completó cuatro años de escuela en un año: dos años de escuela secundaria y un título técnico de dos años. Se graduará de Rowan-Cabarrus Community College el 21 de mayo y de Concord Academy High School el 28 de mayo, donde es el mejor estudiante.

Pero este no siempre fue el plan de Wimmer, dijo.

El estudiante estaba tomando clases de doble inscripción y se dio cuenta de que al ritmo que iba, solo necesitaba algunas clases más para obtener su título técnico al graduarse de la escuela secundaria.

Dijo que su promedio GPA en Rowan-Cabarrus Community College es 4,0, mientras que su GPA en la escuela secundaria es 5,45.

Amor por la robótica

A pesar de ser varios años más joven que sus compañeros de clase, Wimmer dijo que se lleva bien con ellos, e incluso fue nominado al tribunal escolar el año pasado.

Wimmer, que tiene interés por la robótica, le dijo a CNN que él es «el chico de las matemáticas y las ciencias». Siempre ha tenido afinidad por la tecnología: le regalaron su primer iPad cuando tenía 18 meses y se preguntó cómo funcionaba.

Aprendió casi todo su conocimiento de programación y robótica a través de prueba y error y videos en línea, según su sitio web, Next Era Innovations.

También creó su propia startup, llamada Reflect Social, que «combina plataformas de redes sociales populares con dispositivos de Internet de las Cosas (conocido como IoT), proporcionando una nueva experiencia social dinámica», según su sitio web.

El objetivo de Wimmer para la puesta en marcha es simplificar el funcionamiento de la tecnología del hogar inteligente, con el objetivo final de ayudar a los demás.

«Mi objetivo empresarial es desarrollar tecnología que permita a las personas vivir una vida mejor», dijo.

Lo que depara el futuro

Los padres de Wimmer dijeron que están orgullosos de la persona en la que se ha convertido su hijo.

«Si una puerta está cerrada, encontrará otra manera de averiguar cómo lograr sus objetivos», le dijo a CNN su madre, Melissa Wimmer.

Con la graduación a solo unas semanas de distancia, Wimmer dijo que está sopesando muchas opciones para sus próximos pasos.

Esas opciones incluyen ofertas de trabajo dentro y fuera de Estados Unidos, más estudios o una beca que le permitirá hacer crecer su startup.

Pero dijo que quiere que la gente sepa que todavía es un niño; saca tiempo para las actividades normales de los niños, como jugar baloncesto y construir legos.

«Mucha gente piensa que he renunciado a mi infancia o que de alguna manera la he perdido», dijo Wimmer, «y les digo que estoy pasando el mejor momento de mi vida».

Fuente de la Información: https://cnnespanol.cnn.com/2021/04/28/nino-12-anos-grado-secundaria-universidad-misma-semana-trax/

 

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Estados Unidos: Hambre, intentos de suicidio y brotes de Covid: así viven los niños en los centros para migrantes

Los testimonios de adolescentes que pasan semanas e incluso meses en estos centros construidos por la Administración de Joe Biden denuncian las duras condiciones en las que viven.

Los niños migrantes retenidos en refugios de emergencia dentro de Estados Unidos han descrito condiciones de hacinamiento, comida en mal estado, falta de ropa limpia y trastornos como depresión, según 17 testimonios presentados ante la justicia. Estos niños, de entre nueve y 17 años y en su mayoría procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, en algunos casos contaron que habían permanecido muchos meses dentro de estos centros para migrantes supervisados por el gobierno de los Estados Unidos mientras luchaban por vivir en estas condiciones, incluidos problemas para dormir por estar siempre en zonas con focos permanentemente encendidos o con llamadas muy poco frecuentes a sus familiares.

Los testimonios ofrecen una visión detallada de las condiciones dentro de esta red de refugios de emergencia erigidos apresuradamente por la administración del presidente estadounidense Joe Biden, para hacer frente a un fuerte aumento en el número de niños migrantes no acompañados que llegan a la frontera entre este país y México. En los últimos meses, los niños han sido trasladados más rápidamente de las atestadas estaciones de la Patrulla Fronteriza a los refugios como parte de los esfuerzos para conectarlos con familiares en otros lugares de Estados Unidos.

Los testimonios de los niños, registrados entre marzo y principios de junio, sugieren que la administración Biden, que ha prometido un enfoque más humano de la inmigración, en algunos casos no brindó una atención óptima a los niños. Aproximadamente 14,500 niños no acompañados están actualmente bajo el cuidado del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EEUU, frente a los 22,000 a fines de abril.

El HHS no estuvo disponible para realizar comentarios. En un testimonio, una niña de 13 años de Honduras dijo que había sido incluida en una lista de vigilancia de suicidios mientras estaba en un refugio de emergencia en Fort Bliss en El Paso, Texas. La niña, que había pasado casi dos meses en las instalaciones hasta el 4 de junio, dijo que fue separada de su padre cuando cruzó un río hacia Estados Unidos. «La comida aquí es horrible», escribió. «Ayer nos dieron hamburguesas, pero no pude comerlas porque había un olor fétido proveniente del pan … Realmente solo como trozos de hielo y zumo porque esa es la única comida en la que puedo confiar».

Según una investigación de la BBC hecha pública este miércoles, a través de entrevistas con el personal y los niños retenidos en el campamento de la base militar Fort Bliss en El Paso (Texas), en éste se suceden las acusaciones de abusos sexuales, brotes de covid, hambre o niños que deben esperar durante horas para ser atendidos por un médico cuando enferman.

De hecho, los niños que permanecen en Fort Bliss han rebautizado el centro como «ciudad covid», por el gran número de niños enfermos de coronavirus. «Cientos de niños dieron positivo», dijo un empleado que pidió permanecer en el anonimato porque el personal tiene prohibido hablar sobre esta cuestión.

La BBC recoge por ejemplo el caso de un joven de 15 años que fue liberado en mayo tras pasar 38 días detenido. Éste relató que contrajo el covid al poco de ingresar en el centro. «Cuando íbamos a pedir medicinas nos miraban mal y siempre se reían entre ellos«, dijo el niño, que prefirió permanecer en el anonimato.

Una niña guatemalteca de 14 años que fue detenida en un centro de emergencia en Houston en abril dijo que hacía mucho calor y que a menudo tenía sed. Relató que las niñas tenían que beber leche caducada cuando se les acababa el agua. Vio a ocho niñas desmayarse por el calor y la falta de agua, por lo que el personal del centro las llevó a un hospital cercano. Una niña de 17 años de Guatemala detenida en Fort Bliss describió haber dormido en una gran carpa blanca con unas trescientas niñas, en catres apilados uno encima del otro. Dijo que le costaba dormir debido al traqueteo que hacían las vigas metálicas de la carpa por la noche, según una declaración fechada el 28 de abril. Contó que hacía frío y que entraba suciedad en la carpa y que había tenido problemas para conseguir una cita con un psicólogo para hablar sobre su depresión. «Muchas de las chicas aquí lloran mucho», dijo. «Muchos de ellos terminan teniendo que hablar con alguien porque tienen pensamientos de matarse».

Un adolescente de 17 años de Honduras relató que dormía en un área grande en el centro de convenciones de Dallas, en la que le habían dicho que había 2.600 niños. «Me siento asfixiado por tener tanta gente a mi alrededor», dijo el adolescente en una declaración fechada el 29 de marzo. «No hay nadie aquí con quien pueda hablar sobre mi caso. Tampoco hay nadie aquí con quien pueda hablar cuando me siento triste. No hay nadie aquí; solo hablo con Dios. Me ayuda y lloro. Me ayudaría si pudiera tener una Biblia «.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2021/06/23/60d30603fc6c83a45c8b45cf.html

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EEUU: El Condado de King, en Washington, aprueba prohibir la Vigilancia con Reconocimiento Facial

Por: Red en Defensa de los Derechos Digitales/ Fuentes: r3d.mx

El condado de King, en el estado de Washington, aprobó el 1 de junio una prohibición para el uso de tecnología de reconocimiento facial en todos los departamentos del gobierno local, incluyendo la Oficina del Alguacil. Con esta acción, se suma a más de una decena de ciudades en Estados Unidos que han bloqueado el uso de esta tecnología.

La nueva medida prohíbe el uso de información que provenga del reconocimiento facial, la adquisición de esta tecnología e incluso que se pueda solicitar evidencia obtenida con estos sistemas, de acuerdo con The Seattle Times.

Para el Consejo del condado ─en el que se encuentra una parte importante de la ciudad de Seattle─ las principales razones para apoyar de manera unánime la ley fueron las preocupaciones en torno los sesgos raciales inherentes y a la violación al derecho a la privacidad de la ciudadanía.

“Creo que la tecnología levanta grandes preocupaciones, principalmente sobre su falta de precisión, sesgos demográficos, la invasión de las libertades civiles y la privacidad para todas las personas”, declaró la consejera Jeanne Kohl-Welles.

La ley ha sido alabada por sus cualidades, ya que es lo suficientemente amplia para cuidar los derechos de las personas y lo suficientemente específica para evitar que sea un obstáculo a la hora de investigar legítimamente los delitos. Además, contiene medidas de reparación en caso de que alguien sea objetivo del uso ilegal de esta tecnología.

Aunque en Estados Unidos, diversas ciudades como San Francisco, Oakland, Minneapolis y Portland, han prohibido en cierta medida el uso de esta tecnología, King es el primer condado ─conjunto de municipalidades─ en establecer una medida similar.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) en Washington celebró la decisión. “El movimiento para prohibir esta tecnología está creciendo a lo largo del país. Incluso cuando es 100 por ciento precisa, esta tecnología termina dañando de manera desproporcionada a comunidades marginadas”, expresó la organización.

Fuente: https://r3d.mx/2021/06/03/el-condado-de-king-en-washington-aprueba-prohibir-la-vigilancia-con-reconocimiento-facial/

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