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Brasil: Temer ya no les sirve

Por: Alfreso Serrano Mancilla

En los golpes del siglo XXI en América Latina han cambiando mucho las cosas. El nuevo formato ya no tiene una cara visible militar. Estos nuevos golpes son parlamentarios, con el poder judicial-comunicacional-económico haciendo su trabajo. Sin embargo, esto no es lo único que es novedoso. El otro aspecto crucial, que quizás haya pasado más desapercibido, es que estos nuevos golpes siempre cuentan con un ejecutor que se queda en el cargo mientras la derecha gana tiempo para buscar al verdadero candidato que debe gobernar el periodo posterior.

En el 2009 en Honduras fue Roberto Micheletti quién se quedó como Presidente transitorio luego de sacar a Manuel Zelaya de su legítimo cargo. Pero duró poco. Se logró la interrupción democrática, se sacó al Presidente electo, y luego vino Porfirio Lobo por la vía electoral, y más tarde Juan Orlando Hernández. Algo similar ocurrió en Paraguay en 2012. Se dio el golpe contra Fernando Lugo, y Federico Franco se quedó en su puesto sin necesidad de acudir a elecciones. Pero éste no se iba a quedar por mucho tiempo porque la idea era abrir la cancha para que llegara rápidamente el verdadero candidato de la derecha, Horacio Cartes, para darle estabilidad al proceso de restauración conservadora.

Lo mismo es lo que sucede hoy en Brasil. Michel Temer fue el ejecutor del golpe contra Dilma Rousseff. Asumió el 31 de agosto del 2016 sin necesidad tampoco de acudir a las urnas para implementar un conjunto de medidas económicas neoliberales en tiempo record. Privatizaciones y recortes que fueron ejecutados a gran velocidad para asentar las bases del nuevo modelo económico y social. Todo esto, unido a ser el verdugo más visible contra la democracia, le llevó a tener una popularidad por debajo del 10%. La ofensiva de la derecha es salvaje pero no estúpida. Por ello, ahora le toca sacrificar a Temer porque ya no sirve. Fue de usar y tirar.

Es por ello que el emporio O Globo, verdadero actor ordenador del Brasil, le hace la jugada para sacarlo rápidamente del tablero. La derecha necesita orden y estabilidad en Brasil, y por ello, se necesita un nuevo Presidente, resplandeciente e impoluto, con mayor respaldo popular. Temer hizo el trabajo sucio y ahora toca limpiarle la cara al golpe.

Y entonces ya se atisba a los nuevos candidatos para gestionar la ofensiva neoliberal con una cara más amigable. Uno, Joan Doria, y dos, Cármen Lúcia Antunes. El primero ganó elecciones el pasado octubre para ser Prefecto de Sao Pablo con un alto caudal de votos. Se presenta como representante de la pos política aunque tuvo algunos cargos públicos menores. Este supuesto outsider de la política, publicista, empresario televisivo y presentador de programas, parece que es el elegido por los mercados para dirigir a Brasil hacia el abismo. Seguramente no aceptará ser interino y querrá acudir a la batalla electoral. La otra persona elegida por el establishment es Cármen Lúcia Antunes, representante del aparato judicial, presidenta de la Corte Suprema, a quién le tocaría asumir mientras que se convoquen elecciones. Quizás, sea también la próxima candidata para cuando se abran las urnas.

De esta maquiavélica forma, se lustra la fachada democrática tras un golpe. Temer desaparecerá como por arte de magia como así lo hicieron Micheletti en Honduras y Franco en Paraguay. Este es el rol que tienen los operadores transitorios para poner fin al régimen democrático y abrir otro que debe aparentarlo. La nueva época golpista tiene sus propios manuales con su modus operandi. Temer ya cumplió su trabajo. Que pase el siguiente.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=226892&titular=temer-ya-no-les-sirve-

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Venezuela: Fundación Telefónica Movistar presenta las experiencias más actuales de educación digital en el país

Venezuela / www.entornointeligente.com / 24 de Mayo de 2017

Fundación Telefónica Movistar presenta las experiencias más actuales de educación digital en el país / ENTORNOINTELIGENTE.COM / Búsquedas en Internet por bibliotecas, páginas web en lugar de carteleras, correo electrónicos o SMS por los antiguos volantes familiares, formaron parte de los primeros pasos de la educación digital. Hoy en día incluye un nuevo mundo de recursos multimedia y transmedia: instructivos, herramientas de simulación, robótica, plataformas y datos masivos. Sobre todo ello se discutió en el III Encuentro de Educación Digital, organizado por Fundación Telefónica Movistar, para compartir conocimientos en el tema a través de la presentación de las iniciativas más actuales del país.

Valentina Ríos, gerente general de Fundación Telefónica Movistar, comentó que para este evento coordinaron con otras instituciones que trabajan día a día para lograr que la educación digital se incorpore por completo en centros educativos, hogares y la sociedad en general. «El encuentro lo realizamos por tercer año consecutivo y es la segunda vez que lo hacemos en la Mega Sala Digital Movistar, un espacio de aprendizaje que forma parte de nuestro programa educativo bandera Salas Digitales Movistar, que tiene como objetivo acercar las tecnologías a las comunidades más vulnerables para contribuir con el mejoramiento de sus vidas».

El encuentro contó con un invitado internacional, el Dr. Mariano Fernández Enguita, quien desde España a través de la conexión de la Mega Sala Digital Movistar vía streaming, hizo hincapié en la importancia de disminuir la brecha digital a través de iniciativas que promuevan la inclusión de este tipo de educación en las zonas más desfavorecidas y culminó destacando que la tecnología empodera a los profesores y alumnos, además de acercar la escuela a la comunidad.

Fernández es autor del libro «La Larga y compleja marcha del Clip al Clic», editado por Fundación Telefónica y se puede descargar sin costo en su página web fundaciontelefonica.com.

Experiencias locales

Las plataformas de educación digital de Telefónica, ScolarTIC.com.ve y Stembyme.com.ve, fueron mostradas por Gina Biasini y Laura Morantes de Fundación Opportunitas. Explicaron que ScolarTIC es un espacio social de aprendizaje abierto y dirigido a docentes, en el que se ofrecen cursos en línea gratuitos, recursos para el aula, así como charlas, ponencias y talleres. Para los docentes en Venezuela se están promoviendo 24 cursos.

La plataforma Stembyme está dirigida a estudiantes y posee 68 cursos que potencian las vocaciones profesionales. En esta red, los profesores también trabajan contenidos y propuestas educativas para los alumnos. Actualmente, ambas plataformas poseen 328.219 usuarios activos a escala global y 5.925 en Venezuela.

Jeanette Quintero, de Fundación Cisneros Educación, presentó el programa «Tu Clase.net.ve», una red personalizada de prácticas educativas que ofrece cursos breves, orientados a la pedagogía, basados en el aprendizaje entre pares y enriquecidos con recursos multimedia. Explicó que esta iniciativa comenzó en el 2016 beneficiando a 150 profesores. Anteriormente se llamada «Actualización en Maestros en Educación AME» y llegó a más de 14 mil personas durante 12 años en 17 países de Latinoamérica.

El área de Atención al Cliente de la empresa Movistar también compartió su iniciativa en educación digital. Se trata de una Escuela En Línea que les permitió transformar la formación presencial para el personal de Atención al Cliente, a una formación virtual. Aikem-na Useche, de la Gerencia de Capacitación de Canales de la empresa, comentó que la plataforma también posee un área dirigida a clientes, que tiene como objetivo brindar conocimientos de autogestión a los usuarios a través de elementos 100% e-learming.

También participaron, la Fundación BBVA Provincial con su programa de Educación Financiera Digital, disponible en fundacionbbvaprovincial.com, Banauge con su plataforma de formación en línea Emprered.org, que atiende a 3.000 emprendedores por año y Uniandes con sus diplomados virtuales sobre Derechos Humanos, a través de educaciónenddhh.org, dirigido a personas que viven en las zonas fronterizas entre Venezuela y Colombia

Con estos espacios Fundación Telefónica | Movistar continúa promoviendo la integración eficiente e innovadora de la tecnología en la educación para mejorar las oportunidades de desarrollo de los venezolanos.
Fundación Telefónica Movistar, despertando ideas se despierta el futuro.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/10009168/Fundacion-Telefonica-Movistar-presenta-las-experiencias-mas-actuales-de-educacion-digital-en-el-pais-22052017

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Gratuidad en América Latina: deserción y financiamiento marcan los desafíos

Por: Flor Guzmán y Myriam Bustos

En 2016 estudiaron gratis 139 mil alumnos en la educación superior chilena. Para este año, se proyecta llegar a los 240 mil, ampliando la gratuidad a los estudiantes del sistema técnico. Pero nuestro país no es el único que ha implementado esta política de financiamiento. En México, cerca de 2,4 millones de estudiantes cursan sus estudios universitarios sin costo, mientras que en Argentina hay cerca de 1,5 millón y en Ecuador son alrededor de 500 mil. Todos los casos son emblemáticos: en el país transandino y en el mexicano, la educación sin costo es un emblema desde hace décadas, mientras que en Ecuador el referéndum constitucional instauró en 2008 la gratuidad como un derecho.

Pero, ¿cómo es el acceso gratuito en América Latina? En Argentina se puede estudiar sin costo desde 1983 y para ingresar a la universidad basta con el certificado de cuarto medio. Así, la gratuidad allí se concentra solo en las universidades del Estado, y en las privadas no existe ninguna otra ayuda estudiantil. Con ello, 1.470.000 alumnos cursan su formación sin costo en universidades estatales, por lo que el 74% de los universitarios no paga por sus estudios. “Actualmente la gratuidad es absoluta, independiente del nivel socioeconómico del alumno en todas las universidades públicas del país”, explica Marcelo Rabossi, académico de la Universidad Torcuato di Tella, de Argentina.

Según el experto, en las instituciones con gratuidad argentinas el índice de abandono de estudios supera el de las privadas; y, además, comparativamente, es mucho más alto que en Chile. “La deserción en las universidades con gratuidad es de alrededor del 73%. En las de no gratuidad, de alrededor del 60%. La variación es grande dentro de cada sector. Hay universidades nacionales con tasas de deserción cercanas al 80% y 90%”, explicó Rabossi.

En tanto, en México la educación superior pública es gratuita desde la década de los 70 y se aplica a las universidades e institutos estatales y federales. Y para poder ingresar al sistema “se debe realizar un examen de ingreso, por medio del cual se evalúan conocimientos de acuerdo con las áreas de conocimiento de la carrera seleccionada, así como aspectos de comprensión lectora y pensamiento matemático”, señaló Mario Rueda, director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al menos un 70% de los alumnos termina su carrera, dijo Rueda.

En Chile, si bien aún no hay cifras oficiales respecto de la deserción de los alumnos con gratuidad, según estadísticas del Servicio de Información de Educación Superior, del Mineduc, un promedio de 28,7% de los estudiantes de universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales abandona sus estudios. Sólo en universidades, la deserción es 22,8%.

Respecto de los requisitos socioeconómicos, en Chile el estudiante debe estar dentro de los cinco primeros deciles de ingreso. Desde 2018 eso se extenderá al 60% más vulnerable de la población. Además, sólo se puede optar a la gratuidad en 32 universidades y 12 instituciones técnicas. En México, Ecuador y Argentina, la gratuidad es universal en las instituciones públicas y no depende del nivel de ingreso del alumno.

Para Rabossi, uno de los puntos complicados de la gratuidad en Argentina es que “los alumnos demoran su graduación, ya que permanecer como tales no les implica ningún costo monetario. Alrededor del 40% de los alumnos en las universidades públicas termina el año con uno o ningún curso completado. Así, se demora su graduación y la probabilidad de no terminar y/o abandonar es muy alta. No hay ninguna penalidad que genere en los alumnos alguna motivación para esforzarse”.

En Ecuador se encontraron en el mismo problema y, por ello, explicitaron la responsabilidad académica de los beneficiados. En 2010 se promulgó la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), que reconoce como un derecho de los estudiantes “acceder, movilizarse, permanecer, egresar y titularse sin discriminación conforme a sus méritos académicos”. En dicha normativa, según explica el libro “Gratuidad de la Educación Superior del Ecuador” -escrito por Lorena Araujo, subsecretaria de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de dicho país (Senescyt)-, se definen los deberes académicos de los subsidiados. “La gratuidad será para los estudiantes regulares que se matriculen en por lo menos el 60% de todas las materias o créditos que permite su malla en cada período”, consigna dicha publicación, la que agrega que además deben titularse en el período ordinario establecido y que pierden la ayuda si reprueban el 30% de los ramos.

En Argentina, ninguna condición similar existe, mientras que en Chile solo se pide que el beneficiario esté dentro de la duración formal de su carrera, a diferencia de las becas, las que sí requieren aprobación del 50% de los ramos.

Financiamiento

En Argentina, según explicó Rabossi, “aproximadamente el 90% del ingreso total que obtienen las universidades nacionales proviene de transferencias directas desde el Estado Nacional. Las instituciones privadas no reciben fondos públicos directos, como sí ocurre en Chile con las del Consejo de Rectores, o indirectos, a través de becas o préstamos”.

Además, en la nación vecina, el mecanismo de financiamiento es de “modelo incremental”, es decir, se toma como base el presupuesto anterior y luego el Estado aumenta esa cantidad para el año siguiente, según la disponibilidad de fondos que tenga. “En general se busca como mínimo cubrir la inflación, la que en la Argentina ronda el 25% y 28% desde hace al menos 10 años”, enfatizó Rabossi.

En cambio, en Ecuador se hace un estudio de costos de carreras, el cual arroja los montos que se transferirán. Y, de hecho, reconocen que “uno de los aspectos cruciales en el futuro próximo, que además tendrá permanencia en el tiempo, es el de la sostenibilidad financiera del modelo”, consigna.

Y ¿cómo se financia la educación pública en México? Según Rueda, “el Estado asigna un porcentaje del presupuesto para la educación pública, que considera el gasto realizado en licenciatura, posgrado, y ciencia y tecnología”.

Uno de los planteles que recibe este aporte es la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cada año ingresan cerca de 40 mil alumnos. De acuerdo con su rector, Enrique Luis Graue, el presupuesto para este año fue de US$ 2.100 millones, y aunque “quisiéramos que fuera más, el Estado se preocupa de sus escuelas. Es quien tiene que financiar la educación para que todos tengan acceso”.

Rueda señaló que la gratuidad ha tenido efectos positivos, ya que “estudiantes pobres tienen la oportunidad de acceder a la educación superior y tener la posibilidad de movilidad social”. Sin embargo, el experto agregó que se presentan problemas en las instituciones “por la insuficiencia de recursos para resolver las problemáticas que se generan en las universidades, lo que deriva en que no sea posible cubrir completamente la demanda de ingreso al nivel superior”.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/gratuidad-america-latina-desercion-financiamiento-marcan-los-desafios/

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Atilio Borón: No callar, pero para decir la verdad

Por: Atilio Borón

En varios trabajos recientes diversos analistas y observadores de la vida política latinoamericana han reprochado a los intelectuales y militantes de izquierda su silencio ante lo que está ocurriendo en Venezuela. Ese silencio, dicen, sólo refuerza los peores rasgos del gobierno de Nicolás Maduro. Este reclamo lo hizo hace unas pocas semanas un destacado intelectual venezolano, Edgardo Lander, y más recientemente, en una producción especial de Página/12, lo reiteraron dos colegas de Argentina: Roberto Gargarella y Maristella Svampa. [1]

Nadie podría estar más de acuerdo que el autor de estas notas sobre la necesidad de hablar acerca de lo que realmente está aconteciendo en Venezuela. Tras las huellas de los fundadores del materialismo histórico Gramsci decía, con toda razón, que “la verdad siempre es revolucionaria”. Y el aforismo del fundador del PCI es más importante hoy que nunca antes, cuando el virus posmoderno ha instituido a la “posverdad” ¡como un criterio de verdad!, abriendo paso a cuantas tergiversaciones y mistificaciones puedan ocurrírsele a quienes precisamente quieren ocultar tras una cortina de sofismas y falsedades lo que está sucediendo en nuestras sociedades –y muy especialmente en Venezuela- y, de ese modo, favorecer a los planes de la contrarrevolución en marcha.

Desafortunadamente las buenas intenciones de Gargarella y Svampa de hablar sobre Venezuela y decir lo que allí está sucediendo termina con una frustración. Y esto es así porque en su nota no hablan de lo que en verdad ocurre en ese país sino que reproducen con pequeñas variantes el relato que la oposición ha construido para decir lo que ella necesita que se diga que está ocurriendo en Venezuela. Esa narrativa tramposa, que desfigura a sabiendas la realidad para promover su agenda restauradora, ha contado con la inestimable ayuda de los sempiternos agentes sociales y políticos de la reacción, que jamás se equivocan al elegir amigos y enemigos: los medios hegemónicos a nivel mundial (vulgo: “prensa libre”), perros guardianes del orden capitalista; la internacional de la derecha dirigida, con dinero de Estados Unidos, por José M. Aznar y Álvaro Uribe y toda su parafernalia de políticos y periodistas comprados y tanques de pensamiento alquilados y, por si lo anterior no bastara, apoyada también por el gobierno de Estados Unidos desde el nacimiento mismo de la Revolución Bolivariana. No sorprende por lo tanto constatar que en las tres o cuatro páginas escritas por nuestros autores se acumulen numerosos errores de apreciación así como llamativas ausencias. Comencemos por estas.

Ausencias

Primera ausencia: el gobierno de Estados Unidos. Un análisis sobre cualquier país de las Américas que no mencione ni una sola vez –no digamos analice, apenas mencione- al gobierno de Estados Unidos y al imperialismo es insanablemente erróneo. De allí jamás podría brotar un análisis correcto de la situación. Es un error tan grave e irreparable –obliterado empero por el prejuicio que informa al paradigma dominante en las ciencias sociales contemporáneas- como el que cometería un astrónomo que al analizar al sistema solar obviara cualquier mención o análisis del papel de Júpiter en la dinámica global del sistema, haciendo caso omiso del hecho que su masa equivale a casi dos veces y medio la suma del total de los demás planetas que componen el sistema. ¿Qué diríamos de nuestro astrónomo? Que pese a sus buenas intenciones no tiene nada serio para decir; es más, no puede tener nada serio para decir, porque su análisis ha soslayado lo principal. No lo único que importa pero sí lo más importante.

A estas alturas del siglo veintiuno me dispenso de la necesidad de explicar, por archiconocido, lo que es el imperialismo y como actúa en lo que amablemente sus agentes y voceros califican como “nuestro patio trasero.” El capitalismo contemporáneo lo que ha hecho es exacerbar hasta lo indecible su carácter imperialista y no sólo en Latinoamérica. Recuerden el escarmiento sufrido por el pueblo griego cuando se “equivocó” al rechazar el brutal programa de ajuste que le proponía la Troika en Europa, “error” que fue corregido en una reunión a puertas cerradas en Bruselas; o la gigantesca multa que el banco francés Paribás tuvo que pagar por transgredir una ley del Congreso de EEUU que penalizaba a cualquier institución bancaria del mundo, estadounidense o no, que mediara en las relaciones comerciales entre Irán, Sudán y Cuba con el resto del mundo. Es decir, la ley estadounidense es la ley del mundo. O las casi mil bases militares que Estados Unidos tienen en todo el mundo, caso absolutamente único en la historia. Eso es un imperio, desde Roma hasta hoy. Y el centro hegemónico del imperio es Estados Unidos, “la nación indispensable” para mantener vivo al capitalismo en la faz de la tierra. Por supuesto, sus teóricos y estrategas prefieren obviar el término imperialista por su desagradable olor, pero la realidad del imperialismo es inocultable y por eso se esmeran en referirse a ella con nombres más amables. Los expertos del Pentágono y del Departamento de Estado, la CIA o el Consejo Nacional de Seguridad prefieren hablar de “primacía”, “superioridad” y, los más audaces, de “hegemonía” porque son conscientes que palabras como imperio o imperialismo son indigestas para el delicado estómago de la opinión pública estadounidense. El eufemismo puede jugar con las palabras e intentar enturbiar la visión de la cosa, pero esta sigue allí. No por casualidad uno de los más incisivos estrategos del imperio, Zbigniew Brzezinski, inicia su más reciente libro sobre la situación actual de Estados Unidos en el sistema internacional con una sorprendente sección dedicada a la “declinante longevidad de los imperios”, tácita asunción de que Estados Unidos lo es pues de lo contrario no se entiende la razón por la cual ese autor se enfrasca en una discusión que es marginal al objetivo de su trabajo. [2]

De lo anterior se sigue que los imperios -aunque se autodenominen, como en el caso de Estados Unidos, “líder del mundo libre” o “primacía americana”- forjan una relación radicalmente asimétrica con los países sometidos a su jurisdicción y a los que controlan por diversos medios. El corolario de esta lógica imperial es que Washington siempre juega un papel, mayor o menor según las circunstancias y la naturaleza de los países, en los procesos políticos de los países subordinados, máxime cuando, como en el caso de Venezuela, esta nación reposa sobre la mayor reserva comprobada de petróleo del planeta y se sitúa en la Cuenca del Gran Caribe, esa que los militares norteamericanos creen que es un mar interior de Estados Unidos. Sólo si la Casa Blanca y sus agencias estuvieran pobladas por imbéciles o por individuos completamente irresponsables, desconocedores del interés nacional norteamericano, podría el gobierno norteamericano ser indiferente o mantenerse al margen de lo que ocurre en Venezuela. La historia latinoamericana en los últimos dos siglos, desde la Doctrina Monroe (1823) en adelante, ofrece cientos de ejemplos de esta constante intervención de la política exterior norteamericana hacia nuestros países. Intervención que va desde una discreta pero eficaz monitoreo político hasta el golpe militar y la invasión militar, como lo prueban los casos de Panamá y República Dominicana, entre muchos otros. Que hoy se hayan olvidado de Venezuela y no se interesen por el desenlace de su crisis es absolutamente inverosímil. No obstante, algo tan elemental como esto pasa increíblemente desapercibido en la nota de Gargarella y Svampa y por lo tanto en el drama que se desenvuelve en ese país se asume que Estados Unidos no juega papel alguno. Esto sólo bastaría para desechar ese artículo, imposibilitado de ofrecer una visión realista de las cosas.

Pero no es la única ausencia, hay otra más. Al analizar la crisis y los antagonismos que enervan a Venezuela sólo se habla del gobierno de la Revolución Bolivariana. Es un análisis muy curioso porque se lanzan diversas conjeturas e interpretaciones sobre un conflicto institucional muy grave pero sólo aparece una de las partes del enfrentamiento. La otra, la oposición, es un fantasma o una sombra que nunca se alcanza a visualizar. Ni una palabra sobre la génesis y conformación de la oposición y sus principales personajes; del golpe de Estado que protagonizaran en abril del 2002; nada sobre el paro petrolero de finales del 2002 hasta los primeros meses del 2003; ni una palabra sobre las sangrientas «guarimbas» de febrero del 2014. Nada sobre el líder e instigador del plan sedicioso de «la salida», el señor Leopoldo López, de quien se dice es un «prisionero político» cuando en realidad es un «político preso» por haber hecho apología de la violencia, instigado asesinatos, incendios de edificios públicos, saqueos a comercios y producido ingentes daños a las propiedades públicas y privadas. No se dice, por ejemplo, que si López hubiera hecho en Estados Unidos lo que hizo en Venezuela habría sido condenado como mínimo a prisión perpetua, y probablemente a la pena capital. La justicia venezolana, en cambio, esa que descalifican llamándola “chavista”, fue tan benigna que sólo lo condenó a 13 años y 9 meses de prisión. Nada se dice tampoco de que los líderes de esa oposición se rehúsan a dialogar o acordar nada con el gobierno. Que sus principales dirigentes viajan a Estados Unidos a persuadir al gobierno de ese país que invada al suyo propio y que derroque al presidente constitucional Nicolás Maduro. O que Julio Borges, el presidente de la ilegítima Asamblea Nacional, que se resiste a convocar a una nueva elección para reemplazar a los tres «diputruchos» que fraudulentamente fueron incorporados a ella, se reúne con el Almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, para suplicarle que invada a su país, con el derramamiento de sangre que él y sus compinches de la oposición saben que esto produciría. En suma, la nota escrita bajo los influjos maliciosos del “relato” opositor cae en el maniqueísmo político: hay un villano (Maduro) y un bueno (la oposición) de la cual ni se habla, ni se analiza su trayectoria. Pobre, muy pobre como análisis político.

Errores

Y por último pasaré revista a unos cuantos errores puntuales, demasiados para un texto tan breve.

1) La democracia es un régimen en donde “podemos escucharnos mutuamente”, dicen nuestros autores. Eso debería ser así pero en Venezuela no lo es por culpa del gobierno. Pero, un momento: ¿dónde se produce ese maravilloso «escucharnos mutuamente»? ¿Se produjo entre Hillary y Trump; o entre Macron y Le Pen; o entre Rajoy y Pablo Iglesias? ¿No es esto una interpretación demasiado angelical sobre lo que realmente es la democracia como expresión de la lucha social?

2) Se dice que la «pérdida de la mayoría electoral del chavismo generó una respuesta de no-reconocimiento y de deriva autoritaria por parte de Maduro.» Pero ¿cómo ignorar que el chavismo admitió sin chistar las dos elecciones en las que fue derrotado, sobre un total de 19? La derecha, en cambio, ni una sola vez aceptó haber perdido. Si hay alguien que jamás reconoció la superioridad electoral del chavismo fue la oposición. Luego de su victoria en las elecciones a la Asamblea Nacional de Diciembre del 2015 sus líderes arrojaron por la borda toda la institucionalidad del estado y proclamaron a voz de cuello que la misión de la AN no sería convertirse en uno de los poderes del estado sino simplemente culminar la “Operación Salida” de Maduro. Como no podía ser de otro modo, esta declaración de guerra de uno de los poderes del estado contra el ejecutivo produjo un endurecimiento del oficialismo, algo que puede constatarse en los más diversos países en los que alguna vez se constituyó un conflicto entre el Legislativo y el Poder Ejecutivo.

3) El Ejecutivo no desconoció a la Asamblea Nacional electa en diciembre del 2015. Sólo denunció que tres diputados habían sido elegidos fraudulentamente, como fue comprobado de modo inobjetable. Ante ello, el Consejo Nacional Electoral solicitó a la AN que revocara la designación que hizo de esos diputados, pese a su origen espurio, a lo cual el presidente de la AN, Henry Allup Ramos, se negó y ratificó la integración de los impugnados. El CNE exigió que la AN convocase a nuevas elecciones para sustituir a los tres impostores, pues de lo contrario ese órgano quedaba ilegalizado por el fraudulento acceso de tres de sus miembros tal como fue establecido en un fallo del Tribunal Superior Constitucional. De no hacerlo la AN caería en desacato y sus actuaciones serían insanablemente nulas. ¿Qué hizo la AN? Desconocer no sólo el dictamen del CNE sino también del máximo órgano judicial de Venezuela. Entonces, ¿quién desconoce a quién? Les recuerdo a nuestros autores que en la Argentina se presentó una situación parecida (aunque no tan grave) cuando en los años del menemismo y en la crucial votación de la Cámara de Diputados para privatizar la compañía estatal Gas del Estado un individuo ajeno al cuerpo se sentó en una banca y levantó su mano aprobando el proyecto. Descubierto el “diputrucho” por los periodistas que cubrían esa votación su resultado fue declarado insanablemente nulo y tiempo después, con los diputados legalmente habilitados para votar se procedió a realizar una nueva votación. Siguiendo el razonamiento de Gargarella y Svampa en la Argentina debería haberse dado por buena la primera votación, lo que constituye un principio absolutamente inaceptable en este país tanto como en Venezuela.

4) El referendo revocatorio no fue bloqueado ni postergado por decisión del gobierno sino por graves vicios procedimentales de la oposición, que inscribieron niños, difuntos, falsificaron firmas, etcétera. Hay leyes, reglamentos, disposiciones que cumplir. No es cuestión de poner cualquier nombre, una firma y ya. Además, en contra de las advertencias del gobierno, iniciaron el trámite del revocatorio cuando los plazos estaban vencidos. El gobierno en un gesto de buena voluntad solicitó al CNE que igualmente tomara en cuenta la solicitud opositora. Pero ante los vicios de forma y fondo arriba señalados la solicitud de referendo tuvo que ser desestimada. ¿De quién es la culpa?

5) ¿Fallido autogolpe del Ejecutivo? ¡Por favor! El Ejecutivo necesitaba la autorización de la AN para sellar un convenio de cooperación entre PDVSA y una empresa extranjera para la explotación del petróleo en la Faja del Orinoco. Era y es un asunto de interés nacional, que hace al bienestar público porque los ingresos petroleros redundan en políticas sociales muy activas. Por ejemplo, el artículo que estamos criticando debería reconocer que el gobierno bolivariano entregó en poco más de cuatro años más de un millón y medio de viviendas, record absoluto en la historia latinoamericana y, probablemente, mundial. La AN, buscando paralizar al gobierno para hacerlo caer, no se reunió y cayó en la transgresión caracterizada por la Constitución Bolivariana como «omisión inconstitucional parlamentaria». Aquella prescribe que, en casos como ese, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, puede, tal como lo establece la Constitución de 1999, asumir algunas de las atribuciones de la AN y autorizar o convalidar algunas acciones del Ejecutivo. ¿Que el TSJ se excedió en apropiarse de las atribuciones de la AN? Seguro. Pero informado de este hecho por la Fiscal General el “dictador” Maduro exhortó al TSC que acotara las atribuciones transitoriamente tomadas de la AN, y las cosas volvieron a la normalidad. [3]

Claro que sí hubo un golpe de Estado fallido, y fue cuando la AN declaró en enero de este año que el presidente Maduro había hecho abandono de su cargo y que debía llamarse de inmediato a elecciones presidenciales. Esto en cualquier país se llama «sedición”: tentativa de quebrar el orden institucional vigente y sus autoridades al margen de la ley, y nuestros autores lo saben. Imagínense el escándalo que se produciría si en Estados Unidos, o mismo en la Argentina, el Congreso emitiera una ley de ese tipo. Aparentemente, para Gargarella y Svampa esta fallida tentativa golpista es una minucia El relato de la oposición, que hacen suyo nuestros autores, dice que el golpista es Maduro y punto.

6) ¿»Represión institucional cada vez mayor»? Algo raro debe estar sucediendo en Venezuela para que la gran mayoría de las víctimas sean, como en febrero del 2014, personas ajenas al conflicto (como esa señora a la cual los mientras de la “oposición democrática” mataron arrojándole desde un edificio de altura una botella de plástico con agua congelada en su interior), chavistas o personal policial. Si algo se le puede reprochar al gobierno de Maduro ha sido su excesiva contemplación en la aplicación de toda la fuerza represiva del estado a quienes toman las calles por la fuerza para incendiar hospitales de niños, saquear comercios y apalear a personas que no se solidarizan con sus actos violentos. El mapa de los incidentes violentos y las guarimbas demuestra inequívocamente que estas se producen, en la casi totalidad de los casos, en los 19 municipios controlados por la oposición, y que los revoltosos cuentan con la protección de las autoridades municipales y sus policías. Es más, el 60 por ciento de las víctimas de la violencia son gentes que no participaban en las manifestaciones, y otra proporción la aportan los muertos de las fuerzas de seguridad bolivarianas. Ante esto, ¿qué proponen Gargarella y Svampa? ¿Que el gobierno se quede de brazos cruzados mientras bandas armadas destruyen el país, matan a inocentes y cometen toda clase de desmanes? ¡Por favor, donde vieron una cosa así! ¿Qué fue lo que tantos gobiernos federales o estaduales hicieron en su tan admirado Estados Unidos ante manifestaciones mucho menos violentas de los afroamericanos en la época de la lucha por los derechos civiles o durante las grandes manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam? Recuerden la brutalidad represiva de la policía y la Guardia Nacional de Estados Unidos en esa época, y compárenla con la de los policías sin armas de fuego que velan por la tranquilidad y el orden en Venezuela con gases lacrimógenos y cañones de agua. ¿Es posible que ignoren algo tan elemental? Por otra parte, ¿quiénes trajeron a los paramilitares colombianos a Venezuela? ¿Los chavistas o sus opositores, aliados a Álvaro Uribe? Sería conveniente que exploraran este asunto.

7) ¿Desabastecimiento? Sí, claro, pero desabastecimiento programado porque Venezuela subsidia alimentos y medicamentos, cosa que no hacen sus vecinos. Entonces redes mafiosas se dedican a contrabandear lo que se produce en Venezuela, que es mucho, pero que es contrabandeado a países vecinos, sobre todo Colombia, con la abierta complicidad de Bogotá. El problema principal de Venezuela no es que no se produce; ha venido produciendo cada vez más, aunque un pequeño número de artículos esenciales (harina pan, café, azúcar, etcétera) es producido por grandes oligopolios que regulan la oferta en función del cronograma electoral y de los altibajos de las luchas opositoras para crear malestar en la población tal como se hiciera en el Chile de Allende. [4] Además, buena parte de lo que se produce es exportado ilegalmente, vía contrabando, fuera del país, casi siempre a Colombia. El medicamento que en Venezuela cuesta un dólar se vende a cinco en Colombia; el litro de nafta que vale un centavo de dólar en Venezuela se vende a un dólar y monedas en Colombia, con la complacencia del gobierno colombiano que debería ayudar a combatir este flagelo, cosa que por supuesto no hace porque precisamente sus siete bases militares entregadas a fuerzas armadas de Estados Unidos están allí para acelerar el derrumbe de la Revolución Bolivariana. Y la “guerra económica” es uno de sus instrumentos.

8) ¿Corrupción? Sí, pero allí hay funcionarios gubernamentales y también miembros de la oposición. ¿Qué es esto de hablar de los corruptos sin hablar de los corruptores? Es un reflejo del viejo pensamiento liberal que sostiene que el Estado, todo Estado, es la esfera de la corrupción mientras que el mercado es el ámbito de la virtud, el sacrificio y la innovación. Que alguien pueda creer en este cuentito a esta altura de la historia no deja de ser una asombrosa comprobación. Salvo, claro está, que en tiempos tan “interesantes” (Eric Hobsbawm) como estos se haya producido una fenomenal mutación sociogenética en virtud de la cual hay corruptos sin que haya corruptores; los primeros están en el estado, los segundos en la sociedad civil. Obviamente, en la nota que estamos analizando solo se habla de los primeros. Los otros son ángeles.

9) ¿»Un régimen crecientemente deslegitimado y autoritario»? Indudablemente que un caos provocado por una “guerra económica” impiadosa, una ofensiva diplomática brutal (con un personaje de los bajos fondos como Luis Almagro llevando la batuta de esta pandilla golpista desde la OEA), un ataque sistemático de los grandes medios, la condena de desprestigiados y fracasados ex presidentes latinoamericanos, que sumieron a sus países en la pobreza, la dependencia y el desamparo, y la omnipresente presión de Washington (recordar la Orden Ejecutiva de Barack Obama) no puede sino erosionar la legitimidad de un gobierno, de cualquier gobierno. Pero aún así lo oposición teme la potencia electoral del chavismo.

En lo que hace a su autoritarismo ¿cómo negar que la oposición a esta peculiar “dictadura” de Maduro hace y deshace a voluntad? Controla a su antojo los grandes medios de comunicación y difunde cuantas mentiras se les viene en gana las 24 horas del día y aplica el “terrorismo mediático” sin escrúpulo alguno; abandonan sus responsabilidades institucionales y paralizan a la Asamblea Nacional sin que esta sea disuelta por el Ejecutivo o revocados los mandatos de los asambleístas; sus dirigentes salen del país para invitar a líderes de EEUU que el imperio invada Venezuela y derroque a su legítimo gobierno o para hablar pestes del gobierno bolivariano ante terceros países; sus jefes hacen campaña apoyando a cuanto candidato presidencial de derecha extrema compita por un cargo presidencial en América Latina, y así sucesivamente. Pese a esto no sufren molestia alguna. ¿Hay presos? Seguro: pero no por manifestarse en las calles, hablar, opinar, difamar, conspirar contra la patria sino por instigar a la violencia y ejecutar toda suerte de actos vandálicos. ¿Qué clase de autoritarismo es este? Dado que muchos se regodean hablando de la “dictadura” de Maduro sólo les pido que me digan que opositor pudo hacer todo esto bajo los gobiernos de Videla, Pinochet, Garrastazú Medici, Stroessner, Somoza y compañía.

10) Se critica «el apoyo incondicional de la izquierda al chavismo». Pero qué pretenden, ¿que apoyemos a la ofensiva destituyente dictada por Estados Unidos y ejecutada por sus peones locales? Entre el imperialismo y un gobierno, por deficitario e imperfecto que sea, ¿se nos pide que optemos por el Comando Sur, por la señora Liliana Ayalde (artífice de los golpes «blandos» en Paraguay y Brasil y ahora número dos del Comando Sur), por la impresentable dirigencia opositora de Venezuela? ¿Eso se nos pide? La respuesta es: ¡jamás cometeríamos tan imperdonable error! Quienes por sus prejuicios y su empecinamiento en despotricar contra la Revolución Bolivariana –cuyos aciertos superan ampliamente sus errores- terminen apoyando la estrategia insurreccional violenta del imperio y sus agentes locales descenderán con deshonor a los anales de la historia, cubiertos de lodo y sangre. Y no habrá sofismas ni alambicados argumentos pseudoteóricos capaces de rescatarlos de tan innoble lugar.

11) “Nadie debe morir por pensar distinto”, se nos dice. Correcto. Pero los que están muriendo por pensar distinto son los chavistas o simples venezolanas o venezolanos que no participaban en ninguna manifestación. De hecho, los que mataron a 43 personas en Febrero del 2014 y a otros tantos en la actual ofensiva ha sido, principalmente, la oposición sediciosa. Los que pueden morir por pensar distinto son los chavistas, no los artífices de la contrarrevolución.

13) Se dice, al concluir el artículo de Gargarella y Svampa, que hay que entender «que enfrente no están los enemigos sino los que no piensan como nosotros, pero que en lo que importa son iguales a nosotros: seres humanos dignos, que piensan y sienten y sufren y se emocionan, y que merecen, como nosotros, igual consideración y respeto.» Este pseudo humanismo por más que entibie nuestros corazones pensando en la fraternidad universal es, cuando se lo baja a la coyuntura actual de Venezuela, un razonamiento que no tiene el menor asidero empírico. Y no sólo en este país. Los que amputaron las manos de Víctor Jara y luego lo asesinaron a sangre fría en Chile, ¿era gente como nosotros? ¿Los militares argentinos que violaban a mujeres embarazadas, las torturaban introduciéndoles botellas de vidrio roto en sus vaginas, les robaban sus niños y luego las tiraban desde un avión al mar, ¿eran como nosotros? Los escuadrones de la muerte que asolaron tantos países de la región ¿eran gentes como nosotros? Y los que en la Venezuela de hoy reclutan paramilitares o lúmpenes para incendiar hospitales, tender «guayas» para decapitar motoqueros desprevenidos, arrojar bombas molotov contra policías que no portan armas de fuego, destruir todo lo que encuentran a su paso y moler a golpes a vecinos que quieran atravesar la guarimba para ir a trabajar o comprar alimentos, esos, ¿son iguales a nosotros? Tremendo error. ¿Cómo se defiende una sociedad de tan arteros ataques? ¿Rezando siete Ave Marías o descargando sobre ellos –los violentos, no los sectores pacíficos y minoritarios de la oposición- toda la fuerza represiva del Estado?

Termino diciendo que aquel razonamiento, aquella bella exhortación a la fraternidad universal y al humanismo -que evoca figuras entrañables como Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro e Inmanuel Kant- termina siendo mala filosofía, peor teología y pésima sociología cuando esos principios éticos son trasladados sin mediaciones al barro y la sangre de la Venezuela actual, Es imposible entender a los sujetos de la contrarrevolución y sus agentes con esas bellas categorías. Estoy absolutamente seguro que Gargarella y Svampa, al igual que el autor de estas líneas, jamás haríamos algo como los horrores descriptos más arriba. O como lo que hacen Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, Lilian Tintori, Henry Allup Ramos o María Corina Machado, gentes que se arrastran para lograr que el Comando Sur invada a Venezuela so pretexto de la “crisis humanitaria” que ellos en buena medida han creado. Todas estas son gentes de una incurable perversidad y no son iguales a nosotros. Ni son iguales al pueblo chavista que ha sobrevivido con abnegación y heroísmo a tantas malevosías. Ni tampoco son iguales a la enorme mayoría de la dirigencia chavista, que trata de gobernar un país que la oposición ha tratado de convertir en ingobernable con el infame propósito de reconquistar el poder y usufructuarlo a favor de los intereses que por siglos sojuzgaron a Venezuela. ¿Hablar de Venezuela? Sí, por supuesto, pero diciendo la verdad.

Notas:


[1] El dossier está disponible en https://www.pagina12.com.ar/36336-encrucijada-venezolana e incluye también dos breves notas de Modesto Guerrero y el autor de este trabajo.

[2] Cf. Zbigniew Brzezinski, Strategic Vision. America and the Crisis of Global Power (New York: Basic Books, 2012).

[3] Recuérdese que el Tribunal Supremo de Justicia dictaminó que en Abril del 2002 no hubo un “golpe de estado” contra Chávez sino que se produjo un milagroso “vacío de poder”. La “dictadura chavista” no objetó esa escandalosa sentencia del TSJ ni tampoco disolvió el organismo.

[4] Sobre este tema de la “guerra económica” los datos duros que aporta Pascualina Cursio en su magnífico libro son demoledores del argumento opositor. Ver su La mano visible del mercado. Guerra económica en Venezuela (Caracas: MinCI, 2017)

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=226565

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Chile: Felipe Kast quiere “terminar con la gratuidad en la educación superior”

Chile / www.concierto.cl / 24 de MAyo de 2017

El precandidato presidencial de Chile Vamos prefiere un crédito solidario aplicable por 10 años. Además, busca bajar ministerios de 24 a 13.

Esta reducción “permite liberar $100 mil millones”, dijo Felipe Kast. El diputado de Evópoli criticó que “el estado ha sido una gran agencia de empleo capturada por los partidos políticos”, y aseveró que en regiones “los servicios públicos son feudos de senadores y diputados”.

Fuente:http://www.concierto.cl/2017/05/felipe-kast-quiere-terminar-la-gratuidad-la-educacion-superior/

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Paraguay: El 72% del empleo juvenil es informal, según la OCDE

Paraguay / www.ultimahora.com / 24 de Mayo de 2017

Un reporte de la OCDE revela el alto nivel de informalidad laboral en el segmento juvenil y afirma que los índices pueden llegar al 94 y 99% entre los jóvenes que viven en pobreza moderada y extrema pobreza.

Un informe de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE), publicado este mes, indica que la tasa de desempleo juvenil en Paraguay alcanza al 12%, mientras que el nivel de empleo informal llega casi al 72% del total de la población en este segmento del país.

La OCDE cita como fuente los registros de la Base de Datos Socioeconómicos para América Latina y el Caribe (Selac), resaltando que, aunque actualmente hay un clima más favorable para el empleo juvenil en nuestro país, todavía el nivel de desempleo para quienes tienen entre 15 y 29 años de edad es tres veces mayor que el índice de desempleo total del país.

El informe señala que los jóvenes que no trabajan, no estudian, ni reciben capacitación, corren el riesgo de ser marginados de manera permanente en el mercado laboral.

«Este riesgo es especialmente alto entre los pobres y vulnerables, que tienen mayores tasas de jóvenes que no tienen empleo, no estudian ni reciben capacitación (casi 80% de esta población). Estas tasas se disparan hasta el 33% entre quienes viven en hogares en extrema pobreza y 28% en pobreza moderada», indica parte del reporte.

INFORMALIDAD. Según la OCDE, Paraguay es uno de los países en América Latina con la mayor incidencia de jóvenes que se desempeñan en empleos informales.

«El 72% de los jóvenes que trabajan lo hacen de manera informal, lo que supera en 20 puntos porcentuales al promedio de 52% en América Latina; este porcentaje (de informalidad) asciende hasta el 99% y 94% entre los jóvenes que viven en extrema pobreza y pobreza moderada, respectivamente», revela este documento.

En los jóvenes que pertenecen a la franja que se considera en estado de vulnerabilidad, es decir, no son pobres, pero podrían volver a serlo, el 82% tiene empleos informales, mientras que esta cifra llega al 61% en aquellos jóvenes considerados de clase media.

En cuanto al nivel de emprendimiento, la OCDE señala que la mayoría de los paraguayos que ejercen el autoempleo son trabajadores por cuenta propia y no empleadores: el 15% de estos trabajadores se consideran autónomos, mientras que solamente 2% se definen como emprendedores.

«La complejidad de los procedimientos regulatorios y las cargas administrativas para las nuevas empresas son las barreras más importantes que enfrentan los jóvenes emprendedores», subraya.

EDUCACIÓN. El nivel de educación en nuestro país ha aumentado entre los jóvenes de 25 a 29 años que han terminado la educación secundaria, ubicándose en un 60%, que es superior al promedio de la región de 55%.

El porcentaje de jóvenes paraguayos que completaron estudios superiores sobrepasa el 15%; mientras que un 15,6% ha tomado cursos en escuelas técnicas o vocacionales, lo que excede al promedio de América Latina, que es un 14,5%, pero se ubica por debajo de los niveles de educación profesional en los países miembros de la OCDE de un 26%.

Fuente:http://www.ultimahora.com/el-72-del-empleo-juvenil-es-informal-segun-la-ocde-n1086821.html

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El crecimiento de la OCDE se frena en el primer trimestre al 0,4%

Paises Ocde / www.expansion.com / 24 de Mayo de 2017

El crecimiento del PIB de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ralentizó en el primer trimestre del año al 0,4%, tres décimas por debajo de la expansión del 0,7% observada en los últimos tres meses de 2016, según ha informado la organización con sede en París.

La desaceleración del crecimiento del ‘Club de los países ricos’ se explica por el menor vigor de la expansión del PIB de Reino Unido, que pasó al 0,3% entre enero y marzo, frente al 0,7% del trimestre anterior, así como en EEUU, donde la economía se desaceleró al 0,2% desde el 0,5%, mientras en la UE el PIB creció un 0,5%, una décima menos que en el cuarto trimestre de 2016.

Por el contrario, el crecimiento del PIB se aceleró en el primer trimestre en Alemania, hasta el 0,6% desde el 0,4%, y en Japón, hasta el 0,5%, frente al 0,3% del cuarto trimestre de 2016.

Entre los países de la OCDE cuyos datos estaban disponibles, el mayor incremento del PIB en el primer trimestre correspondió a Finlandia (1,6%), por delante de Letonia (1,4%), mientras Grecia registró el peor dato, con una contracción del PIB del 0,1%.

En comparación con el mismo periodo de 2016, el crecimiento del PIB de la OCDE se mantuvo estable en el 2% en el primer trimestre de 2017, con Polonia (4,2%) y Letonia (4%) a la cabeza.

En el caso de España, el PIB registró en el primer trimestre un crecimiento del 0,8% respecto a los tres meses anteriores, mientras que en términos interanuales la expansión fue del 3%.

Fuente:http://www.expansion.com/agencia/europa_press/2017/05/22/20170522115936.html

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