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Abren convocatoria para primer festival de cortometrajes de educación pública en Bogotá

Redacción: El Espectador

Estudiantes de décimo y once de colegios oficiales tendrán la oportunidad de participar en el festival de cortometrajes ‘Yo puedo ser’. Las inscripciones estarán abiertas hasta el 31 de julio.

Los jóvenes bachilleres podrán mostrar su talento como directores de cine en el concurso que pretende incentivar a quienes tengan fijación en las artes audiovisuales y quieran formarse en este campo.

Los aspirantes que deseen inscribirse al festival tendrán que formar un grupo de máximo cuatro alumnos y presentar un producto original de cinco minutos, con créditos incluidos, en los que den a conocer una historia real o ficticia que contenga como principales características la originalidad, narratividad y creatividad.

Además, los filmes realizados podrán grabarse en celulares, tabletas y cámaras profesionales o semi-profesionales. Los jurados recibirán los productos hasta el 30 de septiembre y la premiación será en noviembre.

La iniciativa responde a una estrategia de orientación socio-ocupacional que tienen como fin brindar una educación integrada a los jóvenes que están a un paso de salir a la formarse en la educación superior. El proyecto hace parte del programa de Desarrollo Integral de la Educación Media que le apuesta a los bachilleres tengan desde la educación media suficiente información para encontrar su vocación y construir su proyecto de vida.

“Actualmente, más de 12.800 estudiantes profundizan en diferentes lenguajes artísticos y tecnológicos a través del proyecto”, afirmó María Victoria Angulo, secretaria de Educación.

El festival también tendrá una agenda académica que se compondrá de talleres y asesorías. Los estudiantes que logren ocupar los primeros puestos del concurso tendrán la oportunidad de presentar su filme en la Cinemateca Distrital, además de tener una cena con un reconocido director nacional y ganar una bicicleta.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/abren-convocatoria-para-primer-festival-de-cortometrajes-de-educacion-publica-en-bogota-articulo-798290

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Colombia: Hidroituango y el «Smartphone»

Por: Renán Vega Cantor. La Haine. 04/07/2018

Un nuevo celular consume más energía eléctrica que una nevera de tamaño medio.

La construcción de represas, como la de Hidroituango, tiene por objeto generar electricidad con el fin de satisfacer el consumo de energía en grandes cantidades, sin la cual no podría funcionar la economía capitalista contemporánea. La producción de teléfonos celulares alcanza niveles escalofriantes, hasta el punto que ya en 2014 había más celulares que seres humanos, tanto a escala global, como en Colombia. Eso puede observarse diariamente, con la esquizofrénica utilización del celular desde que las personas se levantan de la cama, hasta que se acuestan, puesto que gran parte de ellas no puede despegarse ni un segundo de ese invasivo artefacto, una prótesis permanente que acompaña a los seres humanos hasta en los momentos más íntimos: cuando satisfacen sus necesidades fisiológicas o cuando tienen relaciones sexuales.

El ‘smartphone’, el celular más avanzado, es una mercancía de consumo masivo a la que se le atribuye vida propia como si funcionara por sí misma en forma milagrosa, sin necesidad de recurrir a ninguna fuerza externa que lo active. Ese fetichismo se basa en la creencia de que esos aparatos son autosuficientes, máxime que pueden prenderse y apagarse en cualquier lugar, conectarse con el mundo exterior, hablar a través de ellos, enviar mensajes, utilizar aplicaciones, escuchar música, rebasando fronteras y superando los límites territoriales.

Esa sensación de autonomía es un espejismo, puesto que el celular funciona con energía, más concretamente con su forma más común: la electricidad. El ‘smartphone’, por más “inteligente” que sea, opera con una batería recargable que se abastece de electricidad. De ahí que las baterías tengan que cargarse de electricidad en una forma esquizofrénica, como lo apreciamos en los aeropuertos, hospitales, universidades, viviendas, en las que todo el tiempo se enchufan los cargadores del ‘smartphone’ para alimentarlos con electricidad, sin la cual no pueden funcionar.

Puede suponerse que el gasto de electricidad de un celular o un ‘smartphone’ es mínimo, porque es un pequeño dispositivo microelectrónico que, se nos dice, entre más inteligente menos electricidad consume. Esto ni siquiera es cierto para un aparato individual, porque diversas investigaciones han comprobado que un nuevo celular consume más energía eléctrica que una nevera de tamaño medio. Así, el refrigerador común y corriente consume 322 Kilovatios hora (kWH) al año, mientras que el nuevo celular consume 388 kWh en el mismo período de tiempo, en lo que se incluyen sus conexiones inalámbricas, utilización de datos, la carga de la batería y el almacenamiento de información. Una diferencia notable radica en que un hogar cuenta en el mejor de los casos con un refrigerador, mientras que en ese mismo hogar puede haber 5 o más celulares, puesto que se ha vuelto casi normal que una persona tenga dos o tres celulares. El problema adquiere una dimensión crítica si tenemos en cuenta que en el mundo hay unos 9 mil millones de celulares, incluyendo viejos y nuevos modelos, y en Colombia hay más de 50 millones. En pocas palabras, existen más celulares que seres humanos. Y eso origina el problema de cómo garantizar el abastecimiento de electricidad para que funcionen esos aparatejos, en apariencia mágicos.

Y aquí es donde viene el nexo con las represas que generan electricidad, porque están son indispensables para suministrar una creciente oferta de energía, que se usa de muchas formas, pero es cada vez mayor la cantidad que se destina a los ‘smartphone’, cuya producción es un fabuloso negocio para empresas multinacionales. Si se quiere alimentar el crecimiento exponencial en el consumo de ‘smartphone’ (del que se dice que se venden 3.7 millones de unidades por día en el mundo entero) es obvio que debe garantizarse la producción de energía eléctrica. Para hacerlo posible se construyen represas, como la de Hidroituango, las cuales suministran electricidad, una parte de la cual se destina al funcionamiento de los artefactos microelectrónicos, que en conjunto ya consumen el 10% de la generación de electricidad mundial. Y dentro de esos cacharros microelectrónicos es el ‘smartphone’ el que más consume electricidad, por la sencilla razón que se utiliza frenéticamente durante el día y la noche por sus poseedores, en la medida en que el celular ya no se emplea solo para llamar por teléfono y hablar, sino que ahora existen múltiples aplicaciones. Eso requiere que los usuarios tengan que conectar sus equipos dos o hasta tres veces al día, con el notable incremento del consumo de electricidad. El paroxismo en el despilfarro de electricidad con el abuso de los ‘smartphone’ se encuentra en la artificial necesidad de mantener siempre cargados los aparatos, porque su descarga es considerada como una tragedia, que genera pánico entre sus usuarios.

Por otro lado, debe recordarse que estos aparatos están untados de sangre por varias vías: por los materiales y minerales necesarios para su producción, que generan esclavitud y guerras por los recursos como la del Congo, con millones de muertos en los últimos años, pero también los asesinados (campesinos y pescadores) en los lugares donde se construyen las represas. Y ese es el caso de Hidroituango. De manera, que cada vez que el lector de este artículo utilice su ‘smartphone’ debería pensar en la sangre virtual contenida en el pequeño aparato que opera hábilmente con sus manos, porque esa sangre ha sido necesaria para impulsar los faraónicos proyectos de “desarrollo” que como el localizado en el Bajo Cauca antioqueño, finalmente se hacen para generar suficiente electricidad para que el ‘smartphone’ suene y suene en forma ininterrumpida, aunque su uso enfermizo también contribuya a recalentar nuestro sufrido planeta.

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/colombia-hidroituango-y-el-smartphone

Fotografía: La Haine

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Entrevista: Nelson Vallejo, un paisa influyente en la educación de Francia

Por José Guillermo Palacio

El filósofo Nelson Vallejo-Gómez, cerebro fugado de Medellín, con altos estudios en la universidad de La Sorbona, París, y otros altos institutos europeos, es uno de los líderes científicos de la educación en Francia. EL COLOMBIANO lo contactó en su reciente visita a la ciudad. Dice que lo único que no puede remplazarse en el mundo de las tecnologías es al maestro. “Ningún robot, ni ningún computador, dará lo más importante que requiere la educación a saber: el eros, el amor, solo con amor se enseña y se aprende”.

¿Qué lo hace tan cercano al ministro de Educación de Francia?

“Lo cercano es una empatía espiritual que tiene que ver con una visión de mundo en cuanto confianza y complejidad del sistema educativo. Una amistad de 20 años en los que hemos hecho múltiples proyectos. Cuando él era director del Instituto de Altos Estudios para América Latina, en el 98, y yo asesor del entonces ministro de Educación Superior y Tecnologías francés, Claude Alegra, organizamos la primera reunión de ministros de Educación de América Latina, Caribe y la Unión Europea en 2000. Es una amistad y un compromiso por la educación global que ha perdurado”.

¿Cuál es su papel para construir el nuevo modelo de educación en Francia?

“Mi papel consiste en acompañar al ministro en la estructuración de las diferentes fuentes de apoyo de investigación, experimentación y comparación internacional para que la política pública educativa de Francia se apoye no en ideologías de izquierdas o derechas; de teorías contra prácticas, y de pedagogías contra disciplinas, sino que en conjunto se entramen los diferentes conocimientos y experiencias en las investigaciones y los mismos profesores en perspectivas de un sistema que sea lo más objetivo, conceptuado y razonable posible para una nación de 70 millones de personas, en un sistema con casi un millón de profesores, 12 millones de alumnos y en un marco democrático”.

La educación es hilo conductor de las sociedades, elemento cohesionador, sin ella el mundo va al fracaso ¿Es lo que lo mueve?

“Es una pregunta fundamental desde que existen sociedad y cultura en la humanidad. Se educa para ser una persona capaz de pensar por sí misma, responsable y solidaria, hoy se educa a un ciudadano capaz de tener y participar en una democracia cognitiva. Es decir, capaz de cuestionar las políticas que gobiernan la sociedad y aportar lo mejor desde sus propias experiencias y conocimientos. La educación es para la libertad ante todo, educar para ser libre y para ser más humano”.

¿Tiene sentido introducir las tablets y demás desarrollos tecnológicos a la escuela desde la temprana edad?

“Tenemos que vivir con nuestra época y nos ha tocado vivir en los tiempos de la revolución digital que se acompaña de diferentes artefactos, instrumentos y aplicaciones digitales. Todo aporta a la pedagogía en cuanto sea equilibrado y se cree que se está robotizando a la educación y la sociedad. En realidad mientras más aportes técnicos tengamos a nuestra disposición mayor necesidad de conciencia y mayor necesidad de humanidad tenemos. Ciencia con conciencia es la divisa principal de la educación”.

¿La revolución digital y sus desarrollos tecnológicos pueden terminar remplazando al profesor en el aula?

“Desde siempre el hombre ha tenido la ilusión de que algo remplace las dificultades de la existencia. Desde la Revolución Industrial queremos que los artefactos nos remplacen para tener mayor disponibilidad y mayor tiempo. Si hay algo que no podrá remplazarse es al maestro. Transmitir conocimientos requiere de personas, podemos acompañar la elaboración de proyectos pedagógicos en marco de complejidad con aplicaciones más sofisticadas, podemos utilizar robots en una clase para ayudar a repetir las tareas, pero en ningún momento el robot dará lo más importante que requiere la educación a saber: el eros, el amor, eso solo las personas lo pueden dar, solo con amor se enseña y se aprende”.

¿Existen diferentes modelos educativos, en ese caso cuáles son, o existe una única perspectiva y un solo modelo educativo?

“Decir que existe un único modelo educativo implicaría que existe una sola sociedad o una sola cultura. Sin embargo, nosotros podemos considerar que nuestro modelo educativo se inspira desde la antigüedad griega (…) En cierto modo la misma constituye el renacimiento europeo del siglo XVI y que se retoma de nuevo hoy. Educar es ante todo para la libertad, educar es también recoger las tradiciones, la riqueza de la cultura oral y las diferentes técnicas transmitidas, pero contextualizadas a lo contemporáneo y en reflexión de apertura a lo nuevo y lo innovador. En ese sentido, el modelo educativo, sin ser el mismo en cada país, se ha ido estructurando de tal manera que lo que importe es que a los niños se les enseñe desde lo más temprano a leer, a escribir, y como dice el ministro francés de Educación, a respetar a los demás”.

En ese sentido, ¿cuáles son las bases del modelo educativo de Francia?

“Los cuatro pilares con los cuales el ministro francés de Educación Jean-Michel Blanquer está conduciendo hoy su cartera son: una escuela republicana en confianza y excelencia para leer, escribir, contar y respetar a los demás. Este último punto es capital porque la educación es para aprender a respetar las divergencias y puntos contradictorios en un marco de reconocimiento y dignidad. El aporte ético desde la base de la educación para los niños es fundamental para una convivencia ciudadana pacífica”.

¿La religión, como elemento de la cultura, debe enseñarse en la escuela?

“Sí, considero que en la escuela deben enseñarse los hitos de cada religión y sus hechos estructurantes desde una perspectiva de cultura y civilización, no desde una perspectiva de dogmas y cosmovisiones que encerrarán la verdad dentro de un solo horizonte. La religión es algo que nos enfrenta con lo trascendental (…). Hoy, con la irrupción de lo religioso desde la perspectiva del radicalismo, la violencia del terrorismo internacional o el hecho de reivindicar a un dios para ejecutar un atentado, conlleva a que sea necesario para las generaciones futuras tener una mayor información de en qué contexto los dogmas de una religión están determinando nuestros comportamientos. Dar una educación que tenga aporte de los hechos religiosos tiene sentido para que los jóvenes logren mayor perspectiva en cuanto a dogmas y cosmovisiones de diferentes religiones y puedan tener un distanciamiento y una mayor conciencia y convivir aceptando que los demás puedan tener otras religiones y pensar en otros dioses sin que por ello se justifiquen asesinatos o atentados”.

¿La ética, como relación del hombre consigo mismo, los otros hombres y la naturaleza, se enseña?

“La única manera de enseñar el comportamiento ético es con la ejemplaridad. Esto ya había sido objeto en el gran debate entre los griegos Platón y Aristóteles. El primero consideraba que se podía enseñar la ética, la verdad, el bien y la belleza porque bastaba con encontrar las ideas paradigmáticas o fundamentales de las mismas. Claro, eso requería un proceso de iniciación para poder encontrar en nosotros ese paradigma que, según el mito de las ideas platónicas, habían sido olvidadas al nacer, pero vemos que esa perspectiva implicaba una cierta visión del bien, la belleza y la verdad. Aristóteles cambia la perspectiva y considera que en cuanto a la ética, la verdad, la belleza y el bien es necesario integrar las diversidades y el caminar. Dice que para enseñarlas sí se requieren conocimientos, ideas y, sobre todo, ejemplaridad. La mejor manera de enseñarlas es dando ejemplo de ética y buen comportamiento”.

¿Tiene sentido poner a competir en pruebas de conocimiento globales a niños de naciones con alto grado de desarrollo con aquellos de países pobres?

“Creo que no se trata de medir conocimientos de los niños en cuanto al aprendizaje de base como si estuviéramos en una competición mundial, lo que trata de hacerse, como lo hace la Ocde, con las pruebas Pisa, es poder identificar los problemas y soluciones, al medir y evaluar cuáles son las dificultades. Con base en ello elaborar recursos pedagógicos de remediación para ayudarles a los niños a leer, escribir y resolver problemas de matemáticas en las mejores condiciones posibles. Lo que hay que ver en esas evaluaciones internacionales no es la competición entre países para decir que una nación está más avanzada o atrasada que las otras, o en que país los niños son más inteligentes. Se trata de detectar e identificar cuáles son las dificultades pedagógicas, cognitivas, socioculturales, económicas para los niños de base en ciertas naciones y poder aportar soluciones con programas que pueden recibir apoyo internacional, nacional e incluso local”.

El ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, acaba de publicar un libro sobre Colombia. ¿Cuál es la razón para que el país le resulte tan atractivo?

“Es una aventura personal. El ministro hizo su servicio militar como cooperante, profesor en la Universidad Externado de Colombia en Bogotá y eso lo hizo tener un primer contacto muy joven con el país. Él es un constitucionalista de formación, tiene un conocimiento muy profundo de las constituciones latinoamericanas y en particular de la colombiana. Como director del Instituto Colombiano para América Latina él enseñó muchas veces sobre los procesos de constitución e historia de Colombia y quiso recoger toda la información que tiene a todo nivel sobre el país y plasmarla en un libro, de cien páginas, en un pedido de las editoriales de prensa universitarias francesas. Eso ha hecho que él proponga una visión global de Colombia desde su historia, geografía, etnografía y las ciencias políticas. Por supuesto, él tiene un gran cariño a Colombia. De ahí que ese libro sea un homenaje a su confianza y esperanza en esta nación. En el libro se refiere al país como uno de los jaguares latinoamericanos en comparación con los leopardos asiáticos. Considera que Colombia lo tiene todo, no solo en recursos naturales, sobre todo en recursos humanos para, en un proceso de posconflicto y salida de la violencia, darle todo a América Latina y al mundo, ser una de las principales economías del planeta y motor cultural para la sociedad contemporánea.

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Colombia: Antioquia se destacó en premios por innovación digital en educación

América del Sur/Colombia/02.07.18/Fuente: www.eltiempo.com.

El departamento se llevó el primer lugar en las tres categorías del premio entregado por MinTIC.

Estrategias de educación digital de Antioquia obtuvieron el primer lugar en cada una de las tres categorías de los premios entregados por el Ministerio de Tecnologías de Información y Comunicaciones, MinTIC, a mediados de este mes, en Bogotá.

Los premios fueron entregados en el Encuentro Nacional de Experiencias Significativas con Uso Pedagógico Educa Digital 2018, que reúne a directivos y docentes de 30 departamentos de Colombia.

Primer lugar en Categoría Rural, para docente de Uramita

El primero de los ganadores, en la Categoría Rural, fue el docente Leonardo José Rodríguez, de la Institución Educativa San José, sede El Caunce, en el municipio de Uramita (Occidente de Antioquia), quien desarrolla el proyecto ‘Leamos ligero sin tragar entero’.

Esta iniciativa busca “enseñar a leer y escribir desde el concepto de conciencia fonológica (énfasis en el sonido de las letras) con garantía en la calidad del aprendizaje en tiempos muy cortos”, explicó su creador. Con ello, los alumnos, de preescolar y primaria, observan una letra en las tabletas digitales y computadores del colegio y, a la vez, la voz del docente les va explicando su sonido para que aprendan lenguaje de manera más fácil.

La Categoría Rural reconoce el esfuerzo de los profesores de zonas apartadas de Colombia en el uso y apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación. Con el premio, Rodríguez podrá asistir con todos los gastos pagos al Encuentro Virtual Educa, que se celebrará en Argentina, del 10 al 14 de septiembre de este año.

Ganador de Categoría Urbano es docente de Itagüí 

Entre tanto, en la Categoría Urbano, que reconoce las mejores experiencias de uso de las TIC en las aulas de clase de grandes ciudades, el primer lugar se lo llevó el profesor John Mauricio Cifuentes, de la Institución Educativa Diego Echavarría, de Itagüí, por su proyecto ‘Innove-Minecraftschool’.

Este es un videojuego que el docente implementa con estudiantes de noveno grado, con el fin de tener «un aprendizaje más didáctico y entretenido del español”. El ‘profe’ aprovechó el conocido videojuego Minecraf, para desarrollar su propia versión en la que el jugador va tropezando con preguntas como: “¿Sabías que antes de ser escritor, García Márquez era un periodista? ¿Sabes qué hace un periodista?” o “¿Sabes quién era Don Quijote de la Mancha y qué le sucedió en los molinos de viento?”.

El límite en Minecraft es la imaginación. Posee una cantidad de elementos adaptables a la educación, como pizarras informativas y personajes que dan información.

Este docente también recibió como premio la asistencia con todos los gastos pagos al Encuentro Virtual Educa de Argentina. Sin embargo, esta estrategia no es la única que ha trabajado el docentes. Desde 2017,  implementa diferentes ideas herramientas y aplicaciones en la web.

“El límite en Minecraft es la imaginación. Posee una cantidad de elementos adaptables a la educación, como pizarras informativas y personajes que dan información. El último mapa que hice es una especie de ciudad. Los estudiantes leyeron un texto literario y, luego, debían explorarla buscando personajes que les hicieran preguntas. Por cada respuesta buena obtenían una recompensa, en forma de diamantes. Según el número de diamantes conseguidos evalúo la comprensión lectora de cada alumno”, expresó el ganador.

Itagüí fue el mejor en la Categoría Secretarías de Educación 

Por otro lado, en la categoría de Secretarías de Educación, la mejor fue la iniciativa Plan Digital de Itagüí, que lidera la Secretaría de Educación de ese municipio del sur del valle de Aburrá, en cabeza de Guillermo León Restrepo. Los jurados de Educa Digital 2018 consideran que el plan ha permitido ampliar y mejorar el acceso a la educación a los estudiantes de esta población.

Este proyecto cuenta con el apoyo de la Universidad Eafit y ha tenido como uno de sus positivos resultados el cambio de actitud por parte de algunos educadores, cuyas reservas y dudas han dado paso a nuevas formas de asumir la docencia.

Otros reconocimientos otorgados

En las distintas categorías también fueron reconocidas estrategias de otros lugares del país, como Tolima, Huila, Bogotá y Córdoba.

Fuente de la noticia: http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/antioquia-se-llevo-tres-premios-por-innovacion-digital-en-educacion-236822

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Colombia: 35° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Educación y Coyuntura Política II)

Colombia / 1 de julio de 2018 / Autor: El abecedario La educación de la A a la Z / Fuente: Youtube

Publicado el 19 mar. 2018

En el abecedario, la Educación de la A a la Z, en la emisión 35, en huellas de maestros, recordaremos a Héctor Abad Gómez y, en el palabrero continuaremos nuestro análisis de la Educación en la coyuntura política. en la nota informativa el informe de la OCDE 2016 la Educación en Colombia.

 

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=IxrWh6j-0WI

ove/mahv

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Neurociencia: por qué los estudiantes olvidan contenidos y qué hacer al respecto

Colombia / 1 de julio de 2018 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Eimlearning

En un artículo publicado en el diario Neuron, los neurobiólogos Blake Richards y Paul Frankland explican que el olvido no es un proceso de pérdida gradual de la información que sucede a pesar del esfuerzo por retenerla. Según los científicos, el objetivo de la memoria no es solo almacenar información con precisión, sino también optimizar la toma de decisiones en entornos caóticos que cambian de una forma rápida. En este modelo o entendimiento de la cognición, el olvido se entiende como una estrategia evolutiva y un proceso útil –que sucede en el fondo de la memoria– que evalúa y descarta información que no aporta a la supervivencia de la especie. ¿Qué quiere decir esto? Que bajo esta mirada, olvidar no es necesariamente una falla de la memoria, sino que, según lo explican Richards y Frankland, el olvidar puede ser una estrategia.

Según otros expertos, la memoria no es como una librería a la que accedemos cuando necesitamos información, sino que es más como una telaraña que recolecta información y la distribuye en millones de neuronas que están conectadas.

Entonces, cuando un estudiante aprende algo nuevo en clase, el material se codifica a través de estas redes neuronales y así, la experiencia de aprendizaje se convierte en una memoria. Olvidar es la némesis de este proceso; Según se explica en Edutopia, el psicólogo Hermann Ebbinghaus descubrió esto en la década de 1880. Ebbinghaus fue pionero en la investigación de la retención y el aprendizaje, y descubrió algo a lo que llamó “curva del olvido”, una medida de cuánto olvidamos en el tiempo. Lo que descubrió en sus experimentos es que sin ningún refuerzo o conexión con el conocimiento previo, la información se olvida rápidamente: aproximadamente el 56 % en una hora, el 66% después de un día y el 75% después de seis días.

Toda esta información evidencia que efectivamente los estudiantes pueden olvidar lo que aprenden.

Pero también, como explica el investigador Youki Terada en Edutopia, hay estrategias que se pueden aplicar para que todo el esfuerzo detrás de cada clase no se pierda y esto sucede porque un mismo circuito neuronal está involucrado con el olvido y la memoria. Terada comenta que un grupo de neurocientíficos del MIT explicó los mecanismos para el fortalecimiento sináptico en un artículo de 2015 también publicado en Neuron. Lo que ellos dicen es que, cuando las neuronas se disparan con frecuencia, las conexiones sinápticas se fortalecen. A esto se le llama plasticidad sináptica y esto es lo que explica por qué algunos recuerdos persisten y otros se desvanecen. En otras palabras, un acceso constante y repetido a la memoria almacenada que se está desvaneciendo, puede revivir la red neuronal que contiene la memoria para codificar un aprendizaje profundamente.

Otro dato interesante que vale la pena rescatar es que no todos los recuerdos se crean de la misma manera. Terada ofrece el siguiente ejemplo para explicar lo que dicen los científicos: sin un lector que habla español se enfrenta a las palabras NPFXOSK Y NARANJAS, recordará mucho más fácil la segunda palabra. Esto sucede porque ésta tiene un conjunto de letras más memorables. Es decir, las letras NPFXOSK parecen aleatorias, mientras que la palabra NARANJAS está relacionada con un contexto lingüístico ya codificado o aprendido. Además, la palabra NARANJAS invoca una memoria sensorial ligada a el olor, el sabor e incluso el color.

Entonces, ¿cómo lograr que los estudiantes recuerden lo que aprenden?

En un proceso de aprendizaje, los alumnos hacen nuevas conexiones sinápticas. Sabiendo esto, las formas de ayudarles a retener información es generando la mayor cantidad de conexiones posibles para ampliar esa telaraña de conexiones neuronales o accediendo a la memoria de forma constante y a lo largo del tiempo.

Hay cinco estrategias efectivas que según explica Terada, están validadas por la ciencia y son útiles para lograr este objetivo:

1) Las explicaciones entre pares: los estudiantes explican lo que han aprendido a sus compañeros.

2) El efecto de espaciar: en lugar de cubrir un tema y luego continuar, es clave revisar las ideas claves que se han trabajado a lo largo del año escolar.

3) Pruebas de práctica frecuentes: esta es una forma de impulsar la retención a largo plazo y, como beneficio adicional, ayudar a reducir el estrés, que a menudo afecta el rendimiento de la memoria. Esto puede hacerse a través de juegos como Kahoot.

4) Intercalar conceptos: cuando se agrupan problemas similares, los estudiantes no tienen que pensar en qué estrategias usar pues automáticamente aplican la misma solución una y otra vez. Por eso, intercalar obliga a los estudiantes a pensar y codificar el aprendizaje de una forma más profunda.

5) Combinar texto con imagen: las ayudas visuales son una buena forma de recordar la información más fácil. Los expertos dicen que es más fácil recordar lo que se ha leído y visto.

Estas estrategias, además de estar validadas por la ciencia, son simples y muy prácticas. Aunque el cerebro está conectado para olvidar, cualquier profesor puede implementarlas en el aula y esto, sin duda, puede marcar una diferencia en la forma como aprenden los estudiantes.

Fuentes:Why Students Forget—and What You Can Do About It, Edutopia.

Fuente del Artículo:

https://eimlearning.blog/2018/06/22/neurociencia-por-que-los-estudiantes-olvidan-contenidos-y-que-hacer-al-respecto/

ove/mahv

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Cómo eliminar la brecha en educación rural y urbana

Colombia / 1 de julio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Semana

En Colombia, solo el 10 por ciento de la población rural son bachilleres y el 2 por ciento logra llegar a la universidad.

Las malas condiciones de infraestructura y las largas travesías para llegar a clase, son algunos de los ejemplos de las inequidades de la educación colombiana en el mundo rural campesino. Por años las organizaciones sociales han alzado su voz para concretar estrategias que garanticen una buena cobertura, calidad y pertinencia de la educación desde la primera infancia hasta la educación superior en el campo. Colombia tiene 8.704 sedes de instituciones escolares en zonas urbanas mientras que en zonas rurales permanecen 35,329, según cifras del Ministerio de Educación.

La geografía difícil, la población dispersa y el conflicto armado han incidido sobre el devenir educativo del sector rural y para el Ministerio, estas condiciones no han permitido que el sistema educativo responda con suficiencia en las necesidades de la región, dando como resultado “una baja tasa de cobertura y de calidad en todos los niveles de educación, así como una desarticulación con el sistema productivo regional”, aseguran.

La brecha entre la educación rural y urbana se hace evidente con los indicadores que demuestran que en el 2017 los años promedio de educación para la población mayor de 15 años en zonas rurales fue de 6, mientras que en las zonas urbanas fue de casi 10. Además, cerca del 50% de los establecimientos educativos tienen un desempeño educativo inferior o bajo en las pruebas estandarizadas. Solo el 2,3 por ciento de las personas que viven en la Colombia rural han realizado estudios universitarios, el 10 por ciento son bachilleres y el alfabetismo solo alcanza el 12,13 por ciento en mayores de 15 años.

Para Luis Emiro Ramírez, docente de la Institución Educativa Rural Avenida el Caraño, en Florencia, Caquetá, “la educación rural de calidad solo se logra con trabajo en equipo, los niños rurales tienen muchos sueños, mucha creatividad pero chocan contra el muro de la imposibilidad es hora de articular estado, educación y  entorno, hay que invertir en los jóvenes hay que entregarles capital semilla, hay darles el derecho fundamental como debe ser”.

La eliminación de la brecha entre estos dos sectores se ha trabajado por años, el gobierno saliente exalta que le dejará al nuevo mandato, entre otras cosas, el documento del Plan Especial de Educación Rural (PEER), estrategia que no se logró poner en marcha a pesar de haberse planeado desde la firma del acuerdo de paz, creado con el  propósito “establecer las líneas de acción que se deben desarrollar y se identifican las brechas urbano-rurales, así como las estrategias mediante las cuales se va a promover el acceso, cobertura, permanencia y calidad de la educación en las zonas rurales”.

Sin embargo, existen otras alternativas que se han puesto en marcha y que tienen como plan principal ayudar a la eliminación de la brecha en las escuelas rurales. Una de ellas es Comunidades de Aprendizaje, un programa impulsado por la multinacional brasileña Natura Cosméticos.

Se ha implementado en 105 escuelas ubicadas en los departamentos de Cundinamarca, Antioquia, Santander, Putumayo, Valle de Cauca, Caquetá y Atlántico, beneficiando a más de 25 mil niños y cerca de mil docentes.  Llevando al aula las Actuaciones Educativas de Éxito, que son métodos de formación como tertulias literarias o grupos interactivos, en los que además de la participación de profesores, estudiantes, directivos de instituciones, se fomenta el involucramiento de todos los  miembros de la comunidad como padres de familia y otros voluntarios.

El mexicano Mauricio García, formador encargado del proyecto en Guasca, Cundinamarca, aseguró que su misión es potenciar lo que las escuelas tienen como comunidad y mostrarles que para que haya una transformación no pueden seguir haciendo lo que han hecho por años. “No los vamos a cambiar, vamos a transformarlos y esa transformación implica que el docente cambie su paradigma de cómo ha dado las clases siempre. Que piense: “invierto demasiado en disciplina ahora tengo que invertirlo en aprendizaje””.

El profesor Ramírez explica que “la diferencia entre un docente rural y urbano es  el de trabajo, las condiciones y su material de apoyo, que nos toca volvernos recursivos, que nos toca situar los saberes y nos toca compartir lo poco que tenemos con nuestros alumnos”.

Este tipo de iniciativas busca un cambio del paradigma en la forma de enseñar en la ruralidad y para Katherine Rocha, docente de la Institución Educativa el Carmen en Guasca, una de las escuelas donde se aplica Comunidades de Aprendizaje, “la mejor manera de apropiarse de la iniciativa es comprendiendo que esta propuesta también nos modifica a nosotros, es un cambio que no le corresponde solo a la comunidad y los estudiantes”, y agrega que las posibilidades de que el proyecto logre cambios están en la medida en que cada profesor trabaja con su currículo para cambiar el panorama desde las mismas aulas de clase.

Fuente del Artículo:

https://www.semana.com/educacion/articulo/diferencias-entre-la-educacion-rural-y-urbana/572411

ove/mahv

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