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¿Reformar el capitalismo o salir de él?

Pensamiento crítico: pensamiento que busca la esperanza en un mundo donde parece que ya no existe. Pensamiento crítico: pensamiento que abre lo cerrado, que sacude lo fijo. El pensamiento crítico es el intento de entender la tormenta y algo más. Es entender que en el centro de la tormenta hay algo que nos da esperanza.

La tormenta viene, o más bien ya está aquí. Ya está aquí y es muy probable que se vaya intensificando. Tenemos un nombre para esta tormenta que ya está aquí: Ayotzinapa. Ayotzinapa como horror, y también como símbolo de tantos otros horrores. Ayotzinapa como expresión concentrada de la cuarta guerra mundial.

¿De dónde viene la tormenta? No de los políticos –son ejecutores de la tormenta nada más. No del imperialismo, no es producto de los Estados, ni de los Estados más poderosos. La tormenta surge de la forma en la cual la sociedad está organizada. Es expresión de la desesperación, de la fragilidad, de la debilidad de una forma de organización social que ya pasó su fecha de caducidad, es expresión de la crisis del capital.

El capital es de por sí una agresión constante. Es una agresión que nos dice todos los días «tienes que moldear lo que haces de cierta forma, la única actividad que tiene validez en esta sociedad es la actividad que aporta a la expansión de la ganancia del capital».

La agresión que es el capital tiene una dinámica. Para sobrevivir tiene que subordinar nuestra actividad cada día más intensamente a la lógica de la ganancia: «hoy tienes que trabajar más rápidamente que ayer, hoy tienes que agacharte más que ayer».

Con eso ya podemos ver la debilidad del capital. Depende de nosotros, de que queramos y podamos aceptar lo que nos impone. Si decimos «perdón, pero hoy voy a cultivar mi milpa», u «hoy voy a jugar con mis hijos», u «hoy me voy a dedicar a algo que tenga sentido para mí», o simplemente «no, nos vamos a agachar», entonces el capital no puede sacar la ganancia que requiere, la tasa de ganancia cae, el capital está en crisis. En otras palabras, nosotros somos la crisis del capital, nuestra falta de subordinación, nuestra dignidad, nuestra humanidad. Nosotros somos la crisis del capital y orgullosos de serlo, estamos orgullosos de ser la crisis del sistema que nos está matando.

El capital se desespera en esta situación. Busca todos los métodos posibles para imponer la subordinación que requiere: el autoritarismo, la violencia, la reforma laboral, la reforma educativa. También introduce un juego, una ficción: si no podemos sacar la ganancia que requerimos, vamos a fingir que existe, vamos a crear una representación monetaria para un valor que no se ha producido, vamos a expandir la deuda para sobrevivir y tratar de usarla al mismo tiempo para imponer la disciplina que se requiere. Pero esta ficción aumenta la inestabilidad del capital y además no logra imponer la disciplina necesaria. Los peligros para el capital de esta expansión ficticia se vuelven claros con el colapso de 2008, y con eso se hace más evidente que la única salida para el capital es a través del autoritarismo: toda la negociación alrededor de la deuda griega nos dice que no hay posibilidad de un capitalismo más suave, el único camino para el capital es el camino de la austeridad, de la violencia. La tormenta que ya está, la tormenta que viene.

Nosotros somos la crisis del capital, nosotros que decimos ¡No!, nosotros que decimos ¡Ya basta del capitalismo!, nosotros que decimos que es tiempo de dejar de crear el capital, que hay que crear otra forma de vivir.

El capital depende de nosotros, porque si nosotros no creamos ganancia (plusvalor) directa o indirectamente, entonces el capital no puede existir. Nosotros creamos el capital, y si el capital está en crisis, es porque no estamos creando la ganancia necesaria para la existencia del capital, por eso nos están atacando con tanta violencia.

En esta situación, realmente tenemos dos opciones de lucha. Podemos decir: «sí, de acuerdo, vamos a seguir produciendo el capital, promoviendo la acumulación de capital, pero queremos mejores condiciones de vida». Esta es la opción de los gobiernos y partidos de izquierda: de Syriza, de Podemos, de los gobiernos en Venezuela y Bolivia. El problema es que, aunque sí pueden mejorar las condiciones de vida en algunos aspectos, por la desesperación misma del capital existe muy poca posibilidad de un capitalismo más humano.

La otra posibilidad es decir «Chao, capital, ya vete, vamos a crear otras maneras de vivir, otras maneras de relacionarnos, entre nosotros y también con las formas no humanas de vida, maneras de vivir que no están determinadas por el dinero y la búsqueda de la ganancia, sino por nuestras propias decisiones colectivas».

Aquí en este seminario estamos en el mero centro de esta segunda opción. Este es el punto de encuentro entre zapatistas y kurdos y miles de movimientos más que rechazamos el capitalismo, tratando de construir algo diferente. Todas y todos estamos diciendo «Ya, capital, ya pasó tu tiempo, ya vete, ya estamos construyendo otra cosa». Lo expresamos de muchas maneras diferentes: estamos creando grietas en el muro del capital y tratando de promover su confluencia, estamos construyendo lo común, estamos comunizando, somos el movimiento del hacer contra el trabajo, somos el movimiento del valor de uso contra el valor, somos el movimiento de la dignidad contra un mundo basado en la humillación. Estamos creando aquí y ahora un mundo de muchos mundos.

Pero ¿tenemos la fuerza suficiente? ¿Tenemos la fuerza suficiente para decir que no nos interesa la inversión capitalista, que no nos interesa el empleo capitalista? ¿Tenemos la fuerza para rechazar totalmente nuestra dependencia actual del capital para sobrevivir? ¿Tenemos la fuerza para decir un «adiós» final al capital?

Posiblemente no la tenemos, todavía. Muchos de nosotros que estamos aquí tenemos nuestros sueldos o nuestras becas que vienen de la acumulación del capital o, si no, vamos a regresar la semana próxima a buscar empleo capitalista. Nuestro rechazo al capital es un rechazo esquizofrénico: queremos decirle un adiós tajante y no podemos o nos cuesta mucho trabajo. No existe pureza en esta lucha. La lucha para dejar de crear el capital es también una lucha contra nuestra dependencia del capital. Es decir, es una lucha para emancipar nuestras capacidades creativas, nuestra fuerza para producir, nuestras fuerzas productivas.

En eso estamos, por eso venimos acá. Es cuestión de organizarnos, claro, pero no de crear una Organización, sino de organizarnos de múltiples maneras para vivir desde ahora los mundos que queremos crear.

¿Cómo avanzamos, cómo caminamos? Preguntando, por supuesto, preguntando y abrazándonos y organizándonos.

Fuente de la información e imagen:  https://www.elviejotopo.com/

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El sistema educativo y la educación

No hay dudas que para estos modelos de país la educación no es importante más que en los discursos de la dirigencia que administra los asuntos públicos.

 

El sistema educativo se define por su organización administrativa y política, organización alejada de quienes hacen al cotidiano educativo (docentes y estudiantes).

 

Las luchas por la emancipación educativa son las marcas contra las especulaciones políticas por subsumir la educación pública a intereses meramente sectoriales.

 

Una tensión que fue definiendo el sistema hacia procesos de privatización creciente, porque ya no se trataba solamente del sector clerical como motor de diferenciación ideológica, como fue la disputa que se conoció como “Laica o Libre” en la década del 50 del siglo pasado de una profunda lucha que venía desde el primer Congreso Pedagógico de 1882 en el que se debatieron las bases de la que después fuera la Ley 1420 de educación común, laica y gratuita, sino de la creación del mercado educativo, con la expansión de la educación privada durante la década de 1990 (exoprivatización) y la apertura al universo de las ong y fundaciones para operar dentro del sistema vía convenios ministeriales (endoprivatización) y la injerencia empresarial directa en el contexto universitario.

 

En ese contexto las universidades nacionales también entran en una dinámica de sumisión, que bajo el eslogan de vincular esas casas de estudios con las (dudosas) “demandas sociales”, comenzaron a perder la autonomía conquistada en 1918, la que se dio en llamar, Reforma Universitaria y así quedó la marca de la lucha de la “revolución de las conciencias” registrada en la historia y que fue fuente de inspiración en Latinoamérica y el mundo.

 

En la década del 50 se triplica la matrícula universitaria tras la supresión de los aranceles, los trabajadores se vieron beneficiados por la accesibilidad a los estudios universitarios, hasta que en 1966 el general golpista, dictador Juan Carlos Onganía, decidió terminar con la autonomía en las universidades nacionales, mediante el decreto ley 16.912 que determinaba la intervención, prohibía la actividad política en las facultades y anulaba el gobierno tripartito. Ese 29 de junio mandó a desalojar y ordenó la “depuración académica”.

 

Hubo resistencia en las facultades de Ciencias Exactas y Naturales, Arquitectura, Ingeniería, Filosofía y Letras y Medicina de la UBA y la primera consecuencia fue la feroz represión sobre estudiantes y profesores; la segunda, la renuncia de miles de profesores y el inicio de éxodo académico.

 

Tal vez ese haya sido el antecedente de lo que vendría con la dictadura genocida y desaparecedora de Jorge Rafael Videla y su banda a partir de 1976, no sólo con la intervención de las universidades sino con la militarización dentro de las propias facultades, con “oficinas” improvisadas en algún aula y un par de soldaditos con los fusiles en mano al lado del bedel que recibía las libretas universitarias de lxs estudiantes para poner en un cajoncito y retirarlas después de la clase correspondiente (como le ocurría a quien escribe estas líneas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA).

 

Cabe aclarar que, en 1975, la autodenominada Alianza Anticomunista Argentina de José López Rega, ministro de Bienestar Social del tercer mandato de Juan Domingo Perón, también conocida como la Triple AAA, tenía las mismas prácticas represivas, usando como fuerza de choque a la Policía Federal con los parapoliciales y los camiones “celulares” esperando en la puerta de la facultad.

 

Este muy breve e incompleto recorrido sobre algunos de los hitos que marcaron la vida de la universidad pública tiene la intención de exponer porqué el conocimiento, en sentido amplio, es un problema para el poder y los poderosos. Porque forma en el desarrollo de la inteligencia, porque cuando es colectivo genera fuerza social, como se demostró en la multitudinaria Marcha Universitaria del 23 de abril que convocó a miles y miles universitarios, trabajadorxs, familias, estudiantes secundarios, jubiladxs; aunque para el poder, que el conocimiento sea fundamental para el mejoramiento de la sociedad, es el problema, porque eso implicaría socializar los frutos de ese conocimiento cuya finalidad, también sería, el bienestar general del conjunto de la población.

 

Pero no, esos son objetivos que deben desaparecer del imaginario popular, por eso la reforma educativa globalizada, a la que Argentina adhirió formalmente en la década del 90, durante el gobierno de Carlos Menem, vino a hacer lo que los gobiernos dictatoriales no pudieron terminar de plasmar, más que en algunos aspectos de la reorganización, como fue el principio de la fragmentación con el traspaso de las escuelas primarias a las provincias en 1979, tarea que se completa durante el “menemato” con la transferencia de los secundarios y terciarios, terminando el proceso de fragmentación educativa, que mantiene la Ley Nacional de Educación (2006). Mientras que a las universidades se las encorsetó con la Ley de Educación Superior (1.995).

 

La intervención de las universidades (en las instancias dictatoriales) siempre tuvo como finalidad no solo el control sobre el conocimiento, sino la direccionalidad del mismo, lo que significa, a grandes rasgos, el desarrollo intelectual en función social.

 

No les resultó tan sencillo imponer sus obscenos deseos, porque siempre hubo una línea de fuga en la que la resistencia se materializaba, incluso en grupos de estudio “clandestinos”. Parece un argumento para una película, pasar a la clandestinidad para estudiar, pero eso es lo que sucedía en los llamados “años de plomo”.

 

A pesar de la resistencia histórica, los principios postulados en la reforma universitaria de 1918 no pudieron filtrar el aire de los tiempos neoliberales, fueron traicionados por las políticas de la democracia y ya no se necesitaron las dictaduras cívico-militares para imponer el ordenamiento, porque el discurso de la eficiencia y la eficacia había ganado la batalla, aún con los resultados de generación de pobreza y los indicadores de indigencia.

 

El mercado comenzó a ser el ordenador del sistema educativo, ministros de educación de los distintos colores políticos de los partidos del establishment accediendo a firmar convenios con fundaciones, ong y universidades privadas de elite, en algunos casos; con empresas EdTech, que nos “aseguran el futuro” de los “aprendizajes” desde la versión del capitalismo de plataformas, como es el caso de TICMAS, con récord de audiencia de especialistas en educación y dirigentes políticos en la Feria del libro.

 

Una nueva redefinición de aquello de Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje” para la comunicación, que en la nueva clave post-educativa debería ser “la plataforma es el aprendizaje”, donde el otro formante del binomio dialéctico queda borrado, la “enseñanza”.

 

El fin de la docencia se viene anunciando desde hace décadas, primero con las campañas de desprestigio organizadas desde el discurso transpolítico, Banco Mundial, OCDE, UNESCO, dirigentes políticos, funcionarios de turno, periodismo “independiente” y la lista sigue…

 

Mientras escribo este artículo, está finalizando la jornada del paro docente en todos los niveles de la enseñanza, por demandas salariales y laborales, también piden un aumento de emergencia para los docentes jubilados y el pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), además de infraestructura, entre otras demandas y a un mes de la Marcha Universitaria.

 

En la semana de la pueblada en Misiones donde los docentes y lxs trabajadores de la Salud hicieron punta con los reclamos salariales a los que se sumaron la policía y los tareferos. Los docentes, con salarios de $270.000, fueron reprimidos por sus reclamos en la legislatura y en la casa del gobernador (como venimos informando en tramas).

 

También finalizó el debate en diputados, se reunieron de manera conjunta la comisión de educación y la de presupuesto por la emergencia presupuestaria en universidades. La reunión finalizó con tres dictámenes, el de la mayoría es de Unión por la Patria (UP) y el Frente de Izquierda (FIT-U) en el que se pide la inclusión del FONID. El próximo encuentro será el martes 28.

 

Esta es, simplemente, una parte del panorama actual en relación con la historia, signada por el control administrativo de la burocracia y la dominación de la colonialidad del poder en beneficio de intereses espurios. Un oxímoron en el que el sistema educativo confronta y desafía lo único por lo cual tiene significación, la escuela y la universidad públicas, que bien podrían funcionar en otro contexto, sin el peso de un sistema que lejos de sostenerlas e impulsarlas, las agrede, las ahoga y las degrada.

 

Eso es lo que estos sistemas tienen para ofrecernos, los beneficios de los intereses privados en los asuntos públicos, los negocios empresariales a expensas de las investigaciones científicas realizadas en las universidades públicas, como los convenios celebrados con la corporación minera, en algunos casos o con la generación de transgénicos en otros.

 

Son algunas de las formas “eficientes” de financiamiento al que están sometidas las universidades y de las que también tiene que dar respuestas el propio Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), como promotor de ese maridaje público/privado, que desvirtúa la esencia de la universidad.

 

Para cerrar, si el 90% del presupuesto universitario es para pagar los deprimidos salarios docentes, que ni siquiera el gobierno debate convocando a paritarias, es porque su representante máximo, autopercibido anarco capitalista, pretende, como lo escribió Onganía, una “limpieza académica” y el cierre programado de las universidades o su reconversión en unidades de conocimiento aplicado a los intereses empresariales y financiar las carreras que el mercado demande.

 

Solo haber escuchado lo que el señor presidente dijo en el marco del Congreso del Instituto de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), frente a la posibilidad de que de la Cámara surja la emergencia presupuestaria para la universidad, “Cualquier proyecto que manden desde el Congreso que quieran romper la caja y hacer volar este país por los aires,lo voy a vetar, me importa tres carajos”, nos dice todo sobre su interés por rol social del conocimiento y por la educación como derecho humano.

 

Después de todo, el evento que protagonizó el autor del libro “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica” en el Luna Park, también constituyó un hecho pedagógico, nos enseñó que Narnia no solo es un relato fantástico, también puede ser fatalmente político.

 

Fuente: https://tramas.ar/2024/05/24/el-sistema-educativo-y-la-educacion/

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Argentina: Ley Ómnibus | ¿Menos paros y más exámenes? Qué cambiará en Educación si se aprueba el texto

Por: Evangelina Himitian/LA NACION

El proyecto final de la ley ómnibus que hoy empieza a debatirse en el recinto trae importantes modificaciones en materia educativa; qué se mantuvo y qué se descartó.

No fue sencillo llegar a un texto con el acuerdo de los legisladores. Pero en eso trabajaron durante el último mes los representantes del Gobierno y los legisladores para votar el proyecto final que llegará hoy al recinto, y que en materia de educación traerá importantes cambios: el más relevante, que la educación primaria y secundaria se declarará servicio esencial. De forma que, ante una medida de fuerza, se deberá garantizar la continuidad.

Nadie sabe muy bien cómo se implementará esto. Pero la decisión de tomar este concepto del Decreto de Necesidad y Urgencia e incorporarlo a la ley apunta a robustecer un argumento que en el plano judicial ya está teniendo reveses con la reforma laboral. ¿Pesará más el derecho a huelga o la garantía de un servicio esencial? Un dilema que, de prosperar el proyecto de la llamada ley ómnibus, sin dudas traerá conflictos con los gremios.

Los que siguen son algunos de los principales cambios que traerá la ley en materia de educación.

La educación, servicio esencial

El texto incorpora un artículo 2 bis a la ley 26.206, de Educación Nacional: “La educación es un derecho humano fundamental, de carácter personal y social, por lo tanto, el Estado Nacional tiene la responsabilidad de garantizar una educación integral, permanente, gratuita y de calidad, que profundice el ejercicio pleno de ese derecho y la igualdad real de oportunidades a todos los habitantes de la Nación. La educación inicial, primaria y secundaria es un servicio esencial”, define.

Esto, en concreto busca establecer un límite a los paros docentes, y es un punto muy cuestionado por los gremios, porque supone que ante una medida de fuerza por un conflicto colectivo, debería garantizarse la prestación de un porcentaje del servicio. Cómo ocurrirá, no se sabe hasta que llegue la reglamentación. Algunos dicen que no será cuestión de dejar una guardia mínima para que la escuela permanezca abierta. Sino que el sistema en su mayoría siga funcionando. “No tenemos experiencia de cómo se implementaría, pero se habla de un 75% de cobertura. El cambio es sustancial porque se mete de lleno con un tema complejo como son los paros”, explica Gustavo Zorzoli, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires.

El texto del DNU, de donde se tomó la figura, ya señala que se debería garantizar el 75% del servicio. Los diputados y senadores que trabajaron sobre la nueva redacción acordaron que eso lo defina el Ejecutivo en la reglamentación.

Algunos, como la diputada de Pro, Sabrina Ajmechet, consideran que se debería garantizar un servicio mínimo, tipo guardia, como propone un proyecto de ley del legislador Alejandro Finocchiaro, para garantizar la continuidad. “Al menos como para que los padres y sobre todo las madres, puedan llevar a los chicos sin tener que afectar su jornada laboral. Y también pensando en conflictos más largos, como los que ocurrieron en provincias como Jujuy o Chubut, donde los paros docentes duraron meses, no se convierta en una puerta para la deserción escolar”, apunta la legisladora.

Evaluación que mejora el salario

Otro punto que promete polémica gremial es la incorporación de la evaluación periódica docente como condición para aspirar a percibir un suplemento salarial, tal como se detalla en el artículo 276 del proyecto de ley, que se realizaría cada cinco años. “Hasta ahora, la única forma de lograr una mejora salarial en la carrera docente, realizando una misma tarea, es mediante la antigüedad. En cambio, esta modificación permitiría que un docente con mejor rendimiento en las evaluaciones cobre más que otro que realiza la misma tarea, con la misma antigüedad”, explicó Zorzoli. Esto modifica el escalafón del Estatuto Docente y habilita la “meritocracia” en la carrera docente. Echa por tierra la idea de a igual tarea, igual remuneración y promete conflictividad gremial.

Aprender cada dos años

Todos los alumnos deberán ser evaluados con una periodicidad no mayor a dos años. Esto se refiere a evaluaciones tipo las pruebas Aprender, pero que se realizarán a todos los alumnos, cada dos años. Además, otro cambio es que ya no se los evaluará solo en matemática y comprensión lectora, tal como decía el proyecto original, sino “en las áreas que determine la autoridad de aplicación”. Se agrega que “los padres y los docentes tendrán acceso a la información que les permita tomar decisiones a fin de mejorar la educación de sus hijos y alumnos”.

Examen final al terminar la secundaria

“Con la finalidad de analizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, el Estado Nacional tomará un examen censal al finalizar los estudios de educación secundaria, que mida los aprendizajes adquiridos y las capacidades desarrolladas”, dice el texto.

Censal significa que todos lo deben dar, detalla Zorzoli. Este fue uno de los puntos controvertidos y quienes trabajaron en la nueva redacción apuntaron a que quedara en claro que no condicionaría el ingreso a la universidad, aunque sí que será obligatorio. “El alumno tendrá derecho a conocer y recibir una certificación del resultado. Dicho examen no será condicionante para la prosecución de los estudios del egresado evaluado”, dice el texto.

En la oposición habían pedido que se reemplazara por un diploma de honor solo para quienes se saquen 9 o 10, pero que no sea una mancha en el currículum para los demás, pero esta idea no prosperó. No será obligatorio aprobar el examen para finalizar la secundaria, sino solamente rendirlo y esa será la nota final.

¿Se les cobra a los extranjeros?

Se modifica el artículo de la Ley de Educación Superior y habilita el cobro de un arancel a los extranjeros que vengan a estudiar al país. A la vez, garantiza la gratuidad de las universidades públicas para todos los argentinos y para los extranjeros que tengan un DNI argentino permanente, que se obtiene al tener una residencia permanente en el país. Los requisitos son haber vivido dos años en el país en el caso de migrantes de países del Mercosur y tres años para los países extra-Mercosur, así como haber hecho el trámite correspondiente. Este punto no tuvo modificaciones del texto presentado por el Ejecutivo, explicó Ajmechet.

Para los extranjeros con residencia temporaria, el texto no las arancela automáticamente, sino que habilita a que cada universidad pública determine si cobra o no. “Podrán establecer aranceles para los servicios de enseñanza de grado o de trayectos educativos para aquellos estudiantes que reúnan los requisitos”, dice el texto.

También agrega que las universidades podrán “firmar convenios con otros Estados, instituciones u organismos nacionales e internacionales, públicos o privados, tendientes a compartir recursos de todo tipo e implementar las mejores prácticas en materia de educación y de gestión”. Además, podrán fomentar mecanismos de intercambio y generar de esa forma sistemas de becas para los extranjeros que vengan a estudiar en el país.

A la universidad, solo con título secundario

Otro de los cambios que traería esta ley, si se aprueba, en materia de educación es que solo podrán acceder la universidad aquellos que completen sus estudios secundarios. “La ley vigente hasta ahora permite que los mayores de 25 años que acrediten los conocimientos básicos puedan acceder a estudios de grado, era una situación excepcional pero ahora no va a ser posible porque se elimina ese artículo que lo permite”, apuntó Zorzoli.También se incorpora la posibilidad de que los ingresantes a una universidad estatal, rindan examen de ingreso u opten por un curso de ingreso.

No al homeschooling

Un punto que encendió el semáforo rojo para los legisladores fue la redacción del proyecto de ley que hablaba de la hibridez. Muchos de los legisladores del PRO habían sido muy activos en la vuelta a clases presenciales en la pandemia y temían ver ahí una puerta abierta a la no obligatoriedad de la presencialidad.Después de mantener reuniones con miembros del Ejecutivo se entendió que apuntaba a otra cuestión y se decidió modificar la redacción. De forma que, si se aprueba el texto, el homeschooling seguirá sin estar permitido en el país.

Por eso, el texto permite el estudio a distancia solo para el tramo final de la secundaria en casos en los que se dificulte físicamente acceder a un establecimiento y tambiénhabilita el sistema híbrido, esto es el uso de plataformas como un mecanismo complementario para materias extraprogramáticas. El foco está puesto en, por ejemplo, si no se consigue un docente de inglés para una determinada escuela, en lugar de que se pierdan las horas de clase o tengan horas libres, se reemplazaría por un trabajo desde las plataformas, ejemplifica Ajmechet.

¿Y los vouchers?

El texto habla de financiamiento educativo, sin mencionar nada ni siquiera parecido al sistema de vouchers. En cambio, le atribuye un rol protagónico al Consejo Federal de Educación (conformado por los ministros de Educación de las provincias y ciudad de Buenos Aires). Establece que será el Consejo y no la Secretaría de Educación (antes el Ministerio) quien pueda fijar el salario mínimo docente a nivel nacional y por ende llamar a paritarias, convocando a los gremios.

Además, apunta que para definir el salario se consultará al Consejo Federal de Inversiones, integrado por los ministros de Economía de cada provincia y de la ciudad. El cambio llega del siguiente cuestionamiento: por qué el Ejecutivo nacional definiría el monto de un salario que no va a pagar, ya que el salario docente es pagado por cada jurisdicción. Hubo varias redacciones de este punto, alguna incluía a las escuelas privadas en la mesa de negociación de la paritaria nacional, también a las entidades gremiales del sector privado. Finalmente, eso se descartó.

A su vez, el texto apunta que, definida la paritaria nacional, cada provincia y la ciudad de Buenos Aires podrán definir o acordarán las condiciones laborales, el calendario escolar, la escala salarial y la carrera docente.

Aulas sin patrocinadores

El texto que presentó originalmente el Ejecutivo, abría la posibilidad a que empresas y donantes particulares aporten fondos a las cooperadoras de las escuelas, sin que se les prohíba usar esa información como parte de una acción publicitaria, algo que la ley vigente no permite. Podía dar lugar a aulas con patrocinadores, del tipo a esta aulas la cuida tal empresa, cómo ocurre con las plazas. “En Estados Unidos eso es muy frecuente”, detallo Zorzoli. De todas formas, ese artículo se eliminó en la nueva redacción.

Presupuesto según cantidad de egresados

En cuanto al financiamiento universitario, el proyecto trae grandes cambios: el aporte del Estado nacional para las instituciones de educación superior universitaria de gestión estatal no podía hasta ahora ser disminuido ni reemplazado, sino que se debía respetar lo establecido en el presupuesto anual.

El proyecto agrega un párrafo que asegura que este aporte se distribuirá entre las distintas instituciones, en función del número de estudiantes matriculados en cada una, el tipo de carrera ofrecida, tales como carreras de grado, posgrado y otras, y su área de formación. También incidirá el números de egresados, no solo de los inscriptos. Este punto generó controversias y finalmente se decidió sumarle otros criterios de relevancia, como que realice investigación, que tenga escuelas y hospitales que dependan de ella, entre otras cuestiones.

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Uruguay: Este miércoles habrá paro de 24 horas en la enseñanza en reclamo contra la reforma educativa

Redacción El País

La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) y la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay (Afutu) harán un paro de 24 horas este miércoles. La medida afecta a todos los liceos públicos y UTU del país, ya que los demás sindicatos que integran la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU) apoyan la medida, pero no paran.

Inicialmente la medida estaba prevista para este jueves 23 de noviembre, pero se adelantó un día.

La medida implica una paralización nacional de 24 horas en la enseñanza con una concentración y acto frente a la sede del Codicen de la ANEP a partir de las 12:00 horas. La movilización tendrá como principal reinvindicación la oposición a la denominada transformación educativa que impulsa el gobierno.

“Esta política tiene expresiones regresivas de corto plazo como la desarticulación de los bachilleratos en distintos puntos del país”, indicó Fenapes tras declararse en conflicto y agregó que la reforma atenta “contra la formación integral y la continuidad educativa de las futuras generaciones al prohibírseles intencionalmente el acceso democrático al conocimiento”.

En una declaración divulgada la semana pasada se indicaba que la denominada transformación educativa “tanto por su forma como por el contenido ideológico que la sustenta, confirma el uso de nuestra educación pública con fines político-electorales”.

En este sentido, entienden que “colisionan los intereses personales con los colectivos nacionales, los tiempos de campaña electoral con los prolongados y extensos procesos educativos de un país”.

https://www.elpais.com.uy/informacion/educacion/este-miercoles-habra-paro-de-24-horas-en-la-ensenanza-en-reclamo-contra-la-reforma-educativa

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El Gobierno de Gustavo Petro radica la primera parte de su reforma a la educación

El proyecto de ley estatutaria reconoce la educación como “un derecho fundamental” y establece que la instrucción preescolar debe comenzar a los tres años de edad.

El Gobierno de Gustavo Petro ha radicado este martes la primera parte de su gran reforma a la educación. La ministra del sector, Aurora Vergara, ha asistido al Congreso para presentar un proyecto de ley estatutaria que busca dejar atrás la reglamentación de la educación como un “servicio público cultural” y reemplazarla por otra que la reconoce como un derecho fundamental. Entre otras disposiciones, el texto establece que el ciclo de educación preescolar debe comenzar a los tres años de edad, en lugar de los cinco actuales. “Estamos poniendo en las manos de ustedes, honorables representantes y senadores, la posibilidad de que los niños y las niñas en Colombia lleguen mucho más jóvenes a la escuela”, ha resaltado la ministra.

Las leyes estatutarias requieren de mayorías absolutas, en lugar de las mayorías de los presentes de las iniciativas ordinarias. Regulan los derechos fundamentales y establecen los principios básicos que sirven como marco conceptual para otras normas. En este caso, la iniciativa hace énfasis en aspectos como la universalidad de la educación, su adaptabilidad a contextos regionales y la inclusión en el sistema educativo de los grupos étnicos, las personas privadas de la libertad y los estudiantes con discapacidad. “La ley estatutaria será la carta de navegación (…) En un contexto vertiginoso de cambio, este proyecto nos va a ayudar a enfrentar los retos de la transformación digital, la crisis climática y el peligro de la erosión de los valores democráticos”, ha asegurado Vergara.

La iniciativa extiende la edad de escolaridad obligatoria más allá de lo que contempla la Constitución de 1991 —que la fija entre los 5 y los 15 años—. El artículo 14 establece que el Estado debe garantizar el acceso a la educación preescolar desde los tres años. Aunque el avance de los jardines infantiles en el sistema público no es nuevo, ahora será parte de “un derecho fundamental de las niñas y los niños menores de seis años”. Asimismo, el artículo 16 reafirma que la educación media “será obligatoria” —algo establecido en una ley de 2015— y que comprenderá los grados décimo y undécimo. Según la ministra, esto ayudará a combatir la deserción escolar, que ronda el 50% en las zonas rurales de Colombia.

Otro punto central es la articulación entre la educación media y la posmedia, que incluye tanto a las universidades como a la formación técnica y al reconocimiento de aprendizajes y saberes previos. El proyecto no entra en detalles, pero hace referencia a que esa conexión “puede suceder” a través de los grados duodécimo y décimo tercero. Esta modalidad, ya presente en algunas instituciones, implica que los estudiantes tengan la opción de cursar parte de la educación de nivel superior en sus colegios y que luego puedan ingresar en semestres más avanzados de las carreras universitarias.

El texto radicado este jueves ha incluido algunas menciones a la educación posmedia, un concepto que promueven los rectores universitarios y que no estaba en los borradores iniciales. Andrés Vélez, abogado especializado en el sector educativo, comenta por videollamada que esto es importante porque Colombia gradúa más estudiantes universitarios que los que requiere el mercado y no tiene suficientes personas formadas en otras ocupaciones de formación técnica. No obstante, considera que el proyecto es “tímido” en sus referencias a este sistema, que se mantiene ambiguo respecto a sus alcances y que no brinda mayores precisiones sobre cómo se articulará con etapas previas. “Hay que tener por lo menos un artículo específico para la educación posmedia que deje en claro que la universidad es una de las vías, pero no la única”, resalta el experto.

“Marchitamiento»

La radicación del proyecto de ley estatutaria se da en un contexto de tensión con el sector privado. El miércoles, los rectores de cuatro universidades privadas publicaron una carta donde expresaron varias preocupaciones. Entre otros reclamos, piden que se reconozca la importancia del sector privado dentro de un sistema mixto de educación superior y que se establezcan mecanismos de control de calidad. Preocupa especialmente un proyecto que el Ejecutivo aún no ha presentado pero que, según los anuncios, modificará la ley 30 y priorizará el financiamiento de las universidades públicas. Raquel Bernal, rectora de la Universidad de Los Andes, señaló en W Radio que la posible afectación de los créditos de apoyo financiero a los estudiantes puede derivar en “el marchitamiento” de las instituciones privadas.

La ministra, quien antes de entrar al Gobierno era profesora de tiempo completo de la universidad privada Icesi, ha remarcado este jueves que el texto no perjudica al sector privado. “Abrir estas nuevas rutas no quiere decir que le estamos quitando derechos a quienes históricamente han tenido privilegios. Este proyecto de ley busca fomentar más y mejores oportunidades”, ha comentado Vergara durante la radicación. “Hoy no estamos hablando de marchitar. Estamos hablando del florecimiento humano. Este proyecto de ley estatutaria retoma la promesa de convertir la educación en Colombia en un derecho que promueva el bien común y que no sea un privilegio de unos pocos”, ha enfatizado, en referencia al comentario de Bernal.

La reforma a la educación, sin embargo, tiene un largo y complejo camino por delante. No solo porque falta la radicación de la iniciativa anunciada para reestructurar la educación superior y su financiamiento. También porque el proyecto de ley estatutaria deberá abrirse paso de hoy a junio en un Legislativo que se encuentra casi paralizado por la cercanía de las elecciones regionales, que se celebrarán en octubre. Además, deberá hacer frente al atasco que han producido otras reformas sociales que se presentaron el semestre pasado como banderas del Gobierno y que no se han aprobado. Los congresistas aún deben definir la suerte de otros proyectos que restructuran los sectores de salud, pensiones y trabajo.

https://elpais.com/america-colombia/2023-09-13/el-gobierno-de-gustavo-petro-radica-la-primera-parte-de-su-reforma-a-la-educacion.html
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Martínez: Reimplantar cátedra de historia debe ir en reforma educativa en Colombia

LA REFORMA educativa del Gobierno nacional debe incluir la reimplantación de la cátedra de historia de manera independiente y obligatoria en las aulas de clase.

Así lo aseguró Armando Martínez Garnica, presidente de la Academia Colombiana de Historia, en entrevista con EL NUEVO SIGLO, quien aseguró que la falta de esta materia en los colegios ha hecho que los jóvenes estén desorientados en tiempo y espacio.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es su opinión sobre el hecho de que no se esté enseñando historia de forma obligatoria en Colombia?

ARMANDO MARTÍNEZ GARNICA: La historia y geografía son dos disciplinas científicas que tienen como objetivo dotar a los nuevos ciudadanos que vienen al mundo en un marco de orientación temporal, espacial e histórica.

Esas disciplinas se inventaron para orientar al ciudadano respecto del lugar que ocupa en el espacio, además de las características de ese lugar, con las consecuencias que eso tiene. Son conocimientos que todo ciudadano debe tener para poderse orientar.

La historia ofrece un marco de orientación para que un ciudadano conozca quién es su familia y su nacionalidad, qué fue lo que le aconteció durante los años y explica por qué en este momento estamos en esta posición.

Si se le quita eso a la nueva generación, se queda desorientada, no sabe dónde está parada, no conoce a qué grupo pertenece ni cuáles son las condiciones que impone la pertenencia de ese grupo nacional.

ENS: ¿Debería ser este uno de los temas a incluir en la reforma a la educación que prepara el Gobierno?

AMG: Obviamente, la educación básica da los temas de orientación elementales. Ahí, enseñan a las personas a contar, sumar y reglas de geometría. Se debe enseñar historia y geometría; es decir, los marcos básicos se adquieren en esta etapa de la educación.

Si van a reformar la educación, deben incluir la propuesta de llevar la cátedra de historia a las aulas. Es que nadie se explica cómo hace tres décadas la quitaron y ahora estamos viendo las consecuencias de la desorientación nacional.

Implicaciones

ENS: ¿Qué implicación tiene que los jóvenes no sepan hoy de historia?

AMG: Ahí vemos jóvenes desorientados, poniéndose cada día más tatuajes y deseando desde el fondo de su corazón irse a otro país. Todo niño sueña con irse, con tener un perro y usar tatuajes, ya que no encuentra orientación en su casa ni en su nación.

ENS: ¿Por qué razón se dejó de enseñar historia en el país de manera independiente y obligatoria?

AMG: Fue un descomunal error. Durante la administración de Belisario Betancur, por culpa de unos asesores de la Unesco que llegaron de África, fueron convencidos los ministros de Educación que eliminaran las disciplinas autónomas y las reemplazaran por otras disciplinas como sociología, economía, ciencias políticas, antropología, entre otras.

Pero lo que ocurrió fue que lentamente les quitaron horas a ciencias sociales, hasta dejarlas en dos o tres horas. Además, los funcionarios del Ministerio se han resistido con todas sus fuerzas en los últimos cinco años a restablecer la autonomía científica de historia y geografía.

Se resisten con uñas y dientes y la reincorporación de estas cátedras no ha sido posible, a pesar de que se han creado condiciones, se han generado leyes y decretos.

No es posible ni quieren ceder porque consideran que los jóvenes no lo necesitan, ya que les conviene que sigan desorientados.

Les conviene que siga siendo así porque producen operarios mal formados y baratos para el mercado laboral. Solo les interesa retenerlos el mayor tiempo que puedan, pero retenerlos significa entretenerlos. Esos operarios baratos se siguen yendo del país buscando mejores salarios.

Identidad

ENS: ¿Cómo puede la enseñanza de la historia contribuir al sentido de identidad nacional en Colombia?

AMG: Es que justamente, la historia y geografía dan sentido a la existencia nacional a los ciudadanos. Pero resulta que los jóvenes ya no saben que hacen parte de una nación. Por lo tanto, no tienen ni idea que son ciudadanos y sujetos de derecho.

Si no conocen el sentido de una nación, entonces no tienen ninguna responsabilidad con el país. Por lo tanto, no son más que simples consumidores mantenidos.

ENS: ¿De qué manera la cátedra de historia puede ayudar a los estudiantes a comprender mejor la sociedad y la cultura colombiana?

AMG: La historia es un relato comprensivo, basado en las mejores fuentes disponibles, que permite comprender lo que ha acontecido, lo que está aconteciendo y el destino que fue fijado hace siglos.

Si no se enseña un relato histórico, los niños quedan a merced de lo que los medios electrónicos les digan. Por lo tanto, terminan pensando que ellos son, por ejemplo, estadounidenses que, por pura casualidad, nacieron en Colombia.

Fuente: https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/08-16-2023-reimplantar-catedra-de-historia-debe-ir-en-reforma-educativa-martinez

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