El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, había sentenciado que sólo habría diálogo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) si ésta aceptaba la mal llamada reforma educativa. Pues bien: la CNTE no ha aceptado la tal reforma y ya comenzó el diálogo entre la organización gremial y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Menudo revés del jefe del gabinete presidencial al petimetre titular de Educación. Como se dice popularmente, Osorio dejó a Nuño colgado de la brocha. Pero dando patadas de ahogado, Nuño ha dicho que ese diálogo en Bucareli será político y no educativo. Y por primera vez en su desastroso paso por la SEP, Nuño acierta. Porque el conflicto en curso no es educativo, sino político. Y los conflictos políticos se resuelven con medidas y acciones de carácter político.
Está muy claro que Nuño no sabe nada de educación. Pero ya se ha visto que tampoco entiende de política. Y así quiere ser presidente de la república. Sin diálogo y sólo mediante imposiciones, toletes, armas de fuego, cercos policiacos, gases lacrimógenos y cárcel para quienes osen oponerse a sus designios imperiales.
Y si ayer, con el inicio del diálogo entre el gobierno y la CNTE, la sociedad mexicana y planetaria fue testigo del primer triunfo de los maestros en lucha, la segunda victoria será lograr de inmediato la libertad de los líderes magisteriales arbitrariamente encarcelados en prisiones de alta seguridad. Y esta segunda victoria se ve venir, porque la CNTE no abandona y nunca ha abandonado a sus líderes y militantes encarcelados. Consecuentemente, la libertad de los maestros presos constituirá la segunda y demoledora derrota política de Nuño y, fundamentalmente, de la reforma educativa que pretende privatizar la educación nacional hasta hoy mayoritariamente pública.
Esta derrota de la reforma educativa significa frenar o anular otras reformas privatizadoras en curso, como la del sector salud y la del sistema de pensiones. En el caso de éstas, el proyecto neoliberal pretende reducirlas y hasta desaparecerlas.
De modo que con su victoria sobre Nuño, la CNTE está prestando un invaluable servicio a los millones de jubilados que dependen de su magra pensión para sobrevivir en sus últimos años de vida.
Y lo mismo puede decirse del sistema de salud pública. Si el gobierno federal logra sus propósitos de privatizar el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), decenas de millones de trabajadores quedarían desamparados y tendrían que costear por sí mismos la atención de su salud personal y familiar.
Nadie puede negar, desde luego, las enormes simpatías y apoyo que la CNTE y su lucha generan en grandes segmentos de la población mexicana. Pero serían inmensamente mayores esas simpatías y apoyos si otros sectores de la sociedad se dieran cuenta del peligro que corren su vida y su futuro si la CNTE fuera derrotada y se abriera paso así a la extinción de la salud pública y a la reducción o desaparición de las pensiones.
No es exagerado decir que del futuro de la CNTE depende el futuro de varias decenas de millones de trabajadores. Y parece que así lo han comprendido los trabajadores del sector salud y un buen número de pensionados, quienes, viendo cómo están pelando las barbas del vecino, han decidido movilizarse para enfrentar la privatización en curso de la educación, de la medicina y de los sistemas de pensiones.
Tomado de: http://www.telesurtv.net/bloggers/CNTE–freno-a-la-privatizacion-de-educacion-salud-y-pensiones-20160623-0010.html
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