Fuente: Adital noticias / 19 de Mayo de 2016
«Los alumnos de enseñanza secundaria están trabajando este doble legado: siguen criticando el sistema de representación, y no están haciendo eso por medio de la acción de partidos políticos, sino por medio de la lucha directa, sin intermediación de partidos; y al mismo tiempo, están defendiendo esa pauta de ampliación, consolidación y defensa de los derechos sociales”, dice el investigador.
La entrevista es de Patricia Fachin | Traducción Juan Luis Hermida.
Las ocupaciones de las escuelas en varios estados brasileros «son el hijo más legítimo de las manifestaciones de Junio de 2013”, según la evaluación de Pablo Ortelladoen entrevista concedida a IHU On-Line.
De acuerdo con él, «en la génesis de esas ocupaciones” se percibe la «agitación de grupos que estaban ligados al MPL (Movimiento Pase Libre)”, que no reivindicaban apenas una reducción del valor de la tarifa del transporte público, sino que generaron una «gran movilización de la sociedad brasilera, criticando la representación política y defendiendo derechos sociales, como el derecho al transporte, educación y salud.”
De acuerdo con Ortellado, a pesar de «una parte significativa de ese movimiento” estar sobre la «influencia de la UNE (Unión Nacional de los Estudiantes) y del PCdoB”, otra parte «está sobre la influencia de grupos autonomistas en el sentido ideológico del término.” Pero la mayoría de ellos, señala, «no es una cosa ni la otra, son apenas estudiantes que se están organizando de forma autónoma e intentando mantenerse a parte de organizaciones políticas, en la defensa de sus derechos.”
En la evaluación de Ortellado, «las movilizaciones de los jóvenes no dependen de lo que está pasando políticamente o de la situación del gobierno Dilma”, y refuerzan la tesis de que «las manifestaciones de la calle hace 20 años son dominadas por los jóvenes”, contrariando el entendimiento de que los jóvenes son políticamente apáticos.
Pablo Ortellado es doctor en Filosofía por la Universidad de San Pablo – USP. Actualmente es profesor del curso de Gestión de Políticas Públicas, orientador en el programa de posgraduados en Estudios Culturales y coordinador del Grupo de Investigaciones en Políticas Públicas para el Acceso a la Información – Gpopai, todos en la USP
Lea aquí parte de la entrevista.
IHU On-Line – ¿Cómo usted está analizando las ocupaciones de las escuelas en varios estados del país, especialmente en San Pablo? ¿Cúal es el significado de esas ocupaciones?
Pablo Ortellado – Las ocupaciones actuales son desdoblamientos de las ocupaciones del año pasado, que fue una de las estrategias usadas por el movimiento de los alumnos de secundaria para organizarse contra el cierre de las escuelas en San Pablo. Esa fue una de las varias «armas” utilizadas por el Movimiento de Estudiantes de Secundaria, que ganó mucha notoriedad porque fue muy eficaz. Cuando el gobierno del Estado de San Pablo anunció la llamada «reorganización escolar”, que consistía en el cierre de 200 escuelas, los estudiantes hicieron una serie de movilizaciones: primero hicieron actos en las escuelas, después hicieron actos en los barrios, actos centralizados en la ciudad, ocupaciones de las escuelas y por fin, el cierre de vías importantes.
Por lo tanto hubo un conjunto amplio de tácticas utilizadas por el Movimiento de Alumnos de Secundaria, pero la que quedó conocida como «símbolo del movimiento” fue la ocupación de las escuelas. Las ocupaciones se convirtieron en un símbolo de los estudiantes por una serie de motivos, especialmente porque había una afirmación del espacio escolar, que estaba siendo amenazado de ser cerrado.
Entonces, los estudiantes se apropiaron del espacio de la escuela y realizaron una serie de actividades, como conferencias, talleres, hicieron pequeñas reformas en las escuelas, y esa apropiación directa generó una gran simpatía de la comunidad, no solamente de la comunidad escolar – padres y profesores-, sino también de la sociedad en general. Creo que ese suceso hizo con que el gobernador de San Pablo (Geraldo Alckmin) suspendiera temporariamente, en el año pasado, el cierre de las escuelas y demitiera al Secretario de Educación.
Esta forma de manifestación fue adoptada también en las escuelas técnicas de San Pablo, sobre todo para reivindicar alimentación escolar, que estaba ausente o perdiendo la calidad.
IHU On-Line – ¿Percibe alguna novedad en este tipo de ocupación en relación a otras manifestaciones que ya ocurrieron en el pasado? ¿Estas manifestaciones de los estudiantes tienen alguna relación con Junio de 2013?
Pablo Ortellado – Creo que estas ocupaciones son el hijo más legítimo de las manifestaciones de Junio de 2013, porque en la génesis de esas ocupaciones vemos la agitación de grupos que estaban ligados al MPL (Movimiento Pase Libre). Además de esa conexión directa, las ocupaciones de las escuelas son la principal encarnación del espíritu de Junio de 2013. Además de la lucha contra la reducción de la tarifa, Junio de 2013 fue una gran movilización de la sociedad brasilera, criticando la representación política y defendiendo derechos sociales, como el derecho al transporte, educación y salud, y los estudiantes secundarios son la encarnación de ese legado.
En Junio de 2013 ocurrió un compromiso muy grande de la población – 12% de la población participó efectivamente de los protestos. Eso generó un compromiso muy grande de la sociedad brasilera con estas dos pautas: la defensa de los derechos sociales y la crítica del sistema de representación. En este sentido, la acción de los estudiantes de secundaria es la expresión de ese legado, es la crítica de la acción de los partidos políticos en un momento en que Brasil está viviendo una polarización política en rededor del juicio político.
De cierta manera, los protestos que ocurrieron contra la presidente Dilma son también un desdoblamiento de Junio. No es por nada que los dos grupos que lideraron los protestos contra la presidente aludían a ese legado: uno se llama Ven para la calle, y otro MBL (Movimiento Brasil Libre), deliberadamente para confundir con MPL (Movimiento Pase Libre). Pero ellos están trabajando solamente uno de los legados de Junio, que es la crítica del sistema de representación, enfatizando la corrupción, y movilizando ese legado con propósitos políticos de hacer una reforma liberal del Estado Brasilero.
Ya los estudiantes de secundaria están trabajando este doble legado: siguen criticando el sistema de representación, y no están haciendo eso por medio de la acción de partidos políticos, sino por medio de la lucha directa, sin intermediación de partidos; y al mismo tiempo, están defendiendo esa pauta de ampliación, consolidación y defensa de dos derecho sociales.
«São estudantes que estão se organizando autonomamente e tentando se manter à parte de organizações políticas, na defesa dos seus direitos.»
• La entrevista completa, en portugués, puede ser leída acontinuación.
El enlace original de la noticia http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=88903