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¿Revolución educativa o Invasión educativa?

Por: Darío Balvidares 

El ministro de educación, Esteban Bullrich, habla de “revolución educativa”, dijo el ministro: “Soy optimista porque estamos seguros de que la revolución educativa es el único camino para salir de la pobreza, para garantizar igualdad de oportunidades y trabajo1.

Esto lo dijo en el marco de la jornada “Innovación educativa para la sociedad del conocimiento”, organizada por Fundación Noble para celebrar su 50° aniversario. Es decir, en la fundación que pertenece al Grupo Clarín y da capacitación docente en medios.

Las fundaciones privadas haciéndose cargo de los asuntos públicos. El ministerio de educación no firma convenios con universidades públicas, sino con fundaciones empresariales.

Esta potencialidad creciente de la injerencia privada en la educación es uno de los objetivos primordiales de la llamada “reforma educativa”, la que llamamos reforma economicista de la educación.

Como vemos, no se trata de un proceso revolucionario, donde la mayor parte de la población y como resultado de un proceso histórico y de construcción colectiva, decide tomar los asuntos públicos en sus manos para transformar un sistema que corrompe sus derechos sociales, políticos y económicos. No, más bien se trata del desembarco del poder empresarial, vía fundaciones y ong’s que responden a intereses corporativos que invierten en el modelaje de una pedagogía que les permita optimizar ganancias al mismo tiempo que flexibilizar conciencias y diseñar “líderes” que sostengan sus proyectos y su ideología.

Tal vez a eso llaman “formar en los conocimientos para el siglo XXI”, con el regreso, claro, de la religión a las escuelas: “…convencido que las enseñanzas del Evangelio deben ser aprendidas, el ejemplo de Jesús debe ser aprendido, pero también el ejemplo de Mahoma, las enseñanzas del budismo y el hinduismo, otras religiones también para crecer juntos reconociendo al otro…2, dijo el ministro Bullrich.

Tal vez, la idea de formar en los conocimientos del para el siglo XXI incluya la vuelta al siglo XV, esto es, formar en la “pedagogía de la obediencia”, aplicada por los invasores a los Pueblos Originarios, con el acompañamiento de la iglesia católica. Esta es la pedagogía que marcó y marca la historia de la colonialidad de la burguesía latinoamericana, en general y argentina, en particular.

Pero más allá del discurso oficial del ministro y su “incertidumbre como valor” (otro de los enunciados ministeriales), lo cierto es que las corporaciones empresariales y eclesiásticas (la diferencia es sólo de vestimenta) cada vez encuentran mayores espacios para sus variadas formas de incidencia en la cooptación de lo público, en general y de la educación, en particular.

“El sistema educativo es obsoleto, no sirve más” es una de las ideas fuerza de los reformadores, sumadas, “la falta de capacitación docente”, o el “régimen de licencias abusivo”, etc.

En una apretada síntesis, y como recomienda el Banco Mundial, se aplica la política focalizada que les permite llegar a la conclusión que los “males” (para usar un sustantivo clerical) están en el último eslabón del sistema, la escuela, pero no cualquier escuela, sino en la pública.

Y como lo marca la colonialidad del poder, la tendencia “revolucionaria” que propone el ministro es abrir tanto el sistema hasta disolverlo en las “mieles” de la dulzura corporativa.

El plan corporativo se desarrolla con operaciones mediáticas y de formación. Los cursos de “liderazgo” y “capacitación” docente impartidos por fundaciones y universidades privadas, cada vez más, ejercen su protagonismo.

El fundador y presidente de la fundación Proyecto Educar 2050, Manuel Álvarez Trongé escribía: “…son fundamentales directores y docentes bien capacitados, confiando en sus capacidades y ayudándolos a dirigir. Un directivo de escuela líder contagia y conforma equipos de docentes líderes…3

En sintonía, la Directora Ejecutiva de la fundación, Agustina Blanco: decía en la carta de presentación en 2015: “Desde Educar2050 nos comprometemos a empujar con fuerza y convicción para que las mejoras iniciadas continúen y otras esenciales comiencen a ocurrir. Nos espera un 2016 sumamente desafiante y fascinante a la vez. Vamos a llevar el Pre-foro de Calidad Educativa a varias provincias, tendremos nuestro foro tradicional en Buenos Aires con un formato dinámico en noviembre. También llevaremos adelante campañas masivas demandando políticas para mejorar aprendizajes y campañas de revalorización del docente. Gestionaremos consensos multisectoriales y pedidos concretos de reformas de políticas educativas, articularemos para una mejor colaboración de organizaciones vinculadas a la Educación, e implementaremos nuestro programa Directores2050 para el fortalecimiento del liderazgo educativo en distintas regiones. Además, vamos a continuar representando a nuestro país en REDUCA, Red Latinoamericana por la Educación. Creemos firmemente que el alumno y el aprendizaje deben estar en el centro de las políticas educativas, y que los docentes y directores son los protagonistas del cambio. Cada niño de nuestro país debería poder acceder a un sistema que garantice saberes básicos, pero además el desarrollo de competencias que la sociedad del conocimiento hoy nos exige: razonamiento, colaboración, adaptación. Este tipo de educación es el verdadero catalizador de oportunidades, la verdadera puerta de escape al círculo de la exclusión que tanto nos duele en nuestra querida patria. Los invitamos y “te invitamos” a que se sumen a nuestro plan de acciones porque nuestros chicos nos necesitan. La Educación la construimos entre todos. 4.

Ese discurso, es una continua repetición de todas las fundaciones y ong’s corporativas, nacionales y extranjeras, siempre con la dulce mirada sobre el docente, que después no está capacitado y necesita del apoyo empresarial para lograr el “éxito”. También la estrategia de funcionar en las redes como REDUCA, antes REDUC, creada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La apelación a la “sociedad del conocimiento” y sus “exigencias”: “razonamiento, colaboración y adaptación”. En realidad de eso se trata, de “adaptación”. Un sistema adaptado a los intereses empresariales, subsidiario de las demandas del mundo corporativo.

El curriculum5 nos ilustra sobre la formación en instituciones privadas católicas de la directora ejecutiva de la fundación y sobre las vinculaciones con otras ong’s y universidades de élite, como la Universidad de San Andrés.

Pero en este artículo no discutimos personas, sino el avance ideológico que lleva a adelante la reforma economicista de la educación y el consecuente control político del sistema. Es por eso que las vinculaciones entre fundaciones territoriales o subsidiarias de otras de carácter internacional e incluso con organizaciones financiadoras de los Estados Unidos, hasta el mismísimo departamento de estado, se nos hace importante conocerlas para comprender que el conflicto salarial, la rebajas en el presupuesto educativo, el debilitamiento del rol docente a través de operaciones mediáticas y de foros organizados por estas fundaciones son estrategias del objetivo principal de la reforma, la desposesión de la educación pública.

Lejos se está de un debate profundo en educación, cuando ya pasaron 27 años de la Cumbre de Jomtiem, Tailandia, donde formalmente se firmó el documento “Educación para Todos”, que marca el inicio de las leyes reformistas en toda Latinoamérica y países del Caribe (sólo para quedarnos en las reformas de nuestra región).

Así fueron avanzando primero los documentos con sus recomendaciones de los organismos internacionales y luego la conformación territorial de las fundaciones empresariales y corporativas que trabajan incesantemente por el control político del sistema. Un dato que sobresale es que casi todos los titulares de estas organizaciones “dedicadas” a educación son abogados, licenciados en administración de empresas o economistas, como lo venimos diciendo en tantos trabajos anteriores.

Volvamos, justamente a este tema de las redes y sus conexiones. “Proyecto Educar 2050” se vincula, a partir de su directora ejecutiva, con la ong “Enseña por Argentina”, cuyo titular es Oscar Ghillione, otro licenciado en administración de empresas (recibido en la UADE con postítulo en el CEMA). Lo habíamos detallado en otro artículo6, pero vale recordarlo, esta ong es subsidiaria de “Teach for América” e integra la red “Teach for All”, que en nuestra región vincula a “Enseña Chile”; “Enseña Colombia”; “Enseña Ecuador”; “Enseña por México”; Enseña por Uruguay”; “Enseña por Panamá”, entre otras. Las ong’s de la red “Teach for All” gozan de “independencia del control del gobierno y otras entidades externas (…) y la libertad de tomar decisiones operativas, desafiar los paradigmas tradicionales y mantener el modelo frente a los cambios políticos”, según los principios que aparecen en su diseño organizacional.

El sostenimiento financiero de “Enseña por Argentina” se realiza a través de aportes de empresas (que luego descargan vía impositiva); subsidios del Estado (los dineros públicos que no van a las aulas) y donaciones. Entre otros tantos socios corporativos de la ong aparecen: Laboratorios Roche; Fundación La Nación; Fundación Acindar; Credit Suisse; Microsoft; Southamerican business forum; Techint; Endemol; Telefé; DHL; Fundación Telefónica; Banco HSBC; Banco Superville; Coca-cola Argentina; Banco Galicia; Visa; Universidad Austral, Universidad Abierta Interamericana (UAI); Universidad Argentina de la Empresa (UADE); Universidad Católica Argentina (UCA); Universidad de San Andrés; Universidad Torcuato Di Tella, Flacso y, por supuesto, Proyecto Educar 2050.

En esta interminable secuencia de fundaciones corporativas, “preocupadas” por la educación, “Educar 2050”, también se articula con la fundación “Córdoba Mejora”7. Otra fundación empresarial que también hace su apuesta por la educación y como las anteriores focaliza en la formación de “lideres” con programas para directores de escuelas. “Córdoba Mejora” se vincula con Fundación RAP, “Red de Acción Política”.

¿Qué es RAP?

De acuerdo con su propia página web (fundacionrap.org): “En las postrimerías de la crisis de diciembre de 2001 muchos argentinos nos dimos cuenta que si bien estábamos preocupados por la formación de nuestros hijos (en términos de educación, valores, principios, etc.), poco hacíamos sobre la cuestión de “qué país le queremos dejar a nuestros hijos”.

Del debate sobre esta cuestión surge la necesidad de (1) instrumentar un cambio profundo del sistema político argentino que fortalezca el marco institucional a través de una reforma del proceso político, y (2) promover el surgimiento de una mejor clase dirigente, acercando a amplios sectores de la sociedad a la actividad política.

Con este objetivo en mente, a fines de 2002 un grupo de personas crea RAP (Red de Acción Política), una fundación independiente y apartidaria, donde confluyan I) personas que desarrollan una vida política activa y II) ciudadanos con vocación de hacer un aporte al país desde un ámbito no partidario”.

Ahora veamos, su presidente es Alan Clutterbuck8, otro ceo empresarial de otra de las fundaciones que tienen como objetivo “promover el surgimiento de una mejor clase política” y que, obviamente están “preocupados” por la educación.

También expresan su prescindencia de partidos políticos, “una fundación independiente y apartidaria” y no queda más que ver algunos de los nombres de los “políticos RAP”: Gabriela Michetti, vicepresidenta de la Nación(pro); Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta (peronista); Miguel Lifschitz, gobernador de Santa Fe (socialista); Federico Pinedo, senador CABA (PRO); Margarita Stolbizer, diputada nacional (GEN); Ernesto Sanz, dirigente político (UCR) y así podríamos continuar la extensa lista de políticos que integran la Fundación RAP y participan en sus foros y capacitaciones “apartidarias”, incluso el propio ministro de educación, Esteban Bullrich.

Pero, aquí lo importante es ver, más allá de lo partidario, la unidad ideológica de la clase política tradicional y en particular la ortodoxia sobre la reforma educativa, dónde existe un consenso explícito sobre los destinos de la educación pública y el control privado de sus políticas, con la injerencia manifiesta de las corporaciones empresariales a través de sus fundaciones.

Ahora bien, ya sabemos qué es RAP, ahora veamos algunos de sus socios y sponsors: Arcor; BBVA Francés; Coca–Cola; Banco de Galicia; Banco HSBC; Techint; Barrick Gold; Dow Argentina; Banco Comafi; Banco Patagonia; DIRECTV; Farmacity; Telefónica; IBM; Banco Ciudad; Siemens y otras decenas más, entre ellos la Fundación Córdoba Mejora.

Como vemos, todo el mundo empresarial como respaldo de fundaciones políticas de sintonía ideológica y manejadas por ceos empresariales, los mismos que están dando las capacitaciones a los directores de escuelas públicas en un proceso de estandarización del “liderazgo” en pos de la mejora educativa.

Pero hay otro punto que es necesario mencionar, la intromisión directa de los Estados Unidos desde su Departamento de Estado, financiando a la Fundación Fulbright en el programa intercambio educativo o la Agencia de Cooperación Internacional para el para el Desarrollo (USAID por sus siglas en inglés) que ha firmado acuerdos para programas educativos en Guatemala y Perú, así, en ese mismo sentido, la Fundación RAP recibe fondos del National Endowment for Democracy , la Fundación Nacional para la Democracia (NED por sus siglas en inglés).

Un artículo publicado en el New York Times9 (2002) denunciaba lo siguiente: “En el último año, los Estados Unidos canaliza cientos de miles de dólares en donaciones a grupos americanos y venezolanos opuestos al presidente Hugo Chávez (…) Los fondos fueron proporcionados por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), una agencia sin fines de lucro creada y financiada por el Congreso…”

La dependencia en el apoyo financiero y la sumisión ideológica son parte constitutiva del proceso de estandarización de la educación y por sobre todo de esos valores “democráticos” que claman, pero que sólo responden a los valores de la burguesía.

La “adaptabilidad”, la “competencia” formantes de los “valores” del “cambio”; pedagogía instrumental de la obediencia, de la invasión, del secuestro educativo perpetrado por las alianzas público-privadas; por la colonialidad del poder.

Algunas reflexiones…

No asistimos a una “revolución educativa”, asistimos a una invasión estandarizada, a un cambio de paradigma impuesto por las minorías que traman nuestro destino con la colaboración de intelectuales y pedagogos que son pensados por otros que los cobijan en sus fundaciones y les otorgan un espacio para que se adapten y repitan y repliquen la misma sinfonía.

¿Acaso vamos a creer que los empresarios, las corporaciones, los departamentos de estado van a mejorar las relaciones sociales y económicas?

¿Acaso vamos a pensar que los nuevos pedagogos, pensadores de la educación van a surgir de la formación en “liderazgo” que realizan las fundaciones de ceos empresariales y políticos del establishment?

La Batalla Cultural…

Estamos, por supuesto, transitando un cambio de paradigma cultural en lo que hace a la transformación en la comunicación, la instantaneidad de la información, el acercamiento que provoca el uso de las redes sociales, la aparición de nuevas formas mediáticas, por el uso de la web: radios, programas y canales de televisión; diarios y revistas digitales.

Formatos de expansión de la información, pero también formatos de difusión ideológica puesto que el sistema global mantiene la hegemonía propietaria; aunque en su propio sistema se generan fisuras, grietas por donde se cuelan, también radios, programas y canales de televisión; diarios y revistas digitales de carácter alternativo.

La aparición de estos medios alternativos de comunicación, van constituyendo nuevas redes de vinculación, otras voces que se inscriben en la, por ahora desigual, batalla ideológica, pero que ponen en evidencia la miserabilidad y el cinismo de los valores sustentados por la burguesía, que históricamente avanza por la apropiación de lo público (físico y simbólico) sancionando leyes que legalizan su accionar.

Veamos, en sentido amplio, el argumento del “cambio”, respecto de la educación, es que la escuela “atrasa” con respecto a las transformaciones culturales operadas, sobre todo, por el desarrollo de la industria tecnológica.

Todo esto remite al enunciado de “la velocidad del cambio” y por consiguiente formar a nuestros estudiantes en la “habilidades para el siglo XXI”.

Pero, antes de seguir con el tema que ocupa a este artículo se hace necesario hacer un breve paréntesis que permita exponer la historicidad del proceso escolar.

No lo vamos a desarrollar aquí, pero sí, podemos hacer algunas acotaciones.

En principio, la escuela del siglo XIX, como medio para lograr la unidad nacional, esa escuela común, obligatoria, laica, gratuita y estatal que le disputó el monopolio de la educación a la iglesia. La ley 1420 aseguraba la escuela como herramienta de intervención en el incipiente nuevo estado cultural. Esa intervención también le aseguraba al grupo político dominante, la creciente burguesía argentina, interpretada por los intelectuales de la llamada Generación del ’80, la formación y difusión de valores, libertades y nacionalismos, sobre todo este último concepto, los ideales nacionales. Paradoja que no se resuelve, puesto que esas mismas clases “nacionalistas”, eran las que miraban a Europa o a los Estados Unidos. Un proyecto nacional, pero no tanto. La colonialidad era el formante ideológico.

Así la escuela se había forjado en su combate contra el analfabetismo y como agente formador de la nacionalidad. El nacimiento de las políticas educativas, que ponían a la escuela en el centro del espacio cultural y como uno de los motores esenciales.

Entonces, la educación, que antes había estado en manos de la iglesia, la familia y la sociedad, pasaba a estar en manos del Estado. Al mismo tiempo otros espacios culturales se desarrollaban rápidamente, los diarios y revistas, que también influían cotidianamente con su información, opiniones y orientaciones ideológicas; de alguna manera influían en la educación del pueblo.

La cultura escrita expandía constantemente sus límites, el libro como herramienta principal de la escuela y los diarios y revistas como herramientas de difusión masiva.

Más tarde con la aparición de la radio , donde la cultura oral se resignificaba, sumada ya la imagen de la televisión, volvieron a cambiar los espacios culturales, la manera de construir la realidad, las nuevas miradas sobre esa construcción.

La escuela sufre un desplazamiento frente a estas apariciones y vuelven los debates sobre educación y políticas educativas, se habla durante los ’60 y ’70 de la competencia que la escuela realiza con los cada vez más influyentes medios masivos de comunicación.

Pero también la educación se masifica, cada vez más se expande la matrícula, tanto en la escuela secundaria, como en las universidades. Porque ese aluvión cultural impone mayor escolarización, mayores saberes.

En los años que corren las nuevas tecnologías de la información y la comunicación volvieron a irrumpir en las formas de percepción y construcción de la realidad, en los modos de leer, la instantaneidad de internet, etc. etc…

Y entonces, otra vez en escena la “crisis” de la escuela, la que vienen a “resolver” los reformadores: organismos internacionales, corporaciones empresariales y sus fundaciones directas o indirectas, así como universidades privadas de élite con sus intelectuales y especialistas y la participación especial del ministerio de educación. Como ya hemos visto en este artículo y en anteriores trabajos.

¡Resolución de problemas!

Lo cierto es que los mismos que enfocan la “crisis” de la escuela y por extensión, la “crisis” educativa y hacen discursos sobre “calidad”, la que nunca definen, o sólo por los resultados de sus estandarizados instrumentos y por encuestas inducidas, realizadas a docentes y directivos (TALIS), no hacen más que poner en foco la razón instrumental que los guía en la pretendida “transformación”. Los especialistas del circuito, no cuestionan la desposesión de lo público en educación, ni las políticas de estado que la vehiculiza. Solo intentan formular hipótesis o elaborar teorías que muestren la “crisis” educativa y la culpabilidad intrínseca de la organización escolar.

Entonces hacen discursos sobre la “profesionalización” docente y los roles de “liderazgo” (de cuya capacitación se hacen cargo las entidades privadas) que deben asumir los directivos escolares. Se decreta la viralización de las “habilidades y competencias” que deben tener los jóvenes para “sobrevivir” en el “incierto” siglo XXI10, como explica un documento de la UNESCO, que sigue reivindicando como central, el famoso Informe Delors, “La educación encierra un tesoro” (1996), producido por la misma entidad en pleno auge del neoliberalismo de época, donde se destacaba el importante “aporte” del Banco Mundial y se promocionaban las alianzas público-privadas: “… movilizar el enorme potencial que ofrecen las organizaciones no gubernamentales y, por consiguiente, las iniciativas de base, que podrían prestar un valioso apoyo a las actividades de cooperación internacional”.

Probablemente vaya quedando claro que el mismo corpus de formaciones discursivas emanadas por organismos de mediados del siglo XX y absolutamente conservadores de su posición ideológica, no son la solución para la educación del siglo XXI, ni ya pueden ser válidos sus interlocutores, intelectuales y especialistas, sobre todo en la Argentina, puesto que son los mismos de los ’90 del siglo pasado y de la primera década de este siglo, que además, comparten los mismos espacios, si bien no partidarios; sí ideológicos en la esencia de la reforma educativa.

El neoliberalismo de los ’90, primero; el progresismo del siglo XXI, después, la vuelta del neoliberalismo, hoy, tienen el mismo marco ideológico construido en 1990 en la Cumbre de Jomtien, “Educación para Todos”; pero… ¿pública?

La respuesta es ¡NO!

¡Colaboración!

Salgamos del paradigma reformista, que no puede ser pensado por los obsoletos grupos de trabajo de los obsoletos organismos internacionales, ni por las dogmáticas fundaciones empresariales, que “lideran” el control de las políticas públicas.

Tal vez, la innovación en la educación, para que esta cumpla el objetivo de ser liberadora, como la pensaba Paulo Freyre, debería buscar los fundamentos no en los “conocimientos socialmente productivos”, que proponen los documentos y leyes de la reforma, sino en el entramado de las subjetividades colectivas.

En el dinamismo de las organizaciones sociales; en incansable caminar de los Pueblos Originarios por la autodeterminación; en las asambleas ambientalistas que visibilizan la contaminación y el saqueo que provocan las industrias extractivas; en la lucha de los Pueblos Fumigados contra el agronegocio y el envenenamiento que producen los agroquímicos; el ejemplo de los pequeños productores que trabajan desde la perspectiva agroecológica; en los luchadores por los Derechos Humanos, en las fábricas y empresas recuperadas por los trabajadores; en las organizaciones que luchan contra la trata; en los trabajadores de la salud que pugnan por la producción pública de medicamentos; en los artistas, documentalistas y realizadores que con sus manifestaciones y producciones muestran la perversión de este sistema; en los sindicatos combativos que enfrentan a la burocracia sindical y a las patronales del ajuste y los despidos; en los intelectuales que saben que otra educación se hace cada vez más necesaria para romper las cadenas de alienación y frustración; en los dirigentes políticos y sociales que acompañan esta inagotable fuente de las nuevas subjetividades, que denuncian la corrupción, no en el espectáculo mediático que arman los políticos del establishment con sus socios periodísticos. Y, por último, en los docentes que luchan contra la desposesión educativa que esta reforma va imponiendo silenciosa e incansablemente. Aquí en la Argentina, con la primera fragmentación del sistema, cuando en 1979 el genocida Rafael Videla transfirió las escuelas primarias a las provincias, principio de desnacionalización educativa que se completaría en los ’90 con las leyes de educación y los procesos de estandarización global de los últimos años.

Seguramente esta enumeración es escasa, habría mucho más para ejemplificar sobre las nuevas configuraciones de subjetividad que se distribuyen en todo Latinoamérica y que son las que nos permitirán pensar en los nuevos valores que tendremos que ir construyendo para la educación del siglo XXI. Lo que sí es importante es que no pueden ser el Banco Mundial con sus objetivos 2020; ni las Metas educativas 2021; ni la OCDE con sus instrumentos estandarizados, ni las fundaciones empresariales; ni sus sponsors; ni los intelectuales y especialistas que trabajan para ellos, ni los técnicos de la UNESCO, cómplices del proceso de desposesión y fragmentación educativa, los que fijen el sentido de la educación para el siglo XXI.

¡Pensamiento Crítico!

¿Acaso los emblemas del capitalismo del siglo XX pueden continuar siendo la intelligentsia11 del siglo XXI, con sus recetas, recomendaciones y políticas que lo único que generan es mayor pobreza, pérdida de soberanías, fragmentación social y concentración de la riqueza?

Una educación que privilegie un fuerte contenido social, donde lo económico sea la variable y no a la inversa, como sucede hasta ahora.

Que permita sustituir las falsas nociones: “estudio para ser alguien en la vida” o “para conseguir trabajo”; porque este sistema ha demostrado su fracaso en la realización de esas expectativas. Tal vez porque ha instalado la incertidumbre como valor.

Que sea el motor de las nuevas configuraciones de subjetividades colectivas.

Que forme críticamente a quienes tendrán que pensar, no cínicamente como hasta hoy, en “combatir la pobreza”; sino en combatir la concentración de la riqueza.

¡Creatividad e Innovación!

Es cierto que el ministro Esteban Bullrich repite, al igual que otros de sus corifeos, que “el ministerio de educación no tiene escuelas y no paga salarios docentes”.

Si el ministerio de educación, no tiene escuelas, no paga salarios docentes, no piensa políticas educativas, porque por todo lo que expusimos y venimos exponiendo desde hace muchos años, las políticas vienen pensadas por los organismos internacionales en interactuación con entidades privadas organizadas en redes para asegurarse la viralización de sus discursos, cooptando intelectuales, especialistas y periodistas. Apropiándose del nuevo paradigma cultural para establecer como objetivo la desposesión educativa; entonces ese ministerio no tiene sentido, más que instrumental.

Seamos creativos, innovemos para quebrar el paradigma impuesto por la razón instrumental y transitar hacia la razón crítica. Una revolución educativa que rompa la sujeción a la colonialidad del poder y sus instrumentos de invasión. Supongamos un sistema que deje de ser vertical, donde cada escuela, por ejemplo, sea el núcleo de decisión política.

Supongamos un sistema que en un primer nivel organizacional responda a la red distrital.

Luego los distritos se constituyen en el segundo nivel organizacional y las 24 jurisdicciones que conforman el país en el tercero y de allí un Consejo Nacional de Educación.

Entonces, se termina la fragmentación, las políticas educativas y las líneas pedagógicas se piensan en los propios lugares donde se deben aplicar, con los conocimientos necesarios de los propios involucrados. La teoría y la práctica se socializan en la generación de políticas educativas que sean el vehículo para la configuración de las nuevas subjetividades del siglo XXI. Un sistema público y participativo donde no haya lugar para que la educación sea una mercancía, ni siga diseñada y controlada por el poder corporativo.

Para finalizar…

Tal vez sea una de las batallas culturales e ideológicas más importantes que debamos dar en este desigual enfrentamiento entre la imposición de la pedagogía instrumental con la que avanza la reforma y la pedagogía social, crítica, de los que queremos una educación pública, común, liberadora de los valores que impone la colonialidad del poder y su creciente adoctrinamiento estandarizado.

Notas:

1 “La revolución educativa es el único camino” Diario Clarín 28-10-16

2 “Esteban Bullrich habló sobre las religiones en la educación pública…” Diario Clarín 25-04-17

3 “Ideas para una mejor educación” Diario La Nación 02-06-12 – Manuel Álvarez Trongé es abogado, docente universitario, Director de telefónica de Argentina SA; fue Director de Telefónica Intenacional SA y de Telefónica de México y otras tantas sucursales en Latinoamérica. Además, Gerente de Legales de Pérez Companc SA (Oil & Gas). Y trabajó en la Superintendencia de Seguros de la Nación (1979-1983). Más información en portalacademico.derecho.uba.ar

4 Carta de Agustina Blanco, nueva Directora Ejecutiva de Proyecto Educar 2050. http://educar2050.org.ar

5 Agustina Blanco, actual Directora Ejecutiva de Educar2050, es Licenciada en Administración de Empresas, UCA, Magister en Educación, Manhattanville College, USA, y Magister en Relaciones Internacionales, NYU, USA. Especialista en temas de Liderazgo Educativo y Mejora Escolar en la Universidad de San Andrés. Se ha desempeñado como docente y consultora nacional e internacional. Tiene amplia experiencia en investigación e implementación de programas de mejora escolar y es autora del libro La Escuela Protagonista, Temas, 1999 y de artículos de prensa. Miembro del Consejo de Enseña por Argentina, de Fundación Córdoba Mejora, de la Organización Inquiry Five, y miembro del Consejo Asesor de Educar2050 desde 2011. http://educar2050.org.ar

6 Balvidares Darío “La Educación en la era Corporativa II Del normalismo a la estandarización” en Rebelión.org y otros 16-04-2106

7 Fundación Córdoba Mejora, nace en el año 2009 en el marco de reuniones y almuerzos informales entre empresarios y ejecutivos que participaban activamente de distintos ámbitos de la sociedad y se preguntaban sobre la mejor manera de coordinar sus esfuerzos para contribuir a un desarrollo integral y sustentable de la Provincia. http://cordobamejora.org

8 Es Licenciado en Economía de la Universidad Católica Argentina y Master en Administración de Empresas de Stanford University en EE.UU. Su experiencia laboral incluye diversas posiciones en el grupo Techint, y más de 12 años en Alpargatas donde fue Director Financiero y miembro del Directorio y del Comité Ejecutivo. Es socio de Poliarquía Consultores, empresa de análisis y consultoría política y de opinión pública y comunicación.

9 The New York Times. “U.S. Bankrolling Is Under Scrutiny for Ties to Chávez” 25-04-2002

10Cynthia Luna Scott. El Futuro del Aprendizaje 2. Documento de Trabajo N° 14. UNESCO. Noviembre 2015

11 Es una clase social compuesta por personas involucradas en complejas actividades mentales y creativas orientadas al desarrollo y la diseminación de la cultura, incluyendo intelectuales y grupos sociales cercanos a ellos. Wikipedia

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=226737&titular=%BFrevoluci%F3n-educativa-o-invasi%F3n-educativa?-

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Colombia: Ya llega la Cumbre Líderes por la Educación Santander

América del Sur/Colombia/20 Mayo 2017/Fuente: Semana

El 24 de mayo en Bucaramanga se realizará uno de los eventos más importantes de educación en Colombia en el que se discutirán temas como el desarrollo económico y social de la región, ciencia, formación para el trabajo y posconflicto, entre otros.

¿Qué es más importante que hablar de educación? Colombia se encuentra en un momento histórico en el que la educación juega un papel fundamental y se trata de enseñar a los colombianos a vivir en paz y prepararse para el futuro. Bajo esta premisa, Semana Educación realizará la primera cumbre regional en Bucaramanga este 24 de mayo en el auditorio Luis A. Calvo de la Universidad Industrial de Santander.

Se trata del evento más importante de la región en el sector educativo. Pues asistirán más de 500 representantes de la comunidad educativa, incluyendo rectores y directivos de universidades públicas y privadas, representantes del sector público, empresarios, líderes de opinión, investigadores y jóvenes emprendedores.

Para esta versión se reunirán conferencistas de gran trayectoria como Inka Mattila, directora adjunta para Colombia del PNUD; Hernán Porras, rector de la Universidad Industrial de Santander; Yaneth Giha, ministra de Educación; César Ocampo, director de Colciencias; Elena Stashenko, directora de Cenivam; y María Andrea Nieto, directora del SENA, entre otros.

Las discusiones se centrarán en los siguientes puntos: la educación de calidad que se requiere en la región para lograr una paz sostenible; la Ciencia y la Tecnología como herramientas para consolidar un futuro sustentable; la oferta educativa y su articulación con la demanda laboral, y las necesidades de desarrollo socioeconómico para impulsar esta zona del territorio. Todos estos temas estarán enmarcados en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la industria, la innovación y la infraestructura.

Además, la Cumbre abordará otros temas de manera transversal como las competencias socioemocionales como motor de desarrollo en la sociedad. Y es que quienes se enfrentan al reto de crear una sociedad próspera deben ser conscientes de que son las personas las que construyen el país y es por eso que durante el evento se hablará sobre competencias como la comunicación, la resiliencia y el respeto.

Así mismo, el progreso de un país depende en gran medida de su desarrollo tecnológico y económico, factores que impactan directamente en la erradicación y cierre del ciclo de la pobreza. Ante esa premisa, uno de los paneles será sobre la importancia y la pertinencia de la formación, la innovación y el empleo en Colombia, como claves para el desarrollo de la región.

Por otro lado, uno de los roles fundamentales de la educación en una sociedad es precisamente generar equidad, y eso se logra si hay igualdad de oportunidades en cuanto al acceso a la educación. Este año, el país se comprometió a equiparar la educación técnica al nivel de la universitaria para que un técnico o tecnólogo tenga la misma capacidad de acceder a un trabajo que un profesional. Por eso es esencial que se hable sobre la articulación y formación para el trabajo: cierre de brechas de capital humano.

Por esa misma relación de formación para el trabajo, Semana Educación decidió que es fundamental poner al sector privado en la balanza. Porque así como existe un compromiso del sector público con la educación, también lo hay del privado, que juega un papel fundamental porque existen importantes propuestas y programas que han nacido en las empresas y que han impactado de manera positiva en la calidad educativa.

En medio de este panorama, la Cumbre Líderes por la Educación Santander busca establecer un hito en el esfuerzo de formar al santandereano idóneo, comprometido con los ideales de paz, convivencia y tolerancia para su desarrollo como agente de cambio capaz de promover la equidad como un pilar básico de la construcción de país. También pretende consolidarse como el espacio de debate entre miembros influyentes de la comunidad educativa, con el fin de definir metas claras que hagan posible implementar políticas públicas que no se limiten al corto plazo.

Con esta amplia agenda, Semana Educación pondrá a hablar a los colombianos sobre aquello que construye a una sociedad en paz: la educación.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/semana-educacion-cumbre-lideres-por-la-educacion-santander/525659

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Fortalece Ecuador oferta educativa para reclusos

América del Sur/Ecuador/20 Mayo 2017/Fuente: Prensa Latina

Un acuerdo suscrito entre los ministerios de Educación y Justicia, Derechos Humanos y Cultos, de Ecuador, permite hoy fortalecer la oferta de aprendizaje docente a personas privadas de libertad y adolescentes infractores de este país sudamericano.
El convenio firmado por los titulares Freddy Peñafiel (Educación) y Ledy Zúñiga, (Justicia), tiene como finalidad garantizar el derecho a la enseñanza inclusiva.

Alrededor de ocho mil 500 personas que cumplen sentencias en penitenciarias a nivel nacional recibirán los beneficios del pacto, mediante la dotación del servicio en las modalidades de alfabetización, posalfabetización, Educación General Básica y Bachillerato.

De acuerdo con lo colegiado entre ambas instituciones, el Ministerio de Educación pone a disposición del Ministerio de Justicia los docentes, material didáctico, programa de estudio y el acompañamiento a través de las Unidades Distritales de Apoyo a la Inclusión, para llevar la docencia a los centros.

El proyecto busca implementar el Modelo Nacional de Gestión y Atención Educativa para Centros de Adolescentes infractores (CAI) en 11 instalaciones de reclusión, y el Modelo de Implementación de Ofertas Educativas para Personas en Contextos de Encierro en el Ecuador en 29 instituciones.

Al respecto, Peñafiel recordó que la política de inclusión educativa para las personas privadas de libertad contempla brindar el servicio con la misma calidad del establecido en el sistema regular de educación.

‘A través de la educación se pueden cambiar las realidades. En los CAI se toma, además, el examen Ser Bachiller, los jóvenes para graduarse deben rendir el mismo examen, lo que garantiza que el sistema educativo tenga la misma calidad’, puntualizó.

Por su parte, Ledy Zúñiga resaltó la importancia del convenio y recordó las escasas condiciones que existían antes del gobierno de la Revolución ciudadana, liderado por el presidente, Rafael Correa, para facilitar el acceso a la educación de quienes cumplían condenas.

La iniciativa de los dos Ministerios comprende capacitar a los profesores que impartirán clases en los centros beneficiados en materia de seguridad penitenciaria e implementar espacios físico y mobiliario para el adecuado desarrollo del proceso docente.

Un total de 279 docentes fueron asignados para el proyecto, 244 de ellos para los Centros de Privación de Libertad y 35 a los CAI.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=86381&SEO=fortalece-ecuador-oferta-educativa-para-reclusos
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Uruguay es el cuarto peor de la región en egreso universitario

América del Sur/Uruguay/20 Mayo 2017/Fuente: El país

Uruguay es uno de los países de América Latina con menos deserción en la educación superior. Sin embargo, más de la mitad de los jóvenes de entre 25 y 29 años que ingresaron a la universidad aún no se graduaron. Esa realidad ubica al país en el cuarto peor lugar de la región en los egresos de estos centros educativos, con una realidad apenas mejor que Costa Rica, Honduras y Bolivia.

La comparativa surge de un informe que presentó el Banco Mundial sobre el momento decisivo que atraviesa la formación universitaria en el continente. El número de estudiantes de programas de educación superior prácticamente se duplicó en América Latina y el Caribe (ALC) en la última década. En buena medida este proceso se debió al ingreso de alumnos de niveles socio- económicos más bajos: en promedio, el 50% más pobre de la población representaba el 16% de los alumnos de educación superior en 2000, pero esa cifra creció a alrededor de 25% en 2013.

Aun así, los tiempos de tránsito en la universidad, en especial en Uruguay, están lejos de lo deseado. Una lectura posible, según el informe, es que en el país tiene poco peso —a nivel de recompensa salarial— el contar con un título universitario (salvo en carreras específicas como ingeniería y las tecnológicas). En algunos países como Colombia o Paraguay, el sueldo de un graduado de educación superior más que duplica a quien no tiene el título.

«Los resultados (globales) están por debajo de su potencial, apenas la mitad de los estudiantes que ingresan a la educación superior obtiene su título entre los 25 y 29 años de edad, ya sea porque continúan estudiando o porque abandonaron los estudios», explicó María Marta Ferreyra, economista del Banco Mundial.

Los datos revelados dan a entender que la realidad de la educación superior uruguaya hoy está fuertemente ligada a la coyuntura de la educación media. El crecimiento de egresos en Secundaria fue casi idéntico al incremento en el ingreso a la universidad, lo que hace suponer que la faltante de matrículas responde a los que han desertado antes de terminar el bachillerato.

Dentro de los países de América Latina, en Uruguay es donde más peso tiene la educación pública. Nueve de cada diez estudiantes universitarios están en ese sector, aunque las privadas han adquirido cierto protagonismo en la última década. El egreso, sin embargo, no refleja tanta disparidad entre públicos y privados.

Fuente: http://www.elpais.com.uy/informacion/uruguay-cuarto-peor-region-egreso.html

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Colombia: Diálogos entre MinEducación y Fecode continúa este viernes

hsbnoticias.com/19-05-2017

Pablo Jaramillo Quintero, viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, solicitó a la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode centrarse en los diálogos, para encontrar una rápida solución al paro de maestros y que los 8,3 millones de niños afectados vuelvan a las aulas de clase.

«Nos preocupa que Fecode esté llamando a una marcha para el 23 de mayo cuando estamos enfocados en resolver esto lo más pronto posible; el enfoque tiene que ser estar concentrados en la negociación. Cada día que pasa seguimos con más de 8 millones de estudiantes sin clases y es urgente resolver este tema porque son niños y jóvenes desatendidos que afectan incluso la jornada normal de sus padres», dijo Jaramillo Quintero este jueves al salir de la reunión con ese sindicato.

El Viceministro pidió a Fecode sacar del medio de la discusión a los niños y los padres de familia, quienes son los más afectados con el cese de actividades.

«En el Gobierno tenemos toda la disposición en avanzar. Hemos traído a la mesa nuevas propuestas que son responsables y que se ajustan a la realidad fiscal del país en este momento -explicó Jaramillo- El Gobierno viene cumpliendo compromisos económicos muy importantes con Fecode que van hasta 2019 y en ese sentido les hacemos un llamado para entrar en razón y tener comprensión porque en este momento no podemos asumir nuevas obligaciones presupuestales».

El Viceministro informó que este viernes seguirán las conversaciones con los grupos de trabajo,revisando las propuestas existentes y que espera que los dirigentes de la agremiación hagan lo propio.

«Ojalá este viernes tengamos resultados más positivos para levantar el paro cuanto antes«, subrayó Jaramillo, quien reiteró que no es necesario seguir en paro y que el Gobierno está concentrado en avanzar y resolver la situación.

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Manipulación y control mental. Una enfermedad psicológica por Hernan López

Manipulación y control mental.

 Una enfermedad psicológica

 

    Es el resultado de un proceso sistemático de manipulación mental a través de la implantación de códigos psicológicos por medio de imágenes y mensajes audiovisuales planificamente dirigidos al consciente y al subconsciente de los individuos con el objetivo de establecer determinados modelos y esquemas de comportamiento y entendimiento que generalmente crean una realidad distorsionada distinta a la realmente existente la cual se adapta a los objetivos del ente disociador.

  La persona disociada pierde paulatinamente su capacidad de definir el límite entre lo verdadero y lo falso, se le hace dificultoso analizar e interpretar razonable y objetivamente sus necesidades, los hechos y los fenómenos sociales, políticos y económicos fuera de los conceptos y patrones que le han sido implantados a través de campañas informativas, publicidad y mensajes difundidos principalmente por los medios de comunicación masivos como prensa, televisión, radio, cine, Internet

  Este proceso persigue la alteración, la confusión y la deformación de la conciencia social o particular del individuo, interviniendo su sistema de valores y creencias para fijar determinados conceptos y patrones de comportamiento con fines ideológicos, políticos o comerciales separando al individuo de la verdeara realidad circundante y anulando total o parcialmente su libre albedrío para hacerlo vulnerable y dependiente de una idea, un producto o de una entidad política, económica o religiosa

El sujeto disociador utiliza principalmente el arsenal mediático como instrumento para imponer y justificar sus objetivos de una manera sutil pero muy eficaz, creando conceptos y necesidades ficticias, colocando en la mente de los individuos formas y maneras de pensar y actuar en la mayoría de los casos distintos a la cultura e idiosincrasia de las víctimas y paradójicamente usando sus valores culturales propios para implantar conceptos y modelos de vida distintos.

 En el fondo de este proceso de alienación, generalmente aplicado por los estamentos de poder, lo que subyace es el objetivo de imponer un determinado orden político, económico, religioso o social con la finalidad de mantener la supremacía de clase o de intereses y ejercer control social efectivo.

 El sujeto o estamento disociador bajo la premisa de valores asociados principalmente a la acumulación de dinero y al poder político siempre actuará en favor de sus intereses y conveniencias, las consideraciones de justicia social y redistribución equilibrada de la riqueza de un país pasan a ser propósitos de tercer nivel.

 En el campo de la política y la guerra este mecanismo de control social utiliza frecuentemente las armas de la tergiversación, la desinformación y la repetitividad para desvirtuar la realidad y anular mediáticamente al oponente.

 Todas las corporaciones que controlan los medios de comunicación, informática e Internet más importantes del mundo están atadas al servicio de los intereses políticos, militares, financieros y comerciales del imperio, forman parte activa e importante de la superestructura que detenta la hegemonía y el control del mundo, estos son los factores disociadores que han sometido a la mayoría de los ciudadanos a una sostenida practica de manipulación y control mental.

  A esta enfermedad con los propósitos más bajos ha sumergido la oposición Venezolana a sus seguidores, con los designios más mezquinos y egoístas, solo con la maquinación de obtener el poder a costa de la voluntad quebrantada de un grupo de compatriotas venezolanos que adversa la política del presidente Nicolás Maduro.

 A estas alturas en Venezuela la oposición tiene un posgrado en disociación sicótica y sus variantes. Una de ellas, claramente heredada de la cultura de la muerte que se ha implantado en Estados Unidos y que ha sido exportada al resto del mundo, está vinculada con la idea de que la muerte es una vía para obtener objetivos. Esta es la modalidad macabra de la disociación, que si no es fascismo está a un milímetro de serlo.

 Fijémonos en la industria cinematográfica estadounidense, muy influyente en las conciencias en buena parte del mundo. Un gran porcentaje de las películas más taquilleras tienen héroes que se ganan su prestigio a base de asesinar gente. Fíjense en los artículos de opinión de la gran prensa norteamericana.

  Muchos de ellos justifican masacres y asesinatos selectivos. Más aún, fíjense en lo que dicen los mismísimos presidentes que han tenido países como EEUU, el Reino Unido o Francia entre otros, sin ningún remordimiento anuncian que el asesinato de personas, que ellos se antojan en llamar “enemigos” o “terroristas”, son objetivos de sus gobiernos.

  El ciudadano de clase media sumiso a esta suerte de “marioneta global” comparte estos criterios. La muerte del otro es vista como solución a sus problemas, sin reparar en la evidente secuela de esta estrategia, según el cual la muerte propia sería la solución de los problemas del otro.

Nuestra revolución no es solo contra la injusticia, es contra la cultura de la muerte. Es a favor de la dignidad, la solidaridad, la camaradería y la vida como vías para obtener nuestros objetivos que nos lleve a la paz.

 Afortunadamente el pueblo venezolano votó por la opción de los cambios sociales que  en su oportunidad desarrolló el comandante Hugo Chávez Frías, y su hijo político Nicolás Maduro continua con el gran proyecto apegado al plan de la patria que le ha dado un nuevo periodo hasta el 2019 para seguir escribiendo historia rumbo hacia el socialismo del siglo XXI.

Hernán López                                                                                             eldragon65@gmail.com

Fuente : enviado por el autor a editores OVE.

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/Potqs4rQSfjfk0rYioge7c05GDVzEMscsfhwp0tE29FQFsUlqVXzX-t90uT8gHvCbEyl6w=s85

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Trump y el apocalipsis zombi: cinco apuntes sobre cine, necropolítica y racismo en Estados Unidos

Miguel Antonio Guevara

1.-El escenario real y el cine como metáfora

Recibimos el 2017 con el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, coincidió con el estreno de Resident Evil 6: The Final Chapter (Constantin Film), escrita y dirigida por Paul W. S. Anderson y protagonizada por la ucraniana Mija Jóvovich.

Esta historia de acción tiene una trama que fácil podría adaptarse a los tiempos que corren: un mundo en el que todo está completamente destruido, incluida la Casa Blanca, que sale en los primeros fragmentos de película consumida por el cataclismo.

En medio de esta puesta en escena, tenemos a una protagonista que se desempeña como heroína y salvadora de la raza humana: Alice. Asimismo, contamos con un villano: el Dr. Isaacs; se trata de un agente corporativo, que no conforme con su presencia, ya de por sí nefasta, cuenta con un clon más malvado: un fanático cristiano y machista a ultranza que en una oportunidad llama a tres personajes clave, Alicia Marcus, cofundadora de la corporación Umbrella, Alice y la inteligencia artificial llamada Reina Roja, como “trinidad de zorras”.

En los diálogos de la trama, el Dr. Issacs, empresario o agente corporativo -devenido en cazador de zombis- nos resume el argumento de Resident Evil: existe una corporación en la que sus principales dirigentes han concluido –después de un estudio proyectivo del mundo, la vida y sus recursos– que el planeta perecerá por sobrepoblación y, para que este grupo corporativo prevalezca y sobreviva, será necesario eliminar a la población humana con un virus letal; mientras tanto, ellos, un equipo de altos ejecutivos de la corporación Umbrella, se encuentran en una base subterránea al cuidado del clon y lo que parece ser un ejército privado, su propio grupo paramilitar.

2.- Trump y su clon: un cazador de zombis

Donald Trump nos ha despertado violentamente la capacidad de asombro. Como un protagonista de reality show, el presidente empresario, actor y ahora emperador, nos muestra la agudización de la crisis en la que se encuentra el capitalismo trasnacional del siglo XXI.

Más de una de las acciones de Donald Trump, nos demuestra que es otro continuador de lo que el historiador Thomas Bender ha llamado, en su libro Historia de los Estados Unidos: una nación entre naciones, el excepcionalismo estadounidense. Este concepto nos explica las características ideológicas de la naturaleza del imperio, es decir, una nación, un pueblo que ha interpretado el discurso de sus fundadores como un llamado a estar por encima de las otras, sin considerar que es un país más de la comunidad de naciones, sin ningún tipo de atributo divino o histórico que lo separe del resto y que lo impulse a actuar sólo a partir de sus intereses políticos, económicos e ideológicos.

Las especulaciones con respecto a la realidad actual sobran, así como exceden las situaciones alimentadas por los signos de estos tiempos de constante ruido mediático, dirigiéndonos a perseguir cada acontecimiento y leer entre líneas. Los titulares nos abarrotan con imprecisiones, supuestas verdades e infaltables teorías de la conspiración: “¿Trump intenta una Perestroika gringa?”, “¿Es Trump el Gorbachov gringo?”, “Rusia se aisló después de la guerra fría, ahora se expande, ¿ésta podría ser la estrategia de Trump?”. Los titulares emulan las narrativas y píldoras efectistas de la industria cultural, como por ejemplo, sus películas, verdaderos y falsos documentales, además de videojuegos; dispositivos infinitos de producción de subjetividad nacidos en los laboratorios de la guerra, en donde se trabaja sin descanso en la producción infinita de subjetividad posmoderna.

Las caracterizaciones de Trump no cesan: ¿Es Trump un postpolítico, o producto de la postverdad?, cómo no iba a ser una buena “política” para este año nuevo si incluso el diccionario Oxford declaró postverdad en 2016 como la palabra del año, encajando su concepto a la perfección con la política tuitera del nuevo presidente: «Relativo a, o denotando circunstancias, en las que los hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a la emoción y a la creencia personal».

Además de esto, también suena: ¿será que Trump es un ser hipernormalizado u otro producto de la realidad alterada por los medios de comunicación? ¿Es un empresario convertido en presidente gracias a los favores de la Big data, es decir, de los más avanzados dispositivos de ingeniería social, marketing y psicometría de punta?

Parece que el día a día se ha vuelto en un grotesco reality orwelliano, en el que una ola de violencia ya no se avecina, como se suele decir cuando se espera lo peor, sino que está en pleno desarrollo.

Detrás de todo el efectismo y accionar espectacular y grandilocuente de Trump, éste emerge como un gran maestro de ceremonia en el que la distracción tiene un papel preponderante. Asimismo, es la imagen que viene a consolidar el cinismo como forma y fórmula política, subordinando el verdadero debate e incluso ocultando los hechos más importantes, tal y como si se sacudieran banderas multicolores a modo de distracción para no ver lo que realmente está pasando detrás del aturdimiento.

Lo cierto es que Trump ha retomado con fuerza las narrativas históricas estadunidenses de lo antiinmigrante y proteccionista, también ha revivido políticas de gobierno del Estado-nación del siglo XIX, como el caso del muro en la frontera con México (al 11 de marzo La Jornada reseñó que van cerca de 600 ofertas de contratistas procedentes de distintos lugares del mundo[1]), mecanismo fronterizo que en el imaginario de hace dos siglos, se pensaba que “garantizaría” la protección de los ciudadanos dentro de las fronteras del Estado-nación; Lo que otrora resultaba un pasaporte visado hoy lo es el muro, que también funciona “como paliativo, consuelo psíquico por la pérdida y el declive de la hegemonía”, como bien apunta Wendy Brown en su libro Estados amurallados, soberanía en declive.

Todo esto ocurre mientras los medios de comunicación intentan convencernos de que Trump es un presidente anti-establishment, puesto que en sus promesas de campaña hasta se coló cierto discurso contra el aparato militar industrial; asunto que se cayó por su propio peso con los recientes bombardeos unilaterales en Siria, Afganistán y las ya de por si conocidas controversias con Corea del Norte. No basta hacer una gran arqueología para encontrar, por ejemplo, su reciente discurso frente a la Asociación Nacional del Rifle en donde garantiza su apoyo absoluto.

Estas acciones nos dicen que Trump, más allá de ser anti-establishment, está más bien peleado con una parte de él y sus aliados económicos, por ejemplo, con ciertos sectores de las tecnologías y demás capitalismo 2.0. La lógica de Trump es la del empresariado inmobiliario que sólo ve el valor a través de la venta de edificios y bienes raíces.

A propósito de lo anterior, tenemos un ejemplo muy reciente[2]; Mark Zuckerberg, representando en este caso a la civilización, ha lanzado un manifiesto político que declara a Facebook como una suerte de Estado digital global para cambiar al mundo e, incluso, como él mismo sostiene, “combatir el terrorismo”, mientras que Trump, asumiendo el papel de la barbarie, niega el paso a ciudadanos de siete países musulmanes. Pareciera que esta disputa evidencia que el sistema tiene problemas entre las tensiones (globales, locales y nacionales) en donde participan tanto las economías de las tecnologías, como las representadas por los Landlords, que es lo mismo decir señores de la tierra o el empresariado inmobiliario al que pertenece Donald Trump.

Lo que nos muestra este escenario es que el capitalismo del siglo XXI, -ese monstruo trasnacional de mafias políticas, corporativas y guerreristas-, tal vez no está tan cohesionado como hemos pensado en los últimos tiempos.

[El escenario y la metáfora como leitmotiv: Trump es el personaje machista que se refiere a Alice, la Reina Roja y Alicia como “trinidad de zorras”, además, es el presidente actor que representa a los sectores de la supremacía blanca y el fanatismo cristiano como correlato. Trump es un clon de la construcción mediática y corporativa, de reproducción genética, metafórica y material de toda una clase que no representa en lo más mínimo a las fuerzas anti-establishment. Más que tratarse de un sujeto que viene a cambiar el modelo neoliberal, aparece para moldear las piezas del juego existente con un movimiento propio que responde a sus intereses, a su conveniente “cambio” de estilo político y círculo de influencias económico-políticas. Es un hecho que no hay un Trump antes y uno después. Es el mismo antes de que asumiera la presidencia y ahora como presidente. No hay diferencia alguna entre los realities en los cuales participó y los comportamientos y demás estilos que ha tomado su discurso tras la reciente responsabilidad adquirida como presidente de Estados Unidos].

La política imperial en desarrollo, según el estilo Trump, está cada vez más cercana a las narrativas del apocalipsis zombi hollywoodense antes mencionado, lo cual le da razón a aquel axioma de que los productos culturales son hijos de su época.

Parece que hay una necropolítica republicana en ciernes, en el sentido de que cada vez se agudiza el hecho de que Estados Unidos y sus aliados políticos alrededor del mundo, amparados en la lógica del jefe mayor –es decir, del imperio–, deciden quién vive y quién muere.

3.- Antecedentes de la necropolítica racista

Uno de los ejemplos de esta necropolítica republicana, lo podemos hallar en sucesos de la historia contemporánea, en específico, en el caso del huracán Katrina (2005) y sus devastadores efectos en la ciudad de New Orleans. En este hecho, el pueblo, en espera de la atención gubernamental que llegó días después de la tragedia, fue vilmente criminalizado por los medios. Se siguió mostrado la herida del conflicto racial y sobre todo lo que Hindu Pomeraniec, en Katrina, el imperio al desnudo, racismo y subdesarrollo en Estados Unidos, llama el tercer mundo y el subdesarrollo a lo interno de la nación, representado por la población afroamericana.

Los hechos demuestran que el racismo sigue presente en el gobierno que se decreta a sí mismo ejemplo de democracia para el mundo. Parece mentira que apenas han pasado 49 años desde que el gobierno estadounidense concedió a la población afroamericana los derechos que los blancos tienen desde finales del siglo XVIII. Ese tiempo, frente a la historia, es prácticamente nada, parece que fue ayer.

Estos temas todavía son tabú en Estados Unidos, puesto que de inmediato nos señalan el esclavismo y el genocidio perpetrado a la población afrodescendiente, desde las antiguas plantaciones en el sur del país, hasta la violencia policial del presente en Ferguson. Esto nos sirve para rescatar el discurso estadunidense de adalid de la libertad y la justicia global y cuestionarlo con el siguiente detalle: Estados Unidos sufre la contradicción o aparente dilema de tener un museo del holocausto y no uno de sus propias miserias [3].

Después de haber visto un antecedente del pasado, vayamos al presente y analicemos el entorno del cual tomamos imágenes de la cascada infinita de sucesos alrededor del mundo. Por ejemplo, tomemos el reciente caso de supuestas bandas criminales detenidas por “tráfico de armas” en la ciudad de New York, recientemente reseñada por la prensa del departamento de policía de la capital estadunidense[4].

En los medios que difundieron la noticia, hay un uso del lenguaje que nos remite a ese tercer mundo al interior de los Estados Unidos. Es decir, no veamos el título de la noticia, sino quiénes son mencionados como los criminales y a qué grupo racial pertenecen.

Todavía es más extraña la exposición mediática de dichos decomisos: los medios se refieren a ellos por medio de un relato de decomiso del tercer mundo, que tiene la intensión de exponer cómo las instituciones policiales constituyen su propia percepción de su tercer mundo y quiénes son o quiénes lo representan. Si hacemos un paralelismo con la reciente controversia México-Estados Unidos, o mejor dicho Peña-Trump, en este caso no son los “bad hombres” quienes podrían ser perseguidos, sino los latino & niggers.

Los medios insisten en su “ingenuo” relato; sostienen que estas bandas criminales utilizan sus botines para adquirir joyas y ropa de lujo, como si se tratase de eventuales actores de un video musical. Hagamos un ejercicio, ¿quiénes son los que se adornan con joyas y demás lujos en las narrativas mainstream del hip-hop y reguetón, no son acaso vitrinas del prototipo del negro y del latino? ¿No forma parte de lo que los medios nos venden como la forma o estética de la cultura afroamericana y latina inmigrante?

También hay un señalamiento en cuanto a corredores o lugares en los cuales operan, es decir, se describe un mapa y un territorio en donde están “desplegadas” dichas pandillas. Hay lo necesario para construir un escenario ideal: sujetos, móvil, ideología y territorio, como en el ejemplo de la metáfora que se ha realizado con Resident Evil, sólo que al contrario.

Se trata de más de lo mismo solo que reforzado y repotenciado, hacia lo que el filósofo del desarrollo Juan Carlos Barrón llama «la multiplicación de las violencias», es decir, es el mismo proceso de criminalización de lo que en este caso es o se parece a minorías y resistencias.

Si nos remitimos al ejemplo del huracán Katrina, insistamos en la historia que nos da muestra de las narraciones, aconteceres o formas en que se desarrollan estas agendas de violencia, nos daremos cuenta que no es algo nuevo, puesto que la agenda mediática de hoy, como la de ayer (el pueblo afroamericano muriendo frente a una tragedia), consiste en criminalizar a este sector porque no representa a el tipo ideal civilizatorio estadunidense.

¿Por qué precisamente ahora es necesario para el sistema reforzar la criminalización de los sectores vinculados simbólicamente a las resistencias? Porque si bien el crimen organizado es una expresión de las grandes aglomeraciones urbanas capitalistas (con su economía subterránea, narcotráfico, territorio dominado por pandillas, etcétera), sería un asunto cotidiano o un evento recurrentes que en una ciudad como New York hayan este tipo de noticias referentes a la circulación de armamentos. ¿Por qué hoy se realiza esta exteriorización mediática si ya todos sabemos que los estadounidenses son la población más armada del mundo?

Por lo visto, los cambios en materia de políticas de seguridad interior están teniendo sus efectos, en una primera instancia, a nivel comunicacional.

[Para volver al ejercicio metafórico-cinematográfico: El presidente Trump es un clon del empresario Trump, es decir, no cambia en nada el hecho de que uno sea empresario y haya devenido en presidente, éste es un representante histórico del partido republicano, el mismo que se lavó las manos con Bush hijo frente al desastre de Katrina. El actuar de Trump es un acto performativo, actoral e interpretativo. Como el villano de Resident Evil, Trump es un alto ejecutivo de la corporación, el resto de los secuaces podrían ser los minutemenpostmodernos, cazando alrededor de las fronteras de la corporación, protegiendo a la clase corporativa mientras disparan sin ton ni son al ejército de muertos vivientes que representan a la multitud afroamericana, latina, inmigrante, tercermundista].

4.- Una cosa es EEUU hacia fuera y otra hacia dentro

Es fundamental tener en cuenta que así como hay una imagen de Estados Unidos en losrealities, en el mainstream, en la alfombra roja y en el sueño americano, también hay un surgimiento de los movimientos populares y sociales organizados, enfrentados a otros bloques que representan la ideología excepcionalista imperial, la supremacía blanca, el conservadurismo y el gen sionista que desde tiempo atrás tiene su lugar en la sociedad y en los poderes fácticos estadunidenses de índole político y económico, en este caso bastante documentado por uno de los ideólogos del establishment, Francis Fukuyama, quien en su libro América en la encrucijada, aborda el caso de los neoconservadores, oneocon -en el lenguaje del establishment– y el ascenso de estos sectores al poder y las instituciones estadunidenses.

Esta realidad le habla a la necesidad histórica de la integración latinoamericana, nos reclama no caer en el nacionalismo radical y poco funcional que en ocasiones ha servido para unir y en otras como dispositivo balcanizador. La política exterior de los Estados Unidos históricamente ha alimentado bastante bien y de manera constante las autorreferencias para desmovilizar y desunir, precisamente para que nos veamos solo a través de nuestras realidades nacionales y no como el gran conjunto de naciones que conforman América Latina.

¿Cómo entonces construir nuevas rutas a partir de la situación actual, agendas de solidaridad para  organizar resistencias, como apuntaba reciente desde México el padre Alejandro Solalinde: frente a una aparente “aceleración de todas las contradicciones”?

Una de estas acciones organizativas podría realizarse a través del acercamiento práctico entre movimientos sociales que reconozcan la realidad interna estadounidense. Es imperativo acercarse a estas organizaciones que han estado desarrollándose en medio de las complejidades internas de Estados Unidos, y que incluso tienen mucho qué enseñarnos a los latinoamericanos, puesto que se encuentran en el interior del monstruo y conocen sus entrañas, para evocar a Martí.

5.- Para contribuir al ruido

A veces, las palabras, lecturas, conceptos y acontecimientos vienen a perdernos o a distraernos. Más allá de los lenguajes, las realidades del presente y la caracterización de esos nuevos discursos, el encuentro antagónico sigue siendo el que conocemos y padecemos históricamente: explotadores y explotados, pueblos que pretenden independizarse ante potencias que se imponen violentamente con formas de dominación y esclavitud. Estos apuntes son una excusa, un pretexto para justificar y poner a discusión una idea, una interrogante insoslayable frente a lo que estamos presenciando: la conformación, legitimación y reproducción de movimientos fascistas a gran escala. Justo porque se trata de un nuevo tiempo, tras haber dejado al siglo XX atrás con sus dos guerras mundiales, valdría la pena preguntarse si habrá quién salve al mundo del fascismo y sus guerras en el naciente siglo XXI.

Fuente: http://ciudaddelahoz.org.ve/columnistas/cuaderno-hipertextual/98-trump-y-el-apocalipsis-zombi-cinco-apuntes-sobre-cine-necropolitica-y-racismo-en-estados-unidos

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