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En México se entregan varios millones de certificados desde primaria al doctorado

Por: Pedro Echeverría

 

  1. Alguien decía: “La escolaridad es un asunto de papeles para obtener un grado, un trabajo o para inflar cualquier estadística gubernamental. La educación es radicalmente otra cosa: jamás requiere papeles porque se demuestra a diario sin engaños o falsedades”. La sabiduría se demuestra en el servicio y la solidaridad con los explotados y oprimidos; los grados certificados de escuelas y universidades, al contrario, se ejercen desde los centros escolares, el gobierno y el empresariado. Por ello se pueden repartir diplomas, certificados desde la primaria hasta el doctorado, pero ello no es educación ni sabiduría; sirve sólo para gritar ante el mundo una gran falsedad: que México es un país de 12 grados de estudio cuando apenas se encuentra en tercero de primaria o menos. Esa es la realidad que nadie puede tapar, a pesar de tener colgado un título en lo alto del hogar.
  2. El presidente Peña Nieto explicó en Yucatán: “Le estamos poniendo auténticamente un motor turbo, acelerando el trabajo para lograr prácticamente el doble de certificados de los que se hicieron en los pasados 12 años. Sólo en 2016 el propósito es certificar a 1.5 millones de adultos y a la fecha van ya 500 mil. Al término del sexenio se prevé tener certificados a 6 millones de adultos en educación básica”. Provenientes de varios municipios del estado, los “acreditados” fueron acarreados incluso en ambulancias (de traslado de enfermos) para acudir a la concentración. A muchas se les entregó certificados de otras personas. Con razón la “bomba yucateca” de La Jornada Maya: “Los llevaron acarreados a aplaudir al Presidente, pero los certificados, ¡devuélvanse al remitente!”.
  3. Dice el secretario de Educación de Yucatán: “Se reconocen los conocimientos y saberes que de forma autodidacta y por experiencia en el trabajo, han adquirido los mayores de 15 años”. El objetivo es que 1millón 500 mil obtengan este año su certificado. “Igual que la evaluación docente, las olimpiadas del conocimiento o en materia de infraestructura. Nuestra meta en Yucatán en 2016 es entregar 41 mil certificados y ya llevamos 28,633”. Allí estuvieron Peña, el gobernador Zapata, el secretario de la SEP Nuño y el de Desarrollo Social Meade. No tienen vergüenza porque carecen de escrúpulos y entre los certificados a entregar está la evaluación punitiva a los maestros que buscan el mismo objetivo.
  4. Desde que el presidente Salinas (1988-94), con la firma del TLC lanzó el grito por televisión de que México pasaba del Tercer Mundo al Primer Mundo e ingresó a OCDE el país ha hecho el ridículo porque en todos los renglones de la administración (educación, salud, inversiones, seguridad, ocupa siempre los últimos lugares); pero de manera permanente con mucha dignidad, ocupa los primeros lugares en corrupción, asesinatos, narcotráfico, devaluaciones, endeudamiento). Me pregunto: ¿Podrá López Obrador en la Presidencia –incluso con el apoyo de los profesores y trabajadores- parar esa dinámica de total desplome del país sin hacer una profunda revolución?
  5. Si la meta de Yucatán es entregar 41 mil certificados y en el Estado de México se entregan más, bastaría con darle más velocidad a la imprenta que fabrica certificados y entregar 200 mil en medio del aplauso nacional. Al fin la práctica de falsear datos en política, educación, salud, es una práctica muy premiada en México. (Recuerdo que a los tres años como profesor de primaria inscribí a 28 analfabetas mayores para alfabetizarlos por las noches; durante un mes sólo asistieron tres, pero alguna autoridad me aconsejó que yo pasara a los 28 para que yo como profesor tuviera buen promedio. Me pareció una jalada que jamás olvido)
  6. Así que imagínense: entre algunos días Yucatán, el Estado de México y otras entidades, habrán elevado su nivel de escolaridad. Con ello México habrá superado a Canadá, los EEUU y Europa en número de años escolares y podrá convertirse México en líder educativo del primer mundo. Sin embargo el analfabetismo funcional –con certificado bajo el brazo- seguirá tan evidente como antes. “Haber dígame por favor el nombre de los tres libros que ha leído”. El Memin pinguin, el Supermán y la encrucijada de amor. Y la biblia: “Bueno eso me lo lee el santo padre en la sacristía”. ¿Por qué no escogieron a los estados de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo, donde las estadísticas deben crecer?
  7. Los mexicanos suelen reírse y burlarse de esas políticas ridículas del gobierno que busca lavar su gigantesco desprestigio. Sin embargo mientras nos burlamos la educación, en este caso, se sigue destruyendo falsificando la realidad. Dice Peña: “Yucatán registra mayor avance contra el rezago educativo”. Realmente nos quiere “cultivar” calificándonos de “muy cultos” cuando nosotros somos los amos del “cultivo”. Por ello le hemos respondido en Yucatán: “Peña tú has sido el presidente más bueno, más culto, más honrado, con la esposa más buena y honesta”. Deseamos más certificados, pero sobre todo trabajo productivo para no morirnos de hambre.

Tomado de: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213732&titular=en-m%E9xico-se-entregan-varios-millones-de-certificados-desde-primaria-al-doctorado-

Imagen: https://www.google.com/search?q=critica+a+la+reforma+educativa+en+mexico&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwium7SHlb_NAhXLrB4KHUsXCgoQ_AUIBigB#imgrc=_lNwh251UXyw3M%3A

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Mundo: ¿Cómo se evalúa a los maestros en los países con la mejor educación del mundo?

 

«Queremos que se evalúe todo», le decía Eligio Hernández, un maestro mexicano de 31 años, a BBC Mundo.

Todo, no solo a ellos.

Y es que, como él, miles de profesores en México se niegan a ser evaluados, una medida incluida en la reforma educativa que el gobierno promulgó en 2013 y que hoy está bloqueada y ha causado violentas protestas, la última este fin de semana en Oaxaca.

Pero no sucede sólo en México. Docentes de otros países también han mostrado su rechazo a este tipo de iniciativas.

Así ocurrió por ejemplo en Chile, antes de que en 2006 se aprobara una medida similar.

Sin embargo, «la mayoría de los países con buenos resultados educativos evalúa a sus profesores», subraya a BBC Mundo Cristián Cox Donoso, experto en estrategia docente de Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe.

Obligatorio y formal en los asiáticos

Es el caso de Shanghái, Singapur, Hong Kong y Japón, quienes encabezan el más reciente informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), para el que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) compara el desempeño en matemáticas, ciencia y lectura de medio millón de alumnos de 15 años en 65 países.

En Shanghái los criterios de evaluación de maestros se establecen a nivel nacional.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionEn Shanghái los criterios de evaluación de maestros se establecen a nivel nacional.

En Shanghái, como en el resto de la República Popular China, existe un complejo sistema destinado a medir la calidad de sus profesores.

Los criterios generales se establecen a nivel nacional, se detallan a nivel local y es cada escuela la encargada de llevar a cabo las evaluaciones.

En éstas se mide también «la integridad profesional o los valores« del maestro, no sólo sus habilidades y capacidades.

El proceso incluye la autoevaluación, cuestionarios a los colegas, a los alumnos y a los padres, y tiene en cuenta también los premios que el docente haya podido recibir y los resultados académicos de sus alumnos.

Y los resultados van directamente al gobierno central.

«El reto en China es redefinir el sistema para hacerlo más científico», escribe Vivien Stewart como una de las conclusiones de la cumbre de la profesión docente, organizada por la Sociedad Asia en 2013.

Además de asesorar a esa organización dedicada a estrechar lazos entre Asia y Occidente, Stewart es autora de «A World-Class Education: Learning from International Models of Excellence and Innovation» (Educación de primer nivel: aprendiendo de modelos internacionales de excelencia e innovación).

Son muchos los aspectos que se tienen en cuenta en los países asiáticos a la hora de evaluar a cada profesor.

En el informe también se hace referencia al sistema de evaluación de maestros de Singapurllamado Sistema de Gestión de la Mejora del Rendimiento-, otro de los países en los primeros puestos del informe PISA.

En este país asiático la evaluación es obligatoria desde 2005 para todos los maestros, quienes deben someterse a ella cada año.

Se lleva a cabo en cada centro escolar, y tiene en cuenta no solo los resultados académicos de los alumnos, sino también las iniciativas pedagógicas que el maestro pone en marcha, las contribuciones a sus colegas y su relación con los padres de los alumnos y con las organizaciones comunitarias.

Asimismo, el maestro debe trazar su propio plan para el curso, que será revisado por el director o el subdirector en tres momentos del año.

De la misma manera, en Japón cada maestro establece sus objetivos junto con el vicedirector y el director al principio del año, y al finalizar el curso evalúa hasta qué punto los ha alcanzado.

Los resultados académicos de los alumnos son sólo una parte de la evaluación docente.

Durante el curso las lecciones son supervisadas por grupos de profesoresy en algunos casos por investigadores y políticos vía video, quienes deben analizar cómo planificó las clases el maestro, qué objetivos concretos logró con ellas, qué dificultades tuvo y en qué se equivocó.

En Hong Kong las escuelas también llevan a cabo evaluaciones anuales, que luego son revisadas entre cada tres y seis años por el gobierno.

Informales y basados en la confianza

Pero no todos los sistemas de evaluación docente se definen a nivel nacional ni son tan formales.

En Finlandia, un país que ha perdido posiciones en los últimos informes PISA pero que sigue siendo un importante referente educativo a nivel internacional, la manera de medir el desempeño de los profesores es mucho más informal.

¿Dejó Finlandia de ser el mejor sistema de educación del mundo?

Fue a principios de la década de 1990 cuando este país del noreste de Europa abolió el sistema de inspección escolar, y hoy la evaluación se lleva a cabo en cada centro, en base a conversaciones entre el propio maestro y su director.

En Finlandia el sistema de evaluación docente es más informal y se basa en la confianza.

«Es un modelo basado en la confianza», matiza Paulo Santiago, analista de la Dirección de Educación y Capacidades de la OCDE.

Pero no hay un sistema que sirva de referente para todos, coinciden los expertos consultados por BBC Mundo.

«Hay que adaptarlo al contexto», subraya Santiago.

Además, depende del objetivo de tengan las evaluaciones; esto es, de si su fin es medir la calidad de la enseñanza en cada aula e identificar a aquellos maestros que no desempeñan su labor como deberían, o de si el objetivo es ofrecer una crítica constructiva a los docentes para que avancen en su carrera.

Aunque para que un modelo de evaluación funcione, los expertos concuerdan en que debe cumplir con las siguientes características: los estándares de medición deben estar bien establecidos, los maestros deben conocerlos y quienes los evalúan deben estar bien formados.

Panorama latinoamericano

Chile evalúa a sus profesores desde hace una década.

En América Latina el país que lleva más años evaluando a sus maestros es Chile.

La medida «se aprobó en 2006 tras una larga negociación con los sindicatos y ahora, con la promulgación de la Ley de la Carrera Docente este año, no sólo se evaluará a los maestros del sistema público, sino también a los demás«, explica a BBC Mundo Cristián Cox Donoso, experto en estrategia docente de la Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe.

El proceso incluye la revisión del portafolio del maestro, que incluye documentación sobre una unidad didáctica y la grabación de una clase de 40 minutos, una autoevaluación, las conclusiones de una entrevista con un evaluador e informes de referencia del director o subdirector.

Un sistema informático gestiona todos estos datos y a partir de ellos calcula el desempeño docente.

El informe es remitido a la Comisión Comunal de Evaluación, quien finalmente determina si los docentes pueden pedir un incentivo monetario, seguir ejerciendo hasta ser reevaluados o realizar un Plan de Superación Profesional para mejorar en las áreas que así lo requieran.

Profesora y alumnos

Y si el docente no mejora en las siguientes evaluaciones, entonces puede ser obligado a dejar de ejercer.

Además de Chile y del polémico planteamiento de México, en la región Colombia también ha puesto en marcha un proyecto piloto de evaluación docente y Perú llevó a cabo el primero proceso 2015, informa Cox.

«La política de profesionalización docente supone inevitablemente implementar la evaluación de maestros», concluye el experto.

«Aunque ésta no puede ser estandarizada», añade, algo que también reclaman los combativos maestros de México.

Fuente de la Noticia:

http://www.bbc.com/mundo/noticias-36591625

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La educación en valores: Avatares del currículum formal, oculto y los temas transversales

Por: Ángel Díaz Barriga

 

La formación en valores es un tema que ha reclamado la atención de los especialistas en educación en los últimos años. Ante un deterioro generalizado de múltiples comportamientos que se observan a todos los niveles de la sociedad: agresiones entre grupos étnicos, manifestación de inconformidad social que va más allá de lo aceptable para una sana convivencia social, diversas formas de violencia real y simbólica en el trato entre personas, entre familiares y en el ámbito escolar, se ha cuestionado hasta dónde corresponde a la escuela y a los proyectos curriculares impulsar con mayor fuerza la formación en valores. En este ensayo se examina cómo se ha abordado esta temática en el pensamiento histórico de la didáctica; al mismo tiempo se analiza cómo la formación en valores más que responder a un tema cognitivo, se encuentra vinculado a la dinámica de los afectos y no sólo requiere del conocimiento racional de los principios y normas, sino que se necesita fincar en las actitudes. En un tercer momento se analiza la forma en la que este tema se ha planteado en los desarrollos recientes del campo curricular.

La formación en valores constituye uno de los temas que ha llamado la atención en las últimas décadas en el debate educativo. Esto es el resultado de la toma de conciencia por parte de la sociedad y de los mismos responsables de la política educativa de una crisis de valores en el seno de la sociedad. La transmisión tradicional de valores de la generación adulta a la joven, reconocida por Durkheim y que la «escuela podía relativamente armonizar dentro de sus muros» (1976, p. 98), experimenta una ruptura, similar a la que han padecido las economías locales por los procesos de globalización. Esa ruptura es el resultado de la invasión de las tecnologías de la comunicación y de las nuevas tecnologías de la información, los programas de televisión, los nuevos centros de reunión en particular de los jóvenes —los antros—, que pregonan un pragmatismo exacerbado, un estado de «placer» o «satisfacción» inmediato y una visión de lo útil. Estos espacios tienen mucho mayor capacidad para promover diversos patrones de comportamiento entre la juventud, que los que se derivan del ambiente tradicional escolar cerrado por un aula con un pizarrón enfrente, así como del conjunto de la tradiciones que conforman la cultura escolar.

Es importante reconocer que aun cuando el tema de los valores ha cobrado relevancia en la actualidad, no es un tema nuevo en el debate educativo, ya que las distintas visiones de la educación han tenido posiciones muy claras al respecto. Un acercamiento a tres autores, que han desempeñado un papel fundamental en la estructuración de la disciplina educativa: Comenio, Herbart y Dewey, permite afirmar que el proyecto educativo siempre estuvo enlazado a un tema de valores. Esto es, en todos los casos se negaron a que se considerase la educación como instrucción.

Los valores en la historia del pensamiento educativo y el reto actual para la educación

En la crisis del pensamiento cristiano del siglo XVI, con el surgimiento de la reforma radical (Yoder, 1976), Comenio, doctor en Teología y pastor protestante elabora una propuesta para la didáctica. Con ella se inaugura la era escolar que conocemos, centrada en la exposición ante un auditorio, el trabajo con el libro de texto y el uso del material didáctico; que además plantea un conjunto de recomendaciones explícitas sobre el tema de los valores. Algunos de ellos guardan relación con dichos clásicos como: «árbol que crece torcido jamás se endereza» y otros, específicamente en su capítulo sobre disciplina, Comenio se refieren a la recomendación al educador de sancionar todas aquellas faltas que se relacionan con la moral. Este tema fue objeto de discusión previamente por los jesuitas en 1594, en su Ratio studiorum (Labrador, Diez et al., 1986), y por Juan Bautista de la Salle en varios de sus trabajos, en particular la Guía de las escuelas cristinas, editada en 1702 (1900).

Dos siglos después, ya en el marco de la filosofía moderna, Herbart (1983) replantea el tema desde una perspectiva de la formación integral. En 1806 formula dos preguntas fundamentales para discutir esta cuestión. La primera es «¿de qué le sirve a un estudiante aprender matemáticas, si al mismo tiempo pierde la posibilidad del placer estético?» (Herbart, p. 156). Este planteamiento indudablemente se encuentra en la perspectiva de la formación humanista, al tiempo que se vincula con un plano ético subyacente a toda estrategia educativa.

De esta manera, interroga sobre el derecho que asiste al educador para «elegir e imponer unos valores» a un niño que todavía no está en la edad de «optar racionalmente por ellos» (Herbart, 1983, p. 42). Así, Herbart expresa:

El arte de turbar el sosiego de un alma infantil, de apoderarse de ella por la confianza y el amor para oprimirla y excitarla (…) y agitarla antes de tiempo, sería la más odiosa de todas las malas artes, si no se propusiera alcanzar un fin que sirviese de disculpa a tales medios ante los mismos ojos de aquel cuyo reproche es de temer. —Tú me lo agradecerás algún día— dice el educador al niño que llora y, realmente, sólo esta esperanza puede disculpar las lágrimas que arranca (Herbart, 1983, p. 41).

Hoy sabemos que esas lágrimas no son sólo físicas. En este autor aparece, con claridad, la triada que acompañará el desarrollo de la educación: formación de conceptos (instrucción), desarrollo de la sensibilidad ante lo estético y la formación en valores. El tema de los valores adquirirá distintos énfasis en cada una de las épocas posteriores y en cada contexto nacional.

Un siglo después, en los albores de la sociedad industrial, dos autores: Durkheim, en Francia, y Dewey, en Estados Unidos, enfatizan los valores de una educación centrada en los procesos de ciudadanía, desarrollo industrial y progreso. Los procesos sociales con los que culminaba el siglo XIX se traducían, en el plano educativo, en diversos decretos que expedían los Estados nacionales en Europa, por medio de los cuales se empezaba a conformar el sistema educativo nacional —como un sistema de educación primaria, fundamentalmente— y se configuraba lo que sería la educación pública: obligatoria, gratuita y laica.

De cara a estos sistemas educativos Durkheim y Dewey asignaron a la escuela el papel de formar al ciudadano para la democracia y para el progreso. En los conceptos de Dewey (1859/1952) la moralidad —como conducta responsable— va íntimamente asociada a la democracia. Pero ésta se construye desde abajo, esto es, desde la educación (Apel, 1979). Por ello, el funcionamiento de las escuelas debe concebirse como la introducción en el mundo de la experiencia infantil de la vivencia de la democracia; «la educación no puede considerarse instrumento democratizador sin afirmarse antes en la democracia» (p. 109).

Esta confianza en la democracia tiene como elemento asociado a la educación para la libertad y para el progreso. Así ciudadanía tiene sentido a través de estos tres aspectos intrínsecos a la educación: democracia, libertad y progreso (individual y social).

Por su parte Durkheim enfatiza el papel de la educación en la socialización. Uno de los primeros cursos que dio en París fue el de Educación Moral, en el cual establecía que así como en la fisiología existen límites, también las «sociedades requieren de un límite que regule y ordene la actividad del hombre» (Durkheim, 1976, p. 17), y la disciplina escolar debe crear en el alumno esta necesidad de autolimitación. Además, es ampliamente conocida su concepción de la educación como transmisión de valores de la generación adulta a la nueva, con la finalidad de que con el tiempo ésta los recree para volverlos a transmitir a la siguiente generación. El autor reconoce, como muchos otros, que la educación responde a cada época; así, expresa que en el medioevo no podían realizar un libre examen de las ideas, porque no se podía ir más allá de lo que la sociedad permitía: «No existe ningún hombre que pueda hacer que una sociedad tenga en un momento dado un sistema de educación diferente de aquel que su estructura supone» (Durkheim, 1979, p. 103).

Por otra parte, la crisis social tiene expresiones cada vez más radicales en el conjunto de la sociedad: los aviones que derribaron las torres gemelas y el nuevo esquema que impuso Estados Unidos al mundo bajo su concepto de «guerra preventiva» (guerra de Irak), los actos terroristas en la terminal madrileña de Atocha, los ataques judíos a zonas palestinas y las masacres que estos últimos provocan al inmolarse; o bien, en México los macheteros de Atenco o los desnudos de los 400 pueblos. Todo ello es una cara de la magnitud de la crisis social que enfrenta la humanidad al inicio del nuevo milenio, así como una expresión de los grandes problemas que encara la sociedad para promover un conjunto de valores: respeto a la vida, respeto a la diferencia, respeto a la persona, entre otros.

De igual manera, el papel que los medios de comunicación está desarrollando para crear una nueva forma de expresión cotidiana, en donde lo lúdico se reemplaza por el morbo, las relaciones personales son expuestas como reality show, el placer como parte del goce se transforma en una especie de acto bacanal; la problemática de los fines se reemplaza por un pragmatismo inmediatista que cada vez demanda más: sentirse hoy feliz, contento, efusivo; el mañana no importa. En todos estos casos los estudiantes «viven» una promoción de valores y de antivalores que van en sentido contrario a los que se busca promover en la intención escolar (Rey, 1999). En este caso, el medio es el masaje y esta forma de comportarse va esculpiendo elementos básicos de la personalidad de los sujetos en formación.

La crisis de valores también atraviesa la escuela. La Comisión de los Derechos Humanos (2004) en México ha presentado recientemente un informe sobre las agresiones de los docentes hacia los estudiantes, que los medios de comunicación definieron como «la letra con sangre entra».

No podemos desconocer que en el modelo de la didáctica clásica (la llamada escuela tradicional), el docente es concebido como un modelo valoral para el estudiante. El alumno se enfrenta a un serio problema ante algunos comportamientos de los docentes. Esto se observa en particular en América Latina, ante la proletarización de la profesión docente, ya que nos encontramos con profesores cuyo vocabulario y presencia física dejan mucho que desear. Al mismo tiempo, los docentes en todos los países de la región han tomado la calle para protestar por sus condiciones de vida. Si bien, en abstracto esta práctica puede tener elementos formativos —defensa de derechos profesionales que son pisoteados—, en ocasiones esas marchas rebasan todo control para convertirse en verdaderos actos vandálicos: el rompimiento de vidrios de edificios públicos, la toma de casetas de cobro en las carreteras, etcétera.

Cuando se rompen las normas de convivencia social se crea un conflicto profesional y ético que no es fácil de resolver. En primer lugar, porque el docente asume la identidad de un empleado y de un obrero, abandonado la identidad profesional que buscaba conquistar —esa fue la lucha para pasar de la perspectiva religiosa de la docencia a una profesional— y, en segundo término, pierde toda autoridad moral para exigir a sus alumnos que tengan un comportamiento adecuado a determinado código social.

En estricto sentido, siguiendo algunas tesis posmodernas, podemos afirmar que el niño y el joven de hoy se enfrentan al problema de los valores en modelos profundamente divididos. Viven una ruptura entre lo que se dice en el texto escolar, en la recomendación de padres y maestros y la vida social cotidiana. Realidad escolar, realidad social nacional e internacional y tecnologías de comunicación y de la información promueven una «esquizofrenia valoral» que explica parcialmente las crisis de las nuevas generaciones. Una esquizofrenia que en el lenguaje educativo debe (y se supone que puede) ser saldada, a través de la acción escolar. El reto es enorme, las posibilidades son más modestas.

Formación de valores, dinámica de los afectos

Dada la complejidad de elementos que constituyen la formación valorar, ésta tiene que ser objeto de otro tipo de aproximaciones, más allá de los planteamientos didácticos. Distintas perspectivas psicológicas permiten establecer que en la adquisición de los valores acontece una dinámica similar a la existente en el desarrollo de los afectos.

Cuando el psicoanálisis aborda el problema de los afectos (emociones) descubre que éstos operan en una dinámica que permite al sujeto sentirlos y vivirlos, pero el problema surge cuando pretende describirlos. En ese momento el lenguaje que se emplea cotidianamente (construido para describir procesos racionales) no alcanza a dar cuenta de dinámicas que tienen otra escritura. Acontece igual que cuando se busca traducir una expresión cultural, cuyo significado se puede reconocer con claridad en otro idioma. Este es el problema que enfrentan los traductores al buscar comunicar una idea que tiene estas características, por ejemplo, al afirmar en México «es un escuincle». Los vocablos existentes en otros idiomas (child, enfant) dan una idea quizá cercana o aproximada, pero no logran transmitir la connotación original de la expresión utilizada. Lo mismo sucede con expresiones vinculadas con lo afectivo «estoy feliz» o «estoy triste»; manifiestan un estado emocional, pero no es fácil describirlo, puede haber felicidad con llanto y tristeza con risa.

La expresión que utiliza Devereux (1977) al referirse al inconsciente puede ayudar a comprender parte de este problema»

Todo sistema de pensamiento más lógico y científico tiene un significado subjetivo para el inconsciente de la persona que lo crea o adopta. Todo sistema de pensamiento nace en el inconsciente, a manera de defensa contra una angustia y la desorientación; se formula primero afectivamente, más que intelectualmente, y en el (ilógico) ‘lenguaje del inconsciente’ (proceso primario). Si entonces se advierte que la fantasía hace disminuir la angustia y la desorientación, se traspone del inconsciente al consciente y se traduce del lenguaje del proceso primario al del proceso secundario, que es más lógico y más orientado a la realidad (p. 44).

Es factible afirmar que en el caso de la formación de valores acontece esta doble situación. Los valores al formar parte de la persona se integran a su personalidad.

Por ello, una falta o violación a un valor puede provocar comportamientos de irritabilidad. Entonces están formulados en otro código, un «lenguaje primario» en el sentido psicoanalítico. Cuando se traducen al plano racional —quizá la ética sea una expresión muy clara de ello— se convierten en el lenguaje lógico, que no necesariamente se encuentran integrado al sujeto.

Por ello, no queda muy claro cómo llevar adelante, de manera consistente, algunas propuestas que emanan del constructivismo, para promover la formación de valores a través de las discusiones entre escolares, sobre problemas sociales específicos y los comportamientos que se pueden asumir frente a ellos. En el plano racional y en el ámbito escolar, los estudiantes pueden concluir sobre un deber ser frente a los derechos humanos y frente al medio ambiente, y al salir al patio de recreo o al salir de la escuela, ser actores de comportamientos diferentes.

El alumno puede descubrir que la escuela exige de él un discurso, el cual puede estar lejano de aquello que verdaderamente integra su personalidad. Percibe con toda claridad en el mundo adulto lo que en psicología se denominan dobles mensajes: uno sobre cómo se debe actuar y otro sobre una actuación (de padres de familia, docentes y diversos actores sociales: comediantes, locutores, actores, políticos) que camina exactamente en sentido contrario a lo afirmado. Entonces el valor es un enunciado y no un elemento constitutivo de su personalidad.

Esta discusión finalmente regresa a la problemática del movimiento de escuela tradicional, en el que se reivindica el papel de los modelos. El estudiante necesita estar frente a éstos, ya que, aunque suene muy duro, es necesario aceptar que la formación de valores es silente y se da en la actuación, no en el adoctrinamiento.

El tratamiento de los valores en el debate curricular

Podríamos afirmar que en los desarrollos actuales del campo del currículo existen tres aproximaciones para analizar el problema de la formación en valores: La perspectiva del currículo oculto, la propuesta constructivista y la estrategia de la elaboración de temas transversales en el currículo.

  1. a) Discusiones en relación con el currículo oculto

Su origen data de finales de los años sesenta, cuando Phillip Jackson publicó La vida en las aulas (1992). Este texto constituyó un significativo aporte al debate curricular, al mostrar que en la interacción escolar que acontece en el aula se promueven una serie de resultados no intencionados. Pero estos resultados no fueron previstos por la institución o el docente y tampoco había una conciencia de lo que se estaba formando en los alumnos. A tales aprendizajes, que guardan una estrecha relación con la esfera de lo valoral y actitudinal, se les llamó currículo oculto. Para Jackson este tipo de currículo es una forma de socialización y adaptación a la escuela y a la sociedad. La asistencia de los estudiantes durante periodos largos, apoyada en la autoridad del maestro, en los mecanismos de evaluación estructura formas determinadas de comportamiento en los estudiantes, las cuales son paulatinamente internalizadas.

En varias ocasiones hemos insistido que el concepto de Jackson se vincula con acciones escolares sobre las cuales no se puede tener un control. Ello nos llevó a diferenciar el currículo oculto del currículo en proceso (Díaz Barriga, 1995). El primero, va más allá de las intenciones escolares explícitas, porque precisamente da cuenta de aquello sobre lo cual el docente y la institución escolar no tienen una intencionalidad consciente.

En estricto sentido el currículo oculto es un buen objeto de estudio, porque permite dar cuenta de esos procesos de socialización que se llevaron a cabo en la realización de la acción escolar. Da cuenta, precisamente, de aquellos que no son intencionados, aunque su efectividad no se puede negar.

En general el aprendizaje de valores (en su núcleo afectivo y actitudinal) guarda una relación estrecha con el currículum oculto. En este punto se requiere ser enfático, el curriculum oculto tiene una estrecha relación con lo que se actúa, más que con la información de qué se dice. En muchas ocasiones la actuación, los códigosempleados en la comunicación, las formas de decir o afirmar una cosa no necesariamente convergen con lo que se dice en el plano explícito. Por ejemplo: se puede hablar de democracia, tolerancia, respeto a los demás, como valores explícitos en un plan, programa o una sesión de trabajo escolar y establecer que la democracia es un contenido de una unidad temática de trabajo; pero al mismo tiempo, en el conjunto del contexto escolar, aunque no necesariamente en la misma sesión donde se abordan tales contenidos, alguien puede actuar de manera intolerante, autoritaria o sencillamente dejar hacer (el laissez-faire). Esas actuaciones de diversos actores de la comunidad escolar, responden a concepciones nucleares que tiene un sujeto (o una institución escolar) y son percibidas por los estudiantes, pero su percepción se realiza en un plano distinto al consciente y que es mucho más eficaz.

El debate entre el currículum oculto y la perspectiva psicoanalítica de la formación en valores se pueden enriquecer en la tarea de explicar cómo acontece este proceso en el sujeto.

  1. b) Las perspectivas de los constructivistas

Las actuales perspectivas de los planteamientos constructivistas referidos al currículo tienen su antecedente en un autor que no pertenece a esta escuela de pensamiento: Bloom (1977). A principios de los años cincuenta, con la finalidad de clarificar los resultados de aprendizaje que se esperaban de los estudiantes, este autor elaboró su primera taxonomía del aprendizaje, estableciendo un modelo de logros en el plano cognoscitivo, afectivo y psicomotor.

La idea de que se pudiera hacer una disección y clasificación de los aprendizajes resultó ampliamente seductora, y hacia 1964 Bloom la materializó en una clasificación de los llamados aprendizajes afectivos. El problema para promoverlos y reconocerlos creció mucho. Tensó las relaciones pedagógicas al pensar que se puede establecer un currículo para contenidos cognoscitivos y psicomotores y otro para afectivos, dificultó los procesos de calificación (acreditación de un curso), pues se llegó a interpretar que el estudiante que mostrara algunos de estos comportamientos podría tener derecho a uno o dos puntos extras, o que nadie podía tener la calificación más alta mostrando sólo el dominio de la información que se promueve en un programa escolar. En el fondo este es el origen de varias prácticas docentes actuales, en las cuales los profesores consideran que se debe recompensar con calificación el esfuerzo que los estudiantes realizan a lo largo del curso escolar, a pesar de que no manifiesten los suficientes logros en el campo del conocimiento.

Posteriormente, en la década de los ochenta los constructivistas retomaron estos acercamientos para realizar nuevas formulaciones. Una de las más destacadas es la de Coll, Pozo, Sarabia y Valls (1994), quienes clasifican los contenidos escolares en tres tipos: de información, procedimental y actitudinal —significativamente distinta del pensamiento de Bloom, quien más bien clasificaba comportamientos—.

Para Sarabia (1994) la formación en actitudes tiene tres componentes: Uno cognitivo, que se relaciona con conocimientos y creencias; uno afectivo, que se manifiesta en sentimientos y preferencias, y otro conductual, en el ámbito de las acciones manifiestas. El autor reconoce cuatro procesos de aprendizaje de actitudes en el aula: 1) el condicionado por un refuerzo social, 2) el condicionado por el castigo, 3) el apoyado en modelos y 4) la internalización de valores. Al mismo tiempo plantea cuatro técnicas para promover el aprendizaje general de los valores, tomadas de la dinámica de grupos o del entrenamiento para el mundo de la empresa: la representación de roles (role playing), la discusión grupal, las exposiciones en público y la toma de decisiones.

Finalmente los autores que abordan el problema del aprendizaje de los valores desde un enfoque constructivista no pueden eludir un tema: ¿el aprendizaje de los valores se evalúa y también se califica? Su planteamiento ha sido brillante cuando han desagregado el tema del aprendizaje de los valores en diversos aspectos, lo cual los ha llevado a enunciar con acierto que en el aprendizaje de los valores hay un componente cognoscitivo y otro componente actitudinal. Esto les ha hecho suponer que es factible no sólo evaluar el aprendizaje de valores, sino asignar una calificación o un número a ello. En lo particular discrepamos de esta situación. El estudiante puede referir los contenidos de una norma, los principios que subyacen en la misma, y al mismo tiempo violar su cumplimiento, considerando que se trata de una violación pequeña. El aprendizaje de los valores da cuenta de esto último y no necesariamente de la primera cuestión. Este es el gran error que ha cometido la educación secundaria en México al impulsar los contenidos de las materias de civismo y ética.

Los autores de la corriente cognoscitiva efectivamente reconocen la complejidad que subyace en el proceso de formación de valores, pero desde el punto de vista de otros modelos de interpretación de la personalidad como los que se derivan de la teoría psicoanalítica o de la teoría sistémica; mientras que los constructivistas consideran que esta formación de valores pertenece a los contenidos de la educación y se apoya en estrategias didácticas específicas.

En algunos aspectos tienen razón: la finalidad de la escuela es formar a ciudadanía en la defensa de los derechos humanos, en el respeto al medio ambiente y en la responsabilidad social. No hay forma de lograr la convivencia social si la escuela no atiende a estos problemas. Pero en esta perspectiva es mucho más efectivo el pensamiento formulado en la historia de la pedagogía, que la respuesta formulada desde el constructivismo.

Difícilmente se puede formar una actitud en un ambiente escolar inmerso en la contradicción, es decir, cuando el conjunto de docentes y la institución escolar realizan conductas contrarias a esos valores de ciudadanía, tolerancia, respeto al otro, etcétera.

El problema de asignar un valor para calificar el conocimiento de la parte cognoscitiva de los valores puede llevar a establecer asignaturas que no necesariamente forman a los alumnos en aquellos valores para los que fueron creadas. Tal es el caso de la asignatura Educación Cívica en enseñanza media (secundaria). Los contenidos que se trabajan en la misma (artículos de la Constitución de la República, derechos de los trabajadores, deberes de los ciudadanos, etcétera), se convierten en contenidos académicos. Pero no necesariamente forman los valores que subyacen en esas declaraciones.

El mérito de la perspectiva constructivista es abrir nuevamente, en el campo de la teoría curricular actual, el debate de la formación en valores.

  1. c) Los temas transversales ¿una alternativa en la selección curricular de valores?

La inclusión de temas transversales en el campo del currículo fue realizada por César Coll (1991), en el contexto de la reforma educativa española. Como su nombre lo indica, son temas que atraviesan el currículo tanto de forma horizontal como vertical (Álvarez, Balaguer y Carol, 2000). Son temas que pueden constituirse como ejes vertebradores del trabajo académico en un mismo ciclo escolar (trimestre, semestre o curso anual), por la posibilidad de ser trabajados en diversas asignaturas en un mismo lapso de tiempo escolar, de ahí su horizontalidad. O bien, pueden constituirse en elementos que atraviesen varios ciclos de organización curricular, lo que significa que se pueden trabajar en el primer semestre o trimestre y luego en los posteriores; de ahí también su verticalidad (Martínez, 1995).

En estricto sentido, la perspectiva no es nueva en el campo curricular. Los llamados centros de interés de la escuela activa o el modelo pedagógico denominado globalización de la enseñanza en la década de los años sesenta constituyen un importante antecedente en el ámbito de la didáctica. Mientras que en el desarrollo del campo del currículo fue Tyler (1949/1971) quien estableció lo que en su momento definió como relaciones verticales y horizontales del contenido.

En esa época, la globalización en México se empleó en un modelo muy rígido, que en vez de potenciar sus posibilidades en el trabajo escolar, tensaba las relaciones entre las diversas asignaturas de un plan de estudios, promoviendo más bien el cansancio y el hastío. Se recordará que a mediados de los años sesenta se declaró un «año de Juárez» y bajo la perspectiva de la globalización de la enseñanza, se estableció que Benito Juárez se constituiría como el tema globalizador del curso anual. Así, en aritmética, gramática, ciencia natural, historia, se hacía referencia a este prócer nacional. El tema evidentemente llegó a cansar a docentes y estudiantes y, sobre todo, generó un cierto malestar al cabo de un tiempo.

Los temas transversales no sólo actualizan el debate anterior, sino que le incluyen nuevas perspectivas. Precisamente en los planteamientos anteriores los temas que atraviesan el currículo quedaban circunscritos a contenidos de orden cognoscitivo y este orden era establecido por un momento específico de la situación de los estudiantes (llevar una pecera al salón de clases) o un momento de la dinámica social (la guerra de Irak) y su duración estaba definida precisamente por la cambiante situación del entorno social y escolar, así como la misma dinámica de los estudiantes. Es aquí donde surge su elemento potencial en el campo de los valores.

Una respuesta a la deficiencia de las estrategias habituales para abordar la enseñanza de los valores, la constituye el tema de los contenidos transversales del currículo, concebidos como:

Contenidos culturales relevantes y valiosos, necesarios para la vida y la convivencia, que configuran de manera especial el modelo de ciudadano que demanda cada sociedad, a través de una educación en valores que permita a los alumnos sensibilizarse y posicionarse ante los problemas, enjuiciarlos críticamente y actuar con un compromiso libremente asumido (Martínez, 1995, p.12).

Los temas transversales ofrecen dos soluciones a un debate por demás importante. En primer, lugar como su nombre lo indica, son temas en plural y en segundo, la transversalidad que tienen en el currículo puede ser definida desde el proyecto nacional; pero requiere ser realmente establecida en el proyecto escolar, esto es, en la discusión de los consejos técnicos de las escuelas. Así, el ámbito de los temas transversales puede ser aquél que difícilmente se incluye en un contenido de una asignatura, porque no se limita a la misma y tiene una repercusión en otros ámbitos. Este es el caso de temas que el contexto social reclama que sean trabajados en la escuela, tales como: educación en los derechos humanos, educación en la democracia, educación ambiental, y educación y género.

Por ejemplo, en el caso español los contenidos transversales son los siguientes: educación moral y cívica, educación ambiental, educación para la salud y sexual, educación para la igualdad de oportunidades para ambos sexos, educación para la paz, educación del consumidor, educación vial. Estos temas son transversales porque atraviesan todo el currículo, y reclaman ser trabajados —en las asignaturas y temas que los permitan— desde una perspectiva cognitiva y actitudinal. No se trata de crear un mero adoctrinamiento de los estudiantes, sino de establecer en el currículo los engarces naturales que permitan el tratamiento de los mismos y, a la vez, identificar las formas de enseñanza que permitan explotar la articulación de ambos aspectos (el contenido de la asignatura y el tema transversal).

El interjuego entre los elementos cognoscitivos y actitudinales, le da un sentido singular a su tratamiento. No basta con mostrar, reconocer, entender o retener un contenido en su nivel cognoscitivo, aunque ciertamente se requiere. Es necesario entender cuándo se da una violación individual o social a un derecho humano, comprender que una democracia significa el gobierno de todos, etcétera. Sin embargo, estas afirmaciones de carácter cognitivo pueden ser descalificadas ante determinados hechos o actuaciones en la institución escolar o en la dinámica del aula. Bien decía Dewey (1859-1952), que si la escuela quería educar en la democracia debía ser entonces un laboratorio de democracia, y no se refería a la práctica de instalar urnas el día de una elección nacional o local, sino una práctica cotidiana de relaciones entre autoridades educativas y docentes, entre docentes y estudiantes.

En este sentido, los temas transversales exigen un análisis detenido y cuidadoso para no hacerlos rígidos, como sucedió con la propuesta de la globalización, y no contradecir su potencialidad con prácticas escolares o didácticas que van en sentido contrario a lo que se busca enseñar. Los temas transversales pueden ser un importante aliado en la enseñanza de valores en el ámbito escolar.

 

Referencias

Álvarez, M. N., Balaguer, N. y Carol, R. (2000). Valores y temas transversales en el curriculum. Madrid, Grao.

Apel, H. (1979). Teoría de la escuela en una sociedad industrial democrática. Salamanca: Atenas

Bloom, B. (1977). Taxonomía de objetivos para la educación. Buenos Aires: Ateneo

CEPAL-UNESCO. (1992). Educación y conocimiento. Eje de la transformación productiva con equidad. Santiago de Chile: CEPAL-UNESCO

Coll, C. (1991). Psicología y curriculum (Col. Papeles de Pedagogía). Barcelona: Paidós.

Coll, C., Pozo, J., Sarabia, B. y Valls, E. (1994). Los contenidos en la reforma. Barcelona: Santillana-Aula XXI

Comenio, J. A. (1982). Didáctica magna (2a ed., Col. Sepan Cuántos). México: Porrúa. (Trabajo original publicado en 1657).

Comunicado de prensa DGCS/134/04 (2004, 7 de septiembre). México: Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Consultado el 8 de septiembre de 2004 en:http://www.cndh.org.mx/comsoc/compre/2004/134.htm#

Devereux, G. (1977). De la ansiedad al método en las ciencias del comportamiento. México: Siglo XXI.

Dewey, (952) Democracia y educación. Una introducción a la filosofía de la educación. Buenos Aires: Lozada. (Trabajo original publicado en 1859).

Díaz Barriga, A (Coord.). (1995). Procesos curriculares, institucionales y organizacionales. México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa.

Durkheim, E. (1976). La educación como socialización. Salamanca: Sígueme

Durkheim, E. (1979). Educación y sociología. Bogotá: Linotipo

Herbart, F. (1983). Pedagogía general derivada del fin de la educación. Madrid: Humanitas.

Jackson, P. (1992). La vida en las aulas. Madrid: Morata.

Labrador, C, Diez, A. et al. (1986) La Ratio Studiorum de los Jesuitas. Madrid: Universidad Pontificia Comillas.

La Salle, J. B. (1900). Guía de las escuelas cristianas. París: Procuraduría General

Martínez, M. J. (1995). Los temas transversales. Buenos Aires: Magisterio del Río de la Plata.

Rey, B. (1999). De las competencias transversales a una pedagogía de la intención. Traducción Escuela de Filosofía de Arcis. Consultado el 8 de octubre de 2004 en:http://www.philosophia.cl/biblioteca/rey/competencias/

Tyler, R. (1971). Principios básicos de la elaboración del currículo. Buenos Aires. Troquel (Trabajo original publicado en 1949).

Yoder, J. H. (1976). Textos escogidos de la Reforma Radical (Trad. N. M. de Machain y E. Suárez). Buenos Aires: La Aurora.

Tomado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412006000100001&script=sci_arttext

Imagen: https://www.google.com/search?q=educaci%C3%B3n+en+valores&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&sa=X&sqi=2&ved=0ahUKEwiQvePxiL_NAhXB7B4KHUcmCD0Q_AUIBigB#imgrc=4TnW4YM6c0nGqM%3A

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No fueron los maestros

Por: Fernando Montiel T.

¿Quién inicio la violencia en Oaxaca y provocó la tragedia de Nochixtlán? Las respuestas simplistas se construyen con base en la ignorancia militante: sin información, los unos responsabilizarán a los maestros de la Sección XXII al tiempo que los otros hacen lo propio culpando a la Policía Federal. En esta lógica dicotómica no hay espacio ni necesidad de análisis y las noticas serán dignas de atención y credibilidad sólo en la medida en que alimentan el prejuicio de lo que se cree saber.

Pero los testimonios y la evidencia están ahí.

  1. No fueron los maestros

¿Qué dicen estos testimonios? Los testimonios exculpan a los maestros, y este parece ser el único punto de acuerdo entre la Sección XXII y el alto mando de la Policía Federal.

Testimonios recogidos de entre los simpatizantes del magisterio por un diario de izquierdas ofrecen lo que en principio parecerían ser las versiones contradictorias esperadas:

“Mandos policiacos aseguraron que profesores y padres de familia les estaban disparando con rifles de asalto AK-47.

Por su parte, los mentores y sus simpatizantes denunciaron la existencia de un grupo de infiltrados quienes habrían disparado. Un taxista que se sumó a la resistencia de los maestros aseguró: Si nosotros les disparamos ¿creen que mantendrían formada a su gente con simples escudos? ¿De verdad expondrían a sus elementos a que les disparáramos y sólo se protegieran con escudos?” (Pérez A. Jorge A. “Operativo deja seis muertos en Oaxaca”. La Jornada. Jun. 20, 2016).

Si la revisión informativa se termina aquí, entonces no hay nada nuevo o inusitado: los unos responsabilizan a los otros y viceversa. Pero el apunte sobre “la existencia de un grupo de infiltrados quienes habrían disparado” desde el grupo magisterial exige una exploración más profunda.

La reseña de un diario -que gradualmente se ha inclinado al oficialismo- de la entrevista radial realizada por un periodista a Enrique Galindo Cevallos, Comisionado de la Policía Federal, ofrece una versión diferente -de una voz identificable y sin duda más autorizada- que la de los anónimos “Mandos policiacos” en la crónica de La Jornada.

Dijo el Comisionado al periodista Ciro Gómez Leyva:

“Empezamos a ver que traen bombas molotov, cohetones de muy alto poder, tengo muchos policías quemados de los pies y de las manos, que perdieron dedos, se reagrupan de manera estratégica y empezamos a oír detonaciones de arma de fuego, que indiscriminadamente disparan contra la sociedad civil y que disparan contra los policías.”

¿Quiénes? Especifica la reseña:

“Sobre la gente detrás de los hechos, dijo que entiende que más bien se trata de grupos radicales, no el movimiento magisterial, quienes operaron de esta forma. Añadió que las autoridades ya están trabajando para identificar a los agresores.” (“Vivimos una emboscada en Nochixtlán.” El Universal. Jun. 20, 2016)

Es decir: lo que el movimiento magisterial y sus simpatizantes identifican como “un grupo de infiltrados que habrían disparado”, es lo que el alto mando de la Policía Federal por voz de su Comisionado llama “grupos radicales, no el movimiento magisterial, quienes operaron de esa forma.” Es decir: no fueron los maestros. En otras palabras, haciendo eco de lo dicho por el Comisionado Galindo en coincidencia con la Sección XXII: los maestros son inocentes de la violencia por armas de fuego.

  1. Evidencias

¿Qué dicen las evidencias? Las evidencias –según la Comisión Nacional de Seguridad (CNS)- también exculpan a los profesores de la violencia por arma de fuego. En su boletín de prensa No. 376 (2016-06-19) consignaba:

“En este sentido, se tiene conocimiento que las agresiones por arma de fuego registradas provinieron de personas ajenas a los bloqueos, quienes realizaron disparos contra la población y los policías federales.”

Una vez más: no fueron los maestros.

Pero pueden estar equivocados. Después de todo, en ese mismo comunicado la CNS afirma que “Los elementos de la Policía Federal que participan en el operativo no se encuentran armados ni portan tolete.” O puede ser que el comunicado consigne verdades y mentiras de forma simultánea.

Si seguimos lo dicho por la Sección XXII, por el Comisionado de la Policía Federal y por la propia Comisión Nacional de Seguridad, el magisterio es inocente en los hechos de armas de fuego. Se trata de tres fuentes diferentes que coinciden en un mismo punto, por ello, su rango de certeza es alto. Hay que repetirlo: si nos atenemos a estos hechos, los profesores son inocentes de este cargo.

¿Y qué hay sobre la afirmación de que los elementos policiacos acudieron desarmados? El comunicado afirma que fue así; pero fue entonces que aparecieron las evidencias fotográficas; las autoridades las descalificaron como falsas:

“La CNS informa que esas imágenes son totalmente falsas, y no corresponden a los hechos que se están generando en la entidad. El personal de la Policía Federal se encuentra desarmado y sin toletes, por lo que es mentira el uso de armas de fuego por parte de los elementos federales” (“Fotografías con policías armados en Oaxaca, son falsas: CNS” Vela, David. El Financiero. Jun. 19, 2016); y en respuestas los autores –la agencia de noticias Xinhua y Associated Press dieron a conocer los metadatos de las placas fotográficas para demostrar su autenticidad. Al fin, un día después, el titular: “Fue necesario usar armas en Oaxaca: Policía Federal” (Martínez, Alejandro. La Jornada. Jun. 20, 2016). Confesión de parte; a las autoridades no les quedó más que reconocer que efectivamente habían mentido y que la evidencia presentada –esa que habían descalificado con desdén- era verdadera.

  1. ¿Entonces quiénes fueron?

La pregunta no tiene respuesta en firme. Pero la acción necesariamente exige dos elementos: organización –pues el origen de la violencia armada no fue aislado sino colectivo según todos los testimonios- y capacidad de acción, es decir, conocimiento y pericia técnica –preparación, práctica y apoyo operativo. No es poco.

El Reglamento de la Ley de la Policía Federal especifica en su Art. 5 (Cap. II.) la estructura orgánica de la misma. Explica que esa corporación tiene 6 divisiones –dos ellas interesantes para el caso que se analiza: División de Inteligencia y División de Seguridad Regional-, 19 coordinaciones –entre ellas la Coordinación de Operaciones Encubiertas y la Coordinación de Operaciones Especiales– y 63 Direcciones Generales –una particularmente elocuente: Dirección General de Operaciones e Infiltración.

Por sí misma, la arquitectura organizacional de la Policía Federal ya sugiere una teoría del caso convincente -y una revisión de los mandatos de cada una de estas oficinas ofrece todavía más sustancia. La necesidad de su existencia no está en tela de juicio: sin duda todas estas oficinas y sus tareas son fundamentales para ejecutar la política de seguridad pública. Pero cuando las tareas de seguridad pública se confunden con tareas de control político y cuando la reacción a la delincuencia se confunde con represión a la disidencia, entonces es claro que con el régimen que volvió no sólo regresó un partido, sino también un esbirro: con otro nombre y otros hombres: más armados, más equipados, más entrenados, más organizados, más letales. La Dirección Federal de Seguridad.

  1. “Vivimos una emboscada”

Fue esta la cita que llegó a titular en la reseña de El Universal. Son palabras del Comisionado de la Policía Federal, pero si pensamos en la estructura orgánica de la corporación -en sus funciones, sus tareas y su capacitación- y si la ponemos en el contexto del régimen –que no al pueblo- al que sirve, ajustan mejor al magisterio.

Tomado de: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213672&titular=no-fueron-los-maestros-

Imagen: https://www.google.com/search?q=no+fueron+los+maestros&espv=2&biw=1366&bih=623&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwj_wqGr_r7NAhVJkx4KHfjkAtkQ_AUIBigB#imgrc=K7XhS-eXSDBkWM%3A

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México-CNTE: freno a la privatización de educación, salud y pensiones

TeleSur/24 de junio de 2016/Prensa

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, había sentenciado que sólo habría diálogo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) si ésta aceptaba la mal llamada reforma educativa. Pues bien: la CNTE no ha aceptado la tal reforma y ya comenzó el diálogo entre la organización gremial y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

CNTE: freno a la privatización de educación, salud y pensiones

Menudo revés del jefe del gabinete presidencial al petimetre titular de Educación. Como se dice popularmente, Osorio dejó a Nuño colgado de la brocha. Pero dando patadas de ahogado, Nuño ha dicho que ese diálogo en Bucareli será político y no educativo. Y por primera vez en su desastroso paso por la SEP, Nuño acierta. Porque el conflicto en curso no es educativo, sino político. Y los conflictos políticos se resuelven con medidas y acciones de carácter político.

Está muy claro que Nuño no sabe nada de educación. Pero ya se ha visto que tampoco entiende de política. Y así quiere ser presidente de la república. Sin diálogo y sólo mediante imposiciones, toletes, armas de fuego, cercos policiacos, gases lacrimógenos y cárcel para quienes osen oponerse a sus designios imperiales.

Y si ayer, con el inicio del diálogo entre el gobierno y la CNTE, la sociedad mexicana y planetaria fue testigo del primer triunfo de los maestros en lucha, la segunda victoria será lograr de inmediato la libertad de los líderes magisteriales arbitrariamente encarcelados en prisiones de alta seguridad. Y esta segunda victoria se ve venir, porque la CNTE no abandona y nunca ha abandonado a sus líderes y militantes encarcelados. Consecuentemente, la libertad de los maestros presos constituirá la segunda y demoledora derrota política de Nuño y, fundamentalmente, de la reforma educativa que pretende privatizar la educación nacional hasta hoy mayoritariamente pública.

Esta derrota de la reforma educativa significa frenar o anular otras reformas privatizadoras en curso, como la del sector salud y la del sistema de pensiones. En el caso de éstas, el proyecto neoliberal pretende reducirlas y hasta desaparecerlas.

De modo que con su victoria sobre Nuño, la CNTE está prestando un invaluable servicio a los millones de jubilados que dependen de su magra pensión para sobrevivir en sus últimos años de vida.

Y lo mismo puede decirse del sistema de salud pública. Si el gobierno federal logra sus propósitos de privatizar el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), decenas de millones de trabajadores quedarían desamparados y tendrían que costear por sí mismos la atención de su salud personal y familiar.

Nadie puede negar, desde luego, las enormes simpatías y apoyo que la CNTE y su lucha generan en grandes segmentos de la población mexicana. Pero serían inmensamente mayores esas simpatías y apoyos si otros sectores de la sociedad se dieran cuenta del peligro que corren su vida y su futuro si la CNTE fuera derrotada y se abriera paso así a la extinción de la salud pública y a la reducción o desaparición de las pensiones.

No es exagerado decir que del futuro de la CNTE depende el futuro de varias decenas de millones de trabajadores. Y parece que así lo han comprendido los trabajadores del sector salud y un buen número de pensionados, quienes, viendo cómo están pelando las barbas del vecino, han decidido movilizarse para enfrentar la privatización en curso de la educación, de la medicina y de los sistemas de pensiones.

Tomado de: http://www.telesurtv.net/bloggers/CNTE–freno-a-la-privatizacion-de-educacion-salud-y-pensiones-20160623-0010.html

Imagen: https://www.google.com/search?q=CNTE:+freno+a+la+privatizaci%C3%B3n+de+educaci%C3%B3n,+salud+y+pensiones&espv=2&biw=1366&bih=623&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjqtKCXpr_NAhXFlh4KHVMMBOcQ_AUIBigB#tbm=isch&q=+privatizaci%C3%B3n+de+educaci%C3%B3n%2C+salud+y+pensiones&imgrc=yU6H1056rx2u_M%3A

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Más de 1800 maestros y estudiantes de educación participan en el Congreso Nacional «Las escuelas normales: una mirada hacia el futuro de la educación pública»

AméricadelNorte/ México/Xalapa/Marianicer Figueroa

Con el dolor de un magisterio herido e indignado, pero con la voz de la dignidad a prueba, desde el día miércoles  22 más de mil 800 participantes del país han pedido el cese inmediato de la criminalización de la resistencia magisterial, la abrogación de la reforma educativa, la renuncia del titular de la SEP y la reivindicación de la labor de las y los docentes normalistas como luchadores sociales por la defensa de la educación pública, gratuita y obligatoria, solicitudes que se han realizado en el marco de las conferencias, ponencias e intervenciones de las y los asistentes al Congreso Nacional «Las escuelas normales: una mirada hacia el futuro de la educación pública» que se desarrolla hasta mañana viernes 24 en las instalaciones de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, en Xalapa, México

Durante la inauguración del congreso, el director de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana (BENV), Fidel Hernández Fernández, inició tan importante actividad recordando a las víctimas de la reciente represión en Nochixtlán, Oaxaca y a los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, señalado de igual manera que en estos momentos la educación pública, y la educación normal, atraviesa por momentos de crisis, de allí que se propondrá al final del congreso la creación de la Asociación Nacional de Escuelas Normales Públicas como un espacio en el que se buscará reorientar las políticas educativas del país.

En dicho evento en el que para el día de hoy han participado más de 100 especialistas en educación y normalistas de todo el país, quienes debaten el presente y futuro de la educación en el marco de la reforma educativa, la conferencia inicial fue dada por el columnista y académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), John M. Ackerman, quien en su disertación indicó que “los maestros son un obstáculo, cual piedra en el zapato, de un sistema neoliberal y represor” y por eso «son el blanco principal del Gobierno despótico y represor”.

Además, John Ackerman invitó a los más de mil 700 asistentes en el auditorio de la BENV a guardar un minuto de silencio por los 11 maestros caídos en los altercados del pasado domingo en Noxchitlan, Oaxaca.

“Murieron (los maestros) por la educación pública gratuita y su sangre será vengada”, expresó el investigador; y a la vez, defendió su tesis de una postura servil y cómoda del Gobierno de la República con los Estados Unidos; y a la vez, el proyecto de los EU con amoldar a México en “un nuevo Puerto Rico”.

Como segunda conferencista, se contó con la participación por videoconferencia de la doctora Laura Giannecchini, representante de la Campaña Latinoamericana por el Derechos a la Educación (Clade) Brasil,  quien impartió su conferencia magistral: “Derecho a la educación y políticas educativas: escenarios y tendencias”, en la que presentó cualidades que se requieren para que se garantice el derecho a la educación y de igual manera presentó interesantes datos sobre el estado actual e la región de tan importante derecho humano.

A continuación el video de ambas conferencias:

De cualquier manera, ambas conferencias así como el resto de las disertaciones y reflexiones que vienen aconteciendo en estos dos días, dan cuenta de una clara visión de la educación como escenario de empoderamiento y emancipación de los pueblos, y de los maestros y maestras como sujetos políticos luchadores sociales.

Noticia redactada por Editores OVE

 

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Venezuela: En Solidaridad con la Lucha del Magisterio Mexicano

Venezuela/23 de Junio de 2016/Universidad Bolivariana de Venezuela

Desde la patria de Bolívar y Chávez manifestamos nuestra solidaridad con los Maestros y Maestras de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, quienes con valentía y compromiso pedagógico han emprendido la mayor lección de ética nuestramericana de éstos tiempos. El capitalismo depredador  ha acabado con las escuelas, ha falseado la historia en los libros, nos ha impuesto un sistema educativo castrador y ahora va por los Maestros y Maestras para completar su tarea: la privatización de la educación. El asesinato vil de 12 maestros y la represión brutal que está sufriendo el pueblo de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michouacán es la manifestación de la podredumbre de un sistema al que le llegó su hora. Es por ello que los descendientes de los Mayas han salido a defender no sólo la educación pública  mexicana sino la educación pública de toda Nuestra América. Su lucha es la nuestra y con ellos está nuestro corazón. Como dijera Martí “una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército” y la causa del Magisterio mexicano es la causa de todos  porque en sus manos está el futuro de un continente. La reforma capitalista y privatizadora que pretende imponer a sangre y fuego la derecha mexicana se estrellará contra un muro de dignidad.   El gobierno asesino (no olvidamos a los 43  estudiantes secuestrados por el Ejército méxicano) de Peña Nieto no podrá callar jamás la voz libertaria de los maestros y maestras sencillas de nuestro pueblo porque en ellos está vivo Benito Juárez, Zapata y  Pancho Villa.
Desde  el Núcleo de Ética Nuestramericana de la Emancipación de la Universidad Bolivariana de Venezuela repudiamos enérgicamente la acción cobarde y antidemocrática del gobierno corrupto de Peña Nieto y a los Maestros y Maestras Mexicanas vaya nuestra admiración y solidaridad por la gesta heroica que acometen desde la trinchera de ideas!!!
Cerramos con un poema  de nuestro querido  maestro de Chiapas. José Antonio  Aparicio:
Si nos destroza el viento, hermanos que luchamos
por el dolor del pueblo,
del pueblo ensangrentado,
oprimido,
enlutado por la garra de los envilecidos,
si nos destroza el viento,
una racha profunda de mil voces humanas
desgranará el grito,
No moriremos nunca,
el pueblo nunca debe morir sin sus conquistas.

¡¡¡VIVAN LOS MAESTROS Y MAESTRAS DE MÉXICO!!!
a los veintidós días del mes de junio de 2016.

Núcleo de Ética Nuestramericana de la Emancipación Universidad Bolivariana de Venezuela

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