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Desfinanciamiento de universidades públicas.

Por: Ignacio Mantilla.

Por estos días, cuando se habla de las dificultades económicas por las que atraviesan las universidades públicas y cuando se debate sobre las aparentes fortalezas y conveniencias de programas como “Ser pilo paga” y otras iniciativas de créditos para adelantar estudios universitarios, y en general, cuando se defiende el subsidio a la demanda con preferencia al financiamiento de la oferta de las universidades públicas, aparece el falso argumento de la ineficiencia de las universidades públicas como causa de su desfinanciamiento.

Es mi obligación, por lo tanto, pronunciarme sobre este tema y muy especialmente, hacer énfasis sobre algunas de las verdaderas causas del problema financiero de las universidades del Sistema Universitario Estatal.

Desde la aprobación de ley 30 de 1992, actualmente vigente, las universidades públicas han aumentado su cobertura. En efecto, en 1993 teníamos unos 160.000 estudiantes de pregrado matriculados en las universidades públicas del país y actualmente hay cerca de 560.000. Hasta hace 25 años no había sino un par de programas de doctorado en el país, desarrollados en la Universidad Nacional. Actualmente hay cerca de 4000 estudiantes de doctorado y 1700 de especialidades médicas. En 2003 ya se contaban 19.652 estudiantes de posgrado en las universidades públicas, cifra que hoy se ha duplicado.

Estos números revisten especial importancia por cuanto el costo de la formación en posgrado, especialmente en programas de maestrías de investigación y doctorados, es considerablemente superior al costo de la formación en pregrado. En la Universidad Nacional, por ejemplo, los estudiantes de posgrado constituyen el 18 % de la población estudiantil actual y su costo semestral promedio es de 3 veces el de un estudiante de pregrado.

El decreto 1279 de 2003 estableció un régimen salarial para los profesores universitarios de las universidades públicas que incluyó factores nuevos tales como la productividad académica y los títulos universitarios, que tienen un peso especial en la remuneración. El impacto de este decreto ha mejorado los indicadores nacionales de investigación, pero ha implicado un incremento anual real adicional cercano al 3% en los salarios de los profesores, que las universidades públicas han cubierto con sus recursos propios.

Normas y sentencias en aspectos salariales, con posterioridad a la vigencia de la ley 30 de 1992, han contribuido al desequilibrio presupuestal de las universidades. (Ver documento del Sistema Universitario Estatal: “Desfinanciamiento de la educación superior en Colombia”). Así mismo, incrementos salariales por encima del IPC no han sido siempre garantizados por los gobiernos en los presupuestos de las universidades, teniendo éstas que cubrir con recursos propios las diferencias que se acumulan y crecen anualmente, por cuanto afectan también los aportes parafiscales. Su efecto se estima hoy en unos $300 000 millones.

La apuesta por mejorar y aumentar la formación de estudiantes de doctorado y maestría ha implicado, como es apenas natural, una transformación de una planta docente que para el año de expedición de la ley 30 estaba constituida  en su mayoría, por docentes que sólo tenían un título de pregrado. A manera de ejemplo, en la actualidad, en la Universidad Nacional de Colombia 1459  de sus 3008 profesores tienen formación doctoral y 1271 tienen un título de maestría de investigación o de especialidad en alguna rama de la medicina. Esta alta cualificación docente ha demandado importantes recursos adicionales por el reconocimiento de títulos y publicaciones, pero también ha demandado esfuerzos económicos adicionales para el cubrimiento de comisiones de estudio que han permitido alcanzar estas cifras.

Las universidades públicas cuentan hoy con cerca de 2500 grupos de investigación, el 50 % del total del país, que requieren infraestructura, apoyo tecnológico, de cómputo, de comunicaciones, pero muy especialmente de equipos de laboratorios y de técnicos y operarios adicionales.

La misión social, que adicionalmente cumplen las universidades públicas para formar una población estudiantil vulnerable, obliga la implementación de programas de bienestar ambiciosos que garanticen la permanencia y faciliten el buen desempeño académico, con evidentes costos adicionales.

Los anteriores aspectos, entre otros, han producido unos costos de funcionamiento que crecen anualmente a una tasa real de 4 puntos por encima de los aportes que establece la Ley 30 de 1992 para tal fin.

Los esfuerzos adelantados por las universidades públicas por ofrecer educación y realizar investigación de alta calidad, mayor cobertura, alta cualificación docente y mejores condiciones de bienestar para sus estudiantes, así como el cumplimiento responsable de la ley y decretos reglamentarios atendidos con recursos propios, son las verdaderas causas de su desfinanciación.

Es irracional, entonces, que a pesar de mostrar contundentes resultados la política educativa se incline ahora a financiar la demanda de la educación superior en contra del apoyo financiero indispensable para las universidades públicas.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/por-que-impugnar-una-ley-que-beneficia-la-educacion-superior-columna-694629

Imagen: http://www.elespectador.com/sites/default/files/ef3e72fe1189b2ad147831189b92f55b.jpg

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Colombia: La Secretaría de Educación se comprometió con arreglos.

América del Sur/Colombia/30.05.2017/Autor y Fuente:http://www.vanguardia.com/

Los padres de familia de los estudiantes del colegio Juan Cristóbal Martínez sede C se encuentran preocupados por las condiciones en que se dictan las clases.

Según la queja de algunos padres de familia y docentes, los salones donde fueron dispuestos los niños y jóvenes no cumplen con los requerimientos técnicos, que permiten una calidad educativa.

La reubicación de los alumnos se dio por la demolición de la vieja sede del centro de formación y en ese mismo lugar será construido el megacolegio.

La Alcaldía anunció que este proyecto tiene una inversión de 6 mil 813 millones 785 mil 244 pesos.

De acuerdo con la denuncia de uno de los profesores que pidió la reserva de su nombre, el maestro señaló que el lugar donde están recibiendo clases los estudiantes es angosto, no hay ventilación y cientos de estudiantes no cuentan con los baños adecuados.

“Nos reunimos con los padres de familia para manifestarles que confíen en la Administración, también les explicamos sobre los 7 megacolegios del Plan de Desarrollo, en el cual está incluido el Juan Cristóbal Martínez. Para estos avances como es la jornada única fue necesaria la construcción de nuevas sedes, ya que el centro educativo tenía más de 40 años, además estamos cumpliendo con todos los requerimientos técnicos para evitar inconvenientes futuros”, manifestó Adela Silva, secretaria de Educación.

Fuente:http://www.vanguardia.com/area-metropolitana/giron/398746-la-secretaria-de-educacion-se-comprometio-con-arreglos

Imagen:http://www.vanguardia.com/sites/default/files/imagecache/Noticia_600x400/foto_grandes_400x300_noticia/2017/05/25/la_secretaria_de_educacion_se_comprometio_con_arreglos.jpg

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Colombia, un país sin educación y equidad

“Hoy los maestros y maestras de todo el país se unen para pedir unas condiciones dignas para el ejercicio de su profesión, mejoras en la calidad educativa y mayor presupuesto para la educación pública”

Colombia/30 de mayo de 2017/Por: Rosa María Acevedo Jaramillo/ Fuente: www.las2orillas.co

Desde el pasado 11 de mayo los educadores del país, vinculados a FECODE (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación), el mayor sindicato de profesores del país, se encuentran en paro. Este convoca cerca de 380.000 maestros en todo el territorio nacional para que cesen sus actividades indefinidamente..

Actualmente cerca de 8 millones de niños, niñas y adolescentes se encuentran fuera de las aulas de clase por el cese de actividades iniciada por los maestros. La razón que ha llevado al paro es el incumplimiento del pliego de condiciones pactado en el año 2015 con el sindicato de maestros. Y unas nuevas exigencias presentadas que se pueden resumir en tres puntos clave: aumento salarial, mejoría en el sistema de salud y reforma a la jornada única.

 Dentro del pliego presentado por FECODE al Ministerio de Educación Nacional (MEN) se pueden identificar algunos puntos que son claves para poder llegar  a un acuerdo entre los dos sectores. Uno de ellos es el aumento de la financiación a la educación pública a 7,5 % del PIB, quiere decir  que el gobierno nacional debe comprometerse a generar mayores recursos para la educación pública. Actualmente el gobierno nacional no ha cumplido con la implementación de la jornada única en el país porque no se ha construido la infraestructura necesaria para llevar a cabo dicha tarea.

Así mismo, los estudiantes deben tener unas condiciones mínimas para la permanencia en el sistema escolar como son: la alimentación y el transporte, asegurando de esta manera que puedan tener un mejor desempeño y evitando que se incrementen los niveles de desescolarización.

Los educadores del país también piden unas mejores condiciones salariales generando incentivos para que se dignifique el ejercicio de la  docencia, así mismo, también pide al gobierno nacional que se mejore las condiciones de acceso a los servicios de salud. Hoy los profesores cuentan con un régimen especial de Salud establecido en la Ley 91 de 1.989 que no ha dado respuesta a los problemas de acceso al derecho fundamental de la salud por parte de los docentes. Donde se encuentran en un sistema arcaico de la salud colombiana, la tramitología de las EPS desangran a nuestros maestros, no pueden acceder a una salud digna de una prestación de un servicio fundamental.

El gobierno nacional en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos ha denominado su Plan de Desarrollo 2.014 – 2.018 “Paz, Equidad y Educación”, poniendo como uno de los pilares la educación, pero la situación actual que vive este sector no refleja la voluntad política del gobierno para abanderarse de la educación como motor de transformación y de cierre de brechas  para los sectores más excluidos de la sociedad.

Nuestra carta magna reafirma la educación como un derecho fundamental, y es allí donde el gobierno nacional debe poner todo su interés en asegurar que nuestros niños, niñas y adolescentes tengan las mejores condiciones educativas para poder generar su desarrollo y propiciar condiciones que eviten que caigan en el círculo de la pobreza.

Hoy los maestros y maestras de todo el país se unen para pedir unas condiciones dignas para el ejercicio de su profesión, mejoras en la calidad educativa y mayor presupuesto para la educación pública, la respuesta del gobierno nacional es que no se cuenta con los recursos para acceder al pliego de condiciones de este sector.

Este es un llamado para que se piense en el bienestar superior de los estudiantes, un día más por fuera del aula de clase representa una restricción a sus derechos fundamentales que deben ser protegidos y el Estado no ha hecho pronunciamientos y pone trabas en los acuerdos, debido a que sus intereses están en otros puntos, según para ellos más importantes que la educación, cuando sabemos que el educar un país es el futuro para las nuevas generaciones.

Aunque los gobiernos están llamados a un administración eficiente de los recursos y a ser responsables en el manejo fiscal del presupuesto, no por esta razón, se puede desatender el llamado de un sector tan importante como el educativo, si queremos construir un mejor país, debemos apostar a una educación pública de calidad que destine mayores recursos para mejorar las condiciones de infraestructura.

Pero no se puede tener una mejor educación si nuestros docentes no cuentan con buenas condiciones salariales que permitan que se dignifique el ejercicio de la profesión docente en Colombia y que estimule a que muchos de nuestros jóvenes tomen el camino de ser maestro.

Creo que la Educación es el motor de la transformación social y que es la mejor herramienta para construir un país en paz, espero que el gobierno nacional y los maestros puedan llegar a un acuerdo donde se vea reflejada la voluntad por hacer un esfuerzo por mejorar la educación de nuestro país y que se respete el derecho fundamental de tener un país más educado.

Porque no se puede desatender las exigencias válidas de nuestros maestros por un lado, pero por otro se negocia con grupos que han estado al margen de la ley, debemos construir un país donde se respete y se asegure las condiciones para el ejercicio de los derechos fundamentales y se distribuyan los recursos para el beneficio de nuestros ciudadanos y poder creer en el eslogan de la presidencia “Equidad para todos”.

Fuente de la Noticia:

Colombia, un país sin educación y equidad

 

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Colombia: La brecha en acceso a educación superior se ha reducido 30 puntos

Colombia/29 mayo 2017/Fuente: El Tiempo

Universidad de los Andes midió el impacto del programa Ser Pilo Paga y el balance es positivo.

Desde que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, lanzó, en el 2014, el programa Ser Pilo Paga, se ha dicho que tiene como objetivo reducir las brechas en acceso a la educación superior de calidad. Sin embargo, hasta ahora no se había comprobado su verdadero impacto.

Un estudio de la Universidad de los Andes, contratado por el Departamento Nacional de Planeación comprobó, a través de encuestas a estudiantes del programa y trabajo de campo, el efecto de este programa con miras a ser política de Estado es positivo.

 Unos de los hallazgos que encontró es que se ha logrado que los estudiantes de estratos bajos con mejores resultados en las pruebas Saber 11 tengan las mismas posibilidades que los de estratos más altos de acceder a instituciones de educación superior (IES) acreditadas.

Según el estudio, el programa aumentó el acceso a educación superior en 32 puntos porcentuales. Antes de Ser Pilo Paga, solo el 28 por ciento de los jóvenes con un puntaje en el 10 por ciento superior del total de los estudiantes que presentaron las pruebas Saber 11 accedía a educación superior. Después del programa, el 60 por ciento lo logra.

Más allá del acceso a educación superior, el número de estos mismos estudiantes que ingresaban antes de Ser Pilo Paga a universidades acreditadas (o sea, las mejores del país) era solo del 7 por ciento, y ahora accede el 53 por ciento. Un aumento significativo de 46 puntos porcentuales.

El investigador que encabezó el estudio, el profesor de la facultad de Economía Fabio Sánchez, explicó que “después del 2014, los estratos se nivelaron en acceso a la educación superior. Para el estrato 1, las oportunidades de acceso a educación de calidad se igualaron a los de estratos 5 y 6”.

Sánchez ha evaluado 15 programas de créditos y becas educativas y los resultados de Pilo Paga lo dejaron impresionado: “El impacto es más grande que cualquier otro programa”.

El rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo, asegura que aunque el programa es bueno “no es suficiente, se deben fortalecer los créditos educativos y los subsidios de calidad de tal manera que tengamos distintas estrategias. Hay cientos de miles de jóvenes que se están quedando por fuera”.

Los estratos se nivelaron en acceso a la educación superior. Para el estrato 1, las oportunidades de acceso a educación de calidad se igualaron a los de estratos 5 y 6.

¿Qué pasa con las úes?

Las composición social de las universidades ha cambiado y esto está relacionado con el acceso de estudiantes de bajos recursos. Por ejemplo, la Universidad de los Andes, antes del programa, tenía una población mayoritariamente de estratos 4, 5 y 6. Ahora la situación se invirtió: son estratos 1 y 2 los que entran en mayor cantidad en primer semestre.

“Esto genera un cambio social importante dentro de las universidades porque hay menos exclusión social”, dice Sánchez. Incluso, las oficinas de bienestar universitario se han adaptado para acoger a esta población que antes no iba a este tipo de instituciones.

Otro punto que comprueba el estudio es que los ‘Pilos’ prefieren las universidades privadas acreditadas a las públicas y ahora tienen la oportunidad de acceder a estas. Antes del programa, el 9 por ciento de los estudiantes accedía a estas universidades, ahora lo hace el 72 por ciento.

“Hay gente que dice que este programa le quita buenos estudiantes a las públicas. Lo que encontramos es que ni le quita ni le pone. A quien se los quita es a las no acreditadas”, explica Sánchez, y agrega: “Lo que hace el programa es que jalona estudiantes que nunca hubieran ingresado a las mejores universidades”.

El rector Restrepo concuerda con que hay un avance en lograr universidades más incluyentes. “Hemos visto la necesidad de generar oportunidades y espacios para poblaciones que, aunque en el Rosario teníamos, ahora las tenemos en mayor proporción”. Y explica que este es un factor agregado importante del programa y que a algunas universidades las saca de la burbuja en la que estaban.

La probabilidad de deserción en primer semestre para los beneficiarios es de 7,5 por ciento, mientras que la de sus compañeros es de 14,1 por ciento

Mejora prueba Saber 11

Otro de los hallazgos es que el programa sí motiva a los estudiantes a sacar mejores resultados en las pruebas Saber 11. Según Sánchez, se compararon colegios de condiciones similares, unos beneficiarios del programa y otros no. “Los de grado 10.°, cuando veían que sus compañeros de 11.° eran ‘Pilos’, e iban a presentar las pruebas, se esforzaron y tuvieron mejores resultados que los del colegio que no tenían ‘Pilos’ ”, dijo.

Una de las preocupaciones de las universidades es disminuir las cifras de deserción estudiantil. Lo que se encontró en el estudio es que los ‘Pilos’ presentan niveles de deserción a la mitad de los que no pertenecen al programa.

“La probabilidad de deserción en primer semestre para los beneficiarios es de 7,5 por ciento, mientras que la de sus compañeros es de 14,1 por ciento”, explica el profesor. Algunas de las razones son que tienen mayor nivel de motivación y les da miedo quedar endeudados.

En cifras

-Hoy, son 31.000 estudiantes los que están siendo beneficiados por el programa Ser Pilo.

-Los más pilos son el 10 por ciento de los puntajes más altos de quienes presentaron la prueba Saber 11.

7,5 %, probabilidad de deserción. Esta cifra es entre los beneficiarios de Ser Pilo Paga en el primer semestre. Para el resto, es de 14,1 %.

498 mil millones de pesos: esta es la cifra que el Gobierno Nacional ha invertido en el programa que lleva tres años.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/universidad-de-los-andes-evalua-impacto-del-programa-ser-pilo-paga-92856

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Colombia: ¡Se justifica el 7.5 % del PIB para la educación pública!

Colombia/29 de Mayo de 2017/Las 2 Orillas

“Los trabajadores colombianos no podemos caer en las falacias de los enemigos de la educación pública. Los derechos de los maestros no son privilegios”.

Hoy los maestros no están luchando únicamente por incrementar sus ingresos y mejorar su sistema de salud, esos objetivos son justos pero insuficientes, y no son coherentes con la política educativa de los gobiernos de los últimos 30 años. La lucha actual de los maestros es mucho más ambiciosa y trascendente para el bienestar de la inmensa mayoría del pueblo colombiano, pues busca nada más y nada menos que asegurar una financiación suficiente para la educación pública, lo que implica echar para atrás el modelo de desfinanciación que se ha venido imponiendo gradualmente según las orientaciones del consenso de Washington y de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

El pasado 24 de mayo en la W Radio, el presidente de FECODE sostuvo un debate con Daniel Raisbeck, un político que ha sido candidato a la alcaldía de Bogotá y a la Cámara de Representantes, y que es vocero del autodenominado “Movimiento Libertario”. Conocer el discurso de Raisbeck es sumamente importante, pues éste expresa de forma descarnada cuáles son los objetivos de los fundamentalistas del “libre” mercado, objetivos que nuestros hipócritas gobiernos comparten plenamente, pero que siempre se cuidan de ocultar tras su desgastada demagogia.

 En el punto fundamental de la financiación de la educación pública, Raisbeck ofrece cifras descontextualizadas para justificar el modelo neoliberal de desfinanciación. Según él, la financiación de la educación pública en Colombia es más que suficiente, pues el Estado le destina el 4.5% del PIB, mientras que en Hong Kong sólo se destina el 3.4%, en Japón el 3.8% y en Singapur el 3.3%.
Lo que no dice Raisbeck es que:

Según cifras aproximadas del 2015, en Colombia se destina el 4.5% de 292 mil millones de dólares, para atender a una población de casi 50 millones de habitantes. En Hong Kong se destina el 3.4% de 309 mil millones de dólares, para atender a una población menor a 8 millones de habitantes. En Japón se destina el 3.8% de 4 billones de dólares, para atender a una población de 127 millones de habitantes. Y en Singapur se destina el 3.3% de 292 mil millones de dólares, para atender a una población menor a 6 millones de habitantes.

A las cifras hay que darles un contexto, tanto económico, como social e histórico. Los trabajadores colombianos no podemos caer en las falacias de los enemigos de la educación pública. Los derechos de los maestros no son privilegios, privilegio es ser dueño de colegios, recibir dinero de la nación y sobreexplotar a los maestros para lucrar con un derecho fundamental de los colombianos.

¡VIVA EL PARO NACIONAL DEL MAGISTERIO!

Fuente: https://www.las2orillas.co/se-justifica-7-5-del-pib-la-educacion-publica/

 

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Escuelas digitales para dignificar a los campesinos

Por: Revista Semana Educación

Nelly Duarte Jurado se impacienta con el mouse. Lo presiona una y otra vez con el índice de la mano derecha, pero la página a la que quiere acceder no abre. Mira a su alrededor para cerciorarse de que ninguno de sus compañeros la mira y retoma su personal cruzada con el computador. Finalmente acierta a oprimir el botón de forma correcta y la información que andaba buscando se despliega. Respira tranquila y con la satisfacción de haberle ganado la partida a la tecnología.

Esta estilista ya retirada tiene 63 años, tres hijos, nueve nietos y hace algo menos de cuatro meses que se enfrentó por primera vez a un computador. Cada martes y jueves acude de dos a cuatro de la tarde a una sala aledaña a la parroquia María Auxiliadora en el municipio de Silvania, Cundinamarca, para aprender a manejar este aparato por medio de un taller de alfabetización digital. Ella es una de las estudiantes más veteranas de las Escuelas Digitales Campesinas, un programa de la Fundación Acción Cultural Popular (Acpo), más conocida por crear las escuelas radiofónicas de Sutatenza hace 70 años.

“Estoy aprendiendo a entrar a internet, a manejar el teclado y a contestar las preguntas que me hacen en cada evaluación. He aprendido sobre los medios modernos de comunicación y las TIC. ¿Sabe usted que sirven para reducir la brecha digital en los países? También impulsan el desarrollo”, relata orgullosa y bien alto para que, ahora sí, el resto de sus compañeros, la mayoría de ellos de su misma generación, la oigan.

Escuelas digitales campesinas

Debido a la afluencia de estudiantes en el aula, lo normal es que niños y adultos de entre 12 y 70 años acaben compartiendo computador y conocimientos. Foto: Julia Alegre

Dice que después de terminar este taller le gustaría aprender inglés: “Me fascina, además es el idioma universal”. Nelly llevaba décadas sin estudiar, desde que a sus 20 y pocos años realizó un curso de mecanografía. Luego otro de belleza y peluquería. Ahora no quiere parar. “Me siento muy bien aprendiendo. Para mí es una alegría venir a los cursos porque uno se distrae, aprende, cambia de ambiente, del oficio de la casa y conoce a otra gente. Hablamos de los problemas de Silvania. Están dañando la naturaleza. Vamos a ir a la Alcaldía para que no permitan talar tantos árboles en los límites del río y construir conjuntos residenciales porque si no va pasar lo de Mocoa”, explica.

Ese es precisamente el principal objetivo de Escuelas Digitales Campesinas que opera en ocho departamentos desde 2012: dignificar a la población rural desde la educación y empoderarlos como ciudadanos. “Brindarles herramientas para que participen y transformen su realidad. Incidir en el ser, en el saber y en el hacer”, señala Mariana Córdoba, coordinadora de Educación de Acpo. Lo logran a partir del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la implementación de diferentes talleres digitales.

En la actualidad, el programa beneficia a 18.000 campesinos de los cuales el 60 % son mujeres y el 40 %, hombres. De ellos, el 74 % tienen entre 12 y 26 años, el 17 % entre 27 y 46 y el 8 % entre 47 y 70 años.

Silvania Cundinamarca

Silvania, a 44 kilómetros de Bogotá, es un municipio mayoritariamente rural con sus algo más de 22 mil habitantes. Foto: Julia Alegre

En otro de los 24 computadores disponibles en la sala está Irma Urrea Riveros, una mujer de 76 años —y con el mismo número de arrugas en su rostro-— que lleva 10 minutos tratando de ingresar sin éxito a la plataforma de la escuela. Sandra, la facilitadora de la fundación, se le acerca y le indica que debe ingresar la contraseña. “Me cuesta mucho trabajo usar el computador. Pero me gusta mucho venir acá. Es algo que lo llena a uno, como la vida. Me gusta aprender todas las cosas y toda la teoría. Vengo con mi hijo de 35 años que tiene una discapacidad. Me gusta apoyarlo para que se sienta bien”, asegura mientras un grupo inmenso de niños atraviesa la puerta de la sala con todo el estruendo del caso.

Son 26 estudiantes de grado 11 de la institución educativa municipal Santa Inés que, como cada martes desde hace casi cuatro meses, acuden a la sala de computadores como parte de otro programa de las Escuelas Digitales Campesinas. “Los chicos hacen tres cursos en la plataforma digital sobre alfabetización digital, cambio climático y periodismo rural. Una vez los terminan tienen el compromiso de encontrar a dos adultos campesinos de sus veredas, traerlos aquí y acompañarlos para que se capaciten en estos mismos cursos”, indica Margarita María Torres López, su profesora.

Los menores también aprenden sobre liderazgo, una noción cuyo significado todavía no tienen claro: “Es el compromiso de tomar decisiones”, precisa Daniela, de 16 años. Cuando crezca quiere estudiar arquitectura y volver a Silvania a “poner en práctica todo mi conocimiento”. “Sirve para dirigir algo”, le corrige su compañera Marcela, de 17, a quien le gustaría ser veterinaria para regresar a su Caquetá natal porque ahí hay “harto de ganadería”. “Nos enseña a creer más en nosotros”, añade Alexandra. La joven, de 16 años, quiere estudiar Medicina en la Universidad Nacional y especializarse en Pediatría. Ella, al contrario que sus amigas, tiene claro que no quiere volver al campo. Que su lugar está en la gran urbe de Medellín.

Las tres niñas dicen sentirse orgullosas de pertenecer a familias campesinas, de ser parte de esos 14,5 millones de personas que, según el Dane, habitan en el campo. Ellas integran lo que Kenny Lavacude, director de Acpo, denomina la nueva ruralidad. Para él, es necesario redefinir el concepto de campesino como “ese hombre o mujer de 45 años con ruana, sombrero y un azadón al hombro” y apostar por un modelo de ciudadano rural que “está empoderado para incidir en las políticas públicas, que también ríe, llora, tiene sueños y ambiciones, produce y, además, es agente social y de cambio”.

La educación es, de acuerdo con Lavacude, la herramienta para lograr ese cambio de paradigma y dignificar la figura del campesino. Sin embargo, asegurar la calidad, pertinencia y cobertura del sistema educativo en el campo todavía es una tarea pendiente. Según los datos que maneja la fundación, aún existe un 16,8 % de la población rural que no sabe leer ni escribir. El 13,8 % de los niños entre 12 y 15 años no accede a secundaria y el 39,4 % de entre los 16 y los 17 años no tiene acceso a ningún tipo de formación. “Los jóvenes no quieren venir a la ciudad pero tienen que hacerlo porque no encuentran motivaciones educativas ni socioeconómicas para quedarse. Ellos quieren tener condiciones mejores de vida, pero en el campo no las encuentran”, concluye.

silvania cundinamarcaEn Silvania los graffitis se han convertido en una herramienta para dignificar a su pueblo: los campesinos. Foto: Julia Alegre

El envejecimiento de la población es otro de los principales problemas de la ruralidad. “De pronto falta conocimiento del territorio. Así los jóvenes vivan en el campo, no lo ama, y si uno no ama algo pues no quiere estar ahí. Ellos reciben mucha información sobre la ciudad y no ven todo el futuro que hay en el campo si trabajan por tecnificarlo”, aclara Sandra Rocío Bermúdez, otra profesora del colegio Santa Inés.

El gran reto de iniciativas como la Escuela Digital Campesina es que los jóvenes vean en el ámbito rural el escenario idóneo para impulsar su proyecto de vida porque, como recalca Bermúdez, “aquí en el campo lo pueden tener todo, pero no lo ven”.

Esta editorial forma parte del número 24 de la revista Semana Educación. Si quiere informarse sobre lo que pasa en educación en el país y en el exterior suscríbase ya llamando a los teléfonos (1) 607 3010 en Bogotá o en la línea gratuita 01 8000 51 41 41.

O a través del siguiente enlace: https://store.semana.com/pagos/index.aspx?Id=76

Relacionado: ‘Ancestralidad campesina‘

 

Fuente: http://www.semana.com/educacion/multimedia/campesinos-colombianos-escuelas-para-campesinos/526108

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Colombia: Gobierno expidió decreto para prestación de servicio educativo estatal en zonas afectadas por el conflicto

América del Sur/Colombia/28 Mayo 2017/Fuente: elespectador/Autor: Redacción Politíca

La normativa contempla un concurso especial de méritos que será convocado por la Comisión del Servicio Civil. El Ministerio de Educación deberá determinar las zonas en las cuales este se desarrollará.

El presidente Juan Manuel Santos y la ministra de Educación, Yaneth Giha, expidieron un decreto con fuerza de ley que prevé normas sobre la organización y la prestación del servicio educativo estatal en zonas afectadas por el conflicto armado, dentro de las facultades especiales otorgadas por el Congreso el jefe del Estado con el objeto de facilitar la implementación de los acuerdos de paz con las Farc.

La normativa contempla un concurso especial de méritos para la provisión de educadores en dichas zonas, que será convocado por la Comisión del Servicio Civil y cuya reglamentación elaborará el Gobierno Nacional en los dos meses siguientes a la promulgación del este decreto ley. A su vez, el Ministerio de Educación determinará las zonas en las cuales se desarrollará dicho concurso, con fundamento en la priorización de municipios para implementar planes de desarrollo con enfoque territorial.

“Para la definición de las zonas, el Ministerio de Educación deberá limitarse exclusivamente a aquellos municipios en los que existan dificultades para la provisión de planta en razón a la falta de oferta de docentes profesionales”, precisa el decreto. Como requisitos especiales para participar en el concurso se deberá acreditar algunos de los siguientes títulos académicos: bachiller, cualquiera que sea su modalidad de formación; técnico profesional o laboral en educación; tecnólogo en educación; normalista superior; y licenciado en educación u otro título del nivel profesional universitario expedido por una institución de educación superior del país.

Por último, en el proceso de concurso docente, la autoridad competente valorará “la experiencia comunitaria y el arraigo territorial del candidato en proceso de evaluación”.

Fuente de la noticia:http://www.elespectador.com/noticias/politica/gobierno-expidio-decreto-para-prestacion-de-servicio-educativo-estatal-en-zonas-afectadas-por-el-articulo-695860

Fuente de la imagen: http://www.elespectador.com/sites/default/files/escuela.jpg

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