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Aprueba comisión del congreso mexicano ley secundaria educativa

América del Norte/México/19 Septiembre 2019/Prensa Latina

La Comisión de Educación de la Cámara de diputados de México aprobó hoy tres dictámenes relativos a la legislación secundaria en esa materia, muy esperada por los maestros y el gobierno.
Los diputados expidieron las leyes General de Educación, General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, y la Reglamentaria del Artículo Tres de la Constitución Política en materia de la Mejora Continua de la Educación.

También abrogaron la Ley General de la Infraestructura Física Educativa generada por la criticada reforma del gobierno anterior, la cual fue motivo de manifestaciones, huelgas y marchas de protestas de los docentes.

El dictamen que expide la Ley General de Educación y abroga la Ley General de la Infraestructura Física Educativa, se avaló con 21 votos a favor y siete en contra; el que crea la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, con 22-7, y la Reglamentaria sobre Mejora Continua de la Educación también 22-7.

Respecto del dictamen para expedir la Ley General de Educación se señala que la nueva norma garantiza el derecho a la educación, reconocido en la Constitución Política y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, cuyo ejercicio es necesario para alcanzar el bienestar de todas las personas.

Se precisa que el Estado priorizará el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el ejercicio de su derecho a la educación. Para tal efecto, garantizará el desarrollo de programas y políticas públicas que hagan efectivo ese principio constitucional.

El Estado, señala, fomentará la participación activa de los educandos, madres y padres de familia o tutores, maestras y maestros y a todos los involucrados en el proceso para asegurar que éste extienda sus beneficios a los sectores sociales y regiones del país.

Menciona que todas las personas habitantes del país deben cursar la educación preescolar, la primaria, la secundaria y la media superior.

Es obligación de las mexicanas y los mexicanos hacer que sus hijas, hijos o pupilos menores de dieciocho años asistan a las escuelas, para recibir educación obligatoria, en los términos que establezca la ley.

Subraya que la educación inicial es un derecho de la niñez; es responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia y garantizarla conforme a lo dispuesto en la presente ley.

Aclara que la obligatoriedad de la educación superior corresponde al Estado en los términos dispuestos por la fracción X del Artículo Tercero constitucional y las leyes en la materia.

La ley consta de 181 artículos y sus diferentes capítulos abarcan temas como el derecho a la educación, equidad y la excelencia educativa, la función de la nueva escuela mexicana, los fines y criterios de la educación.

Además, la orientación integral, los planes y programas de estudio; la naturaleza del Sistema Educativo Nacional, el tipo de educación básica, media superior y superior; el fomento de la investigación, la ciencia, las humanidades, la tecnología y la innovación; de la educación indígena, humanista, inclusiva y para personas adultas.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=306621&SEO=aprueba-comision-del-congreso-mexicano-ley-secundaria-educativa
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Estados Unidos: Más opciones para los estudiantes con discapacidad

América del norte/Estados Unidos/19 Septiembre 2019/Mundiario

Si un niño tiene dificultades, ya sea de concentración, de comportamiento o se le hace cuesta arriba leer o escribir, tiene derecho a recibir educación especial por parte del sistema escolar del gobierno estadounidense, gracias una ley conocida como El Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades (Individuals with Disabilities Education Act, o IDEA).

En la actualidad, aproximadamente 6,8 millones de niños de entre 3 y 21 años de edad reciben servicios de educación especial en Estados Unidos. Por definición, la “educación especial es instrucción especialmente diseñada para cumplir con las necesidades únicas de los niños que tienen discapacidades. Esto se hace sin ningún costo para los padres y puede incluir instrucción especial en la sala de clases, en el hogar, en los hospitales o instituciones, o en otros ambientes”, según explicó ColorínColorado, una organización en línea dedicada a servir a padres y maestros de estudiantes cuya primera lengua no es el inglés.

Si un niño tiene dificultades, ya sea de concentración, de comportamiento o se le hace cuesta arriba leer o escribir, tiene derecho a recibir educación especial por parte del sistema escolar del gobierno, gracias una ley conocida como El Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades (Individuals with Disabilities Education Act, o IDEA).

IDEA ha sido enmendada varias veces. La más reciente data de 2004, cuando el Congreso añadió la Sección 504, la cual prohíbe que los programas que reciben fondos del gobierno federal discriminen en función de una discapacidad.

Aunque es obligación de las escuelas públicas brindar la ayuda pertinente a los estudiantes con necesidades especiales, es de vital importancia que los familiares aboguen por ellos. No obstante, hay padres “que piensan que, por ser de otro país, por no hablar inglés o por no tener su estatus migratorio definido, no tienen los mismos derechos que otras personas”.

¡Esto no es así! Al contrario, sin importar su lengua, su estatus migratorio o el país de origen, cada mamá o papá tiene que involucrarse en la formación educativa de sus hijos. De hecho, se estipula que la escuela busque la manera de acomodar a los padres. Por ejemplo, facilitando las reuniones a través de un intérprete.

Para Ramona Carrasco, la madre de una niña con síndrome de Down en Phoenix (Arizona), la experiencia de lidiar con la escuela pública resultó tan abrumadora que terminó haciendo uso de una Empowerment Scholarship Account (ESA). Blandiendo su derecho a retar las decisiones del distrito e inconforme con el clima del salón de clases de Byanca, optó por sacarla de allí y resolver la problemática individualizando la experiencia de aprendizaje de su niña, quien hoy día recibe sobre $20,000 dólares al año a través de la ESA.

“Los resultados no se hicieron esperar. Byanca pasó de temerle a la escuela, a querer ir [a la escuela] con entusiasmo. El aula donde le daban clases era un corral de niños con todo tipo de necesidades, desde las más severas hasta las menos complicadas. Byanca vivía sobre estimulada por los gritos y explosiones de sus compañeritos y no aprendía nada. Ahora, en la escuela privada que he elegido para ella y que puedo pagar gracias a la ESA, mi niña es otra, literalmente otra”, dijo Ramona atragantada por la emoción que le producían sus propias palabras.

Si sospechas que tu niño tiene una discapacidad o un especialista lo ha diagnosticado como tal, debes informárselo de inmediato al director de la escuela y solicitar una evaluación. Siguiendo las provisiones de IDEA, la evaluación debe ser efectuada dentro de los 60 días que siguen al consentimiento otorgado por los adultos responsables del estudiante.

Si tienes la dicha de vivir en uno de los seis Estados donde existen opciones como la ESA, y no estás de acuerdo con la forma en la cual la escuela gubernamental está supliendo las necesidades de tu hijo(a), haz como Ramona. Tienes el derecho a discrepar y decidirte por otra cosa.

Fuente: https://www.mundiario.com/articulo/sociedad/mas-opciones-estudiantes-discapacitados/20190918100821163996.html

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Pasó 5 Años en Prisión por “Educación Robada” para su Hijo

La mujer no tenía un hogar en ese momento, y utilizó la dirección de una amiga para mandar a su hijo a una escuela mejor

(NOTICIAS YA).- Una madre sin techo de Connecticut fue sentenciada a pasar cinco años en prisión por inscribir a su hijo en un distrito escolar que no le correspondía utilizando la dirección de una amiga; una diferencia abismal comparada con la sentencia de 14 días que recibió Felicity Huffman por el escándalo de admisión a la universidad.

En 2011, Tanya McDowell de Bridgeportfue sentenciada a pasar cinco años en prisión por inscribir a su hijo Andrew, entonces de 5 años, en una escuela en la ciudad vecina de Norwalk utilizando la dirección de una amiga para el registro escolar.

En ese momento, Tanya y el pequeño pasaban algunas noches en su camioneta y otras en refugios para personas sin hogar, algunas noches las pasaban en un departamento en Bridgeport, según detalla el Connecticut Post.

Cuando las autoridades descubrieron lo de la dirección, la madre fue arrestada y acusada de hurto en primer grado con una sentencia que se determinó en cinco años por “educación robada”.

“¿Quién hubiera pensado que desear una buena educación para mi hijo me pondría en esta situación?”, dijo McDowell en ese entonces.

Tanya, también enfrentaba cargos por drogas, por los que también cumplió una condena, al momento de su sentencia.

“No me arrepiento de buscar una mejor educación para él, lamento mi participación en este caso de drogas”, dijo la madre ante la controversia del caso, que difiere mucho de otros.

“Todavía lo volvería a hacer porque no me ha decepcionado”, dijo la mujer, quien entonces debía dinero al distrito escolar por la “educación robada”, según detalla Refinery29.

De acuerdo con el Washington Post, un estudio mostró que los distritos escolares blancos recibieron $ 23 mil millones más en fondos del gobierno que los distritos escolares no blancos en 2016, independientemente del hecho de que tenían la misma cantidad de estudiantes, algo que muestra la disparidad de la educación en Estados Unidos.

Fuente de la Información: https://noticiasya.com/tampa/2019/09/16/paso-5-anos-en-prision-por-educacion-robada-para-su-hijo/

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Estados Unidos: Sec. DeVos Calls for a «New Birth of Freedom» in Milwaukee, the Birthplace of Education Freedom, to Kick Off 2019 Back to School Tour

MILWAUKEE — Today, U.S. Secretary of Education Betsy DeVos began her 2019 Back-to-School Tour in Milwaukee, Wisconsin, the birthplace of modern education freedom. In a speech at St. Marcus Lutheran School, Sec. DeVos noted the incredible progress the education freedom movement has made since visionary leaders like Annette «Polly» Williams and Howard Fuller ignited the parental choice movement 30 years ago but acknowledged there is still much work left to be done.  Secretary DeVos urged leaders across the country to embrace the Administration’s education freedom agenda so that every student in America can have unlimited access to the education that best helps them reach their fullest potential.

Secretary DeVos said, «Now is the time to ignite a new birth of freedom for all of America’s students. We have a bold plan to do just that—an American education freedom agenda. The freedom to learn. The freedom to grow. The freedom to advance.  The freedom to pursue the education that works for you. Students in control of their pathway to a successful education, career, and life. Families in control of how, when, and where their students will learn best. Teachers in control of their classrooms and their careers. States and communities—not Washington, D.C.—in control of local decisions.»

QUOTES TO NOTE:

«Students: We’re here because of you—and for you. In fact, everything about education should be focused solely on you. After all, as a nation, we’ve committed to help each student prepare for the future. Some people confuse that as a commitment to a building, to a system, or to a particular way of learning. But your education must be about who you are and all that you see for yourself, for your family, for your community, and importantly for our country.»

***

«There are still too many [students] who don’t know how to read. There are still too many who don’t know how to add, subtract, divide, or multiply. And too many have no power to do anything about it.  That’s because the education cabal puts other issues above what’s right for students. Mixed-up priorities are borne out in the numbers. Consider that American taxpayers spend—on average— about $13,000 per student, per year. With an average class size of 21 students, that adds up to $273,000 per classroom, per year. We know the average classroom teacher makes about $60,000 annually. So, where does the rest of the money go? More than $200,000 per classroom and teachers are still buying school supplies out of their pockets.

«Well, here’s the dirty little secret: it’s to highly paid administrators, coordinators, consultants, assistant principals, assistant superintendents… layers and layers of bureaucracy. The growth in non-instructional school staff has increased nine times faster than student enrollment growth.»

«We know American families want more control and more options when it comes to education. That’s why every poll shows growing, bipartisan support for education freedom. And for every approach to education freedom—public charter schools, vouchers, education savings accounts, tax credit scholarships—support crosses ethnic and political lines.  Education freedom policies work. We just need more of them. Many more.»

«Think of Education Freedom Scholarships as keys to unlocking the opportunities you want to pursue. This isn’t about picking a school building. That’s thinking too small. Instead, think about unleashing thousands of not yet imagined ways for students of all ages to learn.»

SECRETARY DEVOS’ REMARKS AS PREPARED FOR DELIVERY:

Thanks, everyone, for letting me join you today.

It’s hard to see summer end. But «back to school» season is an exciting time of year. I think it’s useful, as we begin any new season, to reflect on where we’ve been, where we are, and importantly, where we want to go.

Students, we’re here because of you—and for you. In fact, everything about education should be focused solely on you. After all, as a nation, we’ve committed to help each student prepare for the future. Some people confuse that as a commitment to a building, to a system, or to a particular way of learning.

But your education must be about who you are and all that you see for yourself, for your family, for your community, and importantly for our country.

That’s what I like about St. Marcus. This school community is built around giving students what they need.

Something important is happening here. You’re doing things differently, and as a result, students who learn here far and away outperform their peers.

I think that has to do with how you are so intentional about cultivating the relationship between student, parent, and teacher.

You call it a covenant—indeed, a sacred promise—to do everything in your power «to ensure academic success.» Your students, your families, and your great teachers choose to commit to this covenant. You each acknowledge everyone has a role to play, and that you all depend on one another.

This should be commonly understood. Obvious. Normal. But we know it all too often isn’t, and it wasn’t always this way in Milwaukee.

Parents, teachers: you remember the problems you and your students faced years ago. Fewer than 60 percent of students finished high school.

Students’ confidence crushed, teachers frustrated, and parents heartbroken. Everyone wanted something different. Something better.

Then, along came «Polly.»

You all know the «mother» of our movement, Annette «Polly» Williams. She wanted better for her own children, and for children in her own community. She couldn’t bear to see her city’s students struggling, so she did something about it. 

Polly worked with anyone and everyone to help students—and pushed back against anyone who didn’t. She and civil rights icon Howard Fuller fought their own political party, the NAACP, and the unions. And they won when Governor Tommy Thompson, who was from a different political party, established the Milwaukee Parental Choice program.

They all put politics aside and did what was right for kids.

They believed that students matter. It didn’t matter who their parents were, nor where they lived, nor what color they were, or who they knew, or how much they had in their pockets. All that mattered was that students were students.

Polly’s will to win 30 years ago was the first of many victories for students and families. At first, the program was small, able to empower only a few of Milwaukee’s parents. But as demand expanded, so did the program. Today, the Parental Choice program and others like it serve about 37,000 students statewide, including almost every student here at St. Marcus.

You wouldn’t be here—and I wouldn’t be here—if not for the courage of Polly, Howard, and the parents who joined them in the fight.

So, I’ve come to Milwaukee—the birthplace of education freedom—to stand on the shoulders of giants and say:

Now is the time to ignite a new birth of freedom for all of America’s students.

We have a bold plan to do just that—an American education freedom agenda.

The freedom to learn. The freedom to grow. The freedom to advance.

The freedom to pursue the education that works for you.

Students in control of their pathway to a successful education, career, and life.

Families in control of how, when, and where their students will learn best.

Teachers in control of their classrooms and their careers.

States and communities—not Washington, D.C.—in control of local decisions.

Why is this freedom so desperately needed today?

Because what we’re doing—what we’ve been doing—isn’t working.

Open up our Nation’s Report Card and you’ll see what I mean. Two in three of our Nation’s 8th graders aren’t learning what they need to be prepared for their futures.

And consider this: The United States ranks 24th in reading, 25th in science, and 40th in math in the world. Think about it. These statistics have very real consequences for our future.

For one, students can’t pass military entrance exams. Nearly one in four Americans who want to serve are turned away because they fail the Army’s basic test.

I also think of my recent visit to an Indiana prison. The warden told me that the biggest problem there is not violence or discipline. It’s illiteracy.

Then there’s the story of a father whose son, a recent high school graduate, was honored in the local newspaper. Dad’s pride turned to disappointment after he discovered his son couldn’t read or comprehend the article. So, dad marched over to the high school principal’s office with his son and newspaper in tow and asked his son to read the article to the principal. He couldn’t. Then the father pointedly asked the principal how he could’ve graduated his son—or anyone—who can’t read.

There are still too many who don’t know how to read. There are still too many who don’t know how to add, subtract, divide, or multiply. And too many have no power to do anything about it.

That’s because the education cabal puts other issues above what’s right for students.

Mixed-up priorities are borne out in the numbers.

Consider that American taxpayers spend—on average— about $13,000 per student, per year. With an average class size of 21 students, that adds up to $273,000 per classroom, per year. We know the average classroom teacher makes about $60,000 annually.

So, where does the rest of the money go? More than $200,000 per classroom and teachers are still buying school supplies out of their pockets.

Well, here’s the dirty little secret: it’s to highly paid administrators, coordinators, consultants, assistant principals, assistant superintendents—layers and layers of bureaucracy. The growth in non-instructional school staff has increased nine times faster than student enrollment growth.

It just doesn’t add up.

And though Federal taxpayer spending is less than 9 percent of total education spending, over the past 40 years taxpayers have spent well-over one trillion dollars at the Federal level alone trying to improve student outcomes. And the research shows almost no progress in closing the achievement gap.

Yet, there are many in Washington still arguing to spend more—way more—doing more of the same things.

Our sole focus should be on how to do better—starting today.

Doing better begins by expanding freedom.

Let me paint a picture of what that might mean.

Students, education freedom for you could look like this: If you need more time to learn a concept or lesson, you get it. If you need less time, you can move on. If you want to study a language or a subject that your school building doesn’t offer, you can learn it somewhere else. If you don’t like to study behind a desk and learn better in a lab or in a garden or between skyscrapers, you can do that. If you want hands-on experiences to help decide your learning pathway, you can have those. You should be free to learn in any way and in any place that works for you.

Teachers, education freedom for you could look like this: If you want to try something new in your classroom that you think will better help your students, you can. If you want to mentor other teachers, you can do that, and you should be rewarded for it. If you want to control your professional development and career path, you’d have the power to do so. You should be free to teach in any way and in any place that works for you and your students—and you should be properly paid for your success.

Parents, education freedom for you could look like this: If the government-assigned school isn’t working for your child, you can take him or her anywhere else. And if your school is working for your child, you can stay put. Another parent’s freedom to make a choice doesn’t mean you have to make the same choice. If you want to homeschool your children for part of the week and send them to a classical academy the rest of the week, you can do that. If one type of learning or instruction is best for your son and another is better for your daughter, you have the flexibility to make those choices. If a school closer to your work is a better fit for your family, that’s your choice. You should be free to make the decisions that work best for your children and your family.

We know American families want more control and more options when it comes to education. That’s why every poll shows growing, bipartisan support for education freedom. And for every approach to education freedom—public charter schools, vouchers, education savings accounts, tax credit scholarships—support crosses ethnic and political lines.

Education freedom policies work. We just need more of them. Many more.

That’s why this Administration has put forward the most transformative idea for American education in decades:  Education Freedom Scholarships. I hope you’ve seen our proposal.

I don’t want to dive into the details here; you can visit our website for those. What I do want to talk about is what Education Freedom Scholarships will mean.

For the student who wants to gain valuable career skills by apprenticing, she can use an Education Freedom Scholarship to learn her craft while learning her core subjects.

For the student who is bullied at his government-assigned school, he can use an Education Freedom Scholarship to learn elsewhere.

To the student who wants to get a head start on college credit while completing her high school studies, she can use an Education Freedom Scholarship to do just that.

For the single mom who works three jobs just to make ends meet while her kid is trapped in a school that’s chronically failing him, she can use an Education Freedom Scholarship to give her son opportunities for a better life.

Think of Education Freedom Scholarships as keys to unlocking the opportunities you want to pursue.

This isn’t about picking a school building. That’s thinking too small. Instead, think about unleashing thousands of not yet imagined ways for students of all ages to learn.

On last year’s Back to School tour, I saw some great examples. This year, we’ll head across the Midwest to see more innovations and options that are meeting kids’ needs.

Students, you are our future. Nothing should limit your success, and nothing should be off-limits if it helps you learn and grow.

I loved learning about Terrance, a St. Marcus grad.

His father died when he was young, but his mother Deanna was not about to let that derail TJ’s bright future. He did well in school but wasn’t being challenged and learning behind a desk all day didn’t work for him. So, his mom used the Milwaukee Parental Choice Program to enroll TJ here at St. Marcus. And, for the first time, someone at school asked him what he was passionate about learning.

TJ is a food artist. He wanted to know more about making his interest a profession. So, St. Marcus focused his studies around the culinary arts. He even prepared a few meals for his classmates using food grown right here at St. Marcus. And he’s interning at a renowned local restaurant where he continues to develop his culinary skills.

His mom believes that because of Milwaukee’s voucher program, because of St. Marcus, because he was free to learn in ways that worked for him, TJ found his purpose.

All of America’s mothers and fathers want that for their sons and daughters. All of America’s families want more options, more choices, more freedom.

Everyone—no matter their age—needs the freedom to learn, to grow, to pursue their passions, to use their talents, and to achieve their fullest potential.

In every student I meet across the country I am filled with great hope. Ahead there is daylight. Here’s a glimpse into the future: American education is bustling. It’s dynamic. It’s innovative. Adaptive. Personalized. Relevant. And our students are number one in the world.

So, let’s recommit ourselves to the cause of education freedom—right here where it all began. Standing shoulder to shoulder with the first freedom students, let’s resolve together—form our own covenant—to finish the work that was started here more than 30 years ago.

Thank you all. May God bless America and our Nation’s future, her students.

Fuente de la Información: https://www.ed.gov/news/press-releases/sec-devos-calls-new-birth-freedom-milwaukee-birthplace-education-freedom-kick-2019-back-school-tour

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Cambalache para las escuelas normales

Por: Carlos Ornellas. 

 

Más claro ni el agua purificada. En la mañanera (ya caí en este uso) del 11 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó “No se van a cerrar las escuelas normales, al contrario, se van a abrir más y el que salga de ahí va a salir con su plaza”. Lo dijo después de que el día anterior había parlamentado una vez más con el liderazgo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

El Presidente aseguró que no recibió ningún apremio, “a mí nadie me presiona”. Sin embargo, la obtención de una plaza automática para los egresados de las escuelas nórmales es una de las demandas centrales de los cabecillas de esa facción, al menos desde 1993, cuando ya hubo más egresados que plazas disponibles.

Si el Presidente no sintió presión, si las marchas, plantones, tomas de casetas, cierres de aeropuerto no le causaron mella en su creencia, entonces su decisión es producto de un pacto político que, si se le busca fecha, quizá se selló el 12 de marzo de 2018 en Guelatao. Pero concedo que puede ser producto de una convicción profunda, aunque equivocada. ¡Sí, el Presidente puede equivocarse!

La CNTE y sus líderes son huesos duros de roer, no dan su brazo a torcer. No les bastó la palabra del Presidente, bloquearon el Congreso, no habrá leyes secundarias hasta que les cumplan todo y digo todo. Ya lograron mucho y van por más. La nueva exigencia: que se elimine de la Ley General de Educación los consejos de participación social.

La oferta de la coordinadora al gobierno es diáfana: “gobernemos juntos en la educación”. En otras palabras, “vamos a colonizar de nuevo el mando en la educación básica”. Y esta vez no nada más en los territorios que controlamos, “vamos a desplazar a los charros. El mensaje, nada sublime: “tú te irás y nosotros seguiremos”.

Ante las críticas por el convenio —que no fue pacto, sino autosugestión—, el Presidente comparó a los egresados de las normales con los de los colegios del Ejército y la Armada. No obstante, se le pasó señalar las exigencias para la admisión, el rigor de los estudios y la instrucción disciplinaria que reciben en sus estudios.

Para el Presidente: “Los maestros en México están capacitados y ya basta de estar partiendo de supuestos falsos”. Frase contundente. El asunto es que contradice los esfuerzos —al menos discursivos— de la Secretaría de Educación Pública. El mensaje es que la Estrategia para la Mejora de las Escuelas Normales es innecesaria, los egresados de las normales no requieren más.

El Presidente acuerda con la coordinadora, pero ningunea al Congreso Nacional de Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales, le reduce el 20% del presupuesto a las normales públicas, pero habrá plaza en automático para sus egresados.

Un cambalache que beneficiará a unos y perjudicará a la educación pública.

 

RETAZOS

Esta semana se llevó a cabo la IV Reunión de Rectores de Universidades Mexicanas y Japonesas en la UNAM. Habrá tiempo de compartir buenas noticias.

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/cambalache-para-las-escuelas-normales/1336364

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Liberan a 24 policías municipales implicados en el caso Ayotzinapa

América del Norte/ México/ 16.09.2019/ Fuente: www.jornada.com.mx.

Un juez federal con sede en Tamaulipas liberó a 24 policías de los municipios de Iguala, Huitzuco y Cocula acusados de estar involucrados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Este domingo, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, dará una conferencia de prensa al respecto, luego de que en días pasados advirtió de la posibilidad de que un grupo de personas imputadas por la desaparición de los normalistas podría recuperar su libertad.

En tanto, el martes próximo la Comisión de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Serapaz, Fundar y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez convocarán a conferencia de prensa para emitir su postura.

Funcionarios federales confirmaron la información luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) explicó en un comunicado que un juez de distrito en Matamoros otorgó la libertad a los elementos luego de negar a la fiscalía especial de Ayotzinapa la ampliación del plazo de 10 días naturales que el propio juzgador le había dado para someterlos a los protocolos de Estambul.

Refirió que la fiscalía de Ayotzinapa, como órgano del Ministerio Público Federal, autónomo e independiente, presentará todos los recursos y las propuestas de diligencias que sean necesarias para responsabilizar a quienes, en toda esta trayectoria delictiva, han incumplido con sus funciones.

Esto, al margen de la sentencia emitida el 31 de mayo de 2018 por un tribunal colegiado, en la cual se ordenó la reposición del procedimiento aplicando, en forma independiente a la PGR, los protocolos de Estambul a los policías locales y diversos procesados que alegaban haber sido torturados para obtener sus confesiones; también deberían establecerse las sanciones por demoras injustificadas y por dictámenes médicos cuestionados.

La FGR hizo referencia a la sentencia de mayo pasado, en la cual por decisión de un tribunal se ordenó la creación de una comisión de ciudadanos en la que participara la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República para cumplir con las funciones de investigación y persecución de los delitos.

El pasado 4 de septiembre el subsecretario Encinas informó en conferencia de prensa que el procesamiento de los 142 detenidos por el caso Iguala se basó en 107 pruebas recabadas en diversas averiguaciones previas que abrió la PGR. Señaló que de ellas sólo subsisten 44, puesto que 63 fueron declaradas ilícitas por el primer tribunal colegiado de circuito, con sede en Reynosa, Tamaulipas, debido a que se acreditó una serie de violaciones al debido proceso, la integridad personal y a la libertad al detectarse detenciones ilegales, tortura, incomunicación y violaciones al derecho a una defensa adecuada.

La liberación de los 24 policías municipales se suma a la de 13 elementos de Iguala, que ahora demandan una indemnización de un millón de pesos para cada uno, y a la de Gildardo López Astudillo, El Gil, uno de los líderes del cártel de Guerreros unidos.

Fuente de la noticia: https://www.jornada.com.mx/2019/09/15/politica/014n1pol#.XX5XIAG7sts.twitter
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Por la educación temprana

Todavía recuerdo que me di cuenta minutos después del nacimiento de mi hijo Robby que yo era responsable de este pequeño ser humano, incluso cuando no recordaba ni una pizca de lo que había aprendido sobre ser madre primeriza. Empezamos con dificultades para amamantar, luego vino la falta de sueño y dudaba si estaba comiendo y durmiendo lo suficiente.

Desde entonces he aprendido que estas dudas y muchas otras en los primeros años de la vida de nuestros hijos son comunes. Cada madre tiene su propia historia, y tuve la suerte de que mi historia no incluyera haber perdido mi trabajo después de tomarme un tiempo libre para cuidar a Robby, o dificultades para pagar el alquiler, falta de alimentos, falta de atención médica o temor a que me atacaran por mi estado migratorio.

Esa es una realidad que enfrentan muchas familias de California hoy. Sin embargo, da optimismo saber que nuestro estado se encuentra ante una oportunidad, ya que el gobernador Gavin Newsom, nuestra legislatura estatal y otros legisladores han hecho de la primera infancia una prioridad principal. Y espero que cumplan la promesa de una California donde nuestros sistemas públicos realmente preparen a los niños pequeños para alcanzar su máximo potencial, una meta que la David and Lucile Packard Foundation ha respaldado por largo tiempo.

Esto comienza con una buena atención médica para las madres embarazadas y, después del nacimiento de los bebés, una licencia familiar remunerada que permita a los padres desarrollar el apego con los recién nacidos para fomentar un desarrollo saludable al mismo tiempo que reduce la necesidad de pagar cuidados costosos para ellos.

Me alienta ver propuestas para ampliar el período de vacaciones pagadas para que más familias puedan usarlas sin temor a perder sus trabajos o que batallan para darse el lujo de tomarse un tiempo libre, desafíos que afectan de manera desproporcionada a los trabajadores de bajos recursos.

Continúa con un seguro de salud de calidad que cubre todas las visitas que hicimos al pediatra, que examinaba a Robby para ver no sólo su desarrollo físico sino también que sus avances social y emocional–la capacidad de comprender los sentimientos de los demás, controlar su comportamiento, llevarse bien con los demás y construir relaciones con adultos—iban en buen camino.

Espero ver algún día que sea más fácil para los padres encontrar guarderías y escuelas preescolares a precio razonable y de alta calidad, de modo que se sientan seguros de que mientras ellos trabajan, sus hijos se encuentran en entornos amorosos y seguros con cuidadores y educadores capacitados que apoyan su crecimiento y su desarrollo.

Debemos apoyar mejor a los proveedores de cuidado infantil como el de Robby, que me dio recomendaciones cuando me preocupaba de que se estaba atrasando para aprender a hablar, así como a maestros de preescolar como los que lo ayudaron a aprender a usar palabras para expresar sus emociones e inculcaron un sentido de autoconfianza y amor por el aprendizaje. Nuestros trabajadores en el campo de la educación temprana merecen ser tratados como los profesionistas que son, con compensación que incluya entornos laborales que brinden desarrollo profesional y otros recursos para ayudarlos a promover el aprendizaje y crecimiento de los niños.

Podemos aprovechar el impulso creado por las recomendaciones y el presupuesto estatal recientemente aprobado por la Comisión de la Asamblea Sobre la Educación para la Primera Infancia.

Incluía fondos para ampliar el permiso familiar remunerado y para aumentar el acceso a guarderías infantiles, escuelas preescolares y mejores servicios de salud para identificar las necesidades de los niños en una etapa temprana y así proporcionar una intervención adecuada.

Durante el próximo año, los defensores estarán atentos para ver si los problemas de la primera infancia entran al escenario nacional. Y debemos estar preparados para proteger los programas para la primera infancia contra los recortes si la economía se desacelera. Aquí en California, tenemos la oportunidad de ayudar a crear un nuevo Plan Maestro para la Primera Infancia y un Consejo de Políticas para la Primera Infancia que se basará en el trabajo pasado para establecer un curso de acción para el futuro.

Mi hijo Robby ingresará a tercer grado este otoño, y estoy agradecida por las bases que ha recibido. Y aunque California ha dado los primeros pasos para dar a todos los niños un comienzo sólido y a una edad temprana, ahora debemos terminar el trabajo. Al fortalecer las formas en que apoyamos a nuestros hijos y familias, podemos garantizar que California sea líder nacional en la preparación de nuestros hijos para su éxito en la escuela y en la vida.

Fuente del artículo: https://laopinion.com/2019/09/12/por-la-educacion-temprana/

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