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Jornada de protesta del magisterio en Colombia

América del sur/Colombia/13 Septiembre 2018/Fuente: Prensa Latina

Los maestros colombianos protagonizarán hoy una jornada nacional de protesta en defensa de la educación pública financiada y administrada por el Estado.
En respuesta a una convocatoria de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), los docentes demandan también el retiro de un proyecto de ley que consideran es un fuerte golpe a la gratuidad de la educación pública.

El denominado proyecto de Ley 057 reduce, además, el presupuesto del Programa de Alimentación Escolar, señalan.

‘Es necesario que de manera urgente el Gobierno Nacional responda a necesidades que afectan directamente a la educación pública’, subraya un documento de Fecode.

El gremio magisterial exige también ‘un servicio de salud digno, el respeto al derecho a la vida y a las garantías para el ejercicio de la labor docente y sindical’.

En esta capital está prevista una manifestación frente a la sede del Ministerio de Educación, así como otras acciones de protesta en diferentes ciudades del país.

En lo que va de año los maestros en Colombia, convocados por Fecode, han expresado su descontento en demostraciones de diferente tipo, incluidos paros nacionales del sector.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=209875&SEO=jornada-de-protesta-del-magisterio-en-colombia
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Colombia: Confían en sus familias, pero no en los políticos: el estudio que busca descifrar a los jóvenes colombianos

América del sur/Colombia/ 13 Septiembre 2018/Fuente: Semana

Next Generation es una investigación que ya se ha hecho en otros lugares del mundo y que se aplicó en Colombia (primer país de América en donde se hace) a propósito de la firma del acuerdo de paz. El estudio revela que los jóvenes quieren participar en la solución de los problemas del país, pero no a través de los espacios políticos tradicionales. Este será uno de los temas de la Cumbre Líderes por la Educación.

Los jóvenes colombianos de hoy confían en sus familias, en sus maestros y en sus amigos, pero poco en la policía, los políticos y el gobierno; quieren participar en las decisiones importantes del país, pero pocos están afiliados a un partido o votan; la tercera parte de ellos ha sufrido alguna vez un hecho traumático (por lo general relacionado con la violencia), y las redes sociales y el internet hacen que ocupen más su tiempo en actividades solitarias que colectivas.

Esta es, en muy resumidas cuentas, la semblanza que hace de los jóvenes colombianos el estudio Next Generation, una investigación que se ha hecho en varias partes del mundo, y que, a propósito de la firma del acuerdo de paz, se hizo en Colombia, primer país del continente en donde se aplica.

“Los criterios para seleccionar en qué países se hace el estudio tienen que ver con el periodo histórico por el que atraviesa. En el Reino Unido, por ejemplo, se hizo después del Brexit. Este es el primer estudio que se hace en América, teniendo en cuenta que en los últimos años Colombia ha atravesado por muchos contextos que hacían que fuera más relevante que nunca saber qué piensan los jóvenes”, afirma Laura Barragán, directora de Educación y Sociedad del British Council, entidad que hizo el estudio, en alianza con las universidades de los Andes y el Rosario.

La investigación incluyó encuestas con 2.582 jóvenes entre 14 y 28 años, en 33 municipios de 5 regiones del país. Pero además, 29 grupos focales, con 162 jóvenes, en los que exponían sus opiniones sobre en qué y en quiénes confían, cuáles son sus sueños, qué les preocupa y en qué ocupan su tiempo.

Uno de los principales aspectos del estudio es que evalúa la confianza que los jóvenes tienen en diferentes aspectos de la sociedad. Mientras que más del 80% dice confiar en su familia y alrededor del 55% en sus maestros, solo el 15% confía en el gobierno y el 9% en los partidos políticos.

“En materia de confianza, es impresionante que el porcentaje que dice confiar en los partidos políticos (9%) está muy cerca del nivel de confianza que hay frente a los grupos al margen de la ley (7%)”, afirma Darío Maldonado, investigador de la Universidad de los Andes, que lideró el estudio.

En general, todo lo relacionado con los políticos ocupa un lugar muy bajo en la preferencia de los jóvenes. Menos del 1% dice estar vinculado a partidos políticos y apenas alrededor del 26% dice votar, aunque reconocen la importancia de participar en los asuntos relevantes para el país.

“Lo que más nos llevó a decidirnos a hacer el estudio fue lo que pasó con el plebiscito por la paz. Fue por un lado una aparente apatía y unos niveles de inasistencia a las urnas tremendos, pero también esa reacción de los jóvenes en esos días posteriores a conocerse el resultado. No es que los jóvenes sean apáticos, sino que las maneras tradicionales de participar en política no les son atractivas.Tenemos que encontrar una manera de engancharlos de nuevo con los partidos políticos, con las elecciones, etc.”, afirma Barragán.

“Es ahí donde está el reto para todos. Lo que eso está diciendo es que tenemos que preguntarnos sobre los modos de participación política. Los grupos políticos pueden ser unos, pero hay otros. El reto es cómo logramos canalizar el interés de los jóvenes”, agrega Darwin Cortés, investigador de la Universidad del Rosario, quien señala que el estudio muestra que los jóvenes sí se vinculan a grupos sociales, de voluntariado, ambientalistas, deportivos y culturales, pero no políticos.

El informe también hace un análisis sobre la salud mental de los jóvenes en el país. Recoge las cifras de la Encuesta Nacional de Salud Mental, según las cuales, aproximadamente el 30% de los adolescentes en el país ha estado expuesto a por lo menos una experiencia traumática en su vida, y el 7,2% ha sufrido de algún trastorno mental, incluida depresión, ansiedad, fobia social y consumo de sustancias.

Destaca que el 38% de los jóvenes encuestados reporta haber sido víctima de un acto de delincuencia común, el 8% fue afectado por la violencia de un grupo armado (8%) y el 8% sufrió algún tipo de violencia intrafamiliar.

“Por un lado, hay unos niveles muy altos de exposición a la violencia, y no me refiero específicamente al conflicto. Esa exposición a la violencia, sea de un origen o de otro, va generando dificultades de salud mental. Y esos síntomas emocionales se dan más fuertemente en niveles socioeconómicos bajos”, señala Cortes.

“La salud mental va a ser el problema de salud pública más importante del siglo XXI y no estamos seguros si estamos preparados para afrontarlo. Es importante empezar a distinguir cómo han estado afectados los jóvenes por distintos tipos de violencia. La violencia tradicionalmente ha estado muy identificada con los grupos paramilitares y las Farc, pero ahora estamos ante una situación más atomizada, con muchos factores diferentes”, precisa Maldonado.

Los mayores problemas que los jóvenes perciben en su entorno son el consumo de alcohol y de droga, el embarazo adolescente, la falta de oportunidades de estudio y trabajo y la inseguridad.

Y el uso del tiempo libre, que también evaluó el informe, evidencia una nueva realidad a la que se enfrentan los jóvenes con el internet, los medios audiovisuales y las redes sociales, que en algunos casos pueden llevarlos al aislamiento.

Cuando se les preguntó qué actividad habían realizado en la semana anterior, el 91% contestó que ver televisión o videos, el 88% escuchar música, y el 82% navegar por Internet, mientras que solo el 56% había pasado tiempo con sus amigos, y el 55% había practicado algún deporte o había hecho ejercicio físico.

“Si bien un poco más de la mitad de los jóvenes realiza una actividad física, en realidad predominan las actividades sedentarias y de baja socialización directa. Eso es algo que es importante resaltar y que viene con los cambios tecnológicos que hemos tenido en los últimos años”, explica Cortes.

El estudio, el más completo que se ha hecho recientemente sobre la realidad de los jóvenes del país, será un insumo importante para las decisiones que se tomen en los próximos años en relación con ellos.

“Más allá de las conclusiones, lo que nos arroja esta investigación es la importancia de escuchar a los jóvenes. Siempre somos los adultos los que tomamos decisiones por ellos, y hacer una política pública que realmente los beneficie atraviesa por escucharlos”, concluye Barragán.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/confian-en-sus-familias-pero-no-en-los-politicos-el-estudio-que-busca-descifrar-a-los-jovenes-colombianos/582730

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La transformación que Duque propone para Ser Pilo Paga

Por: Semana Educación

El gobierno estudia lanzar un programa de becas en las que el Estado ponga una parte y las universidades otra. Del mismo modo, busca fortalecer el presupuesto de las universidades públicas. El objetivo es que más estudiantes puedan acceder a la educación superior.

El programa  Ser Pilo Paga  podría vivir en pocos días una transformación inesperada. Después del anuncio de la ministra de Educación, María Victoria Angulo, sobre la desfinanciación en que encontró esta iniciativa, se creía que la política de becar a los estudiantes menos favorecidos había llegado a su fin. Sin embargo, el presidente Duque entregó un parte de tranquilidad el pasado sábado. Ese día aseguró que mantendría su promesa de campaña de cumplir con los 40.000 jóvenes que lo conforman y además, entregó algunas puntadas de lo que tiene en mente. «Esos muchachos pueden estar tranquilos que van a terminar sus carreras», dijo.

En el Taller Construyendo País, la reunión que el primer mandatario hace cada semana en las regiones, Duque aseguró que existe una necesidad de aumentar más la cobertura de la educación superior. Con esto, el presidente tocaba el corazón a la principal crítica que tuvo el programa bandera de Juan Manuel Santos. Los más duros cuestionamientos se centraron siempre en que este apenas lograba beneficiar a 10.000 estudiantes por año, una cifra muy lejana de las necesidades del país.

El presidente presentó una fórmula diferente para poder becar a los estudiantes.»La cobertura exige que nosotros podamos incluir más universidades públicas en un programa de gratuidad y decirles a las universidades privadas que también pongan», aseguró. En esas dos vías está marcada la nueva propuesta que se presentará en un mes. La idea más que eliminar el programa es extenderlo a otros estudiantes y cambiar el sistema de negociación con los centros académicos.

El problema central de la continuidad de Ser Pilo Paga, tal y como lo diseñó la exministra Gina Parody, es la financiación. Según dijo la ministra de Educación, María Victoria Angulo, en diferentes entrevistas radiales, se necesitan cerca de 2 billones de pesos para financiar a los 39.990 estudiantes que hacen parte de este. Expertos consultados por SEMANA aseguraron que desde antes ya se sabía que el programa era insostenible. Como los jóvenes podían elegir no solo la carrera, sino también la universidad y la ciudad donde querían estudiar, el resultado fue que el 79 por ciento de los muchachos terminaron en las universidades privadas más costosas del país, en las carreras más caras y se concentraron solo en tres ciudades, Bogotá, Medellín y Cali.

El hecho de que universidades privadas como Los Andes, la Javeriana y la Sabana se quedaran con el mayor número de “pilos”, como se les llama a los jóvenes del programa, hizo que esos recursos que el Estado destinaba para ese fin nunca llegaran a las universidades públicas, y también disminuyó el dinero que estas últimas recibían del Estado. El 50 por ciento del presupuesto de la nación terminó en la bolsa de Ser Pilo Paga.

Un modelo que logre integrar tanto a las universidades públicas como a las privadas será la apuesta del nuevo gobierno. Se están estudiando sistemas como los que existen en otros países, en los que el Estado financia un monto, pero las universidades ponen una contrapartida. Gracias a Ser Pilo Paga algunos centros educativos privados recibieron un número muy alto de estudiantes becados por la Nación. En los primeros años, la Universidad de la Salle, la Javeriana y la Universidad del Norte contaban con más de mil alumnos por año. Mientras Los Andes, por ejemplo, cerca de 600 estudiantes, que representaban la tercera parte de todos los que ingresaban allí. Aunque algunas de estas pusieron ayudas para la manutención de los estudiantes, el grueso de los gastos corría por cuenta del Estado.

Otras universidades fueron más cautas y limitaron el número. Algunos rectores consultados por SEMANA sostuvieron que como no había seguridad de que el programa estuviera financiado por muchos años, decidieron ser prudentes para que luego, en caso de que este se acabara, los presupuestos de las instituciones no se afectaran. Los directivos cuentan que cada año el gobierno los llamaba a preguntarles si era posible que la universidad pusiera una parte, pero que esas ayudas nunca se pudieron concretar. «Estos programas se usan en el mundo, pero en Colombia -a diferencia de lo que sucede en otros países- no tuvieron cofinanciación. Si el Estado estaba pagando 40.000 estudiantes, por lo menos se esperaría que las universidades pusieran el 50 por ciento del valor de la matrícula», explica Julián de Zubiría, rector del colegio Alberto Merani.

Más allá de los costos el programa sí representó una verdadera revolución social para quienes fueron beneficiarios. Por primera vez, miles de jóvenes de los lugares más apartados del país lograron llegar a universidades de elite que sin la estrategia de Ser Pilo Paga, ni siquiera habrían podido soñar. Con esto, se logró reducir la brecha de inequidad, hubo un valor agregado del intercambio cultural y se aumentaron las probabilidades del 30 al 70 por ciento de que jóvenes de escasos recursos llegaran a universidades como Los Andes. Las historias de jóvenes de veredas, muchas golpeadas por el conflicto armado, entrando a estos centros académicos conmovieron al país.

El rector de la Universidad Icesi de Cali, Francisco Piedrahita, asegura que el programa «no es tan costoso como lo pintan» y que su desempeño no puede verse solo en números presupuestales. Agrega que «dejaron que el programa se difamara cuando era un éxito y que sufriera todo tipo de ataques. Lamentablemente el éxito, como en todo, solo se ve con el tiempo. En unos años se sabrá qué significó llevar a la universidad a estos estudiantes».

Sin embargo, para muchos, entrar a la universidad no debería ser un privilegio de los más pilos, sino de muchos más. Francisco Cajiao, exrector de la Universidad Pedagógica y la Universidad Distrital, le dijo a SEMANA: “A mí también me gustaría que fueran a estudiar a Londres a Nueva York, pero tenemos que ver cuántos jóvenes tenemos y cómo repartimos la plata. El programa no podía basarse únicamente en el mérito”. Cajiao agregó que hoy la cobertura en educación superior en Colombia es solo del 35 por ciento, un porcentaje muy bajo en comparación con otros países de América Latina que tienen coberturas del 50 por ciento o más. Entre estos están Chile que ha logrado una cobertura del 87 por ciento.

Según los expertos consultados, para que el país llegue a una cobertura similar necesitaría abrir al menos 600.000 cupos más. Ese cambio, sin embargo, no sucede de la noche a la mañana. Para que una universidad pueda abrir 1.000 cupos necesita renovar su infraestructura y contratar casi que una nueva planta docente. Victoria Elena González Mantilla, docente investigadora de la Universidad Externado de Colombia, le dijo a SEMANA que celebra la decisión del presidente de fortalecer las universidades públicas. Sin embargo, se pregunta ¿cómo lo va a hacer cuando el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, redujo el presupuesto de esta cartera en 33 por ciento? “Genera preocupación es que terminen por no subsidiar al grupo pequeño de estudiosos, y que por otro lado, tampoco se pueda hacer inversión en la universidad pública por los recortes que ha anunciado el gobierno”, agrega.

En cuanto a la idea que los estudiantes paguen una parte del dinero y que las universidades paguen otra, Dustin Tahisin Gomez, docente investigador de varias universidades y estudiante del doctorado en agrociencias de la Universidad de la Salle, explicó que después de terminar la carrera los jóvenes podrían devolver el 50 por ciento de lo que costó su educación para crear una bolsa de recursos para financiar la matrícula de las generaciones. Según él, también será necesario buscar que el sector privado se involucre realmente con la academia.

Lo que viene en las próximas semanas no será fácil. El gobierno comenzará a estudiar modelos y a formular propuestas. En este momento hay un equipo dedicado a este asunto que comienza por definir un nuevo nombre para ese programa. Se ha hablado de llamarlo «Todos somos pilos», pero la fórmula no convence a algunos que sienten que evoca un poco de espejo retrovisor. Se espera que el borrador se presente después de que los bachilleres presenten sus pruebas de Estado.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/ivan-duque-programa-de-educacion-reemplazaria-a-ser-pilo-paga/582553

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Sandra Pineda: Una cucuteña promueve la educación para la paz

Por La Opinión

Después de terminar  su bachillerato en la Normal María Auxiliadora de Cúcuta, Sandra Pineda viajó a Europa. Estudió en universidades de Inglaterra y Suiza y obtuvo títulos en Relaciones Internacionales, Comunicación y Resolución de conflictos, en lo cual se ha especializado. Visita su ciudad natal cada año y en su reciente viaje habló de sus proyectos.

¿Qué representan para usted sus últimos estudios realizados en la Universidad de Suiza?

Estos estudios de doctorado de la universidad de Zúrich son resultado de mi interés en contribuir desde una perspectiva pedagógica a la paz de Colombia.  Encuentro que la investigación pedagógica en el área de educación para la paz está aun en una etapa prematura que debe ampliarse y madurar hacia una forma integral e interdisciplinaria. Dado que nos acostumbramos a vivir violentamente y hemos perdido la nación del valor de la vida, desconocemos que significa convivir. Por ejemplo, el entendimiento de lo que es paz desde una perspectiva interior es fundamental, y mi pregunta es: ¿ha reflexionado cada colombiano sobre lo que es la paz para sí mismo en forma individual? ¿Qué es para mí vivir en paz? ¿Cómo mi percepción paz afecta al otro?  ¿Cómo construyo paz cada día? Estas preguntas son claves, pues las respuestas hacen parte de las interacciones interpersonales. Mi investigación es una mirada profunda que busca ir al fondo y explorar la forma cómo piensan y sienten las personas cuando tienen un conflicto y cómo se comportan al resolverlo. ¿Pues cómo vamos a construir y promover estrategias de paz si no investigamos y estamos informados sobre lo que las personas piensan y sienten cuando están encaradas en un conflicto? Los resultados de mi investigación realizada con niños y jóvenes colombianos muestran que contrario a la violencia la paz es una aspiración y un deseo profundo en las relaciones interpersonales, particularmente cuando se tiene un conflicto con un amigo. Sin embargo, en la práctica los estudiantes reconocen que en muchos casos han usado y usarán la agresión verbal y física cuando sea necesario como manera de solucionar el conflicto. Por tanto, los resultados descubren aquí una contrariedad o brecha entre lo que el estudiante piensa que es la conducta apropiada y lo que hace a la hora de resolver un conflicto. Observo que el niño y el joven saben cognitivamente qué hacer, pero no saben cómo conducirse en el momento de enfrentarse con un conflicto.

¿Ese conocimiento cómo lo aplicará en Colombia?

Concretamente, mi investigación aporta elementos de base que son fundamentales para la promoción y desarrollo de conductas pro-sociales y pacíficas.  Confirmo la importancia de reconocer que siempre vamos a tener conflictos  interpersonales y la clave es ‘como’ decidimos resolverlos. Propongo tres componentes esenciales para la reducción de violencia en este modelo: la toma de perspectiva, las competencias de la negociación y la promoción de la educación para la paz. Estos componentes deben ser sostenidos por valores de verdad, justicia, respeto y perdón.

¿Cómo ve el acuerdo de paz con las Farc?

El acuerdo de paz es absolutamente un paso positivo. La ausencia de una pedagogía respetuosa, informativa y accesible para que todos los colombianos entendieran el proceso y el acuerdo no fue la más apropiada. La negociación y los convenios pactados ya es otra pregunta que aun continua y debe aclararse y que debe manejarse con un gran sentido de responsabilidad, respeto y justicia imparcial que de satisfacción a los diferentes actores, particularmente a aquellos que aún siguen sin vindicación. El perdón: un aspecto muy importante desde el punto de vista moral que aún se percibe es el hecho de que los colombianos aún no están convencidos del arrepentimiento genuino de las Farc y demás infractores. Hay manifestación de resentimiento de las víctimas y otros sectores. Esto conlleva a la continuidad de relaciones conflictivas. Como expresaron unos niños de 7 años que entrevisté para mi trabajo de investigación “ese es no es un perdón verdadero tiene que ser de corazón… no se puede pedir perdón y seguir peleando una y otra vez”. Así mismo El Premio Nobel de Paz Desmond Tuto afirma que sin “perdón no hay futuro”. Tutu aquí nos muestra cómo avanzar con honestidad y compasión tomando perspectiva del otro. Podemos aprender que para construir una nueva Colombia más humana recordemos que Dios valora absolutamente toda la vida humana y que el perdón es un correctivo necesario para la paz y la armonía social.  Pienso que Colombia como país debe incluir un proceso de perdón intencional y genuino que incluye arrepentimiento en forma de reparación, cambio de conducta,  compasión y hablar la verdad particularmente ahora que se inician los juicios buscando esclarecer lo sucedido y la veracidad de la violencia perpetrada durante estos 60 años de guerra.

¿Le interesa participar en la política colombiana?

Si tengo interés en servir para provocar transformación social.

¿En Europa cuál es la imagen de Colombia?

El  interés en Colombia crece,  pues es un país con muchas oportunidades para el turismo y a nivel de inversión. Claro,  va a tomar tiempo cambiar la mala fama asociada con la violencia, drogas y corrupción.

¿Cuál es su percepción de Cúcuta?

La criminalidad es muy alta, la infraestructura vial está muy deteriorada, la economía estancada y mucha inseguridad en general.  El problema migratorio afecta negativamente la estabilidad y tranquilidad de la ciudad. Quiero ver a Cúcuta próspera, autosuficiente económicamente, menos pobreza e injusticia  social, una ciudad segura, alegre y con paz en las calles. La cultura y mentalidad de mi ciudad requiere un profundo cambio de paradigmas negativos y empezar a explorar nuevos paradigmas positivos.

¿De los problemas que tiene Cúcuta, cuáles le preocupan más?

La violencia, la pobreza, la corrupción y la migración. Aun así, observo que la gente empieza a despertar por un cambio.

¿Qué extraña de su ciudad natal en Europa?

La familia, los amigos, mi herencia nortesantandereana. La comida. Somos privilegiados con tanta diversidad.

¿En qué nuevos proyectos trabaja?

La idea es crear un programa Integral de Educación para la Paz para reducir violencia y promover conductas pro-sociales. Un programa transformador,  eje central del sistema educativo colombiano. Diseñado por nosotros y para nosotros comprendiendo una clara fundamentación y filosofía que explique el por qué de la educación para la paz en Colombia, que tiene claro el ‘qué’ de los contenidos que se van a enseñar, el ‘cómo’ se va a hacer. ¿Cuáles resultados esperamos obtener? ¿Quiénes lo van a hacer? ¿Los maestros y expertos que preparación académica tienen sobre lo que van a modelar y enseñar y como lo van a hacer? ¿Moralmente qué tanto creen y que tan convencidos están con la causa de encumbrar un nuevo legado de colombianos comprometidos con la bandera de la paz?. Propongo una educación para la paz con fundamentos cruciales de diálogo, respeto y empoderamiento de profesores, estudiantes y padres de familia para reducción de violencia escolar y transformación del carácter, expresado en interacciones pro-sociales que promueven paz en las escuelas y colegios y familias y comunidades. Estas interacciones se centran en una estrategia de negociación de los conflictos donde los estudiantes se hacen responsables de sus acciones al crear el conflicto y para solucionarlo. Así mismo ellos son empoderados para encontrar estrategias apropiadas en el manejo de la negociación del conflicto y remediarlo en una forma donde idealmente los actores involucrados quedan satisfechos con la solución, es decir,  esto es una estrategia de “gana-gana”.

Opuesto a un modelo reactivo que trabaja la violencia escolar punitivamente este es un modelo proactivo y constructivo que va al fondo del individuo para ayudarle a conocerse a través de un proceso de reflexión en la forma cómo piensa y siente cuando entra en un desacuerdo. Para ello uso la metodología socrática  de hacer preguntas  con resultados notables y asumo la perspectiva de dialogo Buberiano donde abordamos las conversaciones desde una posición de iguales. Por ejemplo, maestros y estudiantes, padres e hijos, adultos y niños somos iguales en esencia, en esto todos están de acuerdo pero son raros los que lo ponen en práctica pues es desafiante.

Fuente de la entrevista: https://www.laopinion.com.co/cucuta/una-cucutena-promueve-la-educacion-para-la-paz-161653#OP

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¿Qué deben hacer padres y colegios frente al consumo de drogas?

Por El Tiempo

Las alarmas están encendidas luego de que la Fiscalía revelará el modus operandi de una organización criminal que se dedicaba a vender drogas en colegios y universidades del país.

De acuerdo con el ente investigador, en la fase II de la operación ‘Reprobados’, realizada en el mes de agosto, se lograron las capturas de 162 personas en 15 departamentos, impactando 30 instituciones educativas (25 colegios, 4 universidades y un instituto).

Las investigaciones evidencian que las sustancias no solo se vendían en las instalaciones de los centros educativos, también se creaban grupos de WhatsApp en donde se compartían tablas de precios y lugares de entrega.

¿Cómo mitigar ese flagelo? ¿Qué deben hacer los padres y colegios para hablar con los menores sobre el uso de drogas? Expertos en la materia evidencian la importancia de generar entornos seguros y protectores.

Angélica María Claro, directora de incidencia de Red PaPaz, afirma que los papás deben involucrarse en la vida de sus hijos para hacer prevención de sustancias psicoactivas.

«Por ejemplo, interesarse por conocer los amigos y amigas de sus hijos; por los programas de televisión y de internet; sentarse en la mesa a comer con ellos sin distracción de dispositivos; y establecer reglas claras para las salidas con amigos», anota la experta.

Claro recomienda a los padres prohibir el consumo de alcohol a temprana edad, porque eso puede persuadir al mundo de las drogas. «No envíen a sus hijos a comprar licor así sea para adultos. Eviten el tabaco y nunca fumen en casa o alrededor de los menores».

La especialista sugiere a los padres sostener conversaciones cortas y amables con sus hijos para dejar en claro que no deben consumir licor, tabaco o drogas. Así mismo, recomienda a los padres informarse sobre las diferentes sustancias psicoactivas que existen.

«En el entorno educativo no es una cuestión de profesores y rectores, es un asunto donde la familia y el colegio logren crear alianzas para generar entornos seguros y protectores. Para eso, es necesario que las instituciones educativas revisen sus manuales de convivencia y determinen si están criminalizando o dando soluciones al consumo de alcohol, tabaco o drogas», señaló Claro.

Es importante, dicen los especialistas, que las instituciones educativas creen protocolos de seguridad y salud para ayudar a sus estudiantes. «El tema del microtráfico debe abordarse en los colegios y para eso los estudiantes necesitan tener una relación de confianza con ciertos actores de la comunidad educativa. De esta manera, ellos se podrán sentir seguros para denunciar», puntualizó Claro.

Ojo con el comportamiento

Álvaro Franco, director de la especialización en psiquiatría de la Universidad del Bosque, dice que el consumo de drogas en menores de 18 años no solo afecta en la parte física también en la emocional.

«El cerebro en los niños y niñas es más sensible, por eso, si consumen cualquier sustancia o alcohol, tenderán a ser adictos durante su vida», señaló el especialista.

Franco agregó que existen varias señales que indican que un menor puede estar probando drogas. «Disminuye su rendimiento académico, baja la conversación con sus padres, desaparecen objetos de valor en la casa, pues necesita dinero para comprar drogas; y además empieza a llegar tarde al colegio y a la casa», comenta el psiquiatra.

Además, señala que: «se vuelven irritables en el hogar y comienzan a evidenciar problemas de comportamiento, como mentiras frecuentes y etapas agresivas».

Fuente del artículo: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/recomendaciones-para-padres-y-colegios-frente-al-consumo-de-drogas-264006

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Estas son las mejores 20 universidades de América Latina

Por El Tiempo

En el ranking de la revista Times Higher Education aparecen dos instituciones colombianas

La revista especializada en educación Times Higher Education realizó un ranking de las 100 mejores universidades de América Latina. Brasil, según la publicación, es  líder ocupando seis puestos en los 10 primeros lugares.

En esta ocasión, ese país fue representado por 43 universidades frente a las 32 del año pasado. La Universidad Estatal de Campinas se mantiene en el primer puesto por segundo año consecutivo.

Para hacer el listado, los investigadores tuvieron en cuenta los siguientes pilares: enseñanza (el entorno de aprendizaje); investigación (volumen, ingresos y reputación); citas (influencia de la investigación); perspectiva internacional (personal, estudiantes e investigación); y los ingresos de la industria (transferencia de conocimiento).

En los primeros 20 lugares aparecen dos instituciones colombianas: la Universidad de Los Andes y la Universidad de Antioquia. «Venezuela es el único país con menos representantes que el año pasado, con dos universidades clasificadas», según la investigación.

Por supuesto, el pilar más significativo para la revista británica es la enseñanza. «Además de dar una idea de cuán comprometida está una institución para nutrir a la próxima generación de académicos, una gran proporción de estudiantes de posgrado también sugiere la provisión de enseñanza al más alto nivel, lo cual es atractivo para los graduados y efectivo para desarrollarlos», reza la investigación.

Luego se encuentra la categoría de investigación y por eso la revista mide la productividad y el volumen de resultados académicos que incluye artículos, reseñas, actas de congresos y libros, que producen las universidades.

Fuente de la reseña: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/las-mejores-universidades-de-america-latina-segun-times-higher-education-263764

 

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Reflexionan en Manzanillo sobre el pensamiento y el discurso filosófico

Por Redacción Colima Noticias

 

Marco Antonio Venegas Medrano, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y José Raúl Álvarez García, de la Universidad de Colima, participaron en una mesa de dialogo durante el  IX Coloquio de Investigación Filosófica que realizaron hace días en Manzanillo la Escuela de Filosofía de la Universidad de Colima y la Red Centro-Norte de investigadores en filosofía de México.

Marco Antonio Venegas Medrano habló acerca de la importancia del Pensamiento Disruptivo en la Educación Actual.

Bajo esa perspectiva, declaró que en un modelo social tecno-económico como el actual, donde impera la expectativa educacional en la ejecución de técnicas productivas y eficientes, el pensamiento disruptivo suele ser peligroso, y es el papel de la filosofía en la educación fomentar el pensamiento crítico y el juicio racional en los jóvenes, “que siempre criticarán al orden establecido, y una actitud filosófica puede ser una ruta de escape a la realidad caótica agobiante”.

En su participación, que tituló “Ilustración, anticolonialismo y filosofía”, defendió la posición del filósofo y enciclopedista francés Denis Diderot respecto al tratamiento irónico del hombre natural o salvaje, como un dispositivo crítico muy utilizado en esa época, que no caracterizaba como iguales a las culturas civilizadas y no civilizadas.

Asimismo, recalcó la postura del autor francés, enfocada más en el poder de la educación y la cultura para el mejoramiento de la sociedad, que en volver simplemente a la inocencia del buen salvaje.

Posteriormente, José Raúl Álvarez García mostró su trabajo: “Historiografía de la filosofía, discurso dominante e inclusión filosófica en América Latina”, en el que abordó el discurso histórico y lo que se ha escrito sobre el pasado del pensamiento filosófico. En este trabajo cuestiona y analiza la construcción del discurso historiográfico dominante de la filosofía y sus implicaciones sobre el carácter crítico de la misma.

Fuente de la reseña: http://www.colimanoticias.com/reflexionan-en-manzanillo-sobre-el-pensamiento-y-el-discurso-filosofico/

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