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Reforma educativa y reproducción del capital: El ‘impasse’ del Estado mexicano

LaHaine/15 de julio de 2016/Por: Ivan Moreno y José Luis Ríos Vera

Uno de los caballos de batalla de la actual lucha magisterial ha sido vincular la Reforma Educativa como un proceso que apunta a la privatización de la educación y con ello asistir a la mercantilización de todo el tejido de la práctica educativa. Al interior del gremio es bien conocido el carácter laboral de esta Reforma. Dentro de estos dos sentidos se contemplan otros procesos que lo implican: la precarización del trabajo docente; el abandono y desmantelamiento del gasto vital en instituciones públicas (educación, salud) por parte del Estado; la ofensiva política hacia el desmantelamiento de la CNTE como órgano sindical no corporativo.

 

Leer más en: http://www.lahaine.org/mundo.php/reforma-educativa-y-reproduccion-del

 

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En las calles, no en las aulas: las movilizaciones magisteriales y la reforma educativa

México/14 de julio de 2016/Fuente y Autor: animmalpolitico/Marco Antonio Fernández

Hemos llegado a un punto en el que existe una coalición de facto entre la parte institucional del sindicato y la disidencia magisterial en contra de la reforma. Mientras tanto, las autoridades estatales poco han hecho para afianzar su correcta implementación y las autoridades federales –el secretario de Gobernación y de Educación- que deben resolver esta problemática aspiran a ser candidatos presidenciales. Sus acciones pasan por el tamiz de sus aspiraciones políticas y minan así su eficacia.

Escribo estas líneas a minutos del anuncio del acuerdo SEP – SNTE en donde se plantea un compromiso de la autoridad federal para revisar la forma en que se evalúan a los docentes y se reitera que se garantizarán los derechos adquiridos de los docentes, en particular a través del programa Carrera Magisterial. Aún no se precisa en qué consistirá la revisión de los instrumentos para la evaluación de los docentes, pero las demandas magisteriales sugieren que se abrirán espacios muy probablemente a la autoevaluación, a la evaluación de pares y de los directores.

Diversas movilizaciones magisteriales se han observado en al menos diez entidades del país, protestas que primero se observaron en las entidades donde la disidencia magisterial (CNTE) tiene su mayor influencia (Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México) y que posteriormente se extendieron a otros estados (Nuevo León, Jalisco, Yucatán, Morelos y Sonora).

Los comportamientos observados hasta ahora son consistentes con la historia contemporánea de movilizaciones, protestas, huelgas de docentes para resistir intentos de reformar al sistema educativo y en que la desinformación hacia los maestros por parte de sus liderazgos es una estrategia complementaria para descarrilar su implementación. Que si la reforma es privatizadora ya que se cobrarán cuotas obligatorias en las escuelas públicas del país. Que se venderán los libros de texto. Que si es una imposición internacional de la OECD –antes el culpable era el Banco Mundial. Que si es una reforma que despoja a los docentes de sus derechos laborales.

A estos argumentos se han sumado afirmaciones tales como que es una reforma también impuesta por el empresariado, quien en el fondo desprecia la educación pública. Asimismo, al igual que se ha observado en otros países que han hecho de la evaluación docente un elemento central para reformar a los sistemas educativos, la crítica ha enfatizado que esta reforma es punitiva y laboral pero no educativa.

La mayor parte de estas afirmaciones son falsas o verdades a medias. En las protestas y descalificación sobre la reforma se olvida convenientemente los vicios que han caracterizado ya por muchos años al sistema educativo. El talón de Aquiles del sistema educativo nacional no es sólo la baja calidad y la inequidad de acceso a oportunidades educativas. Ambos son problemas mayúsculos de la educación en nuestro país. Sin embargo, estas problemáticas son a su vez consecuencia en gran medida del principal problema nacional y en el que la educación no es una excepción: el cáncer de la corrupción.

Es la corrupción la que ha distorsionado la forma en que se ha seleccionado a un número importante de docentes en nuestro país. Lo que tendría que ser la profesión de mayor prestigio social, dada su alta responsabilidad para la formación de niños y jóvenes, se ve seriamente cuestionada por prácticas de corrupción en la que hasta hace muy poco se consideraba como un derecho de los docentes heredar y vender sus plazas magisteriales, sin importar el perfil de quienes ocuparan estas nuevas posiciones como docentes. La corrupción permitió que por muchos años se convirtiera en un derecho para todo aquel que estudiara para maestro la garantía de una plaza en el sistema público de educación nacional.

Con corrupción se podía avanzar con mayor celeridad en el escalafón magisterial para convertirse en director, supervisor, asesor técnico pedagógico. Era una cuestión de tener los contactos adecuados dentro del sindicato magisterial, aceptar muchas veces cuotas ilegales (mordidas) para confirmar el otorgamiento de dicha posición. La conexión y no el mérito es lo que reiteradamente importaba para aspirar al crecimiento en el escalafón magisterial. La corrupción pervirtió Carrera Magisterial, un programa que desde 1993 otorga incentivos económicos sustantivos a los docentes (del 36 al 294 por ciento de incremento sobre el salario base magisterial) y que en su origen buscaba reconocer a los mejores docentes pero que el sindicato logró capturar rápidamente para que, mediante comisiones evaluadoras controladas por él, distribuyera el acceso al programa, convirtiéndolo en un instrumento eficaz para afianzar la disciplina de sus miembros.

La corrupción hizo que las evaluaciones que tenían que hacer los directores de las escuelas a los docentes que aspiraban a Carrera Magisterial, derivaran en ejercicios en los que nuevamente el mérito poco importaba, sino que la lealtad, el contubernio y pagos ilegales garantizaron excelentes “resultados” a todo aquel individuo evaluado por su director. La corrupción y los servicios político electorales explican que las autoridades federales y estatales desde hace mucho tiempo cedieran al sindicato magisterial (tanto institucional como a su disidencia) posiciones claves de la gobernanza de los sistemas educativos a lo largo del país. De ahí que un número importante de secretarios de educación, subsecretarios de educación básica, directores generales de primarias y secundarias, coordinadores de Carrera Magisterial, asesores técnico pedagógicos y un largo etcétera fueran seleccionados con base en sus vínculos sindicales y no sus méritos académicos y de desempeño como docentes. La corrupción permitió el pago ilegal a miles de personas que cobraron como maestros pero que desempeñaron funciones ajenas al aula tales como trabajo político para su sindicato o, mediante doble salario, el ejercicio de cargos de representación popular.

En la amnesia selectiva de quienes se oponen a la reforma educativa no hay espacio para reconocer que hasta 2013 no teníamos una idea de cuántos docentes existían en el país porque, bajo una mala descentralización parcial en 1992, los estados asumieron a medias responsabilidades educativas en los que también inflaron la nómina magisterial para financiar, a partir de transferencias federales educativas, rubros ajenos al propósito educativo que incluyeron hasta el financiamiento de campañas electorales.

En este contexto, y pese precisamente a movilizaciones magisteriales importantes, el Congreso aprobó en diciembre de 2012 y en 2013 una serie de cambios constitucionales y legales para ir cambiando paulatinamente el sistema educativo. En su implementación ha habido diversos errores que ponen en peligro su viabilidad.

Las marchas, plantones y demás acciones disruptivas son el viejo instrumento del magisterio para extraer concesiones de la autoridad, ya que desde hace tiempo atrás aprendieron que son en las calles, y no en el aula como buenos docentes, como se pueden lograr privilegios, canonjías y mejores prestaciones laborales. Es así como lograron que diversos gobernadores les autorizaran aguinaldos que en promedio ascienden a 45 días aunque hay secciones sindicales que tienen hasta 120 días. Fue así como lograron el reconocimiento de prestaciones que resultan inverosímiles como el pago por cambio de gobierno (el denominado pago sexenal) o mediante las que garantizaron incentivos tales como pago por puntualidad.

La abundancia de los presupuestos educativos se multiplicó a la par que persistieron problemas serios de calidad educativa, tal y como han demostrado múltiples pruebas nacionales e internacionales que revelan problemas graves en el aprendizaje de nuestros niños y jóvenes. El censo educativo –que ordenó la reforma educativa- confirmó problemas sustantivos en la infraestructura educativa con carencias en miles de escuelas de mobiliario escolar, agua potable, suelos firmes, techos y paredes adecuadas, etc.Nuevamente la corrupción comprobó que no hay presupuesto que alcance para atender lo que debería ser la prioridad nacional por excelencia: la educación de calidad con equidad de oportunidades. Quizá por eso la disidencia magisterial en Oaxaca se opuso a que el personal del INEGI levantara dicho censo educativo, pues se confirmarían muchas de las irregularidades administrativas del sistema educativo de aquel estado.

Hace tiempo que los líderes sindicales entendieron que las protestas y huelgas causan malestar a los ciudadanos, en primer lugar, afectando a los padres de familia que tienen que encontrar qué hacer con sus hijos cuando su escuela cierra. Y que ese malestar juega a su favor para negociar con la autoridad. Por ello, el ausentismo magisterial no es para el liderazgo de los docentes una preocupación con repercusiones negativas para el aprendizaje de los alumnos, sino un instrumento efectivo de presión sobre las autoridades. De ahí que, disposiciones como el artículo 76 de la ley del servicio profesional docente que contempla el despido de todo aquel docente que falte, sin causa justificada más de tres ocasiones consecutivas, resulta a los ojos de dichos liderazgos una violación de sus derechos adquiridos.

A esto se agrega una larga lista de omisiones, concesiones y errores de las autoridades educativas federales y estatales en la implementación de la reforma educativa, acciones que han terminado por afianzar la oposición de un número importante de maestros en contra de dicha reforma. Destaca laincapacidad de la autoridad para explicar el contenido de la reforma y atajar con eficacia los argumentos falaces del liderazgo magisterial –en particular de la CNTE- sobre la supuesta intención privatizadora de la reforma. A ello se suma que la autoridad no ha querido entender que la transparencia es una aliada imprescindible –no la única, pero si de las más importantes- para combatir la herencia de corrupción al interior del sistema educativo. Al no transparentar las listas de prelación para garantizar que los individuos con las mejores evaluaciones sean verdaderamente quienes alcancen su entrada al servicio profesional docente y que sean los mejores evaluados los que se conviertan en directores, supervisores y asesores técnico-pedagógicos, las autoridades han cedido espacios a la discrecionalidad de las viejas prácticas de corrupción y han contribuido a mermar la credibilidad entre los maestros sobre la reforma.

Cuando miles de docentes –con escepticismo cauteloso- comenzaban a tratar de creer en la reforma, la autoridad toleró primero el pago ilegal de los denominados comisionados sindicales (al menos 2237 documentados hasta febrero de este año) y luego, ante la presión de la sociedad que ha denunciado dicha ilegalidad, “regresó” a dichos comisionados a las escuelas como subdirectores administrativos en el programa de escuelas al centro. Dichos subdirectores, además -de cumplirse lo anunciado en febrero por la SEP en el marco de dicho programa- tendrán control sobre recursos que llegarán directamente a las escuelas. Los antecedentes de haber ocupado plazas magisteriales de forma ilegal hacen muy difícil creer que sean las personas ideales para ocupar plazas, que además, de acuerdo con la ley del servicio profesional docente se tuvieron que haber concursado. El escepticismo magisterial sobre el valor del mérito como medio para ascender en el escalafón docente ha sido reforzado por estas acciones tanto de las autoridades federal como estatales.

Para que la evaluación docente tenga un propósito educativo es imprescindible que a partir de los diagnósticos que detecte de fortalezas y debilidades, todos los maestros tengan cursos de formación consistentes con sus resultados. Lamentablemente –y reconociendo su complejidad técnica- los informes individualizados que han recibido los docentes son muchas veces poco claros. Dicha información es vital para que los maestros puedan, con ayuda de los asesores técnico pedagógicos, seleccionar los cursos que ofrece la autoridad para mejorar su formación. No es claro que “los trajes a la medida” que el secretario Nuño les prometió a los docentes, tengan las dimensiones adecuadas para atender sus necesidades de formación y capacitación.Además, las autoridades estatales tienen la obligación de brindar tutorías a todos los docentes nuevos que ingresaron desde 2014 al servicio profesional docente. Lamentablemente tanto por incapacidades técnicas como por razones de negligencias, diversos estados no han cumplido adecuadamente con esta obligación.

Ha complicado aún más la situación un error elemental de la autoridad federal. Hace 23 años, justo a los inicios de Carrera Magisterial, el gobierno federal –nuevamente para lograr paz en las calles después de diversas marchas contra la reforma educativa de 1992- le brindó al sindicato magisterial un derecho: que cada año cuando se negocie el aumento salarial, éste no sólo se aplique al salario base, sino también a los incentivos de Carrera Magisterial y que se tomen en cuenta para el cálculo del aguinaldo y demás prestaciones laborales. La ley del servicio profesional docente contempla en su artículo 11 transitorio que, al sustituir Carrera Magisterial por el Programa de Promoción en la Función por Incentivos, todos los derechos adquiridos por el personal que ya cuenta con Carrera Magisterial serán respetados. No obstante, al aplicar el aumento salarial de este año, en un primer momento, la autoridad sólo lo hizo sobre el salario base bajo la interpretación que Carrera Magisterial debe ser considerada un programa de incentivos y no como salario. Esto provocó que diversas secciones institucionales del sindicato, emulando a sus compañeros de la disidencia, fueran a las calles para exigir sus pagos.

Así hemos llegado a un punto en el que existe una coalición de facto entre la parte institucional del sindicato y la disidencia magisterial en contra de la reforma. Mientras tanto las autoridades estatales, pese a decir en el discurso que apoyan a la reforma educativa, poco han hecho para afianzar su correcta implementación. Las autoridades federales –el secretario de Gobernación y de Educación- que deben resolver esta problemática aspiran a ser candidatos presidenciales. Sus acciones pasan por el tamiz de sus aspiraciones políticas y minan así su eficacia.

Y lamentablemente, en toda esta discusión, los objetivos primarios de lograr resolver los problemas de calidad para brindar a nuestros niños y jóvenes la mejor educación posible, así como el corregir los problemas de inequidad de oportunidades educativas, han pasado a un segundo plano. Hay demandas legítimas del magisterio que, de atenderse, podrían rescatar los esfuerzos a favor de la calidad educativa, pero es necesario reconocer que resulta muy difícil un resultado así cuando dichas demandas simultáneamente esconden prácticas de corrupción que se resisten a desaparecer pero que retóricamente se presentan como demandas educativas y laborales. Espero estar totalmente equivocado, perouna vez más pareciera que son las calles y no el esfuerzo en las aulas lo que garantiza el éxito como docente a costa de las oportunidades educativas de nuestros estudiantes y con un costo mayúsculo para todos como mexicanos.De ser así, la derrota no sólo será del gobierno, sino fundamentalmente de la sociedad.

Fuente: http://www.animalpolitico.com/blogueros-el-blog-de-mexico-evalua/2016/07/14/en-las-calles-no-en-las-aulas-las-movilizaciones-magisteriales-y-la-reforma-educativa/

Imagen: https://i.ytimg.com/vi/ahItAVjz4Uc/maxresdefault.jpg

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La crisis de autoridad y la reforma educativa

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

La estrategia gubernamental ante los maestros busca detener un levantamiento civil y, al mismo tiempo, trazar una salida pactada al conflicto. La moneda de cambio que ya ofrecen en la Segob a la CNTE es frenar el despido masivo de maestros. Todo, sin tocar la reforma educativa. Los profesores tendrán que decidir si aceptan o siguen en una lucha que está aglutinando a los sectores desposeídos del país.

Lo que se mostró en las pasadas elecciones fue una manifestación de hartazgo, de repudio al partido político en el poder y a la forma en cómo éste ha conducido a la nación, a sus políticas antidemocráticas y medidas regresivas de los alcances populares que se habían logrado en los procesos históricos del siglo XX, mismos que constituyeron cierta estabilidad en la vida de los ciudadanos.

La alternancia partidista que la oligarquía mexicana pactó en varias entidades del país, tenía como objetivo canalizar el descontento social hacia la jornada electoral, pero sin poner en riesgo sus intereses, de ahí que se generaran expectativas de cambio, que finalmente favorecieran la alianzas entre la misma derecha proneoliberal.

Se trataba de desviar o evitar un posible levantamiento social de alcances nacionales, que atentara contra la viabilidad del proyecto oligárquico impuesto a través de las reformas estructurales, el cual ha puesto en marcha el desmantelamiento de la soberanía económica, energética, territorial, educativa y política de México.

En este ambiente, si bien un sector del magisterio disidente tuvo una participación relevante, incluso colectiva y organizada, en favor de la izquierda progresista que se manifestó por echar abajo la reforma educativa, no agotó en la vía electoral sus posibilidades de lucha contra esta medida; la lógica inherente a los maestros continúa desde el terreno político, por la vía no institucional, sino de la movilización social.

Sin embargo, la lucha magisterial agudizó la crisis de hegemonía en el sistema político mexicano, no sólo porque debilitó al partido gobernante o porque ha cimbrado sus principales figuras presidenciables; también evidenció su incapacidad para generar un clima de gobernabilidad en medio de diversos conflictos sociales que ellos mismos dejaron crecer.

Las demandas por la estabilidad laboral que encabeza la CNTE, y que por supuesto son legítimas, han visibilizado otras inconformidades que no aparecían en el escenario político; detrás de la respuesta represiva al magisterio se dejan ver los proyectos de privatización, eso avispa a todos los actores educativos y a la misma sociedad civil, unas veces en la manifestación social y otras en formas de solidaridad que garantizan las condiciones de lucha por la defensa de la escuela pública; entonces, junto a las muestras masivas de movilización popular, también hay una red de inconformidad que deposita en los maestros, más que en los partidos políticos, sus anhelos de tener una vida mejor.

Un elemento que aparece en este ambiente de descontento generalizado y que hace crisis no sólo en el partido hegemónico sino en todo el sistema de partidos, se refleja en los procesos de organización de gobiernos populares que han encontrado fortaleza en el movimiento magisterial, los cuales advierten en la desfiguración del estado mexicano y sus desgastadas estructuras de poder, así como en sus fallidas políticas antidemocráticas, la necesidad de desconocer los gobiernos locales y, en su lugar, edificar formas de poder emanadas desde la voluntad colectiva.

Nochixtlán no ha sido el único caso en medio de este conflicto, en el que se haya decidido conformar poderes alternos; en varias poblaciones de Chiapas, donde los maestros tienen fuertes raíces, las comunidades indígenas que decidieron respaldar a sus profesores y encabezar las más radicales acciones de presión contra la reforma educativa, ya discutían o habían iniciado la conformación de autonomías.

La idea de crear gobiernos autónomos más allá de las geografías locales hasta escalar a nivel estatal, se hace posible para las comunidades chiapanecas en la medida en que las movilizaciones magisteriales y populares son tan nutridas y de tal magnitud que potencializan una respuesta organizativa mayúscula capaz de derrocar al gobierno de Velasco, pero que ha sido contenida con las fuerzas represivas federales que han ensayado ahí y en Oaxaca la cara más dura de la dictadura en México.

En esta crisis política, el gobierno mexicano ha optado por el endurecimiento de su postura, siempre negativa a derogar o siquiera modificar la reforma educativa. Prefiere provocar un preámbulo violento que le permita un margen muy estrecho para ceder ante una eventual negociación con el movimiento magisterial y popular que no toque los principios de ninguno de los pilares de su proyecto neoliberal.

La masacre de Nochixtlan; la criminalización, persecución y encarcelamiento de los defensores de la educación pública; el uso constante de toda la logística contrainsurgente por parte de los cuerpos policíacos y militares para combatir a los maestros y los brotes de rebelión popular, pero también la represión administrativa traducida en despidos y descuentos salariales indiscriminados a los trabajadores de la educación, son escenarios maquinados por el Estado.

La estrategia gubernamental se propone, en primera instancia, detener la amenaza de un levantamiento civil y, en segundo plano, trazar una salida pactada al conflicto magisterial sin tocar la reforma educativa, pero ofertando en la mesa de diálogo ponerle un freno a su plan de aniquilamiento masivo y selectivo contra la CNTE como moneda de cambio.

Son tiempos de decisiones difíciles para las y los maestros mexicanos; por ello tendrán que optar por una salida que les permita resolver en el corto plazo la estabilidad de su relación laboral, sostener la confianza en que la lucha organizada es el camino para que ningún trabajador sea excluido del sistema educativo por culpa de una ley injusta. Además, deberán caminar en la ruta de la organización multilateral con la sociedad harta de políticas fallidas, trabajar en la construcción de un consenso mayoritario que eche a los neoliberales del poder sin perder su independencia política y encausar los procesos que empujan desde abajo la ruptura con un estado que suplanta la voluntad popular.

  • Articulo tomado de: http://www.voltairenet.org/article192765.html
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Exhortan al gobierno federal a que prohíba el matrimonio infantil en México

México/14 de julio de 2016/Fuente: regeneración

“El matrimonio infantil limita el acceso a la educación, servicios médicos, incrementado el riesgo de muerte materna y las condiciones de abuso y explotación en el trabajo infantil para las niñas”

Regeneración, 13 de julio de 2016.- A través de una petición en el sitio Change.org, más de 6 mil personas exigen al gobierno federal que elimine el matrimonio infantil en territorio nacional pues es una “grave violación a los derechos de la infancia que se agudiza en algunas entidades en las que se ha naturalizado bajo ‘usos y costumbres’, que en realidad constituyen prácticas patriarcales y que afectan el pleno desarrollo de las niñas”.

Argentina Casanova inició la petición a nombre del Observatorio de Violencia Social y Género en Campeche y al día de hoy suma 6 mil 811 firmas.

En el texto de la petición se expone que el matrimonio infantil violenta los derechos de las niñas pues las priva de educación, salud y planes a largo plazo. Además que las mantiene en “una cadena de empobrecimiento, explotación y abuso contra las mujeres desde temprana edad.”

“El matrimonio infantil limita el acceso a la educación, servicios médicos, incrementado el riesgo de muerte materna y las condiciones de abuso y explotación en el trabajo infantil para las niñas. En México, según registros oficiales, en el 15% de los matrimonios celebrados en 2011 participaron niñas de entre 12 y 18 años”.

Por ello, el Observatorio de Violencia Social y de Género en Campeche exhorta a todos los gobiernos estatales, a las Comisiones de Igualdad de los Congresos de los Estados, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para que se prohíba en el código civil, toda dispensa que permita el matrimonio entre menores en México, así como solicita la armonización de las leyes secundarias que garanticen dicha norma.

Las firmas, serán enviadas al presidente de la república; Enrique Peña Nieto, presidenta de Inmujeres; Lorena Cruz, gobernador del Estado de Quintana Roo; Roberto Borge, gobernador del Estado de Veracruz; Javier Duarte, gobernador del Estado de Oaxaca; Gabino Cué, gobernador del Estado de Chiapas; Manuel Velasco Coello y al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Luis Raúl González Pérez.

“Hemos reunido 5,000 firmas gracias a tu apoyo, podemos lograr más y demostrar que en México sí nos importan las niñas. Envía a tus contactos, comparte, difunde en tu muro, hagamos tanto ruido que todo mundo sepa que no queremos que más niñas sigan siendo víctimas de la explotación y el abuso. #MéxicoSinMatrimonioInfantil”, escribió la creadora de la petición.

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Escuelas rurales de México, marginadas y lejanas a la reforma educativa

México/14 ulio 2016/ Fuente: Zócalo Saltillo

La maestra escribe en el pizarrón fracciones matemáticas mientras los muros de lámina del salón de clases se cimbran al soplar el viento. Con sus lápices astillados, los alumnos de esta humilde primaria toman nota, esperando convertirse en los futuros intelectuales, doctores y futbolistas de México.

Sin sanitarios, patio pavimentado, agua potable o computadoras, la escuela pública Adolfo López Mateos acoge a 114 alumnos de distintas etnias indígenas de Oaxaca.

Felipa, que a sus diez años cursa el cuarto grado, camina cotidianamente durante una hora por empinados senderos de lodo, con la mochila al hombro y el estómago vacío, para llegar a esta primaria ubicada en la comunidad de Zaachila, a las afueras de Oaxaca capital.

En esta región, miles de maestros se oponen virulentamente a la reforma educativa promulgada en 2013 que, según el presidente Enrique Peña Nieto, busca disminuir la profunda brecha de desigualdad, en un país donde cerca de la mitad de los alumnos de 15 años no alcanza competencias básicas en ciencias, lectura o matemáticas, según un informe de 2012 de la OCDE.

Cuando sus maestros no están en marchas y protestas, Felipa recoge sus cabellos negros en una coleta, se pone su camisa blanca y sus zapatitos negros para ir a la escuela, ubicada frente a un gigantesco vertedero de basura.

“Sí me gusta estudiar. Quiero escribir muchas cosas para ser maestra. O mejor pintora”, dice a la AFP esta tímida niña de ojos rasgados, mientras garabatea en su cuaderno.

Felipa, cuya familia subsiste gracias al empleo de su madre como lavandera de ropa, piensa que su escuela “sí es bonita” aunque sólo cuente con dos aulas de concreto -las otras cuatro son de lámina- y tenga, en vez de sanitarios, dos letrinas cavadas en la tierra a las que de cuando en cuando se les vierte cal para disimular el hedor.

Con multitudinarias marchas, los maestros se oponen a la nueva ley educativa, por considerar que las evaluaciones que estipula no toman en cuenta las especificidades de zonas indígenas y rurales.

El 11% de las escuelas mexicanas no tiene baños, una porcentaje que alcanza el 30% en el estado de Oaxaca y sus vecinos Chiapas y Guerrero, según el ministerio de Educación.

Una teoría inaplicable

Mariela Bautista, una dinámica joven de 28 años, hace las veces de maestra y directora de la primaria de Felipa.

Ante la indiferencia del Estado, debe cobrar a los padres de familia una cuota -para muchos impagable- de 150 pesos anuales para pagar la luz eléctrica, impresiones de los exámenes o marcadores para el pizarrón. Cuando no recolecta lo suficiente, saca de su bolsillo.

También debe pedir a las madres que hagan el aseo de la escuela y preparen los desayunos que, por cinco pesos, son servidos a los niños.

“No estoy trabajando dignamente porque no tengo las condiciones que debo tener. Pero aun así, estoy con la frente en alto y quiero sacar mi trabajo. Amo a mis niños, amo mi carrera, y el gobierno no puede venir a pisotearnos más”, dice Bautista, que se rehúsa a presentar los exámenes gubernamentales.

“La teoría de esos exámenes no se puede pasar a la práctica que nosotros tenemos. Los pedagogos hablan de una conexión entre padres de familia, niños, maestros y sociedad. Y aquí toda la responsabilidad es de nosotros”, argumenta, al explicar que la mayoría de los padres no tienen recursos para vestir y alimentar a sus hijos, y que no pueden ayudarlos con las tareas por ser analfabetas.

Además, los nuevos libros de texto remiten constantemente a sitios internet, algo incompatible en una escuela donde el Estado no paga la electricidad y no hay una sola computadora, subraya.

La polémica reforma impulsa el proyecto “Escuelas al 100”, que presume ser la mayor inversión en infraestructura educativa, con unos 2,7 millones de dólares.

Ilusionada, Bautista pidió aulas de concreto para su escuela, pero desistió cuando supo que el gobierno las cobraría.

“Nos piden una hipoteca que los papás van a tener que pagar”, explicó, al asegurar que pensará “dos veces” antes de pedir al gobierno que mejore las condiciones de sus enclenques aulas.

“Cuando el viento sopla, trae mareas de un aire fétido por el basurero de enfrente; en invierno, las manos nos tiemblan en los salones de lámina y no podemos ni escribir; en verano se siente el bochorno horrible y en época de lluvia se inundan de lodo”, relata.

En el patio, Felipa enfunda de nuevo su mochila antes de iniciar la caminata de regreso a casa.

“Hoy aprendí las fases de la Luna. Ahora voy a ayudar a mi mamá”, dice sonriente, mientras se aleja arrastrando sus zapatitos negros sobre el lodo.

Fuente: http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/escuelas-rurales-de-mexico-marginadas-y-lejanas-a-la-reforma-educativa-1468

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Esta no es una reforma educativa, es laboral: Profesor

Por: Denisse Pérez Antonio

Jesús Hernández es profesor rural desde hace 32 años, su vida ha transcurrido en las comunidades alejadas, donde se ha percatado del olvido que las autoridades tienen con la educación. Ahora, se muestra inconforme con la Reforma Educativa por diversas razones.

De la escuela normala los pueblos

Egresado de una de las escuelas rurales normales del país, fue como Jesús se aventuró a la enseñanza, llegando hasta lugares en los cuales tenía que viajar hasta 18 horas o simplemente adentrarse en su lugar de trabajo hasta que pasara el transporte o surgiera una emergencia.

«En la normal nos preparan para ser maestros, la vida es dedicada para ir a las escuelas rurales, todos los enfoques y contenidos eran para eso», señala que en la práctica y la teoría se fue dando cuenta de las necesidades de las escuelas, por lo que aprendió a innovar y generar soluciones para que la educación de los niños fuera buena.

«A mí me envían a Huatla de Jiménez, eso para mí era tan lejano, hace 32 años, cuando el guajolotero se hacía 18 horas para llegar ahí, a un territorio desconocido lleno de niebla y llegando todavía tenía que caminar hasta mi escuela», señala el profesor rural.

Jesús Hernández afirma que su labor como maestro, no sólo se enfoca en la enseñanza, sino que se vuelve en un representante de la comunidad, «el maestro rural se convierte en gestor de las escuelas, en gestor de electricidad y en todas las problemáticas que vive la comunidad, me tocó venir hasta la ciudad a pedir luz y aulas en la escuela».

Cuestiones de extrema pobreza, mala alimentación y rezago en general fueron contextos en los que se acostumbró a vivir, rescata que ayudar en una buena forma, pero nunca es suficiente por las grandes necesidades que aún las autoridades no han solucionado.

Después por 12 años, se cambió a la Sierra Juárez, en donde la situación era la misma, sólo que en este caso la participación de los pobladores es más activa y preocupada por sus instituciones, «si tú no te involucras te conviertes en un maestro que no sirve», dice recordando su carrera laboral de más de tres décadas.

Luego de 22 años como maestro logra instalarse en la ciudad, con triunfos y sobrellevando los fracasos como las carencias de las comunidades.

Hay dos realidades que le ha tocado ver, en primera las condiciones de desigualdad entre niñas y niños, ya que ellas tienen el camino del matrimonio y ellos el de la migración a los Estados Unidos. Contextos que aún permanecen ciegos en la educación.

«La educación está muy abandonada»

En los diversos pueblos que le tocó vivir, tienen variables comunes: faltan servicios básicos, carencias alimenticias en las familias y los largos tramos para llegar a la escuela, «el reclamo más grande es el abandono que tienen las comunidades rurales».

«En la Sierra las personas se preocupan mucho por la escuela, municipio, cancha y la iglesia, son cuatro cosas que las comunidades tienen muy bien cuidadas, pero no es por el Gobierno del Estado, es por su trabajo, por el tequio, colaboran mucho para tener esas cuatro instituciones dignas».

A su llegada a la ciudad, explica que esperaba encontrar mejores condiciones, sobre todo, porque su centro de trabajo está en el corazón del Centro Histórico y forma parte de uno de los edificio más antiguos, «estoy en la ciudad y es lo mismo, aquí los padres colaboran más económicamente, pero de no hacerlo, no se pintaría la escuela, los muebles tienen más de 30 años».

Lo que rescata la apariencia visual de la escuela es la aportación de los padres y su disposición por mejorar el contexto de los alumnos.

«Hay un abandono del Gobierno del Estado y del Gobierno Federal, realmente no profundizan o no vienen a ver cuáles son las carencias».

La Reforma no es educativa, es laboral

«Esta reforma no es educativa, es netamente laboral, los contenidos de los libros no se han cambiado, tiene que ser una reforma que abarque los contenidos, para eso nosotros dimos una propuesta que se llama PTEO».

Explica que esta reforma educativa no es un consenso sino una imposición, donde las partes afectadas serán principalmente los niños, padres y maestros.

Ante la posible privatización, explica el profesor que las escuelas al 100, no son lo que parece, «son la transferencia de recursos públicos al sector empresarial, los estados hipotecan sus recursos por 25 años a favor del Banco Invex y se integran consejos de participación social».

Los recursos a las escuelas ascienden entre los 200 a 500 mil pesos del Fondo de Aportaciones Múltiples, pero según investigaciones del magisterio indica que estos certificados de infraestructura nacional exigen el resguardo de documentos originales de propiedad, con la intención de apropiación en caso de no cumplir con los acuerdos estipulados.

¿Qué opina del descontento social?

El maestro Jesús explica que las opiniones de descontento de la sociedad civil oaxaqueña son respetadas, señala y comprende que tal vez en este momento las acciones del magisterio no son las mejores ni aceptadas, pero que en un futuro quizá sean comprendidas.

Por ahora, los padres de familia de su centro de trabajo están de acuerdo con las movilizaciones.

Ahora, prevalece el sentimiento de impotencia y la falta de atención esto por los hechos ocurridos en Nochixtlán.

Disponibles a propuestas

El maestro destaca que es vital la participación para la construcción de un modelo educativo actualizado y sobre todo acorde a las necesidades de los niños, «entre todos debemos dar propuestas para construir un modelo de educación, nosotros tenemos disposición, por eso los padres no nos renegaron el apoyo».

No teme a la evaluación, porque se ha evaluado por años, se ha capacitado y ha demostrado que tiene la capacidad intelectual para ser docente, pero no está de acuerdo con las acciones institucionales, «no nos estamos negando a evaluarnos, por eso en el PTEO mencionamos una evaluación más completa».

Fuente: http://imparcialoaxaca.mx/especiales/brH/esta-no-es-una-reforma-educativa-es-laboral-profesor

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Hacia dónde va Amnistía Internacional México

México/14 julio 2016/Autor: Zósimo Camacho/Fuente: Red Voltaire

Amnistía Internacional es una prestigiada organización global con presencia en más de 150 países. Defiende derechos humanos generalmente en contextos adversos y ante regímenes autoritarios y situaciones de violencia extrema. Su trabajo ha servido para promover el respeto a los derechos humanos de millones de personas y documentar la violación de los mismos por parte de quienes abusan del poder (legítimo o de facto) y de quienes buscan despojar o imponerse por medio de la brutalidad. Su trabajo le ha ganado el respeto y el reconocimiento prácticamente en todo el mundo.

La Sección México de este organismo no gubernamental ha acompañado innumerables casos de presos políticos, víctimas de desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales y víctimas de uso desproporcionado de la fuerza. También ha preparado informes en los que se señala puntualmente cuál es la situación real de los derechos humanos en este país. Su informe más reciente, Sobrevivir a la muerte: Tortura de mujeres por policías y fuerzas armadas en México, es un ejemplo de los serios documentos que elabora.

Por ello, preocupa lo que desde hace meses ha venido ocurriendo en esa oficina y que podría derivar en que finalmente sea domesticada por el gobierno mexicano.

Su actual director, Perseo Quiroz Rendón, se apresta a dejar el cargo en medio de cuestionamientos internos –tanto del personal a su cargo como de la membresía– por lo que integrantes de la sección mexicana consideran un desempeño contradictorio y, peor, por querer conducir a la organización no gubernamental como si fuera una empresa privada.

Quiroz Rendón se va (en diciembre, según lo anunció en la Asamblea celebrada el pasado 2 de julio), pero deja un nuevo organigrama (una nueva estructura) de la oficina en México de Amnistía Internacional y también nuevos reglamento y estatuto que regirán de ahora en adelante la vida de la organización en este país.

De entrada, los cambios en la normativa tienen como fin adquirir ante el gobierno mexicano el estatus de “donataria”. Lo anterior, aunque la organización no desempeñe actualmente las funciones de las instituciones con dicho estatus: tutelar derechos de menores, la readaptación social de personas que han llevado conductas ilícitas y, entre otras, capacitación para el trabajo.

Las repercusiones de estos cambios también son del orden de la transparencia y la rendición de cuentas: no obliga a la presentación de informes anuales por parte del Comité Directivo ni de la Dirección Ejecutiva ante la Asamblea General y abre la puerta para que ahora reciba financiamiento de oficinas de gobierno. Hasta ahora, Amnistía Internacional sólo recibía dinero de instituciones oficiales para educación en derechos humanos y siempre y cuando dichos recursos no excedieran del 20 por ciento de su presupuesto. En la redacción del nuevo estatuto no se impone un fin ni un límite para la “cooperación técnica y económica” de instituciones “oficiales”.

También es clara la discrecionalidad que se otorga a la Dirección Ejecutiva y al Comité Directivo para modificar el patrimonio y las maneras de obtenerlo. Toda la membresía queda fuera de esta decisión, pues ya no será necesario para ello convocar a una asamblea extraordinaria. Incluso tampoco será obligatorio para estos organismos directivos presentar en asamblea el presupuesto anual de la institución.

Además, la política de cuotas se sustituye con una “política de donaciones”. Así, quienes antes aportaban su cuota y con ello adquirían derechos, ahora aportarán donaciones, las cuales son voluntarias y no generarán para quienes aporten la capacidad de incidir en el rumbo que tome la organización. Las donaciones también existían, pero se trataba de recursos extra y había una clara diferencia entre cuotas y donaciones.

Todo parece indicar que los cambios en Amnistía Internacional tienen dos objetivos: 1) proporcionar al gobierno mexicano mecanismos de presión y herramientas para exigir “rendición de cuentas” a una organización que le ha sido incómoda; y 2) enfocar los esfuerzos de la oficina en la captación de dinero, mediante asesorías, capacitaciones y cooperaciones técnicas y económicas con empresas privadas e instituciones públicas. En este último punto, la actual dirección ya había intentado celebrar convenios con algunos gobiernos, como el de Morelos. Alguna vez ya le tuvieron que decir a un entusiasta Perseo Quiroz que la normativa entonces vigente no le permitía celebrar acuerdos como el que ya había pactado con Graco Ramírez… Y hasta las fotos del director de Amnistía Internacional México con el gobernador de Morelos tuvieron que bajar de las redes sociales.

Como corolario, los cambios aprobados en la sección mexicana de Amnistía Internacional se aprobaron con alrededor del 2 por ciento del total de la membresía. Desde hace años, la participación no pasa del 3 por ciento. Los mismos toman las decisiones siempre, lo que ha derivado en que la organización pierda la identidad que, supuestamente, se marca desde el nivel internacional.

Esperemos que la oficina mexicana de Amnistía Internacional supere las crisis internas y siga siendo un referente de la promoción y defensa de los derechos humanos en este país. Organizaciones fuertes e independientes vaya que hacen falta en una nación tan desigual y con tales niveles de impunidad como México.

Fragmentos

Todo parece indicar que la activación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como contrapeso a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) no sólo será a través de las “mesas de diálogo”. Buscarán movilizar y enfrentar a maestros con maestros. Eso es jugar con fuego; pero así están de desesperados en el gobierno federal ante el apoyo social que han generado los profesores movilizados.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article192816.html

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