Page 233 of 1656
1 231 232 233 234 235 1.656

Canadá: Ontario offers eligible front-line workers free child care for elementary-aged children

Ontario offers eligible front-line workers free child care for elementary-aged children

The Ontario government announced it is providing eligible health-care and other front-line workers with free emergency child care for elementary school-aged children starting April 19 amid surging COVID-19 cases.

The announcement comes amid extended school closures as elementary and secondary students wrap up the April break week. Students will move to remote learning starting Monday, indefinitely.

The government said the emergency child care will be provided at “no cost” during the remote learning period.

Officials also said the service is intended for workers with school-aged children who cannot work from home and perform “critical duties in the province’s fight against COVID-19.”

The province said those parents who are eligible should contact their local service system manager for information on availability, program locations and registration.

As of Thursday, data shows there are 479 child-care centres out of 5,283 with a confirmed case of COVID-19, about nine per cent. There were 96 new cases Thursday among centres, 65 child cases and 31 staff cases.

“Our government is once again stepping up to provide health care and other frontline workers with access to emergency child care as they continue to work around the clock in our fight against COVID-19,” said Ontario’s Minister of Education Stephen Lecce.

“Doing so will allow these frontline workers to perform their duties knowing that their children are safe and in good hands.”

Ontario reported a record-breaking 4,736 new COVID-19 cases on Thursday and 29 more virus-related deaths. Hospitalizations and patients in intensive care units battling the virus continue to soar.

The government provided this list of those eligible for free emergency child care:

  • Health care workers, including but not limited to doctors, nurses, health care providers and those who work in long-term care and retirement homes, as well as individuals who manufacture or distribute medical/pharmaceutical supplies.
  • Individuals performing work in relation to the administration, distribution or manufacturing of COVID-19 vaccines.
  • Child care workers, including those staffing the emergency child care programs.
  • Grocery store and pharmacy workers.
  • Public safety (police, fire, paramedics, provincial inspection/enforcement), justice/court and correctional system workers.
  • Frontline staff in Children’s Aid Societies and residential services.
  • Individuals working in developmental services, violence against women services, victims’ services, anti-human trafficking and those engaged in interpreting or intervenor services for persons who are deaf or deaf-blind.
  • Individuals working in a homeless shelter or providing services to homeless persons.
  • Food safety inspectors and individuals working in the processing, manufacturing or distribution of food and beverages.
  • OPS staff employed in Radiation Protection Services.
  • OPS staff performing critical tasks related to environmental monitoring, reporting and laboratory services.
  • Certain federal employees, including RCMP, Canada Border Services, Canadian Armed Forces and Canada Post.
  • Power workers.
  • Non-municipal water and wastewater workers.
  • Workers involved in the collecting, transporting, storing, processing, disposing or recycling of any type of waste.
  • Education staff who are required to attend schools to provide in-person instruction and support to students with special education needs who cannot be accommodated through remote learning.
  • Employees of a hotel or motel that is acting as an isolation centre, health care centre, vaccine clinic or housing essential workers.
  • Truck drivers and transit workers.
  • Construction workers.
  • Any individual whose child was registered in an emergency child care program delivered by a Consolidated Municipal Service Manager or District Social Service Administration Board during the time period beginning on April 6, 2021 and ending on April 16, 2021.

Fuente de la Información: https://globalnews.ca/news/7757249/ontario-free-child-care-eligible-front-line-workers-elementary-covid/
Comparte este contenido:

El duelo también regresa a clases

Por: Herzel García Márquez *

Las cifras que describen las consecuencias de esta pandemia en el contexto escolar son alarmantes. El primer impacto, sin duda, lo causa la deserción escolar. De acuerdo con MejorEDU (2020), el abandono corresponde a 1.8 millones de estudiantes (1.5 millones de educación pública y 243 mil de privada).  Muchos de estos estudiantes han tenido que decidir entre el trabajo y el estudio, y esta decisión no solo evidencia el grave problema que significa la eficiencia terminal, también lo que será una pérdida afectiva en cada salón de clases, alumnos de menos en cada lista, personas ausentes en los equipos de trabajo. Faltaremos varios y otros viviremos duelos.

MejorEDU también indica que son en total, 5.2 millones de estudiantes entre 3 y 29 años que no están inscritos en el ciclo 20-21, ya sea por COVID o por falta de recursos; de esa cifra, 3 millones corresponden a educación básica. Atrás de cada número existe una historia que representa un duelo para familias y personas, para cada alumno y cada profesor. Las condiciones que cada uno vive en este reencuentro escolar son  tan particulares como la clase de pérdida que vivimos. Cada uno, por más amable que haya pasado el tiempo de confinamiento presenta al menos, una mínima pérdida. De la libertad de tránsito, de la decisión sobre medios y tiempos para divertirse, hasta la ausencia de seres queridos y la pérdida de casas y trabajos.

La pandemia por la COVID-19 debe considerarse como una catástrofe humanitaria para entender la importancia de las repercusiones que tienen las mismas en la reconstrucción social, principalmente por la vivencia del duelo colectivo, la pérdida del sentido de trascendencia de la muerte debido a las connotaciones mediáticas con que se trata, un trato superficial a las cuestiones trascendentales de la vida y la muerte, tales como ritos de luto y aflicción; un sentimiento común entre los sobrevivientes de gratitud, pero también de culpa.

El escenario es sumamente complejo por presentar diferentes pérdidas para cada persona, sobre todo se debe considerar que el confinamiento ha impedido que se viva en comunidad, en compañía, los rituales y momentos que favorecen el proceso de duelo, cualquiera que haya sido la pérdida. No se ha tenido la oportunidad para dolerse ni para celebrar, lo que también duele. No hemos podido acudir a funerales, a velorios, pero tampoco a fiestas de bodas, a nacimientos, graduaciones; el duelo se encuentra presente.

Reconocer que cada persona está lidiando con estas pérdidas, permitirá que se facilite   una postura empática en el reencuentro social y en el caso específico de la escuela, es indispensable que se considere esta realidad para detonar cualquier proyecto para el regreso. Plantearnos que el duelo regresa a la escuela resulta un escenario sanador, ya que si bien no tenemos el mínimo control sobre los momentos y tipos de pérdidas que se viven, sí podemos lograr la sistematización de atención psico-emocional para los sujetos educativos que conviven en el centro escolar.

El duelo es la forma saludable para procesar la pérdida que nos duele. Esta pérdida no tiene que ser la vida o salud de una persona, también vivimos el duelo por la pérdida de un objeto o de una situación. Pensemos en ese dejo de melancolía que de niños es tan común sentir cuando  nos despedimos de los amigos o lugares vacacionales o en el sentimiento agridulce que se siente al graduarse y saber que si bien se abre un ciclo, también se cierra otro, y eso en ocasiones, duele.

En el caso de la pandemia COVID-19, las pérdidas se han presentado como un maremoto que deja diferentes mecanismos de respuesta accionados, varias formas y tiempos de proceso y de comunicación, elementos relacionados con la historia y personalidad de cada individuo. El programa para el regreso a clases debe considerar el contexto planteado como una prioridad pues es real que habrá alumnos y profesores quienes hayan perdido familiares, bienes materiales, condición de salud, entre muchos otros factores indispensables en cada vida.

Atender a la muerte y los procesos socio-emocionales relacionados con ella desde y dentro el contexto escolar significa una gran oportunidad de reconstrucción social y reorientación de cada brújula, considerando las circunstancias de la escuela, de la comunidad y de cada persona.

El manejo de la muerte que propone la industria del cine y la televisión cumple con su tarea de divertimento con tintes fantasiosos, pero deuda mucho en cuanto a un soporte emocional fuerte y sólido que permita procesos de madurez y regulación emocional realistas. Por ello, es indispensable que, como adultos, fomentemos que la escuela sea el lugar seguro cuyo ambiente favorece la vivencia y desarrollo de procesos personales que tienen que vivirse y no ocultarse, pues la reflexión deja sin duda, aprendizaje y crecimiento para todos.

Así, la propuesta de la Pedagogía de la Muerte sirve como una valiosa herramienta pues permite identificar al proceso de la muerte como un momento clave del ciclo de la vida, quitándole el drama fantasioso y aterrizando los recursos humanos al servicio de la necesidad personal.

La pedagogía de la muerte es una puerta a la reflexión personal sobre el indudable costo que pagamos cuando dejamos que los prejuicios encasillen a la muerte en un tabú social, porque hablar de las pérdidas y más de la muerte, pareciera que no es educado, no es propio, es íntimo y muy privado.

La escuela tiene la gran oportunidad de respaldar a la familia en cuanto a la contención emocional que implica la pérdida. Puede ser que sea la razón para que la pedagogía de la muerte entre al aula y ayude a procesar a los estudiantes más allá de sus saberes académicos comprometidos, cómo relacionarse con los procesos del ciclo vital, incluidos la muerte

El comprender que la muerte es inevitable permite que, desde la mirada pedagógica, cada persona se cuestione más allá de fechas y nombres, las consecuencias de decisiones bélicas; también permite que pensemos más sobre nuestra educación financiera y los servicios de salud y el derecho del enfermo y la calidad de la vejez. La pedagogía de la muerte, de acuerdo con Cortina (2015), pretende formar ciudadanos que consideren la finitud como condición humana desde la cual orientar valores vitales para la mejora social; es la oportunidad de entender que esta vida es solo una y debemos ejercer nuestro talento y vocación para lograr esa convivencia que asegure para cada uno, la calidad de una vida humana plena; para Herrán y Cortina (2006), la pedagogía de la muerte puede ser uno de los caminos para conectar a la educación ordinaria con la Educación para la Evolución humana. para los autores, la pedagogía de la muerte es una rama importante del árbol de la Educación de la conciencia.

La conciencia es precisamente el detonante necesario para prever y atender las situaciones que sabemos vamos a encontrar. Cada profesor conoce, escucha y sabe qué ocurre en su grupo y esa sabiduría traspasa el aula y rebasa la distancia, así como el tiempo. Bastará con pocos días para que cada profesor nombre a las faltas que ya sabía, existirían.

Es importante considerar algunas propuestas tanatológicas para que, como docentes, encontremos mejores rutas de acción:

-No estás solo. Cada profesor debe reconocer que también él regresa a clases con pérdidas importantes y que es indispensable pedir ayuda, atendernos para procesar nuestros duelos. También implica que ser profesor no te obliga a ser psicólogo, médico, tanatólogo, sino que te compromete a ser el mejor profesor que tus alumnos en este momento pueden tener y eso te permite conocer la maravillosa oportunidad del trabajo interdisciplinar para la atención integral de cada persona, empezando contigo.

-Hagamos comunidad. Significa activar grupos colegiados, programas de cine-debate, foros de discusión de temas y apoyo, así como contar con un directorio de una línea de Vida con los servicios de emergencia indispensable para cualquier situación, comunicarlo y tener protocolos revisados y actualizados. Es momento de prevenir cualquier emergencia, más vale pensar por adelantado.

-Vive los principios logoterapéuticos. Viktor Frankl dejo grandes enseñanzas que la Logoterapia resume en pilares claros y valiosos. Algunos de ellos pueden servir para trabajar en el contexto del regreso escolar, los procesos de duelo favoreciendo momentos de introyección y expresión.

Algunos de estos principios son:

-Vive y acércate a la naturaleza. Crear un huerto, un jardín y cuidar de él favorece estos espacios de acción y pensamiento reflexivo, además de contribuir a la actividad y disfrute estético para el ambiente armónico.

-Vive el humor. Enseñar a reír nuevamente, demostrar y acompañar en el redescubrimiento de la sorpresa, del chiste y volver del error y la risa, elementos de seguridad en vez de espacios obscuros de incertidumbre que atentan contra el autoconcepto.

-Vive el arte. Todos tenemos un lado artístico, descubrirlo y ponerlo al servicio de varias tareas es una oportunidad constante de vivir el éxito y la alegría de encontrar un sentido a lo que hacemos. Los proyectos escolares favorecen y dan oportunidad de que cada uno viva sus reflectores, hay que celebrar el talento.

En este reencuentro escolar, todos venimos incompletos y es una gran posibilidad de la escuela el abrir las puertas a la creación de ambientes que puedan contener a cada miembro encontrando brazos de nutrición en las organizaciones e instituciones externas que pueden y quieren apoyar a la reconstrucción social en el centro escolar, entendiendo que evidenciar es el primer paso para la reflexión necesaria en el proceso de mejora continua, y estos tiempos, son para mejorar, para seguir adelante.

Referencias

MEJOREDU (2020) https://www.gob.mx/mejoredu/es/articulos/la-educacion-en-mexico-no-se-detuvo-por-la-pandemia-mejoredu?idiom=es

Herrán, A. de la (2005). El nuevo paradigma complejo-evolucionista en educación, en A. de la Herrán, E. Hashimoto y E. Machado (Coords.), Investigar en educación. Fundamentos, aplicación y nuevas perspectivas (pp. 481-571). Madrid: Dilex.

Herrán. A. de la (2006). Los estados de conciencia: análisis de un constructo clave para un enfoque transpersonal de la didáctica y la formación del profesorado. Tendencias Pedagógicas, 11, 103-154.

Rodríguez Herrero, P.; de la Herrán Gascón, A. y Cortina Selva, M. (2015). Pedagogía de la muerte mediante aprendizaje de servicio. Educación XX1, 18(1), 189-212. doi: 10.5944/educXX1.18.1.12317

*Consultora Académica de la RCSA

Fuente: educacionfutura

Comparte este contenido:

Política educativa: ¿qué cambios?

Por: Pedro Flores

Elecciones van y vienen. En ellas, es común observar que las y los candidatos a un puesto de elección popular prometen cambiar las cosas para terminar, luego de ganar, adoptando políticas y programas similares al de su antecesor.

¿Qué explica tal continuidad? No arriesgar demasiado – y pagar costos por ello – es una conducta común (racional) de directivos, alcaldes, gobernadores y presidentes electos. Bajo ciertas circunstancias puede ser más costoso propiciar el cambio verdadero que administrar la mediocridad. El status quo en democracia es posible.

Pero, ¿es tan negativa la continuidad como positivo el cambio? Depende de los resultados que tales políticas y programas estén dando en realidad. Resultados en términos de ampliación de posibilidades de vida, votos, paz social, legitimidad, respaldo popular, mejora de indicadores, etcétera. Puede ser que “nadar de muertito” sea más rentable políticamente que intentar una verdadera transformación, pero también es verdad que imponer el cambio resulta negativo. Ahí tenemos el ejemplo de querer “echar abajo” la reforma educativa del sexenio pasado con un enfoque improvisado. Incluso ahora, algunos analistas que se entusiasmaron con la Cuarta Transformación, observan que se cambió para seguir igual o peor.

Por eso la vigilancia continua y crítica de los gobiernos es necesaria. Si el grupo en el poder gana más a costa de la gente, no habría razón para sostenerlo. “Lo que pierdo impulsando el cambio es más de lo que gano haciendo lo de siempre”. Esta máxima la aplicó el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) y así nos fue. Se perdió una oportunidad histórica de desmantelar el viejo régimen político y miren lo que resultó.

Ante las próximas elecciones, es muy probable que el cálculo sobre la rentabilidad del cambio y de la continuidad esté presente en la mente de las y los candidatos. Por ello, como ciudadanos, habrá que revisar minuciosamente sus propuestas para verificar a qué grado esa racionalidad calculadora se acopla con las necesidades reales de la gente.

¿En qué espacio confluye lo que desea la mayoría, lo que realmente necesita para ampliar sus capacidades, el bien común, y la calculadora racionalidad de las y los políticos? Este espacio no surge espontáneamente, hay que construirlo ¿Cómo? Estudiando, en un lapso amplio, las políticas educativas previas. En un análisis realizado para el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), identificamos que en la administración 2013-2018, la gran mayoría de los programas propuestos (96%) venían de los dos sexenios previos (Flores-Crespo, Pérez-Yarahuán, Andrade y Saint Martin, 2014). ¿En dónde estuvo el cambio? ¿Dio o no resultados la continuidad de programas?

Ante la cascada de propuestas (y ocurrencias) que estamos por escuchar, tratemos de interpelar públicamente a las y los candidatos para saber si ofrecen cambios razonados, continuidad infundada, ninguna de las dos, o si mantienen el clásico razonamiento calculador, que se ha traducido en hartazgo popular. “La eternidad se nos acaba”, diría Sabines. Frente a esto, está nuestro voto.

Comparte este contenido:

Crisis Migratoria: La Casa Blanca ve “improbable” cumplir la promesa de recibir a 60.000 refugiados este año. EE.UU

El Gobierno de Biden sostiene que mantendrá la cuota de 15.000 dejada por Trump, pero se desdice a las horas tras recibir un alud de críticas.

La Casa Blanca ha anunciado este viernes por la tarde que es “improbable” que Estados Unidos acepte a 60.000 refugiados este año, como se comprometió el presidente Joe Biden. Durante la mañana el Gobierno del demócrata informó que mantendría la cuota de 15.000 refugiados, un mínimo histórico que dejó la Administración de Donald Trump. La decisión provocó un alud de críticas del ala progresista del Partido Demócrata y de las ONG de refugiados, por lo que echaron pie atrás. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Pskai, aseguró que van a elevar la cuota y que está se dará a conocer el 15 de mayo.

Desde el pasado 1 de octubre, cuando arrancó el año fiscal en Estados Unidos, apenas 2.000 personas que huyeron de la guerra y de la persecución en sus países han sido aceptadas en la potencia mundial. La decisión de este viernes también incluye ampliar el número de sitios desde donde se puede solicitar asilo.

Biden firmó este viernes tres órdenes ejecutivas que buscan revertir la ofensiva antiinmigratoria que estableció Trump. Una de ellas extiende las locaciones desde donde se puede solicitar asilo. El mandatario declaró esta mañana que la admisión de hasta 15.000 refugiados este año “sigue estando justificada por preocupaciones humanitarias y, por lo demás, es de interés nacional”. “Este es solo el comienzo”, advirtió Psaki. “Necesitamos reconstruir el programa de reasentamiento y estamos comprometidos a seguir aumentando el número de refugiados”, agregó en Twitter.

Congresistas del ala más progresista del Partido Demócrata, como Alexandria Ocasio Cortez, mostraron su rechazo a la “inaceptable” decisión de Biden. La representante Ilhan Omar, una exrefugiada, calificó la decisión como una “desgracia” que ponía el riesgo la vida de niños y niñas en campos de refugiados. “Lo sé, porque yo fui una”. Agencias de reasentamiento de refugiados, que operan bajo el mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), también se quejaron por la promesa incumplida del mandatario.

Tras el alud de críticas, la portavoz Psaki se excusó diciendo que había una “confusión”, y que la Administración Biden sí subirá la cuota de refugiados. En un comunicado sostuvo que el mandatario ha estado consultando con sus asesores para determinar la cantidad que podrían ser admitidos de manera realista en Estados Unidos entre ahora y el 1 de octubre, cuando arranca el nuevo año fiscal. “Dado el diezmado programa de admisión de refugiados que heredamos”, ahora es “poco probable” que Biden pueda aumentar el número a 62.500 como lo había propuesto en su plan al Congreso hace dos meses.

Durante su campaña electoral, el demócrata había prometido elevar el límite de refugiados para el próximo año fiscal a 125.000 y que este año intentaría hacer un “adelanto” de ello. El secretario de Estado estadounidense Antony J. Blinken notificó el 12 de febrero al Congreso que el Gobierno pretendía permitir el ingreso de hasta 62.500 refugiados en el año fiscal, que termina el 30 de septiembre.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2021-04-16/la-casa-blanca-ve-improbable-cumplir-la-promesa-de-recibir-a-60000-refugiados-este-ano.html

Comparte este contenido:

Vacunación de personal educativo en México arrancará el próximo martes 20 de abril

La vacunación del personal educativo de todo el país iniciará a partir del 20 de abril en estados en semáforo verde

El Economista – Ciudad de México

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó este viernes el calendario de vacunación contra el covid-19 para el personal educativo tanto público como privado del país, que arrancará el próximo martes 20 de abril.

El calendario de vacunación se definió con base al semáforo de riesgo epidemiológico de las últimas tres semanas, informó el subsecretario de la Salud, Hugo López-Gatell, en la habitual conferencia mañanera del presindete López Obrador.

López-Gatell dijo que la vacunación del personal educativo de todo el país iniciará a partir del 20 de abril en estados en semáforo verde y se aplicará la vacuna de CanSino de una dosis única a 3.03 millones de personas de personal educativo.

Durante la semana del 20 al 27 de abril, se planea inmunizar al personal educativo en los estados de Chiapas, Coahuila, Nayarit, Veracruz y Tamaulipas. Para este primer bloque de estados, el regreso a clases podría darse entre el 13 y el 15 de mayo, comentó el subsecretario López-Gatell.

Durante la semana del 28 de abril al 4 de mayo la vacunación seguirá en Baja California, Oaxaca, Nuevo León, Jalisco y Aguascalientes. Del 5 al 11 de mayo en Guanajuato, Colima, Morelos, Michoacán, San Luis Potosí, Durango, Sonora y Guerrero.

Seguirán los estados de Sinaloa, Zacatecas, Estado de México, Hidalgo, Tabasco y Tlaxcala, del 12 al 18 de mayo y concluirá la vacunación del personal educativo en Querétaro, Quintana Roo, Puebla, Yucatán, Ciudad de México, Baja California Sur y Chihuahua, la semana del 19 al 28 de mayo, según el plan anunciado esta mañana por el gobierno federal.

Fuente: https://www.larepublica.co/globoeconomia/vacunacion-de-personal-educativo-en-mexico-arrancara-el-proximo-martes-20-de-abril-3154726

Comparte este contenido:

Buscar en vida: entre la realidad y la utopía


Por: Mitzi Elizabeth Robles Rodríguez / Colectivo Hasta Encontrarles CDMX – GIASF*

Las familias de personas desaparecidas en México nos han enseñado muchas cosas, entre todas hay dos que considero fundamentales: que a los seres queridos se les busca porque se les ama y que buscándoles nos encontramos. No hay simpleza en estas enseñanzas.

Por un lado, el amor como razón suficiente para buscar es la respuesta al estigma que culpabiliza a la víctima por su desaparición y demuestra que el derecho primordial a la vida entraña el derecho a no ser desaparecido/a. Por otro lado, la búsqueda de una persona se manifiesta con una potencia que resignifica nuestra vida vincular, es decir, nuestra vida en tejido social, arraigada a una comunidad en donde la solidaridad recíproca es fundamental para reconstruir los vínculos sociales. Por eso, buscar a una persona es parte de una demanda ética y política que trasciende la consanguinidad.

La historia de la desaparición de personas es la de decenas de miles de familias que todos los días hacen grietas a los paisajes del terror. La imagen de mujeres y hombres con absoluta disposición a descifrar los rastros del crimen de la desaparición es omnipresente: los extensos campos  de entierros clandestinos intervenidos cuidadosa y amorosamente por familias dedicadas a la búsqueda, son transformados en espacios de encuentro. Al desarticular el ocultamiento sistemático de los cuerpos, quienes buscan, desafían al silenciamiento social, la soledad, al olvido y la indiferencia.

Aunque el fenómeno de la desaparición de personas en México se ha dimensionado a partir de la cantidad de fosas clandestinas descubiertas y la exhumación masiva de restos humanos, la búsqueda de personas se ha diversificado. No sólo se busca en tierra, también se busca en agua. No sólo se busca en muerte, también se busca en vida.

La demanda generalizada de garantías para realizar búsquedas en vida implica una doble demostración: quienes buscan a un ser querido han hecho germinar una comprensión avanzada sobre las violencias que desde hace años azotan a nuestras comunidades en México. Al mismo tiempo, han puesto en evidencia que si una gran cantidad de personas desaparecidas han tenido como destino final la muerte, el ocultamiento y/o destrucción de su cuerpo, es en gran medida por el ejercicio burocrático, dilatorio e indolente de las instituciones encargadas de buscarlas.

La búsqueda en vida es irrenunciable. Los y las buscadoras saben que la desaparición es el extremo de una cadena de otros crímenes que, si se revelan con prontitud, amplían las posibilidades de encontrar a sus seres queridos con vida. La complejidad de la búsqueda en vida consiste en cierta forma en poder determinar el crimen o los crímenes ocultos tras la desaparición. Tal como lo advierten las familias: la desaparición no siempre es sinónimo de muerte.

El trabajo periodístico “El desafío de buscarles vivos” realizado por Paloma Robles y que forma parte de la serie Camino a encontrarles: Historias de Búsquedas de A dónde van los desaparecidos, recupera la experiencia del colectivo “Búsqueda Nacional en Vida”. Tal como se muestra en esta investigación, el trabajo desarrollado y los aprendizajes adquiridos de las familias que forman parte del mismo, no sólo desafían a las prácticas institucionales que perpetúan el crimen de la desaparición, también materializan espacios de futuros reencuentros.

Colectivo Hasta Encontrarles CDMX. Foto: Mitzi Robles

La búsqueda en vida es uno de los diversos métodos que familiares de víctimas han implementado para localizar a sus seres queridos, la lógica que entraña es la misma que ha encauzado la amplia organización de colectivos de familiares de personas desaparecidas a largo del país:, la de luchar y resistir contra las prácticas que convierten a las personas desaparecidas en una estadística de muerte. Es un proceso complejo que, además de tener como objetivo central la recuperación de personas en vida, aporta elementos importantes para comprender el fenómeno de la desaparición. Esta no es una cuestión menor: la comprensión de un problema nos da la posibilidad de buscar mecanismos para atender sus causas.

Los y las buscadoras se han vuelto expertas, entre otras muchas cosas, en reconocer y distinguir los tipos específicos de violencias que afectan a las personas desaparecidas. Así lo señalan de muchas maneras las madres y hermanas del colectivo Búsqueda Nacional en Vida cuando sostienen que sus familiares pueden estar siendo víctimas de trata, trabajo forzado o imposibilitados por alguna razón para volver a casa.

La construcción de estos saberes dentro de los colectivos de búsqueda es el fundamento del desarrollo cada vez más especializado de prácticas de búsqueda innovadoras. Salir a las calles o ingresar a centros de detención, hospitales, psiquiátricos, albergues, etc., significa trazar una ruta de esperanza. Las familias saben que al preguntar en estos sitios pueden encontrar información o pistas sobre el paradero de sus seres queridos, pero también pueden encontrar en vida a los seres queridos de otras familias y propiciar reencuentros no previstos pero anhelados como si fueran los propios.

Buscar en vida posee una importancia que cada vez se hace más visible. Las historias de localizaciones y reencuentros están sucediendo y, a pesar de que todavía no forman parte de la narrativa imperante, van trazando nuevos espacios de solidaridad y esperanza.  Recientemente se publicó Caminos para la Búsqueda en vida, una guía que sistematiza experiencias y saberes de colectivos y familias que no han dejado de buscar a sus desaparecidos con vida -en cuyo equipo redactor participé-. Esos caminos que ahí se hilvanan son sinuosos; con muchos riesgos, pocos recursos económicos y muchas afectaciones físicas y psicológicas, los y las buscadoras con saberes y dolores acumulados, pero también con espontaneidad e ingenio, irrumpen en este país de fosas y defienden la vida.

Hay muchos ejemplos de esto: el pasado mes de febrero, en el estado de Veracruz, colectivos de familias de personas desaparecidas lanzaron la iniciativa de sembrar un árbol por cada persona desaparecida para mostrar que las desapariciones suceden todos los días y que es importante trabajar en su prevención y erradicación; en la Ciudad de México hay familias que salen a ofrecer comida a personas que se encuentran en situación de calle, el día que se cumple otro mes de la desaparición de sus seres queridos, así resignifican la ausencia y buscan en solidaridad con quienes lo necesitan.

Buscar también se ha convertido en un trabajo de sensibilización y concientización social. Por todo esto, considero necesario preguntarnos sobre lo que estamos haciendo, o no, para que quienes sobreviven a la desaparición encuentren entornos seguros y redes humanas de apoyo que colaboren en la restitución de sus derechos. En esto y en la búsqueda concreta de las personas que han sido desaparecidas, nuestra corresponsabilidad es impostergable.


*El Grupo de Investigaciones en Antropología Social y Forense (GIASF) es un equipo interdisciplinario comprometido con la producción de conocimiento social y políticamente relevante en torno a la desaparición forzada de personas en México. En esta columna, Con-ciencia, participan miembros del Comité Investigador y estudiantes asociados a los proyectos del Grupo (Ver más: www.giasf.org)

La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de quien la escribe. No necesariamente refleja la posición de adondevanlosdesaparecidos.org o de las personas que integran el GIASF.

Publicado originalmente en A dónde van los desaparecidos.

Comparte este contenido:
Page 233 of 1656
1 231 232 233 234 235 1.656