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Bienvenido al Estado Suicida

Por: Vladimir Safatle

Vos sos parte de un experimento. Tal vez sin darte cuenta, pero sos parte de un experimento. El destino de tu cuerpo y tu muerte son parte de un experimento de tecnología social, de una nueva forma de gestión. Nada de lo que está sucediendo en este país, que se confunde con nuestra historia, es fruto de la improvisación o del voluntarismo de los agentes de comando. Incluso porque nunca nadie intentó entender los procesos históricos buscando aclarar la intencionalidad de los agentes. Saber aquello que los agentes creen que están haciendo es realmente lo que menos importa. Como dije más de una vez, generalmente lo hacen sin saber.

Este experimento del que vos sos parte, al que te empujaron a la fuerza, tiene nombre. Se trata de la implementación de un “estado suicida”, como dijo alguna vez Paul Virilio. O sea, Brasil mostró definitivamente cómo es el escenario de implementación de un estado suicida. Una nueva etapa de los modelos de gestión inmanentes al neoliberalismo. Ahora, su rostro  es más cruel, su fase más terminal.

Se equivoca quien cree que esto es solo la ya tradicional figura del necroestado nacional. Caminamos en dirección a un más allá de la temática necropolítica del estado como gestor de la muerte y de la desaparición. Un estado como el nuestro no es apenas el gestor de la muerte. Es el actor contínuo de su propia catástrofe,  el cultivador de su propia explosión. Para ser más preciso, es la mezcla de la administración de la muerte de sectores de su propia población y del coqueteo continuo y arriesgado con su propia destrucción. El fin de la Nueva República terminará en un macabro ritual de emergencia de una nueva forma de violencia estatal y de rituales periódicos de destrucción de cuerpos.

Un estado de esta naturaleza sólo apareció una vez en la historia reciente. Este se materializó de forma ejemplar a través de un telegrama. Un telegrama que tenía número: Telegrama 71.  Con este telegrama, en 1945, Hitler proclamó el destino de una guerra ya perdida. En él escribía: “Si la guerra está perdida, que la nación perezca”. Con él, Hitler exigía al propio ejército alemán que destruyese lo que restaba de infraestructura, convalidando la derrota de la nación alemana. Como si ese fuese el verdadero objetivo final: que la nación perezca por sus propias manos, esas manos que antes habían desencadenado la guerra. Este era el modo nazi de dar respuesta a una rabia secular contra el propio estado y contra todo lo que en algún momento había representado. Celebrando su destrucción y la nuestra. Existen varias formas de destruir un estado y una de ellas, la forma contrarrevolucionaria, es acelerar en dirección a su propia catástrofe, aunque se lleve consigo nuestras vidas. Hannah Arendt nos habló del hecho espantoso de que aquellos que adherían al fascismo no vacilaban en transformarse en sus propias victimas, aun cuando el monstruo terminara devorando a sus propios hijos.

Sin embargo, el foco del espanto no debería estar puesto allí. Como decía Freud: la misma autodestrucción de la persona no puede ser completada sin alguna satisfacción libidinal. Ese es en verdad el verdadero experimento, un experimento de economía libidinal. El estado suicida logra hacer de la revuelta contra un estado injusto de cosas, contra las autoridades que nos excluyen, un ritual de destrucción de sí en nombre de la creencia en la voluntad soberana y en la preservación de un liderazgo que debe escenificar su omnipotencia en el mismo momento en que ya está clara como el sol su impotencia miserable. Si el fascismo fue siempre una contra-revolución preventiva, no olvidemos que ha sabido transformar la fiesta de la revolución en un ritual inexorable de auto-inmolación sacrificial. Hacer que el deseo de transformación y de diferencia se conjugue con una gramática de sacrificio y de autodestrucción: esa ha sido siempre la ecuación libidinal que funda el estado suicida.

El fascismo brasilero y su nombre propio, Bolsonaro, han encontrado una catástrofe para llamar a la suya. Se presenta en la forma de una pandemia que exigiría de la voluntad soberana y de su paranoia social compulsivamente repetida, que fuese sometida a la acción colectiva y a la solidaridad genérica, teniendo en cuenta la emergencia de un cuerpo social que no debería dejar a nadie librado a su suerte en su camino directo al Hades. Ante la sumisión a una exigencia de autopreservación que toma de la paranoia su teatro, sus enemigos, sus persecuciones, sus delirios de grandeza, la elección resulta, no obstante, en el flirteo con la muerte generalizada. Si aún precisásemos alguna prueba de que lidiamos con una lógica fascista de gobierno, esta sería la definitiva. No se trata de un estado autoritario clásico que usa la violencia para destruir a sus enemigos. Se trata de un estado suicida de tipo fascista que sólo encuentra su fuerza cuando afronta la posibilidad de su propio final.

Es claro que dicho estado se funda en la mixtura tan nuestra de capitalismo y esclavitud, de publicitario de coworking, de rostro joven e indiferencia asesina para con la muerte, reducida a efecto colateral del necesario buen funcionamiento de la economía. Algunos comienzan a oír a empresarios, a dueños de restaurantes, a publicitarios –puercos trasvestidos en nuevos heraldos de la racionalidad económica- decir que peor que el miedo a la pandemia debería ser el miedo al desempleo. En verdad ellos están delante de los señores de esclavos que aprendieron ahora a hablar business english. La lógica es la misma, solo que extendida a toda la población. El ingenioso experimento ya no puede detenerse. Y nadie va a generar un drama nacional porque algunos esclavos mueran. Al final, ¿qué significan 5.000, 10.000 muertes si estamos hablando de “garantizar empleos”, más aún, de garantizar que todos continúen siendo expoliados y masacrados en acciones sin sentido y sin fin, en cuanto trabajan en las condiciones más miserables y precarias jamás imaginadas?

La historia de Brasil resulta de la instrumentalización contínua de esta lógica. La novedad es que ahora se aplica a toda la población. Poco tiempo atrás, el país dividía a los sujetos entre “personas” y “cosas”, o sea, entre aquellos que serían tratados como personas -cuya muerte provocaría luto, narrativa, conmoción, y aquellos que serían tratados como cosas, cuya muerte es apenas un número, una fatalidad, frente a la cual no habría razón alguna para llorar. Ahora llegamos al punto de consagración de esta lógica. La población es apenas un suplemento descartable frente a un proceso de acumulación y de concentración a todas vistas indetenible.

Es claro que siglos acumulados de necropolítica han permitido que el estado brasilero adquiera ciertas habilidades. Él sabe que uno de los secretos de este juego es hacer desaparecer los cuerpos. Retirar números de circulación, cuestionar datos, colocar los muertos por coronavirus en otra rubrica, abrir fosas en lugares invisibles. Bolsonaro y sus amigos, llegados desde los sótanos de la dictadura militar, saben cómo operar con esa lógica. El viejo arte de administrar y gestionar la desaparición, que el estado brasilero sabe hacer tan bien. De cualquier forma, there is no alternative. Ese era el precio a pagar para que la economía no detuviese su marcha, para que los empleos fuesen garantizados. Alguien tenía que hacer el sacrificio. La única cosa graciosa es que siempre son los mismos los que pagan. La verdadera cuestión es otra, a saber: ¿quién es aquel que nunca paga por los sacrificios y a la vez sermonea tras un evangelio bastardeado de azotes?

Pues vean qué cosa más interesante. En la República Suicida Brasilera no hay chance alguna de hacer que el sistema financiero vierta sus lucros obscenos en un fondo común para el pago de salarios de la población confinada, ni de implementar un impuesto constitucional sobre grandes fortunas para tener a disposición parte del dinero que la elite vampirizó del trabajo compulsivo de los más pobres. No, esas posibilidades no existen. There is no alternative: ¿será necesario repetirlo una vez más?

Esta violencia es la matriz del capitalismo brasilero. ¿Quién financió la dictadura y la creación de aparatos de crímenes contra la humanidad con los cuales se torturaba, violaba, asesinaba y se hacían desaparecer cadáveres? ¿No había ahí dinero del Banco Itaú, Bradesco, Camargo Correa, Andrade Gutiérrez, Fiesp, o sea, de todo el sistema financiero y empresarial que hoy tiene garantizadas sus ganancias por los mismos que ven nuestras muertes como un problema menor?

En la época del fascismo histórico, el estado suicida se movilizó a través de una guerra que no podía detener. O sea, la guerra fascista no era una guerra de conquista. Era un fin en sí mismo. Como si fuese “un movimiento perpetuo, sin objeto ni objetivo”, cuyos impasses sólo llevan a una aceleración mayor. La idea nazi de dominación no está ligada al fortalecimiento del estado, sino a una dinámica en constante movimiento. Hannah Arendt diría esto: “La esencia de los movimientos totalitarios es que puedan permanecer en el poder mientras estén en movimiento y transmitan movimiento a todo aquello que los rodea”. Una guerra ilimitada que implica la movilización total de todo agente social, la militarización absoluta en dirección a un combate que se torna permanente. Guerra, sin embargo, cuya dirección no puede ser otra que la pura y simple destrucción.

Sólo que el estado brasilero nunca necesitó de una guerra porque siempre fue el gestor de una guerra civil no declarada. Su ejército no sirve para otra cosa que para atentar cada cierto tiempo contra su propia población. Esta es la tierra de la contrarrevolución preventiva, como decía Florestan Fernandes. La patria de la guerra civil sin fin, de los genocidios sin nombre, de las masacres sin documentos, de los procesos de acumulación de Capital hechos a través de balas y de miedo contra quien se movilice en otra dirección. Todo esto aplaudido por un tercio de la población, por tus abuelos, tus padres, por aquellos cuyos circuitos de afectos están sujetos a ese deseo inconfesable de sacrificio de los otros y de sí por generaciones. Pobres de aquellos que todavía creen que es posible dialogar con quien en este momento estaría aplaudiendo a los agentes de la SS.

Porque las alternativas existen, pero si fueran implementadas serían otros los afectos que se pondrían en circulación, fortaleciendo a aquellos que rechazan tal lógica fascista, permitiéndoles finalmente imaginar otro cuerpo social y político. Tales alternativas pasan por la consolidación de la solidaridad genérica que nos hace sentirnos parte de un sistema de mutua dependencia y de apoyo, en el cual mi vida también depende de la vida de aquellos que son parte de “mi grupo”, que están en “mi lugar”, que tienen “mis propiedades”. Esta solidaridad que se construye en los momentos dramáticos les recuerda a los sujetos que participan de un destino común que debe sustentarse colectivamente.

Algo muy diferente del “si yo me infecto es problema mío”. Mentira atroz, porque, en verdad, será un problema del sistema público de salud, que no podrá atender a otros porque necesita cuidar de la irresponsabilidad de uno de los miembros de la sociedad. Pero si la solidaridad apareciese como afecto central, es la farsa neoliberal la que caería, esta misma farsa que debe repetir, como decía Thatcher, que “no existe esa cosa llamada sociedad, apenas existen individuos y familias”. Sólo que el contagio, Margareth, es el fenómeno más democrático e igualitario que conocemos. Este nos recuerda, al contrario, que no existe esa cosa de individuo y familia, que existe la sociedad que lucha colectivamente contra la muerte de todos y siente colectivamente cuando uno de los suyos cree que vive solo.

Como dije antes, las alternativas existen. Pasan por suspender el pago de la deuda pública, por gravar finalmente a los ricos y proporcionarles a los más pobres la posibilidad de cuidar de sí y de los suyos, sin preocuparse por volver vivos de un ambiente de trabajo que será foco de diseminación, que será la ruleta rusa de la muerte. Si alguien supiera realmente cómo hacerlo en las huestes del fascismo, recordaría lo que sucede con uno de los únicos países del mundo que rechaza seguir las recomendaciones para combatir la pandemia: este sería objeto de un cordón sanitario global, de un aislamiento en tanto posible foco no controlado de la proliferación de una enfermedad de la cual los otros países no quisieran contagiarse. Ser objeto de un cordón sanitario global debería ser algo realmente muy bueno para la economía nacional.

Mientras tanto nosotros luchamos con todas las fuerzas para encontrar algo que nos haga creer que la situación no es tan mala, que todo se trata de derrapes y sinsabores de un insano. No, no hay insanos en esta historia. Este gobierno es la realización necesaria de nuestra historia de sangre, de silencio, de olvido. Historia de cuerpos invisibles y de Capital sin límites. No hay insanos. Al contrario, la lógica es muy clara e implacable. Esto ocurre solamente porque cuando es necesario radicalizar siempre hay alguien en este país que dice que todavía no es el momento. Frente a la implementación de un estado suicida sólo nos restaría una huelga general por tiempo indeterminado, un rechazo absoluto a trabajar hasta que este gobierno caiga. Sólo nos restaría quemar las fábricas de los “empresarios” que cantan la indiferencia de nuestras muertes. Sólo nos restaría hacer que la economía pare de una vez utilizando todas las formas de contra violencia popular. Sólo nos restaría parar de sonreír, porque ahora sonreír es consentir. Pero ni siquiera un miserable pedido de impeachment es asumido por quien dice ser parte de la oposición. Sería difícil no acordarnos de estas palabras del evangelio: “Si la sal no sala, de qué sirve entonces”. Debe servir sólo para hacernos olvidar el gesto violento de rechazo que debería estar ahí cuando intentan empujar nuestra carne a su propio cadalso.

Fuentes:                 http://lobosuelto.com/bienvenido-al-estado-suicida-vladimir-safatle/

                                  Texto publicado originalmente en la sección Pandemia crítica de la editorial n-1 edições (n-1

                                  edições.org)

                                 ** Traducción libre: Florencia Carrizo y Franco Castignani para Los ejercicios posibles

                                 FOTO: Renata Molinari, Sin Cuerno, 2019

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Brasil: Diputados brasileños aprueban ayuda para trabajadores informales

América del Sur/Brasil/29-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Esta iniciativa deberá ser evaluada por el Senado del país y, si consigue la aprobación de los legisladores, deberá ser sancionada por el presidente Jair Bolsonaro.

La Cámara de Diputados de Brasil aprobó el jueves un proyecto de subsidios destinados a trabajadores informales y familias vulnerables, en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia del nuevo coronavirus (Covid-19).

El pleno de la Cámara se realizó de forma virtual y presencial con un mínimo de parlamentarios dentro del recinto, quienes sancionaron el proyecto que beneficiará a más de 24 millones de brasileños, entre ellos, trabajadores informales, desempleados, y microempresarios.

De acuerdo con el procedimiento, esta iniciativa deberá ser evaluada por el Senado del país y, si consigue la aprobación de los legisladores, deberá ser sancionada por el presidente Jair Bolsonaro.

Según indicaron, el objetivo es entregar, durante el aislamiento, un mínimo de 600 reales (moneda local) equivalente a 117,35 dólares aproximadamente, representando el 57 por ciento del salario mínimo brasileño, y 235 dólares para madres solteras y familias con dos o más trabajadores.

André Vieira@AndreteleSUR

| 1. La población se mantiene en casa para evitar el avance de la pandemia del nuevo coronavirus;
2. La cámara baja aprueba ayuda de 200 dólares mensuales para trabajadores informales.@ConexiontlSUR

Video insertado

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La propuesta fue estrictamente debatida por distintos sectores políticos, ya que desde el Gobierno de Bolsonaro fue presentada una oferta subsidiaria de 39 dólares para la “contención de gastos”, lo que fue considerado por los sectores alternativos como una “humillación e irrespeto” hacia las familias vulnerables.

“Esta es histórico porque el parlamento asume su rol y su protagonismo (en este tema)», manifestó el diputado del Partido de los Trabajadores., Reginaldo Lopes.

Hasta el momento, Brasil ha reportado unos 3.417 casos positivos por el Covid-19, así como 92 muertes, según el Ministerio de Salud.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/brasil-camara-diputados-aprueba-ayudas-trabajadores-informales-20200327-0030.html

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Indígenas colombianos y brasileños toman medidas por Covid-19

América del Sur/Colombia,Brasil/26-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Las comunidades indígenas en Colombia y Brasil, ante la ausencia de políticas de sus Estados para enfrentar la pandemia del coronavirus, optaron medidas propias para salvaguardar la vida de sus integrantes.

Comunidades indígenas y campesinas de diferentes países de la región han anunciado la implementación autónoma de medidas para prevenir la propagación del coronavirus (Covid-19), a pesar de no contar con el acompañamiento estatal en cuanto a garantías en seguridad, salud, servicios públicos domiciliarios y acceso a bienes.

El pasado lunes 23 de marzo la Organización Nacional del Pueblo Arhuaco adscrito a la Confederación Indígena Tayrona (CIT) en Colombia, anunció que ante la expansión de la pandemia del coronavirus adoptaran normas para evitar que los integrantes de las comunidades indígenas se contagien.

Según la circular conjunta por las autoridades centrales de Yewrwa y Simunurwa, quienes ejercen como instancia de Gobierno al interior de sus comunidades, ordenaron el cierre de sitios turísticos, la restricción de vehículos y personas, activando dos puntos de control en la cabecera municipal de Pueblo Bello en el Departamento del Cesar (norte de Colombia), específicamente en las zonas de Las Delicias y Ariguani, puntos de ingreso a los resguardos indígenas. Este trabajo se llevara a cabo en coordinación con la Alcaldía y la fuerza pública.

Confederación Indígena Tayrona@CIT_indigena

Las autoridades regionales del Pueblo Arhuaco toman MEDIDAS DE CONTROL TERRITORIAL PARA PREVENIR EL CONTAGIO DEL COVID 19 (CORONAVIRUS) EN LA POBLACIÓN ARHUACA.

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Igualmente las comunidades campesinas de Colombia se unieron autonomamente a la implementación de medidas de prevención contra el Covid-19 exigiendo mayor protección al Gobierno del presidente Iván Duque. En ese sentido también le solicitaron a los diferentes grupos armados cesar el fuego para dar atención adecuada a la problemática sanitaria.

Por su parte, la Asociación de Servidores de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) en Brasil, revela que las organizaciones indígenas aplicaron políticas para proteger sus vidas, ante la indiferencia del jefe de Estado, Jair Bolsonaro, respecto a la pandemia del Covid-19.

Las investigaciones realizadas por el médico especializado en salud indígena e investigador la Universidad Federal de São Paulo y miembro del grupo Xingu, Douglas Rodrigues, demuestra que las comunidades indígenas son más vulnerables al contagio de cualquier enfermedad debido a la precaria atención en salud que tienen.

La Organización de Naciones Unidas (ONU), revela que en Suramérica existen 119 comunidades indígenas en aislamiento voluntario ante el riesgo de contagio.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/colombia-brasil-indigenas-toman-medidas-covid-20200324-0035.html

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Coronavirus: Bolsonaro dio marcha atrás con la suspensión de trabajadores por cuatro meses sin sueldo

América/Brasil/25/03/2020/Autor: Dario Pignotti/Fuente: www.pagina12.com.ar

Desde Brasilia

Jair Bolsonaro autorizó suspender los contratos de trabajo por cuatro meses y ratificó su decisión de no decretar la cuarentena para frenar el coronavirus que en seis días pasó de dos a veinticinco muertos. Horas después, se vio obligado a retroceder y dejó sin efecto su insólito decreto.

A través de una medida publicada en la noche del domingo en el Diario Oficial de la Unión determinó que los patrones están eximidos de abonar los salarios a partir de hoy y durante 120 días. «Nadie está dimitiendo a nadie», justificó hoy a la mañana ante los periodistas apostados frente al Palacio de Alvorada, en Brasilia.

«Esta es una manera de preservar los empleos, se acorta el período de pre-aviso (suspensión contrato) y se permite que se den vacaciones (anticipadas), esto es mejor que ser dimitido». Cuando se le consultó si se arbitrarán medidas para compensar el mazazo esquivó la respuesta dejándola a cargo del ministro de Economía, Paulo Guedes, un funcionario que trabajó con el dictador Augusto Pinochet, a quien le elogia las reformas laboral y previsional. En el decreto se permite, no se obliga, que los empleadores «concedan una ayuda compensatoria».

«Los gobiernos de varios países pagarán los salarios de los empleados para evitar dimisiones, mientras Bolsonaro penaliza al trabajador en medio de la pandemia», reprobó Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores.

Con casi 12 millones de desocupados Brasil puede saltar a 40 millones según una proyección de la consultora privada XP.

Al mismo tiempo que Bolsonaro intentaba mostrar las cualidades de su decreto laboral ante los movileros, el Banco Central anunciaba la liberación de 68 mil millones de reales (13.600 millones dólares) para la banca privada en la forma de reducción del 8 por ciento de depósitos compulsivos. Mientras tanto, en el Supremo Tribunal Federal ingresó una acción promovida por gobernadores de la región nordeste contra los recortes impuestos a la Bolsa Familia por Bolsonaro y el ministro Guedes .

El capitán retirado del ejército justificó este lunes su decisión de no imponer una cuarentena nacional, al contrario de lo que han hecho varios gobernadores . Una periodista le preguntó si le preocupa que su imagen esté cayendo junto con el rechazo que causa su posición (negación) ante el Covid-19. Este domingo ocurrió el sexto cacerolazo consecutuvo en varias capitales donde volvieron a escucharse consignas como «Fuera Bolsonar» e «Impeachment». El gobernante se enojó con la periodista que lo indagó sobre las encuestas, a quien acusó de comportarse de manera «antipatriótica».

El caso brasileño se proyectaba como una rareza mundial, con un gobierno empecinado en darle la espalda al coronavirus. La consultora norteamericana Eurasia Group catalogó al jefe de Estado brasilero como el más «ineficiente» del mundo en el combate contra la pandemia. La reacción adversa al decreto en contra de los trabajadores obligó a Bolsonaro a dar marcha atrás.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/254805-coronavirus-bolsonaro-dio-marcha-atras-con-la-suspension-de-

 

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Brasil: por si fuera poco, una crisis con China

Por: Eric Nepomuceno

Desde Río de Janeiro.En un solo día, el viernes 20, Brasil vivió una formidable secuencia de turbulencias: el número de casos confirmados de coronavirus se acercó a mil, se constató que el crecimiento ocurre a una velocidad comparable al registrado en Italia al principio del surto, el ministro de Salud Luiz Henrique Mandetta anunció para abril un “colapso” en el sistema público del sector, el gobierno divulgó su nueva proyección de expansión de la economía para cero por ciento y el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro afirmó que “por ahora” decretar el estado de sitio «no está en nuestro radar”.

Aprovechó para recordar, con todas las letras, que en caso de que se llegue a esa necesidad, no habría dificultades para implementarla (dependería de aprobación por parte del Congreso, pero siempre existe la salida de un autogolpe sin más demoras).

Impacta que un capitán retirado del Ejército por actos de indisciplina diga todo eso cercado por generales de variadas estrellas, algunos en actividad, la mayoría en retiro, sin que a ninguno de ellos se les ocurra la necesidad de manifestarse. Lo ideal, que sería hacer callar al despotricado presidente, no ocurrirá tan temprano. Pero el silencio es inquietante y estruendoso.

Es decir: una economía colapsada (analistas del mercado financiero hablan claramente de una recesión de hasta el 4%), sistema de salud colapsado, y la democracia, en manos de un ultraderechista desequilibrado, acercándose al colapso. Y no hay salida a la vista.

Todo eso en un solo día sirvió para ocultar otro campo de crisis: Bolsonaro intentó hablar por teléfono con el presidente chino, Xi Jinping, quien se negó a atender la llamada.

El motivo: hace unos días el diputado nacional Eduardo Bolsonaro, uno de los tres hijos hidrófobos del presidente, divulgó por tweet mensajes durísimos acusando a China de ser responsable por la pandemia del coronavirus y, de paso, pidió que se instale un régimen de libertad en el país.

De inmediato el embajador chino en Brasil, el veterano diplomático Yang Wanming, emitió una nota contundente, diciendo que Eduardo, que integró la comitiva del papá a Florida, volvió del viaje contaminado por un “virus mental”.

Se trató de una mención casi explícita al vasallaje de Bolsonaro frente a su mito Donald Trump, alineándose de manera radical con la política de Washington de confrontación con China.

Le tocó entonces al ministro de Aberraciones Exteriores (perdón: Relaciones), el patético Ernesto Araujo, entrar al ruedo. En un comunicado oficial sin nexo ni lógica, exigió que el embajador chino pidiese disculpas al gobierno brasileño. Veteranos diplomáticos en actividad se sorprendieron y se asustaron con el tono de la nota de su jefe, absurda en todos los sentidos.

Y para no dejar dudas sobre la gravedad del caso, la negativa del presidente chino a hablar por teléfono con su desequilibrado par brasileño elevó la temperatura a niveles más que preocupantes.Lo que se comenta por aquí es que mientras el diputado Eduardo Bolsonaro no pida disculpas por sus enloquecidas palabras, la tensión no hará más que subir.

Los chinos – la tan nombrada paciencia china… – sabrán esperar. El problema es si Brasil podrá esperar. Además de ser el país que ofrece al gobierno de Bolsonaro el mayor superávit comercial, China es un país clave para la economía brasileña, gracias a sus pesadísimas inversiones en Brasil. En términos de comercio exterior, basta un ejemplo: el mercado chino es el destino de 78 por ciento de las exportaciones brasileñas de soja. Perder ese mercado hundiría de manera tenebrosa la ya muy caótica economía del país presidido por ese esperpento.

¿Más? Sí, sí, hay más.

Varios gobernadores, principalmente de estados del nordeste, piden ayuda a China para dar combate a la pandemia en su región, que es muy pobre. Piden no solo equipos, como respiradores artificiales, sino directamente ayuda médica, medicinas incluidas.

Bolsonaro también pierde precioso tiempo en guerrear a los gobernadores de los dos principales estados brasileños, San Pablo y Rio de Janeiro. Los critica duramente porque adoptaron medidas de combate a la circulación de gente, determinando cuarentenas domiciliares. Dice que, con eso, ambos perjudican a la economía. El país, rigurosamente convulsionado por un acumulado de crisis absolutamente sin precedentes, tiene como presidente a semejante aberración.

Con 40 por ciento de la fuerza laboral trabajando en condiciones precarias, con – en Rio de Janeiro – poco más de dos millones de moradores en “favelas”, o sea, villas miserables en que lo común es hasta seis personas acumuladas en poco más de treinta metros cuadrados, nadie sabe prever la dimensión del genocidio que podrá ocurrir.

Se calcula que en todo Brasil alrededor de veinticinco millones de personas viven en situación semejante, en los grandes centros urbanos. Vivimos en un mundo a la deriva. Y en ese mundo, Brasil es presidido por un energúmeno sin rumbo.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/254493-brasil-por-si-fuera-poco-una-crisis-con-china

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Coronavirus en Brasil: organizaciones demandan al Supremo Tribunal la inmediata suspensión de la limitación de gastos para educación y salud

América del Sur/ Brasil/ 24.03.2020/ Fuente: redclade.org.

 

La acción es apoyada por la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación de Brasil. Además, el voto virtual sobre el nuevo fondo para la educación básica por el Congreso Nacional, y la postergación de la SAME son otras consecuencias de la propagación del COVID-19 en el país

Organizaciones que actúan en defensa de los derechos humanos en Brasil presentaron, el último 18 de marzo, una demanda ante el Supremo Tribunal Federal (STF), corte máxima del país, por la suspensión inmediata de la Emenda Constitucional 95 de 2016 (EC 95/2016), que limita los gastos públicos en educación, salud, asistencia social y otros derechos. La motivación tiene carácter emergencial, ya que la pandemia del COVID-19 (coronavirus) pone en riesgo el funcionamiento del Sistema Único de Salud (SUS). Así mismo, la suspensión de las clases presenciales en el sistema público de educación, como forma de mitigar la transmisión del virus, acompañada de la interrupción de la oferta de alimentación escolar, ha expuesto niños, niñas y adolescentes de familias con menos ingresos a la miseria y al hambre.

Organizaciones brasileñas entran con demanda a la Suprema Corte por la suspensión inmediata de emenda constitucional que limita los gastos públicos en educación, salud, asistencia social y otros derechos. Foto: CNDE

La iniciativa de presentar dicha demanda al STF fue de: Plataforma Brasileña de Derechos Humanos (Dhesca) Brasil, ONG Ação Educativa y Campaña Nacional por el Derecho a la Educación de Brasil (CNDE), al lado de otras 22 organizaciones y movimientos sociales brasileños que actúan en la defensa de los derechos humanos.

“Con el cierre de las escuelas motivado por la pandemia, muchas madres y padres no tienen donde dejar sus niñas y niños para trabajar, y muchos estudiantes no tendrán alimentación escolar, intensificando la vulnerabilidad de las famílias y aumentando el hambre en todo el país. Los alimentos servidos en los centros educativos y escuelas tienen función importante en el cotidiano de muchos alumnos y alumnas, aunque varíen en calidad y contenido – en gran parte de los casos son alimentaciones completas con arroz, frijoles, verduras y carne. Para esos niños y niñas, los periodos sin clases son equivalentes al hambre: una amenaza a lo largo de todo el año se vuelve una realidad difícil de ser enfrentada”, se afirma en el pedido enviado a la Suprema Corte.

La EC 95/2016, aprobada por el Congreso Nacional de Brasil en el 2016, determina que ninguna inversión pública en áreas sociales – lo que incluye educación y salud – puede ser superior a la inflación por 20 años. Según la CNDE, esta política ha contribuído para profundizar las desigualdades del país, en especial, la sobrevivencia de la población más pobre.

“La Campaña reafirma su compromiso histórico de repudio a la EC 95/2016 por sus impactos dañinos a la educación pública. En resumen, la EC 95 prácticamente vuelve inviables las metas y estrategias del Plan Nacional de Educación – PNE – 2004 a 2024”, subraya la Campaña Brasileña en su página web.

Votación virtual de nuevo fondo para la educación

“Nuevo Fundeb: en nombre de un consenso que promueva el derecho a la educación”. Foto: CNDE

Para prevenir el contagio por el COVID-19, se pasó a la modalidad virtual la votación sobre el nuevo Fondo de Mantenimiento y Desarrollo de la Educación Básica y Valoración de los Profesionales de la Educación (Fundeb), en la Comisión Especial de la Cámara de Diputados de Brasil. Depende de la aprobación del fondo la garantía de la movilización de recursos de Unión, estados y municipalidades del país para financiar la educación pública.

Según la CNDE, la propuesta para el Fundeb que se analiza actualmente en la Cámara de Diputados está lejos de consagrar el derecho a la educación. “En vez de avanzar en la línea de la equidad, la actual propuesta atiende a la presión de parlamentarios comprometidos con la reforma empresarial de la educación, y posibilita condicionar la transferencia de recursos para la red pública, a la medición del desempeño de estudiantes”, afirma la Campaña Nacional en posicionamiento público. 

La CNDE añade que la actual propuesta para el Fundeb también pone en riesgo al presupuesto de programas esenciales relacionados a la alimentación y al transporte escolar. Tal como está, el fondo si se aprueba tampoco irá contemplar la implementación del Costo Alumno Calidad Inicial (CAQi) y del Costo Alumno Calidad (CAQ), mecanismos de financiamiento que buscan asegurar inversiones públicas adecuadas por cada estudiante, para la garantía de una educación de calidad y gratuita para todas y todos. Estos mecanismos están previstos en el Plan Nacional de Educación, gracias a acciones de incidencia impulsadas por la CNDE.

Según la Campaña, la demanda presentada a la Suprema Corte refuerza las críticas de la sociedad civil a la última propuesta de Fundeb que se vota en el Congreso. La demanda también corrobora la lucha de la Campaña por la protección de la alimentación escolar en el trámite del nuevo Fundeb. 

Se postergan las celebraciones de la SAME en Brasil para junio

Aún con su realización postergada para junio, la SAME en Brasil sigue con inscripciones abiertas. Foto: CNDE

La edición 2020 de la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) en Brasil fue postergada para junio, y se realizará del 15 al 22/6, debido a los impactos y medidas de prevención que resultan de la pandemia COVID-19.

“La decisión quiere colaborar con la situación de salud pública. Recomendaciones de especialistas y autoridades nacionales e internacionales desaconsejan fuertemente las aglomeraciones de personas para disminuir la propagación del virus”, afirma la Campaña Nacional.

Sin embargo, siguen abiertas las inscripciones para participar en la movilización. Si eres de Brasil y quieres sumarte, solo debes acceder a la página web de la SAME nacional y llenar un formulario para recibir gratuitamente materiales que te permitan organizar actividades y diálogos sobre el derecho a la educación en tu localidad.

Con el tema “Educación contra la barbarie: por escuelas democráticas y la libertad de enseñar”, la SAME brasileña busca expresar la indignación de una multitud de profesionales de la educación, estudiantes, madres, padres y activistas que presencian la precarización y una fuerte desfinanciación de la educación pública y gratuita, bajo el gobierno de Jair Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes.

Sobre la SAME

 

Todos los años, desde el 2001, la CME coordina la SAME, una movilización internacional que se impulsa simultáneamente en más de 100 países, recordando el aniversario del Foro Mundial de Educación de Dakar (2000).

Las acciones de incidencia, comunicación, diálogo y movilización que se impulsan en la SAME, tienen el objetivo de llamar la atención de la sociedad civil e instar los gobiernos, sobre la necesidad de hacer real y efectivo el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad para todos y todas, en todo el mundo.

En el 2019, la SAME fue realizada de abril a junio en América Latina y el Caribe. Abrazando el tema “Nuestra Educación, Nuestros Derechos”, impulsó actividades y diálogos para analizar y discutir el estado del derecho a la educación en la región, contribuyendo así con la revisión del ODS 4 en el ámbito de Naciones Unidas.

Con el tema“10 años para alcanzar el ODS 4”, la SAME de este año seguirá subrayando la garantía del derecho humano a la educación y el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4), referido a la educación, de la Agenda de Desarrollo 2030.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/coronavirus-en-brasil-organizaciones-demandan-al-supremo-tribunal-la-inmediata-suspension-de-la-limitacion-de-gastos-para-educacion-y-salud/

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¿Cómo quedan las personas migrantes y refugiadas ante la pandemia del Covid-19?

Por: Samuel Grillo.

 

La red Espacio Sin Fronteras se manifiesta en defensa de uno de los grupos más vulnerables al Covid-19: las personas migrantes y refugiadas

 

Ante la crisis que enfrenta el mundo actualmente debido a la pandemia Covid-19, la red Espacio Sin Fronteras (ESF), miembro de la CLADE, publicó una nota en la que expresa solidaridad con todas las personas afectadas por el virus. También hace un llamado a la comunidad internacional por la creación de medidas de protección y atención humanitaria para las personas migrantes y refugiadas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Eso, especialmente, porque suelen encontrarse en contextos de calle, alojamientos hacinados y trabajos informales, sin cobertura de asistencia, ni protección social.

“La actual pandemia desenmascara una vez más las falencias del modelo neoliberal, profundizando las desigualdades socio-económicas, los altos niveles de pobreza, que son también causas y consecuencias de la movilidad humana”, afirma la red. Recuerda, así mismo, el rol de la salud pública, sector históricamente en resistencia al desmantelamiento y las privatizaciones de políticas sociales, el cual se transformó en el centro del combate al virus.

En su posicionamiento, ESF señala que la actual crisis promueve discursos y acciones de xenofobia y discriminación, que se desprenden junto a la inminente restricción de fronteras, con el ensalzamiento de la soberanía nacional.  En este contexto, subraya la necesidad de repensar el concepto de ciudadanía universal, así como de valorar la solidaridad y la unión.

“Nos preocupa especialmente la realidad de las personas migrantes en situación administrativa irregular, quienes por miedo a la detención frente a las políticas restrictivas dudan en buscar los servicios de salud y dependen del trabajo diario para sobrevivir”, afirma ESF.

Según la red regional, es necesario realizar medidas propositivas que garanticen el abastecimiento de las personas en situación de mayor vulnerabilidad y la protección especial para las personas mayores y con discapacidades.

Actualmente, el aumento en la llegada de gente que busca asilarse en los lugares escogidos como destino en la región de América Latina y el Caribe, convive con la incertidumbre en torno al virus que está causando un pánico colectivo y deja a estas personas a merced de maniobras políticas y gobiernos que los transforman en chivos expiatorios.

“Exigimos responsabilidad política por parte de los Estados acogedores para asegurar la salud integral de todos los seres humanos sin importar género, color, raza ni origen nacional. La única manera de salir de esta crisis sanitaria es incluyendo a las personas migrantes y refugiadas en la atención y, por tanto, en la solución”, destaca la nota.

Fuente del artículo: https://redclade.org/noticias/personas-migrantes-y-refugiadas-pandemia-del-covid-19/

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